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CAP 11_TRAUMA+ORTO_F_OK.

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CAPÍTULO 7
Cuidados de enfermería en
contusiones, esguinces y luxaciones
David Ruiz de Castro Leyva

INTRODUCCIÓN mos se producen generalmente en el contexto de ac-


cidentes domésticos, de ocio, de circulación, de tra-
Para comenzar este capítulo, hay que tener en bajo, etc., por lo que en un porcentaje muy alto lle-
cuenta que los traumatismos músculo-esqueléticos van asociadas más de una lesión o traumatismo, con
son una de las patologías más frecuentes y con niveles de gravedad diferentes. Por este motivo la
mayor número de consultas en los servicios de valoración del paciente ha de ser integral, es decir,
urgencias, tanto prehospitalarios como hospitala- se debe partir de una valoración general, para ir aco-
rios y, por lo tanto, necesitan unos cuidados en- tando durante este proceso la lesión músculo-es-
fermeros adecuados y específicos con respecto al quelética que haya sufrido el paciente. Así, la valo-
tipo de lesión del paciente. Es por este motivo, ración tendrá que seguir el siguiente guión:
principalmente, por lo que se torna muy necesaria
la perfecta preparación del personal de enfermería n Valoración general del paciente, en la que se in-
en su aspecto teórico y fundamentalmente prác- cluye nivel de conciencia, control de las cons-
tico. tantes vitales (tensión arterial, frecuencia car-
diaca, saturación de oxígeno) e inspección
Desde este capítulo se pretende, por tanto, dar a la general del paciente.
enfermera una formación teórica adecuada y lo n Valoración detallada, que ha de realizarse siem-
más completa posible para que, posteriormente, pre de arriba a abajo, es decir, desde la cabeza a
sea capaz de llevar estos conocimientos a la prác- los pies, para ir determinando las distintas par-
tica diaria profesional. tes del aparato locomotor o músculo-esquelético
que hayan podido verse afectadas en el aconte-
cimiento traumático. En esta valoración deta-
VALORACIÓN DEL PACIENTE llada se inspecciona y evalúa la aparición de:
• Deformidades.
En este primer apartado se aborda la valoración • Equimosis.
inicial del paciente con traumatismo músculo-es- • Tumefacción.
quelético, siempre desde la perspectiva enfermera. • Inflamación.
Esta valoración es fundamental para la posterior • Heridas, laceraciones, quemaduras, etc.
aplicación del tratamiento inmovilizador indicado
para cada tipo de lesión. Se debe tener en cuenta que La valoración comienza por el tren superior del
la mayoría de consultas por este tipo de traumatis- aparato locomotor, empezando por la articulación
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escapulohumeral, siguiendo con el brazo, la articu- Reducción


lación del codo, el antebrazo y terminando por la
mano, incluyendo el carpo, el metacarpo y las fa- La reducción tiene como objetivo principal llevar
langes. El siguiente paso es la valoración del tren in- a cabo una alineación correcta que permita recu-
ferior del sistema músculo-esquelético, como ele- perar al hueso sus características normales. Esta
mento primordial en el ser humano para la reducción puede ser de dos tipos, denominados re-
realización de las actividades de la vida diaria, y va- ducción incruenta o a través de maniobras de trac-
lorando, por tanto, todas las articulaciones suscep- ción, manipulación y alineación externas, y la re-
tibles de lesión, empezando por la articulación de la ducción cruenta o denominada también reducción
cadera, posteriormente la rodilla y el tobillo, y tras quirúrgica. La colaboración de las enfermeras en
examinar las articulaciones, inspeccionar los huesos esta fase del proceso incluiría los siguientes pasos:
en busca de signos y síntomas que puedan hacer
pensar en la existencia de una lesión. n Preparación del material necesario para la re-
ducción, véase material de limpieza para la zona
Una parte fundamental en la valoración, además afectada, material fungible para infiltración,
de la posibilidad de la existencia de fracturas, lu- anestésico local, guantes, etc.
xaciones, esguinces o contusiones, es la realización n Limpieza de la zona del foco de fractura.
correcta de una valoración vascular, circulatoria, n Preparación del anestésico local para infiltra-
muscular y nerviosa. ción.
n Colaborar con el médico en cuanto sea necesa-
rio, como aportarle material, sujeción del miem-
COLABORACIÓN ENFERMERA bro afectado, etc.
EN LA REDUCCIÓN E n Tranquilizar y ayudar al paciente a que se en-
INMOVILIZACIÓN cuentre en un ambiente lo más seguro y confor-
table posible, facilitando su relajación y consi-
La colaboración enfermera en los casos en los que guiendo de esta forma una mayor colaboración
el paciente presenta luxaciones o fracturas juega por su parte en todo el proceso.
un papel importante en el proceso de reducción y
posterior inmovilización a realizar por el faculta-
tivo especialista en traumatología. Inmovilización
Para iniciar este apartado habría que dejar claro los La inmovilización tiene lugar a continuación de la
objetivos principales en el tratamiento inmediato reducción y tiene como fin principal mantener la
de las fracturas y luxaciones. En primer lugar, se reducción realizada anteriormente, hasta que la
busca conseguir una restitución anatómica, para lo fractura o luxación consoliden definitivamente.
que es necesaria una buena consolidación del foco Este paso de la inmovilización de la lesión ósea o
de fractura sin deformidades y con una buena mo- articular se lleva a cabo por distintos medios, al-
vilidad, que permita finalmente la recuperación de gunos de los cuales se tratan en los diferentes ca-
la actividad física normal del paciente. pítulos del libro.

El proceso de tratamiento de una fractura o luxa- Entre los distintos modos de inmovilización se
ción incluye distintas fases, que se agrupan en tres: encuentra la colocación de fijadores externos que,
las dos primeras son la reducción y la inmoviliza- como su propio nombre indica, se haría a través de
ción, objeto de este capítulo, y la tercera, que es la un tutor externo metálico. Otro tipo sería la trac-
rehabilitación, se trata en el Capítulo 9, “Fisiote- ción continua, que a su vez puede ser de dos tipos:
rapia en el paciente traumatológico”. tracción blanda y tracción esquelética.
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La fijación interna es otro método de inmovilización
que se realiza mediante clavos, tornillos, placas me-
tálicas, etc., y va asociado a la reducción cruenta. Los
yesos o vendajes enyesados y las férulas son métodos
de inmovilización empleados con frecuencia y rea-
lizados principalmente por las enfermeras.

La colaboración enfermera en la inmovilización de


fracturas o luxaciones por parte del facultativo
tras la fase de reducción consiste en:

n Preparación de todo el material necesario para la


colocación de un yeso o férula, como son vendas
de algodón, vendas de yeso, vendas elásticas de
crepé o cohesivas, cinta adhesiva o esparadrapo
y dependiendo de los casos, cabestrillo, bastones
o muletas, etc.
n Preparación del miembro a inmovilizar.
n Preparación de la férula o yeso.
n Colaborar con el facultativo en todo lo que fuese
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necesario.
n Ayudar al paciente en su preparación, informa- Material necesario para la colocación de férulas y yesos
ción sobre la técnica y posteriores cuidados.

Férulas
COLOCACIÓN DE FÉRULAS Y
YESOS Con todo el material preparado, ya se puede em-
pezar a ver el proceso de colocación de una férula,
La enfermera conocedora y experta en traumato- que consta de los siguientes pasos:
logía es responsable del cuidado del enfermo, de la
educación sanitaria al paciente y familia y realiza n Preparación del miembro a inmovilizar: este pri-
técnicas delegadas por el traumatólogo. mer paso comienza con la preparación de la
piel, teniendo en cuenta que va a estar un pe-
Para la colocación de yesos y férulas se necesita, en riodo de tiempo relativamente largo cubierta;
primer lugar, preparar todo el material necesario, para ello se hace una limpieza e hidratación ade-
que incluye (Ver Imagen 1): cuadas. En el caso de que existieran heridas se
realiza una cuidadosa limpieza, desinfección y
n Vendaje tubular de algodón hipoalergénico. cura de la misma.
n Vendas almohadilladas de algodón.
n Vendas de crepé o vendas cohesivas. En el momento de la colocación de la férula es
n Vendas de yeso de distintas medidas. preciso tenerlo en cuenta para facilitar la poste-
n Cinta adhesiva o esparadrapo. rior realización de las curas durante el tiempo
n Guantes. que el miembro esté enyesado.
n Tijeras.
n Cubeta para agua. n Colocación del vendaje tubular (Ver Imagen 2):
n Agua tibia. este paso no es absolutamente imprescindible,
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quedando sujeto a la decisión personal o siguiendo

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lo dispuesto en los protocolos de los servicios co-
rrespondientes si se indica su utilización.

Seguidamente hay que colocar el vendaje almo-


hadillado de algodón (Ver Imagen 3), partiendo
siempre desde la parte más distal del miembro
para acabar en la más proximal al cuerpo. Con
este vendaje el objetivo principal es conseguir
evitar lesiones provocadas por el rozamiento del
yeso sobre la piel, por lo que sí es una condición
sine qua non su colocación, que se hará volteando
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la venda sobre el miembro, a fin de que cada
nueva vuelta cubra la mitad superior de la ante- Colocación del vendaje tubular
rior, y haciendo especial hincapié en la protec-
ción de las prominencias óseas.
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El vendaje de algodón siempre debe sobrepasar


la zona que se va a inmovilizar, para así evitar ro-
zaduras en las zonas distales del yeso o la férula.

n El siguiente paso será la confección de la férula


del tamaño adecuado, para lo que habrá que me-
dir el miembro a inmovilizar e ir conformando la
férula, la cual, dependiendo de si el paciente es
niño o adulto, será de un grosor u otro. Para el
niño se colocarán unas ocho capas de venda de
yeso y en los adultos entre doce y catorce. Una
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vez preparada la férula medida y con todas sus
capas, se procede a recortarla, si fuese necesario, Colocación del vendaje almohadillado de algodón
para adaptarla al miembro a inmovilizar.
n Seguidamente hay que proceder a la inmersión
de la férula en agua tibia. La temperatura del
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agua marcará el tiempo de fraguado, que será


mayor si el agua está fría y va disminuyendo
conforme esté más caliente. La inmersión de la
férula durará unos segundos, aproximadamente
los que tarde el agua en ocupar los espacios de
aire de la venda de yeso, que una vez mojada se
le eliminará el exceso de agua, como se muestra
en la Imagen 4.
n El paso posterior quizás sea el más importante,
lo que no quiere decir que los anteriores no lo
sean, ya que es ahora cuando se le da consisten-
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cia a la férula y se moldea al miembro (Ver Ima-
gen 5). Aportar consistencia manipulando y pre- Inmersión de la férula en agua tibia
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sionando ligeramente la férula para de esta

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forma eliminar todo el aire posible que pudiera
quedar atrapado en el interior de la férula, ya
que éste supondría una zona de mayor fragilidad
y susceptible de rotura. En este paso se deben re-
pasar todos los bordes del yeso, para evitar que
queden zonas cortantes o que pudieran provocar
heridas en la piel. Además, para evitar posibles
problemas posteriores, hay que manipular la fé-
rula o yeso siempre con la palma de la mano, te-
niendo especial cuidado para evitar zonas de
marcas de los dedos que pudieran provocar al-
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guna zona de presión en la piel.
n Finalmente se procederá a la fijación de la férula Moldeado de la férula al miembro
mediante un vendaje con venda de crepé o venda
cohesiva (Ver Imagen 6). Comenzar el vendaje
partiendo de la parte distal del miembro para,
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haciendo un vendaje en espiga o en ocho, ir as-


cendiendo hasta llegar a la parte proximal del
miembro afectado.

En cuanto a la posición del miembro a inmovilizar,


en la Tabla 1 se detallan las posiciones básicas, ana-
tomofisiológicas de los miembros y sus distintas
partes, aunque existen otras más específicas en fun-
ción de la lesión que sufra el paciente. La correcta co-
locación del miembro y la férula determinarán el re-
sultado final y el pronóstico de la lesión.
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Férulas básicas del miembro superior Fijación de la férula con venda de crepé o cohesiva
n Férula antebraquial, que como su propio nombre

indica, abarca la zona anterior del brazo, es de-


cir, va desde debajo de la articulación del codo Tabla 1. Posiciones básicas para la inmovilización de
las articulaciones
hasta la articulación metacarpofalángica. Dentro
de este tipo existen distintas variaciones en fun- ARTICULACIÓN DEL HOMBRO Codo en flexión adosado al tórax
ción de la lesión y pueden ser: ARTICULACIÓN DEL CODO Codo en flexión de 90º
• Férula antebraquial dorsal (Ver Imagen 7): ARTICULACIÓN DE LA MUÑECA Extensión de unos 20º
dentro de este grupo se incluye también la fé-
ARTICULACIONES Flexión de unos 45-50º
rula de escafoides, que consiste en la misma fé- METACARPOFALÁNGICAS
rula pero con una extensión hacia el dedo pul-
ARTICULACIONES Flexión ligera de unos 10º
gar incluyendo la primera falange de éste en INTERFALÁNGICAS
oposición a las otras falanges; es la llamada po-
sición de tubo. ARTICULACIÓN DE LA CADERA Flexión de unos 20-30º
• Férula antebraquial palmar (Ver Imagen 8): a ARTICULACIÓN DE LA RODILLA Flexión de unos 15-20º
su vez tiene otras variantes, como es la deno- ARTICULACIÓN DEL TOBILLO Ángulo recto, 90º
minada férula palmar en intrínseco plus, que
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consiste en la colocación de la muñeca en fle- billo a 90º con respecto a la pierna. Existen va-
xión dorsal y la articulación metacarpofalán- riantes como la férula pédica en equino, es decir,
gica a 90º con las falanges extendidas. con la articulación del tobillo en hiperexten-
sión, y se suele utilizar ante la presencia de le-
n Férula braquial (Ver Imagen 9): incluye toda la ex- siones en el tendón aquíleo.
tremidad superior desde la articulación metacar- n Férula inguino-pédica, que como su nombre in-
pofalángica hasta justo por debajo de la articulación dica, va desde la región inguinal hasta la punta de
del hombro. Su posición básica sería la muñeca los dedos, con el tobillo a 90º y la rodilla ligera-
colocada en ligera flexión dorsal y codo a 90º. mente flexionada, a excepción de la presencia de
lesiones rotulianas. Al tratarse de una férula de
Férulas básicas del miembro inferior gran extensión se recomienda reforzarla en la re-
n Férula pédica posterior (Ver Imagen 10): abarca gión de la articulación de la rodilla.
desde el hueco poplíteo hasta la raíz de los de- n Férula inguino-maleolar: sería una férula de
dos, con una posición de la articulación del to- iguales características a la anterior pero sin in-
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Férula antebraquial dorsal Férula antebraquial palmar


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Férula braquial Férula pédica posterior


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movilizar la articulación del tobillo, lo que per- EDUCACIÓN AL PACIENTE


mite la deambulación. Y LA FAMILIA
Una vez colocado el yeso o la férula hay que con-
Yesos seguir que éste se mantenga en perfecto estado
hasta la finalización del tratamiento inmovilizador,
La colocación de yesos completos o también lla- con el objetivo de conseguir la curación de la le-
mados circulares, es decir, los que cubren todo el sión. Por ello, lo primero que se debe hacer com-
perímetro del miembro, son una técnica efectuada prender al paciente es que el cuidado y manteni-
normalmente por el traumatólogo. miento del yeso o férula es responsabilidad suya y,
en todo caso, si es una persona mayor o un niño,
Los primeros pasos para la realización de la técnica esta responsabilidad recaerá en su familia. Así, las
son coincidentes con los expuestos para la coloca- recomendaciones en cuanto al cuidado del trata-
ción de una férula, desde la preparación de la piel miento inmovilizador, es decir, las medidas a tener
hasta el almohadillado, pasando por la colocación en cuenta que el personal de enfermería debe
del vendaje tubular. Es a partir de aquí cuando se transmitir a la familia, en las que hay que basar la
diferencia una técnica de otra, ya que no se pre- educación sanitaria al paciente y familiares, se-
parará de igual forma la venda de yeso. En este rían:
caso, la venda de yeso se sumerge completamente
en agua con una angulación de 45º hasta que de- n Reposar el miembro inmovilizado, nunca apo-
jen de salir burbujas, separando un extremo para yándolo directamente sobre superficies duras o
evitar que se confunda con el resto de la venda mo- con bordes agudos.
jada. Seguidamente se extrae el exceso de agua n Tener muy en cuenta que el yeso o férula es frá-
mediante ligera compresión para inmediatamente gil, por lo que debe extremar las medidas ante
empezar su aplicación, siempre con especial cui- posibles golpes o caídas.
dado en el moldeo en las articulaciones de tobillo, n Tener especial cuidado en las primeras horas,
rodilla, muñeca y codo. pues el yeso probablemente no haya fraguado del
todo y cualquier movimiento o pequeño golpe lo
Si el miembro está bien algodonado se ejerce una li- puede deformar.
gera presión a medida que se va rodeando el miem- n El yeso o férula no se puede mojar, puesto que si
bro, y cada nueva vuelta ha de colocarse a unos 2- lo hace se reblandece y podría partirse dejando
3 cm de la anterior. Al tiempo que se coloca la de cumplir su función, que es la de proteger la le-
venda de yeso se debe ir manipulando, alisando la sión y darle estabilidad para facilitar su curación.
venda para eliminar el aire y así consolidar el yeso. Evitar, por lo tanto, mojarlo y los ambientes con
El número de vendas de yeso vendrá marcado por un exceso de vapor de agua.
el tamaño, longitud y grosor del miembro afecto, n Para el aseo personal puede lavarse o ducharse
siempre teniendo en cuenta que hay que dar una con cuidado de no mojar el yeso, protegiéndolo
consistencia lo suficientemente fuerte como para con envoltorios impermeables y dejando el
que el yeso, una vez terminado, no se rompa, cum- miembro escayolado fuera del baño o ducha.
pla su función inmovilizadora y no sea excesiva- n El miembro inmovilizado debe reposar en alto
mente pesado. para, de esta forma, favorecer el retorno circu-
latorio, además de la realización de ejercicios
Resulta obvio mencionar que hay que extremar las de movimiento de los dedos frecuentemente.
precauciones con las zonas finales del yeso, es de- n Si está inmovilizado el miembro inferior tiene
cir, hay que rematarlas de forma que no queden zo- que recordar que no debe permanecer en pie, no
nas cortantes o lesionantes. puede apoyarlo en el suelo y menos aún cargar
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peso sobre él, puesto que casi con toda seguridad n En caso de notar dolor, calor o presión impor-
el dispositivo inmovilizador se partirá. tante en la zona de la lesión, a pesar de realizar
n No sacar el acolchado interno de la escayola. correctamente el tratamiento, también se debe
n No introducir objetos como alambres o agujas acudir a una consulta médica.
para rascarse porque pueden producir verdade- n Si tiene indicada la autoadministración de he-
ras lesiones. parina de bajo peso molecular, como medida
n Observación constante de las zonas acras, dista- preventiva para evitar la aparición de proble-
les, generalmente de los dedos, para vigilar la mas tromboembólicos, recordar que ha de ad-
existencia de frialdad, cianosis u hormigueo, ministrársela todos los días sin excepción y,
ante lo que se debe elevar aún más la parte afec- aproximadamente, a la misma hora.
tada y en caso de no mejorar en un periodo n Si a pesar de todas estas recomendaciones se tu-
corto de tiempo acudir a su médico de atención viera alguna duda o algún problema, es preciso
primaria, a la consulta especializada o al servi- consultar con su enfermero de referencia para
cio de urgencias. reevaluar el plan de cuidados.

RESUMEN
n Las contusiones, esguinces y luxaciones son patologías muy frecuentes en los servicios de urgencias, por ello se hace nece-
saria la perfecta preparación del personal de enfermería en su aspecto teórico y fundamentalmente práctico, teniendo la en-
fermera una importante responsabilidad en la educación a la sociedad en aspectos referentes a seguridad y prevención de
accidentes.
n Tras la valoración del paciente, el tratamiento incluye la reducción (en ocasiones) e inmovilización del miembro lesionado. La
enfermera conocedora y experta en traumatología es responsable del cuidado del enfermo, de la educación sanitaria al pa-
ciente y familia y realiza técnicas delegadas por el traumatólogo.
n La correcta colocación del miembro y la férula determinarán el resultado final y el pronóstico de la lesión. Una vez colocado
el yeso o la férula hay que conseguir que éste se mantenga en perfecto estado hasta la finalización del tratamiento inmovi-
lizador, con el objetivo de conseguir la curación de la lesión.

BIBLIOGRAFÍA
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