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El documento describe los problemas relacionados con la acumulación de basura en Santo Domingo y sus efectos negativos. La falta de concienciación de los ciudadanos sobre el manejo adecuado de la basura ha llevado a la contaminación de ríos y playas, lo que a su vez causa enfermedades. Se pide aprobar una ley para regular mejor la disposición de residuos sólidos y desestimular el uso de plásticos, a fin de proteger la salud pública y la industria turística.
El documento describe los problemas relacionados con la acumulación de basura en Santo Domingo y sus efectos negativos. La falta de concienciación de los ciudadanos sobre el manejo adecuado de la basura ha llevado a la contaminación de ríos y playas, lo que a su vez causa enfermedades. Se pide aprobar una ley para regular mejor la disposición de residuos sólidos y desestimular el uso de plásticos, a fin de proteger la salud pública y la industria turística.
El documento describe los problemas relacionados con la acumulación de basura en Santo Domingo y sus efectos negativos. La falta de concienciación de los ciudadanos sobre el manejo adecuado de la basura ha llevado a la contaminación de ríos y playas, lo que a su vez causa enfermedades. Se pide aprobar una ley para regular mejor la disposición de residuos sólidos y desestimular el uso de plásticos, a fin de proteger la salud pública y la industria turística.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la acumulación de basura
que hay en Santo Domingo es por la falta de concientización que hay en
los ciudadanos del gran Santo Domingo tras tirar y acumular la basura en exceso, estos mismos problemas le afectan a ellos mismos con infecciones respiratorias, intestinales, y por supuesto dengue. Cada lluvia o le podríamos decir cuando pasa cada tormenta en el gran Santo Domingo, se inundan las alcantarillas por el incremento de basura que en ellas, esas personas que salen a las calles a reclamar sobre la basura y las inundaciones de sus calles cada vez que llueve, reclamando a los respectivos ayuntamientos de su comunidad por la falta de atención que le dan a lo que ellos mismos provocan. Los ciudadanos no reutilizan sus plásticos, de igual manera al tirarlos en las aceras de las calles estos por las lluvias viajan por las cañerías hasta llegar al océano y esto es uno de los más grandes problemas de contaminación en el país, en el 2018 se organizó una jornada en una de las playas del gran santo domingo principal las costas del malecón y la playa montesinos, por la acumulación de basura que había en ella tirada por los ciudadanos. La naturaleza se encarga de devolver arrastrando lo que tiran hacia la orilla de la playa y el rebosamiento de las cañerías y hacerles entender el error que cometen, pero la ignorancia no los deja ver. Con el incremento de la población ha ido incrementado la producción de residuos sólidos en la ciudad, se estima que en la ciudad se produce más de 3,500 a 4,000 desechos sólidos, en los cuales están incluidos los papeles, cartones, plásticos, metales, cerámicas, vegetales descompuestos y entre muchos más. El vertedero de duquesa es uno de los más grandes que hay y a la ves abarrotado de desechos sólidos ya que solo se vierten en él, los habitantes de la zona y los alrededores del mismo son víctimas de enfermedades respiratorias, intestinales, y dengue las cuales ya hemos mencionado. La temperatura de 32 grados centígrados de esa tarde los motivó a sumergirse en la playa, pero no en cualquier playa. Un grupo estaba en la de Montesinos y otro en Güibia, ambas en el malecón capitalino, donde especialistas ambientales y de salud entienden que nadie debería bañarse por la histórica contaminación de sus aguas, cargadas de bacterias que, además, pueden transportarse en los peces de la costa y afectar al consumidor. Cuando la norma es que haya un máximo de 1,000 NPM/100 ml de Coliformes fecales -unas bacterias que están en las heces de seres humanos y animales-, solo en Güibia se midió en abril la presencia de 11,000. En esta playa niños y adultos se bañan con la naturalidad que alguien lo haría en las cristalinas aguas de Punta Cana. O cuando el clima lo permite, un grupo de aventureros surfea como si estuviera entre las olas de Cabarete, en Puerto Plata.
“A mí no me ha dado nada pero a un amiguito (de 13 años) le dio fiebre,
se le hizo una bola en el brazo”, contó un adolescente mientras chorreaba gotas de agua parado en la arena, entre desechos plásticos que llegan al litoral. La contaminación de la costa de Santo Domingo ha sido probada desde hace décadas por investigadores. Una de las mediciones más recientes la hizo el ingeniero físico Emgelberth Vargas, encargado de laboratorio de la gubernamental Autoridad Nacional de Asuntos Marítimos (Anamar). El pasado 26 de abril tomó muestras en cinco puntos: la playa Güibia y los frentes del restaurante Adrián Tropical, de los hoteles Jaragua y Crowne Plaza y de la Plaza Juan Barón. En todos se determinó que el agua no es apta para entrar en contacto directo con personas y, como el 100 % presenta contaminación por bacterias, se determinó que estos ambientes no son saludables. Los organismos encontrados pueden ocasionar problemas intestinales y extraintestinales al ser humano, como diarrea, fiebre y cólicos. El peor tipo de Escherichia coli puede causar insuficiencia renal y hasta la muerte. A un hombre de 40 años le bastó con estar 10 minutos en la playa Manresa – ubicada a 15 kilómetros de Güibia- para que terminara en el médico por una infección urinaria que le incomodó por una semana. Las recientes lluvias torrenciales caídas sobre el Gran Santo Domingo, durante el paso del campo nuboso remanente del fenómeno meteorológico Beryl, arrastraron grandes volúmenes de desechos sólidos incorrectamente acumulados en las zonas marginales vecinas a los ríos Isabela y Ozama, desechos que se atascaron en el área norte del puente flotante ubicado sobre el caudaloso río Ozama, en el sector colonial, por lo que fue necesario abrir dicho puente para que toneladas de basuras plásticas pudieran seguir su curso hacia el cercano mar Caribe, generándose entonces un feo y desagradable espectáculo “contra ambiental”, que hacía ver el litoral de la Capital lleno de basuras plásticas que flotaban sobre el mar, y aquel engorroso espectáculo producía deseos de llorar, pues el mar Caribe se negaba a recibir las basuras, y las devolvía con un oleaje brutal, evidenciando saber lo que debe rechazar. Afortunadamente, la rápida intervención de brigadas de la Comisión Militar y Policial del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, junto a brigadas de la Armada de la República Dominicana, y junto a brigadas de la Alcaldía del Distrito Nacional, ha permitido remover cientos de toneladas de basuras plásticas durante más de una semana de arduas labores de limpieza, no sin antes dejarnos una fea mancha y una profunda herida en nuestra bien ganada imagen internacional de país líder de los destinos turísticos de la región del Caribe y Latinoamérica, donde el liderazgo turístico lo hemos ganado promoviendo a nuestro país como un territorio insular tropical bordeado por hermosas playas, de finas y calcáreas arenas blancas, donde las 10 a 12 horas diarias de radiante y bronceante Sol tropical hacen que la temperatura ambiental sea del orden de los 26 a 30 grados Celsius sobre cero, cuando en las altas latitudes del planeta Tierra las temperaturas de invierno están en el orden de 20 y 30 grados Celsius, bajo cero. La basura se había amuluado en el puente flotante, que comunica al Distrito Nacional con Santo Domingo Este, y donde también era muy notoria la presencia de algas, que cubrían de verde todo el lado norte del referido puente.
Las lluvias de Beryl inundaron importantes sectores del Distrito Nacional y
la provincia Santo Domingo, y en cada uno de estos había algo que se repetía: la basura flotando por doquier. Las autoridades han señalado que las principales inundaciones que se produjeron durante el martes se debían a los desperdicios arrojados en las calles. La realidad que vive el país ante el uso desmedido de plásticos y la falta de educación en muchos ciudadanos al tirar fundas, vasos y cientos de objetos no biodegradables a las calles, debe llevar al Estado a pensar en políticas que contrarresten este mal.
Frente a esta realidad el Diputado del Partidos Reformista Social Cristiano
(PRSC), Rogelio Alfonso Genao Lanza, pidió ayer al Congreso Nacional, aprobar de inmediato la Ley sectorial sobre disposición de Residuos y Desechos Sólidos que cursa en la Cámara de Diputados.
Genao Lanza, quién es además miembro de la Comisión de Medio
Ambiente, señaló que es más que evidente que el país no puede esperar más por esa ley mientras los ríos y playas arrastran toneladas de plástico e inmundicias. La Ley 64-00 estableció el mandato de casi una decena de leyes sectoriales de las cuáles la más importante es la de disposición de Residuos y Desechos Sólidos, han pasado 18 años y todavía no la tenemos, los Dominicanos no podemos esperar más, ni seguir dando el espectáculo vergonzoso del malecón, el Ozama y el Isabela, llenos de plásticos y otros desechos”.
“El principal problema ambiental dominicano es la contaminación de
nuestros ríos y playas por basura, el magnífico programa presidencial de Dominicana Limpia no servirá de mucho sino aprobamos una ley que desestimule el uso de plásticos y otros contaminantes y organice la disposición final de la basura. Esto no puede seguir así, está afectando nuestra salud y la principal industria económica de RD, el turismo”.