Está en la página 1de 2

En Isaías 54:5, Dios se proclama nuestro esposo y un poco más adelante, padre de nuestros hijos, proveedor

y protector. Si le creyéramos, sería mucho más fácil hacer lo que como esposas hemos sido llamadas a hacer,
porque cada acción estaría dirigida a agradarle a un Dios soberano que se preocupa por nuestro bienestar.

Lo que guardamos en nuestro corazón, afecta nuestro comportamiento. Es inevitable reaccionar de una
manera inapropiada cuando nos han ofendido, golpeado, maltratado o abandonado; pero se puede llevar una
vida en santidad y en adoración para exaltar al único que puede cambiar el rumbo de nuestro destino.

No podemos ser piadosas sin moderar nuestro comportamiento. Hacer lo apropiado, adecuado y conveniente
ante los ojos de Dios, es tener claro que cuando atendemos nuestro hogar le estamos sirviendo al Señor.
Adicionalmente, debemos desarrollar ciertas disciplinas espirituales que nos ayudarán a alcanzar nuestro
propio potencial espiritual.

Los pasos a seguir para llevar una vida en reverencia son:

1. Ora: Entre más oremos, más consientes estaremos de su presencia en nuestras vidas.


2. Alaba: Lee un salmo en voz alta cada día, escucha música cristiana de adoración.
3. Reflexiona: sobre los atributos de Dios, tus promesas, tu llamado.
4. Valora: Has sido escogida por el Señor para grandes cosas. Deja de compórtate como una
adolescente inmadura, arranca de ti el sarcasmo, las payasadas, las bromas, el vocabulario irreverente.
5. Planea: Actuar de tal manera que otros se sientan atraídos a la adoración; que tu vida y tus
elecciones le hablen a los demás del Dios de amor que gobierna tus decisiones.

En Isaías 54:5, Dios se proclama nuestro esposo y un poco más adelante, padre de nuestros hijos, proveedor
y protector. Si le creyéramos, sería mucho más fácil hacer lo que como esposas hemos sido llamadas a hacer,
porque cada acción estaría dirigida a agradarle a un Dios soberano que se preocupa por nuestro bienestar.

Lo que guardamos en nuestro corazón, afecta nuestro comportamiento. Es inevitable reaccionar de una
manera inapropiada cuando nos han ofendido, golpeado, maltratado o abandonado; pero se puede llevar una
vida en santidad y en adoración para exaltar al único que puede cambiar el rumbo de nuestro destino.

No podemos ser piadosas sin moderar nuestro comportamiento. Hacer lo apropiado, adecuado y conveniente
ante los ojos de Dios, es tener claro que cuando atendemos nuestro hogar le estamos sirviendo al Señor.
Adicionalmente, debemos desarrollar ciertas disciplinas espirituales que nos ayudarán a alcanzar nuestro
propio potencial espiritual.

Los pasos a seguir para llevar una vida en reverencia son:

1. Ora: Entre más oremos, más consientes estaremos de su presencia en nuestras vidas.


2. Alaba: Lee un salmo en voz alta cada día, escucha música cristiana de adoración.
3. Reflexiona: sobre los atributos de Dios, tus promesas, tu llamado.
4. Valora: Has sido escogida por el Señor para grandes cosas. Deja de compórtate como una
adolescente inmadura, arranca de ti el sarcasmo, las payasadas, las bromas, el vocabulario
irreverente.
5. Planea: Actuar de tal manera que otros se sientan atraídos a la adoración; que tu vida y tus
elecciones le hablen a los demás del Dios de amor que gobierna tus decisiones.

También podría gustarte