Tema de Proyectos disciplinares de la Geografía – Parte II
clase Ubicación en Unidad IV: Tradición y cambio en la Geografía Argentina. el programa a. La institucionalización de la Geografía en la Argentina. Los “orígenes nacionales” de la Geografía Argentina. Nacionalismo y Geografía. La Geografía en las universidades nacionales, en sociedades y en las academias. b. La mirada sobre el espacio argentino en el Siglo XX: Fisiografía, Estadísticas y Geografía Regional. Perspectivas espaciales e intervención sobre el territorio: desarrollismo e integridad territorial. Producción editorial: textos para la enseñanza escolar, enciclopedias, diccionarios geográficos y geografías populares de circulación masiva. Bibliografía *BENEDETTI, Alejandro. Los usos de la categoría región en el pensamiento geográfico argentino. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 15 de marzo de 2009, Vol. XIII, n° 286 <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-286.htm> *QUINTERO PALACIOS, Silvina. Geografías Regionales en la Argentina. Imagen y valorización del territorio durante la primera mitad del siglo XX. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Universidad de Barcelona. Volumen VI, nº 127, 15 de Octubre de 2002. < http://www.ub.es/geocrit/sn/sn- 127.htm Contenidos Parte II – Región y Regionalismo En clases pasadas pudimos ver que la búsqueda de un objeto propio sobre el cual basar la cientificidad de la Geografía se da en el marco de GAEA y a través de la discusión en torno las regiones naturales y las regiones geográficas. Los textos que llevamos a la clase nos permitieron acceder al regionalismo propuesto para argentina. Ya no la región como una categoría dada, sino que intentamos desarmar la construcción de la categoría que realizaron una serie de agentes imbricados en un proceso histórico. Las geografías regionales elaboradas en Argentina propusieron ordenar en clave territorial las asimetrías que atravesaban la sociedad argentina y ofrecer un relato integral del país. Se forjó, de esta manera, una división regional que se convirtió en esquema canónico de interpretación del territorio argentino en el sistema escolar. Cada una de las siete regiones clásicas -que, como piezas encastradas, daban la unidad de la nación- explicó una singularidad que tributaba a una identidad más trascendente, la nacional. Entre 1890 y 1920 se hace efectivo el control militar y político sobre la gran extensión territorial, se estabilizan las fronteras y se produce un gran crecimiento económico derivado de la inserción de Argentina como país agroexportador en el espacio económico mundial. La incorporación conceptual y simbólica de estos espacios se realiza apelando a criterios de distinción espacial que darían posteriormente densidad a la categoría de región. Entre esos años el tópico regional circulaba con contenidos heterogéneos y en variados contextos: en la literatura, el debate parlamentario y la historiografía; mencionamos que posteriormente el cine contribuiría en esta difusión de imágenes regionales. En este sentido, para analizar cómo "lo regional" fue una preocupación en distintos espacios de producción intelectual conviene recordar que la aparición de una literatura regional o regionalista durante este período ha sido interpretada como parte de las reacciones de grupos dirigentes frente a la politización del proletariado. Participa de un movimiento de romantización de lo tradicional y lo nativo frente a la anterior idealización de la inmigración europea. En la demarcación de la zona literaria se observa una fuerte asociación entre "lo regional" y "lo rural" y "las provincias del interior". Entre los autores que han transitado por esa literatura se cuentan: Joaquín V. González, Roberto J. Payró, Ricardo Rojas, Benito Lynch y Martiano Leguizamón. Hasta la década de 1920, los programas de geografía no recurrían a ningún concepto de región para proponer imágenes sobre las diferencias internas del territorio argentino. Como excepción, en 1874, durante la presidencia de Sarmiento, la unidad "aspecto físico del país" aparece asociado al término región. El programa enumera La Pampa, El bosque, y La cordillera. Prieto reconoce un canon descriptivo que extrapoló a suelo argentino las imágenes que Humboldt elaboró para pintar otros paisajes americanos. El análisis de Prieto ha mostrado que estas imágenes se retroalimentaron a sí mismas en una red textual que conectó la literatura de viajes de principios del siglo XIX con las principales obras del liberalismo romántico rioplatense. La presencia de estas tres categorías remite a ese esquema de interpretación: llanura, bosque y cordillera eran las figuras paisajísticas que componían una de las más influyentes visiones de la época sobre la geografía argentina, contenida en la presentación escenográfica con la que Sarmiento inició su Facundo. Cómo tuvimos oportunidad de ver en el anterior TP, a partir de 1926, GAEA se convirtió en el referente más importante de la Geografía Argentina, pudiendo así imponer sus puntos de vista en los planes de estudio para la enseñanza a partir de las reformas educativas. En la gestión del Ministro de Justicia e Instrucción Pública del Gobierno de Alvear, Antonio Sagarna, se realizaron importantes reformas en los planes de estudios de enseñanza, en las cuales participaron miembros de GAEA. De esta manera, se introduce el primer concepto sistemático de región en los programas de geografía. La "región natural" de orientación fisiográfica es la que se propone para el estudio. La misma combinaba factores geológicos y climáticos y subdividía el territorio en U naturales, ajena a límites políticos y sin conexión causal con la geografía humana. Incorpora un aspecto que va a mantenerse en otras regionalizaciones posteriores: un mosaico con límites precisos que cubren la totalidad del país. La región se convirtió en el principio fundamental para la división global del territorio argentino, en ese momento de la geografía física. En la década del ´50 es cuando se consolida la versión esencialista de las regiones geográficas propuestas por Daus. Se produce un desplazamiento teórico en el cual la noción de región debe servir como división para comprender la Geografía Humana. Las regiones geográficas se montan sobre las regiones naturales de raigambre fisiográfica que tenían por base al relieve. Se construye una moral regional que detenta cierta individualidad, basada en razonamientos espiritualistas. Con estas premisas, la geografía va a incorporar el aspecto humano a través de los límites determinables de la región que funciona como unidad de análisis de las particularidades y diferencias. Estos relatos fueron capaces de asignar a cada segmento un lugar dentro de la configuración social y territorial del país. Esto se hizo eliminando del análisis otras posibles divisiones o formas jurídicas territoriales y con la ausencia de factores sociales y políticos. Comentamos brevemente que este esquema de interpretación comienza a ser cuestionado, incluso tomando la categoría de región como concepto principal para analizar el espacio nacional. Nos referimos a cuestionamientos marginales dentro de la academia, pero que es probable que hayan sido los cimientos para posteriores formas de abordaje. Es en los años ´60 cuando se origina una línea ecléctica de vocación regional, que incorpora procesos históricos y estructuras socio económicas en la explicación. Esta línea se desarrollará principalmente en torno de la figura de Elena Chiozza y en el ámbito editorial del Centro Editor de América Latina a través de sus obras de divulgación que tuvieron influencia sobre futuros profesionales: Mi país, tu país, El país de los argentinos y el Atlas Total. Estas obras generaron formas de interpretación alternativas al pensamiento tradicional.