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Lo primero que hay que tener en cuenta es que la acumulación de basura

que hay en Santo Domingo es por la falta de concientización que hay en


los ciudadanos del gran Santo Domingo tras tirar y acumular la basura en
exceso, estos mismos problemas le afectan a ellos mismos con infecciones
respiratorias, intestinales, y por supuesto dengue.
Cada lluvia o le podríamos decir cuando pasa cada tormenta en el gran
Santo Domingo, se inundan las alcantarillas por el incremento de basura
que en ellas, esas personas que salen a las calles a reclamar sobre la
basura y las inundaciones de sus calles cada vez que llueve, reclamando a
los respectivos ayuntamientos de su comunidad por la falta de atención
que le dan a lo que ellos mismos provocan.
Los ciudadanos no reutilizan sus plásticos, de igual manera al tirarlos en
las aceras de las calles estos por las lluvias viajan por las cañerías hasta
llegar al océano y esto es uno de los más grandes problemas de
contaminación en el país, en el 2018 se organizó una jornada en una de las
playas del gran santo domingo principal las costas del malecón y la playa
montesinos, por la acumulación de basura que había en ella tirada por los
ciudadanos.
La naturaleza se encarga de devolver arrastrando lo que tiran hacia la
orilla de la playa y el rebosamiento de las cañerías y hacerles entender el
error que cometen, pero la ignorancia no los deja ver.
Con el incremento de la población ha ido incrementado la producción de
residuos sólidos en la ciudad, se estima que en la ciudad se produce más
de 3,500 a 4,000 desechos sólidos, en los cuales están incluidos los
papeles, cartones, plásticos, metales, cerámicas, vegetales descompuestos
y entre muchos más.
El vertedero de duquesa es uno de los más grandes que hay y a la ves
abarrotado de desechos sólidos ya que solo se vierten en él, los habitantes
de la zona y los alrededores del mismo son víctimas de enfermedades
respiratorias, intestinales, y dengue las cuales ya hemos mencionado.
La temperatura de 32 grados centígrados de esa tarde los motivó a
sumergirse en la playa, pero no en cualquier playa. Un grupo estaba en la
de Montesinos y otro en Güibia, ambas en el malecón capitalino, donde
especialistas ambientales y de salud entienden que nadie debería bañarse
por la histórica contaminación de sus aguas, cargadas de bacterias que,
además, pueden transportarse en los peces de la costa y afectar al
consumidor.
Cuando la norma es que haya un máximo de 1,000 NPM/100 ml de
Coliformes fecales -unas bacterias que están en las heces de seres
humanos y animales-, solo en Güibia se midió en abril la presencia de
11,000. En esta playa niños y adultos se bañan con la naturalidad que
alguien lo haría en las cristalinas aguas de Punta Cana. O cuando el clima
lo permite, un grupo de aventureros surfea como si estuviera entre las
olas de Cabarete, en Puerto Plata.

“A mí no me ha dado nada pero a un amiguito (de 13 años) le dio fiebre,


se le hizo una bola en el brazo”, contó un adolescente mientras chorreaba
gotas de agua parado en la arena, entre desechos plásticos que llegan al
litoral.
La contaminación de la costa de Santo Domingo ha sido probada desde
hace décadas por investigadores. Una de las mediciones más recientes la
hizo el ingeniero físico Emgelberth Vargas, encargado de laboratorio de la
gubernamental Autoridad Nacional de Asuntos Marítimos (Anamar). El
pasado 26 de abril tomó muestras en cinco puntos: la playa Güibia y los
frentes del restaurante Adrián Tropical, de los hoteles Jaragua y Crowne
Plaza y de la Plaza Juan Barón. En todos se determinó que el agua no es
apta para entrar en contacto directo con personas y, como el 100 %
presenta contaminación por bacterias, se determinó que estos ambientes
no son saludables.
Los organismos encontrados pueden ocasionar problemas intestinales y
extraintestinales al ser humano, como diarrea, fiebre y cólicos. El peor tipo
de Escherichia coli puede causar insuficiencia renal y hasta la muerte. A un
hombre de 40 años le bastó con estar 10 minutos en la playa Manresa –
ubicada a 15 kilómetros de Güibia- para que terminara en el médico por
una infección urinaria que le incomodó por una semana.
Las recientes lluvias torrenciales caídas sobre el Gran Santo Domingo,
durante el paso del campo nuboso remanente del fenómeno
meteorológico Beryl, arrastraron grandes volúmenes de desechos sólidos
incorrectamente acumulados en las zonas marginales vecinas a los ríos
Isabela y Ozama, desechos que se atascaron en el área norte del puente
flotante ubicado sobre el caudaloso río Ozama, en el sector colonial, por lo
que fue necesario abrir dicho puente para que toneladas de basuras
plásticas pudieran seguir su curso hacia el cercano mar Caribe,
generándose entonces un feo y desagradable espectáculo “contra
ambiental”, que hacía ver el litoral de la Capital lleno de basuras plásticas
que flotaban sobre el mar, y aquel engorroso espectáculo producía deseos
de llorar, pues el mar Caribe se negaba a recibir las basuras, y las devolvía
con un oleaje brutal, evidenciando saber lo que debe rechazar.
Afortunadamente, la rápida intervención de brigadas de la Comisión
Militar y Policial del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, junto
a brigadas de la Armada de la República Dominicana, y junto a brigadas de
la Alcaldía del Distrito Nacional, ha permitido remover cientos de
toneladas de basuras plásticas durante más de una semana de arduas
labores de limpieza, no sin antes dejarnos una fea mancha y una profunda
herida en nuestra bien ganada imagen internacional de país líder de los
destinos turísticos de la región del Caribe y Latinoamérica, donde el
liderazgo turístico lo hemos ganado promoviendo a nuestro país como un
territorio insular tropical bordeado por hermosas playas, de finas y
calcáreas arenas blancas, donde las 10 a 12 horas diarias de radiante y
bronceante Sol tropical hacen que la temperatura ambiental sea del orden
de los 26 a 30 grados Celsius sobre cero, cuando en las altas latitudes del
planeta Tierra las temperaturas de invierno están en el orden de 20 y 30
grados Celsius, bajo cero.
La basura se había amuluado en el puente flotante, que comunica al
Distrito Nacional con Santo Domingo Este, y donde también era muy
notoria la presencia de algas, que cubrían de verde todo el lado norte del
referido puente.

Las lluvias de Beryl inundaron importantes sectores del Distrito Nacional y


la provincia Santo Domingo, y en cada uno de estos había algo que se
repetía: la basura flotando por doquier.
Las autoridades han señalado que las principales inundaciones que se
produjeron durante el martes se debían a los desperdicios arrojados en las
calles.
La realidad que vive el país ante el uso desmedido de plásticos y la falta de
educación en muchos ciudadanos al tirar fundas, vasos y cientos de
objetos no biodegradables a las calles, debe llevar al Estado a pensar en
políticas que contrarresten este mal.

Frente a esta realidad el Diputado del Partidos Reformista Social Cristiano


(PRSC), Rogelio Alfonso Genao Lanza, pidió ayer al Congreso Nacional,
aprobar de inmediato la Ley sectorial sobre disposición de Residuos y
Desechos Sólidos que cursa en la Cámara de Diputados.

Genao Lanza, quién es además miembro de la Comisión de Medio


Ambiente, señaló que es más que evidente que el país no puede esperar
más por esa ley mientras los ríos y playas arrastran toneladas de plástico
e inmundicias.
La Ley 64-00 estableció el mandato de casi una decena de leyes sectoriales
de las cuáles la más importante es la de disposición de Residuos y
Desechos Sólidos, han pasado 18 años y todavía no la tenemos, los
Dominicanos no podemos esperar más, ni seguir dando el espectáculo
vergonzoso del malecón, el Ozama y el Isabela, llenos de plásticos y otros
desechos”.

“El principal problema ambiental dominicano es la contaminación de


nuestros ríos y playas por basura, el magnífico programa presidencial de
Dominicana Limpia no servirá de mucho sino aprobamos una ley que
desestimule el uso de plásticos y otros contaminantes y organice la
disposición final de la basura. Esto no puede seguir así, está afectando
nuestra salud y la principal industria económica de RD, el turismo”.

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