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Unidad 5.

Elementos Esenciales y Modales del


Estado | Contenido · Actividades

Elementos esenciales y modales del Estado

Introducción

En la organización política contemporánea de una sociedad, como lo es la


mexicana, el Estado tiene elementos esenciales y elementos modales. En ese
sentido, los elementos esenciales determinan la existencia del Estado, en tanto
que los elementos modales supeditan esa existencia.

De este modo, podemos mencionar que los elementos esenciales de la


organización política contemporánea de la sociedad son el territorio, la población,
el poder y el derecho, en tanto que los elementos modales son la soberanía y el
imperio de la ley.

Dicho lo anterior, en la presente unidad se revisará el nombre y concepto


de Estado, sus elementos esenciales y modales, las relaciones entre el Estado y
el derecho, así como la teoría de la personalidad jurídica del Estado.

Finalmente, es importante conocer los elementos del Estado, en virtud que, el


Estado como ente o persona moral para el ejercicio de sus atribuciones, derechos,
deberes y obligaciones requiere contar con sus elementos que en esencia son la
base de la sociedad y le otorgan presencia jurídica en el concierto de naciones.
Objetivo particular

El alumnado identificará el concepto de Estado, sus elementos esenciales y


modales, así como su personalidad jurídica.

Temario

Unidad 5. Elementos Esenciales y Modales del Estado

 5.1. El Estado como objeto de conocimiento


 5.2. Nombre y concepto de “Estado”
 5.3. Elementos esenciales de Estado
o 5.3.1. Pueblo
 5.3.1.1. Concepto de población
 5.3.1.2. Concepto de patria
 5.3.1.3. Concepto de raza
 5.3.1.4. Concepto de nación
 5.3.1.5. Concepto de nacionalidad y ciudadanía
o 5.3.2. Territorio y las fronteras del Estado
o 5.3.3. Poder
 5.4. Elementos modales
o 5.4.1. Soberanía e imperio de la ley
 5.5. Las relaciones entre el Estado y el derecho
 5.6. Teoría de la personalidad jurídica del Estado

El Estado como objeto de conocimiento

Son las interrogantes naturales que deben surgir al introducirnos en esta materia.
Plantear las respuestas, lleva implícito un interés que debe internarnos a
disciplinas determinadas dentro de la ciencia política y el derecho.

Satisfacer nuestra curiosidad exige indagar en la teoría política (¿qué es el


Estado?), en el derecho (¿para qué existe el Estado?), ya que es evidente que el
hombre tiene que obedecer la Ley intentando conservar su libertad.
Al enunciar al Estado nos damos cuenta de que existe algo en la realidad a lo que
se ajusta esa denominación, es decir, sentimos la presencia del Estado como algo
que se encuentra en nuestra vida social en actividades como las señaladas
enseguida

Por lo anterior, la delimitación de la realidad y el conocimiento del


Estado implican tener presente la diferenciación de los universos
público y privado, pues el Estado va a regular y estar presente en ambos
ámbitos.

De hecho, la diferencia original entre público y privado es afirmada por


supremacía del primero sobre el segundo, como lo prueba uno de los principios
fundamentales que establece que el derecho público no puede ser modificado por
pactos entre privados, o una convención entre privados no deroga el derecho
público.

Así, "lo público" alude a lo que es de interés o utilidad común a todos, lo que atañe
al colectivo, lo que concierne a la comunidad, en oposición a "lo privado",
entendido como aquello que se refiere a la utilidad e interés individual (Cruz et al.,
2007: 4-5).

Bien, esto lo sabemos gracias a la construcción del conocimiento acerca del


Estado como objeto de estudio, ¿pero qué es conocimiento? Veamos un poco
acerca de dicho concepto, para después revisar las clases de conocimiento que
tiene el Estado. Cruz, Ochoa y Robles, señalan que “el conocimiento es un
proceso histórico-social sin el cual el ser humano no podría apropiarse de la
naturaleza, interpretarla y transformarla" (2007: 6). Además…
Es así que del Estado podemos tener diversas clases de conocimientos: vulgar, de
divulgación, científico y filosófico. En el caso de nuestra materia, nos interesa
adoptar el conocimiento científico, que “se caracteriza por buscar la verdad que se
pueda comprobar y alcanzar en un tiempo y lugar determinados, de acuerdo con
una metodología disponible y confiable, pero aceptando que dicha verdad pueda
ser superada, complementada y corregida cuando se tengan otras experiencias o
mejores técnicas metodológicas de investigación” (Cruz et al., 2007: 12).

De esta forma, el conocimiento científico del Estado plantea diversos problemas


para comprender su estructura: su naturaleza, su organización y funcionamiento,
su función social, su justificación y su finalidad.
Nombre y concepto de Estado

Siendo el Estado el concepto en el que centra su estudio la ciencia política, es


tiempo de referirnos a él y comenzaremos por definirlo.

De acuerdo con Héctor González Uribe (1992: 143) en su libro de Teoría


Política el término Estado es utilizado para designar la organización política
fundamental de los hombres.

El concepto Estado ha tenido una evolución y transformación a lo largo de la


historia y para entenderlo y configurarlo como lo entendemos actualmente, es
necesario revisar los nombres que ha tenido y que recogen Cruz, Ochoa y Robles
(2007: 52-53):

Los mismos autores indican que, etimológicamente, “Estado deriva de status, que
era la palabra empleada en Roma para caracterizar la situación jurídica en que se
encontraba una persona; así era el conjunto de sus derechos y obligaciones, ya
sea respecto a la ciudad política (status civitatis), a la libertad (status libertatis), o a
su familia (status familiae)” (Cruz et al., 2007: 57).
Sin embargo, un significado más preciso de la palabra estatus o Estado sólo
comienza a perfilarse cuando se emplea para designar así a la organización
política de la sociedad, es decir, la manera de ser o estar constituida. La
naturaleza del Estado se puede estudiar en dos aspectos: formal y material.

FORMAL.- El aspecto formal se refiere a su estructura y a sus componentes, que


es la universalidad.

MATERIAL.- El aspecto material del Estado se refiere a su contenido, a los datos


reales, que es una esencia.

Una definición nominal del Estado es aquella que describe


sus notas y características esenciales. Por ello, el Estado es definido por Héctor
González Uribe (1992: 162) de acuerdo con cada uno de sus elementos como:

 Una sociedad humana.


 Establecida permanentemente en un territorio.
 Regida por un poder supremo.
 Que se rige con un ordenamiento jurídico.
 Tiene por objeto realizar los valores individuales y sociales de la persona
humana, también conocidos como bien público temporal.

Derivado de lo anterior, Héctor González Uribe (1992: 162) refiere que el Estado
es una sociedad humana (unidad de asociación o comunidad organizada) con vida
sedentaria en un territorio determinado con un poder supremo, soberano y que es
intrínseco al Estado, es decir, no viene de fuera, es originario.

Los elementos jurídico y valorativo, son señalados por González Uribe (1992:
162) como la esencia del Estado moderno que después de una larga evolución
ha llegado a ser un Estado de derecho.
Elementos esenciales del Estado

Los elementos esenciales son los que determinan la existencia, dan vida y
orientación a la organización política moderna de la sociedad denominada Estado.

En la teoría tradicional se ha sostenido que el Estado tiene como elementos


esenciales para su formación y determinan su existencia y cumplimiento de sus
fines:

 Territorio.
 Población.
 Poder soberano.
 Derecho.

Si falta alguno de estos elementos no existe la forma política a la que se pueda


considerar como Estado (Garita et al., 2018: 101 – 103).

Pueblo

La palabra pueblo deriva del latín populos y es un conjunto de individuos que


dentro de la población se encuentra habilitado para ejercer derechos políticos, es
decir, el titular de la soberanía.

El pueblo es la sociedad política que se establece por tradición en un territorio que


se dispone organizar su vida política de acuerdo con el derecho público.

El pueblo es una parte de la población que goza de la plenitud de los derechos


políticos y constituye el núcleo político activo del Estado y puede participar en los
procesos de formación del ejercicio del poder político del Estado (Garita et al.,
2018: 105-107).

Pulse en cada concepto para desplegar el contenido. Al pulsar en otro, el


desplegado volverá a su posición inicial.

Concepto de población
La población, se puede definir como la totalidad de individuos que habitan
el territorio de un Estado, es decir, la existencia humana en el Estado.

En este sentido, el ser humano, como ente social y dotado de nacionalidad


se constituye en una comunidad que tiene características culturales,
vínculos económicos, un lenguaje y tradiciones comunes, con un sentido
solidario, que busca mantener y producir su existencia a partir de vínculos
de una sociabilidad en permanente crecimiento, es decir, pertenecen a un
Estado.
La población jurídicamente desempeña un papel doble, pues es
considerada como objeto (se encuentran sometida a la autoridad política) o
como sujeto (participan en la formación de la voluntad general) de la
actividad estatal (Garita et al., 2018: 103 – 105).

Héctor González Uribe (1992: 295) refiere que la población como elemento
humano del Estado puede ser concebida desde diversos puntos de vista:
como sociedad, como población (pueblo) o como nación.

En conclusión, la población es un conjunto de seres humanos que habitan


en un territorio, sin distinción de edad, sexo o condición sociopolítica

Concepto de patria
El Diccionario de la Real Academia Española define patria como la “tierra
natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser
humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos” (RAE,
https://bit.ly/2VIWXO1).

Entonces, en el Estado moderno la patria es el sentido de pertenencia que


une a los nacionales y ciudadanos de un país determinado mediante lazos
y vínculos de afinidad.

Concepto de raza
Para Hermann Heller la raza es una condición estatal que se relaciona con
el pueblo, y señala que “la raza natural vendría a ser una comunidad de
origen cuyas esenciales características serían hereditarias” (1998: 165), de
igual manera menciona que el modo de vida social da lugar también a una
selección inconsciente. Las razas se clasifican según sus zonas principales
de dispersión en las diversas partes de la Tierra, por regiones.

Concepto de nación
Para Eduardo Andrade (2007: 126 y 127) la nación es la agrupación de
hombres que tienen entre sí afinidades fundadas en elementos comunes a
la vez objetivos (raza, idioma, religión, modo de vida) y subjetivos
(recuerdos comunes, sentimientos de parentesco espiritual, deseos de vivir
juntos), que los unen y los distinguen de los pertenecientes a otras
agrupaciones, es decir, el conjunto de estos factores que se entrelazan es
el que explica la existencia del concepto nación.

La nación no es exclusivamente una categoría sociológica, sino una idea


compuesta también por nociones de naturaleza política.
En síntesis, no hay nación sin Estado, en virtud que, en el proceso
consolidador existe la presencia de un poder centralizado de carácter
estatal.

Concepto de nacionalidad y ciudadanía


La nacionalidad es la condición en la que se encuentra una persona por su
adscripción a un Estado y que crea derechos y obligaciones.

En nuestro país, el artículo 30 de la Constitución Política señala que hay


dos tipos de nacionalidad mexicana: por nacimiento y por naturalización.

En tanto, la ciudadanía es la calidad que posee el habitante de un


determinado Estado, en virtud de la cual, goza del ejercicio de los derechos
políticos que le otorga éste.

De igual manera, en nuestro país el artículo 34 de la Constitución Política,


señala las características que deben reunir los mexicanos para ser
considerados como ciudadanos.

Territorio y las fronteras del Estado

En la actualidad no existen antecedentes de alguna sociedad organizada en el


Estado que no se encuentre vinculada a un territorio más o menos delimitado.
El territorio simboliza el soporte espacial del Estado, es decir, el lugar de
asentamiento de la población.

Derivado de lo anterior, se puede afirmar que el territorio es el elemento físico del


Estado, y si consideramos que colocado al lado del elemento humano, significa
una presencia imprescindible para que surja y se conserve el Estado, es un
elemento de primer orden.

El territorio es el espacio o porción geográfica donde se realiza la actividad


estatal, comprende el suelo con todos sus accidentes estructurales, el subsuelo y
el espacio aéreo, así mismo se extiende en tres dimensiones: superficie, altura y
profundidad.

Héctor González Uribe (1992: 296-297) menciona que el territorio cumple con dos
funciones esenciales en la vida del Estado:

Pulse en los recuadros que se marcan como sensibles para que se


despliegue la información correspondiente.

La función negativa consiste en señalar al Estado sus límites, fronteras, el


ámbito espacial de validez de sus leyes y órdenes, lo cual es indispensable
para que exista seguridad jurídica y paz en sus relaciones entre Estados.
Estas fronteras son fijadas por el propio derecho interno de cada Estado, o
bien, por convenios internacionales denominados tratados de límites.

La función positiva que consiste en dotar al Estado del instrumento físico


necesario para el cumplimiento de su misión de servir al bien público
temporal, es decir, realizar sus funciones de control y vigilancia sobre la
población.

Se concluye que el territorio es un elemento imprescindible para el Estado,


ya que sin él no puede cumplir sus funciones.

Poder

El poder es un fenómeno social, producto de la relación humana, su propósito es


influir en las decisiones de los demás respecto de sus intereses materiales o
subjetivos. Así, el poder del Estado es un poder político que determina la
conducta de los hombres.
De este modo, el poder político es el que ejerce el pueblo políticamente
organizado, por sí o a través de sus representantes en un ámbito determinado y
tiene como fin lograr el orden social otorgando seguridad y bienestar al propio
grupo social que lo originó.

Una característica de la organización estatal frente a otras es la disposición de


un poder cualitativamente único, es decir, un poder de ordenación y mando
sustantivo, originario, generalizado y superior a cualquier otro dentro de un ámbito
territorial, el cual se encuentra jurídicamente configurado y, por ende, implica la
fijación de los límites y de las formas para su ejercicio.

El poder formal del Estado es algo especial que genera el orden a la vida social,
sin él, no hay dirección.

En la sociedad existen diferentes tipos de poderes, mismos que se encuentran


cualitativa y cuantitativamente diferenciados, según la magnitud de los grupos
sociales, de los instrumentos que controlan, de su fuerza, los propósitos sociales,
económicos, culturales o de cualquier otro orden y los modos de influir sobre la
conducta de los demás aún contra su voluntad.

El poder político es diferente de cualquier otro por la esfera de su actividad, el


modo en que influye en la conducta humana, los instrumentos que controla y los
propósitos que lo orientan; su esfera la constituye la totalidad de un pueblo o de
una nación dentro de un ámbito espacial determinado, por lo que los individuos se
someten a él y le prestan obediencia en virtud de su legitimidad.

El poder estatal es originado por la organización política de una sociedad, es su


manifestación misma para lograr sus fines y no deriva de cualquier otro poder
anterior (Garita et al., 2018: 112-113).

En síntesis, el poder del Estado políticamente organizado tiene como fin lograr el
orden social otorgando seguridad y bienestar al propio grupo social que lo originó.
Elementos modales

Los elementos modales o determinantes consistentes en la soberanía e imperio de


la ley son cualidades propias adscritas a alguno de los elementos esenciales y
constitutivos, ya que caracterizan a la organización política y su función es
condicionante de la forma política del Estado.

Soberanía e imperio de la Ley

De acuerdo con la doctrina clásica la soberanía es un elemento del Estado, ya


que constituye su razón de ser, es un atributo de la estructura política moderna,
cualifica al poder y determina sus relaciones con el Estado y los restantes
elementos de su estructura.

La soberanía parte de la idea de que el Estado determina en él mismo, sus


propias competencias y reglas fundamentales, normalmente escritas en la
Constitución Política de un Estado, las cuales condicionan todas las otras reglas
aplicables a su territorio, es decir, el Estado funda y delimita el orden jurídico y
estatal.

Un ejemplo de lo anterior lo podemos encontrar en la Constitución Política de los


Estados Unidos mexicanos que establece lo siguiente:

Nuestra Constitución establece…


Artículo 39. La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo.
Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El
pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma
de su gobierno.

Artículo 40. Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República


representativa, democrática, laica y federal, compuesta por Estados libres y
soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, y por la Ciudad de
México, unidos en una federación establecida según los principios de esta ley
fundamental.

Artículo 41. El pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión,
en los casos de la competencia de éstos, y por los de los Estados y la Ciudad de
México, en lo que toca a sus regímenes interiores, en los términos
respectivamente establecidos por la presente Constitución Federal y las
particulares de cada Estado y de la Ciudad de México, las que en ningún caso
podrán contravenir las estipulaciones del Pacto Federal
De los preceptos legales constitucionales señalados se desprende claramente que
el pueblo organizado ejerce su soberanía por mandato, mediante el poder político
en los tres órdenes de gobierno y la división de poderes, para lograr al interior del
Estado el orden social otorgando seguridad y bienestar, así como hacer valer la
soberanía nacional frente a terceros.

Los juristas distinguen dos aspectos correlativos de la soberanía territorial, una


positiva, consistente en que cualquier sujeto que se encuentre dentro del territorio
de un Estado queda sometido al poder de éste y, la negativa, que indica que
dentro del territorio de un Estado no puede ejercerse poder político alguno que no
derive del propio Estado, o bien, que no sea reconocido por éste.

La soberanía se encuentra relacionada con el imperio de la ley, es decir, es una


cualidad del poder del Estado.

En ese sentido, en el Estado nación existe un marco legal que bajo el principio de
legalidad rige y da certeza jurídica al interior del mismo, así como regula sus
relaciones con otros Estados.

En un aspecto externo es una propiedad del poder del Estado que consiste en
que este poder máximo es la única fuerza social interna organizada jurídicamente,
que se impone a cualquier otra fuerza. El Estado ejerce un poder directo y extenso
sobre sus súbditos y puede tomar legalmente las providencias que estime
adecuadas para su mejor desarrollo.

Por su parte, en el ámbito interno es el derecho de un país para mantener y


sostener su independencia de toda subordinación a otro Estado.

Por su parte, el imperio de la ley no tiene una definición formal aceptada, sin
embargo, es entendido como el reconocimiento del principio de legalidad.

En consecuencia, se refiere a la realidad y vigencia de las leyes, el sometimiento a


éstas por igual en gobernantes y gobernados, sin que para ello existan privilegios
ni discriminaciones.

Si en algún momento determinado no rigiera el imperio de le ley, se da paso a una


anarquía, al caos proveniente de gobiernos sin autoridad, a la impunidad, a la
arbitrariedad y a la subversión.

Durante el tiempo que el orden jurídico se encuentre vigente, debe ser observado
y hecho valer por los organismos Ejecutivo y Judicial, con sus respectivas
funciones de velar por el cumplimiento de la ley y restablecer con absoluta
imparcialidad y celeridad, la impartición de justicia conforme a ese orden jurídico
del Estado.
En conclusión, con el principio de legalidad todo ejercicio del poder público debe
estar sometido a la voluntad de la ley y de su jurisdicción más no a la voluntad de
las personas, con lo cual se establece la seguridad jurídica. Luego entonces, la
autoridad tiene su fundamento y límite en las normas jurídicas. (Garita et al., 2018:
122-124).

Orden jurídico del Estado..Este orden jurídico puede ser reformado, sustituido, o
incluso derogado por el Poder Legislativo, cuando no se ajusta a las necesidades
o evolución del Estado, incluso la Constitución Política de éste puede llegar a ser
modificada.

Las relaciones entre el Estado y el derecho

Es esencial la relación existente entre el Estado y el derecho y que sin


el derecho como elemento esencial de la organización política tomando en
consideración al poder como uno de los elementos del Estado, carece de
significación y sentido, pues todas las relaciones políticas se resuelven en
relaciones jurídicas.

En conclusión, el derecho es el marco y medida de la legitimidad del ámbito y de


las formas de acción del Estado, por lo tanto, ha de someterse a la primacía del
derecho, generando así el Estado de derecho.

Teoría de la personalidad jurídica del Estado

Zippelius (2009: 87) argumenta que la teoría de los órganos estatales se ocupa del
modo de cómo el Estado puede obrar con eficacia jurídica. La construcción
teórica de dicha acción orgánica se relaciona con la cuestión de si es posible, y en
qué forma, concebir al Estado como unidad con capacidad jurídica de obrar, es
decir, como persona jurídica, según el uso lingüístico tradicional.
El Estado como persona jurídica, es la manifestación de un poder que el pueblo le
ha otorgado, pero a su vez que se somete al derecho, creado por él, ha generado
teorías que tratan de explicar la dualidad consistente en órgano
político y persona jurídica.

Los derechos y obligaciones del Estado son de derecho público, sin embargo,
también pueden ser de derecho privado, por lo cual en la teoría de
la personalidad jurídica del Estado refiere que tiene una doble personalidad.

En México, los artículos 39, 40 y 41 de la Constitución Política prevén al Estado


como órgano político y la calidad de persona jurídica del mismo se establece en
el artículo 25 del Código Civil Federal.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha adoptado esta teoría en los


términos de la jurisprudencia, revíselo a continuación: “Estado, cuándo es
procedente el amparo promovido por el”.

En conclusión, la teoría de la personalidad jurídica del Estado trata de su doble


personalidad jurídica, en virtud de que éste cuenta con derechos y obligaciones de
orden público, así como de orden privado de carácter patrimonial, y como
ente privado es susceptible que se sujete al igual que las personas físicas o
morales a litigios para dirimir sus controversias de carácter patrimonial.

Como reflexión final se señala que el Estado cuenta elementos esenciales y


elementos modales o determinantes que le dan personalidad jurídica plena, es
decir, el Estado es libre y soberano, el cual está dotado de poder político
organizado para su ejercicio jurídico tanto al interior como al exterior, y su finalidad
es lograr el orden social otorgando seguridad y bienestar al propio grupo social
que lo originó.
Fuentes de consulta
Bibliografía

 Andrade Sánchez, Justino Eduardo, Teoría General del Estado, 2.a ed.,
México, Oxford University Press, 2007.
 Cruz Gayosso, Moisés et al., Teoría General del Estado, México, IURE
Editores, 2007.
 Garita Alonso, Miguel Ángel et al., Enciclopedia Jurídica, t. 5: Teoría
General del Estado, UNAM, México, Porrúa/UNAM-Facultad de Derecho,
2018.
 González Uribe, Héctor, Teoría Políticaem>, 8.a ed., México, Porrúa, 1992.
 Heller, Hermann, Teoría del Estado, 2.a ed., trad. de Luis Tobío, México,
FCE, 1998.
 Zippelius, Reinhold, Teoría General del Estado. Ciencia de la Política,
5.a ed., trad. de Héctor Fix-Fierro, México, Porrúa, 2009.

Legislación

 Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Constitución Política de


los Estados Unidos Mexicanos, última reforma publicada en el DOF
14/03/2019, disponible en https://bit.ly/1iXRdq5, consulta: 20/03/2019.

Interpretación de la Ley

 “Estado, cuándo es procedente el amparo promovido por el” [tesis


jurisprudencia (común)] 197, Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, reg. 917731, Quinta Época, t. VI, 2000, p. 160, disponible
en https://bit.ly/2XHClHR, consulta: 20/03/2019.

Sitio electrónico

 Real Academia Española, https://bit.ly/2VIWXO1.

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