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EL CONOCIMIENTO ESPECIALIZADO Y SUS UNIDADES

DE REPRESENTACIÓN: DIVERSIDAD COGNITIVA

M. Teresa Cabré Castellví


Rosa Estopa Bagot
Universitat Pompeu Fabra (Barcelona)
Resumen

En este trabajo se muestra que las unidades de representación del conocimiento


especializado pueden abordarse desde una aproximación lingüística. Y, desde una
puerta lingüística, se expone la apertura que representa para la terminología situarse en
el discurso y analizar sus unidades más representativas en su funcionamiento real. La
observación de los textos especializados permite constatar que el conocimiento espe-
cializado utiliza diversos recursos para representarse y comunicarse y no se limita a las
prototípicas unidades terminológicas. En una perspectiva de base comunicativa que
tenga en cuenta aspectos cognitivos y lingüísticos la terminología debe ocuparse de
todas las unidades de conocimiento especializado.
Palabras clave: Terminología, Conocimiento especializado, Unidades de re-
presentación

Abstract

This paper shows that representation units of specialized knowledge can be


dealt with from a linguistic approach. And it is from a linguistic approach that we
present the aperture of what it represents for terminology when we place ourselves on
the discourse and analyze its most representative units in its real functioning. The
observation of specialized texts allows us to verify that specialized knowledge uses
different resources to represent and communicate itself and does not limit itself to
prototype terminological units. Terminology should deal with all specialized knowled-
ge units in a communication-based perspective that considers cognitive and linguistic
aspects.
Keywords: Terminology, Specialized Knowledge, Representation Units

l. Introducción

La filosofía se ha interesado desde la antigüedad por el conocimiento y por el


modo como los seres humanos percibimos e interiorizamos la realidad en la que nos
movemos. Más recientemente la psicología se ha ocupado del comportamiento y el
pensamiento teniendo en cuenta no solo las circunstancias en las que nos movemos
sino también nuestras posibilidades mentales. Y la neurología, y más concretamente la
neurofisiología, se ha ocupado mucho más recientemente todavía de la descripción del

SENDEBAR, 13, 2002; 141 - 153


M. TERESA CABRÉ, ROSA ESTOPA
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cerebro en relación con el conocimiento y la actuación. El interés del conocimiento


como objeto de estudio ha permitido configurar un espacio interdisciplinar que, visto
en su unidad, constituye la ciencia cognitiva.
La lingüística tradicional, centrada en la descripción del lenguaje como sistema
de expresión y comunicación, ha analizado el correlato entre el conocimiento y su
expresión a través de unidades de las gramáticas de. las lenguas naturales. Pero la
lingüística dominante desde hace ya unas décadas había abandonado estos objetivos
con la finalidad de formalizar sus mecanismos de expresión. Así, la llamada lingüística
formal, fundamentada en la lógica y aplicada a la inteligencia artificial de manera
exclusiva hasta hace poco, solo ha podido dar cuenta de los fenómenos lingüísticos
susceptibles de ser explicados por formalismos. En consecuencia, los fenómenos lingüís-
ticos no estrictamente formales o formalizables han sido relegados del punto central de
su estudio para poder explicar más profundamente los fenómenos regularizables.
La terminología en tanto que disciplina autoconsiderada científica ha sido repre-
sentada desde los años cuarenta hasta un presente muy reciente exclusivamente por
la teoría de Wüster denominada Teoría General de la Terminología (TGT). Solo muy
recientemente la validez universal de esta teoría ha empezado a ser puesta en cuestión
por distintos autores procedentes tanto del campo de la lingüística como de la filosofía
de la ciencia, basándose en dos puntos: en la observación de los datos terminológicos
en su funcionamiento real, y en los experimentos realizados por la psicología sobre
cómo categorizamos los objetos de la realidad.
En este trabajo nos proponemos discutir uno de los pilares básicos de la teoría
terminológica tradicional: el punto focal de la terminología es el concepto y su deno-
minación exclusivamente centrada en el término. Esta posición propuesta por Wüster
(1979) relega la terminología a la unidad lexicalizada.

2. El concepto y el término en la TGT

Para Wüster el objeto del que debe ocuparse la terminología son los conceptos
expresados mediante denominaciones. Estas denominaciones pueden ser de las lenguas
naturales o de lenguas artificiales. Wüster reserva el término término para referirse a
las unidades nominales del lenguaje natural que denominan los conceptos especializa-
dos:
La terminología considera que el ámbito de los conceptos y el de las denomi-
naciones (=los términos) son independientes. Por esta razón los terminólogos hablan
de conceptos, mientras que los lingüistas hablan de contenidos de palabras, refiriéndose
a la lengua general. Para los terminólogos, una unidad terminológica consiste en una
palabra a la cual se le asigna un concepto como su significado, mientras que para la
mayoría de los lingüistas actuales, la palabra es una unidad inseparable compuesta de
forma y contenido(Wüster 1979; traducción de 1998: 21-22).
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[... ] Nos dedicaremos a continuación al estudio de los símbolos lingüísticos de


los conceptos, es decir las denominaciones. Cuando el contexto de la denominación es
tecnolectal, también se le llama término. Un término puede ser una palabra o un grupo
de palabras. (Wüster, 1979; traducción de 1998: 71)

Estas citas de Wüster muestran que efectivamente los términos son para él el
punto central de la materia. Pero con los años los seguidores de Wüster han ido
desplazando del centro de la terminología a los términos para situar a los conceptos
alejando así la terminología en su conjunto de la lingüística y acercándola a la semiótica.
~ara ellos, en la comunicación especializada, tan importantes son las unidades lingüís-
ticas como otras unidades simbólicas. Radicalizando aun más esta posición, Picht
(1996) establece un renovado objeto para la teoría terminológica:

Ciencia de la terminología: ciencia interdisciplinaria y transdisciplinaria cuya


esfera es, de un lado, la investigación del objeto, el concepto y sus formas de represen-
tación Y las relaciones entre ellos y, del otro, la investigación de su representación
sistemática y de su aplicación dentro del amplio abanico de áreas de conocimiento. (Picht
1996: 278)

A la luz de los progresos que se han llevado a cabo y del tipo de disciplinas
comprometidas hoy, el vínculo con la lingüística aplicada nos parece menos conveniente
que antes, ya que un número de factores y elementos puramente terminológicos no tienen
una naturaleza lingüística, y por tanto no puede, y en efecto nunca lo han sido, ser tratados
con éxito por la aplicación de los métodos de la lingüística (... ) la ciencia de la termi-
nología hoy se considera ella misma como una disciplina independiente, más que una
subdivisión de una subdivisión de la lingüística. (Picht 1996: 277)

3. Abriendo puertas al estudio de la terminología

Solo muy recientemente, las aportaciones que desde la lingüística, la psicología


Y la filosofía de la ciencia se están haciendo al campo de la terminología han permitido
recuperar este objeto como un objeto no exclusivo de la lingüística, sino también de
otras disciplinas (Rey 1979, Sager 1990, Gambier 1991, Gaudin 1991, Rey 1992, Slo-
dzian 1995, Condamines 1994 y 1995, Cabré 1994, 1998, 1999, Temmerman 1998,
Dubois 1999, Diki-Kidiri 1999, Thoiron 1999, Ciapuscio, 2000).
La mayoría de las críticas dirigidas a la TGT -que provienen de aproximaciones
cognitivas, lingüísticas y sociales- se refieren, por un lado, a sus insuficiencias relacio-
nadas con la idealización de la realidad, el conocimiento y la comunicación; y, por el
otro, a la limitación de esta propuesta a la estandarización.
. Desde la_s ciencias cognitivas, se cuestiona la noción de conocimiento especia-
lizado tratado aisladamente y se pone en tela de juicio su uniformidad y su alejamiento
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del conocimiento general. Desde la lingüística, se objeta sobre todo la limitación im-
puesta por la TGT de interesarse sólo por los aspectos prescriptivos de los términos y
de considerar a los términos como unidades diferentes a les unidades léxicas propias
de la lengua general. Y desde la sociología, en cambio, se rechaza la concepción
idealista de los términos, el carácter plano atribuido a la comunicación especializada,
donde los términos pierden parcialmente su condición de unidades de la lengua natural
y sus valores pragmáticos, y se niega la variación discursiva. . . .
La concepción de la terminología como un dominio de conoc1m1ento necesana-
mente interdisciplinario que se ocupe de los términos y que integre los aspectos
cognitivos, lingüísticos y comunicativos de las unidades terminológicas, es lo que nos
ha conducido a formular la Teoría de las puertas (Cabré, 1999, 2000). Se trata de una
teoría que recoge la multidiciplinariedad del objeto terminológico y al mismo tiempo
permite tratar los términos de manera diferente. Según esta teoría, el objeto término es
una unidad al mismo tiempo semiótica, lingüística, cognitiva y social, que puede ser
tratada desde y por diferentes disciplinas. La única condición que se les impone a estas
disciplinas es que compartan los tres principios siguientes:

a) que partan del principio que una disciplina nunca puede dar cuenta de un
objeto en su totalidad sino solo contribuir a la descripción y explicación de
este objeto
b) que conciban las unidades de conocimiento especializado, así como también
todas las unidades de las lenguas naturales, como unidades poliédricas al
mismo tiempo unidades cognitivas, lingüísticas y sociales
e) que asuman que para abordar un objeto con rigor hay que situarse en una
determinada perspectiva y hacerla además explícita. Esta toma de posición
requiere en terminología seleccionar una única puerta de entrada para la
descripción de las unidades que vehiculan el conocimiento especializado.

4. Entrando a la terminología por la puerta de la lingüística

Desde una puerta lingüística, observamos que las unidades que se consideran
unidades terminológicas son susceptibles de ser analizadas a la vez desde una vertiente
formal, semántica y funcional. En este sentido, las unidades terminológicas se asemejan
a las unidades léxicas porque, aparte de compartir estas tres vertientes, pertenecen a
una categoría léxica mayor 1 • Esta condición las diferencia de otras unidades que
también son formales, semánticas y funcionales, como las unidades morfológicas, fra-
seológicas u oracionales.

1 La mayoría de propuestas sostienen que la unidad terminológica es siempre un nombre

(Wüster 1979, Sager 1990, Cabré 1999), aunque existen posiciones para las cuales las umdades
terminológicas son nombres, adjetivos y verbos (Cabré 1994), (Dubuc 1985).
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Así, desde el punto de vista formal, las unidades terminológicas y las unidades
léxicas comparten las mismas estructuras y se explican por las mismas reglas gramati-
cales. Semánticamente no son diferentes, pues son unidades con un significado (y uno
o varios sentidos), que puede representarse mediante una definición. Y tampoco son
diferentes funcionalmente porque ambas son unidades que pertenecen a una de las
categorías gramaticales establecidas. Y pragmáticamente participan del esquema de
comunicación propio de cualquier interacción comunicativa.
¿Cuál sería pues la especificidad de las llamadas unidades terminológicas? Según
Cabré (1999) y Lara (1999) esta especificidad radica en el proceso de significación. Los
procesos de categorización de una misma realidad distinguen el especialista del lego
aunque ambos usen una misma forma2 • Por ejemplo, la unidad sal es para el no
especialista un condimento usado en la alimentación, pero para el químico es cloruro
de sodio; y la unidad ballena es para el niño un pez, para algunos adultos un mamífero,
pero para los científicos es un cetáceo del grupo de los misticetos y de la familia de
los balénidos y de los balenoptéridos.
Pero los procesos de categorización no son sólo distintos entre el especialista
y el no especialista, sino que también pueden ser diferentes entre los mismos especia-
listas, pues, como señala Gutiérrez (1998:23), no todos los científicos se aproximan a
la realidad de la misma manera, sino que cada ámbito temático tiene sus objetivos y sus
referencias que varían la perspectiva desde la cual se contemplan las cosas. Así, por
ejemplo, las rickettsias son para los médicos agentes bacteriológicos que causan las
tickettsiosis y, en cambio, para los biólogos son bacterias parásitas intracelulares de
los vertebrados que tienen un ciclo natural en el que intervienen artrópodos hema-
tófagos que pertenecen a la familia de las rickettsiacias y al orden de los rickets-
siales. Otro ejemplo, la tetraciclina es para un médico cualquiera de los antibióticos
de amplio aspectro de acción bacteriostática activos contra una gran variedad de
microorganismos entre las bacterias gramapostivias y gramanegativas, además los
médicos saben que la tetraciclina se absorbe bien por vía oral y tiene afinidad
electiva por las células tumurales, el tejido óseo y los tejidos con inflamación
crónica necrotizante. En cambio, para un farmacéutico, la tetraciclina es una substan-
cia que se presenta en forma de polvos amarillos, inodoros, estables en el aire, pero
sensibles a la luz; y, finalmente, para un químico la tetraciclina es una subtancia de
fórmula C22H 2JV20 0 8 •
E incluso, dentro de una misma área temática, un concepto puede ser catego-
rizado desde diferentes puntos de vista: una misma enfermedad, por poner un ejemplo,
puede ser categorizada según su descubridor3 : enfermedad de Alzheimer, según el

2
• Es este sentido son interesantes los experimentos de categorización que el equipo de
Dubms ha llevado a cabo con la clase semántica de los olores y los colores (Poitou & Dubois
1999).
.' Es sabido que _la mayoría de epónimos en medicina tienen un equivalente no eponímico
categonzado no a partir del descubridor de una enfermedad, técnica o aparato, sino de las
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periodo vital en que mayoritariamente se desarrolla: enfermedad presenil, según sus


consecuencias y evolución: demencia progresiva, demencia degenerativa.
Otro ejemplo es el de la patología denominada enfermedad de las vacas locas,
aludiendo este término al comportamiento externo de los animales que la padecen, pero
que también puede denominarse enfermedad de Kreuzfeld-Jacob o encefalopatía
espongiforme.
Si asumimos pues que las unidades terminológicas participan de las mismas
características de las que participan las unidades léxicas de una lengua natural, pode-
mos presuponer que las unidades terminológicas y las unidades léxicas de hecho no
son unidades gramaticales distintas. Lo que es distinto es el valor especializado o no
especializado que adquieren en una comunicación. En nuestra propuesta, consideramos
que los términos son unidades léxicas activadas singularmente por sus condiciones
pragmáticas. El carácter terminológico es, pues, un valor pragmático conferido por las
condiciones discursivas en que se produce un texto dentro de un ámbito, es decir en
función de su uso en un contexto expresivo y situacional determinado. En consecuen-
cia, partimos de la base que una unidad léxica está formada por un conjunto de
parámetros semánticos y que se activan unos u otros en función de su uso en un ámbito
concreto.
Además, la condición de valor especializado no es única ni estática, sino que,
por un lado, una misma unidad léxica puede activar diferentes valores especializados
en función de la temática en la que se use (variación horizontal); y, por otro lado,
una misma unidad léxica dentro de un mismo ámbito especializado puede ser más o
menos especializada pues el rasgo de valor especializado lleva asociado valores gra-
duales de precisión, concisión y cientificidad (variación vertical).
4
Un ejemplo de variación horizontal puede ser la unidad léxica consorcio que
puede usarse en un contexto no especializado y en contextos especializados temáti-
camente distintos:

Valor no especializado: en textos generales puede significar unión de personas


que tienen un interés en común.
Valor especializado 1: en textos de derecho administrativo, significa entidad con
personalidad jurídica propia constituida por una entidad local y otras entidades públicas
para establecer y gestionar servicios públicos

consecuencias, las causas o el lugar de la afectación en el caso de las enfermedades, o las


propiedades o lugar de aplicación en el caso de las técnicas o aparatos.
4 Otros ejemplos de variación horizontal son virus (en medicina, biología, informática o

arquitectura), arteria (en circulación vial, arquitectura o medicina), brazo (en anatomía, astrofísica,
genealogía, ciencias marítimas, historia militar o mecánica), bomba (en armamento, aeronáutica,
agricultura, hidráulica, música o ferretería), etc.
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Valor especializado 2: en textos de derecho catalán o aragonés, significa


comunidad entre herederos de bienes inmuebles indivisibles procedentes de un causante
común consanguíneo que tiene por finalidad mantener íntegro el patrimonio familiar.
Valor especializado 3: en textos económicos, significa asociación de empresas
que mantienen su independencia jurídica para conseguir un objetivo económico.
Valor especializado 4: en textos de biología, significa una unidad morfológica
Y fisiológica constituida por el conjunto de organismos que componen una simbiosis.

En cambio, el tratamiento de la unidad léxica hígado en textos sobre medicina


de diferentes niveles de especialidad es un ejemplo de variación vertical:

El hígado es la viscera más grande del organismo y su peso en el individuo adulto


es de unos 1.500 gr. Ocupa una posición fisiológica fundamental, porque está interpuesto
entre la corriente sanguínea que proviene del intestino y el resto del organismo. [... ] El
hígado humano está constituido por una masa única, dividida en dos lóbulos, derecho y
izquierdo delimitadas por la dicotomía, al hilo hepático, de las estructuras vasculares
aferentes (vena porta y arteria hepática). Medicina Interna. (Farreras-Rozman 1997)
El hígado, la víscera más grande del organismo, es un órgano compacto. [... ] El
hígado es una glándula anexa del tubo digestivo que aboca la secreción que elabora -la
bilis- al duodeno, a través de las vías biliares. Enciclopedia de Medicina i salut. (1990)
El hígado es el mayor órgano del cuerpo, ya que mide alrededor de 30 cm de
largo y 15 cm de anchura[ ... ]. En vida, el hígado puede compararse a una esponja llena
de sangre. Nueva Enclopedia médica familiar. (1985)
El hígado es una glándula de unos dos quiJos de peso que recibe la sangre
procedente del intestino a través de la vena porta y la sangre oxigenada a través de la
arteria hepática. Bias 3 Ciencies de la Natura. (1992)
El hígado se parece a una planta de procesos químicos de una complejidad
sorprendente (fábrica, almacén, estación depuradora, etc.). Bias 3 Ciencies de la Natura.
(1992)
El hígado es la central de desintoxicación del cuerpo. El asombroso cuerpo
humano. (1998)

5. Las unidades de conocimiento especializado (UCE): diversidad cognitiva

Dos son los puntos de observación desde los que pueden analizarse las unida-
des terminológicas: in vitro, es decir fuera de su contexto de uso habitual, aisladamente
a través de las unidades recogidas en los diccionarios, léxicos, bases de datos o
tesauros; e in vivo, es decir en su hábitat natural en una comunicación especializada,
a través del análisis de textos especializados orales o escritos producidos de manera
real. Estos dos puntos de mira nos hacen observar diferencias en el conocimiento que
representan las unidades terminológicas y conducen a resultados distintos.
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Observadas in vitro las unidades terminológicas poseen un significado y una


forma estables y bien delimitados y no admiten variación conceptual ni denominativa
a no ser que esté controlada previamente. Pero observadas in vivo, muestran una
diversificación que se produce en mayor o menor grado, aunque sin excepción, en
cualquier texto especializado.
El pilar en que se fundamenta nuestra aportación de base comunicativa y
fundamentos cognitivos es el texto especializado, pues éste nos permite observar los
términos in vivo, en su funcionamiento natural. El análisis del término en el texto abre
la puerta a tres observaciones importantes en el desarrollo alternativo de la terminología
como campo de estudio: en primer lugar permite observar la diversificación formal,
conceptual y funcional de las unidades terminológicas. En segundo lugar, permite
detectar otras unidades de conocimiento especializado más allá de las terminológicas;
y en tercer lugar permite situar las unidades de conocimiento especializado en una
estructura cognitiva multirelacional.
Los textos especializados, cada uno configurado a partir de variables discursivas
determinadas, se caracterizan por tener una estructura cognitiva (además de la formal
y la gramatical que no tratamos), que puede representarse como un mapa formado por
un conjunto de nudos que transmiten el conocimiento especializado, relacionados entre

Esto nos conduce a deducir que la característica más prominente de los textos
científico-técnicos es la presencia de unidades específicas de un ámbito de especialidad,
que configuran la estructura cognitiva del texto. Pero la representación conceptual de
un texto no acaba con el establecimiento de sus nudos cognitivos, sino que tan
importante como los nudos son las relaciones conceptuales que se establecen entre
ellos. Es el conjunto formado por los nudos cognitivos entrelazados por relaciones
conceptuales lo que constituye la representación conceptual de un texto. Y es el
conjunto de las representaciones conceptuales sobre un tema, expresadas en los textos
y consensuada por la colectividad de expertos, lo que constituye la representación
conceptual de una materia.
Un análisis de los datos de los textos desde el punto de vista de su organización
cognitiva muestra que:

a. Estos nudos cognitivos se estructuran alrededor de un tema:

El edema agudo hemorrágico del lactante es una variante benigna de vascu-


litis leucotitoplástica que afecta a niños menores de dos años. Clínicamente__g;_

5 Edward Tolman (1948) esta acreditado como el introductor del término cognitie map en
el marco de sus experimentos con ratas entrenadas para seguir rutas complejas con en el fin de
encontrar comida. El concepto de mapa conceptual aplicado a la enseñanza y al análisis de textos
es una técnica creada, por analogía con los esquemas espaciales cognitivos, por Joseph D. Novak
(1988).
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caracteriza por la aparición brusca de lesiones pupúricas con patrón en escarapela


asociadas a edema a nivel de cara y zona distal de extremidades. El pronóstico §
habitualmente excelente. Edema agudo hemorrágico del lactante. Aportación de nue-
vos casos.
Boletín de pediatría. (1994)

b. Existen nudos más o menos próximos al tema central:

El edema agudo hemorrágico del lactante es una variante benigna de vasculitis


leucotitoplástica que afecta a niños menores de dos años. Clínicamente se caracteriza por
la aparición brusca de lesiones pupúricas con patrón en escarapela asociadas a edema a
nivel de cara y zona distal de extremidades. El pronóstico es habitualmente excelente.
Habitualmente se acompaña de edemas de características inflamatorias, dolorosos
de forma espontánea o a la palpación a nivel de párpados, pabellones auriculares, zona
distal y genitales.
La literatura anglosajona considera que el EAHL y la PSH son manifestaciones
clínicas de una misma entidad que comparten una base anatopatológica y se diferencian
por la edad de aparición, el cuadro cínico y el pronóstico. La mayoría de los autores
europeos, sin embargo, consideran el EAHL como una entidad propia con unas carac-
terísticas clínicas y patológicas bien definidas.
Edema agudo hemorrágico del lactante. Aportación de nuevos casos.
Boletín de pediatría, 1994

c. Los nudos se materializan en unidades lingüísticas con valor especializado,


que denominamos unidades de conocimiento especializado (UCE).
d. Las UCE poseen también un núcleo y una periferia. En el núcleo de una UCE
suele figurar un elemento de categoría nominal
e. Existen nudos cognitivos simples formados por una única UCE y nudos
complejos constituidos por más de una UCP.
f. Las UCE pueden corresponder a unidades inferiores a la unidad léxica: los
morfemas 7 y las unidades superiores: unidades fraseológicas y unidades ora-
cionales.
g. Conceptualmente las UCE simples y complejas sirven para denominar cuatro
clases de conceptos: entidades, actividades, relaciones y propiedades. Cada
UCE posee un núcleo conceptual prominente y valores asociados a este
núcleo.

6
Por ejemplo esclerosis múltiple puede ser una UCE simple formada por una unidad
terminológica y, en cambio, desmielinización segmentaria de la substancia blanca del SNC es una
UCE compleja constituida por cuatro unidades de significación especializada, dos términológicas
y dos fraseológicas.
7
Por ejemplo, -itis, -osis, -oma, en medicina; -áceo, -andra, -áceas, en biología; -ol, -
ato, -ina, en química; -ema, en lingüística; etc.
1
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150

h. Hay UCE que pueden formar autónomamente un nudo conceptual, como es


el caso de las unidades terminológicas, y UCE que no pueden ser por ellas
8
mismas nudos cognitivos, como los adjetivos o los adverbios .

y si observamos las relaciones conceptuales de una estructura cognitiva vemos

a. Son los vínculos necesarios para construir el conocimiento especializado,


pues sin ellas las UCE de un texto solo constituyen una lista de unidades
lingüísticas sin relación entre ellas.
b. Sirven para relacionar los nudos cognitivos del texto y señalar el tipo de
relación entre ambos, y también para relacionar las UCE que forman parte de
10
un nudo cognitivo complejo .
c. Precisan el valor terminológico de una unidad en el interior de un ámbito
especializado.
d. Según el objetivo discursivo del texto se prioriza un tipo específico de
relaciones. 11
e. Lingüísticamente, se expresan por lo general a través de preposiciones ,
15
conjunciones 12 , verbos 13 , locuciones 14 o sintagmas nominales de soporte •

Además de su diversidad tipológica, las UCE presentan variación discursiva,


tanto en su forma como en su contenido.
Así, si observamos el comportamiento de una UCE en un texto, desde el punto
de vista de la denominación, podemos comprobar que los especialistas usan en sus
discursos variantes para expresar un mismo concepto y que estas distintas variantes se
ordenan en un espacio más o menos cercano a la forma de referencia. Por ejemplo, en
un artículo sobre la Agammaglobulinemia ligada al cromosoma X (Barbarillo, J. et al.
1999), los autores se refieren a este concepto con las diferentes unidades léxicas:

8 Algunos pacientes refieren somnolencia. Entre los signos destaca el exantema macular

papular. A veces, el exantema es petequial. Petequial no puede formar un nudo cognitivo como
0
lo forma somnolencia, sino que depende del nombre exantema.
' Ver el trabajo de investigación de doctorado de Feliu (2000) sobre las relaciones
conceptuales.
10 (Nudo 1: Esta vasculitis que afecta a los vasos pequeños) se produce cuando (Nudo 2:
R. Cororii nida en el endotelio vascular).
11 de, con, en, por, etc.

12 y, o, mediante, etc.
13 es, afecta a, se caracteriza por, asociada a, se produce en, etc.
14 en función, a través de, en relació con, etc.
1s Éstas transmiten distintos tipos de información sobre las UCE que relacionan: causa de,
ef'ecto de, estado de, origen de, actividad de, signo de, razón de, proceso de, factor de, carac-
terística de, etc.
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agammaglobulinemia ligada al cromosoma X, enfermedad de Bruton, enfermedad


hereditaria y enfermedad. Otro tipo de variación denominativa muy habitual de los
t~xtos especializados es la que se establece entre una sigla y su correspondiente
smtagma; en un artículo sobre el SIDA encontramos las variantes siguientes:

En pocos años el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida se ha convertido


en un grave problema de salud pública a nivel mundial. El número total de casos de SIDA
(AIDS) notificados en España ( ... ). La presencia del virus de la sida (VIH).
Aspectos neurológicos y psiquiátricos del SIDA. (Salvador, L. et al. 1999)

Conceptualmente, un mismo concepto puede ser considerado también desde


facetas distintas dentro de un texto. Por ejemplo, los maltratos a mujeres pueden ser
abordado~ ~n un ~ismo texto desde la óptica de la medicina, el derecho, la psicología,
la educac10n soc1al, la seguridad ciudadana, la sociología, la economía o incluso la
política.
'!, funci~n~lme~te, un m_ismo concepto puede ser expresado mediante categorías
gramatlcales distmtas . Por eJemplo, en textos de medicina, podemos encontrar las
seri~s siguientes de unidades: hacer una radiografía de la rodilla, radiografiar la
rodtlla; aglutinación de látex; aglutinar látex, látex aglutinado; inmunidad celular
c~lulas inmunes; inmunizar las células, inmunización de las células, células inmu~
mzadas.

6. Conclusiones

. Hemos e_xpuesto en este trabajo la apertura que representa para la terminología


Situarse en el discurso y analizar las unidades lingüísticas representativas del conoci-
miento especializado. Este cambio de perspectiva permite observar las unidades termi-
nológi_ca~ en su funcionamiento real. Y con esta observación podemos detectar que el
conoc11:u~nto, e~pecializado se sirve de distintos recursos para aparecer en discurso, y
no se hmlta umcamente a las unidades de carácter léxico.
. _En un~ perspectiva de base comunicativa que tenga en cuenta los aspectos
cogmtlvos y lingüísticos, la terminología debe ocuparse de la descripción de las uni-
dades que repr~sentan el conocimiento especializado y éstas, como hemos argumenta-
do, no se restnngen a las llamadas unidades terminológicas.
Las unidades de conocimiento especializado (UCE), que se combinan y relacio-
nan entre sí en los textos especializados estableciendo redes conceptuales, abarcan
desde los morfemas hasta las unidades oracionales, pasando por las unidades léxicas
Y las unidades fraseológicas. En consecuencia, según nuestra propuesta, las unidades

16
Ver la propuesta de análisis de Bevilacqua ( 1999).
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152

terminológicas, si bien son las unidades más prominentes y prototípicas de los textos
especializados, no son las únicas unidades que transmiten conocimiento especializado.
Y solo a partir de un análisis progresivo de las UCE y sus relaciones podemos
dar cuenta de la estructura del conocimiento especializado de un texto y, a la larga,
de la estructura conceptual potencial de una materia específica.

7. Bibliografía

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