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Intervención en Crisis en Pacientes con

Trastornos de Personalidad Limítrofe –


Martínez
Su diagnóstico es difícil; se tiene que ver si acompaña a algún síndrome mayor (eje I) o si se da de
forma aislada (eje II), involucra elementos estructurales, del carácter, y tiene que diferenciarse de
trastornos más psicóticos o neuróticos. Según el DSM IV, serían patrones de experiencia y
comportamiento que se apartan de las expectativas del sujeto, que le producen malestar o al sujeto o a
su entorno, y se darían desde la adolescencia. Serían 3 áreas las más afectadas; la cognitiva, la afectiva
y de la ansiedad. Los afectos se identifican como el eje central, al implicar una alteración para manejar
las emociones, tolerar la soledad, mantener relaciones estables y controlas impulsos autodestructivos.

Otra complicación es el tratamiento; a pesar de que se ha visto que terapias psicodinámicas y


cognitivas son eficaces, se ha limitado su aplicación a grupos muy específicos con el diagnóstico, y con
criterios de éxito limitados. Respecto a la psicofarmacología, se usan diversas combinaciones, debido
probablemente a cómo son "un poco de todo". Se suele aplicar psicoterapia individual con fármacos,
pero la deserción llega hasta un 85%. Se sugiere la importancia de tratamientos más integrales, con
distintas aproximaciones.

Un gran porcentaje entra a la atención psiquiátrica a través del servicio de urgencia, por lo que se
recomienda formular un modelo psicoterapéutico que funcione en contexto de urgencia preparado
para pacientes con estas características, siendo una mejor puerta de entrada a lo que es el sistema de
salud mental.

Suicidio y Limitroficidad
Al rededor del 10% de consultas atendidas en el servicio de urgencia del instituto psiquiátrico están
diagnosticados con trastorno de personalidad. La mayoría acude a este servicio por un intento suicida,
más o menos grave; por una crisis de angustia o por conductas disruptivas de tipo agresivo o de ingesta
excesiva de drogas o alcohol y, por lo general, al entrar al sistema están en un estado de crisis
psicológica.

Los trastornos de personalidad limítrofe se asocian al intento suicida y su completación. 2/3 de los
intentos serían cometidos por ellos, y aproximadamente 3/4 de los diagnosticados tendrían en su
historial al menos un acto autoagresivo. Dos factores asociados, a nivel inconsciente, serían la
sobreestimulación afectiva y la dificultad para mantener límites en el Yo.

Se vincula también a un intento muy fuerte de controlas el medio, tendencia a actuar las necesidades y
sentimientos más que expresarlas en palabras, intensos sentimientos de abandono, rechazo tanto de
forma temprana por los cuidadores como rechazo en relaciones interpersonales importantes, poco
autocontrol, sentimientos de rabia y agresión. Además, se tienden a ver muchos actos parasuicidas a lo
largo de sus vidas, lo que implica años de productividad perdidos, por lo que se propone la importancia
de hacer un tratamiento adecuado lo más temprano posible para prevenirlo. Se cree que el modelo de
intervención en Crisis podría ayudar con esto.
Intervención en Crisis (IC) Y Trastornos de
Personalidad
La IC es una modalidad de tratamiento para personas en crisis, independiente del psicodiagnóstico y de
la clase de crisis, en que existen distintos tipos de tratamiento. Normalmente son 2 meses de
tratamiento, en que se identifica el evento desencadenante, se evalúan los mecanismos para enfrentar
situaciones difíciles, y se ayuda al paciente a restablecer su equilibrio, trabajando en especial con la
significación que se le da al evento desencadenante, sus antecedentes y los mecanismos de
enfrentamiento.

Esto se complejiza en pacientes limítrofes, que entran en crisis con mucha facilidad y tienen un
equilibrio precario. Además, suelen haber varios eventos traumáticos no enfrentados.

Elementos para una intervención


APLAZAR LA ACCIÓN O CONDUCTA SUICIDA Y HACERLA
EGODISTÓNICA

Es importante, tras tener una buena alianza, cuestionar al suicidio como solución de los problemas, ya
que tiene a ser idealizado. Se debe acordar el no intento de suicidio hasta al menor la finalización del
tratamiento. Se pueden proponer alternativas de conducta de descarga.

BÚSQUEDA DE OBJETOS EXTERNOS QUE ACTÚEN COMO RED DE


APOYO INTERNA

Que recuerden objetos que hayan sido amorosos, hacer que lo recuerden y apoyar que los idealicen
para que les ayude como ancla vital. En caso de adolescentes con intento suicida, es esencial trabajar
con la familia, tanto por el conflicto interaccional familiar como para tener una mejor alianza y evaluar
la red de apoyo.

BÚSQUEDA ACTIVA DE LA VIVENCIA DE PÉRDIDA COMO EVENTO


DESENCADENANTE

Suelen tener una intolerancia a la soledad por padres inconstantes, por lo que suelen recurrir a otras
personas que calmen sus ansiedades, y al perderlas surte una ansiedad extrema. Puede usarse esta
información para que lo comprendan mejor.

INTERPRETACIONES CATÁRTICAS DEL IMPULSO

Se busca que expresen sus emociones, especialmente la rabia catártica asociada al evento
desencadenante. Además, fomentar la expresión de pena. No suelen verbalizar, por lo que esto
ayudaría a que identifiquen e integren mejor sus emociones, para mejorar también las posibilidades de
trabajo terapéutico.
IDENTIFICAR Y SENSIBILIZAR AL PACIENTE CON LAS CLAVES DE SU
ACTUACIÓN PARA QUE SE CONVIERTAN EN CLAVES PARA LA
PREDICCIÓN

Núcleo para la IC, para identificar situaciones de pérdida y darse cuenta de que pueden ser
desencadenantes. Se intenta fortalecer conductas alternativas frente a estas situaciones, y que el
paciente reflexione a cómo interpreta las situaciones de pérdida.

ALEJAR AL PACIENTE DEL ESCENARIO CONFLICTIVO

Idealmente durante la crisis el paciente tiene que alejarse lo más posible de la situación problema, lo
que a veces implica una hospitalización breve, enfocada al riesgo inmediato, y con la búsqueda de
mejorar las condiciones ambientales desencadenantes.

INTERVENCIÓN MÁS PROLONGADA (10-15 SESIONES), PERO


FLEXIBLE

Si el inicio de la crisis es más agudo (ej, estados psicóticos) se interna por riesgo suicida, para aclarar el
diagnóstico, manejar mejor a los familiares, etc, siempre de forma flexible.

FÁRMACOS (COTERAPIA) Y HOSPITALIZACIÓN BREVE

Rara vez una IC se puede hacer sin el apoyo farmacológico, por lo que son importantes, siempre
teniendo una buena comunicación con los profesionales a cargo.

DERIVACIÓN EFECTIVA

Al ser baja su adherencia, es fundamental que la intervención se preocupe de generar una alianza
paciente/institución/equipo, generar en el paciente la necesidad de tratamiento profundo y duradero,
morivarlo.

Discusión
Los estudios sugieren que para un cambio positivo en los pacientes se requiere de una terapia larga, de
entre 1 y 2 años, variando según el paciente y qué se espera conseguir.

En estos trastornos habrían tres aspectos psicológicos disfuncionales, a saber: Vínculo, tolerancia a la
separación y capacidad de mentalización (función reflexiva), por lo que la gravedad del paciente
tendría que revisarse en función a estos aspectos y el neurobiológico, por lo que se sugiere un
tratamiento tanto psicoterapéutico como farmacológico.
Así, se debe pensar en un tratamiento a largo plazo, muy estructurado, individualizado, intensivo,
flexible y focalizado en la relación.

La intervención en crisis debe considerarse como la puerta de entrada a un tratamiento


psicoterapéutico, en especial considerando que sensibiliza al paciente y facilita que reflexione y reciba
ideas de autocuidado.

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