Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
AUTORIZACIÓN?
Según Hernando Devis Echandía, “los actos de prueba, como los procesales
en general, deben ser voluntarios, en el sentido de que no sean impuestos o
forzados por violencia física o moral, o por dolo”, cuya secuela, en principio,
provocaría la infracción del principio del respecto a la dignidad humana.
1
En mi modesta opinión, cuando el acusado o imputado le es extraída la
sangre, la persona que ingresa la información al proceso penal es el práctico y no
el imputado o acusado. Una muestra de ADN, por ejemplo, los resultados
conseguidos, son ingresados al proceso penal por el especialista –técnico
científico–, y no por el imputado o acusado.
El imputado nunca podrá ser objeto del proceso penal; empero, en ocasiones,
es necesario que sea objeto de prueba; nunca podrá ser compelido a ingresar
información al proceso penal, al menos, que, conscientemente, y sin imposición
alguna, manifieste su aspiración de hacerlo. En un reconocimiento de personas –
irrebatiblemente– el imputado actúa como objeto de prueba.
Algunos autores, muy liberales por demás, han venido sustentando que en
ningún caso el imputado puede ser “usado” o “empleado” como “objeto de prueba”,
ni subordinado “a ningún tipo de estudio y exploración”.
2
identidad de la persona a quien vio (o en general, apreció perceptivamente) realizar
una determinada acción”.
Cierto que ninguna persona, con mayor razón quien ostenta la condición o
cualidad procesal de imputado o acusado, puede ser centro de tratos desalmados,
atroces o despreciables; empero, estimo que la simple extracción de sangre al
imputado, o simplemente quitarle una hebra o un cabello de su cabeza, o practicar
una rueda de personas, aún sin el consentimiento expreso del imputado, no
constituye, en principio, una práctica degradante, y, puede ser efectuada, a petición
del juez, o de las partes del proceso, pues no podemos soslayar, como lo advierte,
el Dr. Cardoze Rangel, que “lo que está en juego es la libertad de un ciudadano”.
Para este jurista venezolano, estudioso del Derecho Probatorio, “el cuerpo
humano tiene una exterioridad, pero también una interioridad que puede ser
conocida mediante análisis de sangre, de semen, de orina, o por el uso de
3
tomografías, radiografías, radioscopias u otros métodos o aparatos similares”, y, por
tales supuestos, precisa que la Ley Adjetiva Penal no hace distinción al establecer
el examen corporal o mental, vale apuntar, externo o interno3.
Uno de ellos –médico forense– tomó el dedo pulgar del corpulento imputado
y con una pequeñísima agujita le hizo una leve punción. Luego, con un hisopo de
algodón tomó una gotita de sangre del dedo pulgar del examinado. Ahí acabó todo.
Los peritos se llevaron la muestra de sangre, bien resguardada, para diagnosticar
el ADN del imputado, y compararlo con la sangre del occiso4.
3 Invito al perspicaz lector leer la monografía Algunas Apuntaciones sobre el Sistema Probatorio del
COPP en la Fase Preparatoria y en la Intermedia, publicada en la Revista de Derecho Probatorio Nº
11, cuyo autor, por ventura, es el Director de la misma: Jesús Eduardo Cabrera Romero.
4 En la vestimenta del victimario se halló sangre, presumiblemente, de la víctima.
4
ocasiones, en las que, debemos observar, qué persona ingresa la información al
proceso penal y de qué forma lo hace.
5
sin embargo, no han sido considerados violatorios de la garantía constitucional
contemplada en la actual Carta Magna en el artículo 49 Ordinal 5to.
6 Decisión ésta que me llamó activamente la curiosidad, obligándome a investigar y leer la sentencia
completa, a través de la página Web del TSJ. www.tsj.gov.ve/Decisiones/sep/Junio/279-110602-
C010541.htm.
6
investiga, podrán ser ordenados por el Ministerio Público en la fase de
investigación del proceso, a fin de recabar los elementos que le permitan fundar
su aseveración”7.
Eugenio Florián, citado por Yván J. Figueroa Ortega, señala que “el principio
de la obtención de los medios de prueba no puede ser desconocido de la actividad
probatoria, pues es necesario que los órganos de prueba intervengan en el proceso
y que los objetos materiales de prueba sean introducidos e incorporados en él”, con
el fin único de buscar la verdad material o procesal, con los límites que impone las
garantías constitucionales, al poder punitivo del Estado, porque de nada sirve una
justicia imperfectamente administrada y para colmo, indiferente y pasiva, ante los
avances del Derecho Procesal Penal Moderno.
7 Caso: Kelvin Enrique Herrera y José Antonio Velásquez Rivas, Sent. Nº 279, Magistrado Ponente:
Dr. Rafael Pérez Perdono, sin voto salvado. www.tsj.gov.ve/Decisiones/sep/Junio/279-110602-
C010541.htm. Las negrillas y subrayados son de mi responsabilidad.
7
dicha información, verbigracia, un testigo reconocedor –en caso de un
reconocimiento del imputado– o un técnico-perito –en caso de una extracción de
sangre– a pesar de que el imputado no autorice tal práctica, vale apuntar, no preste
su consentimiento, y haber sido, efectivamente, objeto de prueba, en cuyo acto
procesal, su salud no sea afectada de peligro alguno, y sea tratado con respeto a
su condición de ser humano, dicha información—acto de investigación—debe ser
considerada válida y lícita, sin que con ello se pretenda equiparar al imputado o
acusado como si ciertamente fuera autor de los hechos que le son atribuidos por el
Ministerio Público, pues ser imputado es una cosa, y ser autor del hecho delictivo
es otra; por lo demás, como lo dice acertadamente Alberto M. Binder: “no se puede
<hacer> de todo imputado un culpable”. Para mayor información: Pereira Meléndez,
Leonardo. Corte de Apelaciones. Vadell Hermanos Editores. Caracas. 2014; Pereira
Meléndez, Leonardo. Estudios de Derecho Procesal Penal. Grupo Editorial Ibáñez.
Bogotá, Colombia. 2020.