Eroski Paraíso rompe las fronteras entre lo que es teatro, mediante aquellas normas estipuladas con anterioridad, y lo que no lo es pero podría serlo. Esto es llevado a escena desde diferentes perspectivas. Eroski Paraíso es una obra teatral llevada a cabo por la Compañía Chèvere y surge a partir de un proceso de investigación. Eroski Paraíso es la representación en escena de la preparación del rodaje de una película donde la línea entre escena y extra escena se vuelve difusa. Uno de los aspectos más interesantes que propone la puesta en escena es que asistimos a dos niveles de representación. Por una parte, lo que sucede en escena y en la extra- escena y por otra parte, el texto. El texto que compone Eroski Paraíso tiene su propia autonomía. Con lo cual, en sí mismo, es un canal de transmisión independiente de la representación en escena y que los actores juegan desde diferentes puntos. Por ejemplo: tenemos texto utilizado en los subtítulos proyectados, el texto lanzado al espectador mediante la utilización de micrófono, el texto utilizado en las escenas que se graban, el texto perteneciente a la extra- escena y que forma parte de las pausas en la representación cinematográficas y el texto perteneciente a los espectadores. Cada uno de los textos tiene una funcionalidad concreta. El texto presente en los subtítulos proyectados en el término superior de la escenografía pretende comunicar con claridad el mensaje a todos los espectadores. Por otra parte, tenemos el texto lanzado a los espectadores mediante la utilización de un micrófono situado en la extra- escena (Llamamos extra- escena a la parte del escenario que conforma en cine el “detrás de las cámaras” y no las escenas que se están grabando). Es interesante cómo la obra plantea este recurso. La voz proviene de dicha extra- escena pero el contenido del texto remite a la historia del personaje que está inmóvil dentro de la escena. Tenemos también el texto perteneciente a aquellas escenas que son grabadas y que constituyen a su vez, el texto de la película que se está grabando en escena. El texto que pertenece a la extra- escena corresponde a la directora de la película, a los cámaras, al de sonido, a los realizadores y a los actores que van a grabar las escenas de la película. Son todas aquellas indicaciones previas a la grabación y que suponen una pausa del tiempo de la representación de la película. Por último tenemos el texto que pertenece a los espectadores donde se percibe cómo ellos están recibiendo la obra de teatro y la interrelación que hay entre la escena y el patio de butacas. Otro punto interesante en la propuesta escénica es precisamente la recepción del público. Inicialmente, el público está perplejo. Hay una sensación de incomprensión al inicio del espectáculo porque la obra comienza sin esa espera, propia en el teatro convencional, donde el público se sienta y se apagan las luces. La obra comienza y es el público quien se adapta al tiempo marcado por la propia representación. Los espectadores asisten continuamente a diferentes niveles de teatralidad. Primero, el tiempo de la representación no es convencional. Segundo, asistimos en la misma obra de teatro a la preparación de un rodaje y a la elaboración del mismo. Es por ello, que recibimos cómo la directora de la película coloca los micrófonos a los actores, se coloca el micrófono con pértiga, los focos y escuchamos las indicaciones. Y tercero, los actores que realizan la película no son actores sino que hay una búsqueda en relación con que la persona que grabe el texto que habla de la pérdida de un hijo debe ser una madre, para que pueda comprender el dolor del que se está hablando. Por otra parte, hay una búsqueda de la cotidianidad en los diálogos y en las acciones representadas. Se busca un reconocimiento por parte del público tanto en lo que se está diciendo como en acciones como la pescadera que prepara el pescado al cliente o los reponedores del supermercado. Podríamos preguntarnos ¿es esto un reflejo de la sociedad en que vivimos? ¿Hemos sido reducidos, a pesar de la preparación académica, a ser pescadores y reponedores del supermercado? Mediante dichas acciones, el espectáculo abre la línea hacia aquello que quiere transmitir. Se sacan a la luz cuestiones como la necesidad de tener orígenes, la problemática del desarraigo, la concepción de felicidad, la productividad del ser humano. Se pone sobre la mesa las bases para establecer diálogos sobre la humanidad de sentido completamente profundo pero también diálogos acerca del concepto de teatro. Se tratan, mediante el diálogo, conceptos como la diferencia entre actuar y representar, las diferentes lecturas que se pueden extraer de una misma historia, la utilización de la escenografía o la metáfora de la realidad utilizando la concepción espacial. Se plantea por un lado la necesidad de releer los conceptos teatrales y plantear diferentes formas de comunicación como por ejemplo el hecho de que un álbum de fotos esté constituido por descripciones de dichas fotos o el recurso del texto mediante el micrófono extra- escénico, pero también cierta recuperación de la tradición teatral como la analogía con el mito de Adán y Eva en el Paraíso. Así podemos establecer una serie de cuestiones a partir del trabajo que realizó Chévere “Eroski Paraíso”. ¿La relectura de los conceptos teatrales plantea un cambio de perspectiva del mundo bajo la mirada del hombre contemporáneo? ¿Estos nuevos conceptos están hilados a aquello que el creador contemporáneo necesita contar respecto a su entorno? ¿Mediante nuevas formas se busca un retorno de valores pasados? ¿Si el ser humano se ha convertido en un producto, también Eroski Paraíso lo es? ¿O sin embargo asistimos a una reivindicación a los orígenes y al humanismo?