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Introducción
Temario
Son las interrogantes naturales que deben surgir al introducirnos en esta materia.
Plantear las respuestas, lleva implícito un interés que debe internarnos a
disciplinas determinadas dentro de la ciencia política y el derecho.
Así, "lo público" alude a lo que es de interés o utilidad común a todos, lo que atañe
al colectivo, lo que concierne a la comunidad, en oposición a "lo privado",
entendido como aquello que se refiere a la utilidad e interés individual (Cruz et al.,
2007: 4-5).
Los mismos autores indican que, etimológicamente, “Estado deriva de status, que
era la palabra empleada en Roma para caracterizar la situación jurídica en que se
encontraba una persona; así era el conjunto de sus derechos y obligaciones, ya
sea respecto a la ciudad política (status civitatis), a la libertad (status libertatis), o a
su familia (status familiae)” (Cruz et al., 2007: 57).
Sin embargo, un significado más preciso de la palabra estatus o Estado sólo
comienza a perfilarse cuando se emplea para designar así a la organización
política de la sociedad, es decir, la manera de ser o estar constituida. La
naturaleza del Estado se puede estudiar en dos aspectos: formal y material.
Derivado de lo anterior, Héctor González Uribe (1992: 162) refiere que el Estado
es una sociedad humana (unidad de asociación o comunidad organizada) con vida
sedentaria en un territorio determinado con un poder supremo, soberano y que es
intrínseco al Estado, es decir, no viene de fuera, es originario.
Los elementos jurídico y valorativo, son señalados por González Uribe (1992:
162) como la esencia del Estado moderno que después de una larga evolución
ha llegado a ser un Estado de derecho.
Elementos esenciales del Estado
Los elementos esenciales son los que determinan la existencia, dan vida y
orientación a la organización política moderna de la sociedad denominada Estado.
Territorio.
Población.
Poder soberano.
Derecho.
Pueblo
Concepto de población
La población, se puede definir como la totalidad de individuos que habitan
el territorio de un Estado, es decir, la existencia humana en el Estado.
Héctor González Uribe (1992: 295) refiere que la población como elemento
humano del Estado puede ser concebida desde diversos puntos de vista:
como sociedad, como población (pueblo) o como nación.
Concepto de patria
El Diccionario de la Real Academia Española define patria como la “tierra
natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser
humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos” (RAE,
https://bit.ly/2VIWXO1).
Concepto de raza
Para Hermann Heller la raza es una condición estatal que se relaciona con
el pueblo, y señala que “la raza natural vendría a ser una comunidad de
origen cuyas esenciales características serían hereditarias” (1998: 165), de
igual manera menciona que el modo de vida social da lugar también a una
selección inconsciente. Las razas se clasifican según sus zonas principales
de dispersión en las diversas partes de la Tierra, por regiones.
Concepto de nación
Para Eduardo Andrade (2007: 126 y 127) la nación es la agrupación de
hombres que tienen entre sí afinidades fundadas en elementos comunes a
la vez objetivos (raza, idioma, religión, modo de vida) y subjetivos
(recuerdos comunes, sentimientos de parentesco espiritual, deseos de vivir
juntos), que los unen y los distinguen de los pertenecientes a otras
agrupaciones, es decir, el conjunto de estos factores que se entrelazan es
el que explica la existencia del concepto nación.
Héctor González Uribe (1992: 296-297) menciona que el territorio cumple con dos
funciones esenciales en la vida del Estado:
Poder
El poder formal del Estado es algo especial que genera el orden a la vida social,
sin él, no hay dirección.
En síntesis, el poder del Estado políticamente organizado tiene como fin lograr el
orden social otorgando seguridad y bienestar al propio grupo social que lo originó.
Elementos modales
Artículo 41. El pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión,
en los casos de la competencia de éstos, y por los de los Estados y la Ciudad de
México, en lo que toca a sus regímenes interiores, en los términos
respectivamente establecidos por la presente Constitución Federal y las
particulares de cada Estado y de la Ciudad de México, las que en ningún caso
podrán contravenir las estipulaciones del Pacto Federal
De los preceptos legales constitucionales señalados se desprende claramente que
el pueblo organizado ejerce su soberanía por mandato, mediante el poder político
en los tres órdenes de gobierno y la división de poderes, para lograr al interior del
Estado el orden social otorgando seguridad y bienestar, así como hacer valer la
soberanía nacional frente a terceros.
En ese sentido, en el Estado nación existe un marco legal que bajo el principio de
legalidad rige y da certeza jurídica al interior del mismo, así como regula sus
relaciones con otros Estados.
En un aspecto externo es una propiedad del poder del Estado que consiste en
que este poder máximo es la única fuerza social interna organizada jurídicamente,
que se impone a cualquier otra fuerza. El Estado ejerce un poder directo y extenso
sobre sus súbditos y puede tomar legalmente las providencias que estime
adecuadas para su mejor desarrollo.
Por su parte, el imperio de la ley no tiene una definición formal aceptada, sin
embargo, es entendido como el reconocimiento del principio de legalidad.
Durante el tiempo que el orden jurídico se encuentre vigente, debe ser observado
y hecho valer por los organismos Ejecutivo y Judicial, con sus respectivas
funciones de velar por el cumplimiento de la ley y restablecer con absoluta
imparcialidad y celeridad, la impartición de justicia conforme a ese orden jurídico
del Estado.
En conclusión, con el principio de legalidad todo ejercicio del poder público debe
estar sometido a la voluntad de la ley y de su jurisdicción más no a la voluntad de
las personas, con lo cual se establece la seguridad jurídica. Luego entonces, la
autoridad tiene su fundamento y límite en las normas jurídicas. (Garita et al., 2018:
122-124).
Orden jurídico del Estado..Este orden jurídico puede ser reformado, sustituido, o
incluso derogado por el Poder Legislativo, cuando no se ajusta a las necesidades
o evolución del Estado, incluso la Constitución Política de éste puede llegar a ser
modificada.
Zippelius (2009: 87) argumenta que la teoría de los órganos estatales se ocupa del
modo de cómo el Estado puede obrar con eficacia jurídica. La construcción
teórica de dicha acción orgánica se relaciona con la cuestión de si es posible, y en
qué forma, concebir al Estado como unidad con capacidad jurídica de obrar, es
decir, como persona jurídica, según el uso lingüístico tradicional.
El Estado como persona jurídica, es la manifestación de un poder que el pueblo le
ha otorgado, pero a su vez que se somete al derecho, creado por él, ha generado
teorías que tratan de explicar la dualidad consistente en órgano
político y persona jurídica.
Los derechos y obligaciones del Estado son de derecho público, sin embargo,
también pueden ser de derecho privado, por lo cual en la teoría de
la personalidad jurídica del Estado refiere que tiene una doble personalidad.
Andrade Sánchez, Justino Eduardo, Teoría General del Estado, 2.a ed.,
México, Oxford University Press, 2007.
Cruz Gayosso, Moisés et al., Teoría General del Estado, México, IURE
Editores, 2007.
Garita Alonso, Miguel Ángel et al., Enciclopedia Jurídica, t. 5: Teoría
General del Estado, UNAM, México, Porrúa/UNAM-Facultad de Derecho,
2018.
González Uribe, Héctor, Teoría Políticaem>, 8.a ed., México, Porrúa, 1992.
Heller, Hermann, Teoría del Estado, 2.a ed., trad. de Luis Tobío, México,
FCE, 1998.
Zippelius, Reinhold, Teoría General del Estado. Ciencia de la Política,
5.a ed., trad. de Héctor Fix-Fierro, México, Porrúa, 2009.
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