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Existe en un país una fuerza activa e informadora, que influye de tal modo en todas las leyes promulgadas en ese país, que las obliga a ser necesariamente, hasta cierto punto, lo que son y como son, sin permitirles ser de otro modo.
Existe en un país una fuerza activa e informadora, que influye de tal modo en todas las leyes promulgadas en ese país, que las obliga a ser necesariamente, hasta cierto punto, lo que son y como son, sin permitirles ser de otro modo.
Existe en un país una fuerza activa e informadora, que influye de tal modo en todas las leyes promulgadas en ese país, que las obliga a ser necesariamente, hasta cierto punto, lo que son y como son, sin permitirles ser de otro modo.
Atendiendo a la etimología de la palabra "factor", el concepto respectivo significa
"el que hace alguna cosa". La idea de "real" denota lo objetivo, lo trascendente, lo "fenoménico" según la terminología kantiana, es decir, "lo que está en la cosa o pertenece a ella". Por ende, los factores reales de poder son los elementos diversos y variables que se dan en la dinámica social de las comunidades humanas y que determinan la creación constitucional en un cierto momento histórico y condicionan la actuación de los titulares de los órganos del Estado en lo que respecta a las decisiones que éstos toman en el ejercicio de las funciones públicas que tienen encomendadas. Existe en un país una fuerza activa e informadora, que influye de tal modo en todas las leyes promulgadas en ese país, que las obliga a ser necesariamente, hasta cierto punto, lo que son y como son, sin permitirles ser de otro modo: esta fuerza activa son los factores reales del poder. Estos factores son esa fuerza activa y eficaz que informa todas las leyes e instituciones jurídicas de la sociedad, haciendo que no puedan ser, en sustancia más que tal y como son. Muchos y cada uno es una parte esencial de la constitución, como son los banqueros, los burgueses, los aristócratas, la conciencia colectiva y la cultura general, la pequeña burguesía y la clase obrera. Ferdinand Lasalle dice que la suma de estos son factores reales de poder. Se deduce que los factores reales de poder, como fuerzas "activas y eficaces", según las califica Lasalle, condicionantes o, al menos, presionantes de la creación y de las reformas constitucionales sustanciales, no pueden desarrollarse y ni siquiera concebirse sin los grupos, clases o entidades socioeconómicas que los desplieguen. Para Lasalle los Factores reales de Poder son una realidad política que constituye el ser del estado y por ende, es su constitución. Esta realidad política (factores reales de poder) que es la Constitución misma y que no está sujeta a la voluntad singular, sino que es así e impide que las normas sean de otro modo. Podemos concluir que para Lasalle, la Constitución no es un acto de voluntad del legislador, sino una realidad política personificada y representada por los factores reales de poder. "Todo país tiene necesariamente una Constitución real y efectiva; pues no se concibe país alguno en que no imperen determinados factores reales de poder, cualesquiera que ellos sean". Ferdinand Lassalle
Las transformaciones de la administración pública y del derecho administrativo. Tomo II: La reinvención de los instrumentos jurídicos y materiales utilizados por la administración