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A utores: Paola Montañez Patiño

Javier Lara Correa


Grupo: 1GH
Investigación I y Texto Jurídico
ANÁLISIS Y EXPECTATIVAS FRENTE A UNA REFORMA INTEGRAL DE
JUSTICIA
Los colombianos son conscientes de la necesidad de una reforma estructural a la justicia,
pero a lo largo de los últimos años varios intentos han sido fallidos por diversas razones que
se explicaran a lo largo de este escrito. Se ha preguntado, ¿Cuántos intentos de reforma en
materia de justicia a lo largo de las últimas décadas se han presentado? La respuesta es 18
intentos de los cuales en su mayoría se hunden por problemas como la limitación de
proyectos tratando solo aspectos de funciones de tipo político-administrativas de las Altas
Cortes, su capacidad para elegir los cargos de altos funcionarios del Estado, la creación de
un tribunal para los senadores y de un posible tribunal electoral.
Otro motivo se debe a que una reforma integral basa sus temas sustanciales en relación con
el acceso a la justicia, la oportuna resolución de conflictos, la definición de competencias
con respecto a pequeñas causas y asuntos novedosos como el como el auge de los medios
electrónicos y los conflictos que suscita la implementación de los acuerdos de paz. Es de
resaltar que la falta de coalición entre el gobierno y el senado para conseguir los votos
necesarios para su aprobación han sido otra circunstancia por la cual se cae la reforma. Al
igual se ha demostrado que a pesar de ser el proyecto mas importante de esa cartera, los
ministros de justicia en su momento no han tomado con liderazgo el direccionamiento para
lograr una buena reforma que beneficie a todo el aparato judicial.
Dentro de los problemas que se presentan a nivel general, tenemos que desde el periodo de
1993-2013 la demanda de justicia creció un 370%, es decir, que de 2.147 procesos
egresados diariamente en 1993 pasaron en el 2013 a ser de 12.396 procesos, esto en materia
penal; según cifras de Asonal Judicial. Además, se registra que en el 2015 el conglomerado
de procesos en todas las jurisdicciones era de 2.600.000. Esto evidencia la falta de personal
para resolver la alta demanda de justicia.
Desde 1992 Colombia cuenta con 11 jueces por cada 100.000 habitantes y según la
Contraloría General, se necesitan 69 jueces por cada 100.000 para atender a la justicia; si
bien la oralidad es un avance, pero si no existe una planta física y el personal suficiente
para implementarla de manera diligente de acuerdo con la demanda de justicia no surtirá el
efecto esperado de ofrecer un servicio oportuno y eficiente.
Para el presupuesto de 2020 en materia de justicia se requieren solo para suplir las
necesidades en el tema de funcionamiento 5,7 billones de pesos, pero el gobierno destinó
para esto 4,6 billones de pesos. Esta reducción afecta suplir la necesidad de crear más
cargos para mitigar la congestión en los despachos.
Para añadir, el sistema judicial presenta falencias en la oferta desarticulada y dificultades de
acceso, para lo cual se propone racionalizar el servicio de justicia y mejorar el acceso.
Dificultades de productividad, mora y congestión, para lo cual se proponen medidas que
apresuren la capacidad de respuesta, mejoren la productividad y permitan disminuir la
congestión y la mora. Impunidad y dificultades en el funcionamiento del sistema penal,
para lo cual se propone fortalecerlo bajo su nueva modalidad oral acusatoria, con impacto
en los índices de impunidad. Problemas en la convergencia entre el sistema penal y los
impactos y requerimientos de la justicia transicional, para lo cual se propone adelantar los
procesos de adaptación y articulación requeridos. Hacinamiento y fragilidad en el sistema
penitenciario y carcelario, para lo cual se propone rediseñar y robustecer su capacidad
institucional con miras a responder adecuadamente a los actuales requerimientos. Ausencia
de información de registro y estadística, actualizada y disponible, que permita tener una
perspectiva clara y en tiempo real de la situación de la justicia en Colombia, para lo cual se
propone fortalecer los sistemas de información, de sistematización y de telecomunicaciones
del sector. Dificultades en la formación y en los parámetros de ética judicial y del ejercicio
de la profesión de abogado, para lo cual se propone modernizar tanto la formación como los
parámetros de ética y del ejercicio de la profesión.
Como posibles propuestas a la reforma tenemos ampliar el personal en carrera para
descongestionar la alta demanda procesal y evitar los puestos de provisionalidad que
fomentan la corrupción; mejorar la cobertura en infraestructura y tecnología en donde las
sedes sean propias para el funcionamiento de los despachos judiciales dotados de los
elementos tecnológicos necesarios; evitar la influencia o los intereses políticos que permean
las altas cortes y no dejan que su funcionamiento sea imparcial y eficiente, es decir, que la
rama judicial no debería ser nominadora.
Para concluir es indiscutible es que por más que se trate de pactar o modificar el aparato
judicial este persistentemente resulta inferior a los requerimientos reales de la Sociedad, y
que entonces es inevitable preguntarse si no es hora de cambiar el rumbo centrado en el
sistema orgánico e institucional y pasar a una consideración centrada en atender el
conflicto, a comprenderlo para generar mecanismos complementarios a la administración
de Justicia que logren reducirlo, cualificarlo y buscar las condiciones sociales para su
autocontrol. Pero siempre debe estar encaminada a mejorar los problemas estructurales que
se presenten.

Bibliografía
Arcia-Venegas, C. (2012). Estado de arte sobre reforma a la justicia en Colombia (1991-2011).
Friedrich Ebert Stiftung en Colombia.

Benavides, F. S. (10 de Diciembre de 2018). Otro proyecto que se hunde: ¿será que es imposible
reformar la justicia? Bogotá, Cundinamarca , Colombia .

Dávila, A. (2012). Justicia e impunidad en Colombia: reflexiones a proposito de una reforma


¿fallida? . Friedrich Ebert Stiftung en Colombia .

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