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REVISTA DE ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGIA

Volumen 41, pp 70-81


© 1996 EDITORIAL GARSI
TEMA DE ACTUALIZACION

Fracturas de rótula
J. MARTIN GUINEA, F. SANCHEZ-MARISCAL DIAZ y F. CANILLAS DEL REY

Servicio de Traumatología y Ortopedia. Hospital Universitario. Getafe. Madrid.

RESUMEN: Se hace una revisión de las fracturas de La rótula, por la posición estratégica que ocupa
rótula en sus diversos aspectos: frecuencia, edad, sexo, en el aparato extensor de la rodilla, potencia la fuer-
mecanismo causal, etiología, tipos de fractura y trata- za de extensión del cuádriceps, por lo menos un 30%
mientos conservador y quirúrgico. Se recuerda en éstos en la extensión total,29,60 al aumentar el brazo de pa-
las pautas terapéuticas fundamentales, los resultados lanca o distancia entre el tendón rotuliano y el eje de
porcentuales obtenidos en diversas series, sistematizan- flexión de la rodilla. También realiza una función de
do sus indicaciones y añadiendo a las habituales algu- resistencia o contratracción en la flexión de la rodi-
nas otras que los autores valoran como más adecuadas, lla. Como consecuencia inequívoca de las enormes
sopesando facilidad o dificultad de la técnica quirúrgi- cargas compresivas que soporta la rótula destaca el
ca a emplear, resultados que se obtienen, característi- gran grosor del cartílago hialino de su superficie ar-
cas (edad y grado de la actividad física) de la población ticular (20-23 mm), siendo el mayor del cuerpo hu-
en que se aplica y posibles secuelas. Por último se revi- mano.43 La ventajosa localización de la rótula desde
san las complicaciones de las fracturas de rótula, inci- un punto de vista biomecánico, al estar subcutánea y
diendo en la artrosis femoropatelar como complicación a manera de escudo protector de la rodilla, sobre to-
tardía pero frecuente, para terminar con el análisis de do en la flexión de ésta, la hace fácilmente vulnera-
los errores de osteosíntesis más frecuentes. ble a los traumatismos que inciden en ella, general-
PALABRAS CLAVE: Rodilla. Rótula. Fractura. mente de delante atrás, aunque en ocasiones puedan
ser oblicuos, tangenciales, torsionales o combinados.
Las fracturas de rótula representan aproximada-
FRACTURES OF THE PATELLA
mente el 1% de todas las fracturas esqueléticas,28,52,54,62
ABSTRACT: A revision of the fracture of the patella, de las que un 10-20% son abiertas.11,41,45,56 La mayor
in its diverse aspects: frequence, age, sex, casual me- incidencia se concentra en la tercera y cuarta déca-
chanism, aetiology, types of fracture and conservative das de la vida, con un pico máximo a los 45 años,
and surgical treatments, is made. The therapeutical siendo notoria la nula o escasísima aparición en ni-
fundamentals of these cases are remembered, the per- ños menores de 10 años.1,2,11,20,40,41,56
centage results obtained in different series, systemizing En cuanto al sexo se aprecia sólo una incidencia
the indications and adding to the habitual some others discretamente mayor en el varón, aproximadamente
that authors value as most adequate, poising the sim- un 58-60%, posiblemente por la reciente y progresi-
plicity or difficulty of the surgical technique to use; the va extensión de la práctica de deporte y la conduc-
results that are obtained, characterized (age and grade ción de automóviles entre las mujeres.15,18,20,25
of physical activity) of the population where applied Es el traumatismo directo frontal sobre la cara
and possible complications. To finish, the complications anterior de la rodilla, estando ésta generalmente en
of the fractures of the patella are reviewed, indicating flexión, el mecanismo lesional más frecuente que
that the femoropatellar arthrosis as a late complica- produce una fractura de rótula (golpe del salpicade-
tion, but rare, compared to errors of osteosynthesis ro, caída frontal de rodillas contra el suelo), sumán-
that are more frequent, proposing alternatives to the dose muy posiblemente al mecanismo directo un
defects of the concepts of the shown techniques. mecanismo lesional indirecto, representado por la
KEY WORDS: Knee. Patella. Fracture. contracción súbita del cuádriceps y la contrarresis-
tencia del tendón rotuliano, lo que provocaría en al-
gunos casos la separación de fragmentos. El meca-
nismo indirecto aislado es poco frecuente —quizá
sólo un 1%11— y está descrito en actividades gim-
násticas o en la práctica del baloncesto,23 siendo el
Correspondencia:
trazo de fractura generalmente transversal. En la
Dr. J. MARTIN GUINEA.
Eduardo Benot, 5, 3.° B. fractura osteocondral de rótula, generalmente secun-
28008 Madrid. daria a una luxación de la misma, el movimiento de
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giro interno forzado del fémur con la rodilla en ex- Tipos de fractura. Clasificación
tensión y el pie fijo en el suelo representaría también
un mecanismo lesional indirecto. Watson-Jones58 Las fracturas de rótula pueden dividirse en des-
creyó que había una relación directa entre el meca- plazadas o no desplazadas y, según el trazo, en trans-
nismo y el tipo de fractura, y así un traumatismo di- versas, estrelladas o conminutas, marginales o verti-
recto provocaría siempre una fractura conminuta y cales, apicales, también llamadas de polo proximal o
uno indirecto una transversa. Actualmente se piensa1 distal, y osteocondrales (Fig. 1). La frecuencia de es-
que influyen varios factores para producir un deter- tos diversos tipos de fractura es muy diferente, sien-
minado tipo de fractura: edad del paciente,53 veloci- do la transversa la más común (50-80% del to-
dad del impacto, ángulo de flexión de la rodilla, os- tal),1,28,40 localizándose por igual en los tercios medio
teoporosis previa, etc. y distal; las fracturas transversas en el tercio supe-
Para numerosos autores4,15,20,25,40 el accidente de rior, aun incluyendo aquí las llamadas apicales o de
tráfico es la causa más frecuente (50-60%), aunque polo superior, son muy poco frecuentes (3%)1 (Fig. 2).
para otros1,11 es el accidente causal, representado En muchas ocasiones, además del trazo principal
fundamentalmente por la caída frontal y de rodillas transverso, existen otros trazos secundarios, y así para
el que produciría un mayor porcentaje, ligeramente Ricard y Moulay45 la transversa simple acontecería
superior al accidente de tráfico debido a la utiliza- sólo en el 25% del total de casos, correspondiendo
ción cada vez más frecuente del cinturón de seguri- otro 45% a la compleja transversa. La fractura estre-
dad. En países en donde la práctica deportiva es muy llada o conminuta es la segunda en frecuencia, va-
frecuente, el porcentaje por esta causa aumenta, y así riando de un 30 a un 55% para algunos autores clási-
Thompson53 refiere un 30% de fracturas conminu- cos2 frente a un 16% en publicaciones recientes.1
tas durante la práctica de deportes individuales. De Un tipo de fractura relativamente frecuente es la
igual manera, aunque el accidente laboral es una cau- apical o de polo inferior, que suele ser conminuta y
sa poco común, existe alguna serie26 en donde aparece
con una frecuencia notable (24%). También, aunque
muy poco frecuentes, se han descrito fracturas por es-
trés producidas por sobreesfuerzos repetitivos y pro-
longados,32 o yatrógenas durante la extracción de in-
jerto autólogo de tendón rotuliano en la cirugía del
LCA.10 También dentro del capítulo de complicaciones
de las artroplastias de rodilla aparece, aunque con muy
poca frecuencia, la fractura de rótula debida, entre
otros factores, a una resección excesiva de la misma, a
la implantación de un componente rotuliano demasia-
do grande o a una rehabilitación forzada intempestiva.

Figura 1. Tipos de fracturas de rótula más frecuentes (de izquierda a de-


recha y de arriba a abajo): Transversa no desplazada, transversa despla-
zada (retináculo roto), transversa con mitad inferior conminuta, estrella-
da o conminuta, apical inferior, vertical y osteocondral desplazada. Figura 2. Fractura apical o polar superior.
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extraarticular, siendo en ésta muy importante deter-


minar si el tendón rotuliano sigue o no anclado a la
patela, ya que este hecho influirá sobre el tratamien-
to. Menos frecuentes son las fracturas de trazo longi-
tudinal o vertical (12-17%),13 siendo la más común
la de la faceta lateral y producida por el choque de la
rótula contra el cóndilo femoral lateral. Por último,
las fracturas osteocondrales, generalmente asociadas
con episodios de subluxación y luxación de rótula,
no son siempre fácilmente identificables en las ra-
diografías convencionales; suelen localizarse en la
faceta medial de la rótula,53,55 asociándose en ocasio-
nes un arrancamiento óseo del cóndilo femoral externo.

Diagnóstico
Se realiza fundamentalmente por la sospecha clí-
nica y se confirma en el estudio radiológico en pro-
yecciones anteroposterior, lateral y axial, éstas a 30°
de flexión de rodilla. La proyección lateral es la de
más valor para el diagnóstico, ya que, además de
mostrar el perfil de la rótula, el estado de su carilla
articular, posible separación de fragmentos, escalón
articular, etc., determina su altura, que puede estar
ascendida en el caso de una fractura desplazada del
polo distal (Fig. 3). La proyección axial a 30° es im-
portante para detectar un posible fragmento osteo-
condral o una fractura marginal o vertical.
El empleo de la TAC es muy poco frecuente, pe-
ro muy útil en casos dudosos de fracturas osteocon- Figura 3. Patela alta por fractura de polo distal de rótula, desplazada.
drales longitudinales y marginales.
La artroscopia es casi obligada en su doble ver-
tiente, diagnóstica y terapéutica, en aquellas fractu- este hecho aparece descrito con frecuencia, son po-
ras osteocondrales pequeñas, a veces desprendidas, cos los autores que han hecho un seguimiento a largo
en las que generalmente se procede a la extirpación plazo, siendo demostrativo el trabajo de Edwards,14
del fragmento óseo. que estudió 40 pacientes con fracturas de rótula con
La resonancia magnética es de empleo excepcio- un seguimiento de 30 años, encontrando que dos ter-
nal y puede ser útil para diagnosticar una fractura os- cios de los mismos, en los que existía más de 2 mm
teocondral y sobre todo una dislaceración o aplasta- de distancia interfragmentaria o 1 mm de incongruen-
miento transcondral.44 Es de elección, junto con la cia, aquejaban molestias en rótula y tenían reducida
artroscopia, para la valoración del estado del cartíla- la potencia del cuádriceps; radiográficamente todos
go articular. los pacientes tenían disminución de la distancia pate-
lofemoral en la proyección axial, siendo este pinza-
Pronóstico miento mayor en las rodillas que quedaron con diás-
Las fracturas de rótula tienen en general un buen tisis/incongruencia.
pronóstico, con un 78-80% de resultados buenos y
muy buenos,11,15,20,41 aunque existen casos de fractu- Tratamiento
ras complejas, polifracturados que se han operado
Tratamiento conservador
con tardanza, infecciones o en pacientes poco cola-
boradores,26 en los que se obtienen peores resulta- Numerosos trabajos3,4,12,40,50 refieren resultados
dos. En ocasiones no existe una correlación entre la muy buenos con este tipo de tratamiento, aunque na-
clínica y la radiología, existiendo casos totalmente turalmente el alto porcentaje de éxitos se explica en
asintomáticos, con signos radiológicos adversos54 y gran parte por el tipo de fracturas no complejas en
viceversa. No obstante, hay que señalar que, si bien las que generalmente se aplica, además de la correc-
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ta ejecución del tratamiento. Las indicaciones del distal: por ejemplo, hemipatelectomía con anclaje de
tratamiento conservador son las fracturas no despla- descarga en tuberosidad anterior de tibia. Es obliga-
zadas o mínimamente desplazadas (separación de do en el acto quirúrgico el control visual de la super-
fragmentos no mayor de 2-3 mm) y con un mecanis- ficie articular de la rótula para garantizar una perfec-
mo extensor suficiente, que se comprueba en la ex- ta reducción, siendo para ello muy útil realizar una
ploración del paciente haciendo extensión de la rodi- pequeña artrotomía medial o lateral.57 También es
lla contra gravedad. La edad es un factor a veces im- muy importante la comprobación de la solidez de la
portante a la hora de elegir entre un tratamiento osteosíntesis en el acto quirúrgico flexionando la ro-
conservador o quirúrgico, siendo también obligada dilla hasta 90°, siendo preferible que sea en este mo-
la valoración del estado general del paciente. Para su mento cuando se pierda la reducción y se desmonte
correcta ejecución es necesario realizar de urgencia la fractura, procediéndose entonces a otro montaje
una artrocentesis en el caso de hemartros y una inme- más sólido o inclusive a un cambio de técnica qui-
diata inmovilización con calza de yeso abierta, férula rúrgica; es más aconsejable una hemipatelectomía
o yeso bivalvo en extensión total de la rodilla y co- que una mala reducción y osteosíntesis.
menzando los ejercicios isométricos a las 24-48 ho- Los fundamentos biomecánicos de las osteosín-
ras del accidente. El yeso definitivo se colocará tesis en las fracturas de rótula están basados en el
aproximadamente a la semana, comenzando enton- principio del tirante, que es de aplicación en las frac-
ces con carga parcial y después total, ayuda de bas- turas transversas diastasadas, de forma que un cer-
tones y retirada del yeso entre las 4 ó 5 semanas, se- claje colocado a tensión en la superficie anterior de
gún los casos, para posteriormente iniciar una suave la rótula comprime la parte anterior de la línea de frac-
rehabilitación dirigida a ganar movilidad y terminar tura, produciendo una precarga en forma de compre-
con ejercicios de potenciación muscular de cuádri- sión estática; asimismo, mediante el apoyo en la su-
ceps e isquiotibiales. perficie articular de la rótula de las dos vertientes de
la tróclea femoral (empuje de atrás adelante, con la
Tratamiento quirúrgico rodilla ligeramente flexionada), se transforma la
Los principios del tratamiento quirúrgico se ba- tracción representada por la acción del músculo cuá-
san en la reducción anatómica y osteosíntesis estable, driceps y la resistencia del tendón rotuliano en com-
siempre que sea posible, para permitir una moviliza- presión dinámica, quedando, pues, toda la línea de
ción precoz de rodilla; otras veces, sin embargo, hay fractura sometida a compresión (Fig. 4).
que realizar una extirpación parcial e inclusive total Se han descrito diversas formas de fijación utili-
de la rótula y eliminar aquellos fragmentos despren- zando el principio del tirante o banda de tensión62
didos, desvitalizados o potencialmente infectados. (Fig. 5), comprobándose que la fijación era mucho
En ambos procederes la reconstrucción del aparato más estable durante el movimiento de flexión de la
extensor de la rodilla obliga a la reparación de los rodilla, cuando se utilizaba el cerclaje de alambre se-
alerones o retináculo y persigue recuperar su primiti- gún Magnusson35 o el cerclaje en tirante sobre dos
va función.26,39,40 agujas de Kirschner, preconizado por AO,39 que con
La precocidad en el tratamiento quirúrgico es el cerclaje circunferencial simple o el doble cerclaje.
siempre deseable y desde luego obligada en las pri-
meras horas cuando se trata de fracturas abiertas,24
no existiendo en éstas contraindicación para realizar
una osteosíntesis de entrada si fuese necesario (esca-
so material de osteosíntesis y mínima desperiostiza-
ción en su colocación), siendo preceptivo, como en
cualquier otra fractura abierta, el proceder previa-
mente a una rigurosa limpieza quirúrgica de las par-
tes blandas.
La vía de abordaje puede variar en función del ti-
po de fractura, y así una incisión transversa o en «U»
de concavidad superior puede ser cómoda y estética
para reparar una fractura transversa simple despla-
zada. No obstante, el abordaje longitudinal en la lí-
nea media o también las incisiones pararrotulianas
Figura 4. El empuje de los cóndilos femorales sobre la superficie articular
ofrecen posibilidades más amplias cuando la re- rotuliana y el cambio de dirección de los vectores de fuerza (cuádriceps y
construcción exige una amplia exposición proximal- tendón rotuliano) determinan compresión en toda la línea de fractura.
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que consiste en la reagrupación de los fragmentos


dispersos con un cerclaje alámbrico circunferencial
para luego pasar dos agujas de Kirschner sobre las
que, por último, coloca un cerclaje anterior a manera
de tirante. Por último, la utilización del tirante como
descarga antidistracción en patelectomías parciales o
en hemipatelectomías es de utilización frecuente, co-
locando el cerclaje desde la rótula hasta la tuberosi-
dad anterior de la tibia, comprobando en el acto qui-
rúrgico que la rodilla puede flexionar hasta 90°.
Aunque con mucha menor frecuencia, se utilizan
tornillos a compresión para sintetizar fracturas trans-
versales de rótula; no obstante, su empleo más co-
mún es en aquellas fracturas verticales con fragmen-
to desprendido y que incluye a parte de la superficie
Figura 5. Diferentes tipos de cerclaje. De izquierda a derecha y de arriba
articular y con tamaño apreciable que aconseje la os-
abajo: Circunferencial simple, de Magnusson, en tirante sobre dos agujas teosíntesis mejor que la extirpación. Generalmente,
de Kirschner (AO) y doble cerclaje. se utilizan dos tornillos de calibre 3,5 ó 4,5 mm, y el
que sean canulados facilita su correcta colocación.
También, con otras pequeñas modificaciones basa- En ocasiones, en caso de fracturas polifragmentarias
das siempre en el principio del tirante, se presentó el se combinan tornillos con tirante, colocando primero
sistema LAB/C de Lotke y Ecker,33 o los tornillos aquéllos. También es relativamente frecuente la
canulados de 4,5 mm por los que se pasa el alambre combinación de agujas de Kirschner y tirante. Ulti-
a través de su ánima (Fig. 6), logrando, según Car- mamente, y para algunas indicaciones selectivas, al-
penter y cols.,7 un mejor comportamiento biomecá- gún autor31 ha preconizado el empleo de un cerclaje
nico que con tornillos solos o con el cerclaje tipo percutáneo externo. Inclusive, y de forma excepcio-
AO. Gainfs y Cole22 han presentado con este método nal, está descrita la utilización ocasional de un pe-
(suma del principio de la banda de tensión más el de queño fijador externo37 en fracturas abiertas.
compresión interfragmentaria) una serie con muy
buenos resultados. Asimismo, el principio del tirante Hemipatelectomía
se ha aplicado también en algunas fracturas polifrag- La hemipatelectomía es una técnica quirúrgica
mentarias, habiendo aparecido alguna modificación, muy apreciada por sus buenos resultados: 78% de ex-
como la de Johnson,28 llamada reducción indirecta, y celentes y buenos resultados para Saltzman y cols.,46
97,6% para Yu Pu y cols.,66 88,5% para De Diego y
Rodríguez,11 etc., siendo sus indicaciones fundamen-
tamente: fracturas transversas desplazadas y con
conminución de una mitad (más frecuentemente la
inferior); fracturas transversas con uno de los dos
fragmentos más pequeño, que dificulte la obtención
de una reducción anatómica con reconstrucción de la
superficie articular; fracturas conminutas en las que
en algunos casos se puede conservar un fragmento
mayor viable, y las relativamente frecuentes fractu-
ras conminutas del polo inferior de la rótula. Se rea-
lizaría patelectomía parcial consistente en extirpa-
ción del fragmento óseo en aquellas fracturas ver-
ticales desplazadas, generalmente con pequeña
superficie articular y no aptas para sintetizar, así co-
mo en la mayoría de las fracturas osteocondrales
desprendidas. Respecto a la técnica quirúrgica de la
hemipatelectomía, sencilla y de fácil realización
(Fig. 7), hay algunos autores9,26,34 que preconizan la
adición de una banda de tensión para descargar la
Figura 6. Sistema de Carpenter. distracción en la sutura y permitir una pronta movili-
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ción con el 50% después de una patelectomía total.59


Esto explica por qué siendo una técnica sencilla que
no necesita reintervención para retirada de material y
que proporciona muy buenos resultados, es el proce-
dimiento de elección para diversos autores en fractu-
ras transversas y fracturas polares desplazadas. Tam-
bién es muy recomendable y casi obligada, siempre
que se pueda, en fracturas multifragmentarias des-
plazadas, sobre todo en sujetos jóvenes y deportis-
tas; en lo que se refiere a tamaño del fragmento resi-
Figura 7. Técnica de la hemipatelectomía. dual para poder obtener una patelectomía parcial y
eficaz, Saltzman y cols.46 obtuvieron buenos resulta-
zación. Con la utilización de cinta de PDS de lenta dos clínicos con un fragmento mínimo de 4,1 cm, no
reabsorción se han obtenido en numerosos casos re- pudiendo averiguar si con un tamaño inclusive me-
sultados satisfactorios, evitando el segundo tiempo nor el resultado sería satisfactorio. Se ha comproba-
quirúrgico para retirar el alambre de descarga que do que con el tiempo, y hasta 5 años después de la
tradicionalmente se empleaba (Fig. 8). intervención, se produce un agrandamiento del frag-
Por otra parte, y en consonancia con los resulta- mento óseo conservado que podría interpretarse co-
dos anteriores, Saltzman y cols.46 comprobaron en mo una respuesta del hueso a las exigencias biome-
los enfermos con hemipatelectomía una pérdida de cánicas desfavorables.
sólo un 15% de fuerza del cuádriceps en compara-
Patelectomía total
La extirpación total de la rótula es el procedi-
miento de elección cuando existe una gran conminu-
ción de fragmentos, no habiendo ninguno viable y de
tamaño adecuado que posibilite realizar una patelec-
tomía parcial; esta técnica también estará indicada
en algunos procesos tumorales, infecciosos, artrósi-
cos y en desalineamientos y condromalacia rotuliana
dolorosa, en la que diversos métodos terapéuticos
han fracasado30,53 (Tabla 1).
La técnica quirúrgica básica se fundamenta en el
proceso descrito por Boyd y Hawkins en 1948,5 y

Tabla 1. Palectomía: Indicaciones más frecuentes.

Tumores
Infecciones.

Traumatismos
— Fracturas multifragmentarias desplazadas (síntesis no
posible, hemipatelectomía no posible), sobre todo si son
fracturas abiertas.
— A veces con asociación de fracturas de superficie articu-
lar fémur.

Tras fracaso/s, a pesar de tratamiento adecuado,


en pacientes sintomáticos con:
— Condromalacia severa en mayores de 50 años.
— Artritis inflamatoria.
— Dolor severo patelofemoral tras realineamiento.

Artrosis femoropatelar
— Severa artrosis femoropatelar, sintomática en pacientes
mayores de 50 años y sin artrosis femorotibial.
Figura 8. Hemipatelectomía con cerclaje de descarga (el alambre se — Alternativa a la pateloplastia.
rompió, molestaba y obligó a su extracción).
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aunque Kaufer29 demostró una disminución de un Complicaciones


30% de la potencia extensora del cuádriceps con el Generales
cierre longitudinal respecto a sólo un 15% con el
cierre transversal, varios autores16,19 han criticado La complicación más frecuente de las fracturas
esta conclusión, ya que se midió en cierres longitu- de rótula es el dolor residual, ocasional y de carácter
dinales «de lado a lado», pero sin imbricación. Ful- moderado que aparece cuando el paciente está en
kerson y Hungerford19 recomiendan el cierre longi- posición forzada (posición de cuclillas, bajar escale-
tudinal imbricado o con plicatura, en el que la fuer- ras o rampas, etc.). En algunos casos aquejan discre-
za del cuádriceps se transmite fundamentalmente ta inestabilidad, episodios de inflamación y más fre-
a través del tendón centralmente, más que por el cuentemente pérdida discreta de la fuerza de exten-
retináculo, teniendo además como ventaja añadida són de la rodilla.
que la inmovilización de la rodilla en el postopera- Las infecciones postquirúrgicas varían según las
torio es mucho más corta que con el cierre transver- series, desde un 1 hasta un 5% aproximadamente,1,40
sal. Como detalles a considerar, estos autores enfati- dándose los mayores porcentajes en fracturas abier-
zan que una vez realizada la sutura se pueda flexio- tas, polifracturados, enfermos de UVI, etc. Las re-
nar la rodila 90° sin excesiva tensión en la misma, fracturas son muy raras,1,42 así como la pseudoartro-
así como una movilización precoz de la rodilla, para sis (2,4%);28 5% tras osteosíntesis insuficiente,1,61 ex-
lograr 90° activos de flexión a las 2 semanas post- plicándose la rareza de éstas por la estructura ósea
operatorias. De cualquier forma, y como señalan esponjosa trabecular y vascularización de la rótula;37
Kelly e Insall,30 posiblemente la extirpación de la ró- en pacientes con escasa demanda funcional una pseu-
tula a través de una incisión transversa sea todavía el doartrosis de rótula es bien tolerada, aunque en casos
procedimiento empleado con más frecuencia, habién- con gran disminución de la fuerza de extensión se
dose desarrollado gestos añadidos de esfuerzo, como
la plastia en «V» invertida, la reparación cruzada o el
avance del vasto mediano, no pareciendo aportar au-
ténticas ventajas a la simple reparación transversa.49
Los resultados obtenidos con la patelectomía son
dispares, con porcentajes importantes de resultados
regulares3,17,48,64 que contradicen el optimismo de dé-
cadas pasadas. Referidos exclusivamente a fracturas
de rótula, se han descrito resultados buenos 38,41 y
muy buenos,27,36,38 aunque actualmente existe acuer-
do unánime en que la pérdida de la patela producirá
indefectiblemente un déficit apreciable en la función
de la rodilla expresado en: a) «la fuerza necesaria
para conseguir la extensión total de la rodilla des-
pués de una patelectomía debe incrementarse aproxi-
madamente de un 15 a un 30%»;29,60 b) «disminuye
la potencia extensora aproximadamente en un 50%
al disminuir el brazo de palanca del cuádriceps»;29,59
c) «se produce una pérdida de flexión y también un
enlentecimiento de la extensión»;21,63 d) «se produce
una disminución de la flexión y la extensión durante
la marcha y también al subir y bajar escaleras»;51 e)
«además de alterarse la función del cuádriceps se al-
tera la de los flexores»,65 y f) «se produce a la larga
una mayor incidencia de inestabilidad de rodilla».51
Además de esto, la pérdida de la patela entraña
una dificultad para la implantación de una prótesis
total de rodilla, aunque en diversas publicaciones se
constatan muy buenos resultados a corto plazo en es-
te tipo de pacientes,8,25,30 siendo necesarios modelos
con conservación de ligamentos cruzados o con esta-
bilización posterior. Figura 9. Cerclaje circunferencial simple.
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fracturas de rótula. Por el contrario, no se ha visto, y


así lo señala Cargill,6 relación evidente entre fractu-
ras de rótulas conminutas y artrosis femorotibial.

Errores en la osteosíntesis
Este apartado no está recogido en la literatura
con el debido rigor a pesar de ser relativamente fre-
cuentes las intervenciones para: a) retirar material de
osteosíntesis que molesta, que ha emigrado o que se
ha roto; b) reintervenciones precoces para conseguir
una mejor reducción y osteosíntesis, y c) pérdida de
reducción en intervenciones mal realizadas. Se expo-
nen a continuación algunos ejemplos de errores de os-
teosíntesis, tanto de concepto como de realización, con
casos clínicos recopilados de diversas procedencias:

Defecto por osteosíntesis insuficiente


El cerclaje simple no neutraliza las fuerzas noci-
vas que actúan sobre el foco de fractura (Fig. 9),
siendo necesaria una osteosíntesis más estable que
permita una movilización precoz; la adición de dos
agujas de Kirschner mejora el efecto del tirante a

Figura 10. Fractura mal reducida y osteosíntesis defectuosa. Precisó reti-


rada precoz del material de osteosíntesis, terminando con artrosis femo-
ropatelar sintomática.

deben intervenir, realizando una reducción y osteo-


síntesis o, inclusive mejor, una patelectomía parcial
o total.47 La osteonecrosis de algún pequeño frag-
mento desprendido está descrita como complicación
poco frecuente, generalmente sin traducción clínica,
siendo excepcional la necesidad de su extirpación.
En ocasiones se aprecia, sobre todo en fracturas tra-
tadas conservadoramente y con conminución y sepa-
ración de fragmentos, una patela magna residual
que, dependiendo del grado de incongruencia articu-
lar, desarrollará o no en un plazo variable trastornos
articulares degenerativos.57
La artrosis femoropatelar (FP) secundaria a frac-
turas de rótula es, como ya se ha comentado, fre-
cuente, pero generalmente de aparición tardía;
Thompson53 señala que una separación interfrag-
mentaria de 2-3 mm o mayor, o un escalón en la su-
perficie articular rotuliana, provocará 10 ó 15 años
después un evidente proceso articular degenerativo.
En este sentido, Nummi40 encuentra un 56,4% de ar- Figura 11. Defecto de reducción por falta de compresión interfragmenta-
trosis FP como complicación tardía de más de 700 ria.
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Figura 12. Colocación


excesivamente posterior de
las agujas. Una de las agujas
golpea en la flexión contra el
cóndilo femoral, provocando
la migración.

tensión anclándolo en ellas, se garantiza el manteni- ser de aparición tardía, posiblemente haga pasar
miento de la reducción y se neutralizan las fuerzas inadvertidos o parecer tolerables errores quirúrgicos
cizallantes, así como el cabeceo de los fragmentos. que en otras localizaciones provocan resultados clí-
nicos desfavorables mucho más precozmente. La re-
Defecto de reducción ducción anatómica, además de evitar el escalón articu-
En ocasiones, la osteosíntesis se realiza sobre lar y posterior artrosis postraumática, proporciona
fracturas mal reducidas (Fig. 10). La artrosis FP, al estabilidad.

Figura 13. Mismo caso que


la figura 12.
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Figura 14. Osteosíntesis muy superficiales y/o mal moldeadas frecuente- Figura 15. Interposición de partes blandas entre el cerclaje y la rótula.
mente provocan dolor y obligan a reintervenciones e inclusive, en casos
no controlados, pueden provocar rigideces por inmovilidad antiálgica.

éstas pueden girar y migrar. La colocación demasia-


Defecto de compresión do posterior de las agujas puede favorecer que en la
La compresión per se no tiene un efecto osteogé- flexión de la rodilla golpeen contra el cóndilo femoral
nico directo, pero favorece la estabilidad a nivel del y terminen soltándose (Figs. 12 y 13); si se colocan
foco de fractura (Fig. 11). muy anteriores provocan molestias en piel (Fig. 14).
Otro defecto de colocación frecuente es la abundante
Defecto por tamaño inadecuado del implante interposición de partes blandas entre el cerclaje y el
Frecuentemente se utilizan unas agujas de Kirschner hueso (Fig. 15); para evitarlo es muy útil emplear un
de grosor inadecuado, generalmente muy gruesas trócar ligeramente doblado, que se pasa de lado a lado
(deben tener un grosor de 1,6 a 2 mm), lo que difi- bordeando estrictamente la rótula y en cuyo interior
culta el doblado de sus extremos. También frecuen- se ha colocado el alambre de cerclaje.
temente el cerclaje es de calibre demasiado, grueso y
rígido, lo que dificulta su colocación y tensado (debe Conclusiones
tener un calibre aproximado de 1,2 mm, siendo muy
aconsejable el que sea flexible y resistente; por En los últimos años a los factores causales cono-
ejemplo, alambre de Protasul). cidos de las fracturas de rótula se han añadido una
serie de casos secundarios a intervenciones quirúrgi-
Defecto por mal moldeo del implante cas (ligamentoplastias y prótesis totales de rodilla),
o colocación inadecuada que aunque poco frecuentes deben ser tenidos en
Relacionado con el defecto anterior, el doblado cuenta. También recientemente al arsenal terapéutico
de los extremos de las agujas de Kirschner cuando tradicional se han añadido nuevos métodos de osteo-
éstas son muy gruesas es complicado, siendo enton- síntesis que persiguen obtener mayor estabilidad y
ces muy difícil empotrarlas en el hueso, y entonces rehabilitación más precoz.
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80 Martín Guinea y cols. y Traumatología

La hemipatelectomía es una técnica sencilla de tas contaminadas, en las cuales no se puede realizar
realización y con un porcentaje muy alto de buenos otra técnica alternativa.
resultados. Además de en sus indicaciones clásicas, La artrosis femoropatelar destaca como compli-
pensamos que se debe utilizar en fracturas complejas cación tardía, pero frecuente, de las fracturas de ró-
en las que la reducción anatómica y osteosíntesis es- tula. La reducción anatómica y osteosíntesis esta-
table es difícil de obtener. Tiene además especial in- ble, rigurosamente realizadas y con elección selecti-
dicación en sujetos jóvenes y deportistas, en los que va del implante, la compresión interfragmentaria
ante una fractura multifragmentaria la conservación del foco de fractura siempre que se pueda, la utili-
de un fragmento óseo de tamaño adecuado posible y zación de agujas de Kirschner o alambres o tornillos
deseable. La patelectomía total, a pesar de las secue- de calibre y tamaño adecuados, y su colocación co-
las descritas que provoca, es una técnica aceptable, rrecta y moldeo preciso cuando sea necesario, evita-
sobre todo en sujetos cuya demanda funcional no sea rán en gran medida, además de la artrosis femoro-
importante, debiendo quedar, sobre todo, indicada en patelar, otra serie de complicaciones indeseables
aquellas fracturas conminutas desplazadas y/o abier- precoces.

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