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DEFINICION DE ANEMIA

La Anemia es una enfermedad de la sangre provocada por una alteración en sus


componentes, disminución de la masa eritrocitaria o glóbulos rojos que lleva a una
baja concentración de la hemoglobina. La edad, el estado cardiovascular y respiratorio
y la alimentación también contribuyen a alterar los mencionados componentes.

Si bien la anemia va a estar determinada por esta irregular composición no existe una
universalidad acerca de la cantidad de glóbulos rojos que el ser humano debe
observar en su organismo para no caer en una situación de anemia debido a que esto
está en estrecha vinculación con el hábitat en el cual vive el individuo. La persona que
vive a nivel del mar necesitará de una determinada cantidad que no será la misma que
necesita aquel que vive a gran altura.

 CAUSAS DE LA ANEMIA

La anemia produce en el organismo una serie de trastornos de tipo general que no


coinciden con una enfermedad concreta Aunque muchas partes del cuerpo ayudan a
producir glóbulos rojos, la mayor parte del trabajo se hace en la médula ósea. Esta es
el tejido blando en el centro de los huesos que ayuda a la formación de las células
sanguíneas.

Los glóbulos rojos sanos duran entre 90 y 120 días. Partes del cuerpo eliminan luego
las células sanguíneas viejas. Una hormona, llamada eritropoyetina, producida en los
riñones, le da la señal a la médula ósea para producir más glóbulos rojos.

La hemoglobina es la proteína que transporta el oxígeno dentro de los glóbulos rojos.


Esta les da su color. Las personas con anemia no tienen suficiente hemoglobina.
El cuerpo necesita ciertas vitaminas, minerales y nutrientes para producir suficientes
glóbulos rojos. El hierro, la vitamina B12 y el ácido fólico son tres de los más
importantes. Es posible que el cuerpo no tenga suficiente de estos nutrientes debido a:

 Cambios en el revestimiento del estómago o los intestinos que afectan la forma


como se absorben los nutrientes (por ejemplo, la celiaquía)
 Alimentación deficiente

 Cirugía en la que se extirpa parte del estómago o los intestinos

Las posibles causas de anemia incluyen:

 Deficiencia de hierro

 Deficiencia de vitamina B12

 Deficiencia de folato

 Ciertos medicamentos

 Destrucción de los glóbulos rojos antes de lo normal (lo cual puede ser


causado por problemas con el sistema inmunitario)
 Enfermedades prolongadas (crónicas), como enfermedad renal crónica,
cáncer, colitis ulcerativa o artritis reumatoidea

 Algunas formas de anemia, como la talasemia o anemia drepanocítica, que


pueden ser hereditarias

 Embarazo

 Problemas con la médula ósea, como linfoma, leucemia, mielodisplasia,


mieloma múltiple o anemia aplásica
 Pérdida lenta de sangre (por ejemplo, por períodos menstruales intensos
o úlceras estomacales)
 Pérdida súbita de mucha sangre

 MANIFESTACIONES CLINICAS

Síntomas
Si la anemia es leve o si el problema se desarrolla lentamente, es posible que usted no
tenga ningún síntoma. Los síntomas que pueden producirse primero incluyen:

 Sentirse débil o cansado más a menudo que de costumbre, o con el ejercicio

 Dolores de cabeza

 Problemas para concentrarse o pensar

 Irritabilidad 
 Pérdida de apetito

 Entumecimiento y hormigueo de las manos y pies

Si la anemia empeora, los síntomas pueden incluir:

 Color azul en la esclerótica de los ojos

 Uñas quebradizas

 Deseo de comer hielo u otras cosas no comestibles (síndrome de pica)


 Mareo al ponerse de pie

 Color de piel pálido

 Dificultad para respirar tras actividad leve o incluso en reposo


 Lengua adolorida o inflamada

 Úlceras bucales

 Sangrado menstrual anormal o más abundante en las mujeres

 Pérdida del deseo sexual en los hombres

La buena noticia es que la anemia más común es la que se produce por un déficit de hierro y
otros nutrientes esenciales en la dieta, que se puede corregir con facilidad o, mejor aún, se
puede prevenir. Hay que estar atentos para proporcionar al organismo un aporte suficiente de
hierro, especialmente durante el embarazo, en los niños y adolescentes durante las etapas de
fuerte crecimiento o en las personas mayores de 65 años.

 TRATAMIENTOS

El tratamiento de la anemia depende de la causa.

 Anemia ferropénica. El tratamiento de esta forma de anemia suele incluir la


ingesta de suplementos de hierro y cambios en la dieta.

Si la causa no diagnosticada de la deficiencia de hierro es una pérdida de sangre


(que no sea por menstruación), se debe localizar y detener la fuente de
sangrado. Esto podría incluir una cirugía.

 Anemia por deficiencia de vitaminas. El tratamiento de la deficiencia de


ácido fólico y B-12 incluye ingerir suplementos dietéticos y aumentar estos
nutrientes en la dieta.

Si el sistema digestivo tiene dificultades para absorber la vitamina B-12 a partir


de la comida ingerida, es posible que se necesiten inyecciones de B-12. Al
principio, es posible que se suministren las inyecciones cada dos días.
Anemia por enfermedad crónica. No existe un tratamiento específico para este
tipo de anemia. Los médicos se concentran en el tratamiento de la enfermedad
no diagnosticada. Si los síntomas se tornan graves, una inyección o transfusión
de eritropoyetina sintética (una hormona que normalmente producen los riñones)
puede ayudar a estimular la producción de glóbulos rojos y aliviar la fatiga.

 Anemia aplásica. El tratamiento de esta anemia puede incluir transfusiones


de sangre para aumentar los niveles de glóbulos rojos. Es posible que se
necesite un trasplante de médula ósea si esta está afectada y no produce
glóbulos sanguíneos sanos.

 Anemias asociadas con enfermedades de la médula ósea. El tratamiento


de estas diversas enfermedades puede incluir medicamentos, quimioterapia o
trasplante de médula ósea.

 Anemias hemolíticas. El tratamiento de anemias hemolíticas incluye evitar


medicamentos no recetados, tratar las infecciones relacionadas y tomar
medicamentos que deprimen el sistema inmunitario, el cual podría estar
atacando los glóbulos rojos.

 Anemia drepanocítica. El tratamiento de esta anemia puede incluir la


administración de oxígeno, analgésicos y líquidos orales e intravenosos para
reducir el dolor y evitar complicaciones. Los médicos también podrían
recomendar transfusiones de sangre, suplementos de ácido fólico y antibióticos.

 Talasemia. Esta anemia se puede tratar con transfusiones de sangre,


suplementos de ácido fólico, medicamentos, extracción del bazo (esplenectomía)
o un trasplante de células madres de médula ósea o sangre.

 EXAMENES AUXILIARES

Análisis de sangre para detectar anemia: Para diagnosticar la anemia es necesario


realizar un examen de sangre para evaluar la cantidad de glóbulos rojos y de hemoglobina,
siendo normalmente un indicador de anemia cuando los valores de hemoglobina están por
debajo de 12 g/dL en el caso de las mujeres y 14 g/dL en los hombres.

Valores que confirman anemia:


El  diagnóstico de anemia se hace cuando los valores de
hemoglobina en la hematología  son:
 En los hombres:  inferior a 14  g/dL  de sangre;
 En las mujeres:  inferior a 12 g/dL de sangre;

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