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Bibliografía de referencia
importancia. Otros disculparíamos a los varones que tienen ella se queja ineficazmente y el rápidamente se “inmuniza” no
esas actitudes, porque aunque no sean correctas son trazas del escuchando. A veces, la mujer percibe que algo anda mal en el vínculo
machismo “que uno no puede sacarse de encima de repente”. Si y él lo niega. Al no poder clarificar la causa (que es generalmente
somos bastante autocríticos, puede ser que tengamos un cierto el deterioro vincular derivado de la falta de igualdad relacional a
cargo de conciencia al vernos reflejados, aunque inmediatamente la que los mM contribuyen), ella, por mandato de género tiende a
podríamos decir que no permiten ver las cosas buenas que sí autoculparse y él, que no se reconoce como micromachista, queda
hacemos los varones. Si fuéramos conservadores, probablemente ubicado como inocente no responsable de la situación.
ni tomáramos en cuenta la propuesta de reflexionar sobre lo
que los varones hacen, ya hartos de los cuestionamientos de las - Una convivencia no dialogante ni colaborativa, o una
mujeres a nuestro modo de ser. “guerra fría” con transformación de la pareja en un lugar donde
Pero, si fuéramos mujeres nuestra respuesta sería diferente. la mujer no puede relajarse y con un empobrecimiento variable
Seguramente pensaríamos: “la verdad que esas actitudes las de la relación, creándose el terreno favorable para otros abusos
sufrimos todos los días, pero ¡qué vamos a hacer!”. Quizás o para la ruptura de la relación.
no tendríamos claro porque él se comporta así, pero si fuera
nuestra pareja lo llevaríamos mal y, algo le reprocharíamos.
Pero también nos reprocharíamos culpabilizándonos luego Micromachismos y cambio. Los mM atentan en diversos
de preguntarnos ¿si es tan buen hombre, por qué quejarse o grados, contra la libertad, autonomía y capacidad de elegir de
enojarse? Y nuestras relaciones cercanas ¿Qué dirían si nos la mujer. Hoy día esto es difícil de justificar. Por ello los varones
quejamos de lo que ellos hacen? Seguramente nos reprocharían deberían (deberíamos) esforzarse por reconocer y modificar estos
a nosotras nuestra actitud reactiva y no el comportamiento comportamientos y las mujeres conocerlos, y conocer sus efectos
de ellos: “¡no sé por qué te enojas por esta tontería”!, o “¡no para resistirse a ellos y desenmascarar a quienes los ejercen. La
sabes el hombre que tienes al lado, te lo envidio, no sé de qué puesta en evidencia de estos comportamientos y la percepción
te quejas!”. Entonces seguramente nos cuestionaríamos más de los daños que producen, puede contribuir de modo efectivo a
aún: ¿Cómo es posible, si esas actitudes son definidas por casi generar cambios en las mujeres y en sus sintomatologías efectos
tod@s (y por mí misma) como “pequeñeces”, nos irriten tanto de los mM, así como a generar aumento de la responsabilización de
–a mí como a otras mujeres–, afecten nuestra tranquilidad, nos los varones por el ejercicio y daño de sus actitudes en lo cotidiano.
sobrecarguen tanto, nos hagan sentir ninguneadas o impotentes La experiencia de mujeres que han podido visualizar y
para cambiar la situación, nos lleven a aislarnos de nuestra comprender las manipulaciones micromachistas muestra que
pareja o nos depriman? ¿Seremos las mujeres muy sensibles, ellas están en mejores condiciones de:
exigentes, poco compresivas, irritables, no conformes con nada,
resentidas, perfeccionistas, muy feministas, o poco agradecidas - conocer las trampas sutiles masculinas para conservar
con los varones buenos con quienes estamos en pareja? ¿O está oponerse al cambio femenino, retener poder de dominio,
pasando algo más, que no es responsabilidad femenina? ¿Los monopolizar el ejercicio de muchos derechos cotidianos, y
varones tendrán algo que ver en todo esto? encausar las cosas en su beneficio.
Las estrategias masculinas para mantenerse “por - reconocer el lenguaje de acción y manipulación –que no de
arriba” de las mujeres. Los ejemplos comentados, nos muestran palabras–, tan propio de los varones, y cuestionar la creencia tan
actitudes masculinas muy frecuentes en la cotidianeidad de arraigada que dice que la manipulación y la “mano izquierda” es
las parejas heterosexuales. Son comportamientos que realizan un arma fundamentalmente femenina.
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- Sobreesfuerzo psicofísico, con disminución de las reservas varones que han abandonado ya el machismo puro y duro de la
emocionales y de la energía para sí y para el desarrollo de los generación que los precedía, que se sienten igualitarios y que
intereses vitales. lo son en muchos aspectos de su vida, que no son dominantes,
pero que, como parte de lo que aún no han podido o querido
- Inhibición del poder personal, con un enlentecimiento del cambiar, logran que la mujer con quien están se someta a
desarrollo personal, limitación de su libertad y un aumento de las propuestas que él, por activa o por pasiva, impone a la
actitudes defensivas y de queja ineficaz. Una de las estrategias relación. Las mujeres podrán aceptar, soportar o rechazar
femeninas utilizadas para recuperar poder es la utilización dichas actitudes, evaluarlas como injustas o ignorarlas, pero
del recurso de la “mano izquierda” (que usan habitualmente no por ello están libres de ser afectadas, física o mentalmente,
quienes no se sienten legitimados para usar “la mano derecha”). aunque no se den cuenta en el momento.
Quienes han estudiado los mecanismos que usan quienes
- Inhibición de la lucidez mental (“tontificación”) con bloqueo tienen poder sobre las demás personas, nos han enseñado
o disminución de la valentía, la crítica, el pensamiento y la que uno de los más importantes para mantenerse en él y
acción eficaces, la protesta válida, y el proyecto vital. seguir imponiendo, es opacar, ocultar, hacer un pacto de
silencio entre poderosos y guardar en secreto los modos en
- Deterioro variable de la autoestima y de la autocredibilidad, que retienen ese poder, con todo lo que lo acompaña (prestigio,
con aumento de la desmoralización y la inseguridad, y aparición superioridad en las escala social, éxito, etc.). Esto es así tanto
de sentimientos de incompetencia, derrota, distancia emocional en las grandes corporaciones (el tema del dinero negro, por el
o impotencia. que se canalizan negocios e influencias es un ejemplo de ello),
como en las relaciones entre mujeres y varones. Si queremos
- Malestar difuso, irritabilidad crónica y un hartazgo “sin que las relaciones de poder se transformen en relaciones de
motivo” de la relación, de los cuales las mujeres se culpan, por paridad se hace imprescindible visibilizar esos mecanismos de
no percibir su origen. opacamiento, desenmascarar lo oculto, lograr transparencia
y develar los secretos que permiten mantener las jerarquías.
En la relación de pareja, el entramado de las estrategias Este artículo procurará contribuir a este objetivo, enfocándolo
micromachistas lleva a: al ámbito de las relaciones de pareja heterosexual.
Para este propósito nos serán de gran ayuda algunas
- Favorecer una relación asimétrica, no igualitaria, de las conclusiones a las que llegaron Maurice Godelier y
antidemocrática y disfuncional, donde la autonomía y desarrollo Pierre Bourdieu –dos prestigiosos sociólogos franceses–
del varón se realiza a costa de la mujer. luego de investigar en los 80 a dos pueblos “primitivos”, los
baruya en Oceanía y los bereberes en África. Intentando
- Encarrilar paulatinamente la relación en dirección a los entender diversos aspectos de la dominación masculina hacia
intereses del varón, ya que los mM provocan frecuentemente el las mujeres ellos han echado luz sobre cómo se ejerce en lo
“dejar hacer” femenino que permite que predominen los tipos de cotidiano tal dominación, así como sus efectos en las mujeres.
situaciones que el varón desea. Sus conclusiones son muy útiles para comprender lo que está
en juego en los ejemplos cotidianos con los que iniciamos este
- El etiquetar a la mujer como “la culpable” de las crisis y/o artículo, y que representan claramente modos masculinos
deterioro del vínculo, cuando ella desea un cambio y él se niega habituales y ocultos de situarse “por arriba” de las mujeres en
a moverse hacia la igualdad en el ejercicio de derechos, o cuando las relaciones de pareja.
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hábito masculino que no se percibe como tal, sino como el modo Los modos de dilatar la decisión de cambio, o simplemente
“normal” de ver –importante también esto para el tema de el diálogo, pueden ser variados pero suelen girar alrededor de
este artículo–. Esta mirada naturaliza y oculta la jerarquía de las siguientes frases: “Necesito tiempo”, “¡ya hablaremos!”, “¡ya
género, favorece no ver las necesidades de las mujeres (ya que veremos!”, “¡lo pensaré!”. Otro modo frecuente de hacerlo es a
a quien está “por debajo” se ve menos), y permite evadirse de la través de la negativa a acceder a una ayuda terapéutica para
responsabilidad por los efectos que sobre ellas tiene la propia el cambio, y si se lo hace, postergar frecuentemente la consulta
conducta dominante, atribuyendo esos efectos a la “naturaleza” antes de decidirse realmente a hacerla.
o a la “debilidad” de ellas. La posibilidad de transformación
de las jerarquías tiene como prerrequisito desnaturalizar lo De los otros varios mM de crisis se pueden nombrar también:
naturalizado, cuestionar la naturalidad masculina de ponerse
por arriba. También Bourdieu se suma a las ideas de Godelier 3) Aguantar el envite: comportamiento ante el reclamo femenino,
en cuanto a los ritos de iniciación, destacando su carácter de en el que el varón no se piensa mover de su posición, y aguanta
ritos de “institucionalización”, de acceso al “club” masculino al “lo que haya que aguantar” hasta que ella se canse.
que las mujeres no pueden entrar.
A pesar que los baruya y los berebere parecen muy alejados 4) Refugio en el estilo: maniobra muy eficaz de paralizar un
de nosotros, los varones actuales, progresistas, democráticos, reclamo apelando que no fue dicho de la “manera correcta”
igualitarios, no nos diferenciamos –como concluyen Godelier (según él y según lo que se espera socialmente de una “buena”
y Bourdieu–, demasiado de ellos en cuanto a nuestro modo de mujer): "¡si me lo pidieses de otra manera!", "¡no sabes más que
percibir desde arriba a las mujeres, mantener –en clave actual– chillar!", son alguna de las frases utilizadas.
los “secretos del poderoso” y monopolizar la utilización del código
para la autonomía y el poder.
Es cierto que el machismo puro y duro ya no se lleva. Ya La última categoría con la que nos encontramos es la de
no se puede tan fácilmente utilizar abiertamente el “código del los Mm coercitivos. Su característica particular es que en
poderoso”, sus claves y sus trucos secretos para facilitan el estar ellos el varón usa la fuerza moral, psíquica, económica o de la
por arriba, sin ser tachado de machista. Pero eso no implica propia personalidad –no la física– de un modo “directo”, para
que los varones renieguen totalmente de estar en esa posición intentar doblegar a la mujer, limitar su libertad, expoliar su
ni que dejen de naturalizar su posición de privilegio social. Los pensamiento, su tiempo o su espacio, y restringir su capacidad
comportamientos masculinos que tienen por objetivo la exclusión de decisión. Estos comportamientos intentan hacer sentir a la
de la mujer del terreno del poder y del derecho a la autonomía mujer con menos autonomía, sin la razón de su parte, sin tiempo,
no han desaparecido, sino que se han modificado para lograr espacio o libertad. Su efectividad se constata por la percepción
los mismos efectos. Al menos en el Occidente democrático ya femenina de la pérdida, ineficacia o falta de fuerza y capacidad
no se excluye explícitamente a las mujeres del reino de los que para defender los propios derechos, decisiones o razones, lo que
tienen derecho a ser persona y no objeto, sino que se lo hace provoca en ella un acrecentado sentimiento de derrota. Entre
de un modo sutil y oculto (incluso para los varones mismos) a ellos podemos nombrar a dos bastante frecuentes:
través de diferentes trucos secretos para mantenerse por arriba,
aprendidos –como los baruya– en el proceso de “hacerse hombre”. 1) Uso expansivo-abusivo del espacio físico y del tiempo
Aunque cueste reconocerlo, la mayoría de los varones no hemos para-sí. Este grupo de mM se apoya en la idea de que el espacio
abandonado totalmente los códigos de dominación y exclusión y el tiempo son elementos que los varones pueden utilizar
de las mujeres transmitidos de generación en generación, ni prioritariamente sin consultar como afecta a los demás este
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Estos mM son eficaces no solo para impedir que la mujer hemos cambiado totalmente el “natural” modo “desde arriba”
sea más autónoma o para evitar sentirse dependiente de ella, con el que se las percibe. ¿O acaso es muy diferente la actitud de
sino también para impedir los reclamos de ella respecto a la los hombres baruya con la música, al truco manipulativo de los
necesidad que él también modifique sus hábitos. directivos varones que utilizan las reuniones informales fuera
El varón, al sentir que pierde poder de dominio (y por del trabajo para las grandes decisiones empresariales, para
tanto seguridad), puede utilizar específicamente estos mM así excluir a las mujeres en puestos de decisión, ya que estas
u otros de otras categorías, aumentando su cantidad o su generalmente no pueden ir a dichas reuniones si tienen cargas
intensidad. Suelen utilizarse frecuentemente en una secuencia familiares? En esas reuniones, opacas para las mujeres, no solo
determinada, según la capacidad de resistencia de la mujer se toman decisiones sino que son parte activa de la creación de
frente a la presión masculina hacia el no cambio. Ejemplos de redes de intercambio e influencia imprescindibles para ascender
uno de los primeros y uno de los últimos utilizados en dicha en la jerarquía laboral. Ni tampoco son muy diferentes a los
secuencia son los dos siguientes: berebere y baruya los varones que tomamos como ejemplos al
principio del artículo. En la próxima sección nos ocuparemos de
1) Resistencia pasiva y distanciamiento. Ante mujeres develar lo oculto en sus comportamientos.
que están acrecentando su autonomía, estos mM son de gran Códigos, secretos, miradas, trucos masculinos para retener
efectividad. Su característica es utilizar diversas formas de poder, maquinarias de la dominación, mecanismos para
oposición pasiva y abandono con el fin de debilitar las fuerzas mantenerse por arriba de las mujeres, machismos sutiles y no solo
que la mujer está utilizando para realizar la experiencia de explícitos… en el pasado, pero también en el presente. Los varones
aumento de su autonomía. La frase: “tú sabrás que hacer”(con que nos sentimos igualitarios deberíamos hacer algo con todo esto,
tus tareas domésticas si vas a trabajar) es una buena síntesis de ya todos estos mecanismos son un muro que impide la igualdad,
estos comportamientos. al excluir a las mujeres de los recursos sociales y personales que
les debería permitir –como a nosotros–, legitimar la individuación
2) Darse tiempo. Este mM se realiza cuando en el momento y la validez del tiempo propio, afianzarse en ver las propias
de reacomodo del vínculo el varón percibe que la mujer ya no se percepciones como válidas, las propias ideas como apropiadas, los
deja manipular y exige inflexiblemente un cambio de su parte. propias comportamientos como adecuados, y los propios recursos
Ante dicha exigencia, él formalmente reconoce la validez de dicha como confiables. Y con ello, equivalentes en voz y voto en lo público
exigencia, pero postergando y alargando el tiempo de comienzo y en lo doméstico. Godelier y Bordieu nos han mostrado un camino:
de dicho cambio hasta que haya algo que lo obligue (en general, revelar los “secretos del poderoso” –transparentar lo oculto–, para
el hartazgo femenino o un ultimátum de separación). compartir con las mujeres el código de habilidades necesarias
Con esta maniobra se manipula el tiempo de la respuesta al para lograr la autonomía, y contribuir así a erradicar esas ocultas
pedido de cambio intentando dilatar la situación de injusticia maniobras masculinas para mantenerse en posición superior,
en la pareja. Es una claro ejercicio de imposición y dominio bloqueando la autonomía femenina.
en tanto obliga a la mujer a “aguantar” y a someterse a los A mí me ha parecido muy enriquecedor y autocuestionador
tiempos y deseos del varón, que es quien conserva el poder de este camino y por él me muevo hace tiempo, empujado por dos
decisión del momento de comenzar un cambio (o de reconocer situaciones. La primera, convivir en pareja con una mujer que
que no quiere o no puede hacerlo). Si la mujer no tiene claridad no me permitió nunca estar por arriba y que ha visibilizado
y firmeza en sus propuestas, con este comportamiento puede siempre mis maniobras de retención de poder, lo que me
sucumbir a ser ganada por cansancio, reestableciéndose el obligó a tener que ir reconociendo, no sin contradicciones, mis
statu quo. resistencias no reconocidas a lo igualitario. La otra, trabajar en
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psicoterapia con mujeres, y descubrir los daños a la autonomía no planchar, exponer el argumento de que dejar la ropa bien
femenina que provocan los “pequeños” comportamientos planchada es muy difícil, ocultando que no le gusta hacerlo.
cotidianos de dominio de los modernos baruyas y bereberes que
son (somos) muchos de los “nuevos” varones, los progresistas -Minusvaloración de los propios errores: A través de esta
que ya se sienten igualitarios. En mi tarea de psicoterapeuta manipulación masculina, los propios errores, descuidos,
he podido ir comprobando con el tiempo cómo las mujeres, al desintereses, abusos de derechos y equivocaciones son
reconocer las pequeñas y continuas actitudes masculinas de poco tenidos en cuenta por el mismo varón, y cuando lo son,
dominio cotidiano, quedan menos atrapadas en ellas y con más se perciben como banales y son fácilmente disculpados.
posibilidades de reclamo y acción frente al varón que las realiza, Inversamente, se está poco dispuesto a aceptar los errores de la
y cómo el desenmascaramiento, deshabituación y erradicación mujer, tachándola frecuentemente de inadecuada o exagerada
de dichos comportamientos por parte de los varones, junto al en sus preocupaciones por las cosas, los vínculos y las personas.
distanciamiento de la posición desde la que se ejercen, es un
factor clave para el logro de una relación democrática y saludable -Delegar responsabilidad por propios errores. Este mM tan
entre mujeres y varones en lo cotidiano. frecuente se puede resumir en la frase "¿dónde pusiste…?" En
Quiero aclarar que al hablar del dominio, me refiero al poder realidad él no sabe dónde están sus cosas, pero es más fácil decir
de dominio que es la capacidad de control y dominio sobre la que la responsable es ella.
vida o los hechos de otras personas. Es un poder impositivo que Otros mM encubiertos en los que me extenderé son los
se ejerce de modo visible u ocultamente sobre o contra l@s otr@s. engaños y mentiras (en la que muchos varones son expertos),
En las relaciones de pareja, y desde hace siglos, este poder el paternalismo, el abuso de confianza o las desautorizaciones
se adjudica a los varones y no a las mujeres y su ejercicio encubiertas.
determina prácticas abusivas sobre la individualidad femenina
y permite además a los varones monopolizar el llamado poder de
microdefinición que consiste en la capacidad y habilidad de una De la defensa del statu quo a las coacciones. La tercera
persona en imponer sus propios intereses, creencias y percepciones. categoría de mM es la de los mM de crisis que se utilizan en
El poder de dominio es diferente al poder de actuación y períodos en los que el estable disbalance de poder en las relaciones
autoafirmativo, que es la capacidad de hacer y transformar, de pareja entra en crisis y se desequilibra en dirección a una
es la fuerza personal de existir, decidir y autoafirmarse, es el mayor igualdad, tanto debido a un aumento de la autonomía
poder para ser y hacer. Sirve para disponer de uno mism@, femenina, como por una disminución de la sensación de control
ejercer la autonomía, evitar ser esclav@s de otr@s, y decir “yo” y dominio del varón debido, por ejemplo, a razones de pérdida
y “no”. Permite la colaboración con otr@s, o ejercer la autoridad laboral o de limitación física. Generalmente estas situaciones
delegada democráticamente. Quienes lo ejercen deben tener de cambio se acompañan de reclamos por parte de la mujer de
una legitimidad social que los autorice (y esta legitimidad solo mayor igualdad en la relación.
la han obtenido hasta hace muy poco los hombres). El empleo de estos comportamientos tiene por objetivo evitar
Existe otro poder, el poder heteroafirmativo –diferente al el cambio de statu quo, retener o recuperar poder de dominio,
autoafirmativo–, que es la capacidad de cuidado y dedicación eludir el propio cambio o sosegar los propios temores a sentirse
a otr@s, necesaria para que las personas cuidadas crezcan, se impotente, inferiorizado, subordinado o abandonado (que, son
afirmen y sean autónomas. Está legitimado para las mujeres en algunos de los típicos temores con los que los varones, desde
nuestra cultura, y no para los hombres, quienes deben rebelarse la socialización genérica, suelen reaccionar ante las relaciones
al modelo de masculinidad tradicional para ejercerlo. igualitarias con las mujeres).
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siente culpable ni responsable de lo sucedido, proclamando su Retomando el objetivo de este artículo –desenmascarar los
eterna inocencia. ocultos comportamientos de dominio de los hombres a los que
ya no se define como machistas–, quiero comenzar por poner a
b) Autoindulgencia y autojustificación: son otras formas estos comportamientos un nombre que los identifique. Diversos
de inocentización por las que el varón presenta excusas y autor@s estudios@s de la vida cotidiana (Miller, Bourdieu, Glick,
autoexcusas frente a la no realización de tareas o actividades Castañeda, etc.) han llamado a los “pequeños” comportamientos
que hacen al compartir en un vínculo respetuoso e igualitario. masculinos para estar por arriba de las mujeres: pequeñas
Con ellas intentan “quedar bien” y ocultar su falta de interés o tiranías, terrorismo íntimo, violencia “blanda”, “suave” o de
dificultad para manejarse en relaciones no impositivas. Muchas “muy baja intensidad”, tretas de la dominación, machismo
de estas maniobras sirven de apoyo al escaqueo, previamente invisible o sexismo benévolo. Desde 1990, yo los he denominado
nombrado. Son maniobras que intentan bloquear y anular “micromachismos” (en adelante mM). Y así lo hice, porque si
justos reclamos femeninos ante acciones o inacciones del definimos al machismo como la ideología y las prácticas de la
varón que la desfavorecen. Hacen callar imponiendo el criterio superioridad masculina, estamos hablando de él pero en sus
masculino, pero apelando a “otras razones”, y eludiendo la formas “micro” –asociado al término micropoderes del sociólogo
responsabilidad por lo que se hace o deja de hacer. Entre este francés Foucault–, por lo casi imperceptibles, especialmente
grupo de mM se destacan: invisibles y ocultos para las mujeres que los padecen y que
boicotean su creciente autonomía en el mundo actual. Si bien
-Echar balones fuera: este universal comportamiento estos comportamientos se pueden descubrir en diversos ámbitos
masculino en el que se utiliza el mecanismo psicológico de de la relación entre mujeres y varones, en las siguientes líneas
la proyección sirve para diluir la propia responsabilidad en me ocuparé de aquellos que se producen en el espacio de la
momentos en que se es reclamado por algo no hecho, o hecho pareja heterosexual con hij@s.
mal: “no me lo dijiste”, “es tu culpa”, o “si, pero” son algunas Los mM son “pequeños” y cotidianos ejercicios del poder de
frases frecuentes con los que se expresa este mM dominio, comportamientos “suaves” o de “bajísima intensidad”
con las mujeres. Formas y modos, larvados y negados, de abuso
-Hacerse el tonto (y el bueno): en este mM el varón elude e imposición de las propias “razones”, en la vida cotidiana, que
responsabilizarse por sus actitudes injustas, su desinterés en permiten hacer lo que se quiere e impiden que ellas puedan
el cambio o el no tener en cuenta a la mujer, apelando a diversas hacerlo de igual modo. Son hábiles artes, comportamientos
razones que según él, son inmodificables o que no suponen sutiles o insidiosos, reiterativos y casi invisibles que los varones
maldad. Entre estas maniobras evasivas se encuentran el ejecutan permanentemente quizás no tanto para sojuzgar sino
aludir a las obligaciones laborales (“No tengo tiempo para para oponerse al cambio femenino.
ocuparme”), la buena intención, la torpeza, la parálisis de la Ahora que la “grandes” machismos y dominaciones masculinas
voluntad u otros defectos personales (“no sirvo para eso”, “no se aceptan cada vez menos, probablemente sean las armas,
puedo controlarme”, “es imposible para mí”, “me olvidé pero no trucos, tretas y trampas más frecuentes que los varones utilizan
tuve mala intención”). actualmente para obstaculizar la rebeldía femenina al rol social
asignado y encasillarlas en él. Son los “pequeños” machismos que
-Impericias selectivas: con este tipo de mM se busca evitar pese a ello, producen poderosos efectos en las mujeres.
responsabilidades (e imponérselas a la mujer) a partir de Todos los mM son comportamientos manipulativos que
declararse inexperto para determinadas tareas (de la casa ocupan una parte importante del repertorio de comportamientos
o del cuidado de la familia). Por ejemplo, es frecuente, para masculinos “normales” hacia las mujeres.
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Se ejercen intentando mantener y conservar las mayores poco que brinda el varón –ya que habitualmente lo escaso
ventajas, comodidades y derechos que lo social adjudica a los suele vivirse como valioso–. A veces pueden tomar la forma
varones, socavando la autonomía personal y la libertad de de conducta al acecho (no toma la iniciativa en alguna
pensamiento y comportamiento femeninos. Por eso, desde una responsabilidad familiar, espera y luego critica. “Yo lo hubiera
posición de lucha contra la desigualdad de género, hay que hecho mejor”).
contribuir para que los mM sean erradicados del repertorio
de actitudes masculinas. Ponerlos en evidencia, nombrarlos, 2) Seudonegociación: se trata aquí del falseamiento de
deslegitimarlos, y cuestionar la posición desde arriba que la comunicación: el varón está dispuesto a hablar para
origina su ejercicio, son buenos primeros pasos en este camino. aparentemente negociar la resolución de alguna situación, pero
Machismo puro y duro y micromachismos se basan ambos en en realidad no está dispuesto a moverse de su posición, o a lo
una creencia masculina procedente del modelo de masculinidad sumo se digna a “hacer concesiones”. Como actualmente no es
tradicional con el que se socializa a los varones. Esta creencia políticamente correcto ser inflexible, se cubren las apariencias,
es la que supone que los varones tienen mayor valor que las hablando sobre el problema, pero sin intentar negociar la
mujeres, dando por sentado que ellas deben estar disponibles solución. Muchas veces esta maniobra va acompañada del
y al servicio de los propios deseos, placeres y razones. Y desde apartamiento del diálogo culpando a la mujer por sus malas
esa posición y para asegurarla, es lícito utilizar diversos formas (¡si me lo hubieras dicho de otra manera!).
procedimientos “grandes” o “pequeños” de control, imposición y
boicot a la autonomía femenina. 3) Inocentización: mM muy frecuente consistente en
El sentirse superior implica sentirse con derecho a hacer declararse sin responsabilidades –es decir inocente–, en cuanto
la propia voluntad sin rendir cuenta, a tener la razón sin a determinados hechos en lo cotidiano. Aunque disfrazadamente,
demostrarlo, a no ser opacado por una mujer, a ser reconocido se asientan en la creencia del derecho a estar libre de tener que
en todo lo que hace, a que lo propio no quede invisibilizado, a dar cuenta de lo que se hace y sí exigirlo a quienes le rodean, y de
ser escuchado y cuidado, a aprovecharse del tiempo de trabajo no implicarse en cosas que los varones definen como ajenas a su
doméstico femenino y por supuesto a forzar e imponerse para posición. Existen al menos dos tipos de estos mM:
conseguir los propios objetivos. Los avances de las mujeres
cuestionan este derecho, y los mM son unos de los modos a) Inocentización culpabilizadora: Se habla mucho de
masculinos más frecuentes de ejercer la defensa de estos la culpabilización, actitud consistente en juzgar y condenar
privilegios de género, y de oponerse al cambio de las mujeres a la mujer que no ha hecho “bien” algo (bien = cumplir su
que procuran ser tan autónomas como ellos. rol tradicional) haciéndola sentir en falta de los modos más
Al comenzar a reflexionar hace ya doce años sobre los mM, variados: apelando a su “no saber hacer”, al “incorrecto”
los definía fundamentalmente como maniobras más o menos desempeño del rol de esposa o madre, o a su “tontería” o
puntuales en lo cotidiano, enfatizando como básico su carácter “maldad”. Esta actitud incluso se utiliza para responsabilizarla
de imperceptible, en este caso dado su “pequeñez”–micro–. por lo que a él le pasa, y aún más, culpabilizarla de la
Sin embargo, en los últimos años he incluido también en esta inhibición o irritación que ella siente o expresa confusamente
definición a otros comportamientos que he ido observando y que cuando él impone sus criterios. “Exageras’ y “estás loca”
también son imperceptibles o invisibles –micro–, aunque no por son dos expresiones frecuentes para expresar esta actitud
ser “pequeños” sino debido fundamentalmente a que se ven como masculina Pero este comportamiento culpabilizador tiene su
naturales –aún para los mismos varones– y por ello se hacen contracara, ya que al realizarlo el varón se coloca siempre
invisibles aunque no sean “pequeños”. Ya no son puntuales y como juez y fiscal atento a la falta ajena, y por ello nunca se
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de su derecho a apartarse sin negociar y a disponer de sí sin suelen ser la estructura que sostiene las maniobras puntuales. Se
limitaciones (sin permitir ese derecho a la mujer). Los más trata aquí de maniobras múltiples simultáneas, estrategias más
frecuentes son: o menos globales de comportamiento, o permanencia “natural” en
situaciones de comodidad que sobrecargan a las mujeres.
a) Silencio: independientemente de las dificultades de los Muchos de estos comportamientos no suponen
varones para hablar (especialmente de su mundo emocional), el intencionalidad, mala voluntad ni planificación deliberada, sino
silencio es una maniobra de imposición de los propios intereses, que son hábitos de funcionamiento frente a las mujeres, que
porque callar lleva a imponer el silencio a quien está con uno. se realizan de modo automático, sin reflexión alguna. Otros en
Permanecer en silencio no es solo no hablar, sino no sentirse cambio sí son conscientes, pero en uno u otro caso, los varones
obligado a hablar, dar explicaciones, o dar información de sí en son expertos en su ejercicio por efecto de su aprendizaje durante
el vínculo (recurso que solo pueden permitirse quienes tienen su proceso “hacerse hombres”.
poder), y por tanto imponer el no diálogo y obligar a la mujer a Dada su invisibilidad, los mM se ejercen generalmente con
llenar el hueco comunicativo. Va acompañado generalmente de total impunidad, produciendo diversos grados de malestar y
la “expectativa de telepatía” por la que se impone a las mujeres daño a las mujeres –especialmente sobre su autonomía– que no
la obligación de descifrar lo que el varón está pensando. Este son evidentes al comienzo de una relación de pareja y que se van
silencio masculino cabe diferenciarlo del silencio contemplativo haciendo visibles a largo plazo, y favoreciendo el mantenimiento
de un encuentro amoroso, y de los silencios, resentidos, temerosos de la posición ventajosa masculina.
o impuestos, que suelen estar condicionados por la falta de Para intentar mantener esta posición, los varones se sirven
legitimación de la palabra del silencios@, quien es obligad@ a de diferentes modalidades de mM, a las que me he permitido
callar u opta por hacerlo para no ser castigado, y que son propios agruparlas provisionalmente en cuatro categorías que pueden
de los grupos subordinados –las mujeres, entre ellos–. ayudar a hacerlos más visibles en su complejidad. Estas
categorías, que siempre están más o menos entrelazadas son:
b) Aislamiento y mal humor manipulativo: se trata aquí de
un paso más del anterior. Este mM suele utilizarse cuando ella •Los mM utilitarios, que tratan de forzar la disponibilidad
quiere intimidad, respuestas o conexión y no se inhibe en sus femenina aprovechándose de diversos aspectos “domésticos y
requerimientos ante el silencio masculino. Se pone distancia y cuidadores” del comportamiento femenino tradicional. Se realizan
se impone a la mujer el no acercamiento. Este aislamiento puede especialmente en el ámbito de las responsabilidades domésticas.
ser físico –encerrándose en algún espacio de la casa o en alguna
actividad–, o mental, encerrándose en sus pensamientos. •Los mM encubiertos, que intentan ocultar su objetivo
de imponer las propias razones abusando de la confianza y
c) Avaricia de reconocimiento y disponibilidad: se trata credibilidad femenina.
de múltiples comportamientos de retaceo de reconocimiento
hacia la mujer como persona y de sus necesidades, de sus •Los mM de crisis que intentan forzar la permanencia en el
valores, o de sus aportes al bienestar psicofísico masculino y statu quo desigualitario cuando éste se desequilibra, ya sea por
familiar. Muchas mujeres reconocen este mM, al que llaman aumento del poder personal de la mujer, o por disminución del
ninguneo, que también sufren en otros ámbitos donde no se poder de dominio del varón.
les reconoce su aporte. Estos mM conducen frecuentemente al
hambre de afecto (el que, en mujeres dependientes, aumenta •Los mM coercitivos que sirven para retener poder a través
su dependencia). Provocan además la sobrevaloración de lo de utilizar la fuerza psicológica o moral masculina.
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Una característica común a todos estos mM es que se rigen derecho “masculino “ a no hacer está en la base de todo esto, y el
por la lógica machista del doble rasero: “lo que vale para mí no efecto que esto tiene sobre la mujer se vuelve secundario.
vale para ti”, situación que muestra claramente quién decide Una de las pruebas del éxito de esta estrategia es el grado en
el juego y los privilegios que se adjudica. Lógica por otra parte que se toleran estas justificaciones por parte de quienes rodean al
opuesta a la democrática donde la consigna “una voz, un voto” ejecutante, frecuentemente con enfado o con cierta sonrisa, pero
refleja la propuesta de un rasero igual para todos, con iguales que casi nunca con la crítica que sí reciben las mujeres, cuando,
posibilidades de elegir. se irritan de esta manipulación.
Ningún varón ejerce todos estos mM, pero casi todos son El resultado del uso reiterado de estos mM utilitarios es
expertos en el uso de varios de ellos. En las descripciones que que se produce una desigual distribución de la “carga mental
haré a continuación mostraré ejemplos muy típicos, y dejaré y física” que supone la ocupación de lo doméstico, lo que lleva
fuera otros más sutiles que cada día sigo descubriendo que los a un acrecentamiento de la calidad de vida del varón y la
varones crean para seguir con sus propósitos. Espero que dichas cantidad de tiempo privado para sí, a expensas de la mujer,
descripciones contribuyan a que las personas lectoras puedan y un desmejoramiento del nivel de vida femenino, ya que
ir descubriendo su propio catálogo de mM ejercidos (ellos) o consume sus energías y reservas emocionales no pudiéndolas
sufridos (ellas), ampliar el siempre inacabado descubrimiento dedicarlas a sí misma. Muchas veces las mujeres perciben estos
de las manipulaciones masculinas, y establecer actitudes de comportamientos, pero no su objetivo y aunque les molestan, al
resistencia (ellas) o autocrítica (ellos) a estos comportamientos. final se acostumbran a ellos, ya que perciben la inutilidad o el
El objetivo masculino de conservar la posición ventajosa, alto costo de sus esfuerzos para que el hombre deje de hacerlos.
diferencia claramente a los mM de las manipulaciones
“femeninas” que muchas mujeres realizan. Ellas, a diferencia de
los varones, muchas veces se comportan de forma manipulativa, Otra categoría de mM son los encubiertos. Se caracterizan
pero especialmente para romper una posición de subordinación por su índole insidiosa, encubierta y sutil, razón por la que son
o, para dentro de ella conseguir más influencia, poder, o ejercer muy efectivos. Aunque el objetivo del varón que los ejerce es
derechos que les son negados o que no creen tener derecho a claro –forzamiento de disponibilidad de la mujer para mantener
tener, y no como los varones que, en los mM manipulan para las cosas en la dirección elegida por él–, éste es ocultado tras
conservar su posición (como alguien me decía: usan la “mano “otras” razones. Conducen a que la mujer coarte sus deseos y
izquierda” porque no se sienten autorizadas socialmente para haga lo que no quiere.
usar la derecha). Son los más manipulativos, y por sus características de
encubiertos, la mujer no suele percibirlos, aunque es “golpeada”
psicológicamente por ellos con diversas intensidades. Podemos
De los utilitarismos a las manipulaciones encubiertas. La agrupar a estos mM en varios tipos de comportamientos, de los
primera categoría de mM es la de los utilitarios. Dos elementos que describiré algunos:
los caracterizan, uno, su índole utilitaria y el otro que lo son
generalmente por delegación o por apartamiento de los varones 1) Creación de falta de intimidad: son comportamientos
de situaciones de responsabilidad compartida. Son estrategias con los que el varón intenta controlar las reglas de juego de
de imposición de sobrecarga por evitación de responsabilidades, la relación a través de la distancia, y con eso lograr que la
y su efectividad está dada no por lo que se hace, sino por lo que mujer se acomode a sus deseos: cuándo estar disponible,
se deja de hacer y que se delega en la mujer, que así pierde cuánta intimidad tener, cuánta tarea doméstica realizar y qué
energía vital para sí misma. Son probablemente, los mM más merece compartirse. Están sostenidos en la creencia varonil
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a irritarse cuando sienten que las mujeres no reconocen algo de naturalizados e invisibilizados por mujeres y varones, y en
la ayuda masculina en cualquier situación. lo cotidiano una de las fórmulas más eficaces de resistencia
Una estrategia micromachista muy utilizada por hombres masculina al cambio.
más o menos “modernos” que reúne elementos de esta categoría Se realizan especialmente en el ámbito de las
y de la próxima que describiremos es lo que en España se llama responsabilidades domésticas, provocando eficazmente en
“escaqueo”, y consiste en eludir o esquivar la responsabilización las mujeres un forzamiento de disponibilidad. Derivan de la
sobre diversos aspectos de lo doméstico pero atribuyendo esa obediencia interesada y sin crítica a uno de los mandatos de la
inacción a múltiples justificaciones, que encubren lo que no se masculinidad tradicional, el que prescribe que al hombre debe
puede decir como adulto que se dice colaborador e igualitario: ocuparse de lo público (“lo importante”) y no de lo doméstico,
que no se desea, no interesa, no gusta, incomoda, o se siente tanto si se ocupa de la provisión de dinero y protección, como si
con derecho a no involucrarse en lo doméstico. Esta estrategia no lo hace.
no solo se ejerce sobre la pareja, sino también sobre madres, Como hábito o como actitudes conscientes, este tipo de mM son
hermanas o compañeras de piso en el ámbito estudiantil, pero probablemente los que más contribuyen a sostener la desigualdad
es utilizada constantemente ante mujeres que cansadas ya no en las parejas de los países desarrollados donde las mujeres han
piden compartir lo doméstico, pero sobre todo con aquellas que logrado la conquista de amplios espacios de libertad. Pueden
lo piden terminando al final enojadas o resignadas pero sin consistir tanto en maniobras puntuales o estrategias globales que
lograr habitualmente la cooperación masculina adecuada. permiten a los varones naturalizar y aprovechar abusivamente
Las justificaciones masculinas para escaquearse y sin culpa alguna el poder que anteriormente definimos como
generalmente giran alrededor de dos ejes: el primero, la heteroafirmativo femenino. Las mujeres –sometidas a los roles
“ignorancia” masculina sobre todo lo atinente a lo doméstico, asignados– también naturalizan ese poder como propio por
y el segundo la naturalización de la maternidad y el cuidado “naturaleza”, y lo defienden para sí –con toda la sobrecarga que
en las mujeres según la particular ecuación: posibilidad de implica–. Es interesante saber que el sociólogo Bourdieu llama
embarazarse = obligación de planchar, cuidar hijos y suegros. “patriarcado suave” o por consenso al sistema que logra dominar
Dos justificaciones habituales para no abandonar estos al subordinado no ya por la fuerza sino logrando hacerle creer
comportamientos cuando son puestos en evidencia son la que elige lo que el dominante espera de él.
afirmación que las mujeres no quieren abandonar su rol de En esta categoría podemos distinguir al menos dos grupos
ama de casa –ocultando la poca predisposición masculina a de mM que corresponden a dos aspectos de lo doméstico. Cada
“pelear” el nuevo lugar–, y que él ya bastante tiene con cumplir uno incluye comportamientos específicos, algunos de los cuales
su rol de “proveedor” (es sorprendente que esta justificación describiré a continuación:
la realizan incluso varones vinculados a mujeres que trabajan
fuera del hogar). 1) No responsabilización sobre lo doméstico: Se trata
Ahora bien, ¿los varones se creen sus propias justificaciones? de diversas formas, desde las directas a las soterradas, de
La experiencia con grupos de varones reflexionando sobre ello no implicarse en un tipo de responsabilidad que un vínculo
lleva a concluir que muy poco, excepto la de que ellas lo hacen respetuoso, recíproco e igualitario supone compartida: la atención
mejor. Casi todos reconocen que de tontos tienen poco, pero que del hogar, como lugar en el que se proveen los recursos materiales
lo doméstico es incómodo y que no gusta, y encontrar artimañas que permiten desarrollarse a las personas
para no hacerlo recargando a la mujer que se ocupa de ello no La falta de implicación puede ser total o ser una
quita el sueño. Y aunque reconozcan que se escaquean ello no les seudoimplicación, donde el varón se define como “ayudante” de
lleva a cambiar, ¿por qué? Sin duda, la creencia en su intocable la mujer, lo que le obliga a ella a ejercer la “gerencia del hogar”,
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teniendo que organizar e indicar lo que los demás (ayudantes) la mujer cumpla ese pedido sin percatarse que lo está haciendo
deben hacer en casa, con la sobrecarga consiguiente. no por deseo propio sino por presión invisible. Al no ser estos
pedidos explicitados, tampoco requieren ser agradecidos cuando
2) Aprovechamiento y abuso de la capacidad “femenina” se satisfacen, ya que según el varón “nunca existieron”. Por
de servicio: aquí el varón se “adapta” a lo asignado por los efecto de estos mM las mujeres se ven llevadas “naturalmente”
roles tradicionales (él proveedor, ella cuidadora) para no a atender el teléfono o el timbre en casa, a levantarse cuando
ocuparse del “servicio a l@s demás”. Con ello se aprovecha falta la sal, a acompañar al hombre al médico, a comprar su
de la capacidad de servicio hacia otras personas en la que las ropa. La frecuente pregunta ¿dónde está? (que tiene el subtexto:
mujeres son “expertas” por su socialización de género. Son búscamelo y dámelo), sin buscar previamente alude también
comportamientos que fuerzan, o peor aún, “convencen” y apoyan a estas presiones, así como también aceptar el rol de “niño
el autoconvencimiento de las mujeres, para que “naturalmente” tiránico” en el que se colocan los varones al enfermarse.
ejerzan diferentes roles de servicio: madre, cocinera, esposa, -Negación de la reciprocidad en el cuidado: es este un
asistenta, gestora, psicóloga, acompañante social, secretaria comportamiento de rechazo del varón a ofrecer real y eficiente
para pedir citas médicas, la que espera con la comida lista, cuidado o ayuda a la mujer cuando ésta lo necesita, negándole
telefonista, portera y hasta quien guarda la ropa masculina. así en la práctica el derecho a ser cuidada. Con ello le impone
Estos roles son inducidos con diferentes mM en lo doméstico y su creencia, derivada de la masculinidad tradicional, de que él
en lo público tales como: es el único digno de atención. Este mM se hace visible cuando
la mujer necesita atención por estar enferma, por tener que
a) Naturalización y aprovechamiento del rol de cuidadora ocuparse de su familia de origen o por tener sobrecarga de
en lo doméstico. Entre ellos: trabajo. Es frecuente que en estas situaciones, los varones
nieguen las necesidades femeninas de ayuda, minusvalorando
-Delegación del trabajo de cuidado de los vínculos y las sus síntomas o el cansancio, criticando la forma en que ella hace
personas: Estrategia global con múltiples maniobras por las que las cosas, o apelando a su “no saber”, para no hacerse cargo.
se fuerza de varias maneras (ver mM encubiertos) a la mujer
a cumplir el mandato cultural de ser la encargada de cuidar b) Naturalización y aprovechamiento de la “ayuda al
la vitalidad de la pareja, el desarrollo y seguimiento médico- marido” en lo laboral. Con esta estrategia micromachista,
educativo de l@s hij@s, los vínculos con ell@s, con la familia usada habitualmente por varones que trabajan de modo
de él e incluso con sus amigos, –y también los animales y las autónomo, ellos naturalizan los aportes laborales femeninos
plantas–, además de transferirles el trabajo de la comunicación. para el mantenimiento o la expansión de su trabajo. Se apela
Al no hacerse cargo el varón de esta actividad –llamada “trabajo a la “ayuda” femenina –en algunos casos adjudicándoles
emocional”–, abusa, quiéralo o no, del tiempo y la disponibilidad un rol profesional, o en otros no–, pero sin reconocimiento
femenina en tanto obliga a las mujeres a esa enorme tarea interpersonal ni laboral. Los efectos negativos de este mM se
que no se puede dejar de hacer, ya que sin él no es posible el hacen más evidentes en casos de divorcio. Varones con pequeñas
desarrollo personal y vincular. empresas o que no trabajan por cuenta ajena, consiguen así
-Requerimientos abusivos solapados: son pedidos exigentes, gratuitamente gestoras, secretarias, enfermeras, asesoras de
casi órdenes, pero que se realizan sin pedir explícitamente. negocios, correctoras de estilo, contables, administrativas,
Requerimientos “mudos” a través de gestos, preguntas o contratistas, conductoras de arado, etc. La contracara de este
comentarios “al pasar” que apelan a activar automáticamente los mM es la naturalidad con que los varones se sienten con derecho
aspectos “cuidadores” del rol femenino tradicional, logrando que