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Interpretando los aspectos de la

implementación de las BPG


El sector Porcino

Buenas prácticas ganaderas (BPG) aplicadas a


porcinos

BPG en instalaciones

El diseño de las instalaciones bajo normas de BPG debe responder a las necesidades
de los animales y del productor y/o trabajador rural, por ello se debe tener en cuenta los
siguientes aspectos:

 El bienestar animal: se refiere a que el manejo del ambiente en el cual realizamos


la producción debe ser de tal manera que permita que el animal se desarrolle en
un estado de equilibrio y perfecta salud para favorecer su productividad. Incluye
reparos del frío y el calor, según las diferentes etapas fisiológicas, agua limpia y
abundante, alimentación suficiente y adecuada a sus requerimientos, libertad de
movimiento y expresión de su comportamiento individual y social.

 La funcionalidad: control de las condiciones ambientales, practicidad en la


distribución de alimento, limpieza y eliminación de residuos, fluidez en los
movimientos de animales, seguridad y practicidad para las aplicaciones de
tratamientos higiénico-sanitarios, y agilidad en los controles de rutina.

El ambiente incluye temperatura, humedad, circulación de aire o viento, ruidos,


superficie disponible, disponibilidad de agua y posibilidades de eliminación de residuos
(efluentes, heces o cama). La temperatura es el factor más importante en el manejo del
ambiente. Los cerdos poseen un sistema termorregulador que mantiene una
temperatura corporal relativamente constante utilizando o disipando energía
(homeotermia). Para cada categoría existe un rango de temperatura óptima para su
desarrollo (zona de termoneutralidad) en el cual se facilita la homeotermia. Diversos
factores influyen en la variabilidad de los límites de la zona de termoneutralidad como:
humedad, corrientes de aire, tipo de piso, densidad de ocupación, protección de los
corrales, o régimen de alimentación. La humedad es un indicador de la calidad del aire
ya que depende del equilibrio de calor y humedad que hay en el alojamiento. El
contenido de vapor de agua en el ambiente será lo que permita o dificulte al animal
disipar calor mediante la evaporación. Los cerdos admiten con facilidad un intervalo
amplio de humedad, aunque un ambiente seco afecta a la mucosa nasal y aumenta el
riesgo de infecciones transmitidas por el aire. Por el contrario, en un ambiente húmedo
los patógenos podrían transferirse más fácilmente a través de gotitas de agua.
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Las precipitaciones favorecen las pérdidas de calor corporal por evaporación. Las
corrientes de aire pueden ser beneficiosas con altas temperaturas ya que permiten
eliminar calor por convección o evaporación, pero esto es contraproducente con bajas
temperaturas ya que incrementa el efecto de enfriamiento, esto último es más grave en
animales jóvenes que en adultos. La función principal de la ventilación en invierno es
controlar el equilibrio de humedad, mientras que la ventilación de verano controla la
cantidad de calor.

El diseño de las instalaciones, además de favorecer un equilibrio con el ambiente, debe


permitir la separación de los animales por categorías y/o estado fisiológico, en
cantidades adecuadas según su comportamiento social.

Video: Buenas Prácticas de Producción Pecuaria

Veamos un ejemplo de México. El video muestra las buenas prácticas de producción


pecuaria en una granja porcina de México:

Fuente: Mexico Calidad Suprema: https://youtu.be/WmpNFuyNvYA

En sistemas a campo los cerdos estarán expuestos al frío o al calor, al efecto del sol, al
viento, a la lluvia, y a la posible contaminación del suelo. Para disminuir este efecto que
el ambiente tiene sobre la producción se utilizan reparos sencillos que permiten brindar
sombra y cobijo y mantener al cerdo en condiciones aceptables durante todo el año
(parideras, refugios, cajones de destete).

La sombra produce en el cuerpo del animal el mismo efecto que el agua, es decir, reduce
la temperatura corporal. Sin embargo, los charcos y lagunas no son recomendables ya
que son focos de contaminación y transmisores de agentes infecciosos.

Un manejo racional bajo normas de BPG de instalaciones a campo requiere:

 Mantener una cubierta vegetal en todos los potreros, mover los animales antes
de que la pérdida de plantas sea tal que quede el 30% del suelo descubierto.
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 Mover las instalaciones frecuentemente para evitar que se formen pozos o se
compacte el suelo, y reducir la carga de parasitaria.
 Rotar de lugar las parcelas, con cultivos, para reducir la contaminación y dar un
descanso al cuadro para mejorar la distribución de nutrientes en el suelo.
 Evitar los anegamientos (encharcados) utilizando zonas altas del campo o con
buen drenaje. En chacras bajo riego evitar instalar los potreros en cercanías a
las acequias de riego o drenes, por los riesgos de desbordes o de ingreso de los
animales a los canales.

Sistema de producción de cría en condiciones de BPG. La imagen ilustra condiciones en que deben
mantenerse las crías, se cumple con BPG en un sistema de producción. Fuente:
https://pixabay.com/es/cerdos-domesticado-animales-fauna-387204/

Un sistema alternativo para mejorar el clima para animales en crecimiento o en


gestación, es a través de la provisión de reparos en instalaciones de fácil armado, cuya
estructura principal es de caño, hierro o madera, cubiertas con distintos tipos de
materiales tanto en paredes como en techo. Estas instalaciones han recibido el nombre
genérico de túneles de cama profunda. Estos diseños poseen importantes ventajas,
entre las que se destacan los factores referidos al costo, al medio ambiente y al bienestar
animal. El uso de cama en estos sistemas tiene como principal objetivo reducir las
pérdidas de calor de los animales. Este aislamiento térmico brinda a los cerdos
temperaturas próximas al confort térmico con la ventaja adicional de que el animal puede
manifestar su habilidad natural para seleccionar y modificar su ambiente a través del
material de cama. Esta cama luego de ser usada con los animales en el ciclo productivo
será reutilizada en la agricultura, previo compostaje, enriquecida con restos de heces y
orinas porcinas.

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Video: Producción Porcina, Sistema de Cama Profunda

Profesionales del Grupo de Trabajo Porcinos del INTA Marcos Juárez detallan y
comentan el sistema de cama profunda y sus ventajas, para la pequeña y mediana
producción agrícola porcina.

Fuente: INTA Marcos Juárez.


Parte 1: https://youtu.be/X0DcXw1GD5E
Parte 2: https://youtu.be/euEM1V_SrmA

En sistemas confinados los animales permanecen durante toda su vida dentro de


galpones, y estos se caracterizan por la utilización de diferentes métodos de manejo del
ambiente (abierto o cerrado). Los de tipo abierto son los más empleados para las
categorías de gestación, desarrollo y engorde, ya que son menos exigentes en
requerimientos térmicos. Los de tipo cerrado suelen ser las maternidades, postdestetes
y recrías, donde se utilizan generalmente sistemas de ventilación forzada y calefacción.
Para la construcción de estos galpones se puede usar diversos materiales (ladrillos,
chapa, lona) siempre que se garantice el control de las condiciones ambientales. Todo
sistema confinado debe completarse con un proceso de tratamiento de efluentes para
evitar riesgos de contaminación. Para ello los pisos pueden ser compactos de concreto
una pendiente que facilite su limpieza y desinfección (3 a 6%) o enrejillados (slats), sobre
un foso de recolección de efluentes con la pendiente necesaria para su vaciado. Para
lograr un equilibrio térmico dentro de las instalaciones y que el animal esté dentro de su
zona de termoneutralidad, se debe disponer de un sistema de control y regulación del
ambiente (temperatura, humedad y ventilación).

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Comportamiento de los cerdos según temperatura del ambiente. La imagen ilustra
las posturas asumidas por los cerdos según las temperaturas ambientales en las
que se encuentran. Fuente: Brunori et al., 2012.

En estos sistemas es tan importante manejar adecuadamente la densidad animal por


corral. Este es un factor directamente relacionado con sus requerimientos
medioambientales. El incremento en la densidad de animales por corral o una
disminución de la superficie disponible, tiene un importante impacto sobre el bienestar
de los animales provocando pérdidas en la velocidad de crecimiento y eficiencia
alimenticia y modificaciones significativas del comportamiento. El hacinamiento
promueve la aparición de conductas estereotipadas como la tendencia a permanecer
echados y una disminución en caminar y explorar, e intensifica las conductas agresivas.
Es necesario que los cerdos puedan descansar y ambular normalmente, teniendo el
espacio suficiente para que todos se echen al mismo tiempo. Por eso debemos respetar
las superficies mínimas requeridas para cada categoría.

En todos los sistemas de producción, para facilitar el manejo de los animales, es


recomendable contar con instalaciones adecuadas: corrales de encierre, embudo,
manga, cepo, balanza, puerta de aparte, corrales de aparte y cargador o embarcadero.
La ubicación óptima de las instalaciones será la que permita una circulación con los
animales, cercana a sus alojamientos, y que permita el ahorro de tiempo en las tareas
al productor y/o trabajador rural. Las BPG recomiendan: asegurar que las instalaciones
estén ubicadas bajo sombra o techadas para evitar condiciones de fuerte insolación o
precipitaciones; trabajar con los animales tranquilos, deben caminar sin ser empujados
a la fuerza, evitando estrés; usar los corrales de encierre y pasillos apenas llenos al
50%; evitar luz/sombra o posibles distracciones que provoquen miedo o inseguridad a
los animales.

Cualquiera sea el sistema que se utilice, la producción animal genera un impacto directo
sobre el ambiente ya que al realizar un aporte de cualquier cuerpo extraño se produce
un cambio en su equilibrio. El ambiente tiende a reestablecer su estado original
mediante procesos de degradación, y el tiempo que tarda este proceso dependerá de la
intensidad del impacto. Los posibles efectos de los residuos ganaderos sobre el
ambiente incluyen: la degradación de los recursos agua, suelo y aire; la proliferación de
plagas (moscas, roedores, entre otras); y la generación de olores indeseables. Por ello
el manejo de los residuos ganaderos es un aspecto fundamental en la sustentabilidad
de los sistemas de producción. Los residuos de la actividad porcina son muy
heterogéneos ya que están formados por: deyecciones sólidas y líquidas; animales
muertos; restos de alimentos; residuos de productos fitosanitarios; y en algunos casos
la cama. Los cerdos excretan diariamente un equivalente al 7% del peso vivo del animal
de deyecciones sólidas y líquidas, con un alto potencial contaminante, determinado por
su contenido de materia orgánica, nitrógeno, fósforo, potasio y otros elementos. El
tratamiento de los residuos consiste en una serie de procesos físicos, químicos y/o
biológicos, cuyo objetivo es eliminar o disminuir la carga de contaminantes (físicos,
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químicos y biológicos), con el fin de garantizar una disposición final sin riesgo de
ocasionar daños al medio ambiente ni a la salud humana. La elección del método de
tratamiento dependerá de varios factores tales como clima, ubicación de la napa
freática, las características del efluente a tratar, y de otras variables como son los
aspectos económicos, técnicos, legales (normativas nacionales y/o provinciales
aplicables), ubicación y tamaño del establecimiento. De igual modo resulta fundamental
conocer los volúmenes que se generan y las características físicas, químicas,
microbiológicas y parasitológicas de los efluentes que posee el establecimiento. Para
los estiércoles o residuos sólidos se aplican tratamientos de compostaje o
lombricompuesto. En cambio, los purines o residuos líquidos requieren de un proceso
un poco más complejo que se pueden dividir en dos etapas principalmente: un
tratamiento primario que separa los sólidos en suspensión de la materia orgánica del
efluente mediante operaciones físicas (filtrado, tamizado y sedimentación); y un
tratamiento secundario que elimina sólidos en suspensión, compuestos orgánicos
biodegradables y nutrientes (tratamientos biológicos y/o químicos). Como resultado de
este proceso se generan residuos con un alto grado de concentración de nutrientes y
materia orgánica que pueden ser aplicados frescos, pues el tratamiento anaerobio
elimina los malos olores. Las BPG recomiendan que para la reutilización en fertiriego de
efluentes previamente tratados, se cuente con información sobre: las características
fisicoquímicas, microbiológicas y parasitológicas del residuo líquido; las propiedades del
suelo donde se podrán aplicar, y las características del cultivo a fertilizar.

Producto de la descomposición aeróbica y anaeróbica de los residuos producidos, se


liberan gases como el dióxido y el monóxido de carbono, metano, amoníaco, sulfuro de
hidrógeno y compuestos orgánicos volátiles, estos tres últimos responsables de generar
los malos olores. Estos olores son una fuente de atracción para algunas plagas, muchas
de ellas vectores de enfermedades peligrosas para la salud pública y veterinaria. En
ocasiones elevada temperatura y humedad, sumadas a la falta de ventilación dentro de
los galpones, favorecen aún más la concentración de olores y plagas, y aumentan el
riesgo ambiental del establecimiento. Por ello las BPG proponen la aplicación de un
manejo integrado de plagas (MIP) para lograr un control sustentable de las poblaciones
de plagas. Esto se logra mediante la aplicación de medidas preventivas para evitar el
ingreso de la plaga, constante monitoreo de la presencia de plagas y aplicaciones de
controles oportunos para reducir la incidencia de las mismas. Las plagas más comunes
son: moscas, roedores y algunas aves. Los roedores causan graves daños que
comprometen la inocuidad y seguridad agroalimentaria ya que son portadoras de
enfermedades de tipo zoonóticas (que afectan al hombre). Por su parte las aves se
alimentan de basuras, excrementos, granos, y restos de alimento. Éstas pueden
transmitir más de 40 enfermedades zoonóticas y más de 60 parasitosis (piojos,
garrapatas) peligrosas para el hombre y los animales, por ello su presencia representa
el mismo riesgo sanitario que los roedores

BPG en alimentación

Cuando se habla de alimentación es necesario diferenciar este concepto del de


nutrición. La nutrición hace referencia al proceso biológico a nivel celular que permite el
aprovechamiento de los nutrientes ingeridos en los alimentos para asegurarse el
mantenimiento de sus funciones vitales. La alimentación se refiere al proceso de
ingestión de los alimentos y de líquidos para satisfacer las necesidades nutricionales.
Es sobre la alimentación que se puede actuar directamente, mediante la elección,

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preparación y distribución de los alimentos, con el objeto de facilitar su ingestión y
garantizar la correcta nutrición del animal. Todas estas actividades son englobadas en
el manejo nutricional de la granja o la piara. Una buena alimentación es el objetivo
principal del sistema de producción ya que es uno de los principios de bienestar animal
además de implicar el 70% del costo de producción.

Para proponer un manejo nutricional con BPG se debe tener en cuenta que los
requerimientos nutricionales varían con el sexo, la edad y el estado fisiológico en que
se encuentre el animal. Los animales de menor edad son muy exigentes en nutrientes.
En general, esta información se encuentra en diversas tablas de nutrición (NRC, INRA,
FEDNA). Para lograr una alimentación adecuada y eficiente es necesario formular las
raciones balanceadas de acuerdo a los requerimientos del animal y aportes de los
ingredientes. De ninguna manera se economiza reduciendo alguno de los componentes
de la ración.

En los reproductores la buena alimentación es la base de una alta tasa de fertilidad,


mayor prolificidad, óptima sobrevivencia embrionaria (lechones nacidos vivos por parto),
mayor vitalidad de los lechones al nacer, mayor producción de leche y mayor peso al
destete.

La alimentación de las reproductoras comienza con la preparación de las cachorras de


reposición, desde los 70 kg hasta el primer servicio a los 130 kg aprox., la siguiente
etapa engloba a las cerdas gestantes (del servicio al parto), luego la etapa de lactancia
y por último la alimentación postdestete. Cada etapa tiene requerimientos nutricionales
diferentes.

La alimentación de la cachorra condiciona su productividad a lo largo de toda su vida.


Tal es así, que la alimentación hasta los 50-60 kg influye en la futura producción de
óvulos, en el tamaño del útero y en su desarrollo corporal. A partir de los 60 a los 130
kg el ritmo de ganancia de peso no debe superar un aumento diario de 550-600 g/día y
se debe fortalecer el aparato locomotor.

Durante la gestación las necesidades nutricionales varían de acuerdo al período en que


se encuentren. En los primeros dos tercios los requerimientos son levemente superiores
a los de mantenimiento (2 kg alim/día). En cambio, en el último tercio y debido a que los
fetos desarrollan en esta etapa el 80% de su peso al nacimiento, las necesidades
aumentan (2-3 kg alim/día). El consumo de ración debe “ser dirigido” de acuerdo al
periodo de gestación en que se encuentre, puede restringirse inicialmente para luego
aumentarse.

La cerda lactante debe ser alimentada a voluntad ya que sus requerimientos son muy
altos (6-10 kg alim/día). Esto dependerá del estado corporal, de la temperatura ambiente
y del consumo de agua. La alimentación en esta etapa debe permitir que haya una alta
producción de leche, que la madre no pierda estado corporal (CC óptimo 2,5 - 3), que
retorne rápido al celo y así asegurar el siguiente parto.

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Cuadro comparativo grado y descripción de la cerda según su condición corporal. La imagen ilustra el
manejo adecuado según el estado de las cerdas en relación a la escala de condición corporal, de 1 a 5,
con una aproximación de ración que será conveniente suministrar. Fuente: Curso de capacitación en
producción porcina, Módulo 3 PROCADIS.

Las BPG en la alimentación de la cerda lactante considera ciertos aspectos


fundamentales: que las madres se encuentren libres de enfermedades y parásitos;
mantener la limpieza y desinfección del área destinada a partos; controlar el peso de la
ración diaria entregada; suministro de la ración repartida en tres o cuatro veces al día;
evitar entregar ración al mediodía en verano.

Luego del destete y hasta el servicio, aproximadamente a los 5 días, es útil dar un
alimento que estimule el celo y una buena ovulación (flushing). Para ello se suministra
un alimento rico en energía, vitaminas y aminoácidos.

Por su parte los padrillos deben ser alimentados en forma restringida para evitar su
excesivo engrasamiento y/o aumento de peso. Pero esto no significa que puedan comer
alimentos de mala calidad, sino todo lo contrario, ya que un estrés nutricional se ve
reflejado en una baja en la calidad espermática.

En las crías, la correcta adaptación del aparato digestivo preparado para recibir leche
materna requiere usar materias primas muy digestibles, acidificantes y lograr altos
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consumos. Se puede estimular el consumo desde temprana edad (entre los 7 y 10 días
de vida) con alimentos especialmente formulados. Los lechones requieren dietas con
muy altos niveles de aminoácidos y fuentes de energía altamente digestible como la
lactosa. En el caso de suministrar cereales éstos deberán molerse finamente. En
general los alimentos para lechones se presentan granulados (1,8 a 2,2 mm), ya que el
granulado mejora la eficiencia de conversión y permite un mejor manejo en los
comederos, aunque deben ser lo suficientemente blandos para no afectar el consumo.
Luego del destete, durante las etapas de crecimiento y terminación, los requerimientos
nutricionales van variando cada 5 kg de peso. Por otro lado, la energía y los aminoácidos
son los nutrientes más costosos del período. El sistema más adecuado es el llamado
programa de alimentación por fases, el cual fracciona en “x” cantidad de períodos el
engorde y de este modo ajusta las raciones a la media de cada periodo. Este método
de alimentación garantiza la cobertura de los requerimientos nutricionales de forma más
ajustada y a su vez reduce las pérdidas de nutrientes (proteínas) por heces. Los
esquemas más sencillos son de 3 fases hasta llegar a los 25 kg y 2 fases hasta los 105
kg (peso de faena). Es posible utilizar un programa con más detalle, incluyendo más
fases, pero esto resultaría más complejo para manejar en la práctica. Los esquemas
más sofisticados, a partir de los 50 kg de peso utilizan alimentos diferenciados para
machos y hembras, ajustándose a sus diferentes requerimientos. El consumo durante
todas estas etapas debe ser a voluntad hasta el peso de faena. Cada establecimiento
deberá definir el número de fases o la forma de entregar el alimento de acuerdo a sus
capacidades, instalaciones y manejo.

En todas las etapas, tanto en reproductores como en animales de engorde, es


importante cumplir con ciertas pautas para lograr un manejo nutricional con BPG: que
los animales se encuentren libres de enfermedades y parásitos; utilizar recipientes
adecuados para depósito para evitar contaminación de los alimentos; utilizar comederos
adecuados a cada categoría; mantener la limpieza y desinfección de las instalaciones;
y controlar el volumen de alimentos suministrados (diariamente o semanal).

Junto con los alimentos se debe suministrar la suficiente agua apta para consumo del
ganado porcino, asegurando esta condición mediante análisis químico-bacteriológicos.
El agua debe estar siempre limpia, fresca y a libre disposición. Esto es posible utilizando
bebederos adecuados para cada categoría. La capacidad de reserva de la granja
debería ser como mínimo igual a la demanda diaria de toda la piara, e idealmente cubrir
3 días. Esta demanda se calcula en función de los consumos estándares de cada
categoría. Una cerda en gestación consumiría diariamente 10 a 20 litros de agua,
mientras que en lactancia alcanzaría los 20 a 50 litros. Por su parte, los animales de
engorde aumentan gradualmente el consumo desde 1 - 2 litros por día hasta llegar a 10
a 15 litros.

Todo programa nutricional planteado con BPG deberá alcanzar cinco objetivos básicos:
mejorar eficiencia alimenticia; disminuir costos de alimentación; mejorar el índice de
magro; mejorar el rendimiento de la res; y lograr mayor competitividad.

BPG en sanidad

El estado sanitario de los cerdos es uno de los pilares básicos de la explotación porcina.
Las referencias directas son la buena profilaxis y una correcta alimentación, sujeta a
condiciones de higiene y calidad. La aplicación de BPG se fundamenta en que todo el
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esfuerzo puesto en un buen manejo, en instalaciones adecuadas y funcionales, en el
correcto suministro de alimento y en la selección criteriosa de debe ser necesariamente
acompañado de un completo programa de sanidad del criadero.

Un programa de sanidad del criadero se diseña con el objeto de obtener un estado


óptimo de salud y de bienestar del animal. Se define como una serie de técnicas que,
aplicadas con criterio y habilidad en cada paso del proceso productivo, hacen a la
eficiencia sanitaria de la granja. Este programa debe: ser sistemático, es decir que las
directivas que se planifican deben ser ejecutadas en forma continuada y no ser
interrumpidas sin ningún justificativo; estar integrado a los demás pilares de la
producción porcina como son alimentación, manejo, instalaciones; y práctico para su
ejecución.
Pero la implementación de BPG no solo se trata de prevenir la entrada y salida de
agentes infecciosos de los animales, sino que la aplicación de un programa de
bioseguridad integral en la granja incluye también: la dispersión de los agentes dentro
de la propia granja; la seguridad e higiene de las personas afectadas a este trabajo;
evitar la contaminación del producto final; y prevenir la contaminación del ambiente.

Un programa completo de bioseguridad implica la implementación de medidas o


prácticas de manejo, de adaptación de instalaciones o aplicación de productos, y
podemos organizarlas en grandes grupos de recomendaciones dirigidas a: las
instalaciones, el ingreso de animales, los animales, los alimentos, el ambiente, y los
trabajadores.
Entre las diversas acciones se pueden mencionar:

 Control serológico semestral.


 Aplicación de vacunas.
 Control en el ingreso de semen y/o animales de reposición. Nunca intercambiar
reproductores con los vecinos.
 Verificar la calidad y seguridad del alimento y del agua que provee a los
animales.
 Mantener los cercos perimetrales y accesos siempre cerrados para evitar el
contacto con otros cerdos, animales domésticos o silvestres.
 Manejo integrado de plagas, principalmente roedores.
 Contar con sistemas apropiados de eliminación de cadáveres (fosas o
incineradores, siempre cercados y alejados de los galpones).
 Implementar sistemas de tratamiento de efluentes.
 Lazaretos. Destinar un área alejada para aislamiento de animales con signos.
 Control de ingreso de personas, sobre todo si vienen de otro criadero. (Ropas,
utensilios, botas, veterinarios).
 Respetar vacíos sanitarios de las instalaciones.
 Realizar periódicamente la limpieza mecánica, desengrasado y desinfección de
instalaciones.
 Extremar las normas de bioseguridad en el personal y los movimientos de
vehículos y personas.

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Video: Bioseguridad en granjas porcinas.

Las normas de bioseguridad en granjas porcinas, son una serie de medidas


tendientes a minimizar la aparición de enfermedades y los niveles de mortandad en
los establecimientos de cría.

Fuente: SENASA Comunica https://youtu.be/ML9jqtDpPsE

Estas prácticas deben ser acompañadas de una observación diaria del estado general
de los animales, prestando especial atención durante la comida, al estado del pelo y las
mucosas, así como a la consistencia y aspecto de las deyecciones. Ante eventos
sanitarios inusuales como mortalidad, abortos, diarreas con alta morbilidad/mortandad,
notificar inmediatamente al veterinario o responsable técnico de la granja.

La estrecha relación entre trabajo y salud debe ser tenida en cuenta al momento de la
organización de la granja. Si el trabajo se desarrolla en condiciones inadecuadas puede
generar daños a la salud. Por el contrario, si se cumple con las normas de seguridad e
higiene, se influye directa o indirectamente en forma favorable sobre la productividad,
evitando la pérdida de competitividad. La adopción de hábitos de prevención permite
minimizar y/o evitar accidentes y enfermedades profesionales. Los trabajadores de la
granja deben contar con ropa de uso exclusivo en la misma, al igual que las visita. Los
elementos de protección del operador son: guantes de látex o goma, guantes plásticos
de tacto rectal, antiparras plásticas, mameluco o ropa de trabajo, delantal impermeable,
botas de goma, protectores acústicos, y borcegos punta de acero.

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BPG en reproducción
Las estrategias de manejo se pueden definir como la capacidad del productor para
ordenar y llevar a la práctica un conjunto de técnicas que demanda cada paso del
proceso productivo, con criterio y habilidad para lograr el mejor grado de eficiencia
productiva y económica del sistema.

La implementación de BPG en la reproducción es una herramienta fundamental para


mejorar la eficiencia productiva. Esta visión integral del manejo de la granja deberá
ajustarse y ser coherente con el sistema de producción utilizado. La planificación integral
de la granja se inicia con el planteo reproductivo adecuado, propuesto previo a la
construcción de las instalaciones y el ingreso de reproductores. El sistema de manejo
reproductivo en banda es una forma de trabajo que permite, mediante la división de las
madres en grupos con intervalo de servicios fijo, lograr un máximo aprovechamiento de
las instalaciones y obtener una mayor rentabilidad por madre.

Video: Sistemas de Producción Porcícola en Argentina

El video muestra los sistemas de producción porcina de INTA Marcos Juárez, donde
se observan BPG en reproducción y sanidad.

Fuente: TV Agro (licencia libre) https://youtu.be/kuMXxorQ8hU

El servicio debe ser considerado como una “siembra” que, de realizarse en forma
correcta, permitirá una excelente cosecha de lechones nacidos vivos. El éxito o fracaso
del servicio depende de una gran cantidad de factores, que es posible ajustar o corregir
para lograr la mayor productividad del sistema, entendiendo como éxito llegar al 80% de
taza de parto sobre las hembras servidas en los sistemas al aire libre y al 90% bajo
sistemas confinados. El manejo del servicio con BPG se fundamenta en una buena
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organización de las bandas partiendo de la sincronización de celos. Las cerdas se
sincronizan mediante la aplicación de un conjunto de prácticas de manejo: destete
simultáneo de lactancias de menos de 30 días; traslado de las maternidades al área de
servicio; reagrupamiento (no mayor a 10 madres): suministrar comida a voluntad con
alto contenido energético (flushing); y estimular diariamente con la presencia del macho
realizando detección de celo (efecto macho). Estas prácticas permiten en cualquiera de
los sistemas sincronizar los celos, y esto facilita la concentración de tareas en las
diferentes etapas (parto, destete, recría, terminación).

El manejo en bandas requiere la utilización de un adecuado número de padrillos. Para


monta natural el 10% sobre el rodeo de hembras en servicio (grupo) y 1-2% si se utiliza
la práctica de inseminación artificial.

En el caso de trabajar con monta natural la aplicación de BPG propone el servicio


individual o dirigido. Para ello la cerda que se detecta en celo se traslada a la padrillera,
en donde se realiza el servicio. Todo este proceso (detección de celo y servicio) debe
ser supervisado por el productor o trabajador, y correctamente registrado. Para la
correcta cubrición de la hembra, se aconseja que cada una reciba 2 servicios con un
intervalo de 10-12 hs. Para esta práctica es importante utilizar una adecuada frecuencia
de monta de cada padrillo. Se recomienda comenzar su actividad sexual a los 8 meses
(150 kg) con 4 saltos por semana, a los 12 meses de edad aumentar la frecuencia a 8
saltos por semana y a los 15 meses trabajarlo a plenitud, esto es 2 saltos por día durante
2 días y descansar 1 día, o 2 saltos por día durante 3 días y descansar 2 días. Es
fundamental que la iniciación de un padrillo se realice con hembras en óptimo estado de
celo y de un tamaño similar al padrillo. Nunca permitir que un padrillo inexperto sea
golpeado, ya que esta etapa será la educación del futuro reproductor.

Otra alternativa de manejo del servicio es mediante la técnica de inseminación artificial.


Es importante destacar la sencillez que en esta especie tiene la ejecución de la técnica.
Se trabaja con semen en fresco (no congelado) y con una metodología práctica para
realizar a campo con un poco de adiestramiento. Las principales ventajas que brinda
este método son: menor número de padrillos (1-2% sobre el rodeo); permite un aumento
de progreso genético; control de la calidad del semen utilizado; ahorro de tiempo;
permite cruzamiento de animales de diferente peso; disminuye los riesgos de
transmisión de enfermedades venéreas; menor desgaste del padrillo; y reducción del
costo del servicio.

Para ambas alternativas de manejo de servicio, sea natural dirigido o inseminación


artificial, es fundamental la correcta detección de celo. Los errores de manejo cometidos
en este aspecto, afectan en forma importante el resultado económico de la explotación.
El procedimiento para la detección de celo se realiza mediante observación de: signos
externos, comportamiento sexual y reflejo de inmovilidad. Únicamente durante el celo la
hembra acepta la monta del macho. En hembras adultas el celo tiene una duración de
2 a 3,5 días (48-72 hs) mientras que en cachorras es más corto de 1 a 2,5 días (24-50
hs). Después del destete el celo aparece a los 4 a 10 días (celo post-destete). Es
importante destacar que la ovulación en la cerda se presenta en el último tercio del celo,
dura en promedio entre 36 y 45 hs en multíparas, y entre 20 y 28 hs en primíparas, por
ello es importante la aplicación de 2 montas o servicios para fertilizar la mayor cantidad
de óvulos posibles.

El periodo de gestación es una etapa poco demandante de manejo, solo se debe


garantizar a la hembra un ambiente de tranquilidad, con posibilidad de ejercicio y una

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alimentación adecuada a su condición corporal. Se recomienda el manejo en grupos por
tamaño para permitir una adecuada organización social (evitar peleas). Un aspecto a
tener en cuenta en los sistemas al aire libre es la incidencia de los rayos solares sobre
la cerda. Estos producen un proceso inflamatorio que conlleva la liberación de
prostaglandinas, que por su acción en el organismo produce la disminución de
progesterona, con la consiguiente interrupción de la preñez. Para evitar este efecto se
deben programar los manejos acordes para evitar exponer a las cerdas a las horas de
mayor incidencia de sol.

Para la etapa de parición se debe contar con instalaciones acordes, donde las cerdas
deben ser trasladadas al menos 4 días previos a su fecha de parto estimada. Todos los
movimientos deben realizarse en forma calmada, al ritmo de la cerda, y de ningún modo
obligarla con malos tratos y evitar las horas de calor. Es importante aplicar una previa
desparasitación interna y externa, y en caso de ingresar a maternidades bañarla,
especialmente lavar sus líneas mamarias.

Al momento del parto las alternativas dependerán del tipo de instalaciones con que se
cuente. En los sistemas de parición a campo las BPG indican: que la cerda cuente con
una paridera adecuada que brinde confort térmico (cama), vigilancia de parto, finalizado
el parto retirar restos de placenta y lechones muertos, y reemplazar cama húmeda.
Siempre se debe tener en cuenta que la cerda reaccionara ante la presencia extraña,
por lo que debemos evitar tareas innecesarias, y favorecer que la cerda permanezca
echada tranquila y facilitar que lo lechones puedan mamar.

En los sistemas confinados las BPG indican la atención de parto. En este se realiza:
secado del lechón recién nacido, corte y desinfección de cordón umbilical, y en los casos
que se aplica el corte de cola. Una práctica utilizada es mantener inicialmente el lechón
bajo lámpara para brindar calor y luego colocarlo en la línea mamaria para garantizar su
calortrado. Es importante destacar que esta especie tiene solo un 1 - 5 de partos
distócicos, independientemente de la raza que sea. Los parámetros fisiológicos
normales son: duración promedio del parto 2-3 hs; intervalo entre nacimientos 15 min;
expulsión de placenta 1-4 hs terminado el parto; número de nacidos muertos normal es
del 4%.

Durante el periodo de lactancia debemos: brindar tranquilidad a la madre, asegurar el


abrigo térmico a los lechones, por ningún motivo interrumpir los momentos de lactancia
(mamada), garantizar una adecuada alimentación de la madre, y promover la gradual
alimentación de las crías con alimento sólido.

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Video: Módulo de Producción Porcina en el Valle Inferior

La Ing. Maite Alder muestra las características del Módulo de Producción Porcina de
la EEA Valle Inferior.

Fuente: INTA Valle Inferior https://youtu.be/eB5nyzeaTUs

Bibliografía de referencia:

 INTA (2012). Buenas Prácticas Ganaderas (BPP) para la producción y


comercialización porcina familiar. FAO, MAGyP, INTA. Disponible en:
https://inta.gob.ar/sites/default/files/script-tmp-inta_porcinos_pres_capi.pdf

 SENASA. Bioseguridad y Buenas Prácticas Porcinas. Disponible en:


http://www.senasa.gob.ar/cadena-animal/porcinos/produccion-
primaria/establecimiento-productivo/bioseguridad-y-buenas

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