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Este artículo que la periodista Ana Pardo de Vera escribió en la revista “El Siglo”en el año 2002 cobra

hoy de nuevo una especial vigencia: el listado de franquistas y herederos de cargos de la dictadura genocida
franquista que pululan por el Partido Popular. 

Los fascistas que sin condenar la dictadura y habiendo subvencionado durante su gobierno de 2000 a
2004 a la fundación que honra la memoria del dictador, y condecorado a sádicos
torturadores franquistas,  rezan a diario para que se agrave la crisis económica y se puedan ver cumplidos
sus deseos de volver a gobernar España. 

La mayoría de los nombres que en él aparecen, siguen ocupando altos cargos en el partido, son los mismos
que perdieron las elecciones en 2003 por el mayor bulo fascista de la historia reciente utilizando el atentado
del 11M, y aspiran de nuevo a gobernar.

LOS HIJOS DEL FRANQUISMO QUE GOBIERNAN ESPAÑA.

El hijo de Adolfo Suárez González comenzó a labrarse su aura política en mayo de 2000, cuando
protagonizó una polémica con el ex presidente socialista Felipe González, a raíz de unas declaraciones de
éste en las que criticó con rudeza el papel de Adolfo Suárez como presidente en laTransición. 

El hijo del aludido le envió una dura carta al ex jefe del Ejecutivo por críticas vertidas hacia su padre, que
fue apoyada más tarde por un total de cuarenta altos cargos de los gobiernos de la Transición. 

Éstos, entre los que se encontraban el ex presidente Leopoldo Calvo-Sotelo, los ex vicepresidentes Rodolfo


Martín-Villa y Alfonso Osorio, el ex presidente del Congreso Landelino Lavilla, el ex presidente del
Senado Antonio Fontán,el ex comisario europeo Marcelino Oreja, el ex ministro de Fomento Rafael
Arias-Salgado y el actual presidente del Consejo de Estado, Íñigo Cavero, le espetaban al ex presidente
socialista que “no es la primera vez que intenta, sin éxito, hacer una desenfadada invención de la historia
reciente, restando méritos a Adolfo Suárez, persona que sólo elogio, respeto y admiración merece”.

Sin embargo, el currículo, efectivamente de máster (en Derecho por la Universidad de Harvard), del hijo del
ex presidente Suárez también tiene su punto, si no negro, sí de matices grisáceos, por su relación con el que
fuera mediador en la fusión de las eléctricas Hidrola e Iberduero, Antonio Navalón. 

Suárez Illana, tras una corta experiencia en la Editorial Santillana, propiedad de Jesús de Polanco, como
máximo responsable en Venezuela, regresó en marzo de 1996 a Madrid para montar el despacho Lipsen &
Suárez, S.L. con dos socios más: Lipsen, de Washington, y José Fernando Navalón Sánchez,hermano
del periodista y oscuro intermediario Antonio Navalón. 
Según relataba el diario El Mundo el pasado 19 de mayo, “Navalón cobró comisiones por valor de 7.000
millones de pesetas, que repartió entre los abogados que contrató. 

Uno de ellos resultó ser Adolfo Suárez padre, quien recibió 185 millones de pesetas, según se publicó”,
matiza El Mundo, aparte de que nunca se ha podido demostrar judicialmente que el ex
presidente Suárez cobrara tales comisiones y, además, él siempre lo ha negado tajantemente. 

Adolfo Suárez hijo, que ocupaba una oficina en las instalaciones de Antonio Navalón, tuvo que sufrir el
mal trago de enterarse en Chile de cómo en su despacho, al igual que en el resto de los departamentos de la
empresa deNavalón, el 3 de marzo de 1998 irrumpía la Policía Judicial en busca de documentos sobre la
fusión de las eléctricas. 

Sin embargo, en su departamento no se encontró nada y el sobresalto llevó aSuárez Illana a romper
con José Navalón.

Dirigentes de renombre. Adolfo Suárez Illana, sin embargo, no es ni mucho menos el único que tiene en su
currículo a un padre que fue presidente del Gobierno, además, no hay que olvidar, de haber
ostentado Adolfo Suárez González cargos franquistas, como el de gobernador civil de Segovia (1968),
director general de Televisión Española (1969), procurador en Cortes de representación familiar por
Ávila en las IX y X legislaturas de las Cortes Orgánicas o ministro secretario general del Movimiento
(1975), inmediatamente después de la muerte del dictador Franco y un año antes de ser nombrado por el
rey Juan Carlos presidente del Gobierno, concretamente el 3 de julio del 76. Suárez, ya en su puesto
de jefe del Ejecutivo, redactó la Ley de Reforma Política, aprobada por referéndum endiciembre de
1976, con la que se desmontaba el régimen franquista y se abría el camino hacia la democracia.

Otros altos cargos del Gobierno y del Partido Popular poseen apellidos más que venerados por los pocos
defensores a ultranza que aún quedan en Españade los métodos dictatoriales del caudillo ferrolano, por no
hablar de los que ocuparon puestos institucionales de gran relevancia en la época de Franco y los ocupan en
la gobernación actual, que “haberlos, hailos”, como dicen enGalicia, pues allí ordena y manda quien fuera
ministro de Franco, Manuel Fraga Iribarne. 

El presidente de la Xunta, que se jacta sin pudor, más bien con orgullo (ver El héroe se jacta de serlo), de
haber ostentado cargos políticos desde la etapa franquista hasta el gobierno actual, de cuyo partido, además,
fue fundador, ocupó el Ministerio de Información y Turismo (1962) del Gobierno de Francisco
Franco, además de ser el embajador de España en Reino Unido (1973) y vicepresidente para Asuntos
del Interior y ministro de Gobernación (1975) tras la muerte del dictador, durante la etapa de
Gobierno de Carlos Arias Navarro.

Pero el apellido Fraga es un ingrediente básico en la salsa del PP, máxime al unirse al de Robles, cuando la
hermana del mandatario gallego, Elisa Fraga Iribarne, se casó con Carlos Robles Piquer, otro
franquista de elite: director general de Información (1962), director general de Cultura Popular (1967) y
ministro de Educación y Ciencia durante el Gobierno inmediatamente postfranquista. 

De esta unión salieron asimismo dos nombres importantes del actual organigrama popular, ya sea de
gobierno o de partido: el de José María Robles Fraga y el de su hermana Elisa, hijos y sobrinos,
respectivamente de Robles Piquer y Fraga Iribarne. José María, ex secretario de Relaciones
Internacionales del PP y diputado por Córdoba, abandonó ambos puestos el año pasado para ocupar
simultáneamente las embajadas españolas en laFederación Rusa, en Georgia y en la República de
Uzbekistán, con residencia en Moscú. 

Por su parte, Elisa Robles Fraga es actualmente la vicepresidenta de la Comisión del Mercado de las
Telecomunicaciones, dependiente del Ministerio de Economía. 

Sin olvidar, en el clan fraguista a la hija de don Manuel, Carmen Fraga Estévez, nombrada hace cinco
meses secretaria general de Pesca Marítima del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Otro ex alto cargo franquista, gallego como Fraga y el propio Franco, que continúa políticamente activo
es José Manuel Romay Beccaría, ex ministro de Sanidad y Consumo en el primer Gobierno Aznar y
actual presidente de la comisión de Justicia e Interior del Congreso de los Diputados y presidente
delComité de Derechos y Garantías del Comité Ejecutivo Nacional del PP. 

Romay ostentó en la dictadura franquista los cargos de secretario general de Sanidad (1963), director
del Instituto de Estudios de Administración Local(1973), subsecretario del Ministerio de Presidencia de
Gobierno (1974) y subsecretario del Ministerio de Gobernación (1975). 

También continúa en activo el ex dirigente franquista Álvaro de Lapuerta Quintero, hoy tesorero
nacional del PP y durante la dictadura secretario del Tribunal Económico Administrativo Central, jefe de
la Asesoría Jurídica de la Dirección General de Seguridad y delegado especial del Ministerio de
Hacienda ante los Ministerios de Gobernación y Trabajo, además de presidente de la Comisión de
Obras Públicas de las Cortes Españolas, vicepresidente de la Comisión de Presupuestos y consejero del
Reino y Procurador (1976).

Sin embargo, a nadie debería extrañar la larga lista de nombres populares vinculados al viejo régimen si se
tiene en cuenta que al presidente del Gobierno,José María Aznar, le viene el apellido de acérrimos
colaboradores de Franco, y, evidentemente, a su hermano, Manuel Aznar, nombrado recientemente
agregado laboral en la Embajada de Roma, pero que también trabajó como interino en la Dirección General
de la Función Pública durante el régimen de Franco. 

De antiguo, su abuelo Manuel Aznar Zubigaray ocupó durante la dictadura la Dirección de la Agencia


EFE (1958), la embajada española de Marruecos (1962) y, de regreso y hasta su fallecimiento en 1975,
la presidencia del Consejo de Administración de EFE. Todo ello, después de haber recibido muchos
años antes el premio de periodismo ‘Francisco Franco’ (1939) y de presidir la Asociación de la Prensa de
Madrid (1955). 

No son pocos quienes tachan al abuelo de José María Aznar de ser por excelencia el “periodista del
régimen”. Y su vocación periodística, con idénticas tendencias franquistas, la heredó el hijo de Aznar
Zubigaray y padre del jefe del Ejecutivo, Manuel Aznar Acedo, quien fue director de la Red de Emisoras
de Radio Nacional de España (RNE) (1962), subdirector general de Radiodifusión (1964) o director de
la Escuela Oficial de Radiodifusión y Televisión (1967) durante el Gobierno franquista. 

Tampoco la esposa del presidente del Gobierno se libra de vinculaciones familiares con la dictadura del
general Franco. 

Ana Botella es sobrina del que fuera rector de la Universidad de Madrid (1968), José Botella Llusía,
prestigioso ginecólogo que ya en 1956 ocupó laDirección del Instituto Provincial de Obstetricia y
Ginecología de Madrid.

También por una buena parte del salón en el que se celebra el Consejo de Ministros planea la sombra de
Francisco Franco, puesto que un nada despreciable grupo del Gabinete Aznar lleva en sus apellidos el sello
del dictador. Así, el ministro portavoz, Pío Cabanillas, es hijo único de Pío Cabanillas Gallas, procurador
en las Cortes franquistas desde 1961 y, ya tras la muerte de Franco, ministro de Unión de Centro
Democrático (UCD). 

Josep Piqué, ministro de Asuntos Exteriores, también tiene en la figura paterna a un buen representante del
régimen, pues su padre, Josep Piqué, fue el último alcalde de la etapa franquista de la localidad barcelonesa
deVilanova i la Geltru, lugar de nacimiento del jefe de la diplomacia española. 

Jesús Posada, ministro de Administraciones Públicas, es asimismo hijo del que fue gobernador civil de
Soria en la etapa dictatorial, Jesús Posada Cacho, y, por último, y quizá quien más peso franquista lleve en
su apellido, el ministro de Defensa tuvo en su padre a un importante y variado colaborador del dictador. 

El progenitor de Federico Trillo-Figueroa fue, además de togado militar, alcalde Cartagena, procurador en


las Cortes franquistas y gobernador civil de Teruel y Burgos.

El apellido Oreja es también uno de los grandes del PP con reminiscencias franquistas, pues el ex ministro
de Interior, presidente honorífico del PP vasco y actual portavoz del Grupo Popular en el Parlamento
vasco, Jaime Mayor Oreja, que, además, suena cada vez con más fuerza como sucesor de José María
Aznar, y su hermano Carlos, consejero de Educación del Gobierno de la Comunidad de Madrid, son
sobrinos del que fuera director del Gabinete Técnico del Ministerio de Asuntos Exteriores (1962) y
subsecretario del Ministerio de Información y Turismo (1971), Marcelino Oreja Aguirre, actual
presidente de Fomento de Construcciones y Contratas(FCC). 

Pero Carlos Mayor Oreja no es el único madrileño de renombre franquista, puesto que en primera línea está
ya el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, bien servido en este terreno por
parte de padre, abuelo y, por si no fuera suficiente, suegro. 

El abuelo del actual mandatario madrileño, Víctor Ruiz Albéniz, fue presidente de la Asociación de la


Prensa de Madrid durante la dictadura y famoso cronista del ABC, entonces de corte no menos franquista. 

A su vez, Víctor Ruiz es el padre del difunto José María Ruiz Gallardón, que fuera presidente de la
Asociación de Consumidores (1975) y progenitor del presidente de la Comunidad de Madrid.

Además, la mujer de éste, Mar Utrera, es hija del destacado dirigente del Gobierno de Franco, José
Utrera Molina, que ostentó los cargos de gobernador civil de Ciudad Real (1956), de Sevilla (1962),
subsecretario de Trabajo (1969) y ministro de la Vivienda (1973).

Pero, sin duda, una de las mayores redes de descendencia franquista es la que ha creado el
apellido Fernández-Miranda, que lleva el actual delegado del Gobierno para la Extranjería y la
Inmigración, Enrique Fernández-Miranda Lozana, hijo de Torcuato Fernández-Miranda y
Hevia, director general de Enseñanza Media y Enseñanza Universitaria (1962), ministro secretario general
del Movimiento (1969) y presidente del Gobierno interino (1973) durante la dictadura. 

Torcuato Fernández-Miranda, además, le dejó otros retoños de su familia al franquismo y al PP, pues
sus sobrinos Manuel Fernández-Miranda Fernández y Alfonso Fernández-Miranda
Campoamor ocuparon, respectivamente, la Subdirección General de Arqueología (1972) con elgeneral
Franco y la Dirección General de Enseñanza Superior durante el primer Gobierno Aznar.

También la ex ministra de Justicia y vicepresidenta primera del Congreso de los Diputados, Margarita
Mariscal de Gante, goza de un buen pasado franquista que lleva en su apellido compuesto, ya que es hija
del que fuera durante la dictadura primero policía y, después, juez del Tribunal de Orden Público (TOP),
Jaime Mariscal de Gante.

El suma y sigue de los hijos del franquismo pasa asimismo por el secretario general de Empleo, Juan
Chozas, emparentado con el alto dirigente del sindicalismo vertical franquista, Chozas Bermúdez. 

Por su parte, Gabriel Elorriaga Pisarik, secretario de Estado de Organización Territorial, miembro de


la Ejecutiva del PP es hijo de Gabriel Elorriaga Fernández, jefe del Gabinete Técnico del Ministerio de
Información y Turismo (1962) y gobernador civil de Santa Cruz de Tenerife (1969). 

También el portavoz del PP en la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento, Gustavo de Arístegui


San Román, tiene antecedentes franquistas por parte de padre y tío. 
El primero, Pedro Arístegui, fue director adjunto de Difusión Informativa en la Oficina de Información
Informática (1967) en la etapa del general Franco,mientras que su hermano Joaquín María ocupó en la
misma época la Dirección General de Política Exterior (1973) y la Dirección de Asuntos Generales, en
la Dirección de Asuntos Consulares de Madrid (1974). 

También el subsecretario del Ministerio de Defensa cuenta con un apellido de gran sonoridad


franquista: Víctor Torre de Silva y López de Letona es nieto de José María López de Letona, que fue
subcomisario del Plan de Desarrolllo Económico y Social (1966) y ministro de Industria (1969)

En las comunidades autónomas también el Gobierno ha depositado a algún retoño del franquismo,
como Julia García-Valdecasas, delegada del Gobierno en Cataluña e hija del que fuera polémico rector
de la Universidad de Barcelona entre 1965 y 1969, Francisco García-Valdecasas, por sus actuaciones
represivas protagonizadas en la aquella etapa, tal y como contó EL SIGLO (núm. del 25-31 de enero de
1999). 

Otro hijo del franquismo que maneja las riendas, en este caso, de Castellón de la Plana, es el presidente de
su Diputación, Carlos Fabra, cuyos padre y abuelo ocuparon destacados cargos en la misma localidad
bajo el mandato de Francisco Franco. 

Asimismo, es muy conocida en Canarias la tradición franquista de la allí llamada familia de los Jorge,
cuyos miembros, según fuentes locales, pertenecen al núcleo duro del partido. Miguel Jorge, actual
vicepresidente del Cabildo Insular de Gran Canaria, es hijo de un destacado concejal franquista del
Ayuntamiento de Las Palmas.

Es numerosa, asimismo, la lista de ex altos cargos del primer Gobierno Aznar que descienden de franquistas
de pro, si es que no lo fueron ellos mismos, como el ex ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes,
que, como su padre, fue alcalde de Ibiza durante el viejo régimen o Rafael Arias-Salgado, ministro de
Fomento con Aznar y jefe de sección de la Descolonización en la Dirección General para Asuntos de
África en el Ministerio de Asuntos Exteriores, jefe de Estudios de la Escuela Diplomática y director
adjunto delGabinete Técnico del Ministerio de Educación y Ciencia bajo el mandato de Franco. 

Éste, además, es hijo de Gabriel Arias-Salgado, que fue ministro de Información y Turismo desde 1951
hasta 1962. 

Su otro hijo, Fernando Arias-Salgado, es el actual embajador de España enMarruecos y, como su


hermano Rafael, ostentó responsabilidades durante el mandato franquista: subdirector general
de Investigación Científica y Coordinación (1970), subdirector general de Cooperación
Internacional(1972) y asesor jurídico internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores(1973).
Otro hijo del franquismo, Enrique Giménez-Reyna, ha sido secretario deEstado de Hacienda, cargo del
que dimitió por ser el protagonista del mayor escándalo financiero del Gobierno popular, el
caso Gescartera. 

Tanto Enrique como su hermano Francisco, que trabaja en una empresa vinculada al Ministerio de
Ciencia y Tecnología, son hijos de un represivo coronel de la Guardia Civil de Málaga y amigo del padre
de Aznar, cuyas operaciones contra los maquis aún se recuerdan en la provincia andaluza.

Los hijos del ex presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo, y ex presidente del consejo
de Administración de RENFE (1967), de la subcomisión de Industrias Químicas Básicas del II Plan de
Desarrollo, incluido en la ponencia de Desarrollo Regional, de la Sociedad para el Desarrollo Industrial
de Galicia (SODIGA), en 1972, y ministro de Comercio en 1975, también ostentaron cargos importantes en
el primer Gobierno Aznar. 

El mayor, Leopoldo, fue subsecretario de Estado del Ministerio de Interior y el más pequeño, Víctor,


ocupó el mismo cargo en el Ministerio de Fomento. Asimismo, Álvaro Rengifo Abad, hijo de Álvaro
Rengifo Calderón, director general del Instituto Español de Emigración (1964), de Promoción
Social(1966), de Comercio Exterior (1969) y de Exportación (1970) en la etapa de la dictadura y
subsecretario de Comercio (1975), con Arias Navarro, fue director general de Política Comercial e
Inversiones en el Gobierno Aznar.

También la que fuera directora general de Radio Televisión Española (RTVE) y eurodiputada, Mónica


Ridruejo, tiene en su currículo político el ser sobrina de Félix Pastor Ridruejo, colaborador en 1975 en el
área de agricultura del Gabinete de Orientación y Documentación (GODSA) promovido por Manuel Fraga,
en el que llegó a presidir su comisión de Agricultura en el Gobierno predemocrático. 

No puede quedar asimismo en el olvido el apellido Fernández-Cuesta, en posesión del que fuera secretario
de Estado de Energía del primer Gobierno Aznar,Nemesio Fernández-Cuesta, hoy presidente ejecutivo del
diario ABC y vicepresidente del grupo surgido de la fusión en 2001 de Prensa Española y del Grupo Correo
de Comunicación. 

El ex secretario de Estado es hijo de Nemesio Fernández-Cuesta,subsecretario de Estado de Comercio


(1969) y ministro de Comercio (1974) en la etapa franquista y nieto del fundador, junto a José Antonio
Primo de Rivera, de Falange Española (FE), Raimundo Fernández-Cuesta,además de secretario general
del Movimiento (1937), ministro de Agricultura (1938), ministro de Justicia (1945), presidente del Consejo
de Estado (1945), ministro secretario general del Movimiento (1951), presidente de FE y de las JONS
(1976), cargo del que dimitió en 1983.

EL HÉROE SE JACTA DE SERLO: MANUEL FRAGA


Si hay alguien que conoce el arte de la supervivencia política es, sin duda, uno de los protagonistas
indiscutibles de este reportaje, el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga. 

Él es, asimismo, el responsable del final apoteósico del chiste que más se recita estos días en los mentideros
políticos. 

Lo que pocos saben es que fue el propio Manuel Fraga quien lo contó en la Escuela de Estudios Políticos de
Moscú, en donde fue recibido como el gurú de la Transición española durante su visita a Rusia a finales del
mes de mayo y principios de este mes. 

En sus respuestas al auditorio de la escuela moscovita sobre su pensamiento político, Fraga hizo gala de un
gran sentido del humor, que alcanzó su pleno apogeo cuando uno de los asistentes, un diputado de Siberia,
confesó el impacto que le causaba el visitante, pues, dijo “si hace veinte años me dicen que estaría con un
ministro de Franco, pensaría que antes podría ir a la Luna”.

El presidente gallego la cogió al vuelo y aprovechó para soltar “un chiste muy bueno: Franco resucita y se
encuentra con un nostálgico del régimen –contó don Manuel–. 

El revivido general le pregunta quién gobierna en España y él responde que Aznar. ‘¿El periodista?’, replica
Franco. ‘No, no, el nieto’. 

‘¿Y quién es el portavoz del Gobierno?’, insiste el dictador. ‘Pío Cabanillas’. ‘¡Ah! ¿Mi ministro? Es muy
inteligente’, inquiere de nuevo. ‘No, el hijo’. 

Franco continúa preguntando hasta que llega a Galicia. ‘¿Y quién manda allí?’, se interesa. ‘Fraga’, le revela
el confidente. ‘¿Su nieto?’, supone el general. ‘No, el mismo de siempre’”.

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