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Instituto Zacatecano de Estudios Universitarios

Criminología II

Mto. Jorge Luis Lozano

Ensayo:

Perfil criminal y Corrientes Criminologicas

Marisol Haro Haro

18 de marzo de 2016

Zacatecas, Zac.
Índice

Introducción ……………………………………………………………………………………………….. pág. 3

Desarrollo …………………………………………………………………………………………………… pág. 4

Teorías Criminológicas ………………………………………………………………………………… pág. 5

Teorías psicobiologicas …………………………………………………………………… pág.

Teorías psicológicas ………………………………………………………………………… pág.

Teorías del control social ………………………………………………………………… pág.

Teorías integradoras ………………………………………………………………………. Pág.

Definición de Perfil Criminal ……………………………………………………………………….. pág. 4

Línea de tiempo, aplicación del perfil criminal ……………………………………………. Pág.

Conclusión ……………………………………………………………………………………………...... pág.


Introducción

Desde el inicio de los tiempos, con la conformación de la sociedad como medio de


sobrevivencia del hombre, surgen varios problemas, entre ellos la criminalidad.
Pretendiendo entender la razón de esta se han creado varias teorías que tratan de
explicarlas desde distintos puntos de vista.

Una manera de delimitar las conductas, características y rasgos de la personalidad


del individuo que lo lleva a cometer crimines es la elaboración de un perfil criminal. El
perfil criminal es un análisis de los factores de la personalidad del individuo delincuente, y
de los hechos reunidos en la escena del crimen, así como con la víctima, pudiendo analizar
estos y crear un perfil del agresor con rasgos de la personalidad que nos ayuden a llegar a
este.

En el presente ensayo comenzaremos abordando de manera breve las teorías


criminológicas que pretenden explicar la conducta criminal del individuo, desde las teorías
psicobiologias, psicológicas, teorías del control social y las teorías integradoras.

Analizaremos el concepto del perfil criminal, y su surgimiento a través de una línea


del tiempo que nos muestra las primeras apariciones de este como método de
investigación.
Desde el inicio de los tiempos surgieron en el individuo necesidades de
supervivencia como lo son la casa, y alimentación. Con esto las necesidades de seguridad,
familia, educación, por lo que los individuos se agruparon con la finalidad de compartir las
responsabilidades y tener seguridad. Estas pequeñas sociedades conformadas por varios
miembros que compartían intereses y necesidades pronto se vieron afectadas por ciertas
conductas anormales que perturban el orden social.

En un intento por explicar y comprender estas conductas se crearon distintas


hipótesis y teorías que explican el comportamiento del individuo.

Con el reconocimiento de la influencia de las condiciones sociales en la producción


de este tipo de conductas disfuncionales, comenzó a desarrollarse la sociología criminal,
que atribuía a las condiciones sociales una influencia determinante en la producción y
mantenimiento de las condiciones delictivas.

Entendiéndose como conducta, el conjunto de actos, comportamientos, exteriores


de un ser humano y que por esta característica exterior resultan visibles y plausibles de
ser observados por otros. Las actitudes corporales, los gestos, la acción y el lenguaje son
las cuatro formas de conducta que ostentan los seres humanos.

Y la palabra criminal se utiliza para definir a un delito grave en general y a la acción


indebida o reprochable. Crimen es una conducta, una acción u omisión tipificada por la
ley que resulta antijurídica y punible. Por lo tanto un crimen viola el derecho penal.

Entendamos pues que una conducta criminal se refiere al conjunto de actos,


comportamientos, que violan una ley.

A finales de los años 80 y comienzos de los años 90, los desarrollos científicos de la
psicología criminal y de la victimologia aportan importantes conocimientos sobre el
comportamiento criminal, dejando en claro al menos dos conceptos fundamentales: que
la mayoría de los delitos era cometido por sujetos que eran considerados normales desde
el punto de vista psicopatológico, y que todo comportamiento crimina debe ser analizado
de la motivación del sujeto y su interacción con la víctima.
Comienza así el desarrollo de una serie sumamente importante de teorías
psicológicas explicativas del crimen. Teorías que pueden clasificarse en cinco grades
grupos teóricos: Blackbutn (1994), Soria Miguel Angel (1998): psicobiologicas, Psicológicas
estrictas, Conductistas, Control social, Humanistas-existencialistas y Motivacionales.

Teorías Psicobiologicas.-

Están orientadas a tres líneas de investigación:

a) Están basadas a la trasmisión genética, corriente iniciada por Lombroso y que


considera el crimen como producto de una constitución genética y particular.
b) Las teorías bioquímicas neurológicas, que están dirigidas a demostrar el rol de
las vitaminas y los minerales en la conducta criminal, o bien un anormal
funcionamiento neurofisiológico.
c) Las teorías constitucionales, Sheldon (1942). Esta última teoría tuvo una gran
aceptación, porque permitía establecer estereotipos con mucha facilidad. Esta
teoría dividía a las personas en tres tipos fundamentales según su constitución
física: endomorfos, exomorfos y mesomorfos. A este último tipo pertenecían
mayoritariamente los delincuentes.

De las teorías psicobiologicas más desarrolladas y de una importancia significativa en la


actualidad se destaca la de Eysenck (1967); y Eysenck (1976).

Esta teoría relaciona tres grandes súper factores, extraversión, neurotismo y psicoticismo
con la criminalidad. De acuerdo con Eysenk los delincuentes debían puntar alto en
extraversión, ya que la baja estimulación corticorrecticular de los extravertidos dificulta el
condicionamiento, y por lo tanto el aprendizaje de las normas.

Teorías psicológicas. -

Tienen tres vertientes: la psicopatológica, la del aprendizaje social y la visión cognitiva.

a) La psicopatológica basada en la psicopatología mental, destaco la influencia de la


deficiencia mental en el origen de las conductas criminales. Un gran aporte a estas
corrientes la realizo el psicoanálisis que defiende una caución del delito en el
desarrollo psicosexual infantil y un súper ego deficitario. Un desarrollo infantil
traumático y la ausencia de control emocional de las normas interiorizadas
generarían la personalidad criminal (Soria 1998).
b) La del aprendizaje social pone su acento en la asociación diferencial que parte del
supuesto que la conducta criminal se refuerza al relacionarse el individuo con
personas con tendencias a mantener conductas criminales. Como mecanismo
fundamental de esta asociación plantea los principios del aprendizaje operante,
Skinner (1978), según esta corriente el crimen se aprende por refuerzo.

Esta corriente del pensamiento permitió comprender como determinados


comportamientos criminales se aprenden por la observación de modelos sociales
mediante la televisión, diarios, radio, amigos, familiares, etc. Según este encuadre
teórico existen dos modos en el individuo de ejercer un control sobre sus conductas
que son denominados locus de control interno y locus de control externo. Las
personas que cometen delitos utilizan generalmente un locus de control externo.

c) Las teorías cognitivas se basan en los estudios de Yochelson y Samenov (1976).


Estos autores sostienen que la impulsividad es una falta de auto-control que lleva
al sujeto a cometer conductas sin evaluar, o haciéndolo, pero restándole
significado a las consecuencias de su accionar. Analizándoles desde el punto de
vista de indicadores clínicos o de patologías definidas son sujetos considerados
normales. Los estudios realizados destacaron el importante papel que cumple la
impulsividad en el comportamiento criminal, convirtiéndose en el factor más
importante.

Los patrones de pensamiento mas característico de los delincuentes peligrosos que


señalan estos autores, y que comienzan a manifestarse en edades muy tempranas
conjuntamente con la irresponsabilidad son: manipulación, mentira compulsiva,
impulsividad, cólera, desconfianza, pensamiento concreto y simplista, búsqueda de
excitación, hiperactividad, búsqueda de poder, orgullo, sentimentalismo y
pensamiento en “cortocircuito”.

Basado en el pensamiento diferente del delincuente y sus dificultades en el control de


sus impulsos, los autores proponen una técnica especifica de tratamiento. Esta
consiste en enfrentar al delincuente con su propio modo de pensamiento corrigiendo
el carácter egocéntrico del mismo, introduciendo pensamientos prosociales,
entrenándolos en contra de la cólera, enseñándoles a anticipar las consecuencias de
sus acciones y a ponerse en el lugar del otro, reflexionar sobre su propia vida,
desarrollar sentimientos de miedo y culpa, aceptar la responsabilidad de que sus actos
lesionan a otros.

Teorías del control social

Se diferencian en tres corrientes con diferencias muy marcadas:

A) El interaccionismo simbólico que propone la existencia de una socio cultura previa


que induce a una interpretación personal del propio comportamiento y de los
demás que regula la conducta criminal.
B) El etiquetado social que destaca el estigma social que se produce por la aplicación
de la ley a las personas pertenecientes a las clases sociales mas desposeídas y que
transgreden las normas sociales, cargándolas con una etiqueta negativa que
estigmatiza.
C) El marxisismo ofrece una visión distinta. Para esta corriente el crimen es una
consecuencia se la sociedad capitalista, y la necesidad de control social, por medio
de la clase dominante, Soria (1998).
D) Corrientes que apuntan el deficiente desarrollo moral como origen de las
conductas delincuenciales.

Las teorías que parten de una perspectiva humanista existencial se central en general
en un deficiente desarrollo del crecimiento personal interior, lo que provoca la
conducta anormal criminal. Las teorías provenientes de esta concepción teórica han
tenido muy poca influencia y desarrollo.

E) La teoría motivacional. Esta teoría desarrollada por un grupo especial del FBI
(Unidad de Análisis del Comportamiento Criminal), afirma que el delito es una
consecuencia del desarrollo personal, el ambiente, y el contexto en que se
encuentra el sujeto, Soria (op. Cit.)

Actualmente se han desarrollado una serie de teorías integradoras que pretenden explicar
la delincuencia de un modo más amplio, poniendo el foco de atención en la interacción
del individuo, la criminalidad y el control social.

Según Sieggel (1998), podrían clasificarse las teorías integradoras en tres grupos:

Teorías integradoras:

a) Teorías multifactoriales. Incluyen diversas perspectivas que consideran la


influencia sobre la conducta delictiva de diferentes factores sociales, personales o
económicos, procedentes de las teorías de desorganización y tensión social, del
control del aprendizaje, del conflicto, de la elección racional, y de los rasgos.
Garrido, Stangeland, Redondo (1999).
b) Teorías de los rasgos latentes, cuya hipótesis básica es que algunas personas
poseen características individuales (como una menor inteligencia o una
personalidad impulsiva) que las sitúan frente a un mayor riesgo de
comportamientos delictivos. Garrido, Stangeland, Redondo (op.cit.).
c) Teorías de las estapas vitales. Según estas teorías no existe una propensión
individual estable para la conducta delictiva, sino que el comportamiento
evoluciona a lo largo del proceso del desarrollo de los sujetos. La tesis principal es
que del mismo modo que las personas cambian y maduran, también cambian los
factores que influyen sobre su comportamiento. (ibídem).
De las teorías integradoras, las multifactoriales y las de los rasgos latentes, consideran
como elementos importantes a tener en cuenta en la interacción de factores entre el
individuo, la criminalidad y el control social: el autocontrol y la impulsividad.

Una vez expuestas las teorías que abordan la criminalidad, se puede señalar la
evolución que han tenido estas, desde las consideraciones biológicas, psicológicas y
sociales. A continuación definiremos el concepto de perfil criminal desde varios
autores.

Como lo mencionan Tapias Saldaña Ángela, Avellaneda Castellanos Luisa, Moncada Muñoz
Melissa, y Pérez Puentes Irma en el artículo llamado elaboración de perfiles criminales
desconocidos con base a la escena del crimen, se trata de una técnica de investigación
judicial que consiste en inferir aspectos psicosociales del agresor con base en un análisis
psicológico, criminalístico y forense de sus crímenes, con el fin de identificar un tipo de
persona (no una persona en particular) para orientar la investigación y la captura.

“Es importante tener en cuenta que al perfilar hay ciertos aspectos de la víctima o
de la escena del crimen que pueden ser observados y de los cuales se pueden
extraer inferencias psicológicas, a esto es a lo que se le denominó evidencia
psicológica y es una estrategia clave para lograr generar el perfil.”

La psicología criminológica pretende comprender el crimen, sus causas y a sus


autores, y dar herramientas para su prevención. Su actuación se realiza en el mundo
forense (prisiones, policía, tribunales) y en la propia comunidad, cuando trata de prevenir
la delincuencia o elaborar intervenciones en instituciones de la sociedad.

Siguiendo a Garrido (2006), el perfil criminológico puede definirse como una


estimación acerca de las características biográficas y del estilo de vida del responsable de
una serie de crímenes graves y que aún no se ha identificado.

El objetivo de este perfil es delimitar las características del presunto culpable para
disminuir el rango de posibles culpables y ayudar a la policía focalizando y restringiendo
las posibilidades de investigación, posibilitándoles el centrarse en los blancos realistas.
Este punto es muy importante, ya que cuando se tratan de crímenes violentos o seriales,
la alarma social y las posibilidades de que se vuelvan a repetir los hechos, hacen necesaria
actuar con rapidez y detener cuanto antes al asesino.

No obstante, el perfil tiene sus limitaciones, no es una ciencia exacta, está basada en el
análisis de la huella psicológica que el asesino deja en sus crímenes y en datos estadísticos
recolectado de otros casos y de los datos teóricos aportados por la psicología y la
criminología. Estamos por tanto hablando de probabilidades.

En palabras de Ressler (2005), las personas que realizan un perfil buscan patrones e
intentan encontrar las características del probable autor, se usa el razonamiento analítico
y lógico, “qué” más “por qué” igual a “quién”.

De acuerdo con Ressler y colaboradores, (1986), citados por Homant y Kennedy (1998) y
Ailt y Reese en 1980, citados por Knight (1998), el uso de perfiles psicológicos en los
crímenes puede ayudar a determinar el tipo de personalidad del criminal y sus
características conductuales desde un análisis de los crímenes que él o ella hayan
cometido; la técnica permite realizar un perfil del agresor tenga o no tenga antecedentes
judiciales, si los tiene sería un criterio facilitador para la elaboración del perfil
(Homant,1998); esta definición está relacionada a la del FBI (Federal Boureau of
Investigation), la cual determina que el perfil criminal es una herramienta que ayuda a
obtener información específica del delincuente agilizando la investigación, además brinda
información a la policía sobre la manera más adecuada de interrogar sospechosos.

Así, Ressler y colaboradores (1.999), aclaran que los perfiles criminales sirven para
describir el tipo general de persona que puede cometer un acto criminal, no para señalar a
un individuo determinado.

En 1998 , de acuerdo con el boletín criminológico de la Policía Nacional de Colombia se


afirma que la elaboración un perfil psicológico – criminal, se basa en la evidencia que el
criminal dejó o no en la escena del crimen y en pautas características que distinguen a
ciertos individuos de la población en genera, la información puede incluir: la raza, el sexo,
la edad, el estado civil, ocupación, reacción ante el interrogatorio, madurez sexual,
posibilidad de que cometa otro crimen, antecedentes policiales, nivel de escolaridad,
estatus, relaciones interpersonales, entre otros.

En resumen, la elaboración de un perfil criminal es el análisis de los hechos en la


escena de crimen, así como de la tipología de victimas que siguen el mismo patrón de
modus operandi, con la finalidad de obtener rasgos de la personalidad que nos pueda dar
como resultado un perfil del delincuente, y de esta manera encontrar al delincuente y
prevenir que siga cometiendo crímenes.

A continuación, presentaremos una breve línea del tiempo en donde se observa


evolución del perfil criminal en distintos casos y estudios.

El texto antes citado, nos da una aproximación histórica acerca del uso de la
psicología en la perfilacion criminal, datando de los años 1841 con los “asesinatos de la
calle morgue” de Edgar Allan Poe; sin embargo, en la vida real esta aplicación tuvo
principio en Gran Bretaña en el año de 1888 cuando el Dr. George B. Philips patólogo
forense, diseñó el método “modelo – herida”; este modelo se basaba en la comprensión
de la naturaleza de las lesiones de la víctima como base para la elaboración estadística del
perfil del delincuente.(Turvey 1.999).

Otro intento del uso de los perfiles criminales fue el retrato conductista de un
asesino serial, realizado por el Psiquiatra James Brussel en 1957. El Dr. Brussel infería
conductas del ofensor comparando sus conductas delictivas con la conducta de pacientes
con desordenes mentales similares; el fruto de su investigación se reflejó cuando elaboró
el perfil del “Bombardero Loco” en Nueva York. El asombroso diagnóstico de Brussel se
reconoce universalmente como el paradigma de una técnica que ahora se utiliza como
una de las técnicas más potentes en la cacería de los asesinos seriales: el perfil psicológico.
A pesar del impacto de este hecho, hasta 1970 las posibilidades de utilizar esta técnica
fueron pocas, y así mismo se empezó a explorar un método más sistemático.
(Goobar,2001).

En 1.960 en Inglaterra el aporte a la técnica de elaborar perfiles fue de Palmer citado por
Ressler, Burgess y Hartman, (1.999) quien publicó los resultados de un estudio realizado a
lo largo de tres años con 51 asesinos condenados. La contribución de este estudio fue
construir un retrato verbal de un asesino utilizando términos psicológicos.

Afirman Ault y Reese (1.980) que en 1978 se inició un proyecto piloto de análisis
psicológico criminal con el fin de formular perfiles mediante entrevistas de investigación
con criminales encarcelados, el cual fue llamado: “programa de interrogación sobre la
personalidad criminal”, tenía por objeto establecer las características, motivaciones,
actitudes y comportamientos más sobresalientes de los delincuentes involucrados en
tipos específicos de crímenes con el fin de preparar programas informáticos para procesar
los datos, previendo que a medida que esta base de datos se fuera acumulando,
proporcionaría información acerca de varias clases de delincuentes.

A finales de los 80 los agentes de la unidad de ciencias del comportamiento del FBI
empezaron a trabajar en la clasificación de los crímenes usando el manual diagnóstico y
estadístico (DSM) de la Asociación Americana de Psiquiatría APA. Se clasificaron los
crímenes de asesinato, incendios y abusos sexuales, y se conformó el Comité Advisory
Committee Representing Federal and Private Association. (Burguess y
colaboradores,1.997).

El primer reconocimiento operacional del uso extenso de la psicología en Estados Unidos,


fue cuando a mediados de los ochentas, la policía metropolitana, junto con el FBI
perfilaron a un secuestrador en serie que operaba en el sector de Notting Hill. Entre
septiembre de 1979 y septiembre de 1983, este secuestrador había atacado a quince
mujeres, en sus propias casas, en las áreas de Kensington y Notting Hill, en West London.
(Jackson y Bekerian, 2000). En la investigación, se contó con la colaboración de los Senior
Investigation Officer (SIO) quienes son investigadores de alto rango y cuentan entre su
equipo psicólogos que elaboraron perfiles del posible asesino. Habiendo conformado el
equipo de investigación entre SIO y FBI, se analizaron muestras de ADN del perpetrador,
recogidas en los ataques del 1979 a1983 y en el ataque a la mujer en 1987; resultado que
comprobó que los secuestros, fueron cometidos por la misma persona: Tony Frederick
Mc. Lean fue quien dio positivo a la prueba del ADN, siendo sentenciado a cadena
perpetua por los secuestros. (Jackson y Bekerian, 2000) Así mismo, En 1986 la policía de
Leicestershire escuchó la opinión de un psicólogo perfilador cuando hubo un secuestro y
posterior asesinato del menor Dawn Asworth. Este caso fue vinculado a uno que
aconteció en el año de 1983, en el cual Linda Mann fue la víctima. Para poder resolver
estos casos, también se usó la técnica de identificación por medio del ADN descubierta
por el Dr. Alec Jeffreys, y cuya solicitud se justificaba para la elaboración del perfil
psicológico del criminal; a través de la comparación de las muestras de sangre del caso del
menor Dawn Asworth y del caso Linda Mann se pudo llegar a la conclusión de que los
secuestros y asesinatos habían sido cometidos por la misma persona. (Jackson y Bekerian,
2000).

CONCLUCION:

Hemos mencionado a lo largo de nuestro ensayo los conceptos de conducta


criminal, entendiendo por esta el conjunto de actos y comportamientos que infringen una
ley. Además de abordar la criminalidad desde varias corrientes, teniendo como resultado
la necesidad de la criminología en elaborar un perfil criminológico, que reúna ciertas
características y rasgos de la personalidad del individuo, para poder determinar un perfil
del agresor.

Perfil que se puede abordar desde cualquiera de las teorías mencionadas, dado el
tipo de comportamiento y el delito de la persona, desde la escuela de Lombroso en donde
el detonante de una conducta criminal en un individuo puede ser el provenir de una
familia disfuncional.
BIBLIOGRAFIA:

Alberto, H. (2008). Tesis diferencias en el control impulsivo en delitos de robo y robo


asociado a homicidio, extraído el dia 17 de marzo de 2016 de:
http://bibliotecadigital.uda.edu.ar/objetos_digitales/283/tesis-945-diferencias.pdf

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Elaboración de perfiles criminales desconocidos con base en la escena del crimen, extraído
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Jiménez Serrano, J. (2006) Perfil Psicologico Criminal, extraído el 16 de marzo de 2016 de :


http://www.psicologia-online.com/articulos/2006/perfil_psicologico_criminal.shtml

Haro, M. Tesis Factores de la Personalidad que influyen en la conducta delictiva (2015)

Psicologia Criminologica, (S.A.) (2009) extraído el 17 de marzo de 2016 de:


http://psicologiacriminologica.blogspot.mx/2009/11/teoria-psicoanalitica-de-melanie-
klein.html

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