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La Misión de la Virgen del Rosario del Pozo, ¿es

católica?
Conoocer la verdad evitará que muchos caigan en un error.

Por: . | Fuente: Infocatolica.com

La Misión de la Virgen del Rosario del Pozo[1] se presenta como un movimiento de la


Iglesia católica, cuenta con varones y mujeres que se presentan como sacerdotes y
religiosas, tiene rituales semejantes a los de la Iglesia Católica, realiza apostolado en
Puerto Rico, México, Ecuador, Costa Rica y Estados Unidos. Todo esto pese a una
explícita desaprobación del Vaticano, la condena del Consejo Episcopal
Latinoamericano y las advertencias de numerosos obispos.

El arzobispo de León en México, José Guadalupe Martín Rábago, en el año 2011 se vio
obligado a emitir una circular dirigida a su clero para alertar contra el proselitismo de
ese grupo, al cual calificó de "una organización que no ha sido reconocida por la Iglesia
y que también se ha desaprobado la conducta de sus dirigentes".

Aún más, en la misma carta el prelado llamó a "estar muy prevenidos con respecto a
devociones que se alimentan de pretendidas revelaciones que no han sido reconocidas
por la Iglesia, (porque) estas llevan un riesgo grande en las prácticas religiosas pues
carecen de sentido de Iglesia".

Historia

Todo comenzó en 1953 cuando tres niños de siete, ocho y nueve años aseguraron
haber asistido a una manifestación de la Virgen del Rosario en un pozo (manantial
natural) del barrio Rincón de Sabana Grande en Puerto Rico. Juan Ángel Collado y las
hermanas Ramonita e Isidra Belén aseguraron recibir las visitas de María durante 33
días, desde el 23 de abril hasta el 25 de mayo.

El fenómeno causó una movilización colectiva, convocó a cientos de personas mientras


los periódicos de la época difundieron titulares como "Ambiente bíblico en la zona de
los milagros", "Alegan curaciones milagrosas" o "Virgen anuncia milagro para el 25 de
mayo". Una historia sorprendente, entre "Fátima" y "Medjugorje".

De estos episodios surgió una asociación privada de fieles sin personalidad jurídica que
pronto tuvo problemas. Esa Misión de la Virgen del Rosario del Pozo dejó de existir, al
menos oficialmente, en 1987. Dos años más tarde el entonces obispo de la diócesis
puertorriqueña de Mayagüez, Ulises Casiano Vargas, emitió un decreto por el cual
declaró que "no consta carácter sobrenatural" sobre los hechos de 1953.

Pese a todo la devoción se expandió. La proscripta Misión siguió funcionado sin el


reconocimiento eclesiástico, dando vida a la Obra Misionera de la Restitución (OMR) de
la cual surgió una rama masculina, los "Misioneros del Cristo Sacerdote" y una
femenina, las "Hermanas Misioneras de la Restitución". Ambas se presentan
actualmente como "asociaciones públicas de fieles con vistas a ser sociedades de vida
apostólica".

Tras el decreto de 1989 del obispo de Mayagüez, la posición de los pastores


puertorriqueños contraria al movimiento se hizo cada vez más dura. En 1996
declararon, en una carta pública, como "inconvenientes y dañinos, para la piedad de los
católicos, las consignas y planteamientos doctrinales de la así llamada Misión de la
Virgen del Pozo".

Pero los aspirantes a Misioneros y Hermanas decidieron seguir su camino. Primero


tocaron la puerta del arzobispo de Lima, en Perú, y lograron ser acogidos
temporalmente pero, poco después, fueron invitados a dejar la diócesis. En 1999 se
trasladaron al norte de México donde fueron recibidos por el obispo de Parral
(Chihuahua), José Andrés Corral Arredondo (1946-2011).

Corral hizo caso omiso a los antecedentes negativos y las advertencias. Les otorgó el
cuidado de dos parroquias, el reconocimiento como asociación de fieles y la
autorización para difundir la espiritualidad de la falsa aparición del Pozo. Poco después
ordenó sus primeros sacerdotes. Estos episodios desencadenaron una polémica
episcopal que llegó hasta El Vaticano, el cual ordenó -en 2001- una "visita apostólica",
una auditoría conducida por el arzobispo de Chihuahua, José Fernández Arteaga.

El 19 de septiembre de 2002 el entonces cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la


Congregación para la Doctrina de la Fe, emitió un decreto por el cual ordenó a los
devotos de esta Virgen "no inducir a los fieles a llevar a cabo prácticas ascéticas
particulares o a emitir promesas que comporten compromisos notables en el ámbito
espiritual" ni proponerles "doctrinas ocultas, reservadas o confidenciales".

Con ese texto el actual Papa Benedicto XVI pretendió acabar con las deformaciones
identificadas en esos grupos: el secretismo, el hermetismo y la exigencia extrema.
Razones por las cuales sus críticos los consideran como verdaderas sectas.

Pero las intervenciones del prefecto para la Doctrina de la Fe no surtieron el efecto


deseado, al menos en la práctica. Tanto que el 19 de enero de 2007 Angelo Amato,
secretario de la misma congregación, debió emitir otro documento similar con el cual
dio la facultad a los obispos de Puerto Rico para amonestar y, según sea el caso,
aplicar la pena del "entredicho" [2] a los feligreses que no obedezcan las anteriores
prescripciones.

Mientras tanto los Misioneros del Cristo Sacerdote han seguido ordenando presbíteros.
En 2004 asumieron otra parroquia en Parral y en 2006 abrieron una casa en la localidad
estadounidense de Del Río (Texas), cuya arquidiócesis de San Antonio era guiada por el
mexicano José Gómez. En 2005 llegaron a abrir una casa en Roma, donde dos de sus
sacerdotes trabajan por el reconocimiento de su asociación (lo que hasta el momento
no han conseguido).

Documentos Eclesiales

El arzobispo de León (estado de Guanajuato, México) en septiembre de 2011 hizo


pública una carta circular alertando a sus fieles sobre la devoción a la Virgen del
Rosario del Pozo, procedente de Puerto Rico. José Guadalupe Martín Rábago recuerda
que, según la Congregación para la Doctrina de la Fe y los obispos puertorriqueños, la
asociación que promueve este culto está fuera de la Iglesia católica, y que "se ha
desaprobado la conducta de sus dirigentes".

Ya en el año 2007 la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) dedicó gran
parte del número 32 del boletín Info-RIES a la documentación sobre este grupo, la
Misión de la Virgen del Pozo. Dirigida por Juan Ángel Collado Pinto, este movimiento de
origen católico se formó en torno a unas supuestas apariciones marianas, y tras una
investigación de la Iglesia católica, se la declaró fuera de la misma. Los ex-adeptos,
además, refieren abusos.

Por su interés, reproducimos debajo, por orden cronológico, la circular del arzobispo de
León, monseñor Martín Rábago, y los anexos documentales a su carta, que son los
documentos eclesiales anteriores sobre este tema.

Circular 34/2011 - Devoción De La Virgen Del Rosario Del Pozo

A los señores sacerdotes, a los miembros de las comunidades de vida consagrada y a


todos los laicos de la diócesis.

Los saludo con gozo en el afecto de Cristo Señor nuestro y les deseo de la paz.

Está promoviéndose, nuevamente, en el ámbito de la Arquidiócesis la devoción a la


Virgen del Rosario del Pozo de Sabana Grande de Puerto Rico. He querido constatar la
información ya tenida sobre esta asociación y, por documentos de la Congregación
para la Doctrina de la Fe y de la Conferencia Episcopal de Puerto Rico, puedo afirmar
con absoluta certeza que se trata de una organización que no ha sido reconocida por la
Iglesia, y que también se ha desaprobado la conducta de sus dirigentes.

Conviene recordar que debemos estar muy prevenidos con respecto a devociones que
se alimentan de pretendidas revelaciones que no han sido reconocidas por la Iglesia;
éstas llevan un riesgo grande en las prácticas religiosas pues carecen de sentido de
Iglesia. Al llevarse a cabo sin la aprobación del magisterio eclesiástico, y sólo con
fidelidad a los pretendidos videntes o a centros de organización en rebeldía contra la
autoridad responsable de garantizar su autenticidad, se convierten en inadecuadas e
inaceptables.

Los señores sacerdotes tengan en cuenta lo anterior para enseñar a los fieles de su
comunidad y disuadirlos de pertenecer a esta asociación. Recordar, lo estipulado en la
Circular 04/96, particularmente en los apartados 2º y 3º: "Para visitar comunidades en
el ámbito de una parroquia, debe darse el consentimiento del Párroco respectivo. Es
muy importante que cualquier visita de alguna imagen se haga dentro del plan de
trabajo pastoral de la Parroquia".

Esto debe animarnos a ayudar a las personas que comprender que "ante todo, la Virgen
María ha sido propuesta siempre por la Iglesia a la imitación de los fieles… porque en
sus condiciones concretas de vida se adhirió total y responsablemente a la voluntad de
Dios" (Marialis Cultus, 35), con el fin de que llevemos una auténtica vida cristiana.

En todo caso, particularmente para devociones que no son comunes entre nosotros, les
pido que consulten con el Arzobispo o con su Obispo Auxiliar; también con el Vicario
General para estar más ciertos y poder orientar adecuadamente a los fieles y proceder
debidamente; así se evitarán prácticas inadecuadas en cualquier sentido, y
preservaremos la sana práctica de la vida cristiana y las devociones auténticas.

Les anexo la documentación fidedigna respecto de esta inadecuada e inaceptable


devoción: son el Decreto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y la Carta
Pastoral emitida por la Conferencia Episcopal de Puerto Rico.

Ruego a la Virgen que permaneció firme al pie de la cruz, nuestra Madre Santísima de la
Luz, alcance del Salvador, el gozo de perseverar como Discípulos misioneros, como nos
convoca nuestro Plan Diocesano de Pastoral.

Con afecto los bendigo.

León, Gto., 15 de Septiembre del 2011


† José G. Martín Rábago, Arzobispo de León.

Pbro. Pascual López Márquez, Secretario Canciller.

ANEXOS

Carta del Vaticano a la Conferencia Episcopal de Puerto Rico

CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE


Decreto del 19 de enero de 2007
Prot. N. 73/89-23237

Respecto a la devoción que indebidamente se ha extendido entre numerosos fieles en


torno a las supuestas apariciones de la "Misión de la Virgen del Rosario del Pozo", se
envió una carta y Decreto con indicaciones acerca de la conducta a seguir por los
Obispos de cada lugar hacia las personas que se adhieran a dicha devoción.

En el enunciado de Prensa del 14 de noviembre del 2006, la Conferencia Episcopal de


Puerto Rico señaló la responsabilidad que los pastores de la Iglesia tienen ante un
fenómeno devocional que en algunos aspectos es perjudicial y que por tal razón es
responsabilidad de la Iglesia intervenir especialmente en circunstancias graves para
corregir y prevenir los abusos en la práctica del culto.

Ante la gravedad del caso y preocupación que la Congregación de la Doctrina de la Fe


(presidida hasta abril del 2005 por nuestro Papa Benedicto XVI) siente hacia el asunto
de la "Misión de la Virgen del Rosario del Pozo", la congregación del Vaticano levantó el
siguiente Decreto:

CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE


Vaticano, 19 de enero de 2007

Excelencia:

La Congregación para la Doctrina de la Fe emitió, el 19 de septiembre de 2002, un


decreto disciplinar en relación al asunto de las supuestas apariciones de la Sma. Virgen
María en el Pozo de Sabana Grande (Puerto Rico) y pidió a los promotores de esos
grupos que firmaran una declaración de fe. Últimamente, los obispos de Puerto Rico
publicaron una Carta Pastoral acerca del mismo tema para evitar que los fieles se
adhieran a tales grupos.

Me permito enviarle los mencionados documentos y solicitarle que, en su calidad de


Presidente de la Conferencia del Episcopado, comunique las siguientes orientaciones a
los obispos que lo necesiten, para que cada Ordinario del lugar pueda proceder en
relación a las personas físicas que actúen contra lo establecido por el Decreto de la
Congregación de la Doctrina de la Fe del 19 de septiembre de 2002:

1) Les sea dado a conocer el Decreto mencionado.

2) Si no lo obedecen, sean bien determinados la persona, los actos contrarios a lo


establecido por el mencionado decreto y las circunstancias de tiempo y lugar.

3) La persona responsable de dichos actos sea formalmente amonestada (cfr. can.


1347).

4) Si la persona permanece contumaz, se proceda a imponer la pena de entredicho por


medio de un decreto extra-judicial (cfr. c. 1332, 1729).

5) Contra un decreto del Ordinario emitido en este sentido, será posible presentar
recurso a la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Aprovecho la circunstancia para manifestarle mis mejores sentimientos y confirmarme


suyo devotísimo en Cristo:

+Angelo Amato, SDB, Arzobispo Titular de Sila, Secretario

CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE


Prot. N. 73/89

DECRETO

La Congregación para la Doctrina de la Fe, después de haber sometido a un atento


examen la documentación relativa al caso del grupo de devotos de la llamada "Virgen
del Rosario del Pozo", atendiendo el bien espiritual de los fieles y con el propósito de
evitar prácticas que puedan desorientar la conciencia de los mismos DISPONE que los
promotores de los mencionados grupos se abstengan:

1) de inducir a los fieles a llevar a cabo prácticas ascéticas particulares o a emitir


promesas que comporten compromisos notables en el ámbito espiritual o moral sin la
expresa autorización de la autoridad eclesiástica,

2) de proponer doctrinas que puedan ser consideradas ocultas, reservadas o


confidenciales; y

DECLARA que todas las personas que han emitido promesas en estos grupos pueden
considerarse libres de las mismas.

Vaticano, a 19 de septiembre de 2002

† Joseph Card. Ratzinger, Prefecto

† Tarcisio Bertone, SDB, Secretario

CARTA PASTORAL SOBRE LA LLAMADA "MISIÓN DE LA VIRGEN DEL ROSARIO DEL


POZO" - OBISPOS DE PUERTO RICO
(Esta Carta deberá ser leída en todas las misas dominicales)

A todos los Sacerdotes, Diáconos, Religiosos, Religiosas y fieles católicos en Puerto


Rico:

Después de varios estudios amplios y profundos de toda la problemática en torno a la


llamada devoción de la Virgen del Rosario del Pozo, la cual se ha extendido por los
últimos veinticinco años; y habiendo el Arzobispo de San Juan de Puerto Rico entablado
un diálogo con el Cuerpo Rector de la llamada "Misión de la Virgen del Rosario del
Pozo" por los últimos cuatro años, y movidos por el deseo de que las indicaciones de la
Congregación para la Doctrina de la Fe fueran acogidas en su letra y su espíritu por este
grupo que ha operado sin reconocimiento eclesial local, y habiendo sido interpelados
por nuestros sacerdotes y otros fieles sobre el estatuto eclesial actual de dicho
movimiento y devoción, hemos llegado a las siguientes aclaraciones y determinaciones:

1. Reiteramos la decisión dada por decreto de 1989 por el Obispo de Mayagüez, en el


cual afirmó que sobre los hechos ocurridos en 1953 "no consta su carácter
sobrenatural", y por lo tanto tales hechos no han recibido la aprobación eclesiástica del
Ordinario del lugar exigida para este tipo de caso.

2. Que para efectos eclesiales la llamada "Misión de la Virgen del Rosario del Pozo"
dejó de existir como asociación privada sin personalidad jurídica canónica en el año
1987.

3. Por lo tanto se pide a los fieles cristianos no acercarse o buscar en la llamada


"Misión de la Virgen del Rosario del Pozo" el cultivo de su relación espiritual con la
Santísima Virgen María, ya que como afirmamos en la carta colectiva de 1996: "Que
teniendo en cuenta el bien espiritual de los fieles de la Iglesia, declaramos como
inconvenientes y dañinos, a la larga, para la piedad de los católicos las consignas y
planteamientos doctrinales de la así llamada "Misión de la Virgen del Pozo" y no
aconsejables, para una buena moral de relaciones, las vinculaciones y dependencias
creadas entre "padre-madres" e "hijos/hijas espirituales" en las esferas organizativas de
los "grupos"".

4. Recordamos a los fieles devotos de la llamada "Misión de la Virgen del Rosario del
Pozo" que por decreto de la Congregación de la Doctrina de la Fe de 2002 se determinó:
"Que todas las personas que han emitido promesas (y juramentos religiosos) en estos
grupos pueden considerarse libres de las mismas".

5. Recordamos que los sacerdotes llamados "Misioneros de Cristo Sacerdote", fruto de


dicho movimiento, no están autorizados a ejercer el ministerio en Puerto Rico.
Igualmente las religiosas llamadas "Hermanas Misioneras de la Restitución", fruto de
dicho movimiento, no han sido aceptadas oficialmente en ninguna diócesis
puertorriqueña para ejercer el apostolado.

6. Reiteramos la prohibición a los llamados líderes de la "Misión de la Virgen del Rosario


del Pozo" de continuar difundiendo y cultivando una devoción sin reconocimiento
eclesial como fue afirmado por decreto de la Congregación de la Doctrina de la Fe,
donde se había reclamado a los líderes de este movimiento de abstenerse de prácticas
ascéticas particulares "sin la autorización de la autoridad eclesial", además que se les
urgía igualmente de no difundir doctrinas "ocultas, reservadas o confidenciales" que no
tienen el carácter público propio de la fe católica.
7. Para mantener y acrecentar la comunión eclesial en Puerto Rico el Sr. Arzobispo,
presidente de la CEP, a nombre de los demás obispos que componen la CEP, le ha
requerido en conversación privada y personal al Sr. Juan Collado como a las llamadas
"Columnas" de la "Misión" de cesar y desistir de continuar promoviendo esta devoción.

8. Pedimos a los sacerdotes pastores en Puerto Rico que acojan con profundo sentido
de caridad pastoral a todos los llamados devotos a la Virgen del Rosario del Pozo,
ayudándoles a cultivar una sana espiritualidad mariana, tan fundamental para nuestra
identidad en Cristo. A propósito de lo anterior les recordamos a los sacerdotes el
principio canónico "que la ley suprema de la Iglesia es la salvación de las almas".

Esta intervención nuestra procede de la responsabilidad que como pastores tenemos


ante un fenómeno devocional que en algunos aspectos hemos percibido perjudicial, y
como recuerdan las normas de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre las
apariciones:

"Por razón del deber doctrinal y pastoral, la Autoridad competente, por su cuenta, puede
intervenir, más aún, debe hacerlo en circunstancias graves, por ejemplo, para corregir y
prevenir los abusos en la práctica del culto y la devoción, en la desaprobación de
doctrinas erróneas y para evitar los peligros de un falso e inconveniente misticismo,
etc.".

En vista de lo presentado en este documento, exhortamos a todos los fieles devotos de


la Virgen del Rosario del Pozo a que acudan a sus propios párrocos en las diversas
parroquias para recibir el apoyo y dirección espiritual que necesiten.

Confiamos que el deseo expresado por parte del liderato de la "Misión" de ser guiados
por la autoridad de los Obispos en Puerto Rico se manifieste en la acogida fiel de estas
aclaraciones y determinaciones nuestras.

Dado en la sede de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña (CEP) en San Juan de


Puerto Rico, a 14 de noviembre de 2006.

+Luis Cardenal Aponte Martínez, Arzobispo Emérito de San Juan


+Monseñor Roberto O. González Nieves, O.F.M., Arzobispo de San Juan, Presidente de
la CEP
+Monseñor Félix Lázaro, Sh.P., Obispo de Ponce, Vicepresidente de la CEP
+Monseñor Iñaki Mallona, C.P., Obispo de Arecibo
+Monseñor Rubén González, CMF, Obispo de Caguas
+Monseñor Ulises Casiano Vargas, Obispo de Mayagüez
+Monseñor Héctor Rivera Pérez, Obispo Auxiliar de San Juan
+Monseñor Hermín Negrón Santana, Obispo Auxiliar de San Juan, Secretario de la CEP

A continuación un vídeo en el que el Mons. Fernando Felices, sacerdote de Puerto Rico,


habla sobre este tema:

HAZ "CLICK" SOBRE LA IMAGEN PARA VERLO


______________________________

NOTA:
[1] No confundir con la advocación de Nuestra Señora del Pozo, de Capuso, Italia, cuya
devoción si está aprobada.

[2] El entredicho o interdicto es, en el derecho canónico, una censura eclesiástica por la
cual las autoridades religiosas prohíben a los fieles la asistencia a los oficios divinos, la
recepción de algunos sacramentos y la sepultura cristiana.

Se diferencia de la excomunión en que el afectado no es expulsado de la sociedad


cristiana, aunque en ambos casos los actos religiosos prohibidos son los mismos.
 
   
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