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A los descendientes de los Taironas hoy en día se les conoce como los Wiwa, los
Arhuacos, los Kankuamo y los Kogui. Estas tribus aún conservan algunos
vestigios del sistema económico de sus ancestros, aunque amplios cambios
fueron introducidos con la llegada de los españoles a América en el siglo XV
(Davis & Ferry, 2004).
Modelo económico
El modelo económico de los Taironas era de corte vertical, siguiendo los principios
de las civilizaciones pre incaicas al sur de la Cordillera de los Andes.
Este modelo se caracteriza por tener una población central ubicada en la parte
más alta de las montañas y varios asentamientos más pequeños dispersos en
diferentes zonas productivas. Cada asentamiento se especializaba en un área
productiva especifica.
Para los Taironas, el cultivo de alimentos básicos como el maíz era fundamental
para su economía, sin embargo, la dureza de este alimento llevó a los Taironas a
desarrollar técnicas de cocción que les permitieran ablandarlo, amasarlo y comerlo
en un estado más blando.
La cultura material de los Taironas era bastante simple, por esta razón, objetos de
uso diario como la ropa, los utensilios de cocina, ánforas y recipientes, e incluso
las hamacas, eran bastante sencillos y no se les otorgaba mayo importancia. Por
tanto, estos objetos no ocupaban un lugar representativo dentro de la economía
Tairona (Minahan, 2013).
Intercambio comercial
Las relaciones de intercambio comercial existieron por siglos dentro las tribus
Taironas. El intercambio azúcar primitiva y ladrillos con campesinos de otras
tierras e incluso campesinos criollos después de la llegada de los españoles,
permitió a los Taironas difundir el uso de diversos productos especializados como
herramientas de hierro, sales y alimentos secados al sol.
Dentro de la economía Tairona, tanto los hombres como las mujeres trabajaban la
tierra, ayudaban con las tareas de construcción y fabricación de prendas de vestir
y utensilios.
Sin embargo, existía una marcada diferencia de género, donde los hombres era
los únicos que podían dedicarse a actividades de alfarería, plantación de coca, y
mantenimiento de la infraestructura, y las mujeres debía cargar el agua, cocinar y
lavar la ropa. (City, 2016)