Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
SEGURIDAD
TRABAJO PRÁCTICO Nº 1:
“Final”
Alumnos:
TERRAZA, ALBERTO
RODRÍGUEZ, MARIANO
MONZÓN, FERNANDO
LUNA, Jonathan
AGUILERA, Hector
Fecha:
01 de Julio de 2016
1
Skrik (El Grito) – Edvard Munch
2
“Un autor que se propone introducir alguna
rama de conocimientos -o para decirlo más
modestamente, alguna rama de la investigación- a
un público no instruido debe hacer claramente su
elección entre dos métodos o técnicas.
Es posible partir de lo que cualquier lector sabe
(o piensa que sabe) y considera como evidente en sí
mismo sin contradecirlo ya desde el comienzo.
Pronto se presentará una oportunidad para llamar su
atención sobre algunos hechos en el mismo campo,
3
de la audiencia y en apoyo de ellos se aduce muy
poco.
Y entonces existe el peligro de que un oyente
crítico sacuda su cabeza y diga: «Todo esto suena de
un modo muy peculiar; ¿de dónde lo ha sacado este
tipo?»
En lo que sigue no me limitaré a ninguno de los
dos métodos de presentación. Usaré unas veces uno,
otras otro. No me hago ilusiones acerca de la
dificultad de mi tarea. EI psicoanálisis tiene pocas
probabilidades de hacerse querido o popular. No es
sólo que mucho de lo que tiene que decir ofenda los
sentimientos de la gente. Casi una similar dificultad
es creada por el hecho de que nuestra ciencia
abarca un cierto número de hipótesis -es difícil decir
si deberían ser consideradas como postulados o
como producto de nuestras investigaciones- que
están expuestas a parecer muy extrañas a los modos
ordinarios de pensamiento y que fundamentalmente
contradicen los puntos de vista corrientes. Pero no se
puede evitar esto. Hemos de empezar nuestro breve
estudio con dos de esas arriesgadas hipótesis.”
Rodríguez Manzanera,
criminólogo mejicano
5
PRÓLOGO
7
INTRODUCCIÓN
9
La característica principal del neurótico es ese
constante conflicto con la realidad; realidad que le frustra,
realidad con la que siempre está en constante conflicto. El
neurótico por un lado está bajo las demandas del principio
del placer, pero por otro lado está también bajo el yugo de
las demandas del principio del deber. En cambio, en la
estructura psicótica sucede otra cosa, la persona que se ha
estructurado bajo la denominación de la “psicosis” tiende a
evadir la realidad, no le gusta; por lo tanto “crea” una
realidad alterna: “No soy yo el malo, son ellos los que me
persiguen”; su síntoma como un intento de re-equilibrio.
¿Cómo se relaciona el neurótico, el psicótico y el
perverso con el “Otro”? ¿cuál es su posición existencial
como ser-en-el-mundo? Tomemos como ejemplo la figura
arquetípica “demonio”. Para el neurótico los “demonios”
con los que tiene que luchar son sus padres, su jefe, los
compañeros de trabajo, la falta de dinero, la insatisfacción
sexual, la obsesión; es decir, son demonios “simbolizados”,
demonios que tienen que ver precisamente con eso que
ocurrió en su infancia y retornan a su existencia
representados en personas de carne y hueso en los que
deposita las frustraciones que vivió en el allá y el
entonces. Siguiendo con la misma alegoría, los demonios
para el psicótico son demonios reales, demonios que lo
persiguen. Demonios que existen y que atraviesan paredes,
que se le aparece en su cuarto, nadie más lo ve, demonios
que se esconden en sus botas, demonios que le susurran
cosas al oído.
Tenemos pues, como dijimos, que la figura
denominada “demonio” es experimentada para el neurótico
a través del simbolismo, en cambio el demonio para el
psicótico existe realmente. Sólo nos queda la estructura
perversa: en el perverso el “demonio” es él mismo. El
perverso como el demonio encarnado. El perverso es un
“niño grandote” que no le pusieron reglas, normas, límites,
no hubo un padre que lo castrara; ausencia de la figura
10
paterna que le pusiera límites, que le castrara su deseo, el
perverso goza por ese medio. Su goce es un goce infantil,
goza como lo hiciera un infante sádico, mortificando la
existencia del otro, saciando sus pulsiones perversas
importándole solo él.
¿Cómo se relaciona cada persona dependiendo de su
estructura con los fenómenos oníricos (el sueño)? El
neurótico tiene una pesadilla y al despertar sabe que solo
fue un mal sueño, o un sueño erótico que solo queda en
eso, en sueño. El perverso lleva a cabo lo que el neurótico
sueña. El psicótico vive en un sueño eterno en donde
ángeles y demonios existen en su vida real.
O también podremos comprender la relación que tiene
cada estructura de personalidad con el “Otro”, por ejemplo:
se dice que el neurótico tropieza siempre con la misma
piedra, de hecho, el neurótico no solo tropieza con la
misma piedra, él mismo la pone para tropezar con ella
(compulsión a la repetición). La relación del perverso con la
piedra sería una relación de fetiche; tomaría a la piedra no
para tropezar con ella sino para fetichizarla, sodomizarla,
erotizarla, o buscar hasta por debajo de las piedras para
ver con qué más gozar. El psicótico se pondría a platicar
con la piedra.
Infancia es destino y allí se jugará gran parte de lo que
el ser humano será en su vida adulta. Será desde allí como
tomará decisiones, cómo se enfrentará a las situaciones
cotidianas de la vida. Todo esto ha quedado troquelado en
el inconsciente del ser humano y desde allí estará
demandando ser reconocido. Intentará salir a la luz y por lo
regular lo logra, pero ese “salir a la luz” lo hace a través de
una máscara que denominamos síntoma y es precisamente
ese síntoma lo que no permite al ser humano andar por la
vida ligero de equipaje. El síntoma (depresión, ansiedad,
estrés, trastorno alimenticio, obsesiones, relaciones
amorosas no sanas etc.) como manifestación de eso que
incomoda, de eso de lo que se quiere hablar pero que la
11
sociedad insiste en que se debe callar. El síntoma existe
por algo, no se trata de simplemente modificarlo o callarlo,
al contrario, hay que escucharlo, interpretarlo, traducirlo.
El síntoma está allí por algo y, fundamentalmente para
nosotros, es una pista, el detalle que puede llevarnos a
sospechar, a crear hipótesis, a desentrañarlas, en
definitiva, a desatar el nudo primigenio denominado
crimen.
12
¿CÓMO ES LA CARACTERÍSTICA DEL PASAJE AL ACTO EN LA
PERVERSIÓN, EN LA PSICOSIS Y EN LA NEUROSIS?
13
La expresión “pasaje al acto” fue introducida en la
Psiquiatría francesa de la primera parte del siglo XX para
referirse a algunas formas impulsivas de la acción, a
conductas violentas y repentinas que superaban al
individuo que las ejecutaba y le resultaban indomeñables.
Se incluía dentro de ellas a un conjunto de fenómenos
heterogéneos que abarcaba desde el comportamiento
suicida, hasta el homicidio, la agresión y los atentados
sexuales. En el marco del modelo psiquiátrico dominante
en la época, organizado en función de la observación
morfológica de manifestaciones que se alejaban de la
“norma”, el pasaje al acto era considerado desde una
perspectiva eminentemente descriptiva, como una
“conducta desviada”, teñida aún de connotaciones morales
y criminológicas. Se abría entonces un capítulo apasionante
dentro de la patología mental, cuya naturaleza y cuyas
incidencias sociales y médico-legales no dejarían de
suscitar un sinnúmero de interrogantes. Las limitaciones
impuestas por los criterios mismos que vertebraban la
mirada psiquiátrica, dejarían, no obstante, en un impasse
al discurso imperante para responder a ellos. Fue gracias a
Jacques Lacan, quien abrevó tanto en las fuentes
psiquiátricas como en el psicoanálisis desarrollado por
Freud, que la noción de pasaje al acto se despojó de su
carácter meramente descriptivo y psicopatológico para
convertirse en un concepto clínico. Para ello, le fue
necesario un largo derrotero, en el cual se asiste
gradualmente a una torsión de las conceptualizaciones
clásicas, de la que surge una elaboración teórico-clínica
nueva. La misma se inscribe en un sistema en el que
dialoga con otras nociones, como la de repetición, superyó,
pulsión, a la luz de las cuales adquiere una consistencia sin
precedentes. En esa lógica, y en el marco de la original
distinción lacaniana de los tres registros y la invención del
concepto de goce y del objeto a, el pasaje al acto es puesto
en función de la estructura subjetiva, en relación a la cual
alcanza un valor transestructural. Lo anteriormente
14
señalado invita entonces a examinar, en cada caso, la
estructura y la función del pasaje al acto, así como las
variaciones con las que esta última se cumple en las
distintas formas de las psicosis, en la neurosis y en la
perversión. Del mismo modo, incita a precisar su distinción
con otros conceptos, como el de acting out, con el que a
veces se lo confunde, y con el cual Lacan establece una
relación de oposición.
¿Cómo podemos pensar el pasaje al acto en
relación con las estructuras clínicas?, ¿difieren ellas entre
si, o guardan esencialmente la misma correspondencia?, se
pregunta Tendlarz.
El pasaje al acto no es un concepto analítico surgido de
la práctica y enseñanza de Lacan, sino una noción
procedente de la clínica psiquiátrica clásica, introducida en
el siglo XIX por la criminología. En ese momento de su
conceptualización denotaba impulsividad de conductas auto
o heteroagresivas, criminales, violentas o delincuentes.
Conllevaba en ese ámbito una connotación patológica en
términos de locura, demencia, o perversión. Dicho término
sufre posteriormente una transformación conceptual , por
la cual comienza a incluir y abarcar fenómenos muy
variados entre sí, dando lugar a que se diluya la distinción
entre lo normal y lo patológico.
Gracias a Lacan, a partir de la teoría del significante, el
pasaje al acto concebido por la psiquiatría, pasa a
convertirse en un concepto de fundamental importancia.
Tanto en el acting out como en el pasaje al acto podemos
en contra una estructura significante que permite leer al
sujeto en relación al acto, ací como también, una
dimensión libidinal o de satisfacción, que contempla la
inclusión de objeto.
Dentro del pasaje al acto se puede distinguir una
dimensión de necesidad de la estructura y otra, de
contingencia. Ambos datos tienen que estar
permanentemente presentes en el examen de lo
acontecido.
15
Tanto el acting out como el pasaje al acto son nociones
propias del psicoanálisis y no son específicas de ninguna
estructura en particular.
No obstante, existen distintas particularidades del
pasaje al acto homicida que diferencian la posición del
sujeto perverso, neurótico y psicótico. Esto concierne no
solo a la relación del acto con la fantasía, sino también a la
satisfacción involucrada y a los rasgos distintivos de las
víctimas.
El pasaje al acto en la Perversión: involucra la puesta
en juego de un fantasma en la escena, por lo que la
elección de las víctimas obedece y responde a una
condición erótica particular.
El pasaje al acto en la psicosis: se encuentra presente
la fuerza, el empuje desarticulado, imposible de
contornear, del fantasma.
El pasaje al acto en la neurosis: el neurótico es un
criminal inconsciente, dice Freud, no obstante, el crimen
fantaseado puede volverse real bajo determinadas
circunstancias.
En todos los casos se trata de puntuar la implicación
subjetiva relativa al crímen, antes y después del acto, y si
acaso ella verdaderamente cambia. Se trata de analizar ,
de acuerdo al psicoanálisis, el grado de responsabilidad del
sujeto, de modo tal que pueda evaluarse la adecuación de
su respuesta al acto.
16
3. El desencadenamiento: El pasaje al acto no es
generado en el sentido de una causa o motivo psicológico
ni es ocasionado por un hecho exterior. Cuando puede ser
reconstruido, se comprueba que es desencadenado por
palabras frases. o Comprender esto es fundamental, ya que
así como se desencadena una psicosis por determinadas
coordenadas subjetivas coyunturales, y se constituye un
síntoma neurótico a partir de ciertas palabras escuchadas,
lo mismo ocurre con el pasaje al acto, este también tiene
su coyuntura dramática y coordenada significantes.
17
labios. Ciertamente yo había visto muertos, pero en mi
vida había visto el rostro de una estrangulada. Pero
¿Cómo? Me levanto y grito: ¡He matado a Helene!”
Althusser reclama ser responsable de su accionar, esto
le permite no quedar encerrado en la enfermedad mental y
retomar de alguna manera el curso de su vida.
20
¿CUÁL ES LA ESTRUCTURA TEMPORAL QUE SE PONE EN
JUEGO EN EL PASAJE AL ACTO EN LA PSICOSIS Y EN LA
PERVERSIÓN?
21
del tiempo de comprender es correlativa de una certeza
que dirige las acciones.
No todo el pasaje al acto presenta la característica
temporal de la estructura de la psicosis.
En la serie de asesinatos llevados adelante por
asesinos seriales existe un efecto metonímico, porque ·-a
diferencia de otros tipos de crímenes, no hay ninguna
sustitución, ni extracción de goce que produzca algún alivio
o suplencia. Se plantea más bien como "uno más, uno más,
y todavía uno más". En los otros casos se trata de "uno
menos", como en el caso de Barreda o el de Aimée, que se
asemejan a un punto de capitón.
Es un símil de la operación lógica llamada por Lacan
"separación", propia de la constitución del sujeto. Es como
si tuviéramos un símil de sujeto. La serie de asesinatos los
hace aparecer como todos iguales como la repetición de lo
mismo: nuevamente, la escena del crimen con su trazo
específico. Eso lo diferencia de la repetición en la neurosis
en donde el fracaso de la repetición introduce siempre algo
nuevo.
En el caso de la perversión la repetición muestra que la
estructura del acto perverso es exactamente la misma,
porque goza de eso, sabe de qué goza e intenta
reencontrar el mismo goce.
Ahora bien, en algunos homicidas no resulta claro si el
pasaje al acto se sitúa dentro del marco de una psicosis o
el de una perversión. Faltan los fenómenos positivos de la
psicosis, no hay alucinaciones ni delirios y a veces, hasta se
busca producir la división subjetiva del otro, como en la
perversión. La manera en que se presenta el sujeto pone
en suspenso el diagnóstico. Se trata, entonces, de situar en
cada caso el estatuto del homicidio.
Desde la perspectiva psicoanalítica no es posible
construir un universal del crimen como tampoco de la
clínica. Los crímenes son unos fenómenos en. los que se
manifiesta en extremo un alejamiento de los signos
naturales de la enfermedad y del saber establecido.
22
Toda una serie de composiciones sociales y de
subjetividades quedan involucradas en un homicidio, y
estos matices deben ser interrogados uno por uno para no
eclipsar las singularidades.
23
¿QUÉ SIGNIFICA EL KAKON?
26
Es la estructura de la extimidad, a c A, que da cuenta
de la misteriosa liberación asesina por el kakon, aislado en
la obra de Monakow y Mourgue.
28
que eventualmente la víctima o sus familiares nunca logren
sobreponerse al fatal desenlace.
La falta de pasión del lado del asesino es lo que
produce el horror del lado de la víctima, que queda ante el
shock de lo que parece increíble. A su entender, la
estructura de la maldad se basa en una violación de la fe
del niño en la bondad de sus padres. El self de este niño
fue asesinado siendo muy pequeño por una experiencia de
abandono por parte de los padres o por un maltrato
extremo. Hace experimentar entonces a sus víctimas la
muerte del self que experimentó en su infancia,
identificándose finalmente con el self asesinado de sus
víctimas.
Esta perspectiva identificatoria se diferencia de una
aprehensión del problema del lado del goce puesto que
involucra un elemento real. Los pasos que involucra en su
descripción de la estructura de la maldad más bien dan
cuenta de la estructura de la maldad, en donde tiene
cabida el “acto malvado”: voluntad de goce con la que se
intenta producir la división subjetiva y su consecuente
angustia. Del lado del neurótico podemos contar con
fantasmas perversos o con la existencia de un pasaje al
acto homicida pasional, pero la angustia, en definitiva,
queda del lado del sujeto.
El sinvergüenza que ejecuta el acto malvado logra,
paradójicamente, producir la vergüenza del lado de la
víctima puesto que la asume subjetivamente ante la
ausencia de vergüenza de su verdugo.
A partir de estos desarrollos podemos preguntarnos
con Lacan sobre cuál es el "enemigo interior", el kakon,
que Junior eliminó a través de su acto homicida y qué
destino tendrá sobre él la subjetivación de su crimen.
Las interpretaciones sociales o exportadas del saber
comunitario no alcanzan para medir la magnitud de un
crimen ni las consecuencias sobre el sujeto. El silencio de
29
Junior nos interpela y nos deja a la espera de una
respuesta imposible.
30
¿QUIÉN ES, EN LA CONSULTA ANALÍTICA EL SUJETO QUE SE
DECLARA CULPABLE?
31
¿QUÉ ES LA CULPA DESDE EL PSICOANÁLISIS?
33
No escapó a Freud la paradoja que representa el hablar de
sentimiento de culpabilidad inconsciente. En este sentido,
admitió que podía parecer más adecuado el término de
"necesidad de castigo". Pero se observará que este último
término, tomado en su sentido más radical, designa una
fuerza que tiende a la aniquilación del sujeto, y puede no
ser reductible a una tensión intersistémica, mientras que el
sentimiento de culpabilidad, sea consciente o inconsciente,
se reduce siempre a una misma relación tópica: la del yo
con el Superyó, la cual a su vez es un residuo del complejo
de Edipo: "Podemos adelantar la hipótesis de que gran
parte del sentimiento de culpabilidad debe ser
normalmente inconsciente, porque la aparición de la
conciencia moral se halla íntimamente ligada al complejo
de Edipo, que forma parte del inconsciente".
Los problemas:
34
cuando es inconsciente o irracional, implica un cierto grado
de desarrollo emocional, de salud del yo y de esperanza.
35
La clínica nos habla de dos tipos de conducta antisocial: la
picardía de los niños, donde vemos un intento inconsciente
de dar sentido a un sentimiento de culpa. Aquí, lo
reprimido no es tanto la culpa como la fantasía que la
explica.
El otro tipo es más raro y más grave, como por ejemplo
cuando se cometen crímenes horrendos. El criminal se
esfuerza mucho por sentir culpa, pero sin éxito, y por eso
para ayudarlo a sentir culpa debemos darle un ambiente
infantil. Es difícil la curación, por lo que debe ponerse el
énfasis en la prevención, dando al niño pequeño un
ambiente facilitador para que pueda desarrollar un sano
sentimiento de culpa.
PSICOANALISTA ARGENTINO
36
El psicoanálisis ha revelado que cargamos con la culpa
para no sentirnos impotentes. Porque la omnipotencia
consiste en creer que podemos evitar todos los hechos.
Las cosas son como son y no como queremos que
sean, o nuestro ideal, que se rige por nuestros valores y
nuestra moral que es el conjunto de normas éticas con las
cuales nos identificamos.
Los ideales se obtienen de las experiencias sufridas de
fracaso (esto no se debe hacer, lo otro tampoco).
Los valores son principios que orientan la conducta y
sin ellos la vida no es posible, pero si los aplicamos
rígidamente, sin la suficiente flexibilidad, nos pueden hacer
la vida imposible.
El Superyó, es una instancia de la personalidad que
representa la conciencia moral, es el heredero del complejo
de Edipo, cuando ya se han producido la correspondiente
identificación y los progenitores han sido incorporado.
El Superyó es el encargado de comparar nuestros
actos con nuestros ideales y de esa comparación surge la
autoestima.
La autoestima se relaciona con la culpa, y es
inversamente proporcional a ella, porque cuanta más culpa
se sienta menor será la autoestima.
El ideal ha incorporado las tradiciones y costumbres de
la sociedad, las pautas de la clase social, las figuras de
autoridad, la gente que se respeta y admira, y representa
una influencia inconsciente que nos exige su cumplimiento
y es con respecto a ese ideal que experimentamos culpa o
autoestima.
Freud dice que es la culpa la que precede al delito,
porque son impulsados por sentimientos de culpa que
atormentan y que cuestan admitir.
La culpa original o la necesidad de castigo, según el
Psicoanálisis provienen del instinto de vida y de muerte.
En la culpa inconsciente predominan las pulsiones de
muerte, cuando triunfan la rivalidad, los celos y la envidia
en las primeras experiencias con los progenitores.
37
La conciencia moral nace del sentimiento de asco y de
vergüenza que son los motivos que llevan a la represión.
El asco surge de la mezcla entre el miedo y el odio; y
la vergüenza, como la culpa, entre el amor y el miedo.
La culpa inconsciente es la tendencia natural de
carencia y la culpa consciente pertenece a la biografía del
sujeto.
La culpa se alivia proyectándolas sobre las personas
más allegadas que son las que nos reprochan.
Los sentimientos del deber que producen culpa son
aquellos que no han sido satisfechos en su tiempo y forma,
pues la esencia de todo ser humano es cumplir sus ideales.
Pero con respecto a las culpas por lo que hemos hecho que
ya no se puede reparar, hay que aprender a vivir con ellas,
dejarlas atrás y hacer el duelo.
La única salida de esta situación es el perdón, y
siempre se puede si se quiere, lo que vale es el intento
38
¿QUÉ MARACA EL ORIGEN DE LA LEY Y FUNDA EL
SENTIMIENTO DE CULPA?
39
madre como objeto de amor y de matar al padre por ser
una amenaza para ese deseo de amor, hacen de todo
neurótico un criminal.
Friedrich Nietzsche también se ocupó de la
genealogía del concepto de culpa. La culpa, ese
concepto que podemos situar tanto en los procesos
de justicia entre las comunidades como en el ámbito de
lo psíquico, tiene una relación con el concepto de deuda.
Relación que supone un tercer elemento, éste es el de la
crueldad. En el texto "La Genealogía de la Moral",
Nietzsche propone que el concepto de culpa procede del
concepto "tener deuda", para explicarlo hace un recorrido
por el desarrollo del sentimiento de justicia en la
humanidad. Recorrido en el que ilustra como la sociedad
trata aquel que haya infringido la ley.
En principio quien causa una perjuicio merece una
pena, un castigo. La severidad de esta pena estaba
determinada, por el grado de cólera que padecía el
afectado. Era la cólera, y no la gravedad del perjuicio, la
que determinaba la medida de la sanción. Esto quiere
decir que la sanción era una forma de venganza en la
cual no había otra regulación que el monto de afecto
causado.
Esta concepción en el ejercicio de la justicia se ve
sustituida por la búsqueda de una equivalencia entre
perjuicio y castigo. La medida del castigo estaba
determinada entonces por la gravedad del perjuicio.
Se nota en este desarrollo del ejercicio de la
justicia, un intento en la humanidad por poner un
tercer término que eliminara el afecto como
determinador de la sanción. Lo llamativo de esta
equivalencia es que el castigo puede ser el dolor físico del
culpable y no precisamente la restitución del daño con
bienes materiales. El dolor se ofrece como
compensación, como algo que se entrega para pagar o
restituir un daño causado.
40
Posteriormente se trató de cobrar el perjuicio, ya no
con el dolor, sino con la privación de la libertad,
eliminando la posibilidad de involucrar el cuerpo en el
ejercicio de la justicia. Se observa entonces un esfuerzo
en la humanidad por regular algo que circula y que está
con relación al dolor del otro.
En términos generales, se puede observar que en
la base de la justicia opera la idea de intercambiar
una cosa por otra, aunque la naturaleza de los objetos no
sea la misma. Es este tipo de intercambio lo que le hace
afirmar a Nietzsche que el origen de la ley, que imparte
justicia, se funda en la relación entre acreedor y deudor.
El Psicoanalista Juan Pablo Mollo tiene la premisa de
que “Ni la exclusión social ni la desigualdad justifican la
opción por el delito” ¿Cuáles son las razones que llevan a
alguien a delinquir? Como dijimos anteriormente, Freud
hablaba del peso de la culpa. Una infancia desamparada y
un contexto social adverso son decisivos, pero nada
exime de responsabilidades. “MÁS ALLA DEL
PSICOANALISIS HOY HAY FORMAS DE DELINCUENCIA
INDIFERENTES A LA CULPA”, Dice Mollo. Con ligereza, en
vez de atenderse la complejidad del fenómeno, se suele
caer en formas de determinismo y estigmatización. Con
esa experiencia, cree que cuando se evalúa a una
persona que infringe la ley se deben tener en cuenta
ciertas transformaciones culturales que le restan eficacia
al sentimiento de culpabilidad, sin subestimar la
responsabilidad de cada sujeto por sus acciones. Mollo
recalca que ni la mayor desgracia, por sí sola, hace que
las personas se vuelvan transgresoras de las normas.
41
¿CÓMO SE DA EL GOCE EN LA NEUROSIS, EN LA PSICOSIS Y
EN LA PERVERSIÓN?
44
¿CUÁLES SON LAS FASES EN EL CICLO DEL ASESINATO
SERIAL? CITE Y RECORTE CASOS CÉLEBRES
El asesino visionario
45
etapa literalmente"despierta"y puede luego atender sus
ocupaciones habituales.
El asesino misionero
El asesino hedonista
47
Richard Ramirez puede ser conceptuado de asesino
hedonista o de asesino satánico -subespecie dentro de los
asesinos misioneros-, pues exhibió rasgos inherentes a
ambos tipos.
El asesino lujurioso
48
Theodore "Ted" Bundy, prototípico asesino sexual
clasificable dentro del grupo de los asesinos lujuriosos.
49
La segunda etapa es "Fase de Busqueda",aqui el maniaco
toma la irrevocable desicion de perpetrar el crimen y
comprende que para ello debe hallar una victima
adecuada.Hay psicopatas que al arribar a ese grado se dan
por satisfechos con reafirmar sus fantasias.
La tercer "Fase de Seduccion" es aquella en la cual el
futuro asesino establece contacto con posibles objetos de
agresion desplegando su magnetismo individual y
dialectica. Comienza a disfrutar su "actuacion"y busca
hacer bajar la guardia a su oponente.La mayoria no son
capaces de reprimirse ni detenerse y ascienden al siguiente
escalon dentro de la neurosis conocido como "Fase de
Caza".El victimario ya ha escojido la presa que considera
"apropiada" y se apresta a entrar en contacto desicivo con
ella.
Dependiendo de la personalidad del agresor pasa a "Fase
de Captura" el tiempo que le lleve, dependiendo de su
proceso mental, la conducta psicótica del criminal. Es aqui
cuando se despoja de su mascara y hace uso de la fuerza a
fin de retener a su presa o conducirlo donde el quiere.
Posteriormente se instala la "Fase del Asesinato", la cual
cristaliza y da culminacion a los precedentes imaginarios
sadicos o de dominacion,pierde cualquier resto de
percepcion de la realidad y se embarca de lleno a la
realizacion a cualquier precio de sus planes y deseos, la
fase que justifica su existencia.
Al patologico impulso final, criminal, se le denomina "Fase
de Depresion" a ella se ingresa una vez consumada la
exitacion despertada por el acto de asesinar,
posteriormente el maniaco queda abrumado bajo una
intensa depresion.
Sin embargo,esta fase no le dura mucho y tiempo mas
tarde,vuelve a transitar nuevamente el proceso y por
desgracia, la respuesta más frecuente es un deseo
inimaginable de volver a matar.
De todos modos, en caso de que se dé esta 7ª etapa, es
por qué el asesino en serie es bastante joven, novato, ya
50
que si sienten esta depresión es porqué se arrepienten de
lo que han hecho, algo que a un asesino en serie
experimentado no le pasa. Cuando son así de jóvenes
pueden llegar hasta un año o dos a ser reincidentes, pero
lo cierto es que el margen entre asesinato y asesinato cada
vez es más estrecho. Lo podríamos comparar con las
drogas, como la heroína en concreto, que una vez has
tomado la primera dosis de arrepientes, pero seguramente
volverás, y el hecho de volver te enganchará, y cada vez
necesitarás más y más, hasta el punto de no poder más y
morirás. El paso de la muerte a la heroína es equivalente al
momento en que el asesino se da cuenta que lo que ha
hecho no está del todo bien, y quiere que la policía le
capture, aunque de todos modos no se dejará y seguirá
matando
Rodney Alcala
Este es un asesino serial que actualmente está condenado
a pena de muerte en la prisión de San Quentin por el
homicidio de 5 mujeres durante la década de 1970, aunque
después confesó 30 asesinatos más. También enfrenta
ciertos cargos en Nueva York por otros asesinatos y se cree
que es responsable en total de 130 asesinatos.
Pero lo más curioso de este asesino serial no es solo el
número de víctimas, sino que, antes de dedicarse de lleno
51
a su hobby asesino, se hizo un tiempo para participar del
show televisivo de citas The Dating Game. Y ganó.
Este era un programa emitido por ABC en los Estados
Unidos en los 70, que consistía en una mujer soltera que le
realizaba distintas preguntas a tres hombres invitados que
no podía ver, y elegía un ganador basándose en sus
respuestas. Rodney Alcala de alguna manera logró
participar de este programa a pesar de que en el momento
ya había sido condenado por violación y era un delincuente
sexual registrado.
Las cosas siguen empeorando, si tenemos en cuenta que el
conductor del programa presentó a Alcala como “un
fotógrafo”, fachada que después utilizaría el hombre para
engañar a sus víctimas. Luego fueron recuperadas miles de
fotografías explícitas de sus víctimas de su residencia,
durante la investigación policial. Por suerte para la chica
que lo eligió como el soltero ganador, después del
programa se arrepintió y nunca tuvo una cita con él.
52
Jack Unterweger
53
cordones anudados de la misma manera que utilizaba para
asesinar prostitutas.
Grady Stiles
54
con la misma enfermedad, que también puso desde pequeños
a trabajar como “freaks”).
u enfermedad le impedía caminar normalmente, por lo que
utilizaba sus brazos y manos para moverse, lo que lo dotaron
de una gran fortaleza de la cintura para arriba, lo que
combinado con su temperamento y su alcoholismo lo volvían
muy peligroso, sobre todo para su familia. En 1978 asesinó al
prometido de su hija en la noche previa de su boda. Como no
había ninguna prisión equipada para ocuparse de su
enfermedad, Grady no fue preso, sino que quedó en libertad
condicional.
Si bien después de este incidente dejó de beber por un
período, pronto retomó este hábito y se volvió más abusivo y
violento que nunca. Temiendo por su vida, su esposa y su hijo
contrataron a un hombre para que lo asesinara por $1500
dólares
55
Mary Mallon (alias María Tifoidea)
57
Primer asesino serial que tuvo nuestro pais : El petiso
orejudo
58
aunque se las arreglaba para ir tirando, hasta que
finalmente consiguió un trabajo de farolero
(encendía el fuego en los faroles de alumbrado).
Cayetano era un chico frágil: enfermó de enteritis a
los pocos años y creció raquítico. Peor les fue a
algunos de sus hermanos, como Antonio, que era
epiléptico. Cuando Fiore llegaba a casa –las dos
piezas del conventillo donde la familia habitaba– les
propinaba feroces palizas a Lucía y a sus hijos.
Cayetano fue a varias escuelas, pero duraba poco: lo
expulsaron seis veces y nadie le enseñó a leer.
Cuando fue revisado por los médicos, éstos contaron
27 cicatrices en la cabeza provocadas por las palizas
del padre y de su hermano Antonio.
A los siete años, Cayetano era tan bajo y menudo que
parecía de cuatro. Lo llamaban "El Oreja" o "El Petiso
Orejudo" porque sus apéndices auditivos eran
grandes y apantallados. A los 8 cometió su primera
fechoría. Tomó de la mano a un niño de 21 meses y lo
llevó a un baldío donde comenzó a pegarle en la
cabeza con una piedra. Al pequeño Miguel de Paoli lo
salvó el vigilante de la esquina, que llevó al agresor a
la comisaría. El padre tuvo que ir a buscarlo y todo
quedó como una pelea de chicos. ¿Quién podía
pensar que en ese incidente comenzaba su carrera el
mayor asesino serial y pirómano nunca conocido en
el sur de América?
El año siguiente, 1912, iba a ser un año lleno de
acontecimientos, en la Argentina y en el mundo. Se
hundió el Titanic en el Atlántico norte y en algunos
cabarets de Buenos Aires comenzó a actuar un dúo
de tangueros: el cantor Carlos Gardel y su guitarrista
José Razzano. Pero para muchos porteños aquel
1912 quedó en la memoria como un año atroz,
porque fue cuando un fantasma recorrió Buenos
Aires dejando una huella de sangre…
El 25 de enero de 1912 se encontró, en una casa
59
vacía de Pavón 1541, el cadáver de Arturo Laurora,
de 13 años, golpeado y estrangulado.
A las seis de la tarde del 7 de marzo de 1912, una
niña de 5 años llamada Reina Bonita Vainicoff, hija
de inmigrantes judíos que vivían en la avenida Entre
Ríos 522, miraba la vidriera de una zapatería. De
pronto, sin que nadie atinara a darse cuenta cómo, el
vestido blanco de Reina Bonita, lleno de volados y
puntillas, comenzó a arder. Alguien le había tirado un
fósforo. A pesar de los gritos desgarradores de la
niña en llamas, y de que un policía se tiró sobre ella
para apagar el fuego con el cuerpo, no pudo ser
salvada. Reina Bonita, con quemaduras múltiples,
murió 16 días más tarde. La tragedia se ensañó con
la familia Vainicoff: el abuelo, al ver que su nieta
ardía, cruzó la avenida Entre Ríos sin mirar y lo mató
un auto.
El 16 de julio de ese mismo año, Cayetano incendió
un corralón en Garay al 3100. En septiembre,
mientras trabajaba como mandadero en unos
almacenes del barrio, acuchilló a un caballo en los
establos de Chiclana al 3300. Dos días después
prendió fuego a la estación de tranvías de la
Compañía Anglo, que tenía entrada por Estados
Unidos y por Carlos Calvo. El 8 de noviembre de
1912, y en un descuido de sus padres, desapareció el
niño Roberto Carmelo Russo, de dos años y medio,
quien jugaba con su hermanito mayor en la vereda
de Carlos Calvo al 3800. Minutos más tarde, un
vigilante rescató a Roberto Carmelo en un baldío. Lo
habían maniatado con un piolín. Junto a él estaba un
muchacho menudo y de orejas apantalladas: alegó
que acababa de descubrir a Robertito y estaba
desatándolo.
Durante ese mes de noviembre, otros extraños
sucesos conmovieron al barrio: alguien incendió un
galpón de azulejos en la calle Carlos Calvo y Carmen
60
Ghittoni, de tres años, fue golpeada en un baldío de
Chiclana y Deán Funes. El vigilante llegó corriendo y
sólo avistó de lejos al agresor, que huía. Cuatro días
después, Catalina Neolener, de cinco años, sufrió un
ataque similar en el umbral de su casa, en Directorio
78. Pero todo se iba a precipitar el día de la tragedia,
el martes 3 de diciembre de 1912.
La señora María Giordano abrió la puerta de calle y
miró al cielo. Estaba nublado y bochornoso, pero no
parecía que fuera a llover. Dirigiéndose a su hijo
Jesualdo, un gordito de tres años y medio que
llevaba una pelota colorada bajo el brazo, le
recomendó:
–Quedate jugando en la vereda, Jesualdito, pero no
crucés.
Fue lo último que le dijo. Cuando volvió a verlo, su
hijo estaba muerto. La tarde del 3 de diciembre
Jesualdo fue encontrado en un basural conocido
como la quinta Moreno, donde funcionaba antes el
horno de ladrillos de la fábrica La Americana. Lo
habían estrangulado con trece vueltas de un piolín
que se le hundió en el cuello. Como no terminaba de
morir, el homicida le perforó la sien derecha con un
clavo de cuatro pulgadas, al que golpeó con una
piedra hasta que la punta salió por el otro parietal.
Luego tapó el cuerpito con chapas de cinc y se fue
tranquilamente a su casa.
"El Oreja", con inconsciencia, parecía provocar al
mundo. Durante la reconstrucción del crimen de
Jesualdo, Godino fue visto entre el gentío que llenaba
la quinta Moreno. También fue al velorio, y hasta
algunos dijeron que se mostró compungido al
acercarse al féretro blanco y tocar la cabecita con
mano trémula. Se sabe que compró un ejemplar del
diario y se hizo leer la crónica de los hechos (era
analfabeto). Luego recortó la noticia y se la guardó.
61
El proceso a Cayetano Santos Godino se prolongó por
dos años, durante los cuales "El Petiso" fue recluido
en el Hospicio de las Mercedes. Las más importantes
figuras de la psiquiatría criminal concurrían para
examinar al reo y comprobar cómo era aquel ser al
que la prensa calificaba de fiera humana. Muchas
voces reclamaron que se lo condenara a la pena
capital, que entonces estaba en vigencia para delitos
como el homicidio, aunque no podía aplicarse a
menores. ¿Pero podía llamársele niño al "Petiso",
aunque su partida de nacimiento dijera que sólo
tenía 15 años?
Godino era examinado como un cobayo; en el
diagnóstico, se destacaban sus características
físicas: la escasa talla (1,51 metros), la cabeza
pequeña (microsomía); la extensión de sus brazos,
que abiertos alcanzaban una envergadura de 1,85
metros; sus orejas desmesuradas y en asa, su
miseria física y la desmesura de su órgano sexual.
Todo conducía a una conclusión: Godino estaba
predestinado al crimen. Por esa época estaban de
moda las teorías de Cesare Lombrosso, que describía
a los asesinos según su aspecto físico. Los médicos
decidieron entonces operarle las orejas y coserlas al
costado de la cabeza, suponiendo que de esta
62
manera concluiría su afección al homicidio. Luego de
una larga recuperación, dejaron en libertad al Petiso,
quien cometió otro horrendo asesinato dos días
después del alta médica. Fue capturado nuevamente
y esta vez para siempre.
Godino fue condenado en 1914 a la pena de
penitenciaría perpetua, que era irredimible. El juez lo
envió a la Penitenciaría Nacional de la calle Las
Heras, donde podía ser aislado en una celda. Allí
pasó varios años. Aprendió a leer y escribir, a sumar
y restar.
En 1923 se inauguró en Ushuaia un presidio de
máxima seguridad. Se la llamó "la cárcel del fin del
mundo". Godino, severamente custodiado y
engrillado, fue trasladado a ella en el transporte
Chaco.
Cayetano Santos Godino nunca recuperó su libertad.
Según el certificado de defunción, "El Petiso
Orejudo" falleció el 15 de noviembre de 1944 por una
hemorragia interna causada por gastritis avanzada,
aparentemente provocada por una paliza dada por
los presos cuando este mató a los dos gatos
mascotas de la penitenciaría. Cuenta la leyenda que,
cuando el penal fue clausurado, en 1947, los huesos
de nuestro primer asesino serial no pudieron ser
hallados en el camposanto del lugar. En cambio, la
esposa del último director tenía un pisapapeles con
el fémur de Cayetano Santos Godino.
63
Robledo Puch asesina al hombre de un disparo y
hiere a la mujer de la misma forma. Ibáñez intenta
violar a la mujer herida -quien sobrevive y testifica
en el juicio-. Antes de huir con 400.000 pesos,
Robledo Puch dispara a la cuna donde llora un bebé
de pocos meses, quien salva su vida de milagro.
El siguiente 24 de mayo asesinan al sereno de un
supermercado en Olivos. Por lo menos en dos
ocasiones, a mediados de junio de ese mismo año,
Robledo Puch ejecutó en la ruta a dos jovenes
mujeres que habían sido abusadas sexualmente (una
de ellas pudo evitar ser violada) por Ibáñez en el
asiento trasero del automóvil de turno.
El día 5 de agosto, en circunstancias bastante
dudosas, Ibáñez falleció luego de un accidente
automovilístico. Robledo Puch, quien conducía el
vehículo, huyó ileso de la escena luego del accidente.
Hay quienes sospechan que en realidad se trató de
un ajuste de cuentas.
Con la muerte de Ibáñez hubo un receso en la
actividad delictiva de Robledo Puch, la cual retomó
en noviembre de 1971 junto con su nuevo cómplice,
Héctor Somoza. El 15 de ese mismo mes asaltaron un
supermercado en Boulogne, acribillando al sereno
con una pistola Astra Cádiz calibre 32 que obtuvieron
pocos días antes en el robo a una armería. Dos días
después, el 17 de noviembre, ingresaron a una
concesionaria de autos y asesinaron al cuidador. Una
semana después, ingresaron en una concesionaria en
Martínez, redujeron al sereno, le quitaron las llaves y
robaron un millón de pesos. Robledo Puch lo remató
de un disparo en la zona occipital del cráneo.
Fue juzgado y condenado en 1980. Sus últimas
palabras ante el tribunal de la Sala 1ra de la Cámara
de Apelaciones de San Isidro fueron "Esto fue un
circo romano. Algún día voy a salir y los voy a matar
a todos".
64
Llama la atención lo expuesto en la pericia
psiquiátrica adjunta en el expediente del juicio a
Robledo Puch.
* "Procede de un hogar legítimo y completo, ausente
de circunstancias higiénicas y morales
desfavorables".
* "Tampoco hubo apremios económicos de
importancia, reveses de fortuna, abandono del hogar,
falta de trabajo, desgracias personales,
enfermedades, conflictos afectivos, hacinamiento o
promiscuidad".
En la actualidad, Robledo Puch continúa privado de
su libertad en un pabellón para homosexuales del
penal de Sierra Chica. Desde julio de 2000 puede
solicitar su libertad condicional, pero no lo hace.
65
Con la culpa hay un deseo de reparar algo, de corregir los
errores cometidos, de sanar las heridas infringidas. Con la
vergüenza hay sentimientos dolorosos de depresión, de
aislamiento, de duda, soledad, separación, paranoia,
desorden compulsivos, sentimientos de inferioridad, la
vergüenza es la enfermedad del alma. Freud le da un valor
considerable en la acción psicoanalica ,ya que, sentir
vergüenza es una forma de tratar a la culpa.
La vergüenza generada por el levantamiento del velo de la
represión del inconsciente, constituye un índice en la
teorización freudiana.
La experiencia psicoanalítica, so pena con el dominio de la
moral y no de la ética, no se trata de desvergonzar, es
decir de desculpalizar dado que todo sujeto es responsable
de su propio goce. Lacan llama “rectificación subjetiva de lo
real”.
Lacan en un capitulo de El Seminario XVll, Los cuatro
Discursos del psicoanálisis titulado el Analytion concluía
diciendo que unos jóvenes revolucionarios en Vincennes
que el régimen de Pompidou los exponía diciendo:”mírelos
como gozan”. El amo Roui al descubierto a quien no se
hace responsable por su goce. El sujeto goza y por eso se
siente culpable y se avergüenza.
En la experiencia psicoanalítica es necesario que el sujeto
se haga responsable de su deseo aunque ello implique
avergonzarse.
Un verdadero comienzo
66
nuestros propios deseos, y preferencias, poniendo en el
centro de nuestro hacer lo que debería ser.
Tradicionalmente la culpa surge cuando juzgo que lo que
hago o hice, dañó a otro. Y la vergüenza surge cuando por
mi hacer, o mi posible hacer, siento que puedo dañar mi
autoimagen.
Inocencia apropiada
67
Por ejemplo: 1er caso: Puede pasar que un papá sea
medico y en la convivencia de una familia donde la
medicina es parte de la cotidianidad, el niño aprenda en
esa espontaneidad cotidiana a preferir la medicina como
profesión a seguir. Allí no hay sometimiento, no hay
expectativas. Tanto si el niño siguiese medicina, como si
siguiese otro camino está siendo legitimado. Están en el
amar.
2do caso: Puede ser que un papá sea medico y por
tradición familiar o por lo que los padres creen que es
conveniente para el futuro del niño, lo hostiguen (premios
y/o castigos) para que siga medicina (y no otra carrera).
Aquí hay expectativas, presión, exigencia, y sometimiento.
Aún cuando los padres quieren a su niño, están en el
desamor.
68
necesidad de fabricar una apariencia, sustentada en la
emocional de la exigencia y del control, en el rendimiento
de examen constante.
69
“todos cometemos errores” “sabes que igual que te
quiero”.
70
ocurre con el otro, es la estructura del otro lo que
determina su propio suceder. Lo que me ocurre a mí no es
consecuencia del mundo (los otros, lo otro), sino que yo
traigo un mundo a la mano, desde mi propio observar y
hacer.
¿Por qué un molino de viento gira?...¿Por el viento? Si
fuese por el viento, también un silo (contenedor de granos)
giraría. El molino de viento se mueve porque su estructura
se acopla con el viento de tal manera que surge el girar. No
es el viento el culpable de que el molino se mueva. El
molino es responsable de su girar. Como cada ser humano
es responsable de su vivir y el entorno que crea con ese
vivir. Esto nada tiene que ver con la culpa.
Girar la mirada
71
exigencia, control, evaluación. No hay corporalidad
estrecha. Aquí configuramos un mundo centrado en el
respeto por las preferencias y deseos de cada uno. Nos
comprometemos con la relación y los proyectos conjuntos,
soltando el apego a la imagen, en la confianza de ser vistos
y respetados por nuestra singularidad, aún cuando muchas
veces implique transitar el dolor. El respeto fundamentado
en el amar, no es ser condescendiente, ni reverente, el
respeto es mantenerme en el centro de uno mismo, en la
autenticidad, legitimando el vivir del otro, aún cuando no
sea un vivir deseable.
¡Trágame tierra!
72
espontaneidad, y la posibilidad de vivir en el placer de
hacer lo que se haga.
El vivir mágico
73
gritar no hay error, el error surge en la explicación que
hago luego. De esta distinción surge la liviandad, como la
emocionalidad contraria a la pesadez. Darme permiso a
equivocarme, es hacerme cargo de vivir la vida en la
responsabilidad, sin quedarme en las explicación
limitadoras de la culpa o vergüenza.
74
de la verdad objetiva, no nos preguntamos por la “ilusión y
la percepción” dado que el presupuesto básico es que
percibimos la realidad, y encontramos la verdad en el buen
razonar, en el sentido común. Por eso no cuestionamos
nuestra manera de observar, y la reflexión no es posible.
76
mejor. En la culpa existe inevitablemente una lucha interna
entre aquello que hicimos y aquello que creemos que
deberíamos haber hecho en esa lucha hay aspectos de los
que no nos estamos haciendo responsables. Siguiendo el
caso del ejemplo: sintiéndose culpable Isabel evita
reconocer como legítimo su deseo de sentirse más
estimulada y valorada en una relación de pareja, o el temor
que sintió al quedarse sola y decidir volver con su marido.
La culpa es el precio que pagamos para no tener que
asumir aspectos de nosotros mismos que nos son
incómodos. Podemos actuar en desacuerdo con nuestra
conciencia pero entonces para poder seguir siendo
“buenos” debemos sentirnos culpables.
El problema es que debemos cargar con el malestar y con
la carga de auto denigración que genera la culpa para
siempre, porque la culpa nunca se refiere a nada que
pueda ser reparado en el presente si no a algo que en el
pasado fue dañado de forma irremediable.
BIBLIOGRAFÍA
77
Laurent Eric; “Desangustias”, en Ciudades
Analiticas,Ed.Tres Haches,Bs.As.2003
78
Tres ensayos para una teoría sexual. En Obras completas,
Tomo II. Madrid, España: Biblioteca Nueva.
79
McDougall, J. (1982). Alegato por cierta anormalidad.
Madrid, España: Petrel
http://www.batanga.com/curiosidades/7335/5-
asesinos-seriales-de-la-vida-real-mucho-mas-
aterradores-que-los-de-cualquier-pelicula
http://www.asesinos-en-serie.com/
http://www.taringa.net/posts/info/1409469/Asesi
nos-seriales-mas-grandes-de-la-historia-
Argentina.html
http://www.irebollo.net/index.php?
option=com_content&view=article&id=18:la-
neurosis-obsesiva-de-freud-a-lacan&catid=6:el-
psicoanalisis-temas&Itemid=5
http://www.emagister.com/uploads_courses/Comu
nidad_Emagister_60764_neurosisobsesiva.pdf
80