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Como lograr el desapego emocional con una persona, para lograr esto debemos
entender que es y por qué tenemos APEGO emocional hacia una persona,
hablamos de apego refiriéndonos a ese vínculo emocional creado hacia una
persona, ¿cómo sucede esto? Pueden ser distintos factores los involucrados en el
apego, pues hay distintos tipos de apegos, por ejemplo:
El apego seguro: refiere a que cuando niño le han hecho sentir bien,
seguros, cuidados y aceptados, por lo que niño al llegar a la adultez puede
establecer de mejor manera una relación sentimental, hace sentir bien a su
pareja y en ello entrar a la confianza para que la otra persona llegue al
apego seguro.
El apego evitativo: refiere a que cuando niño los padres fueron distantes,
hasta fríos, tardaban en satisfacer sus necesidades, la relación entre ellos y
el niño tenía poco contacto afectivo, es decir el niño era ignorado
constantemente, Estos niños cuando son adultos se sienten incómodos e
incluso molestos cuando su pareja comienza a buscar una mayor cercanía
e intimidad. Ya de adultos les cuesta mucho confiar totalmente en su
pareja, dejarse llevar y depender emocionalmente de ella así como también
demostrarle afecto y cariño.
Los adultos que han crecido con este estilo de apego suelen tener
relaciones bastantes dramáticas y problemáticas con muchos altibajos. Por
un lado tienen temor a que puedan ser abandonados pero por otro les
cuesta tener demasiada intimidad. Personas que pueden hacerse muy
dependientes de sus parejas cuando se sienten rechazadas y sentirse
asfixiadas cuando la pareja es la que busca más cercanía. Muchas veces
pareciera que no existe una conexión entre lo que hacen y lo que sienten.
Ahora que sabemos un poco más sobre el apego vamos al tema que
esperábamos el desapego emocional, cuando tenemos que hacerlo ya que tal vez
tenemos una pareja toxica, tal vez es hasta agresiva, tal vez simplemente la
persona juega con nosotros y no queremos salir de esa relación, debemos
identificar antes que nada el problema que tenemos, el aceptar que tenemos un
apego emocional y que lo mejor es inclinarse hacia el desapego, ¿cómo llegamos
a esto? Planteémoslo en 5 puntos sencillos.
Toma conciencia del desapego. El primer paso siempre es ACEPTAR que
debemos y queremos desapegarnos de alguien o de algo. No confundas aceptar
con resignación ni conformismo; tomar consciencia y aceptar es darte cuenta y es
hacerte responsable de que ya no te hace falta ni tampoco te hace feliz. Al hacer
esto darás el primer paso hacia el cambio.
Aprende a ser responsable de ti mismo. La responsabilidad es un principio
fundamental del desapego. Nosotros somos responsables de nuestra existencia,
lo que no hagamos nosotros por nuestra persona, nadie más lo hará, de modo que
evita depositar en otros tu felicidad. La felicidad no depende de una pareja o de un
trabajo, tampoco de un vestido nuevo. Cultiva tu propio bienestar, no dejes nunca
que tu bienestar, dependa de opiniones o consejos ajenos. La única persona que
debe cumplir tus expectativas eres tú mismo.
Aprende a dar y no a recibir. Dar es un gran ejercicio para practicar el desapego,
pocas cosas hay tan satisfactorias como compartir lo que uno tiene; cuando
encuentras la felicidad en dar con amor y generosidad, perderás el miedo a que
eso que das tal vez no regrese. Con esta actitud estás generando, además, un
flujo de energía positiva trayendo a tu vida todo lo bueno que has dado.
Vive el presente. Tendemos a cargar durante años aquellas cosas que en el
pasado nos hicieron sentir mal, generando un trauma o bien, tendemos a
aferrarnos a aquello que nos hizo sentir muy bien y que ya no tenemos, generando
frustraciones. Estos apegos llegan a ser tan fuertes, que únicamente provocan que
nos olvidemos de lo más importante: vivir el presente. Vivir de recuerdos nos
puede hacer perder la perspectiva y el foco en lo que realmente importa. Recuerda
que el presente es lo único que de verdad puedes alterar, el presente es tu
oportunidad de encaminar las cosas hacia un brillante futuro.
Asume las pérdidas. Como dice el dicho “nada es para siempre” y eso es con lo
que tenemos que lidiar todos los días, pues todo en la vida es temporal. La buena
noticia es que esto funciona para bien y para mal: las cosas buenas van y vienen,
no debemos darlas por hecho y es mejor que las disfrutemos al máximo cuando se
presenten. Las cosas malas, no debemos dejar que se apoderen de nosotros,
pues al igual que las buenas, tarde o temprano se irán. Asumir las pérdidas nos
librará del miedo y nos empujará a una vida llena de sorpresas.