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Interdictos
Interdictos
I. CONCEPTO
El artículo 921 del Código Civil dice que todo poseedor de muebles inscritos y de
inmuebles puede utilizar las acciones posesorias y los interdictos. Las acciones
posesorias son procesos judiciales en los cuales se protege el derecho a la
posesión. En los interdictos, en cambio, se tutela la posesión en si misma
(derecho de posesión). Los trámites judiciales de ambos procesos son distintos; la
acción posesoria se tramita en el proceso de conocimiento, los interdictos en el
proceso sumarísimo.
El interdicto de obra nueva tenía por objeto impedir la continuación de una obra o
conseguir la demolición de lo ya edificado en cuanto dañaba la posesión del
demandante. El Código de Procedimientos Civiles hacía alusión al daño en la
“propiedad” del demandante, por lo que alguna jurisprudencia entendió que este
interdicto sólo lo podía utilizar el propietario-poseedor. Esto no era así. Un
poseedor no propietario que veía perturbada su posesión por una construcción
vecina, sí podía defender su posesión a través del interdicto de obra nueva.
¿Por qué los interdictos, a pesar de su importancia, no han sido muy utilizados en
el Perú? Un caso real nos puede dar la respuesta. Gilberto Cassana era poseedor
de un cuarto de una casa de propiedad de Guillermo Vilcapoma. En la casa vivía
además de Guillermo, su padre Fidel Vilcapoma. Las relaciones entre Gilberto
Cassana y Guillermo Vilcapoma y su padre no eran amigables, por lo que estos
dos últimos decidieron hostilizar a Gilberto cortándole el fluído eléctrico y el agua
potable del cuarto. En estas circunstancias, el 31 de julio de 1987 Gilberto
Cassana interpone un interdicto de retener contra Guillermo y Fidel Vilcapoma
con el objeto que le restituyan el fluido eléctrico y el agua potable y así cesara la
perturbación. El proceso judicial terminó el 29 de enero de 1992, con sentencia
desfavorable para el demandante. Lo penoso de la situación descrita, más allá del
resultado, es que Gilberto Cassana no tuvo como impedir las perturbaciones
durante los casi cinco años que duró el proceso.
El Código Procesal Civil habría solucionado la situación de Gilberto Cassana, al
menos durante la tramitación del proceso. En efecto, Gilberto habría podido
solicitar al Juez que adoptara una medida cautelar con el objeto de evitar un
perjuicio irreparable. En este sentido, el Juez al inicio del proceso hubiera podido
ordenar que se restituyeran a Gilberto Cassana el fluido eléctrico y el agua
potable y no esperar al final del proceso (en caso hubiera obtenido un resultado
favorable).
II. REQUISITOS
Los interdictos pueden ser utilizados por los poseedores de muebles inscritos o de
inmuebles que son perturbados o despojados de su posesión. Deben ejercitarse
dentro del año de producido el despojo o la perturbación.
2) Muebles inscritos e inmuebles.- El artículo 921 del Código Civil dice que todo
poseedor de muebles inscritos y de inmuebles puede utilizar los interdictos. El
artículo 599 del Código Procesal agrega que el mueble inscrito o el inmueble no
deben ser de uso público. Estas normas plantean diversas preguntas. ¿Por qué
no proceden los interdictos respecto de los bienes muebles no inscritos? ¿Por qué
no proceden cuando se trata de un bien de uso público? ¿Qué son bienes de uso
público? Veamos estos temas por separado.
Durante la vigencia del Código Civil de 1936 se utilizaron interdictos para recobrar
bienes muebles (3). Nélida Vargas fue una de las que utilizó este interdicto.
Adrián Noriega había extraído su automóvil, ante lo cual Nélida Vargas interpone
un interdicto de recobrar. Lo rescatable del caso no fue el resultado (favorable a
Nélida Vargas), sino el voto en discordia del vocal supremo Dr. Frisancho. El Dr.
Frisancho dijo textualmente lo siguiente: “… que al especificar el artículo 831 del
Código Civil que los poseedores de inmuebles pueden ejercitar las acciones
posesorias e interdictos, excluye de este ejercicio a los tenedores de muebles y
títulos al portador; que la intención del legislador ha sido claramente limitada
desde que se añadió el vocablo ‘inmueble’ a la ponencia original (artículo 11) que
decía ‘todo poseedor puede utilizar las acciones posesorias y los interdictos’,
rechazando esta acción respecto de los muebles, como aparece en la página 24
del tomo IV de los fascículos de la comisión Reformadora del Código Civil; que
conforme al párrafo segundo del artículo 1823 de las disposiciones
complementarias del Código Civil, su artículo 831 deroga el 1010 del Código de
Procedimientos Civiles; que el citado artículo 831 ha limitado las acciones
posesorias y los interdictos, siguiendo avanzados precedentes extranjeros y la
doctrina dominante de los autores modernos, entre los que Planiol y Ripert en su
Tratado Civil expresan: ‘las acciones posesorias no se conceden sino en la
materia inmobiliaria’. Ellas son excluidas para los muebles aislados por la máxima
en materia de muebles: la posesión vale título, que tiene por efecto hacer lo
posesorio inseparable del petitorio”.
El Dr. Frisancho tuvo razón cuando hizo el análisis gramatical del artículo 831 del
Código Civil de 1936, cuando efectuó el análisis histórico del mismo artículo y
cuando señaló que dicha norma había derogado el artículo 1010 del Código de
Procedimientos Civiles. El Dr. Frisancho se equivocó, sin embargo, cuando
recurrió al análisis doctrinal para fundamentar su voto. Su error consistió en
asimilar los automóviles a los bienes muebles no identificables.
Ahora bien, de acuerdo con el artículo 947 del Código Civil la transferencia de
propiedad de un bien mueble se produce con la tradición, lo que supone que el
vendedor sea propietario al momento de entregar. Esta norma se complementa
con el artículo 948 del mismo Código Civil según la cual, si el vendedor no es
propietario cuando entrega el bien, el comprador adquiere la propiedad, siempre
que tenga buena fe y que no se trate de un bien perdido ni adquirido con
infracción de la ley penal. Lo anterior significa que los poseedores de mala fe de
bienes muebles adquiridos de quien no era su propietario o los poseedores de
muebles perdidos o adquiridos con infracción de la ley penal, no son sus
propietarios (salvo por cierto que los hubieran adquirido por prescripción), de lo
cual se deriva que existen bienes muebles no inscritos donde sí es posible
distinguir posesión de propiedad.
Veamos ahora el tema de los bienes de uso público. El artículo 992 del Código de
Procedimientos Civiles decía que no se admitirán los interdictos respecto de las
cosas que no pueden ganarse por prescripción. Los bienes que no pueden
adquirirse por prescripción son aquellos que no son objeto de posesión privada:
los bienes de uso público. Tampoco son adquiribles por prescripción los bienes
que se consumen con el uso (el fluido eléctrico, por ejemplo) o los bienes que
posee el arrendatario. No se trata de bienes imprescriptibles por ser de uso
público, sino por tener una naturaleza especial que impide actos posesorios
repetidos (los consumibles) o por no ser poseídos con animus domini (el
arrendatario).
Los bienes imprescriptibles a los que se refería el artículo 992 del Código de
Procedimientos Civiles eran los bienes de uso público. No había la menor duda
que procedía el interdicto para proteger la posesión del fluido eléctrico
(considerado como inmueble por accesión o por destinación) y que el arrendatario
podía plantearlo incluso contra el propietario. Por esta razón, el artículo 599 del
Código Procesal Civil dice acertadamente que procede el interdicto respecto de
inmueble y de mueble inscrito, siempre que no sea de uso público.
Cabe preguntarse si puede haber bienes privados de uso público. En rigor los
bienes de uso público son bienes de dominio público. Sin embargo, nada impide
que un bien privado sea usado por todos. Imaginemos el caso de una iglesia que
es visitada los domingos por el público en general. Creemos que el artículo 599
del Código Procesal Civil también alcanza a estos bienes. La razón es muy
simple: si los usan todos, nadie los usa individualmente, por lo que no es
admisible el interdicto que tiene por objeto atribuir posesión exclusiva.
¿Cuál debe ser el criterio que deben utilizar los jueces para calificar un acto
material como perturbatorio? Una alternativa sería utilizar como parámetro el
comportamiento del “hombre promedio”. Pero en el Perú puede haber diversos
“hombres promedios”. Creemos que para que un acto constituya perturbación,
debe ocasionar una alteración en la posesión que dificulte que ella se ejercite
como se había ejercitado antes del acto perturbatorio. El caso de la persona
que no duerme con la música puede ser ilustrativo. Si con anterioridad a la
apertura de la discoteca la persona tampoco podía dormir, la música no habría
modificado en forma alguna su posesión.
En nuestra opinión el interdicto no procede contra el tercero, así tenga mala fe,
porque él no fue el autor del despojo. Además, no existe ninguna norma que
habilite a interponer el interdicto contra el tercero.
Ahora bien, si el tercero se pone de acuerdo con el despojante para que despoje
al poseedor, el interdicto sí procedería contra el tercero porque en definitiva él
habría participado del despojo.
4) Anualidad.- El artículo 921 del Código Civil dice que si la posesión del
poseedor es de más de un año, puede rechazar los interdictos que se promuevan
contra él. Por otro lado, el artículo 601 del Código Procesal Civil señala que la
pretensión interdictal prescribe al año de iniciado el hecho que fundamenta la
demanda. Parecería que se trata de dos supuestos distintos, pero no es así.
¿Desde cuándo se computa el año? El artículo 601 del Código Procesal Civil nos
da la respuesta: desde que se inicia el hecho que fundamenta la demanda. En el
caso del despojo, el plazo para plantear el interdicto de recobrar corre desde que
se produjo el despojo. El problema se presenta con las perturbaciones.
De todo lo anterior se concluye que el artículo 601 del Código Procesal Civil no
incluye las perturbaciones. Cuando se produce una perturbación no hay plazo
para plantear el interdicto.
CÓDIGO CIVIL
Acción pauliana
2.- Si el acto cuya ineficacia se solicita fuera anterior al surgimiento del crédito,
que el deudor y el tercero lo hubiesen celebrado con el propósito de perjudicar la
satisfacción del crédito del futuro acreedor. Se presume dicha intención en el
deudor cuando ha dispuesto de bienes de cuya existencia había informado por
escrito al futuro acreedor. Se presume la intención del tercero cuando conocía o
estaba en aptitud de conocer el futuro crédito y que el deudor carece de otros
bienes registrados.
Artículo 196.- Para los efectos del artículo 195, se considera que las garantías,
aún por deudas ajenas, son actos a título oneroso si ellas son anteriores o
simultáneas con el crédito garantizado.
Conservación de la posesión
Declaración asimilada.-
Objeto.-
Artículo 364.- El recurso de apelación tiene por objeto que el órgano jurisdiccional
superior examine, a solicitud de parte o de tercero legitimado, la resolución que
les produzca agravio, con el propósito de que sea anulada o revocada, total o
parcialmente.
INTERDICTOS
Requisitos y anexos.-
Prescripción extintiva.-
Para efectos del presente caso, es preciso señalar que los interdictos pueden ser
utilizados por los poseedores de inmuebles que son despojados de su posesión,
sin embargo, deben ejercitarse dentro del año de producido el despojo; tan es así,
que uno de sus requisitos es el de anualidad. El artículo 921 del Código Civil
señala que si la posesión del poseedor es de más de un año, puede rechazar los
interdictos que se promuevan contra él. Por otro lado, el artículo 601 del Código
Procesal Civil señala que la pretensión interdictal prescribe al año de iniciado el
hecho que fundamenta la demanda. El Código Civil hace referencia al supuesto
que el poseedor actual haya despojado al poseedor anterior. Si la posesión del
despojante es mayor de un año, puede rechazar el interdicto que le promueva el
despojado. El Código Procesal Civil se refiere también al caso del poseedor
despojado.