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I. BASES DE LA INSTITUCIONALIDAD
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HENRÍQUEZ VIÑAS, Miriam; NÚÑEZ LEIVA, José: Manual de Estudio de Derecho Constitucional.
Actualizado según reforma de 2005. Santiago, Editorial Metropolitana, 2007, p. 15.
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Javier Tapia Henríquez
Este epí grafe es tomado del título del acta constitucional N°2 del 11
de septiembre de 1976 denominada bases esenciales de la institucionalidad
Chilena, la que a su vez derogó el capítulo I de la constit ución de 1925.
2
Cfr. MOLINA GUAITA, Hernán: Manual de Derecho Constitucional. Santiago, Lexis Nexis, p.
3
Ibídem.
4
CEA EGAÑA, José Luis: Derecho Constitucional chileno. Santiago, Ediciones UC, 2008, 2ª ed., T. I., p. 163.
5
Ibídem.
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sanción. Así es, pues salvo el artículo 2, es nítido que todas las demás
disposiciones contienen el enunciado de grandes principios que positivizan,
o sea, articulan en sus textos ciertos valores del derecho natural o,
expresado con visión más amplia, de la cultura jurídica occidental. En tal
perspectiva cabe nombrar, por ejemplo, la dignidad, la igualdad y la
libertad de la persona, el bien común como finalidad del Estado, el tipo
democrático de gobierno, los límites del ejercicio del poder o soberanía por
el respeto que debe a los derechos humanos, la supremacía constitucional
sustantiva y formalmente entendida, el Estado de derecho y sus
implicancias de control y responsabilidad, la probidad, la transparencia, en
fin, la penalización del terrorismo en todas sus especies y formas.. 6
6
Ibídem.
7
Cons. 12 de la sentencia pronunciada por el TC con fecha 05 DE Abril de 1988, rol nº53.
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1.1. La persona.
El artículo 55 del CC, señala que “Son personas todos los individuos de la
especie humana, cualquiera que sea su edad, sexo, estirpe o condición.”
8
HENRÍQUEZ VIÑAS, Miriam; NÚÑEZ LEIVA, José: Manual…, pp. 15 y 16.
9
SILVA BASCUÑÁN, Alejandro: Tratado de Derecho Constitucional. Santiago, Editorial Jurídica de Chile,
1997, T. IV, p. 21.
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La CPR señala en el art. 1, inc. 1º, que “Las personas nacen libres e
iguales en dignidad y derechos”. Por su parte, el inc. 4º de la misma
norma dispone que “El Estado está al servi cio de la persona humana…”
La norma del inc. 1º del Art. 1, CPR, debe ser puesta en relación con
otras normas constitucionales que se preocupan también de la persona. Así,
de aquellas que resulta más trascendente destacar, tenemos el Art. 19 Nº1:
“La constitución asegura a todas las personas: 1º El derecho a la vida y a la
integridad física y psíquica de la persona. La le y protege la vida del que
esta por nacer.” Se trata pues de la primera garantía que la constitución
10
FIGUEROA YÁÑEZ, Gonzalo: Derecho Civil de la Persona. Santiago, Editorial Jurídica de Chile, 2001, p.
25.
11
Cfr. Ibídem.
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Una vez dicho esto, la dignidad puede ser identificada en base a tres
caracteres: en primer lugar, depende solo del hecho de ser humano, de
manera que en tanto estemos frente a un individuo de la especie estamos
ante un sujeto di gno. En se gundo lugar, todas las personas somos titulares
de la misma dignidad, es decir, todos somos igualmente dignos. Finalmente,
cabe reconocer que la dignidad es inmutable, ella no se pierde, no aumenta
ni tampoco disminu ye.
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Si bien la di gnidad es una sola, igual para todos los seres humanos,
ella se clasifica del modo siguiente. En primer lugar, se dice la que
digni dad tiene una perspectiva ontológica y otra deontológica. La
perspectiva ontológica implica la racionalidad y libertad del ser humano;
mientras que la deontológica dibuja la autonomía del individuo,
perfilándolo como un fin en sí mismo. 15
1.2. La familia.
15
Por el hecho de ser seres humanos, todos poseen la misma dignidad humana ontológica o sustancial. Pero
existe además otro tipo de dignidad, conocida como la dignidad deontológica o ética, que hace al ser humano,
más humano, honorable y perfecto.
La dignidad ontológica, que es común a todos los seres humanos independientemente de su conducta,
demuestra que la dignidad es un valor que nunca puede perderse del todo, por estar directamente vinculado a
la condición humana. Para proteger este valor se establecen ciertas normas: por ejemplo, los delincuentes
tienen derecho a ser recluidos en lugares salubres, el derecho a la defensa, a que sea respetada su integridad
física y psicológica, etc.
Sin embargo, aunque un criminal tiene la misma dignidad humana ontológica o sustancial que una persona
honesta, honorable o santa, no tiene la misma dignidad deontológica. Para tener esta dignidad es necesario
ser una persona idónea y tener una conducta recta y moral. Ésta es la dignidad que normalmente es tenida en
cuenta para acceder a cargos públicos, premios, honores, etc.
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Diccionario RAE 1970.
17
Cfr. SILVA BASCUÑÁN, Alejandro: Tratado de Derecho Constitucional… p. 35.
18
HENRÍQUEZ VIÑAS, Miriam; NÚÑEZ LEIVA, José: Manual…, p. 18.
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“ El us o y l a h a bi t ac i ó n s e li m i t a n a l a s n e c es i da d es p e r s on a l e s
de l u s u ar i o o d e l h a bi t ad o r .
En l a s ne c e si da d e s p er s o n al es d el u s ua r i o o de l ha b i t a d or s e
co m p r e nd e n l a s de s u f a m i l i a .
La f a m i l i a c om p r e nd e a l có n yu g e y l o s h i j o s ; t an t o l os q u e
exi s t e n a l m o m en t o d e la co n s t i t u c i ón , c o m o l os q u e s ob r e vi en e n
de s p ué s , y e s t o a u n c u a n d o e l u s u ar i o o e l ha b i t a d or n o e s t é
ca s a d o, n i h a ya r e c o n o c i do h i j o al gu n o a l a f e c ha d e l a
co n s t i t u ci ón .
Co m pr e n de a s i m i s m o el nú m e r o d e s i r vi en t e s nec e s a r i o s p a r a l a
f am i l i a .
Co m pr e n de , a d em á s , l a s pe r s o na s qu e a l a m is m a f ec h a vi ví a n
co n el h a bi t a do r o u s u ar i o y a c o s t a d e é st os ; y l a s p e r s o na s a
qu i e ne s é s t o s d e be n a l i m e n t os .”
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1.4. El Estado.
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Cons. 7 de la sentencia pronunciada por el TC con fecha 07 de Marzo de 1994, rol nº184.
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22
VERDUGO, Mario; NOGUEIRA, Humberto; PFEFFER, Emilio: Derecho Constitucional…, p. 112.
23
SILVA BASCUÑÁN, Alejandro: Tratado de Derecho Constitucional…, pp. 64 y 65.
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- El principio de subsidiariedad.
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Como dos comentarios finales, hay que mencionar que dese lue go
existen actividades que el Estado no puede delegar, tales como la
administración de justicia, la defensa nacional o el resgu ardo de la paz
social, etc. Un segundo comentario dice relación con considerar que este
principio confía de sobremanera en la persona y en los grupos intermedios
que esta puede llegar a formar, ya trae como consecuencia el derecho de los
particulares para determinar en base a criterios de beneficio, utilidad y
ganancia a cuales actividades abocarse y en cuales no manifestar iniciativa
alguna.
El inciso final del art 1°, CPR, contiene una enumeración puramente
enunciativa de deberes del estado, que constitu yen especificaciones del bien
común a campos más determinados. Analicémoslos pues a continuación:
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Diccionario de la RAE.
27
HENRÍQUEZ VIÑAS, Miriam; NÚÑEZ LEIVA, José: Manual…, p. 27.
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28
Ibídem.
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El art. 7, inc. 1º de la CPR, establece que “Los órganos del Estado actúan
válida mente previa investidura regular de sus integrantes, dentro de su
competencia y en la for ma que prescriba la ley.”
A ello se suma que a las tres funciones clásicas deben a gregarse otras
que son propias del Estado contemporáneo. Ellas son: la función
constitu yente, la función monetaria o cambiaria, la función de inteligencia
y la función contralora o fiscalizadora.
29
Ibídem, pp. 27 y 28.
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30
RÍOS, Lautaro: “El derecho a participar y participación universitaria”, en Revista Chilena de Derecho
Vol. 13, No. 1 (enero - abril 1986), pp. 71-80.
31
Ibídem.
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“… u na r e l a c i ón d e co o p e r a c i ó n Es t a do -i n di vi d u o, pi e d r a a n gu l a r
de l pr i nc i pi o p a r ti c i p a ti vo, t r a e co m o c o ns e c u en c i a u n a a c t i va
i nt e r ve nc i ó n d e l a s oc i e d ad c i vi l e n l a e l a bo r a c i ó n d e l a vol un t a d
es t a t a l , es t o e s , u n i nvo l uc r a m i e n t o s u p e r i or d e l a c i ud a d an í a e n
el d i s e ñ o o e l a bo r a c i ón d e l as d e c i s i on e s pú b l ic a s , s up e r a nd o el
ca r á c t e r r e c e p t i c i o , pa s i vo o d e m er o s s u j et os , q u e e xi s t e e n u n
r égi m e n d e s u j e c i ó n ve r t i c a l d e l os i nd i vi d uo s f r e n t e a l a
au t o r i d ad y c a r e nt e d e u na c i u d a da n í a o r ga n i z ad a , a c t i v a y
r es p o ns a b l e .” .
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Estas dos últimas frases destacadas con comillas han sido tomadas del Diccionario de la RAE,
representando dos acepciones de la voz política.
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Como reseña SILVA BASCUÑÁN, Alejandro: Tratado de Derecho Constitucional… p. 76 y 77.: “Esta parte
final del inciso se discutió ampliamente en las sesiones 451, 471 y 1871 de la Comisión Ortúzar. Surgida la
propuesta sustancial e insinuada una redacción por la Mesa, sigue otra por parte de Jaime Guzmán, en la que,
después de definir que el Estado debe promover el bien común, se entrega a aquél la tarea de "favorecer la
participación individual y social en los diversos campos de la vida del país" (sesión 451, pág. 4). Refleja
fielmente la inspiración del constituyente la afirmación que formula el profesor Ovalle: "...el Estado no es el
que participa, es la comunidad que habita el territorio de ese Estado la que individual y socialmente va a
participar, se trata de un derecho de la comunidad y el Estado tiene que establecer los vehículos necesarios
para que esa participación se exprese" (sesión 471, pág. 10). Por su parte, el señor Evans afirmó: "Cree que no
debe enfocarse la participación desde el punto de vista del Estado, que a través de su acción la favorece,
asegura, la reconoce, la estimula y la protege, pero la participación es un derecho que como tal debe
consagrarse, es un derecho de todos los integrantes de la comunidad y de los grupos intermedios a participar
activamente en la vida social, cultural, política, económica y cívica del país" (misma sesión y página). Jaime
Guzmán, en la sesión 1871, expresó que "esta participación en la vida nacional puede hacerse
individualmente o a través de organizaciones intermedias" (pág. 19) y "es partidario de una referencia lo más
genérica posible a la vida nacional, sin entrar en especificaciones, porque, a su modo de ver, la participación
del habitante del país que se está consagrando se extiende a todos los ámbitos. No entiende esta disposición
relacionada sólo con el ámbito de las llamadas 'agrupaciones intermedias' que no persiguen fines relativos a la
política general del Estado, sino referida a cualquier forma de participación... Le gustaría una expresión
genérica y comprensiva de todo, que sea, o vida nacional'... o 'vida social', que engloba todo en sus diversas
manifestaciones, sin entrar aquí a pronunciarse sobre la variedad y la gama completa, dejando una disposición
que debería ser comprensiva de cualquier tipo de organizaciones, sin perjuicio de que, por la importancia que
pueden tener los partidos políticos, se detallen después las normas que configuran su estatuto propio" (págs.
20-21).”
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2.3. Soberanía.
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CEA EGAÑA, José Luis: Derecho Constitucional chileno…, p. 207.
38
Ibídem.
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La soberanía es una cualidad del poder del Estado, que significa que
no reconoce ningún otro poder sobre sí. La soberanía se divide para efectos
analíticos en soberanía-autonomía, que se ejerce en el ámbito interno del
Estado-nación. Ella permite al Estado determinar libremente su
organización y vivir según ella, dentro de sus límites. Y, en segundo lu gar,
en soberanía-independencia, la cual se refiere al poder político del Estado-
nación frente a otros de tales sujetos internacionales y entes u
organizaciones supranacionales, o sea, su ejercicio es la pro ye cción exterior
o de las relaciones exteriores. Así, esta última clase de soberanía permite al
Estado exigir de otros Estados que sea reconocida su propia independencia.
a) Titularidad.
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b) Formas de ejercicio.
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Ibídem.
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Ibídem.
42
Ibídem.
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“Es deber de los órganos del estado respetar y pro mover tales derechos
garantizados por esta constitución, así como por los tratados
internacionales rati ficados por Chile que se encuentren vigentes”.
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HENRÍQUEZ, Miriam: “Jerarquía de los tratados de derechos humanos: análisis jurisprudencial desde
el método de casos”, en Estudios Constitucionales, año 6, Nº2, 2008, pp. 117-119.
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HENRÍQUEZ, Miriam: Las fuentes formales del Derecho. Santiago, Legal Publishing, 2009, p. 29.
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45
MORA-DONATTO, Cecilia: El valor de la constitución normativa. México: Instituto de Investigaciones
Jurídicas, 2002, p. 11.
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46
Ibídem, pp. 11-12.
47
Ibídem, p.13.
48
CUMPLIDO, Francisco; NOGUEIRA, Humberto: Instituciones políticas y teoría constitucional. Talca,
Chile: Ed. Universidad de Talca, 2001, T. II, p.38.
49
MORA-DONATTO, Cecilia: El valor de la constitución normativa… p. 14.
50
Ibídem, pp. 16-17.
51
DE OTTO, Ignacio: Derecho Constitucional. Barcelona: Ariel, 1987, p. 15.
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52
Ibídem.
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Artículo 6º.- Los órganos del Estado deben someter su acción a la Constitución y a las
normas dictadas conforme a ella, y garantizar el orden institucional de la República.
Los preceptos de esta Constitución obligan tanto a los titulares o integrantes de dichos
órganos como a toda persona, institución o grupo.
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Artículo 7º.- Los órganos del Estado actúan válidamente previa investidura regular de sus
integrantes, dentro de su competencia y en la forma que prescriba la ley.
Ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden atribuirse, ni aun a
pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que
expresamente se les hayan conferido en virtud de la Constitución o las leyes.
Todo acto en contravención a este artículo es nulo y originará las responsabilidades y
sanciones que la ley señale.
53
HENRÍQUEZ, Miriam: Las fuentes formales del Derecho…, p. 31.
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54
Ibídem.
55
Ibídem.
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Desarrollado en base a los apuntes de clases de Derecho Constitucional I, Universidad de Chile, Prof. Ana
María García Barzelatto.
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Así, el pri mer inciso del artículo 6 dispone: “Los órganos del
Estado deben someter su acción a la Constitución y a las normas
dictadas conforme a ella y garantizar el orden institucional de la
Repúbli ca.”
Este inciso se refiere a que los órganos del Estado – que son diversos
e independientes entre sí – deben actuar conforme a las atribuciones y
normas establecidas por la Constitución Política. Los órganos deben
someter su acción al orden jurídico objetivo e impersonal, de modo que
cualquier trasgresión significa que sus actuaciones no son válidas.
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Observemos que este precepto está diri gido también a los gobernados,
en cuánto individuos particulares o como grupo, es decir a toda formación
social.
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Cabe reparar en aquella parte del inciso que determina que las
autoridades deben actuar dentro de las atribuciones que “expresamente” les
hayan conferido la Constitución y las leyes. Así, se da lugar al aforismo
que dice que “en Derecho Públi co sólo puede hacerse aquello para lo cual el
gobernante se encuentra expresamente facultado”, al que se hacía referencia
al principio. Debe, en consecuencia, el acto estar comprendido dentro de la
esfera de competencia del órgano, no puede evidentemente excederse o
actuar por analogí a, ya que ello conlleva a la invalidez del acto, como
señal a el inciso si guiente. Sin embargo, no debe olvidarse que el órgano
ejecutivo goza de lo que se denomina “discrecionalidad”, es decir, de cierto
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Del citado inciso, cabe señalar que los efectos de un acto que
contraviene la Constitución y la le y son dos: a) se generan las sanciones
que deberán estar establecidas en la ley; y b) el acto es nulo.
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Posición 1º :
Posición 2º:
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Este acápite ha sido abordado en base a GUASTINI, Ricardo: Estudios de teoría constitucional. D.F.,
México, Fontamara, 2001, pp. 255-273.
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PRIETO SANCHIS, Luis: “Notas sobre la interpretación constitucional”, en Revista del Centro de Estudios
Constitucionales, Nº9, mayo-agosto, 1991, pp. 175-198.
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Principios de interpretación.
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Para esta primera teoría los enunciados legas son el cauce a través del
cual se expresan ciertos contenidos de voluntad o intenciones, siendo
aquellas el componente último de las normas jurídicas. Interpretar es, por
tanto, averi guar y poner de relieve el contenido de tal intención, la cual
corresponde a la intención del autor, creador o creadores de la norma
jurí dica.
60
GARCÍA AMADO, Juan Antonio: “La interpretación constitucional”, en Revista Jurídica de Castilla y León,
Nº2, 2004, p. 35.
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Como citicas se plantea que esta perspectiva genera que los valores
adquieren vida propia al margen de los enunciados legales, lo que es una
hermosa construcción, pero con pies de barro. La constitución es un acuerdo
de mínimos, contrapuestos, que obligan al legislador (p.ej.: libertad versus
igualdad). En definitiva se dice que no hay valores verdaderos y con vida
propia tras los enunciados, sino que constantemente los valores están en
pugna y conflicto, siendo contradictorios y opuestos.
- Métodos i nterpretativos.
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través del tiempo, consa grando algunos de los pri ncipios interpretativos
antedichos e incluso, aquellos fallos en que se utilizan dichos principios y
métodos, sirven lue go corno una especie de "precedente" que el tribunal de
muy buena manera utiliza para sentenciar otros casos. Lo antedicho queda
demostrado en la sentencia rol N° 279 del ari o 1998, la cual señala, "Que
para decidir el problema propuesto, este Tribunal tiene presente una regla
de interpretación constitucional a la cual a menudo ha recurrido como dan
cuenta las sentencias de 24 de septiembre de 1985, Rol No 33, considerando
19° y de 24 de febrero de 1987, Rol No 43, considerando 50, al ejercer el
control de constitucionalidad sobre los pro yectos de l as le yes orgánicas
constituci onales sobre el Tribunal Calificador de Elecciones y de los
Partidos Políticos, respectivamente. En dichas sentencias se expresó que
la Constitución es un todo orgánico y que el sentido de sus normas debe
ser determinado de manera tal que exista entre ellas la debida
correspondenci a y armonía debiendo excluirse, definitivamente,
cualquier interpretación que conduzca a anular o privar de eficacia a
alguno de sus preceptos. Este principio de hermenéutica ha continuado
aplicándose invariablemente en sentencias posteriores. Su razón de ser en el
ámbito constitucional es muy simple: es inadmisible aceptar que la
Constitución originaría o las modificaciones que se introduzcan a ella por el
Poder Constituyente derivado o instituido contengan normas sin sentido, sin
aplicación práctica o simplemente reiterativas o superfluas".
2. La Ley.
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La Ley se alza como una típica fuente formal del Derecho, lo cual
implica que " La ley es una fuente formal de la norma jurídica, elaborada
constituci onalmente por el Poder legislativo, sancionada y promulgada por
el Presidente de la República y publicada en el Diario Oficial o en la forma
que la le y determine” (Aníbal Bascuñán).
a) Iniciativa
En esta primera etapa se da el impulso inicial para que una proposición sea
analizada por el Congreso Nacional. Según la CPR tienen iniciativa de ley
el Presidente de la República a través de un M ensaje y los parlamentarios,
tanto diputados como senadores, a través de una Moción. Esta última no
puede ser firmada por más de diez diputados ni más de cinco senadores
(art.65, inc. 1º).
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6º.- Establ ecer o modificar las normas sobre seguridad social o que incidan
en ella, tanto del sector público como del sector privado.”
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En efecto, el art. 69, inc. 1º, indica que “Todo proyecto puede ser
objeto de adiciones o correcciones en los trámites que corresponda, tanto
en la Cámara de Diputados como en el Senado; pero en ningún caso se
admitirán las que no tengan relación directa con las ideas matrices o
fundamentales del pro yecto.”
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El inc. final del art. 71, indica que “Si las adiciones o enmiendas
fueren reprobadas, se formará una comisión mixta y se procederá en la
misma forma indicada en el artículo anterior.”
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En caso de ser rechazadas por las dos Cámaras todas o algunas de las
observaciones hechas por el Presidente, pero no se reuniera el quórum de
dos tercios para insistir en el proyecto previamente aprobado por ellas, no
habrá le y respecto de los puntos de discrepanci as.
d) Prom ulgación.
e) Publicación.
Dentro de un plazo de cinco días hábiles desde que queda total mente
tramitado el decreto promulgatorio, el texto de la ley debe publicarse en el
Diario Oficial y desde ese momento es obligatoria y se presume conocida
por todos los habitantes (art. 75, inc. final).
f) Urgencias.
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Los plazos que tienen las Cámaras como las comisiones mixtas son:
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Por último, los proyectos de ley de esa naturaleza tienen que ser
sometidos al control de supremacía, preventivo y obli gatorio, que incumbe
ejercer al Tribunal Constitucional en los términos precisados en el artículo
93° inciso 1° N" 1° e inciso 2° del mismo artículo. 536. Justificación. Se ha
cuestionado, reiteradamente, l a incorporación de este tipo de le yes en
nuestro ordenamiento constitucional, originadas en la Constitución francesa
de 1958. Sin embargo, son escasas las materias reservadas a ellas por ese
Texto Fundamental, rasgo muy distinto, como se ha visto, a lo que sucede
en el Códi go Político chileno.
En este acápite toca hacer revista de dos fuentes que tiene rango de Ley,
pero que no cumplen desde un punto de vista formal los requisitos comunes
que se observan en la fuente formal “ley” en un sentido estricto. Estas
fuent es, en efecto, se caracterizan esencialmente por tener la eficacia
normativa propia de una ley cualquier, mas se diferencias en lo alusivo a
los mecanismos de generación de que ellas son producto.
Los tratados son pactos o acuerdos que suscriben dos o más Estados y que
tienen por finalidad crear derechos y obligaciones para los Estaos que
concurren a ellos, u organizar entidades Internacionales que no son Estados
y establecer la competencia de esas entidades y el modo como habrán de
relacionarse los Estados.
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- Publicación y efectos.
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Son dictados por el ejecuti vo sobre materias propias de ley, pero sin la
autorización del congreso. Constituyen una forma de legislación irregular
propia de los periodos en que se ha producido una ruptura constitucional.
- Paralelo entre los decretos leyes y los decretos con fuerza de ley.
En cuanto a su diferencia:
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3. El Reglamento.
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- Criterios jurisprudenciales.
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Autónoma. Por medio de ella el Presidente dicta normas sobre mat erias que
la CPR no ha reservado al dominio l egal. Se
fundamenta en que no todas las materias de
Interés público tienen necesariamente que ser
reguladas por leyes.
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La CPR 1980, realizó una distribución de competencias entre las potest ades
legislativa y reglamentaria.
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Esta parte la hemos tomado de CALDERA DELGADO, Hugo: “La obsolescencia del concepto de ley del
código civil y las nuevas relaciones entre la ley y el reglamento a consecuencia de la entrada en vigencia de
la constitución de 1980”, en Revista de Derecho y Jurisprudencia, mayo-agosto 1985, sección derecho, pp.
25-31.
62
Pese a que el autor no lo deja claro, es conveniente tener en cuenta que la doctrina distingue entre dos
sistemas, el de dominio legal máximo, en el cual pertenecen al ámbito de la potestad reglamentaria todas
aquellas materias que no pertenezcan al dominio legal; y el de dominio legal mínimo, donde la potestad
legislativa alcanza no sólo a aquellas materias que le encomienda la Constitución, sino a todas las demás.
SEGÚN EL AUTOR: dominio máximo legal es aquel de acuerdo con el cual la ley sólo puede regular
válidamente las materias textualmente comprendidas en la reserva legal, bajo pena de nulidad en caso
de contravención.
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Al respecto podría mencionarse: El Tribunal Calificador de Elecciones, el Tribunal Constitucional, el
Banco Central, la Contraloría General de la República, la Justicia Electoral y el Consejo de seguridad
Nacional.
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Este acápite ha sido tomado de CARMONA SANTANDER, Carlos: “Tres problemas de la potestad
reglamentaria: legitimidad, intensidad y control”,
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P R I ME R P R O B L E MA : L A D I SP U T A P O R LA L EG I T I M ID A D
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S E G U N DO P RO B L E MA : LA I N T E N S ID A D .
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TERCER P R O B L E MA : EL CO N T RO L .
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Sostiene que desde 1989 los tribunales ordinarios son competentes para
conocer de la acción de nulidad de un acto. Esta posición rechaza la
inaplicabilidad tácita de los reglamentos por los siguientes argumentos:
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Este último conflicto trata del control de los reglamentos que dice relación
con el recurso de inaplicabilidad. En el último tiempo varios recursos de
inaplicabilidad han sido declarados inadmisibles por la Corte Suprema, eran
recursos que impugnaban normas legales en las que se fundaban
determinados re glament os.
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