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De Castro, A., & García, G. (2008).

Psicología
clínica: fundamentos existenciales.
Barranquilla: Uninorte. (Cap. 5)

[ 5 J
CONCEPTOS BÁSICOS
DE' LA PSICOTERAPIA EXISTENCIAL 1

Históricamente, la psicoterapia existencial tiene sus raíces y bases en


los esfuerzos y aportes de analistas y psiquiatras europeos del siglo XX.
que con base en la fenomenología y en la perspectiva existencial, bus-
caron describir, comprender y explicar las experiencias y enfermeda -
des del ser ht..iinano sin dejar de lado la persona a quien dichas en -
fermedades y experiencias ocurrían . En otras palabras, en ver. de en-
tender las enfe·rmedades a partir de su sintomatología, dinamismos v
1 mecanismos defensivos, trataron de comprender dichas enfe rm edades
i desde la. ~xist~n<;ia concreta de cada individuo, es decir~ desde el dise-
li .ño particular 'de' existencia, en el que dichos síntomas, mecanismos y
dinamismos tienen sentido.
1
i Así, podemos hablar principalmente de Eugene Minkoswi en Franci <1.
Erwin Strauss, Karl Jaspers y V. E. Von Gebsattel en Alemania, Meclan 1
Boss, Roland Kuhn y Ludwiu Binswanger en Suiza, y .J .H. Van den
Berg en Holanda, quienes casi simultáneamente, y algunas veces sin
tener conocimiento de los trabajos de los demás colegas, sintieron la
net:esidad de comprender la experiencia del ser humano sin dividir la
experiencia de. éste en constructos teóricos que, en su opinión, hablu-
ban más acerca de abstracciones referentes al ser humano, que del ser
¡ humano mismo y concreto.
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1 Este capilulo fue publicado en 1emas en psicologfa, complloclo por lo Mocstríu en Ps1 ·
colo~Jia yEspcciali?.ación en Psicología Clínica de la Universidad del Norte !Ediciones
Uninorte, 2007). ·

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PSICOLOCIA CLINiú\. ·fUNDAMENTOS exiSTENCIALES ] [ CONCEPTOS OÁSICOS DE LA I'SICOHRAriA (XISTENCIAL

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Muchos de estos autores. eran de formación psicoanalítica, . tal como por la captación de la estructura experiencia! de la person a, d stl In
Binswanger y Boss, quienes pretHndieron en muchos sentidos integrar cual desarrolla una disposición afe~tiva ~nte una situació n dada (hit n-
el psicoanálisis freudiano con la perspectiva fenomenológico existencial cioiialidad), como por aquello que vivencialmente es significativo p
bajo el nombre de lo que ellos denominaron Daseinanálisis (el cual es- la persona (sentido).
taba basado parcialmente en los aportes de Edmund Husserl y, básica-
mente, en la perspectiva de Martín Heidegger). Cabe aclarar que cada Así, los psicoterapeutas existenciales sostienen que la técnica y la teorfa
uno de estos autores tiene su propia concepción (,le Daseinanálisis. deben tener sentido en función de la persona, y no al contrario, para lo
cual es necesario que la psicología se preocupe primero por comprend er
Con base en los trabajos de todos estos autores,.,son muchos los psi- antes que por explicar todas las experiencias del ser humano. Nótese
coterapeutas existenciales que han desarrollado sus teorías y concep- que se diceclue se debe comprender antes que explicar, lo cual no quiere
ciones del ser humano y la psicoterapj ~ (algunos de ellos igualmente decir que se deban desatender ·los aspectos técnicos y teóricos implíci-
con formación psicoanalista). Por nombrar algunos pocos, Rollo May, tos en toda relación terapéutica, sino más bien, que todos estos aspec-
Irvin Yalom, James Bugental, Kirk Schneider, AdrianVan Kaam, Ernest tos no debert oscurec~r la captación de la intencionalidad particular de
Keen, Constante Fischer y Clark Moustakas en Estados Unidos; R.O. cada persona, así como tampoco deben interferir en la comprensión del
I .aing, Emmy Van Deurzen Smith, Ernesto Spinelli, Freddy Strasser y sentido de la experiencia de la persona a quien se está atendiendo. May
Hans Cohn en Inglaterra; Emilio Romero, Virginia:Moreira y Jose Paulo (1963, p.17), afirma al respecto: "Cuanto más se formulen las fuerzas y los
Giovanetli en Brasil; Otto Dorr en Chile; y Pablo ~ispo en Argentina. impulsos ele manera absoluta y completa, tanto más ·se estará hablando
de abstracciones-y no del ser humano existente". Se trata, entonces, ele
Ahora bien, al hablar de la psicoterapia existencial, sería apropiado no tratar de entender por si solos los distintos mecanismos y estructu-
aclarar en un principio el énfasis que ésta da al concepto de compren- ras psíquicas, los dinamismos o los impulsos, como si estos se dieran y
sión. A pesar de que los psicoterapeutas existenci.a les tienen muy pre- tuvieran vida por sí mismos, sin la intervención activa de la persona, po-
sente los aspectos teóricos referentes a la psicopatología, a los dilia- seedora de dichos mecanismos. im¡;ulsos y estructuras psi~ológicas, ya
.~..
mismos internos del ser humano, y a la técnica en general, también que éstos han sido creados por alguien concreto, con un fin específico, lo
afirman que todos estos aspectos deben basarse en la compt·ensión de cual es lo que se pretende captar en primera instancia, para a partir~ de
la form a e n que cada ser humano se crea y experiencia a sí m.i smo en ahí formular, la explicación pertinente.
su relación con el mundo concreto en que se encuentra. Para decir-
lo e n palabras de May (1963, p. 18), debemos tratar de comprender El punto central con lo aquí expuesto, es que la comprensión debe pr ' -
: .. la forma en que cada ser humano ha estructurado su experiencia, ·lo ceder a toda explicación, ya que se busca comprender primero la form 'l
cual debe subyacer siempre a toda técnica. De esta manera.. los psico- en que el individuo ha estructurado su mundo para, a partir de a hí, ex-
terapeutus existenciales insisten en que debemos preocuparnos por la plicarlo. Binswanger (1977, p.251) aclara mucho este mismo panoramn
co mprensión del mundo interno y privado de cada ser humano, antes cuando nos dice:
que concentrarnos en las desviaciones que cada persm:m presenta con
respecto a nuestro marco teórico particular, en el cual están basadas Nnosotro¡; (lqs psicoterapeutas existenCiales) no nos detenomos com
nuestnts concepciones del ser humano yia psicopatología. el biólogo o el psicopatólogo en el hecho particular, en el sfntomo nfR·
lado, sino que nos lanzamos en busca ele un todo or·uúnico cl cntl'l) lll•l
Ma rtínez (1!>99, p. 137) afirma al respecto que: "Comprender significa cual pueda comprenderse ese hecho particular como un ft:n ~ m no
r ·n ·lrar en s u s iste ma es pecífico de valores cuyéis conexiones.son de 'o
pnrcial. Pero este todo lo es [... 1en el sentido de la unidud ele un rll
i¡ m•n1ul''. /\s í, la c~mp rensión está caracterizada:, primero, tanto del mundo" .
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Ps rcowcfA cr.tNrCA. FUNDA/viENTOS E.XISTENCIALES
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g ún la psicoterapia existencial, no hay experiencia humana desligada En este punto se evidencia otra implicación y característica esencial el '
de la total orientación de la persona en el mundo y del valor y significa- la comprensión, y es captar el movimiento, cambio o dirección afecti -
do que ésta pretenda reafirmar o preservar. · va/experiencia! que se da dinámicamente ante las posibilidades con ·
cretas que se presentan potencialmente en la vida cotidiana de la per-
Un ejemplo de esto lo ofrece Viscott (1987, pp. 24-25) cuando compara sona y desde las que la persona se proyecta hacia el futuro . Dorr (1995)
la realización de dos interpretaciones, una desde la teoría .y otra desde
~ comenta que en cada interés por y/o hacia algo (persona, experienciél,
la experiencia e intención de la persona. Ante una situación de "ex- situación, obje'ro, etc.), anticipamos de alguna manera su futuro . "El
plosión" o "acting out" de una paciente (la señora Sacks) debido a un comprender tiéne que ver con la capacidad de proyectarse, de elegir,
cambio de terapeuta, un.psicólogo que se dedica a observar al paciente de decidir, y s'u forma de temporalidad es, naturalmente, el futuro "
únicamente desde su marco conceptual. podría describil: esa experien- (Dorr, 1995, p. 473). Así, la comprensión debe llevar, en algún grado d e
cia coino: "un fracaso de las barreras de defensa contra la ans{edad conciencia, a la apertura experiencia! hacia las distintas posibilidades
para operar efectivamente que .da como resultado un desplazamiento de ser y hacer en el continuo presente-futuro, así como también llevar<i
de la hostilidad no resuelta hacia el doctor (x) al doctor (y); como parte é\ la persona a confrontar el proyecto vital en el cual y desde el cucil
del proce~o de decatectización". Por otro lado, una persona deseosa · percibe e interpreta dichas posibilidades.
de brindar ayuda, ·podría decir que la señora Sacks: "se sentía dolida
y contrariada porque su antiuuo terapeuta la había dejado, y estaba Ahora bien, para lograr dicha comprensión, debido a que ninoún ser
enojada con su nuevo médico porque trataba de ocupar el lugar del humano puede trascénder totalmente su propia perspectiva, según la
a·nterior". psicoterapia existencial es necesario fijar ciertos postulados univel'-
sales que si bi'en son afines a todos los seres humanos, también brin -
En otras palabras, tenemos que preocuparnos, en primera instancia, dan un significativo espacio a cada individuo, en y desde el cual puecl <l
por descubrir el centro existencial de la persona y los .v alores concretos ser comprendido, a partir tanto del sentido particular que pretend a
y particulares en que esté centrada. Dicho en palabras de May (1990a, afirmar o preservar, como de la forma en que ejerce su propia liberta <1
p.86): "La cuestión de por qué uno es lo que es, no tiene sentido hasta de creación y desarrolla sus potencialidades particulares.
saber qué es uno". Esto quiere decir que antes que desarrollar .cual-
quier técnica, diagnóstico o .construcción teórica acerca de alguien (lo Al respecto, son muchos fos autores que se han pronunciado. Por
cual funciona en el nivel de la explicación, en la búsqueda del por qué), ejemplo, Yalom (1984, pp. 19-21) comenta que la psicoterapia existen-
se debe com¡)t'ender el si~Tnificado de los comportamientos, ideas, im- cial mantiene la estructura dinámica planteada por el enfoque psi ·
pulsos y sentimientos para la pe~:sona que los estéÍ creando.y experien- ¡ coanalítico, pero altera radicalmente su contenido. Así, los conflictos.
ciando (lo cual opera en el nivel de la comprensión, en la búsqueda !. ansiedades, dinamismos intrapsíquicos y mecanismos defensivos son
íl· 1 qué). Por cc.> n~igyiente, s~ trªta de pensar al sur humo no clesr.le su entendidos a partir de la relación del ser humano con los aspectos o ca -
exlste11clét concreta, o lu que es lo mismo. cte upllc:at· cuEtlqulet· por qué racterfstfcas esenciales de la condición de vida de tudo individuo. qw.:.
u la sftltaclón concreta de la persona, y no al contrario. En est~ sentido, según dicho autor, son la necesidad de dar un sentido a nuestrns actos
D· rr ('1995, p.4:i3) afirma que, ·· diarios y a nuestra vida en general. la muerte, la libertad (que-incluye la
voluntad y responsabilidad) y la soledad existencial (que no debe con -
• •1 • mpr ncl er abre al auténtico poder-ser, de tal manera que el exis- fundirse con aislamiento tísico o soledad interpersonal).
1 •rll •, 'tlm prcnr1fendp, salle cómo ha de 'habérselas consigo mismo'.
<:o111pr ·mlcr ~1 rnillca entonces un reconocer las posibilidades reales En un sentido un poco más amplio, tal como plantean Ellenberncr
<1 • ti unn o ptoclón de lu propia aceptadón". (1958), Boss (1979), Moustakas (1994), y Van den Berg.(2001) entre mu -

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chos otros, estas condiciones existenciales de vida propias de todo . . los,otros seres humanos para defen_der su.centro existencial, o lo qu
ser humano son a nivel general: la temporalidac;l (el vivir en la relación lo mismo, qué valores pretende crear intencionalmente en el present·
pasado-presente"futuro), la espacialidad {el vivir de una for·ma particu- para buscar darse sentido a sí mismo. Un punto muy importante p r
lar en un espacio dado y concr·eto, o lo que es lo mismo, la Forma en que aclarar aquí es que la relación presente con los aspectos pasados, am-
cada ser humano se crea y da sentido a sí mismo y al mundo a ·partir de bientales y biológicos, así como con los demás y uno mismo, es enten-
su relación y "uso" del espacio en que se encuentra), la corporalidad (la dida a partir de la forma en que cada ser humano se proyecta y orienta
.:i forma en que cada ser humano asume concreta y corporalmente lo que a sí mismo en el mundo presente en .referencia al futuro.
siente y piensa de sí mismo y el inundo), y la relación consigo mismo
y con los otms (la for!T\il en que cada ser humano se crea a sí mismo De esta forma, se debe atender a la relación del ser. humano con su
en la relaciún presente consiuo mi.s mo y con o.tros seres humanos, lo propia historia, y con sus determinantes internos y externos, a partir
cual muestra la constante relación entre individuación y adaptación). del para qué; que se refiere a la intencionalidad y sentido que dicho
Aluunos como Moustakas y Ellenberuer tambien enfatizan la materia- ser humano pretende crear, lo cual implica que la apertura hacia las
lidad (la rorma cualitativa en que cadél ser humano siente y entiende su influencias ydeterminantes del propio pasado, así como a la experien-
propia experiencia en el mundo) y la causalidad (la l'orma como cada cia presente, está determinada por la forma en que el individuo asume
ser humano ha diseñado su mundo). el desarrollo de sus potencialidades, a partir de su apertura hacia las
posibilidades del futuro. bien.sea para restringirlas o desarrollarlas au-
Es, entonces, a partir de la relación del ser humano con estos aspectos téntica o constructivamente. .
de la existencia, que el ·psicoterapeuta existencial entiende la forma en
que dicho individuo hace uso de su libertad para decidir qué ser y cómo Ahora bien, metodológicamente hablando, é independientemente de
crearse en el presente, bien sea auténtica o patológicamente; la forma la perspectiva particular de cada autor, para poder comprender a cada
como se proyecta hacia el Futuro y orienta sus deseos, su voluntad y sus ser humano, hay algunos postulados que son comunes a todos tos psi-
acciones, bien s~a coherente y sanamente, o bien sea contradictoria y coterapeutas existenciales, tal como plantea Constance í::ischer (2000,
destructivamente; y la forma en que se relaciori¡:¡ consigo mismo en el p.248). Según ella, hay al menos tres postulados afines a toda psiCote-
momento presente, bien sea para crearse consciente y constructiva- rapia existencial, que son: la relación terapéutica entendida como en-
mente o para Nesconderse'' ele sí mismo (hacer,inconsciente la propia cpentm; el énfasis en el entendimiento de la experiencia particular de
experiencia) y reducir o limitar así el desarroll().de su potencialidad de cada indiv.iduo en el mundo, y la flexibilidad y apertura hacia la situa-
ser. Así. la psicopatología es entendida a partir de la relación del indivi- ción y necesidad~s concretas de cada individuo.
duo con su propia potencialidad de ser, y no a partir de la desviación de
los criterios basados eri mi teoría particular y relativista. De esta forma, Al hablar de la relación terapéutica como un encuentro, se cnli n-
la psicopatología se entiende como consecuencia de alutm tipo de des- de que el terapeuta no trata de apartarse (en nombre de una supu t'l,
viacit'ln del propio centro existencial. lo cual ir~1plica la restricción en utópica y ficticia objetividad (entendida como neutralidad) del m11nclo
las re laciones con las posibilidades presentes de sery·Ja represión de la ·experiencia! del paciente, sino, al contrario, pretende compr •n 1 r· 1 1 ,
propia potencialidad para desarrollar el particular proyecto de ser. experiencias de éste desde la perspectiva·de su propia exist n iu. t:s to
implica, tal co.m o Van Kaam (1966) ha planteado entre mu chos lrw;,
Sería necesario entonces, captar el modo particular en que el individuo una actitud caracterizada por apertura a la experiencia de un misn o y
vivencia, crea y constituye su -propio mundo .a partir de su relación el otro, la cual implica nexibilidad para no restringir al otro a lo pmpl '
prese nte con toda su determinación pasada, biológica y ambiental, y a concepción teórica. Aquf. en un encuentro auténtico n pslcc 1 '1' tplll,
la manera en que decit.le reafirmarse en ~1 pre~~ nte,'ej1 su relación con ambos, terapeuta y paciente, construyen "juntos'' ltl con fl llllllt'h'm y 1 1

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PS ICOLOCIII CliNIC/1. FUNDIIMENTOS EXISTENCIIILES
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[ (ONCEPTOS UASICOS DE LA PSICOTF.RIIPIII EXISTEN . IAI.

Ahora bien. al". hablar de la flexibilidad y apertura hacia la exp


ntend imiento de la experiencia del paciente en el mundo a partir c:le la
vivencia presente e inmediata de lo que éste está experienciando en la rienda y necesidades del paciente, se pretende que el terapeul <t
relación con el terapeuta; Esto significa; por un ·ladb, que el terapeuta pueda atender adecuadamente a los requerimientos existenciales dé
no se divorcia del mUndo del paciente para tratar de observarlo a la i cada paciente, en vez de solo interpretarlo intelectualmente. desde un
d is tancia, ya que esto solo provocaría perder de vista la intencionalidad i contexto que s~ encuentra fuera de las necesidades y sentido de la ex-
.j
ele! paciente, y que en consecuencia, deja al terapeuta observando al periencia concreta de éste.
paciente solo desde su perspectiva teórica, lo que a su vez, distorsio-
naría la captación del sentido de la experiencia para el paciente. Por En este senlid6. se entiende la necesidad de los psicoterapcutas exis -
otro lado, el paciente no es visto como a alguien a quien pasivamente le tenciales de trabajar con el paciente la clarificación desde su experien -
suceden experiencias que hay que entender, o como alguien que tiene cia pr;esente del mundo físico, social y personal; la determinación c:l c
ciertos impulsos o síntomas que hay que erradicar, sino más biEm se valores personales que sirven como guía de comportamiento; el des-
entiende como.un ser que participa activamente en el. presente, en la cubrimiento de potencialidades no desarrolladas y el sentido de las re-
creación de dich.os síntomas o impulsos; de ahí que el terapeuta siem- sistencias ante el desarrollo de dicha potencialidad; el entendimient• >
pre tiene 9ue hacer presente la intencionalidad del paciente, de forma · tanto de sus emociones y sentimientos con base en su proyecto vital.
que·éste no pueda decidir ni crearse a sí mismo sin dejar de verla. Este como lRforma en que los asume y reacciona ante ellos, de forma tal qu l'
punto relacionado con la comprensión y la relación terapéutica será podamos captar el sentido de éstos para la persona, y así poder confi -
profundizado en el si¡;¡uiente capítulo. gurar la orientación de dicha persona en el mundo. A partir de esto, en
el siguiente capítulo se profundizará la idea de captación del qué, cúm ' >
El entendimiento de la experiencia particular o concreta de cada y para qué del paciente, así como ele los saberes que Romero plante;¡
individuo se refiere a la necesidad, como veíamos al principio, de com- (saber escuchar, acoger y crear empatía) para poder comprender a un
prendér el sentido de la experiencia para la persona a quien estamos paciente apropiadamente.
atendiendo y/o escuchando. Esto implica, como plantean Moustakas
('19~)4) o May (1963), que la interpretación siga a la comRrensión, y no al Podemos obsérlar un ejemplo de cómo estos tres aspectos son parte de
contrario. Aquí es necesario aclarar que la palabra entendimiento no se toda psicoterapia existencial en el planteamiento de Schneider y May
refiere únicamente a una actividadracional, sino también a una a"ctivi- (1995) y Schneider (2008), cuando comentan que la psicoterapia e~i s ­
dad afectiva. Boss ("1979), atendiendo a la idea de Heidegger referente tencial debe seguir o tener presente cuatro estrategias experienciales
a que todo entendimiento ocurre y está basado en un estado de ánimo de intervención: presencia, que es el principal concepto implicado en
(e ntendido como un estado experiencia!), plantea que el entendimiento lo que los psicoterapeutas existenciales denominan encuentro, y la cuHI
surge de la tonalidad afectiva que se tenga con el paciente, y no desde es tal vez la herramienta más práctica y poderosa con que se cuenta e n
una postura meramente teóri<;a y desapegada ele la realidad concreta la psicqterapia existencial. La presencia apunta directamente al hechn
y t~x perlenc i'll de éste. En palabras de May (1977), siguiendo a Frieda de atender a la expe1·iencia inmedicrta, presente. afectiva, l<inestésica
r romm-Helchman, el paciente necesita una experiencia, no una expli- y corporalmente sentida que ocUlTe en el paciente en su relación prc·
cución, [)ara lo cual se hace igualmente necesario que el terapeuta sea sente consigo mismo y con el terapeuta. Todo análisis y entendimienln
C(tpfl;c: fle capta r "intuitivamente", o mejor, afectivamente la experiencia del paciente debe estar contextualizndo y sujeto a la experiencia qul'
l. 1 p ·1 ntt: y el sio niflcado de ésta.para él/ella (ya que el concepto 'in-
lll ••!J'm ' n > r fhm : a una mera percepción desli9ad~ del objeto obser-
. él/ella/ tenga de sí mismo( a) en su relación con el terapeuta .

v Hll y ll t•; tcl n ' 1 •1 prop io punto de vista, sino a la experiencia afectiva El invocar lo actual. que en últimas, implica la necesidad de un e n-
t 1 • L' tlt t • t¡ HII I' l s nlido o esencia de la experiencia de otro). tendimiento sentido/experienciado de la forrria de relacionarse consiu<)

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mismo como el creador de su propia experiencia en el momento pre- ..y.May.(19.95) y Schneic,ie~ (2008}, ,s e. entienden mejor si se las con ll
sente. Esto implica trabajar en el aquí y el ahora lo que el paciente está · a partir de la intencionalidad dE! 1~ per~ona con la que se está trt~ l u-
sintier¡do en su forma de relacionarse consigo mismo y en su relación jáhdo. De esta forma, estas ·estrategias se deben aplicar teniendo n
con el terapeuta. Implica trabajar mucho más el proceso experiencia) cuenta y apuntando a la vivencia concreta y orientación de lQs deseos,
que está ocurriendo entre paciente y terapeuta. en vez de centrarse la voluntad y Jas decisiones de la vida citarla. Así, estas estrategia
en el análisis teórico y abstracto del contenido de la experiencia del experienciales de intervención se pueden entender, contextualizor y
paCiente. utilizar en cada una de las fases o dimensiones de psicoterapia q 1
propone May (1990b}. En términos generales, estas fases o dim e n-
El vivificar y confrontar las resistencias, que se refiere a mostrar, siones, aunque aquí se exponen de forma un poco esqueméítica, s ·
señalar, entender y trabajar las defensas del paciente de manera senti- debe dejar .claro que esto es por fines didácticos, ya que el proceso
da y conjuntamente desde su experiencia intendímal; es decir, implica psicoterapéutico no se da de igual manera en todos los pacientes me-
trabajar terapéuticamente desde la int.e ncionalidad y forma presente diante un proceso lineal rígidamente preestablecido. Estas tres rases
del paciente de exper!mentarse a sí mismo, para •.a partir de ahí, captar o dimensiortes ilustran los distintos aspectos de la in~encionaliclad ,
cómo no desarrolla, bloquea o refrena tanto su pntencialidad y posibi- lo cual implica clarificar el proceso de abrirse al conocimiento de los
lidades presentes de ser, y su deseo y voluntad d.e cambiar. La vivifka- · propios deseos y entrar en contacto con ellos (experiencia! mente ha-
ción y confrontación de las resistencias se debe hacer, entonces, desde blando}, para a partir de ahí, transforinar dicho deseo en un desear
y apuntando al para qué ele la experiencia específica del paciente, que conscientemente orientado, y poder afirmarlo de manera responsabl e
:. se refiere a la orientación (experiencia!) que desarrolla la persona en en la acción y tan coherente como se pueda mediante la voluntad .
el presente hacia las pcisibilidades futuras . Este. proceso está guiado Estas fases o dimensiones son: ·
por preguntas tales como ¿qué busca, obtiene, encuentra, pretende o
evita la persona al hacer o dejar de hacer cierta acción? De esta for- • El Deseo
ma, el entendimiento de los determinantes pasados estará entendido y
orientado por lo que la persona pretenda hacer hacia el futuro wn su La primera dimensión que debe tratarse es la del deseo. Abarca desde
vivencia del pasado. los deseos más infantiles (como que·rerser consentido y/o protegido) y
corporales (como el hambre y el sueño), pasando por los más agresivos
Finalmente, la creación de sentido, que implica ser lo suficiente- (como el rencor y la envidia), hasta los más nobles (como el ·a mor y la
mente flexible para captar tanto la intencionalidap de cada persona de compasión). No se trata solo de percatarse de ellos, sino también, y
acuerdo con sus valores, intereses y necesidades concretas, como la sobre todo, de vivenciarlos y experimentarlos como propios. Aquf in·
función que tiene paro el individuo afirmar dich~)S valores, intereses y '
terviene la necesidad de tomar conciencia de la propia realidad interna
necesidades en la forma particular en que ella/éno hace, lo cual no es .' y externa para poder hacer ualgo" al respecto, pero ahora en un nivel
olra cosa que referirse al para qué). Schneider súoiere varias técnicas
¡
consciente, en una dirección autodirigida. ·
cxpcrienciales en cada dimensión, pero siempre . rnant~niendo presen-
te lf.l persona como un touo 'indivisible y el sentido e intencionalidad de Ahora bien, se .debe dejar en claro que el ·acto de conocer los propi os
·,.,.1, l ~ n 1 capítulo sobre relación terapéutica se enfatizará el uso de deseos ya es una decisión, por consiguiente se quiebra la posidón
n W1· ·:; tratcu i¡¡ s experienciales de intervención . . i~ocente .y dependiente en la que primero se espera que el Lcrap Utll
' muestre y señale los hechos claramente, para luego poder hacer alo
l'cu t'lil 11111, ·<; p rtin c ntc clarificar que, a su vez, estas estrategias ex- al respecto. Es más, según May (1977), si.,bien es cierto que tener ·o
pc 'l' \ n Hl " l d • In psi ·ot •rf.lpia ex istencial de las·que hablan Schneider nacimiento sobre los propios deseos puede ayudar a tomar mejor .

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P1 LOGII\ CLINICA . FUNDAMENTOS EXISTENC:II\LES
J [ CONCEPTOS HÁSICOS DE LA PSICOTERAPIA EXISTENCIAL

d ·1·iones, rlicho conocimiento realmente le sinlle a la decisión de que- Ahora bien, partiendo del hecho de que "los deseos apuntan siempre a
' 'r conocer los propios deseos . ·si antes, el paciente no se decide y una significación" (May, 1990b, p .213), el primer paso en este proceso
Sll\ Llispuesto experiencialm_ente a conocer sus ·deseos, nunca podrá es, como ya se ha dicho, decidirse a conocer los propios deseos para
C! nocerlos, H pesar de las muchas interpretaciones teóricas que se le poder clarificar el sentido hacia donde apunta la experiencia.
puedan hacer, y solo lourará, en consecuencia, crear dependencia del
te rapeuta para sentirse seguro, ya que éste "sí sabe'' acerca de lo que te "Desde el punto de vista existencial, esta creciente conciencia de nues-
ocurre. May (1977, p.118) comenta al respecto que: tro cuerpo, deseos y anhelos (procesos relacionados con la experien-
cia de identidad) normalmente trae consigo una crecida apreciación
"La decisión precede al conocimiento ... El paciente no puede permitir- de uno mismo como ser y una mayor reverencia por el ser en sí"' (M ay.
se el lujo de adquirir ese conocimiento e intuición hasta que esté dis- 1990c, p. 274).
puesto a decidir, tome una orientación decidida sobre su vida y adopte
las resoluciones previas en.marcha". Así, la autoconr-iencia cobrará aun más valor, debido a que a través
i
¡. de ésta, ya no soto conoceremos nuestros deseos, sino que tambi é n
Normatm~ntc, se cree que el paciente, en la medida que va obtenien- podremos captil.r las implicaciones de éstos en las decisiones tomadas
do tm1s conocimiento sobre sí mismo, podrá ir tomando las decisiones en nuestra expériencia cotidiana. En este sentido es que May afirma
adec uadas, pero es aquí donde la psicoterapia existencial clarifica que que nos hacemos conscientes de nuestro conocimiento y se acepta el
el ser humano siempre se está creando y decidiendo qué ser y hacer, se yo propio como poseedor de un mundo. May (1990b, p.214) comenta al
tenga o no cimocimiento de tos deseos que motivan io que se está sien- respecto que: "~a propia conciencia incluye el acto por el cual me doy
do y haciendo, de ahí el énfasis en la responsabilidad. En este punto, cuenta del papel que desempeño en ella".
donde la clave del trabajo terapéutico recae sobre el contacto con tos
propios deseos y sus sinnificados, se evidencia la necesidad de traba- De esta forma, 'tomar conciencia de los propios deseos es un proceso
ja r directamente acerca del proceso experiencia! referente ·a tomar IHs mediante el cual una persona experimenta (y no solo sabe u observa)
decisiones propias de la vida diaria, antes que centrarse en realizar un hasta dónde pa,rticipa de sus propios deseos y de la intencionalidad
ami lisis del contenido implicado en dichas decisiones. Y no se trata solo implícita en ellos. Así, la persona puede darse cuenta si está deseando
de las grandes decisíqnes, sino también-de las más pequeñas y cotidia- a partir de una decisión constante y vivenciada en todos los niveles de
nas. Aquí, car)a &:cisión representa un (amplio o pequeño) proyecto la existencia, o si es un mero impulso que lo lleva de un lado a otro sin
con e l qu e la persona se compromete en al~¡ún grado para desarrollarlo f>oder o querer orientarlo. Parafraseando a May, al vivenciar los pro-
e n la vida diaria . pios deseos y la intencionalidad implícita en ellos, el ser humano puede
experimentar este hecho como "yo soy el ser que tiene estos deseos".
En este orden de ideas, la conciend •~ se considem un aspecto ontológi- Este hecho brinda la posibilidad de dar una vista interior, y de captarse
co y n1l so lo l¡t primera pm·te de lln pmceso de desurmlto personal. ya a sí mismo en relación con el muncjo y otras personas, para así comen-
que co i11n és ta siempre estú Implicada e11 el pmceso de toma de deci- z.ar a buscnr la forma de orientHr el deseo consclentemente y hacer algo
s iones, sinn!nca que siempt·e y en -todo momento el ser humano puede constructivo al respecto a nivel práctico.
a
nbl'il' ·o expc ri encfatmente nuevas posibilidades de creación, lo cual
im¡ 11 ·n qu' la autoconciencia debe ser una característica que acompa- "Las anteriores alrernativas de reprimir los deseos ... o ser compulsi-
111' dt • ltHll1 •t·n con tan te toda experiencia, para poder.reconocer dichas vamente empujados a una satisfacción ciega, son reemplazadas por
JHl' lllllld11d •o; y lulnl nch nalitlad hacia estas últimas. . la experiencia del hecho de que yo mismo estoy involucrado en estas
relaciones ele placer, amor y belleza, y confío ento!"lces tener la po-
..
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L PSICOlOGfA ClfNICA. FUNDAMENTOS EXISTENCIAlES ._-.


J [ CONCEPTOS BÁSICOS ÓE lA PSICOTERAPIA EXISTENCIAl J

sibiliclad de cambiar mi propio comportamiento para hacerlas más . constructivamente 1¡¡. experiencia. d(l _ansiedad cuando, en algún gra-
posibles"(May, 1990c, p. 276). do, estén vivencialmente convencidC?s de que el valor o significado que ·
alcanzarán al confrontar la ansiedad y las posibilidades presentes de
Así, al vivenciar conscientemente los propios deseos, el ser humano ser y hacer, será mucho mayor y enriquecedor experiencialmente que
tiene la posibilidad de abrirse a la experiencia de resignificar el sen~ido aque( valor que ganarían si trataran de escapar de la ansiedad . .
de éstos y la forma en que se están orientando en la vida diaria por
medio de la voluntad. Esta forma de entender el proceso de toma de Si seguimos el movimiento, dinamisrn~ y dirección de la experiencia de
conciencia de los propios deseos, y el sentido implicado en ellos, nos ansiedad que implica todo proceso de desear, podremos ser capaces
lleva a comprender que el ser humano, al reprimir su potencial de ser de atender al valor que la persona está pretendiendo .afirmar o pre-
y reprimir el acceso consciente a la intencionalidad implicada en los serva!~ y a partir de este nuevo· conocimiento, orientar y transformar
propios deseos, debe compensar la sens~ción de vacío, insatisfacción un mero impulso ciego (intencionalmente) en un acto consciente de
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o insignificancia que esto crea, con la gratificación compulsiva e in- desear, al menos en algún grado. En el proceso descriptivo de conocer
mediata de todo impulso que la persona sienta. El único propósito de dicha experiel'lcia de ansiedad y el valor, vivencialmente hablando, que
uratincar ciega y automáticamente cuanto impulso·o deseo aparezca en pretende afirmar la persona mediante algún impulso, el ser humano
la conciencia es el afirmar alguna sensación de valor que la persona no podrá ir conociendo el movimiento afectivo y dirección qÚe toma su
ha podido o querido reconocer conscientemente. deseo, lo cual, a su vez, permitiría que la persona vaya paulatinamente
haciéndose consciente de cómo participa activamente en la construc-
En este sentido, se entiende la visión de enfermedad de May, según la ción, desarrollo Q.defensa del valor o sentido al que apunta y dirige su
cua l los síntomas son la forma en que un ser human'o busca preservar o experiencia. Esto implica que para poder orientar el desear constructi-
proteuer algún valor que considera esencial para stl existencia. Así, co- vamente, los seres humanos deberíamos comenzar por utilizar nuestra
menzar a explorar el sentido que la persona obtiene mediante la afirma- voluntad para atender y percibir la experiencia de ansiedad que surge
ción de un síntoma dado, es una puerta de acceso a' tos propios deseos. ante un simple impulso o deseo. No se trata tanto de soío pensar o
Si el individuo se permite experienciar estos deseos en algún nivel de saber sobre· la ansiedad y el desear, sino más bien, de vivenciarse a sí
conciencia, podrá captar el significado que necesita y pretende afirmar mismo en el hecho de saber sobre su experiencia de ansiedad y desear.
en la vida cotidiana para sentirse con algún valor ·como ser humano. Solo aquí podrá el ser humano dejar de ser obJeto pasivo de su propia
Solo en este punto podrá ·resignificar el sentido de dichos deseos y la experiencia (por ejemplo, ser gobernado por la impulsividad o la com-
l'orma en que los orientará en la vida diaria a través· de la voluntad. pulsividad), para comenzar a resiyniflcar su experiencia y orientarla
hacia un valor autoescogido conscientemente.
En este punto, cabe resaltar que estar de cara al :proceso de desear
implica confrontar la experiencia de ansiedad que implica todo pi'Oce- • La Voluntad
so de creación, ya que, precisamente, percatarse o cobrar conciencia
de que uno desea desarrollar y/o comprometerse con unas decisiones En este punto específico es donde interviene la voluntad, que es ·1
puntuales y un proyecto vital específico, hace que e merja la ansiedad, complemento de.l proceso anteriormente pianteado, en el cual, la J1 ' 1'
a l s<Jberse uno "incompleto", como un ser que desea algo que aún no es sana no hará a voluntad Jo contrario al deseo, tratando de criticarle ()
rJ ti ene, así sea parcialmente. La experiencia de ansiedad, entonces, po- de sobreponerse a él y vencerlo por la fuerza, sino que és~a se int ¡t•u
•lría hacer que el ser humano vuelque constructivé;miente su atención ..e incorpora al deseo en un nivel superior de conciencia, doncl lu ¡wt·
so bre lo realm ente significativo para su vida. Al respecto, May ('l'ml6) sona, al saberse y sentirse dueña de sus deseos, tiene la capa ·fcJ ocl el
comenta que los seres humemos estarán preparados para confrontar apropiarse del rumbo o dirección de éstos en la acción. Por lo voltH\1 u 1

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PSICOlOGIA CLINICA. · FUNDMIENTOS EXISTENCIIIlES
J [ : CONCEPIOS U~ICOS DE !J\ PSICOTERAPIA -EXISTENCIAL

llge esto o aquello, orientándose en una dirección auto-escogida · En este sentido; la decisión y la responsabilidad, vendrían siendo las
y permitiendo así que el deseo elegido conscientemente exista en la formas expuestas por May, como expresión de la conciencia en el ser
rea lidad, en la acción. Muchas veces se requiere·dd:oraje y valor para humano que lucha por su integración y madurez. La decisión no se
p der llevar los propios deseps a la acción (May, 1990b), debido a los debe entender sólo como sinónimo de voluntad, sino como ar¡uella que
llmitantes o a las amenazas que se perciban tanto interiormente como integra el deseo y la voluntad, al enriquecer y reforzar al primero me-
del mundo; pero es precisamente esta confrontación la que da aún ma- diante su afirmación responsable.
yor vigor y sentido al acto de realizar por voluntad los deseos más ín-
timos que apuntan de forma constructiva al desarrollo del propio ser. Tillich (citado por May, 1990b) señala al respecto, que un individuo solo
Esta confrontación es la que permite sentir la necesidad de elegir por podrá llegar a ser realmente humano en el momento de la decisión . En
el propio bienestar, de forma tal que se le dé por medio de la voluntad consecuencia, este cuerpo terapéutico presenta profundas implicacio-
dirección, madurez y continuidad al deseo. nes para el ser .h umano, como lo es una ética que se sustenta y basa
en las capacidades del hombre para trascender la situación inmediata,
En este sentido, la voluntad no ·es orientada en el proceso terapéutico atendiendo al bienestar no sólo de sí mismo, sino también al de las
hacia la eviti:tción de deseos que aparecen en forma de impulsos cie- demás personas· que dependen o se relacionan con esta trascendencia
gos que exigen ser gratificados inmediatamente. Más bien, la voluntad y realización. ·
es orientada hacia la apertura experiencia! a dichos· deseos, no para
bloquearlos o realizarlos impulsiva o compulsivamente; sino para esta- May (1990c, p. 216) afirma al respecto: "El deseo, la voluntad y la decisión
blecer contacto con ellos, relacionarse con ellos de la forma más cons- ocurren dentro de un nexo de relaciones de las que el individuo mismo
cientemente posible para captar el significado implicado en ellos. Así, depende no sólo para sus logros sino para su propia existencia".
con base en los planteamientos de May (1990b) y Yalom (1984), pode-
mos afirmar que la voluntad no es usada para luchar contra los deseos Se trata de hace/- pleno uso de la libertad de ser para decidir la Forma en
no deseados, sino que es utilizada para establecer contacto con dichos que uno se reladonará con el propio destino, sus posibilidades y limitan-
· deseos en la conciencia, para así resignificarlos y reori~n.tarlos a partir tes, y la posición o postura consciente que se asumirá ante éste. En suma,
de la dirección conscientemente elegida. Luego, los deseos resignifica- lo que se quiere .es
clos y/o conscientemente elegidos son llevados a cabo por medio. de la
voluntad (Yalom, "1984). Es claro que la voluntad no es -usada, entonces, "que el paciente experimente genuinamente las implicaciones Y el
como "fuerza. de voluntad", para bloquear o reprimir deseos, sino para sentido de su intención, y experimentar abarca el acto, pero el acto
entra r en contacto con ellos, resionilkarlos y orientarlos consciente- definido no físicamente sin~ en la estructura de la conciencia( ... L el
mente hacia un sentido autoescogido. acto debe sentirse, experimentarse y uceplarse como parle de sí junto
con sus implicaciones socinles"(May, 1990b, p. 210).
• La Decisión y la Responsabilidad

Este punto de la terapia se refiere lo que implica decidirse y responsabi-


lizarse por las propias elecciones. El ser humano afirma su centro de va-
loi·es haciéndose responsable de las consecuencias de dichas decisiones.
"La decisión, partiendo de las uos dimensiones anteriores (el deseo y la
voluntad), eren un esquema de actuación y de vida que recibe su fuerzá y
riquezé} <le los deseos afirmados por la voluntad" (~ay, ·t990b, p.215).

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