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Narrador #1 y #2

#1
En un reino, el cual prefiero no recordar, érase una doncella tan frágil como una rosa, pero con
un corazón de oro.
(Doncella baila de un lado a otro)
Ella era feliz, alegre, despreocupada y libre de decidir su pareja
(doncella abraza al Caballero Said)
#2
¡Ja! Como si esas cosas pasaran.
(se apagan luces; Doncella y Caballero caen y van hacia atrás, Caballero sale de escena)
La cruda realidad es peor de lo que ella se esperaría, pues no tenía libertad alguna, ni era feliz.
(Campesinos fingen trabajar alrededor del escenario y la Doncella sufre en una esquina)
Realmente, el nombre del reino, que tampoco quisiera recordar, era… El… Yiviti, una fosa, cuna
de enfermedades e injusticias, un infierno en la tierra; incluso para nuestra bella doncella.
#1
(Campesinos salen de escena y entran Señor Feudal, Sacerdote y Caballeros)
(Se sienta el Señor Feudal en una silla)
Sin embargo, los problemas del reino no impedirían que la nobleza disfrutara de sus
festividades, pues un gran baile pasaría el día siguiente. En este baile todos los habitantes del
reino estarían invitados, pues algo muy importante para el futuro del reino pasaría durante esa
noche.
#2
¿Qué puede ser tan importante como para que hasta el Señor Feudal nos acompañe en esta
velada? Esa gran noche, sería la razón de la desesperación de nuestra doncella. Se rumoraba
por los campesinos del pueblo, que esta era la noche en donde el Señor Feudal iba a ser casado,
con nadie menos que la querida doncella, la cual ni siquiera conocía hasta ese momento.
Nuestra doncella puede ser muchas cosas, pero ella no dejaría que sus sentimientos estuvieran
esclavizados, ella no estaba dispuesta a seguir algo que no sea su corazón, y gracias a esa fiesta
se dio cuenta de lo que en verdad anhelaba.
#1
(Salen de escena Señor Feudal, Sacerdote y Caballero Axel)
(Doncella en una esquina sentada, Sirvientes lavando el piso y Caballero Said en el centro)
Eran momentos antes de la fiesta, y la Doncella miraba con anhelo detrás de su ventana, pues
ya comprendía que su vida estaría llena de injusticias.
Tendría que casarse con un desconocido al que no amaba y tendría que vivir con esa persona
por el resto de sus días. Esta situación era aún más grave para ella, pues ya tenía un amor hacia
alguien más; una persona fuerte, hábil y mucho más amable de lo que su exterior haría parecer;
una persona que ella miraba todas las tardes tras su ventana.
#2
(Señor feudal y Sacerdote sentados en el centro de escena)
(Caballero Said junto a escritorio, Sirviente Natalie junto a caballero Said)
(Sirvientes hincados bajo pizarrón, Caballero Axel junto a puerta)
(Doncella en la izquierda del centro del escenario)
Una vez comenzado el baile, la angustia ascendía en su gesto, al saber que su destino
aguardaba al final del mismo. Sentía algo indescriptible ante el futuro que le aguardaba, sin
embargo, todos sus pensamientos fueron cortados súbitamente, pues vio la silueta de su
persona amada.
Instantáneamente sentió la necesidad de correr a su lado, pero justo antes de que pudiera
hacer algo, todos los campesinos habrían llegado al baile, creando un caos en el que ella no
pudo reunirse con su amor.
#1
(Campesinos y Sirvientes salen de la escena, Sirviente Nata se queda detrás del escritorio)
Tiempo después, con los campesinos saliendo del lugar del baile, la Doncella buscaba a su
persona amada, desgraciadamente, todos sus esfuerzos eran en vano, pues la persona que
buscaba ya no estaba en ese lugar. No había rastro alguno de dónde podría estar su amor
imposible, por lo que, en un apuro, con el sentimiento de que no podría pasar un momento
más sin estar al lado de quien realmente quería, fue a pedir auxilio a uno de los caballeros.
(Señor Feudal y Sacerdote salen de escena)
(Doncella y Caballero Axel van al centro de la escena)
Este caballero era un gran amigo de la Doncella desde hace un muy largo tiempo, y era el único
que conocía de su pasión secreta.
Mucho antes de que ella pudiera explicar su situación, el caballero hizo un gesto y reveló que el
amor de la Doncella ya se encontraba con ellos.
(Sirviente Nata sale de atrás del escritorio y corre hacia la Doncella)
(Doncella y Sirviente se abrazan)
#2
Lo que para cualquiera era una simple sirvienta, era realmente la persona más importante en la
vida de la Doncella.
El amigo de ella siempre se encargaba de que esta pudiera pasar un tiempo junto a su amor
verdadero de vez en cuando. Sin embargo, la desgracia de esta feliz pareja no terminaría
simplemente con su reencuentro, pues el caballero más leal al Señor Feudal se había dado
cuenta de lo que estaba pasando.
(Caballero Said se acerca al medio y separa a la Sirvienta de la Doncella)
(Doncella cae al suelo y queda hincada)
Sin dudárselo por un segundo, el caballero separó a la feliz pareja, y exclamó
(Caballero Said) “¡Blasfemia! ¿Qué hace una vil sirvienta con la Doncella?”.
#1
El amigo de la Doncella no podía dejar que eso se quedara de tal manera, por lo que en ese
mismo instante desafió a un duelo al otro caballero.
El caballero aceptó, sin embargo, no jugaría con reglas limpias, pues sin esperar tomó su espada
y apuñaló al amigo de la Doncella instantáneamente, acto seguido por lo que el llamaría
palabras de justicia.
(Caballero Said) “Por la voluntad de mi amo ha muerto este traidor, pero por la voluntad de
Dios morirá esta blasfema”
Y tras estas palabras, el caballero abalanzaría su espada a la sirvienta, acabando así, con las
esperanzas de la princesa.
#2
(Sacerdote en el centro, Señor Feudal y Doncella a los lados)
(Señor Feudal y Doncella mirándose cara a cara)
La princesa no tenía nada más que hacer, todo había terminado, y de la peor forma posible. Ya
era el momento de su boda con el Señor Feudal, y nada lo podría impedir.
Con firmeza y sin preguntar nada al respecto, el sacerdote exclamó.
(Sacerdote) “Y de esta manera, que lo que une Dios, no lo separe el hombre. Los declaro
marido y mujer.”
Como exclamaba el sacerdote, el hombre no los separaría, pero la mujer sí, pues en ese
instante, la Doncella caería al suelo, producto de su consumo de veneno antes de la ceremonia,
pues ella preferiría estar muerta, a no ser feliz.

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