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UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA

VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO
MARACAY - VENEZUELA

ANÁLISIS DE LAS NORMAS QUE REGULAN LAS


CONSECUENCIAS DE LAS ENFERMEDADES PROFESIONALES
EN EL ÁMBITO LABORAL VENEZOLANO
INDICE GENERAL

P.p
RESUMEN...................................................................................................V III

INTRODUCCION
Problema.............................................................................................. 2
Objetivo General.................................................................................. 3
Objetivo Específico.............................................................................. 3
Justificación......................................................................................... 3
Alcance................................................................................................ 4
Aportes................................................................................................. 4
Metodología......................................................................................... 4

CAPÍTULOS
I EVOLUCIÓN HISTÓRICA SOBRE LA APLICACIÓN DE LA
LEGISLACIÓN LABORAL QUE REGULA LAS
CONSECUENCIAS DE LAS ENFERMEDADES
PROFESIONALES

Primeras Leyes Sociales..................................................................... 8


Antecedentes Coloniales: Leyes Indias............................................... 10
Previsión Social................................................................................... 11
Período de 1917 a Nuestros Días........................................................ 12
El Derecho a la Salud en Venezuela................................................... 15
Ley Orgánica del Trabajo.................................................................. 17

II FUNDAMENTACIONES TÉCNICAS DE LAS ENFERMEDADES


PROFESIONALES

Medio Ambiente de Trabajo.............................................................. 20


Condiciones de Trabajo..................................................................... 21
Enfermedad Profesional..................................................................... 22
Factores que Determinan una Enfermedad Profesional.................... 24
Lista de Enfermedades Profesionales y Sustancias Tóxicas.............. 25
Condiciones de las Indemnizaciones................................................. 26
Protección de las Enfermedades Profesionales................................. 27
Notificación de la Enfermedad Profesional....................................... 28
Indemnización de la Muerte del Trabajador..................................... 29
Indemnización por Incapacidad......................................................... 31
Incapacidad Absoluta.................................................................... 31
Incapacidad Absoluta y Permanente........................................ 32
Incapacidad Absoluta y Temporal........................................... 32
Incapacidad Parcial........................................................................ 33
Incapacidad Parcial y Permanente........................................... 34
Incapacidad Parcial y Temporal................................................ 34
Del Cálculo de la Indemnizaciones de las Incapacidades............... 34
De la Asistencia Médica.................................................................... 36

III NORMATIVAS QUE SUSTENTAN LAS CONSECUENCIAS DE


LAS ENFERMEDADES PROFESIONALES EN EL ÁMBITO
LABORAL VENEZOLANO

Disposiciones Constitucionales........................................................... 39
Ley de Seguro Social......................................................................... 41
Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de
Trabajo................................................................................................ 43
Parágrafo Primero......................................................................... 45
Parágrafo Segundo........................................................................ 46
Parágrafo Tercero.......................................................................... 48
Parágrafo Quinto........................................................................... 49
Parágrafo Décimo Segundo........................................................... 51
Ley Orgánica de Seguridad Social Integral........................................ 52
Ley Orgánica del Trabajo................................................................... 54
Casos de Exención de Responsabilidad Patronal............................... 58
Derecho Comparado........................................................................... 59
Casos Eximentes de Responsabilidad................................................. 63
Organización Internacional del Trabajo Convenio 157...................... 65
Instituciones para la Atención y Prevención...................................... 66
Supervisión y Control......................................................................... 66
Normas de Higiene de Establecimientos y Expendios Públicos......... 67
Convenio Sobre las Prestaciones en Caso de Accidentes de Trabajo
y Enfermedades Profesionales en 1964.............................................. 68

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Conclusiones........................................................................................ 75
Recomendaciones................................................................................ 78

MATERIALES DE REFERENCIA........................................................ 79

ANEXOS
A Cámara de Industria de Rivas Asegura que no hay Contaminación... 84
B Lesiones y Relación Laboral.............................................................. 86
C Accidentes en el Trabajo...................................................................... 88
D Lista de Enfermedades Profesionales................................................ 90
E Pagos Periódicos al Beneficiario...................................................... 92

.
INTRODUCCIÓN

En Venezuela el trabajo para el hombre es considerado como un factor de


producción: supone un intercambio de bienes y servicios para la satisfacción
de las necesidades humanas y la comunidad, la efectiva integración del
individuo en el cuerpo social y la regulación de los conflictos entre los sujetos
de esas relaciones.

El sistema jurídico laboral, tiene pues, un carácter tutelar del ser humano
que para vivir y desenvolverse a plenitud, necesita ejercer habitualmente en
forma subordinada o dependiente de una ocupación remunerada; y su fin
inmediato no es otro que hacer posible el ejercicio de esa actividad profesional
en condiciones que garanticen, la vida, la salud, y un desarrollo físico normal,
el descanso, la instrucción y perfeccionamiento profesional; el resguardo de la
moral y de las buenas costumbres y por último, el goce de ciertos beneficios
económicos y sociales conceptuados indispensables para una vida decorosa.

Se conoce que ciertos y determinados ambientes de trabajo están sometidos


a la acción de agentes físicos, químicos y biológicos que pueden afectar
gravemente la salud de los trabajadores debido a la exposición al ambiente en
que trabaja.

Mantener la salud de los trabajadores, es importante, no sólo por el hecho


de su rendimiento en la producción sino principalmente por tratarse de
personas que tienen el derecho de que sea garantizada su salud en el trabajo,
protegiendo el ambiente donde laboran e indemnizándolos, cuando se presente
una Enfermedad Profesional. Entendiéndose por esta un estado patológico
contraído con ocasión del trabajo o por exposición al ambiente en que el
trabajador se encuentre obligado a trabajar; y el que pueda ser originado por la
acción de agentes físicos, químicos o biológicos, condiciones ergonómicas o
meteorológicas. Factores psicológicos o emocionales, que se manifiesten por
una lesión orgánica, originando el derecho a una indemnización según el grado
y duración de la inhabilitación para el trabajador tomando en cuenta la lesión
que produjo el trabajo.

Es cierto que lo ideal sería prevenir las Enfermedades Profesionales, pero,


es una realidad que hay casos en que los trabajadores están expuestos a
factores ambientales que de una u otra forma incide en su salud, y es aquí
donde debería existir una legislación clara que regule las Consecuencias de
estas Enfermedades Profesionales.

El problema radica que no existe una normativa clara en el Derecho


Laboral que regule sistemáticamente las Consecuencias de la Enfermedades
Profesionales, exista o no culpa o negligencia por parte del patrono o de los
trabajadores. En Venezuela existe una gran diversidad de normas contenidas
en diferentes leyes que de una u otra forma están relacionadas con el
desempeño laboral y lo único que causan es confusión a los patronos y
trabajadores, trayendo como consecuencia que ninguno conoce sus deberes y
derechos en relación con las Consecuencias de las Enfermedades
Profesionales. Teniendo la necesidad de convencer que consecuencias pueden
sufrir los trabajadores; en cuanto a indemnización se refiere en relación con el
grado de inhabilitación de la enfermedad. Ocasionados en el trabajo y adquirir
un conocimiento claro y preciso de la legislación que regula las consecuencias
de las Enfermedades Profesionales, tanto materiales como patrimoniales.

Todos estos planteamientos motivaron a la autora a realizar una


investigación jurídico dogmática con el propósito de analizar esa normativa
que regula las Consecuencias de las Enfermedades Profesionales en el ámbito
laboral Venezolano para dar respuesta a las siguientes interrogantes: (a) ¿Cuál
es la Evolución Histórica sobre la aplicación de la legislación laboral que
Regula las Consecuencias de las Enfermedades Profesionales? (b) ¿Cuáles son
las fundamentaciones técnicas de las Enfermedades Profesionales? (c) ¿Cuál
es la normativa que sustenta las Consecuencias de las Enfermedades
Profesionales tomando en cuenta los aspectos jurídicos y sociales?

Para dar respuesta a estas interrogantes se formularon como objetivos de la


investigación los siguientes: Objetivo General: Analizar las Normas que
Regulan las Consecuencias de las Enfermedades Profesionales en el Ámbito
Laboral Venezolano y como Objetivos Específicos: Precisar la Evolución
Histórica sobre la aplicación de la legislación laboral que regula las
Consecuencias de las Enfermedades Profesionales. Explicar las
fundamentaciones técnicas de las Enfermedades Profesionales. Examinar la
normativa que sustenta las consecuencias de las Enfermedades Profesionales
en el Ámbito Laboral Venezolano.
Es de relevante importancia el estudio planteado para todos los ciudadanos,
por lo que se planteó como propósito de la investigación la realización de un
análisis de las normas que regulan las Consecuencias de las Enfermedades
Profesionales en el ámbito laboral, tomando en cuenta los aspectos jurídicos y
sociales, asi mismo por los cambios que están viviendo las de estructuras
jurídicas, motivado a la entrada en vigencia de la nueva Constitución.
Por otra parte, cabe destacar entre la justificación de esta investigación, la
que proporciona al lector y personas involucradas un trabajo amplio y
comprensible acerca de las Consecuencias de las Enfermedades Profesionales,
de manera que pueda obtener información acerca del tema, en donde se
examina las normas que regulan las consecuencias de las Enfermedades
Profesionales que sufren los trabajadores en el sentido de verificar si éstas,
tienen un verdadero alcance proteccionista para los afectados por las leyes
venezolanas.
Los resultados de esta investigación sirven como aporte en el incremento
de nuevos conocimientos para los estudiantes, profesores e investigadores que
tienen interés en la misma y servirá como antecedente a futuras investigaciones
que estén relacionadas con el propósito del estudio.
En el presente estudio se realizó un análisis de las normas que regulan las
consecuencias de las enfermedades profesionales teniendo como alcance el
ámbito de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y las
leyes: Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de
Trabajo, Ley del Seguro Social, Ley Orgánica de Seguridad Social Integral,
Ley Orgánica del Trabajo y su Reglamento así como otras bibliografías
inherentes al propósito mencionado de la investigación.
Concibiendo dentro de las actividades específicas el de precisar la
Evolución Histórica, las Fundamentaciones Técnicas y la Normativa que estén
relacionadas con las Enfermedades Profesionales en Venezuela. La
metodología estuvo sustentada en una investigación dogmática jurídica que
ubica al derecho como una ciencia formal que investiga lo que los hombres
dicen y lo que hacen con el derecho (jurídico interpretativo exegética).
En la investigación se tomó en consideración el carácter jurídico, como lo
define Jaime (1989), en su libro titulado: Metodología y Técnica de la
Investigación Jurídica como:
La investigación jurídica es la que se resuelve con las
fuentes formales del derecho, las cuales se encuentran
siempre consignadas en documentos escritos. Por
consiguiente el manejo de las fuentes bibliográficas y la
técnica para la recopilación de información documental,
son herramientas necesarias de este tipo de trabajo
(p.23).

Así mismo es una investigación de carácter documental tal como lo


considera Ramírez (1992) en su libro titulado: Como Hacer un Proyecto de
Investigación, al establecer que es:

Una variante de la investigación científica cuyo objeto


fundamental es el análisis de diferentes fenómenos (de
orden histórico, psicológico, sociológico, etc.) de la
realidad a través de la indagación exhaustiva, sistemática
y rigurosa, utilizando técnicas muy precisas; de la
documentación existente, que directa o indirectamente,
aparte de la información atinente al fenómeno que
estudiamos (p. 55).

De igual forma el Manual de Especialización y Maestría y Tesis Doctorales


define la investigación documental de la Universidad Pedagógica
Experimental Libertador (UPEL, 1998) lo define como:

El estudio de problema de tipo teórico o práctico con


el propósito de ampliar y profundizar el conocimiento
de su naturaleza. Se basan principalmente en fuentes
bibliográficas y documentales. La originalidad del
trabajo se refleja en el enfoque, criterios
conceptualizados y, en general en el pensamiento del
autor (p. 9).

Para la realización de la presente investigación se empleó el Método


Deductivo - Analítico, que permitió a partir del análisis general de la
documentación existente, describir una situación particular con apoyo de la
teoría del tema estudiado.
Con relación al método deductivo Méndez (1998), en su libro titulado Guía
para Elaborar Diseño de Investigación en Ciencias Económicas, Contables y
Administrativas determina que:
“El conocimiento deductivo permite que las verdades particulares
contenidas en las verdades universales se vuelvan explícitas.” (p. 97)
En cuanto al método analítico, Méndez sostiene que:

El análisis inicia su proceso de conocimientos a partir


de la identificación de cada uno de los elementos que
caracterizan una realidad, de esta forma se establecen las
relaciones causa- efecto entre los aspectos que componen
el objeto de la investigación. (p.99)

El procedimiento metodológico utilizado consistió en primer lugar, en la


búsqueda de la investigación a través de fuentes documentales, en segundo
lugar se procedió a la recolección de la información presente y en tercer lugar,
se organizó y analizó el material recopilado, todas estas acciones permitieron
generar una serie de conclusiones y recomendaciones pertinentes con el tema.
Las técnicas utilizadas que facilitaran el análisis de la información fueron de
lectura, el fichaje, el subrayado y análisis de contenido.
El estudio está estructurado en tres capítulos: Capítulo I: Evolución
histórica sobre la aplicación de la legislación que regula consecuencias de las
enfermedades profesionales. Capítulo II: fundamentación técnica de las
enfermedades profesionales. Capítulo III: Normativa que sustenta las
consecuencias de las enfermedades profesionales en el ámbito laboral
Venezolano.
Finalmente las conclusiones, recomendaciones, material de referencias y
anexos.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA SOBRE LA APLICACIÓN DE LA
LEGISLACIÓN LABORAL QUE REGULA LAS
CONSECUENCIAS DE LAS ENFERMEDADES
PROFESIONALES

En las próximas líneas se plantea una breve evolución histórica sobre la


aplicación de las normas que regulan las consecuencias de las enfermedades
profesionales en el ámbito laboral venezolano, para así saber por qué han
evolucionado estas normas a través de los tiempos, qué establecían esas
normas, cómo las aplicaban, si se cumplían y sí de verdad protegían a los
trabajadores; ya que es importante conocer cómo ha sido su aplicación y
precisar la historia de la aplicación de las mismas que han regulado las
consecuencias de las enfermedades profesionales al pasar de los años, épocas y
reformas que sufrían las leyes.
Primeras Leyes Sociales
Las enfermedades originadas en el desarrollo de labores de trabajo son casi
antiguas como la realización del trabajo mismo; para el año 400 a.C.
Hipócrates escribió sobre la ocurrencia de enfermedades en mineros y
artesanos que trabajaban con metales.
En el siglo XVIII, Bernardo Romazzini, publica en su obra DE Morbis
Artificion Diatriba más de cien ocupaciones a los riesgos inherentes. Es
considerada como el clásico de la medicina ocupacional y es en donde por
primera vez se describe las necesidades de relacionar el ambiente de trabajo
con el posible origen de las enfermedades.
En el período Republicano en materia de Derecho Laboral, se conoce la
existencia de los códigos y Ordenanzas de Política (1820) variando dichos
códigos, de una entidad estable a otra, en lo que se establece el derecho
basándose en una obligación unilateral del peón o jornalero con relación a su
patrono. Por otra parte la Ley de Talleres y Establecimientos Públicos (1917)
comprende otra etapa de derecho de trabajador Venezolano.
Según Alfonzo, (1999) en su libro Nueva Didáctica del Derecho del
Trabajo, nos plantea que en Sudamérica no antecede la legislación sobre
mujeres y menores a la relativa protección contra accidentes de trabajo y de las
enfermedades profesionales. Pero la legislación Americana se dibuja como de
mayor avance con respecto a la Europea, es sin duda, en referencia al trabajo
de los empleados. Las leyes europeas estaban dirigidas hasta entonces a la
protección del trabajo manual, predominantes en las grandes industrias de la
época.
Puede afirmarse entonces, en opinión a la autora de la investigación que la
legislación tutelar del trabajo en América se adelanta a los países de Europa
cuando existen sus reglas a los empleados de las empresas particulares.
El mencionado autor hace referencia a las tendencias expansionistas de
nuestra disciplina y culmina con el intento de americanos y europeos de hacer
de la actividad humana subordinada o no, el objeto del derecho del trabajo. Es
esa la línea de pensamientos se asoma la Ley Orgánica del Trabajo (LOT)
vigente que permite a los trabajadores no dependientes a organizarse en
sindicatos y “celebrar acuerdos similares a las convenciones colectivas de
trabajo”, según disposiciones de dicha ley, en cuanto sean aplicables (art. 40
LOT.) Esta misma disposición predica la incorporación progresiva de esos
trabajadores no dependientes o autónomos al sistema de seguridad social y a
las demás normas de protección laboral.
Cabe considerar por otra parte, en el estudio analítico de la Ley del Trabajo
venezolana no se cree en la síntesis del trabajo independiente y del
subordinado bajo un mismo ordenamiento jurídico regulador. Por el contrario,
con el desenvolvimiento de la seguridad social como rama autónoma del
derecho, nuestra doctrina irá perdiendo paulatinamente su empuje amplificador
en la misma medida que el sobredicho sistema de protección económica social
vaya extendiéndose.
Resulta claro, en opinión de la investigación que cuando la sociedad asume
sus responsabilidades para cubrir con eficacia la seguridad integral de cada uno
de sus miembros, asalariado o no, menguará la necesidad de dilatar los
conceptos jurídicos sin otro propósito de remediar, aunque sea particularmente,
un desamparo económico que la comunidad ha dejado al descubierto.
Antecedentes Coloniales: Leyes Indias
Alfonzo, (1999) en su libro Nueva Didáctica del Derecho del Trabajo, narra
que es necesario precisar, que se prohibió a los indios, aun con su voluntad, ni
mediante pago alguno cargar peso, pues no era permitido ni siquiera con
licencia de virreyes audiencias o gobernadores. Esta prohibición era absoluta y
terminante.
Por vía excepcional se podía cargar a los indios en aquellos lugares donde
no existieren caminos o bestias de carga, pero facultando a las audiencias
gobernadores y justicia a tazar y señalar el número de indios concebidos para
tal fin, el peso de las cargas, la indicación del camino y la distancia a recorrer e
igualmente el pago que hubieren de recibir. De ahí que, el peso máximo de la
carga permitida era de las arrobas, pudiendo la justicia modificar dicha cifra
cuando la calidad del camino u otra circunstancia así lo permitieran. De
manera que para evitar la utilización frecuente de los indios en tareas penosas
se exhortaba a las autoridades a introducir animales de carga donde no las
hubiere. Quedaban también prohibidos los siguientes trabajos:
(a) El desagüe de las minas por ser gravoso y enfermizo para los indios.
(b) Los perjudiciales para la salud del indígena.
(c) Beneficio de añil, por ser peligroso para sus vidas.
Previsión Social
Alfonzo, (1999) en su obra titulada Nueva Didáctica del Derecho del
Trabajo, establece que en esta materia se pautaba: La obligación del patrono de
curar al indio enfermo, hasta su restablecimiento, cuando la enfermedad la
hubiere contraído estando a su servicio, debiendo procurarle “el socorro de
medicinas y regalo necesario.” Así pues, los dueños de minas estaban en el
deber de construir hospitales para la asistencia y curación de los indios mineros
que enfermaren. Por otra parte, los propietarios de chacras para beneficio de la
coca debían tener médicos cirujanos y boticarios para la asistencia de los
indios que acudieren al hospital. Si por ende alguno de los indios fallecieren
estando al servicio de un patrono, éste estaba en la obligación de enterrarlos.
El mencionado autor establece que debe señalarse que, hubo también
labores reglamentadas, especialmente el trabajo en las chacras de coca
consideradas húmedas y lluviosas, y cita que todo este trabajo era motivado al
siguiente mandamiento: “Ordenamos que ningún indio entre a beneficiarla (la
coca) sin que lleve el vestido duplicado para remudar.” (P.37). Así que, los
dueños que incumplían tal previsión eran multados con 20 cestos de coca.
En consecuencia a medida que fue prohibido el trabajo en aquellas minas
que fueren peligrosas a la salud y a la vida de los indios, estos no podían ser
obligados a entrar en los túneles sin que previamente se constatare que no
ofrecían riesgo y estaban debidamente apuntalados. Igualmente, los indios no
podían cargar con mineral ni siquiera en mínima cantidad.
De este período se puede asumir que la precisión social tiene sus
antecedentes históricos desde los indios donde siempre se ha visto como
función primordial el de proteger y cuidar al ser humano.
Período de 1917 a nuestros días
El análisis precedente a la Ley de Talleres y Establecimientos Públicos de
1917, las Leyes de mina de 1904, 1909 y 1915 que continúan con
disposiciones con relación al trabajo subterráneo en las minas. Es importante
mencionar que la Ley de minas de 1915 estableció el sistema de reparación de
accidentes de trabajo.
Dentro de este marco, la mencionada ley de 1915 estableció el sistema de
reparación de accidente de trabajo, base del régimen más elaborado que la Ley
del Trabajo de 1928 quién adoptó posteriormente. Pero es la mencionada ley
de talleres y establecimientos públicos el inicio de la actual legislación del
trabajo en el país por su propósito del trabajo humano, el carácter orgánico de
sus reglas y su aplicación generalizada a todos los trabajadores de la nación.
De aquí que la fijación de los días de descanso obligatorio, y la declaración
del deber del patrono de garantizar la seguridad del trabajador y las
condiciones de aseo, ventilación y salubridad de los talleres, constituyen los
aspectos más importantes de ese conjunto normativo, que no alcanzó sin
embargo a divorciar con precisión los campos propios del derecho común y del
derecho del trabajo.
La Ley del Trabajo de 1928 que deroga la anterior constituye un cuerpo
normativo de concesión más técnica dedicado al trabajo subordinado. Por
consiguiente señala, la obligación patronal de pagar las indemnizaciones
previstas por primera vez con carácter general en los casos de accidentes y
enfermedades profesionales, ya que hasta la fecha la materia se regía por las
reglas de las leyes de minas.
Pero, la referida ley de 1928 fue letra muerta desde su promulgación, pues
no existía funcionario público especialmente encargados a velar por su
cumplimiento, ni fueron creados los órganos jurisdiccionales para impartir la
justicia, ni tampoco fue dictado un procedimiento especial para resolver los
diferendos obrero patronales. De manera que los tribunales comunes ejercían la
competencia en el ramo, aun cuando se previó la asignación de árbitros para
ciertas situaciones.
En el derecho venezolano la obligación del estado contra enfermedades
laborales se inicia con la Ley del Trabajo de 1928, dado que hasta entonces
dicha obligación sólo se encontraba en leyes específicas, especialmente la de
minas, la de policía entre otros, así como también el Código Civil de la época.
Destaca Alfonzo, (1996) en su libro Nueva Didáctica del Derecho del
Trabajo que sin embargo, la ley del trabajo de 1928, era poco acatada por los
patronos, y el Estado por la falta de mecanismos apropiados no podía hacer
cumplir a cabalidad las disposiciones de la ley.
Tiempo después en 1936 es promulgada la nueva Ley del Trabajo, donde se
establecen derechos de asociaciones, la contratación colectiva y el derecho a
huelga, derechos que facilitan la creación en el país del Ministerio de Sanidad
con la cual se inicia la vigilancia de seguridad social de los trabajadores.
Dos hechos importantes en materia de protección laboral ocurren en 1942,
cuando entra en la Ley de Sanidad Nacional que sus disposiciones regula los
riesgos en la actividad laboral de la construcción, criterios que son reforzados
en 1945 con la promulgación de la ley de Seguridad Social, en su Artículo 1º
al establecer que:
“Se le otorga a los trabajadores las prestaciones en dinero para los casos de
incapacidad temporal, prestaciones en dinero para los casos de incapacidad
parcial o invalidez, vejez, invalidez y matrimonio.”
Se tiene así mismo que en 1950 se crea la sección de higiene y seguridad
industrial del Ministerio de Sanidad. En 1958 se construye la Comisión
Venezolana de Normas Industriales (COVENIN), cuya finalidad se orienta
hacia la programación y coordinación de actividades, sobre la protección de
accidentes y enfermedades profesionales, tal como se observa en el ejemplar de
COVENIN 2270 de 1995 donde se indica que:

Accidente de trabajo es todo suceso no deseado que


produce una lesión fundamental o corporal, permanente o
temporal, inmediata o posterior, o la muerte resultante de
la acción violenta de una fuerza exterior que puede ser
determinante o sobrevenida en el curso del trabajo, por el
hecho del trabajo o con ocasión del trabajo, será
igualmente considerado como accidente de trabajo al
suceso no deseado que produce una lesión interna
determinada, por un esfuerzo violento, sobrevenida en las
mismas circunstancias.

El 18 de Diciembre de 1968 se promulgó una de las normas más importante


en materia laboral que tuvo Venezuela, siendo el reglamento de las condiciones
de higiene y seguridad en el trabajo, que en definitiva condujo a la
promulgación de la Ley Orgánica de Prevención Condiciones y Medio
Ambiente de Trabajo (1986) cuya normativa fundamental fue la protección de
los trabajadores del país en cuanto a enfermedades profesionales. En ella se
consideró la opinión de diversos sectores de la vida nacional, entre estos la
Federación Médica de Venezuela y la Confederación de Trabajadores en
Venezuela.
Con el transcurso del tiempo, en 1975 es promulgada una nueva Ley del
Trabajo, donde se clasifican las consecuencias que se derivan de las
enfermedades profesionales, siendo esta clasificación, la muerte del trabajador,
incapacidad absoluta y permanente, incapacidad parcial y permanente y la
incapacidad parcial y temporal.
Cabe destacar, que el Artículo 146 de la Ley Orgánica de Trabajo de (1975)
es idéntico al Artículo 566 de la Ley Orgánica de Trabajo de (1997); en cuanto
al costo específico de accidente de trabajo o enfermedad profesional. El
Artículo 156 de la Ley Orgánica de Trabajo de (1975), establece una
indemnización equivalente al salario de dos años que no podrá exceder de
quince mil bolívares, sea cual fuere la cuantía del salario; mientras el Artículo
571 de la Ley Orgánica de Trabajo de (1997), legisla idénticamente con
relación al derecho de indemnización equivalente a dos años pero la
actualizada establece una indemnización que no exceda de la cantidad
equivalente a veinticinco salarios mínimos, sea cual fuere la cuantía de salario.
El Derecho de la Salud en Venezuela
El hombre como ser viviente puede sufrir enfermedades que le generen
anomalías físicas, mentales, motrices y aún más la muerte produciéndose
dichas enfermedades muchas veces como consecuencia de las actividades
humanas, tales como estudio, trabajo, deportes entre otros.
Por tal razón, todas las Naciones del mundo, han establecido derecho a la
salud pues este término hace referencia al estado del individuo que no tiene
enfermedad alguna, por lo cual manifestará eficacia en todas sus capacidades.
El derecho a salud en Venezuela está sustentado en la Constitución
Bolivariana de la República de Venezuela (1999), en su Artículo 83 donde se
establece que:

La salud es un derecho social fundamental, obligación


del estado que lo garantizará como parte del derecho a la
vida. El estado promoverá y desarrollará políticas
orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar
colectivo y acceso a los servicios.

Todas las personas tienen derecho a la protección, a la salud, así como el


deber de participar activamente en su promoción y defensa, y de medir con las
medidas y de saneamiento que establezca la ley, de conformidad con los
tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados por la república.
Es por ello que el resto de las leyes que conforman el ordenamiento jurídico
venezolano, tiene disposiciones especificas según su área de competencia,
entre ellas las de competencia laboral entre ella:
(a) Ley Orgánica del Trabajo y su reglamento. Capítulo VII de los
Infortunios del Trabajo. (Art. 560 – 585)
(b) Ley Orgánica de Prevención y Condiciones de Medio Ambiente e
Trabajo. (Art. 28 – 32)
(c) Ley Orgánica de Seguridad Social Integral. (Art. 1 y 2)
En las leyes nombradas se pueden observar aspectos importantes, siendo
uno de ellos la salud, ésta es un derecho compartido, que en área laboral le
corresponde al estado, al patrono y al trabajador, teniendo cada uno
responsabilidades específicas en su logro o cumplimiento.
Ley Orgánica del Trabajo
En Venezuela el trabajo para el hombre es considerado como un factor de
producción y supone un intercambio de bienes y servicios para la satisfacción
de las necesidades humanas y la comunidad, así como, la efectiva integración
del individuo en el cuerpo social y la regulación de los conflictos entre los
sujetos de esas relaciones.
El trabajo es una acción fundamental en el derecho de los pueblos, que se
produce tal como lo afirma Guevara (1997), en su libro El Derecho del
Trabajo en Venezuela al expresar que cuando un individuo o grupo se dedican
a cualquier actividad productiva, ya sea mediante la transformación de los
recursos ambientales, o la prestación de un servicio determinado público o
privado está realizando un trabajo.
Sin duda la importancia del trabajo que en Venezuela, y casi todos los
países del mundo tiene rango constitucional, según lo establece la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, al señalar en el Artículo 87, primera
parte que:

Toda persona tiene derecho al trabajo y el deber de


trabajo. El estado garantizará la adopción de medidas
necesaria a los fines de que toda persona pueda tener una
ocupación productiva que le proporcione una existencia
digna y decorosa y le garantice el pleno ejercicio de ese
derecho. La ley adoptará medidas tendentes a garantizar
el ejercicio de los derechos de los trabajadores no
dependientes. La libertad del trabajo no será sometida a
otras restricciones que las que la ley establezca.

Cabe destacar que en Venezuela la Ley rectora de la actividad laboral es la


Ley Orgánica del Trabajo que en los Artículo 1 y 2 señalan que:
“Esta ley regirá las situaciones y relaciones jurídicas derivadas del trabajo,
como hecho social.” (Art. 1) y “El estado protegerá y enaltecerá el trabajo,
amparará la dignidad de la persona humana del trabajador y dictará normas
para el mejor cumplimiento de su función como factor de desarrollo, bajo la
inspiración de justicia social y la equidad.” (Art. 2).
Estos dos Artículos son fundamentales para entender la importancia y el
objetivo de la Ley Orgánica del Trabajo, en los últimos años, sin ella, la masa
trabajadora estaría indefensa frente al estado y a los patronos privados, pues
estos podrían vulnerar su derecho sin que el trabajador pudiese hacer reclamos
para el respeto de los mismos, en pro de su bienestar y de quienes le rodean.
Debe tenerse en cuenta que en el Artículo 2 de la Ley Orgánica del Trabajo,
está sustentado los principios fundamentales, siendo estos:
El principio de la justicia social hace referencia a que se debe dar a cada
cual lo que se merece, tomando como base sus capacidades bio-psico-sociales
o académicas y se encuentra reflejado en el Artículo 21 ordinal 2º de la
Constitución Bolivariana de la República de Venezuela que expresa:

La ley garantizará las condiciones jurídicas y


administrativas para que la igualdad ante la ley, sea
efectiva, adoptare medidas positivas a favor de toda
persona o grupo que pueda ser discriminado, marginado
o vulnerable, protegerá especialmente a aquellas
personas que por algunas de las condiciones
especificadas, se encuentren en circunstancia de
debilidad manifiesta y sancionará los abusos que contra
ellos se cometan.

El principio de equidad hace referencia a la moderación de las condiciones


de un proceso o acción determinada, y se encuentra enmarcado en el Artículo
21 ordinal 1 de la Constitución Bolivariana de la República de Venezuela de
(1999).

No se permitirá discriminaciones fundadas en la raza,


el sexo, el credo, la condición social o aquella que, en
general tenga por objeto o resultado anular o
menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio de
condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de
toda persona.

Todo lo anteriormente expresado en el capítulo permite resumir que la


sociedad tiene interés en disminuir la carga social que representa los
incapacitados, en función de la productividad y economía del país y mucho
más allá, por razones de protección a la vida y los derechos humanos de los
trabajadores, y de todos los elementos, son suficientes para entender que la
definición de enfermedad profesional, no pueden estar sujetas a estos
propósitos, sin matices que la confundan o la hagan ver de una manera para
reparar lesiones, y de otra manera para pensar en la Prevención.
Por consiguiente en Venezuela siempre ha existido una normativa legal que
protege al trabajador con relación a las condiciones laborales.
FUNDAMENTACIONES TÉCNICAS DE LAS ENFERMEDADES
PROFESIONALES

El área de la salud laboral cubre una amplia gama de disciplina que estudian
el impacto de medio ambiente sobre la salud de la población, y ejecutan
acciones de Prevención y control para atenuar o reducir dicho impacto.
Las recientes investigaciones han contribuido a proporcionar un papel
protagónico al ambiente como elemento primario condicionante del nivel de
salud de la población trabajadora.
Actualmente se conoce mucho más, acerca de la participación de factores
ambientales en la etiología de las enfermedades de lo que se sabía años atrás.
Teóricamente, el concepto de salud ambiental implica considerar a todos los
elementos y factores de ambiente que potencialmente afectan la salud laboral.
En tal sentido se requiere precisar con claridad los fundamentos conceptuales
de la materia de estudio.
Medio Ambiente de Trabajo
El medio ambiente de trabajo se define como las condiciones del entorno del
hombre que puede ejercer una influencia sobre la salud y bienestar psicosocial.
A tal efecto en el Artículo 5 numeral 1º de la Ley Orgánica de Prevención,
Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT) de 1999 señala que
debe considerarse como medio ambiente de trabajo:

Los lugares, locales o sitios, cerrados o al aire libre,


donde personas vinculadas por una relación de trabajo,
presten servicios a empresas, oficinas, explotaciones,
establecimientos industriales o agropecuarios de
cualquier naturaleza que sean públicos o privados, con
las excepciones que establece la ley.
Constituye igualmente ambiente de trabajo como reza en el segundo
numeral: “Las circunstancias de orden socio- cultural y de infraestructura física
que de forma inmediata rodean la relación hombre – trabajo, condicionando la
calidad de vida de los trabajadores y sus familias.”
El numeral 3 de dicho Artículo, trae una novedad al respecto, al considerar
como medio ambiente de trabajo como: “Los terrenos situados alrededor de las
empresas, explotación, establecimientos industriales o agropecuarios y que
formen parte de los mismos.”
Al introducirse esta disposición en la legislación del país, la ley busca el
deseo de resolver el grave problema que representa en la actualidad y que
consiste en casi la totalidad de las empresas existentes en el país y alrededor
de las cuales hay terrenos que pertenecen a las empresas, éstos son pavimentos
para que sirvan únicamente de estacionamiento de vehículos o depósito de
chatarra, dándole al centro de trabajo un aspecto inhóspito, duro y contrario a
las leyes ecológicas y ambientales. (Ver anexo A).
En consecuencia a esta norma, en opinión a la investigadora, el reglamento
que se dicte al respecto, debería contener normas para la creación de jardines o
terrenos reforestados alrededor o en las inmediaciones de la empresa, para que
puedan servir al trabajador en sus horas de descanso.
Condiciones de Trabajo
Las condiciones de trabajo hay que abordarlas dentro del marco del proceso
de trabajo integral, estableciéndose en ella la relación trabajo – hombre, la
misma no sólo se presenta como un hecho exterior al trabajador sino como un
proceso biológico – psicológico, así la evolución inmediata no es únicamente
una condición ambiental que producen riesgos al trabajador, sino al
componente determinado de su manera específica de vivir en sociedad.
El Artículo 4 de la LOPCYMAT expresa que en el trabajo deben existir
condiciones específicas, tales como: Se entiende por condiciones de trabajo, a
los efectos de esta ley:

1. Las condiciones generales y especiales bajo las cuales


se realiza la ejecución de las tareas.
2. Los aspectos organizativos funcionales de las
empresas y empleadores en general, los métodos,
sistemas o procedimientos empleados en la ejecución de
las tareas, los servicios sociales que estos prestan a los
trabajadores y los factores externos al medio ambiente de
trabajo que tiene influencias sobre él.

Debe entenderse en primer lugar que al definirse las condiciones generales


se refiere a los aportados por los Artículos 185 al 188 de la Ley Orgánica del
Trabajo, donde se enumera una serie de elementos para alcanzar condiciones
de trabajo, salud, como son: existencia de convenio entre las partes, trabajador
empleador, sobre las condiciones para el trabajo, tiempo libre para cultura,
deporte y carteles con los días de descanso para el trabajador.
Enfermedad Profesional
La enfermedad profesional, definida en el Artículo 28 de la LOPCYMAT,
agrega a la definición del Artículo 562 LOT. Los trastornos funcionales o
desequilibrio mental. Amplía la enumeración no sólo por la remisión a vía
reglamentaria y las resoluciones administrativas especiales sino a través de
cualquier acto administrativo del organismo competente.
Ambas disposiciones, sin embargo, comprenden el llamado sistema mixto
para determinar, cuando estamos frente a una enfermedad profesional. Ese
sistema mixto comprende la definición genérica y el sistema de listas. La
definición genérica está contenida en la primera parte del Artículo 562 de la
LOT. Es ese parágrafo inicial que la define como:

Un estado patológico contraído con ocasión o por


exposición al ambiente en que el trabajador se encuentra
obligado a trabajar y que puede ser originado por la
acción de agentes físicos, químicos, o biológicos,
condiciones ergonómicas o meteorológicas, factores
psicológicos o emocionales, que se manifiestan por una
lesión orgánica, así como los trastornos enzimáticos o
bioquímicos, temporales o permanentes.

Además de esta definición genérica, comprende el sistema de listas:


(a) Listas de enfermedades
(b) Lista de las actividades que la causan.
(c) Lista de las sustancias que la causan
Todas estas listas pueden ser modificadas por la vía reglamentaria y aún por
simples actos administrativos de los organismos competentes. Están previstas
dichas listas actualmente en el Artículo 319 del Reglamento de la derogada
Ley del Trabajo, igualmente están previstas en el convenio 121 de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La importancia de las enfermedades profesionales contenidos en una lista es
que, el solo hecho de aparecer en la lista, invierte la carga de la prueba y es al
patrono a quien le corresponde demostrar que la misma no fue admitida en la
relación de trabajo de la cual es responsable. En los casos de definición
genérica, la carga de la prueba corre para el trabajador, salvo que se haya
producido con ocasión al trabajo o por exposición del medio ambiente laboral.
Estos tres elementos: condiciones de trabajo, medio ambiente de trabajo y
enfermedad profesional, trazan los lineamientos fundamentales de la
aplicación de la LOPCYMAT, previamente a esta normativa, flotaban
difusos en la relación laboral siendo objeto de múltiples interpretaciones;
sin embargo existe un nuevo alcance en la política laboral, mejorando
unos aspectos y que dando otros por correcciones futuras.
Factores que Determinan una Enfermedad Profesional
Según la autora Alvarez, (2000) en su trabajo de investigación Análisis de
la Protección Legal que Brinda el Régimen Laboral a los Trabajadores que
sufren Infortunios Laborales en Venezuela, resume que entre los factores que
determina una Enfermedad Profesional se encuentra:
Concentración del Agente Contaminante del Ambiente de Trabajo:
Existen valores máximos tolerados establecidos para mucho de los riesgos
físicos y químicos que suelen estar presentes en el ambiente de trabajo.
Tiempo de Exposición:
Suelen referirse normalmente a tiempo de exposición determinado,
relacionados con la jornada laboral normal y con un período medio de vida
laboral activa.
Relatividad de la Salud:
Los conceptos de salud y enfermedad están vigentes en una sociedad, por lo
que limitan a lo establecido oficialmente, no es garantía de enfocar el problema
de las enfermedades profesionales en su real dimensión.
Presencia de Varios Agentes Contaminantes al mismo Tiempo:
Las agresiones causadas por un elemento adverso disminuyen la capacidad
de defensa de un individuo, por lo que los valores limites aceptables sean de
poner en cuestión cuando existen varias condiciones agresivas en un puesto de
trabajo.
Desde el punto de vista técnico, la enfermedad profesional se define como
un deterioro paulatino lento de la salud del trabajador, producido, por una
exposición continuada a situaciones adversas. En la enfermedad el tiempo es
importante, ya que junto con la concentración, cantidad o energía del
contaminante, configura la dosis; al aumentar el tiempo aumenta la dosis y el
efecto que produce a la persona expuesta.
Listas de Enfermedades Profesionales y Sustancias Tóxicas
Según la autora Alvarez, (2000) en su trabajo de investigación, Análisis de
la Protección Legal que Brinda el Régimen Laboral a los Trabajadores que
sufren Infortunios Laborales en Venezuela, resume que entre los factores que
determina una enfermedad profesional se encuentra:
(a) Intoxicación por el plomo, sus aleaciones o compuestos, con las
consecuencias directas de dicha intoxicación.
(b) Intoxicación por el mercurio, sus amalgamas y sus compuestos con las
consecuencias directas de dicha intoxicación.
(c) Infección Carbuncosa.
(d) Silicosis con o sin tuberculosis pulmonar, siempre que la silicosis sea causa
determinante de incapacidad o muerte.
(e) Intoxicación por el fósforo con las consecuencias directas de dicha
intoxicación.
(f) Intoxicación por el arsénico, con las consecuencias directas de dicha
intoxicación.
(g) Intoxicación por el bencemo o sus homólogos, con las consecuencias
directas de dicha intoxicación.
(h) Epiteliomas primitivos de la piel.
(i) Antrax.
(j) Ulceraciones del cromo y las secuelas de este.
(k) Dermatitis diversas
(l) Muermo
(m)Cataratas de los vidrieros.
(n) Enfermedades por el exceso de presión.
(o) Nitagmos de los mineros; celulitis subcutánea de la mano, y de la región de
la rotula.
(p) Inflamación aguda de la bolsa serosa del codo.
(q) Inflamación de la sinovia de la articulación de la muñeca, cáncer.
Condiciones de las Indemnizaciones
Según Jiménez, Z. (1999) en su Trabajo Especial de Grado Titulado, El
Régimen Jurídico Laboral de la Incapacidad Absoluta y Permanente del
Trabajador en Maracay Estado. Aragua. Explica que las indemnizaciones se
fundamentan esencialmente en el aspecto económico; por cuanto se retribuye
mediante el pago de cantidades de dinero que pueden variar dependiendo del
efecto sufrido por el trabajador, así como también el salario que reciba en el
momento en que se diagnostique la enfermedad.
En los casos de muerte o incapacidad absoluta y permanente, el monto de la
indemnización es un tope máximo de tres millones de bolívares aún cuando
para el trabajador sea diferente en ambos casos. La indemnización para la
incapacidad absoluta y temporal no está fijada sobre el salario mínimo, por lo
cual el trabajador afectado puede continuar cuando se tiene un limite de un año
para la indemnización.
Con relación a la incapacidad parcial y permanente se toma dos condiciones
fundamentales, siendo una de estas que la indemnización teniendo en cuenta el
salario y la reducción de incapacidad del afectado, pero no debe exceder del
salario mínimo, que sería actualmente alrededor de dos millones cien mil
bolívares (Bs. 2.100.000,ºº).
Si la enfermedad produjera incapacidad parcial y temporal el trabajador será
indemnizado tomando en cuenta el salario y la incapacidad causada por la
enfermedad, pero dicha indemnización no excederá de un (1) año de salario
del trabajador.
Aparentemente los principios de justicia social y equidad que sustenta la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, (1999) están
contemplados en: la Ley Orgánica del Trabajo, Ley de Seguro Social y demás
leyes que regulan la materia y deben cumplirse efectivamente, con la
protección legal establecida contra los Infortunios del Trabajo.
Protección de las Enfermedades Profesionales
La preocupación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por
lograr una seguridad social que permita seguros de trabajo en caso de
enfermedad profesional, es poco lo que se ha hecho, ya que estas protecciones
ameritan un costo financiero importante, tanto en el sitio de trabajo como el
los riesgos que generen como también el sistema de protección social, en
caso de que se materialice la enfermedad.
Los patronos, cuando no están exceptuados por el Artículo 563 de la Ley
Orgánica del Trabajo (LOT) están obligados a pagar a los trabajadores las
indemnizaciones que correspondan, ya vengan del servicio mismo o con
ocasión directa de a él, exista o no culpa o negligencia de parte de la empresa o
de los trabajadores o aprendices.
Notificación de la Enfermedad Profesional
En la Ley Orgánica del Trabajo vigente se establece en el Artículo 564 las
enfermedades profesionales deben notificarse al patrono, a su representante o
al encargado de dirigir los trabajos donde se hubieren producido, dentro de las
48 horas siguientes a aquella en que se diagnostique la enfermedad profesional.
Se entiende que esta obligación subsiste cuando la víctima ha quedado en
estado de hacer la notificación. Los efectos del incumplimiento de la
notificación están dados por la exención de responsabilidad del patrono en
cuanto a la asistencia médica, quirúrgica, y farmacéutica.
Igual que el trabajador, también el patrono tiene la obligación de notificar el
accidente. Él dará cuenta del mismo a la respectiva Inspectoría del Trabajo.
Para ello tiene un plazo de cuatro días continuos, a partir del momento en que
sé diagnóstico la enfermedad. De no hacerlo, se hace sujeto pasivo de la
sanción administrativa de multa prevista en el Artículo 635 de la LOT que no
será menor de un cuarto de salario mínimo, ni mayor de las tres cuartas partes
del salario mínimo y, eventualmente, de los daños que por la desaparición de
algunas de las causas del accidente, haya provocado su omisión
Las Indemnizaciones Previstas en la legislación laboral están constituidas
por:
(a) Muerte del trabajador,
(b) Incapacidad absoluta y permanente,
(c) Incapacidad absoluta y temporal,
(d) Incapacidad parcial y permanente, y
(e) Incapacidad parcial y temporal.
A estos efectos, es indispensable observar que el Artículo 566 del Título VII
de la Ley Orgánica del Trabajo no considera incapacidad los defectos físicos
provenientes de accidentes o enfermedades profesionales que no inhabiliten al
trabajador para ejecutar, con la misma eficacia, la misma clase de trabajo que
era capaz de realizar el trabajador antes de ocurrir la enfermedad profesional.
Esto es, que para saber si está ante una incapacidad de las que ordena reparar la
LOT es imprescindible la certificación médica definitiva sobre las habilidades
del trabajador para ejecutar, con la misma eficacia, la misma clase de trabajo
que venia realizando. En todo caso, este aspecto puede ser material, al
momento de exigir la indemnización, de un debate judicial que califique la
incapacidad alegada como derecho indemnizatorio.
Indemnización de la Muerte del Trabajador
En aquellos casos en que el accidente o la enfermedad profesional causan la
muerte del trabajador, los parientes del difunto que se especifican a
continuación, tendrán derecho a una indemnización igual a dos años de salario,
teniendo siempre en cuenta que dicha indemnización no exceda de la cantidad
equivalente a 25 salarios mínimos, sea cual fuere la cuantía del salario del
trabajador.
(a) Hijos menores de 16 años.
(b) Hijos mayores cuando padezcan defectos físicos permanentes que
los incapaciten para ganarse la vida.
(c) La viuda o el viudo que no hubiesen solicitado u obtenido la
separación de cuerpos.
(d) La concubina o el concubino que hubieren vivido con el fallecido
hasta el momento de su muerte.
(e) Los ascendientes que hubieren estado a cargo del difunto para el
momento de su muerte.
(f) Los nietos menores de 18 años cuando sean huérfanos.
(g) Los nietos que, sin ser huérfanos, desciendan directamente de
quien, a pesar de no tener derecho a la indemnización prevista en el
Artículo 568 del LOT, no está en la capacidad de dar la ayuda
necesaria para la subsistencia de ellos.
Estos parientes del trabajador víctima de la enfermedad profesional se
considera beneficiarios y no sucesores a los efectos fiscales. Es decir que no es
indispensable la declaración sucesoral correspondiente para optar a tales
beneficios. Esto no quiere decir, sin embargo, que los parientes de la víctima,
que no reúnan los requisitos de Artículo 568 de la ley, no tendrán nunca
derecho a la indemnización prevista en dicha norma. Lo que allí se establece es
que cuando exista alguno de los «beneficiarios» determinados en esa
disposición él o ellos serán los únicos con derecho a reclamar la referida
indemnización. Pero, en aquellos casos en los cuales no haya ninguno de los
beneficiarios indicados en el Artículo 568, los demás parientes concurrirán
como herederos del difunto conforme a las disposiciones en el orden de
suceder en el código civil.
Ninguno de los beneficiarios tiene carácter preferente y la indemnización se
distribuirá, entre ellos, por partes iguales y por cabeza.
El patrono quedará exento de responsabilidad cuando pague la
indemnización a los parientes de la víctima que hubieren reclamado la
indemnización dentro de los tres meses siguientes a la muerte de aquella. Si
antes de los tres meses el patrono ha cancelado esta indemnización, totalmente
alguno de los beneficiarios, quedará obligado a cancelar, de nuevo, la parte
proporcional que correspondiere al beneficiario que haga su reclamo dentro del
referido lapso legal.
Transcurrido el lapso de tres meses los demás beneficiarios sólo tendrán
acción para reclamar su parte proporcional contra los parientes que hubieren
recibido la indemnización.
Es obligación del patrono, en los casos de muerte del trabajador por
enfermedad profesional, el pago de los gastos de entierro.
Estos gastos, establece, el Artículo 577 de la LOT, no excederán de la
cantidad equivalente a cinco salarios mínimos. Dichos gastos no se
descontaran de las indemnizaciones que deban pagarse conforme a este título
VIII.
Indemnizaciones por Incapacidad
El legislador laboral prevé en los Artículos 571, 572, 573, y 574 cuatro
indemnizaciones, para las siguientes incapacidades:
(a) Absolutas y permanentes.
(b) Absoluta y temporal.
(c) Parcial y permanente.
(d) Parcial y temporal.
Es requisito para que prosperen las indemnizaciones, que cada una de las
incapacidades sea la resultante de un accidente de trabajo o de una enfermedad
profesional. No exige, nuestra legislación, a diferencia de otras, un número de
días determinados en el servicio para que la indemnización prospere.
Incapacidad Absoluta
Es aquella que deja una invalidez completa para el trabajo, arte u oficio a
que se dedicaba el trabajador antes de la lesión. Puede ser total o parcial. La
incapacidad total es la que nuestro legislador denomina absoluta y permanente,
y consiste en la imposibilidad total de que el trabajador realice cualquier
actividad durante el resto de la vida, en cualquier género de trabajo. Es una
invalidez incurable que, desde el punto de vista del trabajo, se asimila a la
muerte del trabajador.
Se trata de incapacidades que imposibilitan al trabajador de realizar la
misma labor que venia ejerciendo, pero que le permiten llevar a cabo otras
actividades.

Incapacidad Absoluta y Permanente


Se indemniza con una cantidad equivalente al salario de dos años, sin que la
misma pueda exceder del equivalente a veinticinco (25) salarios mínimos, sea
cual fuere la cuantía del salario.

Incapacidad Absoluta y Temporal


Se indemniza con una cantidad equivalente al salario correspondiente a los
días en que permaneció incapacitado el trabajador enfermo o accidentado o, lo
que es lo mismo, a los días que duró la incapacidad absoluta y temporal, sin
que la misma pueda exceder del salario correspondiente a un año.
Estas incapacidades absolutas, totales o parciales, están igualmente
reguladas en el Artículo 33 de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y
Medio Ambiente del Trabajo (LOPCYMAT) la cual, al igual que la Ley
Orgánica del Trabajo (LOT), establece indemnizaciones tarifadas. Sólo que los
supuestos que dan origen a unas y a otras son distintos.
En la Ley Orgánica del Trabajo (LOT) la causa es la simple responsabilidad
objetiva. Basta que haya diagnosticado la enfermedad profesional en los
términos señalados en la normativa correspondiente. Para que se produzca la
indemnización en la LOPCYMAT es indispensable otro requisito: la
enfermedad profesional debe haberse producido a sabiendas, por parte del
patrono, de que el siniestro podía desencadenar la enfermedad profesional.
Es necesario señalar, a los efectos de la fijación o calificación de estas
incapacidades que la lesión no debe tomarse en forma aislada, sino en relación
con las restantes funciones del trabajador, considerado globalmente. Por
ejemplo, la mano en cuanto a su funcionamiento, se considera como un todo
indivisible y el grado de incapacidad de ella debe calificarse en la proporción
de su valor funcional.
No incorpora la LOT las deformaciones permanente que contiene el
parágrafo tercero del Artículo 33 de la LOPCYMAT. Esta lesión es aquella
que la doctrina llama perjuicio estético y que consiste en deformidades físicas
visible.
Incapacidades Parciales
El Artículo 33 de la LOPCYMAT, lo sanciona penal y materialmente
cuando vulnera alguna facultad humana.
Son aquellas que producen una disminución de la aptitud laboral de la
víctima. Pueden ser permanentes o temporales.
Cuando la disminución es incurable se refuta como permanente y se tiene la
lesión, como una reducción, de por vida, de la capacidad de trabajo de la
víctima.
Es temporal cuando el trabajador sufre la disminución de su capacidad
laboral sólo durante un lapso. Su duración corresponde generalmente al
tratamiento que se siga y al tiempo que tardan en curarse las lesiones. Termina
cuando el trabajador está en capacidad de reintegrarse a sus labores o se
encuentra totalmente restablecido. Algunas legislaciones establecen un plazo
para darlas por terminadas y transcurrido ese plazo, la consideran permanente
y no parciales.

Incapacidad Parcial Permanente


Se indemniza con una cantidad que se fijará teniendo en cuenta el salario y
la reducción de la capacidad de ganancia, causada por el accidente, sin que la
misma pueda, exceder del salario de un año, ni de la cantidad equivalente a
quince salarios mínimos, sea cual fuere la cuantía del salario.

Incapacidad Parcial Temporal


Igualmente, se indemniza teniendo en cuenta el salario, la reducción de la
capacidad de ganancia causada por la enfermedad y los días que dure la
incapacidad, sin que la misma pueda exceder del salario correspondiente a un
año.
Igual que las incapacidades absolutas, éstas están sancionadas y tarifadas en
el citado Artículo 33 de LOPCYMAT, en la misma forma que ha sido señalado
para ellas.
Del Cálculo de las Indemnizaciones en las Incapacidades
Si el trabajador es contratado a destajo, o su remuneración es de cuantía
variable, la indemnización debe ser calculada con base al salario normal
devengado en promedio durante los tres meses inmediatamente anteriores a la
enfermedad para asistir al trabajo. Si el salario es fijo, la base de cálculo será el
salario normal de la víctima en el día en que se diagnostique la enfermedad.
La expresión de salario normal, empleada por el legislador (Artículo. 144,
145) de la Ley Orgánica del Trabajo, no alude a una especie concreta de
salario, sino a una base de cálculo de los derechos de los trabajadores por
concepto de descanso semanal, feriado horas extras, trabajo nocturno y
vacaciones.
Señala el Artículo 575 de la LOT que, para calcular estas indemnizaciones,
se aplicará el salario normal que hubiese tenido derecho a cobrar la víctima el
día que ocurrió el accidente y que, la indemnización, se fijará teniendo en
cuenta el salario y la reducción de la capacidad de ganancia causada por el
accidente, así como los días que dure la incapacidad, cuando se trate de la
incapacidad parcial y temporal.
En cuanto el salario, ya se ha hecho referir que el Artículo 575 lo califica de
salario normal y el mismo esté definido en el parágrafo segundo del Artículo
133 de la Ley Orgánica del Trabajo. Allí se establece que salario normal es la
remuneración devengada por el trabajador, en forma regular y permanente por
la prestación del servicio. Los que nos lleva a concluir que están excluidas las
percepciones de carácter accidental. Encontramos, sin embargo un problema:
la Ley establece que se tomará en cuenta el salario y, aun cuando sabemos que
es el salario normal, no sabemos si es el salario del día del accidente, del mes
anterior al accidente o el salario del año anterior al accidente. Con base en lo
dispuesto en el Artículo 146 y por el vacío legislativo existente para determinar
ese salario, se cree que debe ser el del último mes o, para el caso de que el
trabajador no haya cumplido el mes, el de los días anteriores al accidente.
Prevé la ley los casos del trabajador por unidad de obra, por piezas, a
destajo o por tarea. En tales caso el salario se calculará conforme al promedio
de los último tres meses inmediatamente anteriores al accidente o a la fecha en
que quedó imposibilitado para asistir a trabajo, por razón de la enfermedad
profesional.
En todo caso, la mayoría de las legislaciones sujetan esta indemnización a
un reglamento o a un baremo o tabla de indemnizaciones sujeta a cambios y
ajustes periódicos a través de resoluciones administrativas.
Solo nos resta decir que, tal como lo expresa el Artículo 575 comentado, los
lapsos establecidos en estas incapacidades se contaran por días continuos y no
por días laborales.
De La Asistencia Médica
El Artículo 577 de la LOT establece que las víctimas de las enfermedades
profesionales tendrán, además, derecho a la asistencia médica quirúrgica y
farmacéutica, que sea necesaria como consecuencia de tales enfermedades ¿En
que consiste esta asistencia médica, quirúrgica y farmacéutica? ¿Por qué es
obligatoria y cuál es su naturaleza?.
La asistencia médica es una obligación esencial del patrono que está
consagrada en la casi totalidad de la legislación hispanoamericana, en Francia
y algunos otros países Europeos, así como en Etiopía, Jordania, Angola, Irak,
por citar algunos. En el país se extiende incluso, tal como lo dispone el
Artículo 582 de la LOT, a las enfermedades no profesionales, que constituyen
endémicas reinantes en dichos lugares y que se contraen con ocasión del
trabajo. Sobre ellas no pesa indemnización alguna, pero sí la obligación de la
asistencia médica por parte del empleador.
Su propósito legislativo tiene que ver con la constitución de una tecnología
que incorpora a los riesgos comunes existentes en el ámbito social, nuevos
riesgos, de los cuales el patrono es responsable. Algunos pretenden ver en este
instituto una especie de móvil humanitario propio de la solidaridad de quien
recibe un servicio de la víctima.
Consiste en prestar, de inmediato el auxilio de la asistencia médica,
hospitalaria, farmacéutica y quirúrgica, que el trabajador necesite como
consecuencia de la enfermedad profesional desencadenada. Implica, incluso, la
obligación de trasladar al trabajador al lugar donde deba recibir estos servicios
y tiene como finalidad prevenir o disminuir algunas consecuencias que pudiera
producir la lesión de no ser atendida de inmediato.
Los convenios 17, 121 y 155 de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT) rigen esta materia. En Venezuela han sido ratificados tanto el convenio
121 como el 155.
La importancia de la asistencia se puede ver desde varias vertientes. En
primer lugar desde la necesidad del trabajador de salir del siniestro con el
menor prejuicio posible. En segundo lugar, desde el interés patronal de pagar la
menor indemnización legal posible con base en su oportuno auxilio a la
víctima y, en tercer lugar, desde la óptica social de auspiciar una política para
que cada vez haya menos inválidos, menos disminuciones de la capacidad
laboral en beneficio de la productividad.
La dirección de esa asistencia corresponde a los facultativos contratados por
el patrono, salvo que un facultativo oficial asuma la responsabilidad del
tratamiento inmediato al trabajador. En todo caso el Artículo 578 de la Ley
Orgánica del Trabajo (LOT) dispone que cuando el empleador tenga
hospitales, clínicas o establecimientos análogos, declarados suficiente por el
ministerio del ramo, tendrán derecho a prestar esa asistencia en sus
establecimientos y los trabajadores lesionados no podrán pretender que le sea
prestada en otra parte.
Conforme a lo dispuesto en el Artículo 579 de la Ley Orgánica del Trabajo
(LOT), si las víctimas de las enfermedades profesionales se negaren a
someterse a los tratamientos indicados por los facultativos que prestan dicha
asistencia médica, el patrono quedará relevado de esta responsabilidad.
La asistencia es distinta de la indemnización que pueda o no corresponderle
al trabajador. Es más, en ningún momento la citada indemnización podrá verse
disminuida por los gastos de la asistencia médica. Una cosa es la reparación
material del daño sufrido y otra la indemnización que ordene la ley cancelar al
trabajador.
Alguna doctrina se pregunta sí, para el caso del que el trabajador provea
estos gastos médicos, el patrono está obligado o no a reembolsarlos. La tesis
dominante en la legislación hispanoamericana es que, cuando esos gastos no ha
mediado la autorización del patrono, éste no es responsable de los mismos. Sin
embargo, cuando la víctima no está conforme con el médico podrá reclamar
ante la autoridad judicial competente y esta determinará sobre la justeza del
reclamo. Se entiende que estas alternativas están fuera de lugar en los casos en
que la atención médica se presta ante un sistema de seguridad social
promovido por el Estado, tal como el seguro social obligatorio.
Por otra parte, se tiene como una obligación de hacer y, por lo tanto, no
incurre en mora el empleador respecto de ella hasta tanto no sea intimido para
el pago de ella. El médico, por su parte, está obligado no sólo a la atención
médica sino lograr la readaptación de la víctima al trabajo y certificar la
capacidad o incapacidad del trabajador para reasumir sus tareas laborales.
Confusiones aún no resueltas definitivamente. No se sabe si lo que estima,
en cuanto al monto de estos gastos médicos nuestra ley nos somete a hasta un
máximo de cinco salarios mínimos, son los gastos médicos o los gastos de
entierro. Es probable que se refiera a los gastos de entierro puestos que cinco
salarios mínimos no tienen ninguna significación al momento de atender una
enfermedad profesional.

NORMATIVAS QUE SUSTENTAN LAS CONSECUENCIAS DE LAS


ENFERMEDADES PROFESIONALES EN EL ÁMBITO LABORAL
VENEZOLANO

Cuando se diagnostica una enfermedad profesional en un trabajador, existe


toda una normativa dispuesta a regular esta materia, en especial lo referente a
las indemnizaciones y a la responsabilidad objetiva del patrono. Es una
normativa bastante amplia y por consiguiente requiere de un análisis
minucioso donde tendremos en primer lugar la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (1999) que en habidas cuentas se encuentra regulado
el derecho a la salud de las personas cuya obligación le corresponde al Estado,
por consiguiente, tenemos la Ley Orgánica del Trabajador (1997) cuya
normativa tiene plena aplicación, pero hay otros de tipo sustantivo ya
regulados por una ley especial sobre la materia como es el caso de Ley
Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (1999) de
hecho es una ley muy fuerte que da excesiva responsabilidad a los patronos
inclusive. Estableciendo penas tanto administrativas como penales, y por
último la Ley Orgánica de Seguridad Social Integral (1996) prevé la
supervisión y control de lugares de trabajo.
Disposiciones Constitucionales
Mantener la salud de los trabajadores, es importante no sólo por el hecho de
su rendimiento en la producción sino por tratarse de personas que tiene el
derecho de que sea garantizando su salud en el trabajo, protegiendo el
ambiente donde laboran e indemnizándolos, cuando se presente una
enfermedad profesional u ocupacional.
El derecho a la salud en Venezuela está sustentado en la Constitución
Bolivariana de Venezuela, estableciendo en su Artículo 83; el cual nos explica
que la salud es un derecho social, cuya obligación le corresponde al Estado
garantizar como parte el derecho a la vida. Además el Estado desarrollará
políticas para elevar la calidad de vida y el acceso a los servicios médicos y de
salud. Es importante destacar que todas las personas tienen derecho a la
protección, la salud, participar en la campañas de salud que ofrece el Estado y
cumplir con las medidas de sanidad para el bienestar colectivo de las personas.
Sin embargo, el Artículo 86 dispone el derecho a la seguridad social que
garantice la salud y asegure protección en contingencias de maternidad,
enfermedad, invalidez, riesgos laborales, discapacidad y cualquier otra
circunstancia.
El Estado deberá asegurar ese derecho creando un sistema de seguridad
social integral cuya ausencia de capacidad no podrá ser excluido del derecho
a la protección de la salud de las personas. Los recursos financieros no podrán
ser destinados a otros fines, y por otra parte los trabajadores que realicen
cotizaciones para cubrir servicios médicos podrán ser administrados con fines
sociales bajo la rectoría del Estado.
Según lo establecido en el Artículo 87 el Estado tiene el deber de proteger al
trabajador, al expresar que:

Toda persona tiene derecho al trabajo y el deber de


trabajo. El estado garantizará la adopción de medidas
necesaria a los fines de que toda persona pueda tener una
ocupación productiva que le proporcione una existencia
digna y decorosa y le garantice el pleno ejercicio de ese
derecho. La ley adoptará medidas tendentes a garantizar
el ejercicio de los derechos de los trabajadores no
dependientes. La libertad del trabajo no será sometida a
otras restricciones que las que la ley establezca.

Todo patrono o patrona garantizará a sus trabajadores y trabajadoras


condiciones de seguridad, higiene y ambiente de trabajo adecuados. El Estado
adoptará medidas y, creará instituciones que permitan el control y promoción
de estas condiciones.
Conviene indicar que el objeto del Estado es proteger la salud integral de
los trabajadores así como también la seguridad de estas en su centro de trabajo
y desarrollar sistemas para la seguridad social integral para el beneficio
colectivo y el acceso a servicios médicos e instituciones que crea el estado
para un desarrollo social y económico del país, la seguridad integral y salud
de sus ciudadanos.
Ley de Seguro Social
La Ley de Seguridad Social Integral (1998), reformada en fecha 26 de
Octubre de 1999 tiene como fin regir las situaciones con ocasión de la
protección de la seguridad social en las contingencias de enfermedad,
invalidez, muerte entre otros.
Por esta Ley están protegidos los trabajadores permanentes y bajo la
dependencia de un patronal que presten sus servicios. El seguro aplicará
prestaciones de asistencia médica y prestaciones de dinero por incapacidad
temporal, cuando el Ejecutivo Nacional lo considere necesario.
En caso de incapacidad temporal debido a una enfermedad tienen derecho a
una indemnización diaria desde el cuarto (4 to) día de la incapacidad que no
podrá exceder de 52 semanas. Cuando el asegurado sometido a tratamiento
médico por una enfermedad se agota el lapso de prestaciones médicas y de
dinero por incapacidad temporal tendrá derecho a que continúe recibiendo
dichas prestaciones.
La Ley del Seguro Social, en vigencia desde 1945, considera inválido a una
persona que pierda más de dos tercios de su capacidad a causa de una
enfermedad profesional en forma permanente o temporal, las personas que
queden o se invaliden a consecuencia de una enfermedad profesional tiene
derecho a una pensión, cuya pensión no podrá ser inferior a los dos tercios
(2/3) del salario del asegurado y se pagará después de transcurridos 6 meses
de la fecha que inicio el estado de incapacidad y durante el tiempo que
subsista.
El asegurado que por causa de una enfermedad profesional quede
incapacitado mayor de (25%) ni supere los dos tercios tiene derecho a una
pensión y por incapacidad mayor de (5%) y no superior del 25% tiene derecho
a una indemnización única, dichas pensiones por incapacidad se configura
mientras esta subsista.
El Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, (IVSS) debe prescribir
exámenes, tratamientos y rehabilitación con el fin de retardar o disminuir el
estado de incapacidad del trabajador. El incumplimiento de estas medidas por
parte del beneficiario no se someta a dichas indicaciones.
La Ley de Seguro Social le da derecho a prestaciones de sobrevivientes en
caso de que falleciere un asegurado o beneficiario dando derecho por partes
iguales a los hijos, cónyuge o concubino de dichas pensiones se pagaran desde
el día siguiente al del fallecimiento del causante.
En cuanto a las sanciones el infractor habrá de incurrir en el pago de una
multa que le corresponderá imponer al jefe de la oficina administrativa.
El Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) tendrá derecho a
exigir no solo el pago de las cotizaciones (que corresponden 11%, 12%, 13%
por riesgo mínimo, medio y máximo para las empresas y 4%, 34% en caso
prestaciones de dinero por una incapacidad, muerte del asegurado) sino
también el reembolso ya sea la totalidad de las prestaciones suministradas y
en curso de pago o bien la diferencia entre estas prestaciones, y las que
hubieran sido debidas si las declaraciones del patrono han sido exactas tal
como lo prevé el Artículo
En conclusión el objeto de la Ley del Seguro Social es las prestaciones de
dinero y servicio médico a los asegurados por el seguro social obligatorio para
la protección de la seguridad social en caso de enfermedades profesionales a
personas afectadas por incapacidad temporal, invalides e incapacidad parcial.
Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo
La Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de
Trabajo, (1999) es un instrumento jurídico que consta de doce Capítulos,
constituidos en 43 Artículos. El capítulo IX presenta las normativas en cuanto
al régimen de reparación o indemnización por riesgos laborales. Dicho capítulo
titulado; de las Sanciones, consta de un solo Artículo; que es el Artículo 33.
Este Artículo hace referencia a las graves sanciones de orden final,
indemnizatorio y administrativo, a los que infrinjan las disposiciones de la
presente ley. Las primeras se traducen en pena de prisión desde 2 a 8 años;
las indemnizatorias se refieren a cantidades de dinero que el patrono está
obligado a pagar al trabajador, que se incapacite por una enfermedad
profesional, las cuales pueden ser de 5 años de salarios contados por días
continuos, las administrativas con sistema en multas y sanciones tales como el
cierre parcial o total de la empresa infractora.
La Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo,
crea en su Artículo 33, un régimen indemnizatorio especial o una prestación
indemnizatoria complementaria y totalmente independiente del régimen
indemnizatorio común regulado por la Ley Orgánica del Trabajo.
Este régimen se organiza en doce parágrafos, que determinan según las
consecuencias de la enfermedad profesional ocasionado al trabajador, el tipo
de sanciones e indemnización destinada a dicha responsabilidad.
Viene a constituir el Artículo 33 de la LOPCYMAT el más relevante
titulado De las Sanciones. Él contempla que en caso de una enfermedad
profesional el empleado o patrono puede ser responsable del mismo, sino
cumple con los preceptos de ley, originando indemnización de un monto
tarifado dependiendo del tipo de consecuencia que produzca el riesgo laboral.
Igualmente expone los casos de exoneraciones de responsabilidad patronal
y establece la obligación de pagar a los parientes con ocasión de la muerte del
trabajador.
Así mismo contempla la correcta aplicación de las sanciones
administrativas de cierre parcial o definitivo de una empresa, multas,
suspensión total o parcial de las actividades de la empresa; sanciona con
despido a los funcionarios de los institutos que falten a los requisitos de ley e
impone sanciones pecuniarias que ingresarán al tesoro nacional.
Por otro parte sanciones a los trabajadores que incumplan con las normas
de seguridad social con amonestación y en caso de gravedad con despedido.
Por último expone la posibilidad de acudir a jueces de primera instancia de
trabajo si fuese el caso.
Es importante destacar que las indemnizaciones que prevén la ley son
originadas por imprudencia, negligencia del patrono, a sabiendas del hecho
riesgoso que produjo una consecuencia de enfermedad profesional al
trabajador; mientras que las indemnizaciones que derivan del seguro social
son de parte del trabajador por haber cotizado en ocasión al trabajo, por lo
tanto si ocurre un riesgo laboral y no prueba la imprudencia o negligencia del
Patrono esta ley no se aplica sino la del seguro social o la Ley Orgánica
del Trabajo dependiendo del caso en cuestión.
Del inicio del enunciado del Artículo 33 de la mencionada ley fue excluido
del presente análisis, por ésta de orden final ya que se limita al estudio de las
responsabilidades indemnizatorias y administrativas; analizando lo siguiente:
Parágrafo Primero
Este primer enunciado expresa:

Dadas las situaciones de hecho contemplados en este


artículo y en (31) de la presente ley, cuando se hubiere
ocasionado la muerte del trabajador, el empleador queda
obligado a pagar a los parientes del difunto que parecen
en el artículo 148 de la ley del trabajo y en el orden
establecido en la citada disposición, una indemnización
equivalente al salario de cinco (5) años contados por
días continuos.

De acuerdo con el planteamiento, la ley expresa que la obligación de


indemnizar es suficiente que se den las situaciones de hecho, es decir que se
produzca la muerte del trabajador ocasionada por el incumplimiento por parte
del empleador.
En tal sentido para que nazca la responsabilidad del empleador, es necesario
que exista un acto de comisión culpable, es decir dejar de cumplir una
obligación legal, que cause la muerte al trabajador y que entre el acto de
Comisión culpable y el daño causado existan un nexo de casualidad.
En el primer caso alcanzado con la voluntad de no cumplir con las
obligaciones impuestas por la ley; en el segundo caso es necesario que el
empleador sitúe a sabiendas que el trabajador corre peligro.
Por otra parte “El empleador queda obligado a pagar a las parientes del
difunto que aparecen en el Artículo Nº 148 de la Ley del Trabajo y en el
mismo orden citada disposición. ” sin embargo en los actuales momentos el
Artículo Nº 148 corresponde al Artículo 568 de la Ley Orgánica del Trabajo
(LOT) vigente, en el mismo no se expresa ningún orden.
Por el contrario, enumera una serie de parientes que deben recibir
indemnización; los hijos menores, hijas solteras, etcétera.; pero no establece
ningún orden entre ellas.
En caso de la indemnización sea pedida simultáneamente por dos o más de
dichas personas, la indemnización se distribuirá entre todas, por partes
iguales; es decir que todas las personas enumeradas en el Artículo 568 tienen
igual derecho de indemnización.
Por último la ley fija el monto de indemnización debida por el empleador a
cinco años de salario para el caso de la muerte. Para liquidar el monto
debe tomarse en cuenta el salario del trabajador, indicando que la liquidación
debe traerse basándose por días continuos y no con otro criterio.
Parágrafo Segundo
Señala el enunciado:

Igualmente el empleador queda obligado, dadas las


situaciones de contempladas en este artículo y en el
treinta y uno (31) de la presente ley, a lo siguiente:
1. En caso de incapacidad absoluta y permanente para el
trabajador, pagará al trabajador una indemnización
equivalente al salario de cinco (5) años contados por días
continuos.
2. En caso de incapacidad absoluta y temporal para el
trabajo, pagará al trabajador una indemnización
equivalente al triple del salario correspondiente de los
días continuos que hubiere durado la incapacidad.
3. En caso de incapacidad parcial y permanente para el
trabajo, pagará al trabajador una indemnización
equivalente al salario de 3 años contados por días
continuos.
4. En caso de incapacidad parcial o temporal, para el
trabajo, pagará al trabajador una indemnización
equivalente al doble del salario correspondiente de los días
continuos que le hubiere durado la incapacidad.

En el inicio del parágrafo, queda notificado que en materia de Prevención


de riesgos laborales, es competencia del patrono, convirtiéndolo en deudor de
seguridad; es decir que es a él a quien en la relación de trabajo, se le impone
la obligación de velar por la seguridad de los trabajadores, ya que al infringir
los mismos quedan obligado a indemnizar el daño sufrido por los trabajadores
como consecuencia y en ocasión al trabajo; es por tanto necesario que la
incapacidad haya sido causada por que el empleador no cumplió con las
disposiciones de ley.
Generalizando en el ámbito universal que se plasma en esta normativa,
impone un sistema conforme al daño sufrido por el trabajador debe ser
indemnizado por el patrono, ese principio es contemplado el orden de pagar
por la indemnización debida, determinándose por la ley según el tipo de
incapacidad sufrida.
Este aspecto limita fuertemente la responsabilidad patronal y libera al
trabajador de probar el daño sufrido, ya que la ley estipulo las cuatro tipos de
incapacidad existente:
(a) Absoluta y permanente
(b) Absoluta y temporal
(c) Parcial y permanente
(d) Parcial o temporal.
Parágrafo Tercero
Reza en su contexto:

Cuando la secuela o deformaciones permanentes


provenientes de enfermedades profesionales o accidente
de trabajo, haya vulnerado la facultad humana del
trabajador, más allá de la simple pérdida de su
capacidad de ganancias, en las condiciones y
circunstancias contempladas en el artículo treinta y uno
(31) de esta ley, el empleador será castigado con cinco
años de prisión. Igualmente, queda obligado a pagar al
trabajador, por concepto de indemnización, una
cantidad de dinero equivalente al salario integral de
cinco (5) años contados los días continuos.

Señala este enunciado, el daño originado como consecuencia del trabajo


que deja secuela definitiva, se considera equiparable a las incapacidades
según el grado que señale la reglamentación de la presente ley, sin embargo,
supone una modificación en el criterio para evaluar el daño sufrido por el
trabajador, constituye un avance notorio a las ideas en materia de
indemnización de los riesgos laborales y supone el abandono del criterio que
consideraba al trabajador un ente económico que solo se indemnizaba la
pérdida total o parcial de su capacidad de obtener un salario.
El contexto manda que se indemnice, no sólo en pérdida económica, sino
también la pérdida de la facultad humana del trabajador como ente integral de
la sociedad, señalando que la vulnerabilidad de la facultad humana puede
provenir no sólo de una lesión física, sino también de la alteración de la
integridad emocional y psíquica que las lesiones puedan provocar.
Las deformaciones permanentes consisten en deformaciones físicas
visibles, que pueden repercutir en la esfera psicológica del individuo, por lo
cual la ley sanciona penalmente y materialmente cuando se vulnera la
facultad humana.
La ley fija el monto de la indemnización, según la entidad del daño
sufrido, si el accidente o enfermedad de secuelas y deformaciones
permanentes que vulneren la facultad humana, la indemnización será
equivalente a cinco (5) años de salario, contados por días continuos, aún
cuando la incapacidad fuera parcial.
Parágrafo Quinto
Cita el contenido:
El empleador queda exonerado de toda
responsabilidad, cuando concurran las siguientes
situaciones de hecho:
1. Que el accidente hubiese sido provocado
intencionalmente para la víctima.
2. Que el accidente sea debido a fuerzas mayor
extraña al trabajo, sino se comprobare la existencia de
un riesgo especial.

El contexto del citado artículo no es claro, si la exoneración de


responsabilidad se refiere a la obligación de indemnizar a la sanción penal.
La fuente del texto puede encontrarse en el Artículo 563, en el enunciado A y
B de la Ley Orgánica del Trabajo, que no refiere a la responsabilidad penal
sino a la obligación de indemnizar, cita el contenido:

Quedan exceptuadas de las disposiciones de este


titulo y sometido a las disposiciones del derecho
común, o a las especiales que les conciernan, los
accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales
que se sobrevengan: a) cuando el accidente hubiese sido
provocado intencionalmente por la víctima; b) cuando
el accidente sea debido a la fuerza mayor extraña al
trabajo, comprobare la existencia de un riesgo especial.

Dicho fundamento es compartido por Montero (1998), en su obra titulado


Estudio sobre La Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio
Ambiente de Trabajo; ya que de cualquier manera el texto resulta inapelable,
ya que el mismo exige que concurran dos circunstancias; una es que el
accidente hubiera sido provocado intencionalmente por la víctima. Es obvio
que si la intención de la víctima es la única causa no hay situación de delito,
que requiere la culpa del empleador. En cambio, si se dan las circunstancias de
delito, pero la víctima contribuyó en su comportamiento negligente o culpable
a que el hecho ocurriera, su culpa o no libera de responsabilidad al empleador
ya que no existe compensación de culpa.
Dentro de este orden de ideas la segunda, circunstancia es cuando el
accidente sea debido a fuerza mayor extraña al trabajo, si no que comprobare
la existencia de un riesgo especial. Esta claro que si el accidente ocurrió
exclusivamente por la fuerza mayor y no existe culpa de empleador no
encontramos la existencia de un delito. La exoneración del empleador viene
dada por el hecho de no haber incurrido en las premisas del presente parágrafo.
Esta mencionada situación ha de tener muy poca aplicación en cuanto a
la exoneración de la obligación de indemnizar, ya que la misma nace cuando
el cambio es causado por una omisión culpable del empleador.
Parágrafo décimo segundo
Establece lo siguiente:
“Por ante los jueces de primera instancia de trabajo se ventilará lo
concerniente al pago por las distintas incapacidades contempladas en la
presente ley.”
Es importante que quede claro, que los trabajadores, ya sea
individualmente, por medio de sus representantes sindicales u otros,
reclamen por el daño causado con relación al trabajo en caso de que el
empleador niegue que se le demande ante los jueces de Primera Instancia del
Trabajo, para aclarar dicha situación es necesario hacer valer los derechos
debiendo hacerlo a través de la acción, que no es otra cosa que el derecho de
percibir ante los jueces lo que no se les debe o corresponde. Dicho de otra
manera, es un derecho subjetivo público, el cual se requiere la intervención
del órgano jurisdiccional, para la protección de una pretensión jurídica.
El legislador, sin duda alguna, sanciona con la conducta del empleador
frente a las incapacidades que pueda sufrir el trabajador en ocasión al trabajo,
agotando previamente los pasos para el reclamo de tal propósito no lo enunció
en el parágrafo, quedando como algo tácito o sobreentendido.
Como deber de previsión por parte del empleador en beneficio del
trabajador, los artículos 1y 2 de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y
Medio Ambiente de Trabajo (1986) le obliga a: “garantizar a los empleados,
trabajadores permanentes y ocasionales, condiciones de seguridad, salud y
bienestar, en un medio ambiente de trabajo adecuado y propicio para el
ejercicio de sus facultades físicas y mentales.”
En materia laboral, desde que el hombre toma al trabajo para la satisfacción
de las necesidades personales como los de la sociedad, el trabajo se convierte
en hecho social, dentro de un sistema integral de producción, en el cual son
los mismos trabajadores que contribuyen el progreso económico y social del
país.
El buen estado de salud de un trabajador influye directamente en la
producción individual y el de la nación; por tanto asegurará la salud de los
trabajadores debe ser la razón de ser de la sociedad.
Las consecuencias tanto sociales como económicas de las enfermedades
profesionales son de proporciones alarmantes si añadimos los costos de
curación o existencia médica, así como el número de horas de trabajo
perdido, se comprende la magnitud del problema.
El nuevo concepto de La Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y
Medio Ambiente de Trabajo, no sólo contempla al trabajador como ente
económico, sino como ser humano y sanciona más gravemente a quien
lesione su facultad de goce y disfrute de la vida, que para recibir salario.
Lamentablemente, en muy varias excepciones el empresario venezolano se
ha preocupado por satisfacer las exigencias del trabajador, puede que el
desarrollo industrial de Venezuela con el apoyo tecnológico, no guarde
relación con las medidas de prevención que deben amparar, al trabajador en
cualquier sociedad organizada y moderna.
Ley Orgánica de Seguridad Social Integral
Esta ley en su Título I plantea los principios generales en que se fundamenta
en el cual dispone que el Estado tiene la responsabilidad de garantizar el
derecho constitucional a la seguridad social. La Ley Orgánica de Seguridad
Social Integral, (1998) tiene como fin proteger a las personas ante las
contingencias de enfermedades, sean o no con ocasión al trabajo.
En el Título III de la mencionada ley se titula Subsistemas que conforman
el Sistema de Seguridad Social Integral de ahí que en el Capítulo III se
fundamente un fondo especial, cuyo fondo solidario de salud administrará, con
patrimonio y contabilidad separada, destinado a la atención de enfermedades
de alto costo, riesgo y largo plazo, cuyo objeto será garantizar el sistema de
Seguridad Social integral la protección contra estas contingencias de manera
que el financiamiento de dicho fondo estará constituido por un porcentaje de
las cotizaciones obligatorias.
Los riesgos laborales serán financiados exclusivamente por el empleador,
quien debe cancelar una cotización adicional para las coberturas dinerarias o
de otra índole en materia de salud por incapacidad temporal o parcial de las
personas pues bien en caso de enfermedad profesional en lo que se refiere
toda la responsabilidad caen sobre el empleador que debe pagar no solo una
suma de dinero para indemnizar sino que también está previsto que pague una
cotización al seguro social para que este a su vez le de prestaciones a las
personas incapacitadas. ( Ver. anexo B).
El objeto de la Ley Orgánica de Seguridad Social Integral, es garantizar a
los trabajadores un medio ambiente de trabajo adecuado para el desarrollo de
sus facultades físicas y mentales así como condiciones de seguridad, salud
y bienestar, así como también métodos para prevenir las enfermedades
profesionales y la reparación de los daños derivados y la rehabilitación y la
reinserción al trabajo.
El estado creará instituciones públicas y privadas para la atención y
prevención de los riesgos laborales. El Instituto Nacional de Prevención,
salud y seguridad laboral tendrá a su cargo la calificación y determinación de
los niveles de riesgo, determinado el grado de incapacidad parcial y de
invalidez en caso de enfermedad profesional.
A fin de cuentas la Ley Orgánica de Seguridad Social Integral su objeto
principal consiste asegurar a las personas trabajadoras todo lo concerniente a
las enfermedades que pueden ocurrir con ocasional trabajo y el derecho
constitucional a la seguridad social y el de la salud cuya responsabilidad es
del Estado, el pago de una cotización de parte del Estado y un medio
ambiente de trabajo adecuado para el desarrollo de la actividad física y mental
de las personas.
Ley Orgánica del Trabajo
Dentro de la concepción de prever posibles enfermedades profesionales,
generadas por la realización del trabajo que desempeña, es una obligación por
parte del empleador según Artículo 237 de la LOT advertir al trabajador de los
riesgos a que son expuestos al estar en contacto con algo en ocasión al trabajo
donde expresa lo siguiente:

Ningún trabajador podrá ser expuesto a la acción de


agentes físicos, condiciones ergonómicas, riesgos
psicosociales, agentes químicos, biológicos o de
cualquier otra índole, sin ser advertido acerca de la
naturaleza de los mismos, de los daños que pudieren
causar la salud, y aleccionado en los principios de su
Prevención.
Sin embargo, el Artículo 236 establece la obligación del empleador a
garantizar la integridad física, mental del trabajador mientras labore en el sitio
de trabajo, dispone:

El Ejecutivo Nacional, en el Reglamento de esta Ley


o en disposiciones especiales, determinará las
disposiciones que correspondan a las diversas formas de
trabajo, especialmente en aquellas que por razones de
insalubridad o peligrosidad puedan resultar nocivas, y
cuidará de la prevención de los infortunios del trabajo
mediante las condiciones de medio ambiente y las con
las relacionadas.

El Artículo 16 del Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo estipula los


deberes fundamentales del patrono donde el patrono observará, entre otros, los
siguientes deberes fundamentales: pagar el salario correspondiente al
trabajador; adoptar medidas adecuadas para evitar daños en su persona, con
ocasión a la prestación de sus servicios; garantizar la adecuada calificación
profesional y sus condiciones físicas y mentales; brindar igualdad de trato y
oportunidades a los trabajadores.
Ante la concurrencia de enfermedad profesional en las que el trabajador se
ve perjudicado, está en el Artículo 560 de la misma Ley contempla:

El empleador está obligado a pagar a los trabajadores


y aprendices ocupados por ellos, las indemnizaciones
puestos en este titulo por los accidentes y por las
enfermedades profesionales, ya provengan del servicio
mismo o con ocasión directa a él, exista o no culpa o
negligencia por parte de la empresa o por parte de los
trabajadores o aprendices.
En cuanto a las indemnizaciones y montos que tenga derecho los
trabajadores con ocasión al trabajo o el ambiente en que laboren tendrán
derecho a ser indemnizados, cuyos montos varían según sea el grado de
incapacidad, es importante destacar que el Artículo 576 estipula:

En los casos de trabajo por unidad de obra, por pieza


o a destajo por tarea, el salario para calcular las
indemnizaciones que deben pagarse conforme a lo
dispuesto en los artículos precedentes, será el promedio
de los que haya percibido el trabajador en los tres meses
inmediatamente anteriores al accidente o a la fecha en
que quedó imposibilitado para asistir al trabajo por razón
de la enfermedad profesional.

Este artículo prevee obligaciones del patrono cuando el trabajador está en


condiciones de trabajo por unidad de obra, por pieza o a destajo a fin de
garantizarle las obligaciones de empleador para con estos trabajadores.
El Artículo 566 fundamenta legalmente la condición de incapacidad
absoluta y permanente, la certificación médica, es una valoración de las
habilidades del trabajador que fueron anulados como consecuencias de las
enfermedades y/o accidentes de trabajo. Esta certificación posee un valor
probatorio importante ante los órganos que se ocupan de la aplicación de las
leyes e indemnización correspondientes.
De aquí que, hay que recordar de lo expuesto en el capítulo anterior las
conceptualizaciones básicas de las diferentes incapacidades, entre ellas:
La Incapacidad Absoluta: Es aquella que deja una invalidez completa para
el trabajo, arte u oficio a que se dedicaba el trabajador antes de la lesión. Es
una invalidez incurable que, desde el punto de vista del trabajo, se asimila a la
muerte del trabajador. Se trata de incapacidades que imposibilitan al trabajador
de realizar la misma labor que venia ejerciendo, pero que le permiten llevar a
cabo otras actividades.
Incapacidad absoluta y permanente: Se indemniza con una cantidad llevar a
cabo otras actividades equivalentes al salario de dos años, sin que la misma
pueda exceder del equivalente a veinticinco (25) salarios mínimos, sea cual
fuere la cuantía del salar
Incapacidad Absoluta y Temporal. Se indemniza con una cantidad
equivalente al salario correspondiente a los días en que permaneció
incapacitado el trabajador enfermo o accidentado o, lo que es lo mismo, a los
días que duro la incapacidad absoluta y temporal, sin que la misma pueda
exceder del salario correspondiente a un año
Incapacidades Parciales: Son aquellas que producen una disminución de la
aptitud laboral de la víctima.
Incapacidad Parcial Permanente: Se indemniza con una cantidad que se
fijará teniendo en cuenta el salario y la reducción de la capacidad de ganancia,
causada por el accidente, sin que la misma pueda, exceder del salario de un
año, ni de la cantidad equivalente a quince salarios mínimos, sea cual fuere la
cuantía del salario.
Incapacidad Parcial Temporal: Igualmente, se indemniza teniendo en
cuenta el salario, la reducción de la capacidad de ganancia causada por la
enfermedad y los días que dure la incapacidad, sin que la misma pueda exceder
del salario correspondiente a un año.
Conviene indicar que la protección legal establecida en le Ley Orgánica del
Trabajo tiene alcances diferentes, y depende de las situaciones que afecten al
trabajador, entre estos los abusos del patrono, los despidos injustificados, los
infortunios laborales y las enfermedades laborales. (Ver. Anexo C).
Igualmente están las sanciones para el patrono en los Artículos 625 LOT
que se plantea que las infracciones serán objeto de sanciones, sin perjudicar
las acciones penales y civiles y en cuanto al Artículo 633 LOT en caso de
infracción referentes a las condiciones de higiene y seguridad industrial, se
impondrá al patrono una multa no menor al equivalente de un cuarto (1/4) de
salario mínimo, ni mayor de dos salarios mínimos. En efecto en caso que no
obedeciere incurrirá en una multa equivalente no menor (1/4) de salario
mínimo, ni mayor de cuatro salarios mínimos.
Un factor importante está en que la protección legal del trabajador, además
de la responsabilidad del patrono público o privado es una necesidad jurídica y
social que mejora la calidad de vida del trabajador, pues de ella se beneficia
quien realiza el trabajo determinado, pero indirectamente su medio familiar y
la sociedad quién tendrá en el trabajo una persona reconocida, segura y
capaz, con lo cual contribuye al desarrollo social del país.
Casos de Exención de Responsabilidad Patronal
Según Longa (1999) en su obra titulada Ley Orgánica del trabajo
Comentada. Explica que por extensión se entiende la situación de privilegio o
inmunidad de que goza una persona o entidad para no ser comprendida en
alguna carga u obligación o para regirse por leyes especiales. En el caso que
ocupa al tratarse de la extensión de responsabilidad por accidente de trabajo, se
refiere a la inmunidad que ampara a los patronos cuando, producido un
infortunio laboral, quedan excluidos de la obligación de pagarle al subordinado
que haya resultado víctima del siniestro y a veces a sus causahabientes la
indemnización que establece la LOT. Para Cabanellas no se trata de extensión,
considera el autor argentino, que en realidad se trata de inaplicación de las
normas por cuanto no se ha llegado a configurar el accidente de trabajo como
tal.
Derecho Comparado
Según el Artículo 4º del Decreto 3.170, del 1º de diciembre de 1964, por el
cual se aprobó el Reglamento general del seguro social obligatorio de
accidentes y enfermedades profesionales de Colombia, no se considera
accidente del trabajo, a los efectos del mismo: a) El provocado
deliberadamente por la víctima o por sus causahabientes, o el que fuere
responsable directa o indirectamente; b) El producido por culpa grave de la
víctima, considerándose igualmente como tal, entre otras, la desobediencia
deliberada de órdenes de empresa, el incumplimiento manifiesto intencional de
las disposiciones del reglamento de prevención de riesgos y la embriaguez o
cualquier otra forma de toxicomanía o de narcosis; c) El que se deba a fuerza
mayor conforme a la definición del Código Civil.
El Artículo 413 del Código de Trabajo de Honduras determina que no son
riesgos profesionales: a) Los ocurridos a los trabajadores a causa de fuerza
mayor extraña y sin relación alguna con el trabajo; b) Los provocadores
intencionalmente por la víctima; c) Los debidos a estados de embriaguez
voluntaria, a no ser que en este caso el patrono o su representante hayan
permitido al trabajador el ejercicio de sus funciones. El Artículo 439 del citado
código estable que el patrono quedará exento de toda responsabilidad por
riesgos profesionales: 1. Cuando el accidente ocurra encontrándose el
trabajador en estado de embriaguez; 2. Cuando la víctima demore
intencionalmente su curación, utilizando procedimientos ilícitos con el fin de
aumentar el importe de la indemnización correspondiente; 3. Cuando sean
simulados; 4. Cuando se trate de trabajos ajenos a la empresa del patrono; 5.
Cuando se trate de trabajadores a domicilio; 6. Cuando se trate de trabajadores
domésticos; 7. Cuando se trate de trabajos en familia o de una industria
puramente familiar; 8. Cuando se trate de trabajadores que sean contratados
eventualmente, sin un fin comercial o industria; 9. Cuando la incapacidad sea
el resultado de una riña o intento de suicido; 10. Cuando se trate de
trabajadores permanentes que sean contratados por una empresa para fines
industriales cuyo número no pase de 5, con tal que el capital de la empresa sea
menor de 10.000 lempiras; 11. Cuando se trate de trabajadores permanentes
que sean contratados para fines agrícolas o ganaderos, cuyo número no pase de
10; 12. Cuando el accidente sea debido a fuerza mayor extraña al trabajo; 13.
Si los trabajadores están ocupados en labores de transporte agrícola de tracción
animal, salvo cuando éste se hiere sobre rieles.
Más concreto es Artículo 488 de la Ley Federal del Trabajo de México en
cuanto a las causales que eximen de la responsabilidad patronal. Dispone el
citado artículo: “El patrón queda exceptuado de las obligaciones que dispone el
artículo anterior en los casos y con las modalidades siguientes: I. Si el
accidente ocurre encontrándose el trabajador en estado de embriaguez; II. Si el
accidente ocurre encontrándose el trabajador bajo la acción de algún narcótico
o droga enervante, salvo que exista prescripción suscrita por el médico; III. Si
el trabajador se ocasiona internacionalmente una lesión por sí solo o con
acuerdo con otra persona; y IV. Si la incapacidad es el resultado de alguna riña
o intento de suicido. El patrón queda en todo caso obligado a prestar los
primeros auxilios y a cuidar del traslado del trabajador a su domicilio o a un
centro médico”.
Para el Artículo 7º del Decreto ley 7.036, del 10 de octubre de 1944, vigente
en el Brasil hasta 1976, no se consideraban accidentes de trabajo; a) El que se
produjere como consecuencia del dolo de la víctima, incluyéndose en tal caso
la desobediencia a las órdenes expresas del patrono; b) El que proviniere de
una fuerza mayor, salvo el caso de acción de fenómenos naturales
determinados o agravados por las instalaciones propias del establecimiento o
por la naturaleza del servicio; c) El que ocurriere en el transcurso de la ida del
trabajador al local de su ocupación o a su regreso del mismo, salvo si los
medios de locomoción fueren suministrados por el patrono o si el trabajador
debiere emplear forzosamente vías y medios que fueran reales peligros y no
estén abiertos al tránsito ni al público en general.
El Artículo 4 de la Ley Argentina 9.688 establece que el patrono está exento
de toda responsabilidad por concepto de un accidente del trabajo; a) Cuando
éste hubiese sido intencionalmente provocado por la víctima o proviniese
exclusivamente de culpa grave de la misma; b) Cuando fuere debido a fuerza
mayor extraña al trabajo. “Cesará igualmente la responsabilidad del patrón con
respecto a cualquiera de los derechohabientes de la víctima que hubiese
provocado voluntariamente el accidente u ocasionándolo por su culpa grave”.
Las únicas excepciones son las expresadas; la responsabilidad patronal se
presume en todos los accidentes producidos en los casos previstos en la Ley.
De conformidad con los términos de la Ley 9.688, las causas de exención
de la responsabilidad patronal en caso de accidente de trabajo derivan; a) De
hechos de la víctima (con intención o culpa grave); b) De fuerza mayor, que
deberá ser extraña al trabajo; c) De hechos de terceros, únicamente cuando
éstos sean imputables a los derechohabientes de la víctima y haya existido en
ellos intención o culpa grave.
De acuerdo con el Artículo 5º de la Ley 9.688, la responsabilidad del
patrono se presume respecto a todo accidente laboral incluido en el artículo 1º
del expresado texto legal, sin más excepciones que las especificadas en la
anterior disposición. En consecuencia no se exime de su responsabilidad al
patrono cuando el trabajador, implícita o explícitamente, haya asumido los
riesgos de su ocupación. La legislación positiva hispanoamericana suele
admitir diversas causas de exclusión de la responsabilidad patronal, con
variantes respecto a las que excluyen el resarcimiento por el empresario. La
Ley General del Trabajo de Bolivia, en lugar de establecer la exención de la
responsabilidad patronal en caso de accidente del trabajo, no aplica la ley
especial en los supuestos previstos y se remite al Derecho Común. En tal
sentido, el Artículo 80 de la citada Ley expresa: “Se exceptúan quedando
dentro de las previsiones del Derecho Común, los accidentes sobrevenidos: a)
Por intención manifiesta de la víctima; b) Cuando sean debido a fuerza mayor
extraña al trabajo; c) Cuando se trate de trabajadores que realizan servicios
ocasionales ajenos a los propios de la empresa; d) Cuando se trata de obreros
que realizan por cuenta del patrono trabajos en su domicilio particular; e)
Cuando se trata de accidentes por comprobado estado de embriaguez”. Las
causas de exención establecidas en los incisos a, b y e son absolutas: tanto,
para el Derecho Común como para el laboral, el patrono no tiene
responsabilidad alguna por el hecho del accidente; por el contrario, las causas
expresadas en los incisos c y d determinan la inaplicación de la ley laboral,
precisamente por no considerar la existencia, entre las partes, de un contrato de
trabajo genuino, caracterizado por cierta estabilidad y extra-domiciliario para
el trabajador.

Causas Eximentes de Responsabilidad:


a) Accidente Provocado Intencionalmente por la Víctima: Casual que se
repite en idénticos términos en el Artículo 33, Parágrafo Quinto de la
LOPCYMAT, se requiere que exista el dolo, es decir, la intención o
determinación de la voluntad en orden a la finalidad de causar el accidente, ello
implica un designio reflexivo de obrar o producir dicho efecto.
En la legislación Argentina, a diferencia de la nuestra, la responsabilidad del
patrono queda excluida en caso de culpa grave, en realidad en la mayoría de las
legislaciones sobre accidentes de trabajo constituye causa de exención de la
responsabilidad patronal la culpa grave del trabajador, en cambio, la LOT lo
incluye como causa justificada de despido según lo establecido en el literal D
Del Artículo 102 de la LOT.
b) Accidente debido a la Fuerza mayor extraña al trabajo, si no se
comprobare la existencia de un riesgo especial: En este caso, los patronos no
son responsables de los infortunios acaecidos a los subordinados aun cuando se
hayan producido durante el trabajo. “Fuerza extraña al trabajo” significa que, si
el infortunio se ha producido por fuerza mayor inherente al trabajo, no opera la
causa liberatoria de responsabilidad y el patrono debe responder del siniestro
sufrido por el trabajador.
El concepto de fuerza mayor en la práctica es para el Derecho laboral el
mismo del Civil; el establecido por el artículo 1.193 de nuestro Código Civil,
lo que los diferencia son los efectos, en materia laboral se distingue entre la
inherente al trabajo y la que es extraña al mismo, no hay cambios sin embargo,
en el carácter de la fuerza mayor ni de su naturaleza, lo que determina
variaciones proviene del origen, de la producción, de desarrollo o influencia
que tiene en relación con el hecho trabajo. Si la fuerza mayor es inherente a
las labores, el patrono tiene responsabilidad en las consecuencias del
infortunio, si es extraña al trabajo, el empresario no tiene responsabilidad en
los daños causados.
La LOPCYMAT, en su Parágrafo Quinto del Artículo 33, contiene la misma
previsión con idéntica redacción.
c) Personas que ejecutan trabajos ocasionales ajenos a la empresa del
patrono: Estas personas no son en realidad, trabajadores bajo la subordinación
del patrono, son ajenos a la empresa; van a realizar determinadas labores o
prestar un servicio en las instalaciones físicas del ente patronal; en
consecuencia, cualquier infortunio que se produzca con motivo de la actividad
ejercida por estas personas, ya sea por culpa, negligencia, internacionalidad
etc. No es responsabilidad del patrono; los afectados o sus causahabientes si
fuera el caso, tendrán que acudir a las acciones que al respecto les otorga el
derecho común por daños y perjuicios.
d) Personas que ejecuten trabajos por cuenta del patrono en sus domicilios
particulares: Esta previsión comprende no sólo a los trabajadores domésticos,
sino también a aquellos que acudan al domicilio del patrono a realizar alguna
labor específica o a prestar algún servicio.
e) Miembros de la familia del propietario de la empresa que trabajen
exclusivamente por cuenta de aquel y que viven bajo el mismo techo: La
expresión “Familia” comprende al conjunto de personas unidas por vínculos de
matrimonio, parentesco o adopción lo que deberá indemnizar de acuerdo con el
Artículo 572 de la LOT y no por lo previsto en el Artículo 571 ejusdem.
La asistencia médica, quirúrgica y farmacéutica abarca tanto la entrega de
medicamentos y la atención profesional como los tratamientos rehabilitantes o
de cualquier clase hasta que el trabajador se encuentre en condiciones de
retornar a sus labores o se declare su incapacidad permanente. Esta asistencia
comprende también, si fuera necesario, la hospitalización de la víctima. La
Convención 17 de la OIT, determina en su artículo noveno que la víctima de un
accidente de trabajo tiene derecho a la asistencia médica y quirúrgica necesaria
como consecuencia del siniestro; el patrono deberá correr con los gastos que
ocasione esta asistencia o en su defecto la institución del seguro que resulte
competente. El concepto de asistencia médica incluye quirúrgica, la
farmacéutica y todo tratamiento necesario, también, además de la asistencia
curativa la cual comprende exámenes clínicos, radiográficos, análisis, gastos
de ambulancia, etc.
Organización Internacional del Trabajo Convenio 157
Conversación de los derechos de seguridad social, 1982
Establecimiento de un sistema internacional de conversación de derechos a
la asistencia médica y a las prestaciones familiares, de enfermedad,
maternidad, invalidez, vejez, supervivencia, accidentes del trabajo y
enfermedades profesionales, y desempleo, en beneficio de las personas que
trabajan o residen fuera de su propio país.
Este Convenio, de carácter muy técnico y de gran complejidad, persigue el
objeto general de promover una amplia y flexible coordinación entre los
regímenes de seguridad social de los Estado ratificantes, habida cuenta de
eventuales diferencias en sus niveles respectivos de desarrollo.
La flexibilidad se logra mediante la distinción hecha entre las cláusulas
directamente aplicables tras la ratificación y aquellas cuya aplicación depende
de la conclusión de acuerdo bilaterales o multilaterales. Por otra parte, el
Convenio admite posibilidades de excepción, sea por vía de arreglos especiales
entre los países o al procederse a la ratificación, a reserva de que se hayan dado
garantías compensatoria.
El Convenio ampara a los trabajadores asalariados e independientes que
trabajen en el territorio de cualquier país que haya ratificado el instrumento,
también protege a las personas sin actividad económica, particularmente a los
miembros de la familia de los trabajadores interesados.
Las prestaciones cuyo servicio está sujeto a distintas condiciones de
reciprocidad según los casos planteados son las prescritas en cada una de las
nueve ramas de la seguridad social.
Instituciones para la Atención y Prevención.
Se podrán crear instituciones públicas, privadas o mixtas especializadas en
la atención y prevención de los riesgos laborales, siempre que se sujeten a las
disposiciones de la Ley Especial del Subsistema de Salud y de la Ley Orgánica
de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo
Supervisión y Control.
La autorización para el funcionamiento, supervisión y control de las
instituciones responsables de la prestación de servicios en la prevención y
atención de los riesgos laborales estará a cargo del Instituto Nacional de
Prevención, Salud y Seguridad Laboral.
Dicho Instituto tendrá a su cargo, por una parte, la calificación del riesgo
laboral, la determinación de los niveles de riesgo, la elaboración del baremo
del grado de incapacidad y enumeración de accidentes y enfermedades
profesionales, la determinación del grado de incapacidad parcial y de invalidez,
y por la otra parte, hacer cumplir lo atinente a la reparación de los daños, la
rehabilitación y la reinserción laboral del afectado.
En virtud de la aplicación de la teoría del riesgo social, que es la que se ha
venido aplicando en nuestro país, se considera que los infortunios en el trabajo
derivan de un mundo laboral concebido íntegramente de tal manera que los
accidentes no pueden imputarse a una empresa determinada sino a la sociedad
íntegra. Sin embargo el riesgo social abarca más allá de las consecuencias
perniciosas de la relación laboral, cubre contingencias ordinarias de la vida de
los trabajadores. Esta teoría se basa también en una razón de índole económica,
si la responsabilidad es distribuida se le puede enfrentar con los recursos de
todo el conglomerado, siempre existirán recursos suficientes y de esa manera
el trabajador no temerá encontrarse con insolvencia patronal, en este sentido, el
Artículo 45 de la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social de 1997
establece que: “Los riesgos laborales serán financiados exclusivamente por el
empleador, quien deberá cancelar una cotización adicional para las pensiones
por incapacidad temporal o parcial.”
Normas de Higiene en Establecimientos y Expendios Públicos
Esta normativa decreta estableciendo que todos aquellos ciudadanos
quienes por cuenta propia o ajena tenga la administración o explotación de
empresas de cualquier naturaleza o género tales como: clubes, cines, teatros,
alojamiento turístico, cafés, restaurantes, expendios de bebidas y alimentos, de
atención médica, expendios de gasolina, cualesquiera otras afines quedan
sujetos a normas de higiene del presente decreto.
Dichas instalaciones de servicio de higiene serán reservadas, debidamente
separados para los usuarios de uno u otro sexo, guardando relación con el
número de usuarios. Tales servicios deberán contar con lavamanos, retretes,
urinarios y ducha todo en perfecto estado de funcionamiento y aptos para su
utilización. Este uso deberá ser gratuito, sin embargo, podrán establecerse otros
de los cuales se exija una paga por su utilización.
Es importante destacar, que las empresas deberán contar con un personal
necesario para el aseo, mantenimiento y vigilancia, a quienes se les proveerá
material requerido para el cumplimiento de sus tareas de conformidad con las
disposiciones que establece el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social.
Es por ello que todo ciudadano usuario de dichos servicios de higiene, tiene
derecho a presentar ante autoridad sanitaria competente formal demanda contra
el propietario del establecimiento donde se haya cometido la infracción. Para el
cumplimiento de las infracciones del presente decreto serán sancionados de
conformidad al Artículo 19 de la Ley de Sanidad Nacional.
En resumidas cuentas los establecimientos públicos y empresas afines
deben cumplir con las normas establecidas en el presente decreto para evitar
los riesgos genéricos y específicos de las actividades que estos desarrollan en
las instalaciones y dotaciones de los servicios de higiene de dichas empresas
cuidando así la salud de los ciudadanos y las personas que laboren para
debido mantenimiento, con un funcionamiento adecuado y aptos para su
utilización a todos los usuarios, por otra parte, es importante que en las
instalaciones publiquen avisos donde informen que cualquier infracción deberá
ser demandada ante la Autoridad Sanitaria competente.
Convenio Sobre las Prestaciones en Caso de Accidente del Trabajo y
Enfermedades Profesionales, 1964
La Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo:
convocada en Ginebra por el Consejo Administrativo de la Oficina
Internacional del Trabajo, y congregada el 17 de junio de 1964 en su
cuadragésima octava reunión; después de haber decidido que dichas
proposiciones revistan la forma de un Convenio Internacional, adopta, con
fecha 8 de julio de 1964, el siguiente Convenio, que podrá ser citado como el
Convenio Sobre las Prestaciones en Caso de Accidente del Trabajo y
Enfermedades Profesionales, 1964.
En el Artículo 2 de este Convenio establece en el ordinal 1º que todo
miembro cuya economía y recursos económicos sean insuficientes, puede
acogerse, mediante declaración motivada anexa a su ratificación las
excepciones temporales previstas en los Artículos siguientes:
Artículo 5

Cuando este en vigor una declaración formulada de


conformidad con lo dispuesto en el articulo 2, la
aplicación de la legislación nacional sobre prestaciones
de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales
podrá limitarse a categorías prescritas por el asalariado
cuyo número total no debería ser inferior al 75 por ciento
de todos los asalariados que trabajen en establecimientos
industriales, y, en caso de fallecimiento del sostén de la
familia, a categorías prescritas de beneficiarios.

De lo dicho anteriormente, en caso de existir una declaración de un


miembro cuyos beneficios económicos sean insuficientes, la aplicación de este
convenio puede limitarse a las categorías prescritas de asalariado, no siendo
menor al 75% de los asalariados que trabajen en los establecimientos
industriales, en caso de fallecimiento las categorías prescritas serán para los
beneficiarios.
Artículo 9, párrafo 3, apartado b); menciona lo siguiente:

Se concederán las prestaciones mientras exista la


situación que da derecho a ellas; no obstante, en lo que se
refiere a la incapacidad para el trabajo, la prestación
monetaria podrá no ser pagadera durante los tres
primeros días en el siguiente caso:
b) cuando este en vigor una declaración formulada de
conformidad con lo previsto en el articulo 2.

De lo expuesto, se explica, que cuando hay una declaración de un Miembro


por insuficiencia económica para los gastos de servicios médicos se le
concederá las prestaciones monetarias a que tenga lugar, pero esta prestación
no podrá ser pagada durante los tres primeros días de la incapacidad del
trabajo.
Articulo 12

Cuando este en vigor una declaración formulada de


conformidad con lo dispuesto en el artículo 2, la
asistencia médica y los servicios conexos deberán
comprender por lo menos lo siguiente:
a) La asistencia médica general, incluidas las visitas a
domicilio;
b) La asistencia por especialistas, prestada en hospitales a
personas hospitalizadas o no hospitalizadas, y la
asistencia que pueda ser prestada por especialistas fuera
de los hospitales;
c) El suministro de productos farmacéuticos esenciales
recetados por médicos u otros profesionales calificados;
d) La hospitalización cuando fuere necesario; y
e) La asistencia urgente, cuando fuere posible, en el lugar
de trabajo, a las víctimas de accidentes de trabajo.

Si hay una declaración de insuficiencia económica por parte de un


Miembro, la asistencia médica deberá comprender los servicios médico
general, asistencia de especialistas en hospitales a personas hospitalizadas,
dicha asistencia puede ser prestada por especialistas fuera de los hospitales
como también el suministro de medicinas recetados por los especialistas y la
prestaciones monetarias por incapacidad temporal o inicial para el trabajo que
se realizará en forma de pago periódico.
Artículo 15, párrafo 2; explica:

Cuando este en vigor una declaración formulada de


conformidad con el artículo 2 y el miembro interesado
considere que carece de los servicios administrativos
necesarios para efectuar pagos periódicos, éste podrá
sustituir los pagos periódicos mencionados en el párrafo
2 y 3 del artículo 14 por una suma global correspondiente
al equivalente actuarial de los pagos perecidos. Este
equivalente actuarial será calculado sobre la base de las
informaciones existentes.
Cuando hay una declaración por un Miembro interesado considere que
carece de beneficios económicos para los servicios médicos y administrativos
para efectuar los pagos periódicos podrán sustituir dichos pagos por los
mencionados en el Artículo 14 párrafo 2 y 3 del presente convenio que consiste
en caso de pérdida total de la capacidad para ganar, cuando sea probable que
sea permanente, o en caso de disminución de las facultades físicas, la
prestación monetaria consistirá en pago periódico y; en caso de pérdida parcial
sustancial de la capacidad cuando sea probable que esa perdida sea
permanente, o en caso de disminución de las facultades físicas, la prestación
consistirá en un pago periódico.
Artículo 18, párrafo 3; explica:

Cuando este en vigor una declaración formulada de


conformidad con lo dispuesto en el artículo 2 y el
miembro interesado considere que carece de los servicios
administrativos necesarios para efectuar pagos
periódicos, podrá pagarse, en sustitución de los pagos
periódicos mencionados en el párrafo 1 del presente
artículo, una suma global correspondiente al equivalente
actuarial de los pagos periódicos debidos. Este
equivalente actuarial será calculado sobre la base de las
informaciones existentes.

Si existe una declaración por un miembro interesado que carece de recursos


económicos y administrativos necesarios para efectuar los pagos periódicos
podrá pagarse las prestaciones monetarias en caso de fallecimiento del sostén
de la familia el pago se efectuara a la viuda los hijos cargo del fallecido y otra
persona designada por la legislación nacional. Sin embargo, no será necesario
el pago al viudo (a) incapacitado y a cargo cuando las prestaciones monetarias
se pueden disponer a otros sobrevivientes cuando otros sistemas de seguridad
social, distintos que cubren los accidentes de trabajo y enfermedades
profesionales.
Cabe considerar, por otro parte que todo Miembro que haya ratificado el
presente convenio podrá mediante una declaración anexa a su ratificación,
excluir del campo de aplicación del Convenio a la gente del mar y a los
funcionarios públicos, cuando estén protegidos en virtud de regímenes
especiales que concedan prestaciones equivalentes a las del presente convenio,
por otro parte se podrá notificar al Director General de la Oficina Internacional
del Trabajo que acepte las obligaciones del presente convenio con respecto a
categorías excluidas en el momento de su ratificación. Por ende la legislación
debe proteger a todos los asalariados, incluidos los aprendices, de los sectores
públicos y privados.
De hecho todo Miembro está en la obligación de prescribir una lista de
enfermedades en la que figuren en el anexo D por otra parte debe incluir en su
legislación una definición general de las enfermedades profesionales, que
abarquen por lo menos, las enfermedades enumeradas en el anexo D.
Es necesario precisar que las contingencias cubiertas, cuando se deban a un
accidente de trabajo o enfermedad profesional, comprenden; el estado mórbido
esto debe comprender la asistencia médica general, odontológica, asistencia
por enfermeras, a domicilio, en un hospital, el suministro de material
farmacéutico, medico quirúrgico o médico y odontológico entre otros. Por
consiguiente debe comprender: la incapacidad para trabajar que resulte del
estado mórbido, perdida total de la capacidad y de los medios existentes,
sufrida a consecuencia del fallecimiento del sostén de la familia.
En caso de un pago periódico, al cual se aplica la cuantía de la prestación,
aumentada con el importe de las asignaciones familiares pagaderas durante la
contingencia deberá ser tal que para el beneficiario, por lo menos debe ser
igual, para las contingencias correspondientes indicadas en el anexo E, el
porcentaje indicado en dicho anexo del total de las ganancias anteriores del
beneficiario o de su sostén de la familia y del importe el salario del trabajador
ordinario no calificado adulto de sexo masculino de las asignaciones familiares
pagaderas a una persona protegida que tenga las mismas cargas de familia que
el beneficiario.
Se explica que las ganancias anteriores del beneficiario o del sostén de la
familia se calcularán de conformidad con las reglas prescritas y, las personas
protegidas que estén clasificadas en categorías según sus ganancias, las
ganancias anteriores podrán calcularse de conformidad con las ganancias de las
categorías que hayan pertenecido, serán calculadas sobre el mismo tiempo
básico el salario del trabajador ordinario no calificado adulto de sexo
masculino, la prestación y las asignaciones familiares.
Sucede pues, que las prestaciones podrán ser suspendidas en la medida que
se prescriba en los casos en que el interesado no esté en el territorio del Estado
Miembro, mientras este mantenida con fondos públicos, institución o un
servicio de seguro social, que hubiera intentado fraudulentamente con el fin de
obtener la prestación, cuando el accidente o enfermedad haya sido provocado
por un delito cometido por el interesado, por estado de intoxicación voluntaria
de parte del interesado, no utilice los servicios médicos y conexos o los
servicios de readaptación profesional y mientras el cónyuge sobreviviente viva
en concubinato.
El Convenio tiene como finalidad otorgar al miembro las prestaciones de
servicios tales como: asistencia médica, farmaceúta entre otros para los casos
de enfermedades profesionales y accidentes de trabajo.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Conclusiones
Para lograr el propósito de la presente investigación se desarrollaron tres
capítulos que sirvieron para dar respuesta a los objetivos específicos donde se
pudo concluir para cada uno de ellos de la siguiente manera:
Con respecto al capítulo I. Desde que existe la humanidad se ha
desarrollado el trabajo y con ello las enfermedades por el desarrollo de labores
del mismo y es por primera vez que se relaciona el ambiente de trabajo con el
origen de las enfermedades. En el período Republicano, se conoce la existencia
de Códigos y Ordenanzas y en otras épocas como la de la colonia nace las
leyes indias a quien se le prohibió cargar peso aun con la voluntad de ellos y es
así como las autoridades introducen animales de carga para liberar las tareas
penosas de los indios; por otra parte los dueños de minas estaban en la
obligación de crear hospitales para la asistencia médica, quirúrgica y
farmaceúta; si por ende falleciera algún indio, el patrono tenía la
responsabilidad de enterrarlos. En resumidas cuentas la fundamentación de la
época estaba en la protección de la ciudadanía.
Por otra parte se puede conocer que nuestra legislación moderna entra en
vigencia la Ley de Talleres y Establecimientos Públicos en 1917 pero antes las
Leyes de Minas de 1904, 1909 y 1915; la Ley de Mina de 1915 estableció el
sistema de reparación de accidentes de trabajo, sin embargo la ley de Talleres
y Establecimientos Públicos dió inicio al trabajo en el país por su propósito
del trabajo humano, la Ley de Trabajo de 1928 constituye un cuerpo normativo
dedicado al trabajo subordinado señalando la obligación del patrono de pagar
las indemnizaciones que fueron previstas por primera vez de carácter general
en dicha ley.
En 1936 es promulgada la nueva Ley del Trabajo donde se creó en el país el
Ministerio de Sanidad que posteriormente en 1942 entra en vigencia, la Ley de
Sanidad Nacional donde luego es reformada con la promulgación de la Ley de
Seguridad Social en 1945, así mismo en 1950 se crea la sección de higiene y
seguridad industrial del Ministerio de Sanidad en 1958 se constituye la
Comisión Venezolana de Normas Industriales (COVENIN), cuya finalidad es
la promulgación coordinación de actividades para la protección de
enfermedades profesionales.
Seguidamente en 1968 se promulga el Reglamento de las Condiciones de
Higiene y Seguridad en el Trabajo, que condujo a la promulgación de la Ley
Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo en 1986
cuya normativa se fundamenta en la protección de los trabajadores del país en
cuanto a enfermedades de trabajo se refiere. En 1945 es promulgada la nueva
Ley del trabajo donde se clasifica las consecuencias que derivan las
enfermedades profesionales, la Ley Orgánica del Trabajo de 1997 legisla el
derecho de indemnización equivalente a dos años, pero la actualiza
estableciendo una cantidad equivalente a veinticinco salarios mínimos, sea cual
fuera la cuantía del trabajo.
En cuanto al Capítulo II las recientes investigaciones han contribuido a
proporcionar al ambiente como elemento primordial condicionante del nivel de
salud de la población trabajadora. En la actualidad se conoce mucho más
acerca de la participación de los factores ambientales en la etimología de las
enfermedades que no se conocían anteriormente, con la Ley Orgánica del
Trabajo de 1997 se conoce las clasificaciones de los niveles de incapacidad que
sustenta a cada uno de ellos un limite de indemnización que están obligados los
patronos a pagar a los trabajadores afectados siempre que dicha incapacidad
sea con ocasión al trabajo.
En el Capítulo III se expone una normativa legal que sustenta las
indemnizaciones a la responsabilidad del patrono que esta obligado a cumplir,
encontrándose en primer lugar la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999) que se encuentra regulado el derecho a la salud de las
personas cuya obligación le corresponde al Estado, por consiguiente, la Ley
Orgánica del Trabajador (1997) cuya normativa tiene plena aplicación, pero
hay otros de tipo sustantivo ya regulados por una ley especial sobre la materia
como es el caso de Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio
Ambiente de Trabajo (1999) cuya ley es muy fuerte que da excesiva
responsabilidad a los patronos, estableciendo penas tanto administrativas como
penales, también la Ley de Seguro social que se decreta la atención médica y
prestaciones de dinero por incapacidad a trabajadores y afiliados y por último
la Ley Orgánica de Seguridad Social Integral (1996) prevee la supervisión y
control de lugares de trabajo.

Recomendaciones
Tomando en consideración lo anteriormente planteado y lo antes previsto en
las conclusiones que a continuación recomienda que son significativas para
considerarlas como acciones de prevención de enfermedades dentro del ámbito
laboral:
 Que Instituciones tanto públicas como privadas están en el deber de
solicitar asesoría para que de esta manera proteger tanto sus intereses como
sus trabajadores.
 Inspeccionar las respectivas áreas de trabajo para detectar condiciones o
actos capaces de detectar daños.
 Dotar a los trabajadores de medios de protección laboral para los riesgos de
las tareas que no han podido eliminar.
 Velar por el control y chequeo médico periódico de cada uno de los
trabajadores que laboren bajo su tutela en la empresa.
 Definición de política en materia de seguridad, a través de un manual de
prevención y seguridad laboral.
 Establecer guías para un comportamiento seguro.
 Investigar las causas de la enfermedad para prevenirlos.
 Almacenar correctamente los materiales que requieran de cuidados
especiales.

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