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La Filosofía y los adolescentes del México de hoy

Carlos Jaime Méndez Fraustro


Universidad de Guadalajara
Introducción
Como preámbulo quisiera destacar que el presente trabajo es
producto de lecturas y reflexiones generadas a través del
ejercicio docente y del diálogo contante con los estudiantes
de la carrera de filosofía en la Universidad de Guadalajara,
en los últimos años.
Quisiera comenzar afirmando que en la actualidad estamos
inmersos en un mundo convulso y lleno de incertidumbres. Ante
ello, pareciera que no tenemos las claves para comprenderlo
en toda su complejidad, situación que puede propiciar el
quedarnos atrapados en la inmediatez del aquí y el ahora.
Pero, tratando de superar la parálisis de la inmediatez, la
filosofía, como praxis humana, es una expresión reflexiva que
puede producir la dilucidación crítica de los problemas de la
realidad contemporánea y su posible transformación mediante
la acción social.
Esta ponencia trata de esclarecer dos preguntas: ¿Cuál es la
condición y problemática del adolescente contemporáneo? 1 y la
segunda, ¿Por qué es necesaria la filosofía en la formación
del adolescente? 2
Vivimos en una sociedad dominada por intereses de orden
económico, que se empeñan por hacer prevalecer el pensamiento
encaminado a lo utilitario, a lo técnico, a lo efímero, a lo
banal, en detrimento del pensamiento reflexivo y crítico que
enarbole los más altos valores humanos.
Los fines educativos debieran encaminarse a suscitar en los
adolescentes una mejor comprensión del mundo que les rodea y,
1
. Y digo precisamente reflexiones porque parten de mi personal actividad
como docente de filosofía en el nivel medio superior en la Universidad de
Guadalajara.
2
. El tema se centra en adolescentes que cursan materias relacionadas con
la filosofía en el nivel medio superior. Se trata de estudiantes que
están entre los 16 a los 18 años.
por ende, promover un pensamiento racional que les permita
distinguir lo relevante de lo accesorio.
Y esta actitud suscitadora sólo puede lograrse a través de un
acercamiento a la filosofía porque es a través de ella que el
adolescente puede autoafirmarse como sujeto y reconocerse
como ciudadano en un mundo complejo como el que le ha tocado
vivir.
Se trata, desde mi óptica personal de favorecer su maduración
intelectual, de incentivar su deliberación ética y racional,
porque quizá sea en el nivel medio superior la única
oportunidad, en su vida, de tener un contacto con la
filosofía.
¿Cuál es el propósito de los cursos de filosofía en el
bachillerato?
La idea es que a partir de ese primer acercamiento adquiera
las claves que le permitan cuestionar, razonar y decidir
sobre la manera de conducirse como individuo y como
ciudadano, deliberando en todo momento sobre la
responsabilidad y consecuencia de sus actos.
Más allá de las diferencias que puedan existir entre los
adolescentes de distintos estratos socioeconómicos y de las
diversas regiones del país, se puede afirmar que hay un
elemento común que los caracteriza: la urgente necesidad de
autoafirmación como persona y la comprensión de su papel como
miembro de una sociedad.
Los adolescentes de hoy, su problemática
Una constante de la adolescencia humana es el cambio radical,
caracterizado por formidables variaciones físicas y
emocionales; es una etapa en la que se definen los rasgos
esenciales de su personalidad y donde se edifican los
cimientos de su independencia, a la vez que se robustece su
autoafirmación como ser humano.
Más allá de que al adolescente se le catalogue como inseguro,
errático, rebelde, inconforme e inquieto, un rasgo que lo
identifica es su deseo inequívoco de ser independiente. No
obstante que su afán de libertad entre en un conflicto
permanente con la autoridad.

2
Como lo señala la (UNESCO, 2011: 66) El adolescente,
individuo que se cuestiona sin querer, que se opone para
afirmarse y autoasegurarse, para apagar el incendio de su
cuestionamiento”.
Los ambientes de aprendizaje han cambiado drásticamente en
las últimas décadas. Al adolescente de hoy le ha tocado vivir
en un mundo radicalmente diferente al de sus padres, un mundo
donde se han producido cambios vertiginosos en la tecnología
y el acceso a la información propios de una sociedad
globalizada.
Los problemas que viven los adolescentes mexicanos están
relacionados con la situación del país. México vive una época
de incertidumbre, de profunda crisis socioeconómica y de
valores éticos trastocados. Varias son las causas:
corrupción, impunidad, pobreza, inequidad, falta de empleo,
violencia, entre otras, y los problemas derivados de esta
situación repercuten en las maneras de ser y de pensar de los
adolescentes de hoy.
Los principales a los que se enfrentan problemas son los
siguientes:
Problemas emocionales: entre los que destacan la ansiedad y
la depresión.
Problemas de conducta: para los adolescentes es importante la
libertad, pero sus actos entran en conflicto con las reglas
establecidas por los adultos.
Problemas de violencia: tanto en la familia, en la escuela y
en las redes sociales.
Problemas sexuales: relacionados con el conocimiento de su
cuerpo y de cómo viven y ejercitan su sexualidad.
Problemas de alimentación y los relacionados con drogas.
Problemas de comunicación con los padres de familia.
Problemas de abandono escolar.
Una característica de los adolescentes es que viven un
periodo crucial de cambios fisiológicos y psicológicos que
perfilan la construcción de su personalidad; por ello,
necesitan claves verosímiles que les permitan ir moldeando su

3
propia identidad, su propia cosmovisión, pues debaten sus
certezas ante las opiniones variopintas que provienen de su
ámbito familiar, de las comunidades donde interactúan y de
las redes sociales de las cuales son usuarios cautivos, donde
impera, sobre todo, el ruido y la desinformación.
Una buena parte del origen de su inconformidad son las
rígidas pautas del mundo adulto, tanto familiar, político y
escolar, que entran en contradicción con su deseo irrestricto
de libertad e independencia.
Una manera de resolver la problemática sería mediante una
transformación radical del país, no obstante, una sociedad
así no se vislumbra, al menos en el corto y mediano plazos.
Otra vía, estaría enfocada a señalar que más y mejor
educación sería la opción más viable.
No obstante, la educación no es capaz, por sí misma, orientar
el sentido de una sociedad democrática a la que la mayoría de
la población aspira, aunque puede ser un vehículo fundamental
para formar a los estudiantes en dos direcciones: como
individuos críticos y como ciudadanos responsables.
Los adolescentes y la filosofía
En esta línea de argumentación, pareciera que la educación
filosófica, a través de la orientación hacia un saber radical
y reflexivo, constituye un conjunto articulado de nociones y
problemas tan abstracto que los adolescentes no están
preparados para pensarla. Pero es precisamente a través de la
filosofía que el adolescente podría orientarse en la
formulación de las preguntas genuinas del ser humano, que
partan de su propia experiencia. O como se planea (Sané,
2011: xi), “más allá de un saber, se trata de un «saber
ser»”.
Una pregunta interesante es ¿Cómo hacer que los adolescentes
se acerquen a la filosofía?
Porque la filosofía podría parecer un saber alejado de los
problemas del mundo, un saber tan exquisito y exclusivo para
unos cuantos expertos que han cultivado su conocimiento en
años y años de destilación.

4
¿Cómo hacer entonces que la filosofía se acerque a los
adolescentes?
La filosofía permite a los adolescentes que se inician en su
estudio ir más allá de sus propias coordenadas, de sus
propios marcos de interpretación y como lo señala (García,
2012: 17):
El filósofo se ocupa de la realidad. El regreso a las cosas
mismas fue el grito de guerra de la fenomenología que
irrumpió con fuerza en el panorama filosófico a la vez que se
iniciaba el pasado siglo. Y no hay movimiento filosófico que
reniegue de semejante consigna. El aprendiz de filósofo debe
darse cuenta de que la filosofía es más que su historia, su
auténtico asunto son los problemas planteados por las cosas,
no los textos ya escritos. No obstante, como en cualquier
otro saber, el filósofo utiliza para llegar a la realidad el
trabajo previo condensado en las grandes obras del
pensamiento.

¿Hasta qué punto es necesario que los docentes fomenten la


libertad de expresión y de pensamiento de los estudiantes
adolescentes?
Los adolescentes por naturaleza son rebeldes y críticos. Pero
en ocasiones estos atributos no están acompañados de un buen
juicio fundado en la libertad y la autonomía. No obstante “Un
ciudadano obediente será un buen ciudadano, pero también
puede transformarse en un ciudadano manipulable, capaz sw
adherirse, en un momento dado, a otras ideologías a las que
formaron parte de su educación” UNESO, 2011:48”.
Hoy más que nunca se hace imprescindible que los jóvenes del
país se interesen por las problemáticas relacionadas con la
filosofía con el fin de erradicar el dogmatismo, la
memorización y la mala fe.
Esto puede hacerse de manera transversal en las distintas
asignaturas o de manera interdisciplinaria, como, por
ejemplo: mediante una reflexión estética en los cursos de
dibujo, artes plásticas, música y teatro, una reflexión ética
en los cursos de educación cívica, una reflexión
epistemológica en los cursos de ciencias o de lenguas, etc.
(UNESCO, 2011: 17).

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Para lograr que la filosofía se instale en la mente de los
adolescentes, se requiere formar docentes que motiven a los
estudiantes a reflexionar, argumentar y actuar moralmente, y
demanda tres capacidades fundamentales: vocación para
enseñar, conocimiento pleno de los contenidos de la materia,
además de los métodos y técnicas de enseñanza y, por último,
habilidad para concretar, a través de la planificación
didáctica, una manera de pensar la filosofía que se vincule
críticamente con las experiencias de los estudiantes y con el
entorno social.
No obstante, una de las problemáticas a las que se enfrentan
los docentes que laboran en el nivel medio superior, ya sea
en escuelas particulares o de la propia universidad, es que
los programas y los libros de texto están elaborados para
toda la institución. Y en este sentido el docente no puede
modificar los programas, convirtiéndose en un ejecutor de los
contenidos establecidos.
El diálogo3 permite a los adolescentes desarrollar la escucha
del otro y animarse a postular sus propias certezas a partir
de convertirse en un interlocutor válido al asumir una
actitud hacia los argumentos.
El primer desafío concierne al desarrollo de la reflexión, de
un espíritu crítico y de la capacidad de pensar por uno mismo
en el niño y en el adolescente. Claro está que esa calidad
puede adquirirse mediante el ejercicio racional del enfoque
científico y el rigor de la búsqueda de la prueba. Pero
cuando se trata de cuestiones existenciales –éticas,
políticas, estéticas, ontológicas o metafísicas– que la
ciencia no puede resolver por sí sola, pensar por uno mismo
presupone una actitud reflexiva que problematiza,
conceptualiza y argumenta de manera racional: en eso consiste
el aprendizaje de la filosofía (UNESCO, 2011: 15).

Para cumplir con los fines educativos, la enseñanza de la


filosofía es fundamental. Por ello, es necesario apuntalar en las
facultades de filosofía del país el desarrollo de egresados que

3
. Al respecto, (Bateson, 1991) señala que “Un metálogo es una
conversación sobre algún eje problemático”. En la primera parte de su
libro, expone la manera de reflexionar sobre diversos temas con su hija
de 12 años.

6
desarrollen las competencias didácticas en la enseñanza y el
aprendizaje de la filosofía, a través de programas de vinculación
con escuelas secundarias y del nivel medio superior, donde se
realicen actividades que tiendan a interesar a los adolescentes a
través de talleres, prácticas de observación, seminarios, entre
otras actividades.

Conclusiones
Por último, quisiera destacar que los adolescentes, al tener
tantas preguntas por responder, necesitan acercarse a la
reflexión filosófica para llegar a buen puerto.
Es necesario destacar la importancia de la enseñanza de la
filosofía para las nuevas generaciones, porque se funda en lo
que han señalado un grupo de maestros, investigadores y
eméritos mexicanos:
Nuestro país requiere de una educación basada en la reflexión
sobre los actos y normas morales (que solo proporciona la
ética), en la organización consciente de nuestros pensamientos
y la coherencia de nuestras argumentaciones (lógica), en el
cultivo de nuestras formas de sensibilidad y enjuiciamiento
mostradas en las artes y la literatura (estética) y en el
cultivo del diálogo y el respeto a las razones del otro (que
es uno de los cometidos de la introducción a la Filosofía). La
filosofía permite que se tenga una mejor comprensión cultural
de la nación en la que se forma parte4.

Agregaría una razón más para ello: hay que evitar que los
adolescentes sean atrapados y adormecidos por magos o hechiceros
de la palabra de cualquier secta o credo, ya sea seudocientífico,
seudofilosófico o seudoreligiosos.

¿Estamos acaso asistiendo al funeral de la filosofía?

Platea (Apel, 1985:12) que ante la “transformación de la


filosofía” para muchos jóvenes se está asistiendo a la muerte de
la filosofía, o al menos a la “decadencia de la filosofía”. Pero
más allá de estas aseveraciones, por demás preocupantes, algunos
autores posmodernos señalan que estamos asistiendo a lo que
denominan “el fin de los grandes proyectos”, que (Fisher, 1996:11)
lo describe con estas palabras:

4
. En defensa de la filosofía y las humanidades. Carta dirigida al
Licenciado Felipe Calderón Hinojosa por un grupo de profesores,
investigadores y premios eméritos firmantes. Ciudad de México el 18 de
agosto de 2011.

7
En las postrimerías del siglo XX se advierte el final de los
grandes proyectos en muchos dominios de la ciencia: proyectos
consolidados se desmoronan junto con sus pretensiones de
conocimiento objetivo, de explicaciones racionales que
trascienden el tiempo y el espacio, de control y planificación
de procesos sociales y de interpretaciones globales.

Después de esto quisiera decir: Larga vida a la filosofía, a


pesar de estas tremendas premoniciones.
Afortunadamente hay muchos adolescentes que comienzan a
sentir amor por la filosofía.
Reitero mi agradecimiento a los presentes. ¡muchas gracias
por su atención!
Referencias
Apel, Karl-Otto. (1995). La transformación de la filosofía.
Análisis del lenguaje. Tomo I. Madrid: Taurus.
Bateson, Gregory. (1991). Pasos hacia una ecología de la
mente. Una aproximación revolucionaria a la
autocomprensión del hombre. Buenos Aires: Lohlé/Lumen.
En defensa de la filosofía y las humanidades. Carta dirigida
al Licenciado Felipe Calderón Hinojosa por un grupo de
maestros, investigadores y premios eméritos firmantes.
Ciudad de México el 18 de agosto de 2011.
Fischer, A. (1966). Sobre el final de los grandes proyectos.
En Fisher, H.R; Retzer, A. y Sweitzer, J. El final de los
grandes proyectos. Barcelona: Gedisa.
García Norro, Juan José. (2012). Convirtiéndose en filósofo.
Estudiar filosofía en el siglo XXI. Madrid: Ed. Síntesis.
UNESCO. (2011). La filosofía. Una escuela de la libertad.
México, Unesco.

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