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Literatura de la República Dominicana

Literatura de la República Dominicana hace refe- exilio. El cuento moderno se inicia en la segunda fase
rencia a las obras escritas en el país o fuera de él por del siglo XIX, es decir, tardíamente, a juzgar por otros
escritores,[1] ya sea por nacionalidad o ascendencia. Aun- países.[cita requerida]
que sólo puede hablarse con rigor de literatura domini- Durante décadas, los intelectuales dominicanos han te-
cana en relación a las obras escritas tras la [[Independen-
nido en el ensayo un escenario que han ampliado y
cia (República Dominicana) |independencia del país]], se desarrollado con talento. Destacan los ensayos políti-
acostumbra incluir la producción literaria de la época co-
cos de los independentistas, los conservadores y los
lonial. La literatura de República Dominicana continúa restauradores.[cita requerida] Uno de sus mejores exponentes
en flujo y en busca de mayor proyección dentro y fuera en la arena internacional fue don Pedro Henríquez Ure-
del territorio nacional, aunque los autores dominicanos ña, reconocido autor de ensayos académicos sobre temas
han cultivado las variadas manifestaciones del quehacer literarios.[2]
literario, reflejando en sus obras la mezcla de elementos
españoles, africanos e indígenas que se da en el Caribe y La pasión local por los temas históricos, sobre todos los
la influencia de sucesivas emigraciones por motivos polí- que abordan el tema de la dictadura de Rafael Leonidas
ticos y económicos. Trujillo y otros episodios políticos trascendentales, ha in-
fluido en el desarrollo de historiadores de fuste en dife-
Luego vendrían José Joaquín Pérez, Manuel de Jesús Gal- rentes épocas de la República.[cita requerida]
ván, Nicolás Ureña el que el almirante describe el paisaje
y los pobladores de América. Cristóbal de Llerena escribe La Fundación Corripio y la Secretaría de Estado de Cul-
el entremés Octava de Corpus Christi y, durante la etapa tura otorgan cada año el Premio Nacional de Literatura
[3]
colonial, Leonor de Ovando escribe algunos sonetos, por para reconocer el quehacer literario en el país.
lo que se le considera la primera mujer en escribir poesía
de este lado del mundo.
La poesía, la novela, el cuento, el ensayo y la historia han 1 La poesía
expresado el discurrir político, social y económico del
país que desde la hazaña del descubrimiento se ha im- Según el escritor Basilio Belliard, el momento más es-
pregnado de múltiples corrientes de pensamiento, sobre pléndido de la poesía dominicana del siglo XIX es el que
todo europeas y estadounidenses inicialmente, y del le- conforman Salomé Ureña, José Joaquín Pérez y Gastón
jano oriente en las producciones de algunos escritores de Fernando Deligne, tres pilares donde descansa la moder-
finales del siglo XX.[cita requerida] nidad de nuestra poesía de la época en sus vertientes pa-
triótica, indigenista y psicológica. Pero no es sino en el
La poesía ha tenido exponentes prominentes. El siglo
siglo XX cuando nuestra poesía alcanza la categoría de
XIX fue uno de los que más robusteció el género, aun-
moderna, con el surgimiento de las vanguardias.
que el siglo XX fue todavía más prolífico y significó la
evolución hacia su madurez, con el surgimiento de las La poesía es el género más cultivado desde Manuel María
vanguardias.[cita requerida] Valencia, el primer poeta romántico, pasando por Fabio
Fiallo y otros que asimilan las influencias de las corrien-
Aunque se desarrolló tardíamente, la novelística domi-
tes literarias europeas, hasta la irrupción incipiente del
nicana ha tenido y tiene exponentes importantes en el
Modernismo en tres figuras importantes como Valentín
país, aunque su desarrollo no ha escalado como las otras
Giró, Ricardo Pérez Alfonseca y Osvaldo Bazil, cuyas
manifestaciones literarias. Surgió bajo la influencia del
influencias de Darío languidecen con la aparición del
romanticismo francés de Víctor Hugo y acusa tres mo-
postumismo, hacia 1921. Tal es el caso de Otilio Vigil
mentos importantes de acuerdo a su tipología y temáti-
Díaz, quien introdujo de las vanguardias en las letras do-
ca: la “novela de la caña”, la “novela bíblica” y “novelas
minicanas y fue gran renovador de la lírica nacional, in-
costumbristas”.[cita requerida]
fluido por el simbolismo francés. Así, funda el primer
El cuento ha tenido más trascendencia que la movimiento poético de carácter unipersonal, al que se le
novela.[cita requerida] El aporte de Juan Bosch, maes- sumó Zacarías Espinal y al que denominó "vedrinismo",
tro del género en Hispanoamérica, ha sido fundamental. llamado así porque en sus versos intentaba hacer las pi-
El escritor y político escribió tres significativas coleccio- ruetas que hacía en el aire un aviador francés de nombre
nes de cuentos tituladas Cuentos escritos antes del exilio, Jules Vedrines.
Cuentos escritos en el exilio y Más cuentos escritos en el
Vigil Díaz introduce la modernidad al crear el verso li-

1
2 1 LA POESÍA

bre y el poema en prosa con sus libros Góndolas (1912) y Ventura. Se producen las discusiones y los constrastes de
Galeras de Pafos (1921). Después de él, la poesía domini- lugar entre unos poetas y otros, nace el Círculo de Mu-
cana vive otro gran momento representado por Domingo jeres Poetas de la República Dominicana, conformado
Moreno Jimenes, al fundar, junto al filósofo Andrés Ave- por Chiqui Vicioso, Carmen Imbert Brugal, Carmen Sán-
lino y al poeta Rafael Augusto Zorrilla, el postumismo, chez, Dulce Ureña y Miriam Ventura.
en 1921. Redactan un manifiesto en el que niegan las Variadas eran las tendencias, así como voces indepen-
vanguardias y favorecen una poesía de carácter nacio- dientes de gran calidad, como Sally Rodríguez y Martha
nalista que rescate el color local, el paisaje y la identi- Rivera (Martha Rivera-Garrido), se auñan las tendencias
dad del hombre dominicano. Con el postumismo la tra-
y a todo el espectrum literario con sus distancias y di-
dición poética dominicana se renueva y sacude para in- ferencias, llegando a identificarse la poesía femenina, la
cubar nuevas voces que la fortalecen.
Poesía de la Crisis y la llamada poesía del Pensar, arro-
A este movimiento le sigue la Poesía Sorprendida, el jando fructiferas reflexión sobre otros temas: no ya lo so-
grupo más pujante y de una gran apertura estética, con- cial, ya no la pos-guerra sino lo filosófico, la muerte y
formado por grandes poetas como Franklin Mieses Bur- lo eróticolo transgender. Así las voces de Miguel de Me-
gos, Mariano Lebrón Saviñón, Antonio Fernández Spen- na, en poetas de la crisis, José Mármol y Plinio Chain en
cer, Aída Cartagena Portalatín, Freddy Gatón Arce, entre lo filosófico, la mayoría de la poesía de las mujeres del
otros. Este conjunto de poetas tenía como lema la “poesía Círculo de Mujeres poeta en lo erótico y lo transgender
con el hombre universal”, contrario al postumismo. en poetas tanto de este grupo como voces independientes
Después le sigue la generación de los Independientes del como Rita Hernández.
40, integrada por Manuel del Cabral, Héctor Incháustegui La migración jugó un papel importante, porque muchos
Cabral, Pedro Mir y Tomás Hernández Franco, los cuales poetas se dispersaron y establecieron en Puerto Rico,
publicaron poemas emblemáticos como Compadre Mon, Alemania, Estados Unidos, debilitándose algunos espa-
Hay un país en el mundo, Poema de una sola angustia y cios y cerrándose definitivamente otros. Así el Fco Uron-
Yelidá. do se desintegra al emigrar tres de sus voces más impor-
De los sorprendidos se desprende otro grupo de poetas tantes: León Félix Batista, José Alejandro Pena y Miriam
Ventura.
antitrujillistas llamados la Generación del 48, conforma-
da, entre otros, por Víctor Villegas, Máximo Avilés Blon- En la retaguardia surge otro grupo de poetas importantes
da, Lupo Hernández Rueda, Luis Alfredo Torres, Rafael como Ángela Pena, Aurora Arias, Irene Santos y Maria-
Valera Benítez y Abelardo Vicioso. nela Medrano, quienes conformaron el segundo Círcu-
En los años sesenta, a partir de la caída del régimen de lo de Mujeres poetas de la República Dominicana. De
Trujillo, surgen los escritores de la Generación del Sesen- este segundo grupo, dos de sus figuras más importantes
ta con Marcio Veloz Maggiolo, Ramón Francisco, René emigraron estableciéndose en Estados Unidos: Marianela
del Risco, Jeannette Miller y Miguel Alfonseca. Medrano e Irene Santos. Del grupo de Posguerra también
hubo bajas con la emigración del poeta más joven de esta
En la misma década, y como consecuencia de la Guerra generación, Alexis Gómez Rosas.
de abril del 65, surge el movimiento llamado Poetas
de Postguerra (o Joven Poesía), con Mateo Morrison, Partiendo del hecho migratorio, la generación de los
ochenta no puede ser analizada sin las voces que emi-
Andrés L. Mateo, Enriquillo Sánchez, Tony Raful, Alexis
Gómez Rosa, Enrique Eusebio y Soledad Álvarez, entre graron. Tampoco pueden ser consideradas voces de los
ochenta poetas como José Acosta, quien reside en Esta-
otros.
dos Unidos y cuya voz era casi inexistente en los ochenta.
En los años ochenta aparece un movimiento poético en Es como Frank Martínez y Leopoldo Minaya (último que
diversas tendencias haciendo tambalear el establishment se integra al Paco Urondo a finales de los ochenta) voces
literario del momento(el desencanto de post-guerra) sen- de los noventa, como también lo son Medar Serrata, Ra-
tando las bases para una ruptura(que no se produjo en món Saba y César Sánchez Beras
lo inmediato) con aquella generación. El movimiento
se dio en las direcciones siguientes: formación de gru- Cabe destacar poetas de transición de finales de los años
pos,(entonces sólo existía el Taller Literario César Valle- setenta y principios de los ochenta, como José Enrique
jo), nuevas tendencias estéticas y de género. García, autor del libro El fabulador y Cayo Claudio Es-
pinal creador del Movimiento Contexualista y autor de
A saber, se surgen de ese período Los poetas de “Y los libros Utopía de los vínculos, Banquetes de aflicción,
Punto.” (integrado básicamente por publicistas, pinto- Comedio (entre gravedad y risa), Las políticas culturales
res y poetas) y El Círculo Francisco Urondo (un des- en la República Dominicana, La mampara y Clave de es-
prendimiento del ya citado César Vallejo con sede en la tambre.
Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD), in-
tegrado por Leén Félix Batista, Atilano Pimentel, Víctor
Manuel Bidó, José Alejandro Pena y Leopoldo Minaya,
además de Juan de la Cruz, Nicolás Guevara y Miriam
3

2 La novela novela dominicana aún no se ha escrito,[cita requerida] a pe-


sar de la existencia de novelas como La sangre de Tulio
Manuel Cestero, Over de Ramón Marrero Aristy, La ma-
La primera novela escrita por un dominicano fue El mon- ñosa de Bosch, Biografía difusa de Sombra Castañeda
tero (1856, publicada en París), de Pedro Francisco Bo- de Veloz Maggiolo o La balada de Alfonsina Bairán de
nó.[cita requerida] Luego le siguió La fantasma de Higuey Andrés L. Mateo.
(1857, publicada en La Habana) de Francisco Angulo En los años ochenta se destacan René Rodríguez Soriano,
Guridi, aunque algunos historiadores de la literatura di- Ángela Hernández, Rafael García Romero, Pedro Cami-
cen que la primera novela dominicana es Los amores lo, Avelino Stanley, Ramón Tejada Holguín, César Za-
de los indios (1843, publicada en La Habana) de Angu- pata, Manuel García Cartagena y en los años noventa,
lo Guridi.[cita requerida] La primera novela dominicana im- Martha Rivera (Martha Rivera-Garrido) quien gana el
presa en la República Dominicana fue “La Campana del Premio Internacional de Novela Casa de Teatro con He
Higo:Tradición Dominicana”, de Francisco Angulo Guri- Olvidado tu Nombre, novela que sería traducida al inglés
di y publicado por la imprenta García Hermanos en 1866. por la profesora de la Universidad de Harvard Mary Berg
La novela dominicana no ha tenido la pujanza que han con el título I´ve Forgotten your Name, Emilia Pereyra,
tenido otros géneros como la poesía, el ensayo y el cuen- Pedro Antonio Valdez, Pastor de Moya, José Carvajal,
to, a pesar del Enriquillo (1879) de Manuel de Jesús José Acosta, Luis Martín Gómez, entre otros.[cita requerida]
Galván, que es la gran novela indigenista del Nuevo Stanley tiene una vasta obra novelística y cuentística, en-
Mundo.[cita requerida] tre las que se destacan “Catedral de la libido”, “Tiempo
muerto” y “Los Disparos”, entre otros. Pereyra, periodis-
Se ha clasificado la novelística dominicana en tres grandes
ta y narradora, es autora de las novelas “El crimen verde”,
períodos que corresponden a las novelas escritas antes de
“Cenizas del querer”, “Cóctel con frenesí", “El grito del
1930, las escritas de 1930 a 1960, y las escritas después de
tambor” y del libro de cuentos “El inapelable designio de
1960, relacionándose dicha clasificación a los aconteceres
Dios”. Santos es el autor de novelas como “Memorias de
históricos de la nación en vez de a movimientos literarios
un Hombre Solo”, “Diabólica pasión” y “El segundo re-
firmes.[4]
sucitado”. Ángela Hernández, también reconocida poeta,
La novela es un género tardío en la República Domini- cuentista y ensayista, es autora de las novelas “Mudan-
cana. Surge bajo la influencia del romanticismo francés za de los sentido” y “Charamicos”.[cita requerida] Entre una
de Víctor Hugo.[cita requerida] Como se ve, la historia de la nueva generación de novelistas de origen dominicano que
literatura dominicana es la historia de la poesía o, más residen en el exterior se encuentra el periodista Víctor
bien, de generaciones poéticas. Un gran hito de la no- Manuel Ramos, autor de “La vida pasajera,” novela gana-
velística dominicana lo constituye la novela Sólo cenizas dora en el año 2010 del certamen literario de la Academia
hallarás (bolero) de Pedro Vergés, con la que obtuvo los Norteamericana de la Lengua Española en Estados Uni-
premios Blasco Ibáñez y el de la crítica en España en dos y que trata de una temática dominicana a pesar de
1980.[cita requerida] escribirse en Nueva York.[5]
La novela dominicana acusa tres momentos importantes
de acuerdo a su tipología y temática: la “novela de la ca-
ña”, representada por Cañas y bueyes de Moscoso Pue-
llo, Over de Marrero Aristy y Jenjibre de Pérez Alfonse- 3 El cuento
ca.[cita requerida]
Luego la “novela bíblica” de Carlos Esteban Deive, Veloz El cuento es un género que ha tenido mejor suerte que
Maggiolo y Ramón Emilio Reyes y la “novela propagan- la novela, pues tenemos el privilegio de contar con un
dística” como Los enemigos de la tierra de Andrés Re- maestro del género en Hispanoamérica como lo fue Juan
quena, Trementina, clerén y bongó y “novelas costum- Bosch, quien escribió tres significativas colecciones de
bristas” como La cacica de Rafael Damirón, Baní o En- cuentos tituladas Cuentos escritos antes del exilio, Cuen-
gracia y Antoñica de F. Gregorio Billini, La mañosa de tos escritos en el exilio y Más cuentos escritos en el exilio.
Juan Bosch y la trilogía de García Godoy, compuesta por El cuento moderno se inicia en la segunda fase del siglo
Rufinito, Guanuma y Alma dominicana .[cita requerida] XIX, es decir, tardíamente, a juzgar por otros países. El
Dentro de los novelistas más consagrados y de mayor pro- primer cuento breve que se conoce es El garito (1854) de
yección internacional en el momento actual se encuentra Ángulo Guridi.
Marcio Veloz Maggiolo, autor de una decena de novelas, Las primeras leyendas y relatos de tradición oral que lle-
versátil escritor, pues ha cultivado el cuento, el ensayo gan a la isla provienen de los conquistadores, a través de
histórico-arqueológico, el teatro y la novela. Junto a Aída sus intelectuales y religiosos que las esparcen por todo el
Cartagena Portalatín funda la novela experimental, el pri- territorio nacional. En el siglo XIX las primeras narra-
mero con Los ángeles de hueso (1967) y la segunda con ciones son de corte costumbristas, y la principal figura de
Escalera para Electra (1970).[cita requerida] No obstante esa esta tendencia es César Nicolás Penson, autor de Cosas
realidad, muchos críticos literarios afirman que la gran añejas.
4 4 EL ENSAYO

Ya en el siglo XX tenemos la figura de Fabio Fiallo, pretende validar la tesis expuesta en el mismo. El ini-
quien escribe cuentos modernistas influidos por su amigo ciador del género fue el francés Miguel de Montaigne
Rubén Darío con Cuentos frágiles (1908), así como Tulio (1533-1592), quien en 1580 publicó una serie de escritos
Manuel Cestero y Virginia Elena Ortea. sobre sus confesiones personales titulado Essais (Ensa-
Otros importantes exponentes del género son José Ra- yos). Posteriormente, en 1597, el inglés Francisco Bacon
món López, René del Risco, Virgilio Díaz Grullón, Hilma (1561-1626) dio a la publicidad su obra Ensayos, medi-
Contreras, Sanz Lajara, José Rijo, Diógenes Valdez, taciones religiosas, tópicos de persuasión y de discusión.
Pedro Peix, entre otros. Desde la temática costumbrista Entre otros propulsores europeos del ensayo sobresa-
len: Joseph Addison (1672-1719), Gaddhold Lessing
y socio-realista de Bosch, Sócrates Nolasco, Néstor Caro
y Marrero Aristy. (1729-1781), Johann Goethe (1749-1832), Tomás Carly-
le (1795-1881), Tomás Macaulay (1800-1859), Hipólito
Durante del régimen de Trujillo, surgen los escritores de Taine (1828-1893), Paul Valéry (1871-1945), Thomas
la Generación del Sesenta con Marcio Veloz Maggiolo, Mann (1875-1955) y Gyorgy Lukacs (1885-1971).
Ramón Francisco, René del Risco, Jeannette Miller y Mi-
guel Alfonseca. En España, donde el ensayo toma verdadero cuerpo en
el siglo XIX, han ganado fama como ensayistas Ángel
En la misma década, y como consecuencia de la Guerra Ganivet (1865-1898), Miguel de Unamuno (1864-1936),
de abril del 65, surge el movimiento llamado Poetas de José Ortega y Gasset (1883-1955) y Amé-rico Castro
Postguerra (o Joven Poesía), con Mateo Morrison, An- (1885-1972). Hispanoamérica, por su parte, ha dado figu-
drés L. Mateo, Enriquillo Sánchez, Tony Raful, Alexis ras de la talla de Juan Montalvo (1833-1889), José Mar-
Gómez Rosa, Enrique Eusebio y Soledad Álvarez, entre tí (1853-1895), José Vasconcelos (1881-1959), Pedro
otros. Henríquez Ureña (1884-1946), José Carlos Mariátegui
En los años ochenta aparece un movimiento poético que (1895-1930), Octavio Paz (1914-1998) y Roberto Fer-
funda una ruptura con aquella generación al desentender- nández Retamar (1930). En República Dominicana, co-
se de lo ideológico y de la circunstancia histórica, crean- mo en casi todo el que resto de América Latina, el ensa-
do una poesía del pensamiento y la reflexión sobre otros yo surge formalmente en la segunda mitad del siglo XIX
temas: no ya lo social, sino lo filosófico, la muerte y lo y adquiere notoriedad en el XX. Su orientación ha sido
erótico. Entre esos poetas están Leandro Morales, José tradicionalmente histórica, política, sociológica y litera-
Mármol, Plinio Chahín, Dionisio de Jesús, Médar Serra- ria. Es difícil fijar el punto de partida del ensayo domi-
ta, Víctor Bidó, José Alejandro Peña, etc. Cabe destacar nicano, pues antes de que dicho género alcanzara cier-
poetas de transición de finales de los años setenta y prin- to nivel de madurez en el país, hubo un grupo conside-
cipios de los ochenta, como José Enrique García, autor rable de escritores que expresaron sus inquietudes polí-
del libro El fabulador y Cayo Claudio Espinal creador del ticas, sociales y literarias a través de la prosa ensayísti-
Movimiento Contexualista y autor de los libros Utopía ca. Los ideales revolucionarios de los independentistas y
de los vínculos, Banquetes de aflicción, Comedio (entre los restauradores, así como el arribismo y el antinacio-
gravedad y risa), Las políticas culturales en la República nalismo de los intelectuales conservadores dominicanos
Dominicana, La mampara y Clave de estambre. También de la segunda mitad del siglo XIX predominan en los es-
de transición, aparece en 1993 Preeminencia del tiempo, critos periodísticos de los más valiosos representantes de
de Leopoldo Minaya, y por el 2001 Cuentos para No- la primera oleada de ensayistas nacionales. Los artícu-
ches de Luna Llena de Ramón Saba (reeditada a finales los de Alejandro Angulo Guridi (1816-1884), particular-
del 2010), tal vez la obra cuentística fundamental de la mente los publicados en los semanarios El Orden, La Re-
última década del siglo XX, caracterizada por un sincre- pública, La Reforma y El Progreso y reunidos posterior-
tismo estético y estilístico que integra el canon clásico mente en su obra Temas políticos (1891), reflejan el ni-
a las diversas escuelas de vanguardia, revelando una an- vel de desajuste político de la sociedad dominicana de su
gustia existencial que remonta a las esencias mismas del época. Aunque menos profundo que Guridi en el análi-
espíritu humano. sis de temas políticos, pero más hábil que muchos de sus
coetáneos en la percepción de las costumbres y los males
sociales locales, Ulises Francisco Espaillat (1823-1878)
motivó a muchos de sus acólitos a cultivar la prosa perio-
4 El ensayo dística. Labrados con un estilo fluido y ameno, pero de
ingrato recuerdo para el pueblo dominicano por su con-
Escrito en prosa sobre un tema específico sin pretensiones tenido alienante y pesimista, fueron los editoriales ane-
científicas ni conclusión definitiva. El término ensayo fue xionistas del periódico La Razón firmados por Manuel
usado originalmente para designar aquellos escritos expe- de Jesús Galván (1834-1910) los cuales fueron comple-
rimentales que oscilaban entre la ciencia y la literatura. mentados años después con su defensa a Pedro Santana
Pero esa concepción ha ido cambiando paulatinamente, divulgada en los semanarios Oasis y Eco de la Opinión.
al extremo de que en la actualidad se le da categoría Otra figura importante en esa etapa embrionaria de la en-
de ensayo a aquellos textos que mediante la exposición, sayística nacional fue Manuel de Jesús Peña y Reynoso
la discusión y la evaluación de un tema detergí-nado (1834-1915), autor de ensayos sobre la novela Enriqui-
5

llo, de Manuel de Jesús Galván y Fantasías indígenas, de Ureña (Apreciación literaria, 1964) y Antonio Fernán-
José Joaquín Pérez. Pero el más notable ensayista literario dez Spencer (Ensayos literarios, 1960) quienes asumen,
dominicano del siglo XIX y de las dos primeras décadas por primera vez en la historia de las letras dominicanas,
del XX fue Federico García Godoy, quien inició su labor el análisis y la crítica literarias con objetividad cientí-
crítica en 1882 en el periódico El Porvenir extendiéndo- fica. Exceptuando a Bruno Rosario Candelier (Lo culto
se hasta el momento de su muerte, ocurrida en 1924. Sus y lo popular en la poesía dominicana, 1979, La imagi-
opiniones fueron difundidas en importantes revistas y pe- nación insular, 1984 y La creación mitopoética, 1989),
riódicos nacionales y extranjeros y en sus obras Perfiles Diógenes Céspedes (Seis ensayos sobre poética latinoa-
y relieves (1907), La hora que pasa (1910), Páginas efí- mericana, 1983, Estudios sobre literatura, política Len-
meras (1912), El derrumbe, 1916 y Americanismo lite- guaje y poesía en Santo domingo en el siglo XX, 1985,
rario (1918). José Ramón López (1866-1922), aferrado Política de la teoría del lenguaje y la poesía en Améri-
originalmente a la propuesta gastronómica que asocia el ca Latina en el siglo XX, 1995), José Alcántara Almán-
triunfo de los pueblos al tipo de alimentación de sus habi- zar (Estudios de poesía dominicana, 1979), Daisy Cocco
tantes, figura entre los primeros de un connotado número De Filippis (Estudios semióticos de poesía dominicana,
de intelectuales nacionales que como Américo Lugo (El 1984) y Manuel Matos Moquete (El discurso teórico en
Estado dominicano ante el derecho público, 1916 y El na- literatura en América Hispánica, 1983 y En la espiral de
cionalismo dominicano, 1923), Francisco Moscoso Pue- los tiempos, 1998), la más reciente promoción de ensa-
llo (Cartas a Evelina, 1941), Manuel Arturo Peña Batlle yistas literarios nacionales, entre ellos: Manuel Mora Se-
(La isla de la Tortuga), Juan Isidro Jimenes Grullón (La rrano, Miguel Ángel Fornerín, José Enrique García, etc.
República Dominicana,: una ficción, 1965), Joaquín Ba- han desarrollado una invaluable labor en la prensa nacio-
laguer (La isla al revés, 1983) y Juan Bosch (El pentago- nal como articulistas, reseñadores de libros y cronistas
nismo, sustituto del imperialismo, 1963 y David, biogra- literarios.
fía de un rey, 1968), se disputaron las diversas corrientes
ideológicas de la ensayística isleña. De ellos, Peña Batlle,
Moscoso Puello y Balaguer, supeditaron su producción a
la corriente denominada pesimismo dominicano, la cual
5 La historia
partía de la creencia conservadora de que la República
Dominicana era incapaz de desarrollarse por sí misma. La historia, como género literario ha tenido grandes ex-
Otros, en cambio, como Juan Isidro Jimenes Grullón y ponentes en el país, desde los grandes fundadores de
Juan Bosch se apoyaron en el discurso sociológico e histó- la historiografía dominicana como José Gabriel García,
rico para revisar muchos y rectificar muchos de los plan- Manuel del Monte y Tejada y Bernardo Pichardo, hasta
teamientos de sus predecesores inmediatos. la hegemonía de los representantes de dos tendencias an-
tagónicas desde el punto de vista ideológico, tal es el caso
Actualmente en los ensayistas dominicanos de temas his-
de Roberto Cassá y Frank Moya Pons.
tóricos y sociológicos prima el interés por deslindar el
concepto de nacionalidad, los conflictos raciales y la fun- Importantes historiadores desde la era de Trujillo, ade-
ción social de los intelectuales locales. Los ensayos de más de éstos, son Emilio Cordero Michel, Jaime de Jesús
Manuel Núñez (El ocaso de la nación dominicana, 1990), Domínguez, Franklin Franco Pichardo, Juan Daniel Bal-
Andrés L. Mateo (Mito y cultura en la era de Truji- cácer y Bernardo Vega.
llo, 1993), José Rafael Lantigua (La conjura del tiem- El tema de Trujillo es el que despierta más interés y cu-
po, 1994) y Federico Henríquez Gratereaux (Un ciclón riosidad, de ahí que Vega sea uno de los más leídos por su
en una botella, 1996) son ejemplos notables de dicha ten- historia documental, así como aquellos historiadores que
dencia. Otros, como Miguel Guerrero (Los últimos días tratan los temas de la Iglesia Católica y la era de Trujillo.
de la era de Trujillo, 1995, La ira del tirano, 1996 y Tru-
jillo y los héroes de junio de 1996) y MuKien Adriana Los temas de la independencia, las intervenciones esta-
Sang (Ulises Heureaux: biografía de un dictador, 1987, dounidenses, la etapa colonial y precolombina han sido
Buenaventura Báez, el caudillo del Sur, 1991 y Una uto- abordados de manera acuciosa por nuestros historiadores
pía inconclusa: Espaillat y el liberalismo dominicano del con diferentes enfoques y métodos de análisis.
siglo XIX, 1997) han encontrado en el pasado histórico la La Composición Social Dominicana del profesor Juan
vía idónea para revisar muchos capítulos nebulosos de la Bosch es un referente obligado como punto de partida so-
historia nacional, especialmente los relacionados con el ciológico para analizar la estructura social de la RD desde
papel jugado por varios de los dictadores dominicanos. el punto de vista histórico, así como la Sociología Política
Desde inicio del siglo XX, el ensayo literario comienza a Dominicana de Jimenes Grullón.
ganar terreno. Surgen, entonces, las voces de Pedro Hen-
ríquez Ureña (Ensayos críticos, 1905, Seis ensayos en
busca de nuestra expresión, 1927, Literary Currents en 6 Véase también
Hispanic América, 1946), Max Henríquez Ureña (Bre-
ve historia del modernismo, 1964), Camila Henríquez
• Categoría:Escritores de República Dominicana
6 7 REFERENCIAS

7 Referencias
[1] Ver listado de escritores dominicanos en Wikipe-
dia: http://es.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:
Escritores_de_República_Dominicana

[2] «España abre cátedra de literatura dominicana». Listín


Diario. EFE. 17 de enero de 2012. Consultado el 24 de
marzo de 2012.

[3] Sosa, José Rafael; Torres, José Antonio (6 de febrero de


2010). «Pocas veces el Premio Nacional de Literatura ha-
bía tocado tan cerca a sectores literarios tan jóvenes, fe-
meninos y populares como fue este año». El Nacional.
Consultado el 5 de abril de 2012.

[4] Di Pietro, Giovanni (1996). Las mejores novelas domini-


canas & bibliografía de la novela dominicana. San Juan,
Puerto Rico: Editorial Isla Negra. ISBN 1-881715-15-9.
Consultado el 24 de marzo de 2012.

[5] Agencia EFE (7 de julio de 2010). «Escritor dominicano


ganador del premio ANLE dice que hay que preservar es-
pañol». Diario Libre (Santo Domingo, República Domini-
cana) (Santo Domingo, República Dominicana).
7

8 Origen del texto y las imágenes, colaboradores y licencias


8.1 Texto
• Literatura de la República Dominicana Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Literatura_de_la_Rep%C3%BAblica_Dominicana?
oldid=92839802 Colaboradores: Rosarino, Tano4595, FAR, Javierme, Yrithinnd, Cielonaranja, Rupert de hentzau, Dominican, Yrbot,
BOTijo, Yoe F. Santos, Tomatejc, Folkvanger, ESCRIPTOR, BOTpolicia, CEM-bot, Efegé, Gvel22, Ggenellina, Botones, Isravalenzue-
la, Opgv195, Dalobuca, Humberto, Vegache, Fixertool, Pedro Nonualco, Fmorrison, Delphidius, Matdrodes, Luis1970, Fridacamacho,
Muro Bot, PaintBot, Mel 23, Manwë, Pedro Felipe, Aleposta, Fadesga, Jmarcano, Digna2008, Sadc, Eduardosalg, Bacharelmago, Alan
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Rivera-Garrido, Jarould, Dewmart, NinoBot, Inmalthodes brunneus, Hughesshots, CalinicoFire y Anónimos: 114

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