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CAPÍTULO 1

SECCIÓN CONTENIDO

1.1 Introducción

1.2 Historia del karate do

HISTORIA DEL 1.3 Estilos

1.4 Conclusiones
KARATE DO
1.5 Sugerencias didácticas

1.6 Autoevaluación

SICCED Manual para el Entrenador de karate do


Nivel 1.
HISTORIA DEL KARATE DO

OBJETIVO
Conocer el origen del Karate do, las culturas de los pueblos que más influyen en
su desarrollo y las características de los principales estilos.

INSTRUCCIONES:

Revise detenidamente el presente capítulo, observando los aspectos que


contextualizan y caracterizan a la disciplina con la finalidad de que al término del
mismo usted sea capaz de

b Conocer el aporte de cada cultura popular en el desarrollo del Karate do


como arte marcial.

b Identificar a los creadores de cada estilo, sus aportes y características


fundamentales de las técnicas básicas y las katas.

1.1 INTRODUCCIÓN.

El capítulo aborda, los aspectos que dieron origen al karate do como disciplina
deportiva, así como las implicaciones que tiene éste de manera general en el
desarrollo de sus diferentes estilos. Los datos que se ofrecen permiten ubicar el
karate do como deporte.

1.2 HISTORIA DEL KARATE-DO.

Resultan complicadas las investigaciones a cerca del origen del karate, dada la
importancia de la transmisión oral del conocimiento en Oriente, ya que con el
tiempo se pierde o cambia el conocimiento y el escaso conocimiento del japonés
antiguo, que crea dificultades a la hora de traducir los documentos que se
conservan en la actualidad, parece ser que el origen de algo parecido al karate
surgió en la India.

Una de las costas en la que estaba dividida la población india es la que estaba
constituida por los guerreros. recibía el nombre de Ksh·triya y sus integrantes
aprendían un arte marcial llamado vajramushtl (uno con el puño cerrado es duro).
Un miembro de esta casta e hijo del Rey Indio Sigandha fue Daruma Taishi o
Bodhidharma. Este recibió instrucción militar y enseñanzas sobre el Budismo, una
de las bases filosóficas del Karate Do al igual que el taoísmo y el confusionismo.

En el año 520 D.C. Bodhidharma, tras profundizar en el Budismo y hacerse monje,


viaja desde la India a China para intentar enseñar la filosofía zen el emperador Wu
de Liang, quien le expulsa de su corte. En el año 525 D.C., este monje llega al
templo de Shaolín, en la provincia de Honan y comienza la enseñanza basada en
un sistema de meditación y respiración (mas tarde llamado zazen). Para
conseguir una total entrega, tanto física como mental de los monjes, Bodhidharma
añadió a la formación de Éstos, unos movimientos que hacían uso de técnicas de
ataque y defensa utilizadas por antiguos guerreros chinos. Las enseñanzas
recibidas en el monasterio ofrecían a los monjes no sólo una formación filosófica,
sino una manera eficaz de defenderse de sus posibles enemigos utilizando como
arma básicamente su propio cuerpo.

Surge de este modo un método filosófico y práctico que se extendería por toda
China, basado en 18 movimientos (posteriormente fueron aumentados a 72)
conocido como las 18 manos de lohan (shi-pa-lo-han-sho), Shaolín-Zu-kempo.

Durante la dinastía Tang de China (618-906 D.C.) diversos aspectos culturales se


introdujeron a Okinawa (en las islas Ryu-kyu) y entre ellos el Shaolín-Zu-Kempo,
cuyo nombre Chino es Chuan-fa. En Okinawa por aquel entonces se hacía uso de
un sistema autóctono de lucha conocido como Okinawa-te.

En 1429, durante el reinado de Shohashi se unificaron los tres reinos en los que
estaba dividida Okinawa y se prohibió el uso o posesión de armas en el reino para
evitar sublevaciones de los habitantes. Entonces tuvieron que hacer uso de las
únicas armas de que disponían: su cuerpo y algunos instrumentos de aspecto
inofensivo como cuerdas, molienda, etcétera que dieron lugar al Kobudo.

Así comenzó a desarrollarse el arte de los puños que habían introducido los
chinos y se fue mezclando con las técnicas locales ya existentes los cuales no
estaban orientadas a la lucha. El nuevo arte surgido como consecuencia de la
combinación del Okinawa-te, que hacía uso del puño cerrado y, el Chuan-fa que
hacía uso de la mano abierta, recibió el nombre de Tod-De. También se le
denomina To-Te.

El To-De se desarrolló principalmente en las ciudades de Naha, Shuri y el barrio


de Tomari.

A comienzos del siglo XVII (1609), en Okinawa, el To-De comenzó a ser


practicado en secreto debido a la prohibición de la práctica de dicha disciplina tras
la invasión del Japonés Shimazu. Surgieron a partir de entonces, para referirse a
este arte, términos como Reimymio To-Te (karate misterioso) o el Shimpi To-Te
(karate místico).
Es en 1903 cuando se vuelve a obtener información. El To-Te desde entonces fue
conocido bajo la denominación de karate.jyutsu hasta que Gishin Funakoshi, hacia
el año 1927, defendió con fuerza que ese nombre fuese cambiado por el de Karate
Do.

Conocemos que gracias a ciertos maestros el Karate Do se desarrolló dando lugar


a distintas escuelas. En 1906 tuvo lugar la primera exhibición pública de Karate
Do en Okinawa en 1916 y 1922 en Kyoto y Tokyo en 1926 la primera fuera de
Japón.

Entre 1920 y 1930 el Karate Do se hace más popular, participando en él personal


de todas las clases sociales. Es el amanecer del karate moderno y clubes para su
práctica fueron abiertos en diversas universidades, escuelas y colegios mayores
de Tokio incluyendo en estos a las fuerzas armadas del ejército Japonés.

Existen deferencias fundamentales a las que no se les da la importancia que se


merecen, el arte marcial no es una simple pelea. Las artes marciales son un
sistema muy completo de aprendizaje cuyo fin es transformar su propia existencia
a través de su práctica, alcanzado dimensiones espirituales constituyendo así la
esencia del Budo.

En las culturas de los pueblos se encuentran arraigadas algunas formas de lucha


ligadas al desarrollo espiritual, en la mitología de cualquier país se puede ver, pero
donde alcanzaron las cotas más altas fue en oriente.

Para entender el Karate como arte marcial es necesario considerar, no sólo el


aspecto técnico, sino el psicológico y metafísico y de este modo entender cómo
esta actividad física, orientada al campo del deporte, aborda temas de tipo
psicoespiritual.

El Karate Do busca el equilibrio constante entre las dos perspectivas del cuerpo, la
externa y la interna. El aspecto externo es lo visible, lo familiar, consiste en las
posiciones en los movimientos de los miembros, la técnica, la fuerza muscular y la
velocidad, entre otros aspectos.

El aspecto interno es más difícil de entender, pues está oculto, hay que tener una
formación adecuada; tiene que ver con respiración, el desarrollo del Ki (energía
interna) y una cierta actitud de conciencia y mente.

Estos dos factores marcan diferencias como el saber hacer y la inspiración. En el


Karate se requiere de la fuerza y la velocidad, vemos que un hombre vence a
otros al mismo tiempo, ¿Cómo puede tratarse de velocidad?.

Los factores internos son difíciles de comprender sin esa preparación personal,
están relacionados con la energía que se acumula en el interior enviándola al
exterior.
El cuerpo, el aspecto externo necesita de la energía del cuerpo interno para poder
manifestarse y así conseguir energía vital.

La energía interna se almacena en el centro hara1, es flexible y variable, hace que


todas las partes del cuerpo se integran y formen una unidad coordinada, lo que
permite incrementar funciones como agudizar la visión y audición. La energía
interna es un factor esencial para encontrar la salud física, mental y emocional.

Este tipo de energía se puede adquirir o desarrollar de muchas forma, aunque no


de una manera mecánica, nace de nuestra naturaleza interior, que con la calma, la
suavidad y la lentitud, nutridas todas ellas por la respiración, lograremos cultivar el
interior; de aquí que las artes marciales se dividan, de acuerdo a su origen en
interno y externo.

Los que no practican el karate tienden a pensar que sólo sirve para aprender a
derrotar a un adversario u oponente y no es así, las técnicas son los útiles para
destruir el verdadero enemigo “uno mismo” el “ego”, el miedo, frustraciones, es
decir a nuestras propias limitaciones.

En el aprendizaje de karate el alumno, realiza un entrenamiento hasta pasar el


punto, de la extenuación, donde ya no hay fuerza; si continúa sus movimientos
adquieren una naturalidad y una fluidez, que no hubiera creído posible antes,
percibiendo entonces con claridad la conciencia normal, en este momento nunca
volverá a ser el mismo, esta experiencia la dará la posibilidad de pensar que los
límites no son tan rígidos y que el mundo es más permeable.

1
HARA parte del cuerpo donde se concentra nuestra fuerza, también conocida como seika tanden. El punto
exacto esta localizado aproximadamente a tres centímetros de distancia por debajo del ombligo, aunque en
realidad se encuentra mas cerca de la espalda que de la parte delantera, centro del equilibrio del ser humano.

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