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Contenido

INTRODUCCIÓN 3

1. PROCESO CAUTELAR 4

2. RESPONSABILIDAD DEL JUEZ Y DEL SECRETARIO 6

3. MEDIDA INNECESARIA 8

4. SUSTITUCIÓN DE LA MEDIDA 9

5. MEDIDA CAUTELAR GENÉRICA 11

5.1. DIFERENCIA ENTRE LA MEDIDA CAUTELAR GENERICA Y LA MEDIDA


AUTOSATISFACTIVA 15

6. CANCELACIÓN DE LA MEDIDA 16

7. ÓRGANOS DE AUXILIO JUDICIAL 19

7.1. ÓRGANOS DE AUXILIO JUDICIAL EN LAS MEDIDAS CAUTELARES 19

7.2. PLURALIDAD DE ÓRGANOS DE AUXILIO JUDICIAL 21

7.3. DERECHOS DE ÓRGANOS DE AUXILIO JUDICIAL 22

8. VEEDOR ESPECIAL 23

8.1. SEGÚN COMENTARIO DE MARIANELLA LEDESMA NARVAEZ 23

8.2. COMENTARIO DE LA DIVISIÓN DE ESTUDIOS JURÍDICOS DE GACETA


JURÍDICA 24

9. DERECHOS Y RESPONSABILIDADES DEL VEEDOR 25

9.1. COMENTARIO SEGÚN MARIANELLA LEDESMA NARVAEZ 25

9.2. COMENTARIO DE LA DIVISIÓN DE ESTUDIOS JURÍDICOS DE GACETA


JURÍDICA 26

10. CONCLUSIONES 27

BIBLIOGRAFÍA 29
INTRODUCCIÓN

Las medidas cautelares tienen por objeto asegurar la eficacia de la sentencia,


asimismo, existen disposiciones generales reguladas por el Código Procesal
Civil; entre ellos están los presupuestos para solicitar una medida cautelar, sus
características, su eficacia, variación, sustitución, cancelación. En este trabajo
desarrollaremos ciertas disposiciones generales de la medida cautelar. En
primer lugar, explicaremos qué es lo que sucede y quién es responsable ante
los daños y perjuicios que se generan al ejecutar la medida. Luego, trataremos
sobre la medida innecesaria y la sustitución de la medida pues, se explicará en
qué casos se puede sustituir la medida cautelar. Además, trataremos sobre un
tipo de medida cautelar, la cual es denominada Medida Cautelar Genérica;
sobre los órganos de auxilio judicial en las medidas cautelares y los derechos
que estos tienen. Finalmente, se desarrollará sobre la fiscalización de la labor
del órgano de auxilio judicial, la cual está a cargo del veedor especial, quien
tiene derechos y responsabilidades.
1. PROCESO CAUTELAR

1
Podemos definir el procedimiento cautelar como la forma material y concreta
con que el proceso mismo se realiza en cada caso específico. Dicho proceso
–como refiere Berizonce- tiene a conjurar el daño proveniente de la
prolongación infructuosa del estado de insatisfacción del derecho reclamado.
Los autores que abordan el tema específico del procedimiento cautelar
coinciden al señalar que nuestro ordenamiento procesal civil, prevé un
procedimiento cautelar común, que regula tanto las medidas cautelares
específicas como las genéricas, que puedan ser solicitadas antes de iniciado
un proceso o dentro de éste, destinadas a asegurar el cumplimiento de la
decisión definitiva.

El procedimiento cautelar persigue un objetivo mediato que es el de asegurar la


eficacia de la sentencia con respecto a la pretensión principal.

Al proceso cautelar algunos tratadistas lo denominan “proceso urgente”.


Calamandrei se refiere también a las medidas cautelares como: declaraciones
de certeza con predominante función ejecutiva.

Conforme refiere Oswaldo Gozaini, la ausencia de bilateralidad (inaudita pars)


y la sumariedad son las características propias de este procedimiento que
posee por ello mismo, una fisonomía muy particular.

Martín Hurtado Reyes, en su obra Apuntes de las medidas cautelares, citando


a Hernández Lozano y al propio Oswaldo Gozaíni, aborda el tema de la medida
cautelar como proceso que resulta ilustrativo referir.

Señala el citado autor que la medida cautelar como proceso (proceso cautelar)
es aceptada por un gran sector de la doctrina, pese a que se ha negado en
alguna oportunidad la calidad de tal, en razón de que en principio podría
confundirse el hecho de que las medidas cautelares se decretan inauditas
partes (ausencia de bilateralidad) lo que llevaría a pensar que no se trata

1
(Peláez Bardalez, 2007, págs. 59-60)
propiamente de un proceso. La controversia que se genera en doctrina es la
autonomía del proceso cautelar;

Gonzaíni nos indica que en doctrina existen tres posiciones que pretenden dar
respuesta a esta disputa dieléctrica, las que son las siguientes:

1) No existe el proceso cautelar, si no providencias o medidas que


aseguran el resultado hipotético de un proceso, al cual acceden e
instrumentan.
2) El proceso cautelar tiene un contenido sustancial propio que se inserta
como manifestación de la justicia preventiva.
3) Existe un proceso cautelar donde la superficialidad del conocimiento y
las condiciones que se exigen para su procedencia, revisten las
principales notas de su independencia respecto del juicio principal.

El citado autor refiere que, sobre este extremo, Carnelutti se atreve a definir
como proceso cautelar a “aquel que, en vez de ser independiente, sirve para
garantizar el buen fin de otro proceso, estableciendo previamente una cautela.
La función mediata del proceso cautelar implica, por tanto, la existencia de dos
procesos con respecto a la misma Litis o el mismo negocio. El proceso cautelar
a diferencia del proceso definitivo no puede ser independiente; el proceso
definitivo no supone el proceso cautelar; pero el proceso cautelar supone el
proceso definitivo”.
2
La falta de influencia que tiene este proceso en el proceso principal genera, sin
lugar a dudas la autonomía del proceso cautelar. Citando a Ottelengui, el
referido autor, sostiene que la autonomía o independencia del proceso cautelar,
debe ser apreciada bajo dos puntos de vista diversos. Uno con relación al
proceso que le ha dado origen y al que se encuentra vinculado. Otro en sus
manifestaciones exteriores frente a terceros. En el primer caso, la autonomía
es evidente; nada tiene que hacer el proceso cautelar con el principal, pues sus
actuaciones no producen ningún efecto ni anticipan ningún resultado para la
cosa juzgada que habrá de venir con la sentencia, que surja del principal.

2
(Peláez Bardalez, 2007, págs. 60-61)
Precisa además el citado autor que “Desde nuestra particular óptica no
concebimos al proceso cautelar como autónomo –salvo que se quiera
identificar dicha autonomía con el aspecto procedimental- porque su actuación
y vigencia está ligada directamente con un proceso principal. Refiere
igualmente que el mismo Gozaíni concluye que será posible encontrar un
proceso cautelar sólo por sus presupuestos y condiciones de ejercicio.
También será proceso, pero instrumental y accesorio de otro al que sirve,
destacando el fenómeno de su evolución y eficacia, casi sin parangón con otras
técnicas del proceso”.
3
Como conocedor del tema y de la práctica misma, de manera didáctica y
simple, Fernández Vargas define al proceso cautelar como aquel que faculta a
otro proceso principal la eficacia de sus defectos, es decir que la medida
cautelar tiende a asegurar el resultado práctico de la sentencia y por ello su
carácter instrumental.

Por lo que podemos concluir que dicho proceso tiene como razón de ser y
finalidad esencial, garantizar plenamente el resultado práctico y eficaz del
proceso principal.

2. RESPONSABILIDAD DEL JUEZ Y DEL SECRETARIO

● Según el Código Procesal Civil:

3
(Peláez Bardalez, 2007, pág. 61)
Artículo 626°. - Responsabilidad del Juez y del Secretario. - Cuando el Juez
designa el órgano de auxilio judicial, es civilmente responsable por el deterioro
o pérdida del bien sujeto a medida cautelar causado por éste cuando su
designación hubiese sido ostensiblemente inidónea. En ese caso, será
sometido al procedimiento especial establecido en este Código.

El secretario interviniente es responsable cuando los daños y perjuicios se


originan en su negligencia al ejecutar la medida cautelar. La sanción la aplicará
el Juez a pedido de parte, oyendo al presunto infractor y actuándose pericia si
lo considera necesario. El trámite se realizará con el cuaderno de medida
cautelar.

La decisión es apelable con efecto suspensivo.

4
Cuando el Juez designa al órgano de auxilio judicial (depositario, custodio,
interventor por el deterioro o pérdida del bien sujeto a medida cautelar causado
por éste cuando su designación hubiese sido ostensiblemente inidónea. Así le
establece el primer párrafo del artículo 626 del Código Procesal Civil, el cual
en su parte final dispone que en dicho caso será sometido el Juez a
procedimiento especial, que no es otro sino aquel al que se refieren los
artículos 509 al 518 del Sub-Capítulo 3 (“Responsabilidad civil de los Jueces”)
del Capítulo II(Disposiciones especiales”) del Título II(“Proceso abreviado”) de
la Sección Quinta(“Procesos contenciosos”) del citado ordenamiento procesal.

La responsabilidad del Juez derivada del deterioro o pérdida del bien afecto a
medida cautelar causado por el órgano de auxilio judicial elegido por aquél,
pese a resultar manifiesto que no se encontraba dicho órgano calificado para
ejercer la tarea encomendada, no es la única apta para ameritar un proceso de
responsabilidad sustentado en irregularidades por parte del Juez cometida es
en la tramitación cautelar (como cuando se declara la caducidad de una
medida fuera de proceso que trae como consecuencia la disposición de los
bienes del obligado, no obstante no haber transcurrido el plazo que contempla

4
(División de Estudios Jurídicos, 2014, págs. 256-257)
el art. 636 del C.P.C. para interponer la respectiva demanda). Esto se justifica
por el primer párrafo del artículo 509 del Código Procesal Civil, en el sentido
que el Juez es civilmente responsable cuando en ejercicio de su función
jurisdiccional causa daño a las partes o a terceros, al actuar con dolo o culpa
inexcusable.

La responsabilidad del secretario tendrá lugar cuando los daños y perjuicios


son debidos a su negligencia al ejecutar la medida cautelar. La sanción será
aplicada por el Juez a instancia de parte, con audiencia del presunto infractor
(el secretario) y actuándose la prueba pericial de estimarse pertinente.

A diferencia de lo que sucede con el órgano jurisdiccional es que su


responsabilidad es ventilada en un proceso especial, el trámite para decidir
sobre la existencia o no de responsabilidad en el auxiliar jurisdiccional se
desarrolla dentro del propio cuaderno de la medida cautelar.

El correspondiente pronunciamiento judicial es susceptible de apelación con


efecto suspensivo (por lo que la eficacia de la resolución que ordena se cumpla
lo dispuesto por el superior: art 368 inc. I del C.P.C.). Así lo dispone el último
párrafo del artículo 626 del Código Procesal Civil.

3. MEDIDA INNECESARIA

● Según el Código Procesal Civil


Artículo 627°. - Medida innecesaria. - Si la pretensión se encuentra
suficientemente garantizada, es improcedente el pedido de medida cautelar.
Sin embargo, puede ser concedida si se acredita que la garantía ha sufrido una
disminución en su valor o la pretensión ha aumentado durante el curso del
proceso u otra causa análoga.

También procede la sustitución de la medida cuando el afectado ofrece


garantías suficientes del Juez, quien resolverá previo traslado al peticionante
por tres días.

5
Conforme ya se ha señalado reiteradamente, el objetivo o finalidad central de
las medidas cautelares es asegurar el resultado práctico de la sentencia y
además impedir que el derecho, cuyo reconocimiento se pretende obtener
mediante el proceso, pierda precisamente su eficacia, durante el tiempo que
trascurre desde la etapa postulatoria hasta el momento en que se obtiene la
sentencia definitiva.

En tal sentido el Art. 627, antes glosado, recoge el principio de


proporcionalidad, cuando establece que, si la pretensión se encuentra
suficientemente garantizada, es improcedente el pedido de medida cautelar,
supeditando su concesión al hecho de que se acredite que la garantía ha
sufrido una disminución en su valor o la pretensión ha aumentado durante el
curso del proceso u otra causa análoga.

El mencionado principio d proporcionalidad se sustenta en el criterio de lo


razonable, en tal sentido toda medida adoptada debe ser adecuada para el
logro del fin propuesto, debiendo para ello existir una relación razonable y
directa entre el resultado buscado y la afectación de los bienes y derechos del
sujeto pasivo.

Únicamente en el caso en que el ejecutante acredite de modo fehaciente e


indubitable que el bien objeto de garantía hubiera sufrido una disminución en
su valor o la pretensión ha aumentado durante el curso del proceso u otra

5
(Peláez Bardalez, 2007, pág. 88)
causa similar, como el caso de pérdida o deterioro del bien afectado o bienes
afectados, materia de la garantía, puede concederse una medida cautelar,
grabando o afectando otros bienes del ejecutado.

4. SUSTITUCIÓN DE LA MEDIDA

Una de las características de la Medida Cautelar es su mutabilidad, es decir,


que cumpla su función de garantía.

Cuando nos referimos a la palabra mutabilidad nos referimos a que pueda


modificarse sea ampliándose, reduciéndola y sustituyéndola. (Ledesma
Narváez, 2008)
6
El especialista legal a cargo de la ejecución de la medida no puede por sí y
ante si suspender la ejecución de la medida cautelar, salvo que el ejecutante u
obligado, entregue el monto fijado en la medida que debe ser depositado en el
banco de la Nación, a la orden del Juzgado dentro del primer día hábil
siguiente, debiendo dar cuenta el Especialista al Juez en ese mismo plazo para
los efectos de expedir la resolución de sustitución que dispone el ​ARTÍCULO
628 DEL CODIGO PROCESAL CIVIL. ​(Peláez Bardales, 2010)

El Especialista o auxiliar jurisdiccional podrá suspender la ejecución de la


medida cuando por acuerdo de las partes, el ejecutado abone directamente al
ejecutante el monto de la afectación o una suma menor como pago directo de
la obligación, en tal caso el Especialista dejará constancia de la situación en el
acta respectiva.
7
El fundamento para suspender la ejecución de la medida se encuentra en el
hecho de que la medida cautelar ha sido concedida a petición e instancia del
acreedor y únicamente por su legítimo interés.

Monto del crédito no es algo que se cuestiona en la sustitución, sino en la


forma de la medida y los bienes asegurados.

6
PELÁEZ BARDALES, Mariano. Proceso Cautelar, p. 69, Estudio Doctrinario
7
LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil. TOMO III. PRIMERA EDICION,
2008.
Por ejemplo, se dicta una medida cautelar en forma de secuestro por el monto
de $ 5,000 sobre el vehículo de Rockys, el intermediario del depósito del dinero
en el momento de la sustitución es el secretario del Juzgado si dicha
sustitución se realice al inicio de la ejecución cautelar que se deja constancia
en el acta respectiva.

Este medio de pago es una garantía que sustituye la forma de la cautela por
dinero en efectivo y este dinero es depositado en el Banco de la Nación.

Rockys invocando la sustitución sin cuestionar lo fijado en la medida cautelar


puede depositar este en dinero en efectivo a fin de evitar el secuestro del
vehículo.

Esta sustitución es impugnable, porque no hay agravio ya que el carácter


dinerario ha sido satisfecho.

En la presente monografía mencionamos que la sustitución o sustituir es una


forma de modificar y recalcamos como importante, que este opera en la forma
de la cautela y sobre los bienes. La sustitución respeta el monto fijado.

La finalidad de la sustitución es mantener la garantía causando un menor


perjuicio posible del deudor. Opera en pretensiones dinerarios que busca
garantizar un monto fijado en la medida cautelar se respetara.

Cuando se ha depositado el monto en efectivo opera la sustitución inmediata,


pero cuando se ofrezca otra garantía que nos sea el depósito del dinero aquí
se resuelve previo traslado al peticionante con la medida. En ello, no opera una
sustitución de la medida sino una variación que está regulada en el ​ARTÍCULO
617 DEL CÓDIGO DE PROCESAL CIVIL.

Debemos mencionar como importante, lo que se sustituye es el monto de la


medida cautelar y no el valor del bien afectado con la medida cautelar.

Como hemos mencionado en el ejemplo anterior, el vehículo materia de la


medida cautelar en forma de secuestro tiene un valor menor $ 2,000, pero la
medida se ha dictado por la suma de $ 5,000, para que opere la sustitución se
tendrá que depositar el monto de la medida cautelar $ 5,000.
El bien afectado sobrepasa el monto de la cautela, lo que se sustituye es el
​ a sustitución de la
monto de la cautela, pero no el valor del bien afectado. L
medida presupone la ejecución satisfactoria de la medida cautelar, pues se
logra materializar el monto de la cautela, con la diferencia que se sustituye le
bien por dinero en efectivo y la modalidad de secuestro por el depósito de
dinero en efectivo, situación que no aparece en la entrega de dinero al
ejecutante, quien a su voluntad decide suspender, la ejecución sin haber
afectado algún objeto o bien en dicha medida.

Sustitución de la medida puede ser requerida solo por el deudor y por el tercero
legitimado, siempre que garantice suficientemente el derecho del acreedor.

5. MEDIDA CAUTELAR GENÉRICA

8
Son aquellas que no están reguladas por el código procesal civil ni en otros
dispositivos legales que tienen por finalidad asegurar la forma más adecuada el
cumplimiento de la decisión definitiva. (Rodríguez Domínguez, 2005)

Medida cautelar genérica o innominada es la que puede ser dictada por el juez
y concedida atendiendo a las necesidades del caso, si no existiera un modo
específico que satisfaga la necesidad de aseguramiento.
9
Su aplicación se encuentra reservada a aquellos supuestos que no se hallen
comprendidos en las normas que regulan las medidas cautelares específicas.
(Peláez Bardales, 2010)

Humberto Theodoro Junior, en su obra Proceso Cautelar, se refiere que el


Código confiere al juez un poder general de cautela, por lo que se encuentra
facultado para conceder una medida cautelar que nos e encuentra en la ley
procesal u otros dispositivos legales.

8
RODRIGUEZ DOMINGUEZ, Elvito A. Manual de Derecho Procesal Civil, Medida Cautelar Genérica,
UNIVERSIDAD DE SAN MARCOS p. 415.
9
MARIANO PELÁEZ BARDALES, Proceso Cautelar, p. 69, Estudio doctrinario
10
Para Rivas, esta medida debe constituir una suerte de parte general de la
materia, sin embargo, ocurre que se busca relegar lo genérico a un papel
subsidiario. La medida genérica no debe ser utilizada en reemplazo de las
específicamente reguladas, cuando esas son suficientes para asegurar el
derecho de quien la requiere. Si las tipificadas no cubren todas las necesidades
del pretendiente, no hay ningún inconveniente en recurrir a las genéricas con la
misma amplitud con la que deben usarse aquellas. Al final, señala el autor,
pueden ser variantes de alguna medida tipificada que mantiene así su
presencia esencial; resultar de la combinación de más de una medida tipificada
y constituir una figura totalmente diversa a las previstas.

Rengel Romberg, señala los límites de la facultad discrecional en la medida


cautelar genérica, sino de una discrecionalidad técnica concedida al juez en
este campo, que lo autoriza para obrar consultando lo más equitativo y
racional.

Fernández Vargas, el artículo 629 del código no trata de usar una norma que
comprenda a todos los supuestos necesitados de tutela cautelar, sino que su
finalidad es simplemente cerrar este sistema entre una siempre posible
insuficiencia de regulación típica. Concluye que es correcto acudir a la cautela
genérica cuando a pesar de la concurrencia de las condiciones exigidas por el
régimen de la cautela especifica se considere a la primera como la más idónea
a los fines cautelares pretendidos y más adecuada a la especial naturaleza de
la pretensión material del proceso principal.

La medida cautelar genérica debe ser utilizada cuando falta alguno o algunos
de los presupuestos necesarios para acudir a una medida cautelar específica,
vale decir cuando se trate de lograr una consecuencia jurídica no prevista en el
universo de medidas cautelares específicas.

Por lo que cuando con la medida específica no se garantice en forma cabal el


cumplimiento de la decisión definitiva, o cuando, ante un supuesto dudoso, de

10
RIVAS, Adolfo. Las medidas cautelares en el proceso civil peruano, UNIVERSIDAD ANTENOR ORREGO,
Rhodas. Lima, 2000, p. 196.
la aplicación de dicha norma se deriven menos perjuicios al sujeto pasivo y en
caso de colisión debe optarse a favor de la medida especifica.

Dentro de las medidas cautelares genéricas se presentan ciertas situaciones


de lo cual lo explicaremos mediante ejemplos.

La suspensión de acuerdos societarios en base a la pretensión de impugnación


de acuerdos de sociedades anónimas, podemos calificarla como una medida
cautelar genérica. Ella asegura el cumplimiento específico de la sentencia que
pueda recaer, suspendiendo provisionalmente la eficacia del acuerdo hasta la
resolución definitiva del proceso. Si bien la medida innovativa se orienta a
provocar un cambio de la situación existente, cuya alteración vaya a ser o sea
el sustento de la demanda, sin embargo, ella se diferencia de la genérica
porque es excepcional y subsidiaria, esto es, solo se concede cuando no hay
otra vía para prestar una tutela eficaz.

Además, no requiere el peligro en la demora, como elemento de la medida


cautelar genérica, sino que se concrete en un "perjuicio irreparable". Otro caso
al que se puede recurrir con la medida genérica es para complementar el
embargo de bien inmueble no inscrito. Véase el caso de un terreno de
propiedad de una Asociación X, sobre el cual, et deudor ha edificado un
edificio. Dicho terreno se encuentra inscrito a nombre de una asociación civil,
de la que el demandado es socio.

El acreedor no solo ha pedido la afectación, como embargo de bien no inscrito


(ver el artículo 650 del CPC), sino que para prevenir que los terceros
adquirientes, alegando la falta de publicidad que pretendan alegar la buena fe y
desconocer la medida cautelar trabada sobre el embargo de la fábrica o
edificación, se debe complementar dicha medida con el deber de información
que debe asumir el representante legal de la asociación, para que en el
supuesto de la transferencia del bien, cumpla con informar a los posibles
interesados en adquirir la edificación, el embargo trabado sobre la fábrica; ello
porque los estatutos de la asociación condicionan la transferencia de la fábrica,
previa aprobación de la junta directiva del nuevo socio, dando preferencia de la
oferta a los socios y en caso la rehusarán, el nuevo adquiriente debe contar
11
con la previa aprobación de la junta directiva de la asociación .

Una de las limitaciones que se aprecia cuando se discute el derecho de


propiedad o posesión sobre determinado bien inmueble, es la falta de
regulación del secuestro judicial de bienes inmuebles.

La norma hace referencia al secuestro de bienes muebles, al referir a "la


desposesión del tenedor y entrega al custodio designado" por ejemplo, cuando
la discusión se refiera a la propiedad de un vehículo; pero, cuando se discute el
mejor derecho de propiedad de un bien inmueble, y el bien se encuentra en
poder de una de las partes, esta se encontrará en mejores condiciones de
disfrutar o de explotar el bien. En este caso, podría operar la medida genérica
para la "intervención judicial de bienes litigiosos".

Con ella se busca conservar un patrimonio, empresa o bien inmueble, mientras


se discute el derecho de propiedad o posesión de estas. Dicha intervención
judicial opera restringiendo las facultades del intervenido y sometiendo a
control y fiscalización los actos que afecten al patrimonio litigioso, pero solo en
el sentido de sujetarlos a control previo del interventor.

El intervenido conserva sus facultades de disposición y administración. Solo


está obligado a poner en conocimiento del interventor los actos que afecten al
patrimonio litigioso y en caso de oposición del interventor, debe solicitar
autorización judicial para realizar el acto. A través de esta figura se busca
prevenir los abusos que el demandado pueda realizar sobre la cosa litigiosa, a
tal grado que la ejecución de la sentencia resultaría ilusoria; sin embargo, hay
supuestos legales que no cabe la medida genérica, como la que refiere el
artículo 134.2 de la Ley Concursal que dice que son improcedentes, bajo
cualquier circunstancia, las solicitudes de medidas cautelares innovativas,
genéricas u otras análogas cuyo objeto sea dejar sin efecto el levantamiento de

11
Este caso aparece recogido en el Expediente Ne 17202-97 del Tercer Juzgado Civil de Lima, sec:
Amaya, en los seguidos por Banco de Crédito del Perú con Banu S.A. y otro sobre pago de dinero.
la protección patrimonial y de la suspensión de pagos previstos en los artículos
17 y 18 de la Ley Concursal N​°​27809.

5.1. DIFERENCIA ENTRE LA MEDIDA CAUTELAR GENERICA Y LA


MEDIDA AUTOSATISFACTIVA

La medida genérica tiende a confundirse equivocadamente con la medida


autosatisfactíva, ante la necesidad de decretar medidas no previstas
12
específicamente en el Código Procesal. Ambas medidas forman parte de la
tutela urgente, sin embargo, hay que diferenciar que la medida cautelar es
instrumental, porque produce efectos decisorios o ejecutorios de la sentencia
principal, mientras se espera la expedición de esta; en cambio, las medidas
autosatisfactivas son procesos autónomos, que acuerdan una satisfacción
definitiva a la pretensión formulada, esto es, se trata de una medida urgente
pero no cautelar. (Ledesma Narváez, 2008)

La medida autosatisfactiva se obtiene en el ámbito de un proceso urgente,


autónomo, dispositivo y contradictorio, con una bilateralidad de trámite rápido o
posterior al despacho de la resolución.

Por otro lado, ambas medidas tienen puntos de coincidencia como la urgencia,
buscan su ejecutabilidad inmediata, son mutables o flexibles (pueden ser
sustituidas por otra medida más adecuada) y son otorgadas ​inaudita pars.

Uno de los mayores beneficios de la medida autosatisfactiva radica en la


protección rápida y, por ende, eficaz ante conductas o vías de hecho que
afectan un interés tutelable cierto y manifiesto, por citar, el derecho a la vida.

A través de la medida autosatisfactiva se busca conferir al juez la potestad de


decidir tempranamente, casi siempre ​in limine​, sobre el fondo mismo de la
pretensión, cuando por la singularidad del objeto litigioso se impone un
pronunciamiento inmediato, para evitar la frustración del derecho que
sucumbiría si no se concede ya la tutela. Ingresamos al imperativo de

12
LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil. Tomo III. Lima, 2008, primera
edición, p. 125.
satisfacer la pretensión en ese momento o no podrá satisfacerse más, pues la
lesión al derecho se habrá consumado irremediablemente.

6. CANCELACIÓN DE LA MEDIDA

La cancelación de una medida cautelar es en realidad uno de los supuestos


que conllevan a su extinción (Castellano Brunello, 2013). Profundiza sobre este
punto Monroy Palacios, quien sostiene: “Cuando hablamos de extinción del
proceso hacemos referencia a aquellos supuestos en los cuales se levanta una
medida cautelar por razones ajenas al interés de las partes o a la voluntad del
órgano jurisdiccional. Se trata de la configuración de situaciones procesales
13
que tornan inútil la continuación de la vigencia de una medida cautelar” .

Para Rivas, la cancelación de pleno derecho de la medida cautelar es porque


esa sentencia es declarativa en grado de certeza, de la inexistencia del
derecho que justificó la medida cautelar, fundada solo en el nivel de la
14
verosimilitud .

Marianella Ledesma señala que una de las características que definen a la


medida cautelar es su provisoriedad, esto es, la medida no es inmutable, sino
que puede desaparecer porque las circunstancias que justificaron su dictado
15
han variado o porque el proceso ha finalizado . (Ledesma Narváez, 2008)

En nuestro ordenamiento jurídico, la cancelación de la medida cautelar está


regulada en el artículo 630 del Código Procesal Civil. Este dispositivo legal
señala lo siguiente:

“Si la sentencia en primera instancia declara infundada la demanda, la medida


cautelar queda cancelada, aunque aquella hubiere sido impugnada. Sin
embargo, a pedido del solicitante el Juez podrá mantener la vigencia de la
medida hasta su revisión por la instancia superior, siempre que se ofrezca
contracautela de naturaleza real o fianza solidaria”.

13
MONROY PALACIOS, Juan José. Bases para la formación de una teoría cautelar. Lima, 2002, p. 309.
14
RIVAS, Adolfo. Las medidas cautelares en el proceso civil peruano. Lima, 2000, p. 51.
15
LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil. Lima, 2008, p. 128.
Respecto a lo establecido en la primera oración, mencionaremos los
comentarios de algunos autores; así tenemos a:

Angeles Jove quien señala que “(…) dictada una sentencia desfavorable al
actor, la garantía debería ser alzada de oficio por el órgano jurisdiccional, ya
que desaparece la razón de su existencia: el proceso principal. La relación
instrumental se ha roto”. Concluye la citada jurista diciendo que “(…) la
extinción se produce ipso iure por el mismo acto de dictar sentencia
absolutoria, puesto que la medida carece de objeto al no existir ya derecho
afirmado que deba ser cautelado”.

Marianella Ledesma explica que la medida cautelar cambia según se ampare o


rechace la pretensión principal, asimismo, nos dice que, “La medida cautelar se
levante si la sentencia desestima la demanda, pero, si la sentencia ampara la
pretensión, la medida cambia para dar paso a la ejecución forzada de la
sentencia". Ampliando sus ideas, señala que la eficacia de la medida cautelar
va a estar condicionada a la existencia de una sentencia firme; pero, en el
supuesto que hubiere sentencia en primera instancia que desestima la
demanda, la misma que es materia de apelación, la medida cautelar queda
cancelada de pleno derecho. (Ledesma Narváez, 2008)

Lo mencionado en el párrafo anterior, se entiende con un ejemplo propuesto


por la citada autora: “si Juan logra ejecutar un embargo en forma de retención
sobre una suma de dinero en una cuenta bancaria del obligado para garantizar
el cobro de una deuda, con la sentencia adversa al beneficiado con la medida,
tendrá que liberarse la retención dineraria, a pesar de estar pendiente las
16
resultas de la impugnación.

Entonces, decimos que la desestimación de la demanda por declarar infundada


la sentencia de primera instancia, trae como consecuencia la cancelación de la
medida cautelar, aun si dicho fallo hubiere sido objeto de impugnación. Es
importante recalcar que, el referente para levantar la medida es que se
"desestime la demanda" mas no cuando se declara "improcedente" esta. En

16
LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil. Lima, 2008, p. 128.
este último caso, si ella es materia de impugnación no justifica se levante la
medida en atención al artículo 630 del CPC.

17 18
Al cancelarse la medida cautelar, según Azula Camacho y Carreras ,
entendemos que se dejan sin efectos, pues, en relación con los bienes afectos
a ellas, quedan liberados y sus titulares recobran sus facultades y pueden
disponer de él sin limitaciones.

Consideramos que dicha cancelación puede resultar perjudicial para la parte


beneficiada, desde el inicio con la medida, porque se estaría condicionando el
éxito de ella, a las resultas de la instancia y no de la sentencia misma, pues
puede darse el caso que la sentencia que desestima la demanda sea revocada,
sin embargo, la medida ya fue cancelada de pleno derecho.

En relación a la segunda oración del artículo 630 del CPC, se debe tener en
cuenta que la permanencia de la medida cautelar para que prospere, a pesar
de existir una sentencia infundada y apelada, se podrá orientar a que se mejore
la contracautela, pues con ello estaríamos asegurando futuros daños y
perjuicios que pudieren generar la permanencia de la medida

Al respecto, Alberto Hinostroza Minguez explica que existe la posibilidad de


que no opere tal cancelación, vale decir, que se mantenga la vigencia de la
medida cautelar hasta que el superior jerárquico se pronuncie sobre el recurso
de apelación interpuesto contra el referido fallo, lo cual está condicionado a que
el peticionante de la medida cautelar solicite que se mantenga la vigencia de
esta y que, además, ofrezca contracautela de naturaleza real (garantía
mobiliaria, hipoteca, etc.) o personal (fianza solidaria), a efecto de responder
por los eventuales daños y perjuicios que se puedan irrogar al afectado con la
medida precautoria. (Hinostroza Minguez, 2010)

17
Azula Camacho: “… al alzarse el embargo (u otra medida cautelar) los bienes sobre que pesaba
quedan liberados, y sus titulares pueden disponer de él sin limitaciones jurídicas ni económicas, a la vez
que cesa la legitimación del Ejecutor para llevar a cabo sobre ellos actos de disposición”
18
Carreras: “… levantar las medidas cautelares (…) es dejarlas sin efectos, lo cual entraña, en relación
con los bienes afectos a ellas, que el titular del derecho de dominio recobre la facultad de disposición, es
decir, dejen de ser objeto ilícito para cualquier acto jurídico”
En relación a este punto, Marianella Ledesma señala que “(…) la norma no
acoge de manera expresa el supuesto que la cautela hubiere ya estado
asegurada con una contracautela real y que se hubiere obtenido una sentencia
adversa, la misma que es impugnada. A pesar de que la redacción del artículo
no lo precise, la parte demandante podría asumir la mejora o la ampliación de
la contracautela real ya otorgada, a fin de evitar levantar la medida cautelar,
ante el fallo adverso. Apréciese que la mejora de la medida se orienta hacia los
bienes entregados en contracautela y la ampliación al monto de la
contracautela entregada. Esta mejora a la contracautela real se justifica en
atención a que han variado las condiciones que motivaron dictar la resolución
cautelar y por tanto el riesgo que asume el beneficiado con ella se incrementa
notoriamente, ante una sentencia adversa precisamente a este, cuyos efectos
se encuentran suspendidos por la impugnación”. (Ledesma Narváez, 2008)

Finalmente, debemos precisar que el levantamiento de la cautela puede ocurrir


en cualquier momento y no necesariamente tenemos que esperar la sentencia
de primera instancia. En tal sentido podemos decir que la medida se mantendrá
mientras duren las circunstancias que las determinaron, por tanto, si estos se
afectan por hechos sobrevivientes al momento que se dictó merece se levante.

7. ÓRGANOS DE AUXILIO JUDICIAL

En principio, cabe señalar que son auxiliares de la jurisdicción civil, entre otros,
19
los órganos de auxilio judicial . Cumplen una función de apoyo y colaboración
a la administración de justicia en determinadas labores de utilidad para el
desarrollo del itinerario procesal.

El artículo 55 del Código Procesal Civil preceptúa que son órganos de auxilio
judicial: el perito, el depositario, el interventor, el martillero público, el curador
procesal, la policía y los otros órganos que determine la ley. También pueden
ser considerados órganos de auxilio judicial, además de los indicados, el

19
Art. 54: Auxiliares de la jurisdicción civil
Son auxiliares de la jurisdicción civil: los Secretarios de Sala, los Relatores, los Secretarios de Juzgado, los
Oficiales Auxiliares de Justicia y los Órganos de Auxilio Judicial.
cuerpo médico forense, la Policía Judicial y el cuerpo de traducción e
intérpretes. (División de Estudios Jurídicos, 2014)

7.1. ÓRGANOS DE AUXILIO JUDICIAL EN LAS MEDIDAS


CAUTELARES

Los órganos de auxilio judicial son mecanismos de apoyo para hacer realidad
los fines del proceso cautelar, así, el artículo 610 del Código Procesal Civil
establece los requisitos de la solicitud de medida cautelar, entre ellos está la
designación del órgano de auxilio judicial, si fuera el caso.

En las medidas cautelares participan, principalmente, los siguientes órganos de


20
auxilio judicial :

● El depositario con respecto al secuestro de bienes

Es el órgano de auxilio judicial representado por la persona del obligado sobre


cuyos bienes muebles o inmuebles recae el embargo en forma de depósito. Es
el único caso en el que la propia parte afectada actúa como órgano de auxilio.

El depositario es el guardador o conservador de sus propios bienes; pero debe


conservarlos en el estado y en el lugar en que se encontraban al ejecutarse el
embargo y a la orden del juez.

● El custodio de bienes

El custodio es el órgano de auxilio judicial encargado del aseguramiento,


guarda, vigilancia o custodia de bienes sobre los cuales recae la medida de
secuestro judicial o conservativo; sea que se ejecute en forma originaria o
subsidiaria.

Como órgano de auxilio judicial, el custodio no es un auxiliar de los litigantes


con quienes se relaciona de modo indirecto a través de las resoluciones que
expide el juez. La custodia no nace de una relación contractual sino de un acto
jurisdiccional.

20
HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. Derecho Procesal Civil X: Proceso Cautelar. Lima, 2010, p. 27.
● El interventor recaudador o informador

Es el órgano de auxilio designado precisamente al dictarse una medida


cautelar de embargo en forma de intervención, que tendrá a su cargo la labor
de recaudar los ingresos (interventor recaudador) u obtener información
(interventor informador) sobre el movimiento económico de una empresa de
persona natural o jurídica.

El interventor recaudador es designado para materializar la recaudación de


fondos o frutos, es decir, su misión es la percepción de los fondos que van
ingresando en el negocio que custodia.

El interventor informador es designado para investigar el estado de bienes,


negocios, operaciones o actividades.

● El administrador

Es el órgano de auxilio cuya designación es dispuesta cuando la medida recae


sobre bienes fructíferos con la finalidad de recaudar los frutos que produzcan,
corresponde al administrador o administradores custodiar y administrar los
bienes productores de frutos.

A diferencia del interventor, las facultades del administrador tienen mayor


alcance y trascendencia jurídica puesto que para el logro de sus objetivos
asume la representación y gestión de la empresa, de acuerdo a la ley de la
materia.

7.2. PLURALIDAD DE ÓRGANOS DE AUXILIO JUDICIAL

Conforme a lo señalado en el artículo 631 del Código Procesal Civil, el juez se


encuentra facultado para designar más de un órgano judicial:

● Cuando la medida cautelar recae sobre más de un bien; y,


● Si la naturaleza del bien, respecto del cual se ha ordenado la afectación
preventiva, o su ubicación así lo justifica.

Respecto al primer punto, “cuando la medida cautelar recae sobre más de un


bien”, Marianella Ledesma nos dice que ello se justifica cuando la resolución
cautelar contiene varias medidas que recaen sobre más de un bien. Asimismo,
agrega un ejemplo: “(…) el embargo en forma de secuestro sobre los bienes y
enseres del obligado y el embargo en forma de intervención sobre la empresa
de este”. De ello, nos explica que concurren dos medidas cautelares que
afectan más de un bien y que por su naturaleza requiere la designación de un
custodio y de un interventor. (Ledesma Narváez, 2008, págs. 132-133)

En el segundo punto, “cuando la naturaleza o ubicación del bien así lo justifica”,


estamos ante la concurrencia de varios órganos de auxilio judicial sobre un
mismo bien; tal es el caso de la intervención en recaudación a una empresa
deudora dedicada a la producción de agua mineral, cuyas plantas de
comercialización se ubican no solo en Lima sino en algunas provincias del país.
Aquí es factible designar varios interventores para la recaudación, según el
21
lugar donde se ubique el local para la intervención.

A lo explicado, Alberto Hinostroza Minguez nos dice que el artículo 631 del
Código adjetivo se dirige a proteger no sólo los intereses del afectado con la
medida cautelar sino también los del sujeto procesal que la solicitó, al permitir
que haya mayor atención, cuidado y control del bien cautelado, lo que hace
más difícil cualquier posibilidad de pérdida, sustracción, destrucción o
improductividad. (Hinostroza Minguez, 2010, pág. 28)

7.3. DERECHOS DE ÓRGANOS DE AUXILIO JUDICIAL

El artículo 632 del Código Procesal Civil nos señala que la labor que
desempeñan los órganos de auxilio judicial es susceptible de retribución, la
misma que es fijada por el juez.

La responsabilidad de su pago recae en el solicitante o peticionante de la


medida cautelar, quien debe hacerlo efectivo apenas se le requiera en tal
sentido. El monto que implique el honorario del órgano judicial deberá ser
22
liquidado bajo la figura de las costas procesales a que refiere el artículo 410

21
LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil. Lima, 2008, p. 133.
22
Art. 410 CPC: Costas
Las costas están constituidas por las tasas judiciales, los honorarios de los órganos de auxilio judicial y
los demás gastos judiciales realizados en el proceso.
del CPC, siempre y cuando la peticionante de la medida cautelar haya sido
posteriormente beneficiada con la sentencia final. Solo en ese supuesto de la
condena operaría el reembolso del honorario pagado, en atención al principio
que regula los gastos: la parte vencida paga.

Por último, toda decisión referida a la retribución de los órganos de auxilio


judicial puede ser materia de apelación sin efecto suspensivo, en cuyo caso se
seguirá el trámite previsto para dicho medio impugnatorio en el art. 377 del
Código Procesal Civil. (Hinostroza Minguez, 2010)

8. VEEDOR ESPECIAL

● Según el Código Procesal Civil:​

Artículo 633.- Veedor especial. - ​Cualquiera de las partes puede pedir la


designación de un veedor que fiscalice la labor del órgano de auxilio judicial.
En la resolución se precisarán sus deberes y facultades, así como la
periodicidad con que presentará sus informes escritos, los que serán
puestos en conocimiento de las partes. En atención a lo informado y a lo
expresado por las partes, el Juez dispondrá las modificaciones que
considere pertinentes, pudiendo subrogar al auxiliar observado. Contra esta
decisión procede apelación sin efecto suspensivo.
8.1. SEGÚN COMENTARIO DE MARIANELLA LEDESMA NARVAEZ

Los órganos de auxilio judicial son mecanismos de apoyo para la función


judicial, encontrándose dentro de ellos al veedor judicial. A diferencia del rol
que se les asigna a los órganos de auxilio que detalla el artículo 55 del CPC, el
veedor judicial se constituye en un 'Fiscalizador' del auxilio judicial. Como se
puede advertir de la norma en comentario, el veedor no participa de la
diligencia cautelar en sí misma, sino que observa el comportamiento de quien
debe llevarla a cabo.

Su apreciación es muy importante porque en atención a lo informado y a lo


expresado por las partes, el juez dispondrá las modificaciones que considere
pertinentes, pudiendo inclusive subrogar al auxiliar observado. La norma señala
que la resolución que designa al veedor debe precisar los deberes y facultades
de este, así como la periodicidad con que presentará sus informes, los mismos
que deben emitirse por escrito para ser puestos en conocimiento de las partes.
En ese sentido, entiéndase al deber como “el comportamiento obligatorio
impuesto por mandato judicial a una persona en favor de otra, quien tiene
facultad para exigir su cumplimiento, cuando no fuese espontáneamente
observado”.

Por otro lado, a pesar de que se faculta a que cualquiera de las partes pueda
pedir la designación del veedor, esa designación también podría operar de
oficio porque cuando el juez designa el órgano de auxilio judicial, es civilmente
responsable por el deterioro del bien sujeto a medida cautelar, siempre que
haya sido causado por este cuando su designación hubiese sido
ostensiblemente inidónea.

8.2. COMENTARIO DE LA DIVISIÓN DE ESTUDIOS JURÍDICOS DE


GACETA JURÍDICA

La fiscalización de la labor que lleva a cabo un órgano de auxilio judicial puede


ser hecha por el juez, quien asume tal obligación en su calidad de director del
proceso. Igualmente pueden desarrollarla el demandante y el demandado (no
estando en discusión su legítimo interés), los litisconsortes necesarios, así
como el tercero que sufre a la afectación de un bien de su propiedad (cuando
se haya acreditado su relación o interés con la pretensión principal: art 623 de
CPC). Además de un acreedor concurrente, en defensa de sus intereses,
también se encuentra legitimado para solicitar que se fiscalice la función de
órgano de auxilio judicial

La fiscalización de la tarea despegada por un órgano de auxilio judicial puede


ser realizada inclusive por un veedor especial. Este último ejerce una función
preponderantemente informativa. Dicha función significa una protección
genérica de derecho de bienes que requieren ser tutelados

De la lectura del artículo 633 del CPC, se desprende lo siguiente en relación al


veedor especial:

A. Tanto el sujeto activo como el pasivo de la relación jurídica procesal se


encuentran legitimados para solicitar el nombramiento de un veedor
especial que fiscalice la labor que desempeña el órgano de auxilio
judicial
B. En la resolución judicial que determina el nombramiento del veedor
especial está consignado todo lo relativo a:

- Las obligaciones a ser cumplidas por el veedor especial

- Las facultades con que cuenta el veedor especial.

- La periodicidad de los respectivos informes de veedor especial con


motivo de su función fiscalizadora del órgano de auxilio judicial, los
cuales deberán ser escritos y, como todo acto procesal, tendrán que ser
puestos en conocimientos de los sujetos procesales

C. El juez, en merito a lo señalado por el veedor especial en sus informes


escritos y por las partes, al absolver el correspondiente traslado de tales
informes, se halla facultado para disponer las modificaciones que
considere necesarias, verbigracia, la subrogación del órgano de auxilio
judicial cuestionado por el veedor especial encargado de fiscalizar a
aquel.

9. DERECHOS Y RESPONSABILIDADES DEL VEEDOR

● Según el Código Procesal Civil:

Artículo 634.- Derechos y responsabilidades del veedor. - ​El veedor se


asimila al órgano de auxilio judicial para los efectos de su retribución. El
veedor que incumpla sus obligaciones es responsable por los daños y
perjuicios que se produzcan, sin perjuicio de la responsabilidad a que se
contraen los artículos 371 y 409 del Código Penal.

9.1. COMENTARIO SEGÚN MARIANELLA LEDESMA NARVAEZ

La regla que recoge el artículo 632 del CPC es que los órganos de auxilio
judicial perciban una retribución que a su solicitud les fije el juez. A pesar de
que la función del veedor se orienta a fiscalizar la labor del órgano de auxilio
judicial, para los efectos de su retribución la norma los asimila a aquellos.

El veedor también está sujeto a deberes y responsabilidades. En este último


extremo la norma precisa que tiene responsabilidad civil y penal; sin embargo,
adviértase de la lectura del artículo 371 del CP que solo hace referencia al
testigo, perito, traductor o intérprete, que siendo legalmente requerido, se
abstiene de comparecer o prestar la declaración, informe o servicio respectivo.

En igual sentido, el artículo 409 del CPC también reproduce los órganos de
auxilio ya citados. Por otro lado, la norma hace referencia a la responsabilidad
civil y penal que puede recaer sobre el veedor si este incumple con sus
obligaciones; sin embargo, la redacción del artículo 633 del CPC, al hacer
referencia a los deberes del veedor, no precisa la sanción en caso de
incumplimiento. Si bien el artículo 56 del CPC señala que "los órganos de
auxilio judicial se rigen por las leyes y demás disposiciones pertinentes" bien
podría ser de aplicación, ante el incumplimiento, el inciso 1 del artículo 53 del
CPC

9.2. COMENTARIO DE LA DIVISIÓN DE ESTUDIOS JURÍDICOS DE


GACETA JURÍDICA

El veedor especial no representa un órgano de auxilio judicial, por cuanto el


Código Procesal Civil le niega implícitamente dicha calidad en el primer párrafo
de su artículo 634, cuando es asimilado al órgano de auxilio judicial, pero solo
para los efectos de su retribución.

Por otro lado y según se infiere del último párrafo del artículo 634 del CPC, el
incumplimiento de las obligaciones por parte del veedor especial (precisadas
en la resolución judicial que lo designa: art 633 –primer párrafo- del CPC)
traerá como consecuencia la correspondiente responsabilidad por los daños y
perjuicios que se produzcan, sin perjuicio de la responsabilidad a que se
refieren los artículos 371 y 409 del Código Penal (numerales que tratan sobre
delitos de omisión de declaración e informes y de declaración).
10. CONCLUSIONES

❖ El objetivo o finalidad central de las medidas cautelares es asegurar el


resultado práctico de la sentencia y, además, impedir que el derecho, cuyo
reconocimiento se pretende obtener mediante el proceso, pierda
precisamente su eficacia durante el tiempo que transcurre desde la etapa
postulatoria hasta el momento en que se obtiene la sentencia definitiva.
❖ Como ya hemos visto en el presente trabajo detallamos primero como se
realiza la sustitución en relación a lo que persigue y en qué momento se
plantea; al igual con la medida cautelar genérica ya que su aplicabilidad
depende de las pretensiones del mismo proceso al no haber otra medida
que se pueda plantear durante el proceso se plantea una medida cautelar
genérica.
❖ Tanto la sustitución como la medida cautelar genérica se encuentra
reguladas en nuestro código procesal civil.
❖ Las medidas cautelares están en una relación de instrumentalidad con
respecto al proceso principal, por consiguiente, al extinguirse este, aquellas
siguen su suerte. Nuestro Código adjetivo establece que la medida cautelar
se cancela, a pesar de impugnarse la sentencia, cuando esta declara
infundada la demanda. Sin embargo, existe la posibilidad de que la vigencia
de la medida cautelar continúe, siempre y cuando el solicitante lo pida y
ofrezca contracautela de naturaleza real o personal (fianza solidaria).
❖ Los órganos de auxilio judicial son mecanismos de apoyo para hacer
realidad los fines del proceso cautelar, así tenemos al depositario, al
custodio, al interventor recaudador o informador. La pluralidad o existencia
de más de un órgano de auxilio judicial se justifica cuando la medida
cautelar recae sobre más de un bien y cuando la naturaleza o ubicación del
bien así lo justifica.
❖ La labor del veedor especial debe ser solicitada por las partes, siendo
dentro de la resolución donde se debe precisar los deberes y facultades, así
como la periodicidad con que presentara sus informes. En merito a lo
señalado por el veedor especial, el juez debe disponer el traslado de los
informes y disponer las modificaciones que considere necesarias, además
de la subrogación del órgano de auxilio judicial cuestionado por el veedor
especial encargado.
❖ Como señala el artículo 634 del CPC, no designa al veedor como un órgano
de auxilio judicial, sino que es asimilado a este. Su labor conlleva una
responsabilidad tanto civil como penal ante el incumplimiento de sus
funciones Los órganos de auxilio judicial reciben una retribución por la labor
que realizan, y quien es responsable de su pago es el solicitante con cargo
a la liquidación final.
BIBLIOGRAFÍA

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Civil. ​Revista IUS ET VERITAS​, 220-226.

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Jurisprudencia. Tomo III.​ Lima: Gaceta Jurídica S.A.

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Ledesma Narváez, M. (2008). ​Comentarios al Código Procesal Civil. Tomo III.​ Lima: Gaceta
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Rodríguez Domínguez, E. A. (2005). ​Manual de Derecho Procesal Civil.​ Lima: Editora Jurídica
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