Está en la página 1de 1

“EL PELIGRO DEL ORGULLO”

Santiago 4: 6.
El orgullo es vanidad, pomposidad, vanagloria, altivez, soberbia en la vida de la
persona, Dios quiere que seamos humildes de corazón. El orgullo es un peligro en la
vida cristiana, porque lo lleva al fracaso, a la ruina, y la destrucción. No olvidemos
que Dios bendice a los humildes de corazón, pero castiga a los soberbios y altivos.
Pidamos a Dios que nos ayuda para no caer en este pecado, y lograr vida de
humildad. ¿Cuántos quieren ser humilde de corazón?
1: VEAMOS ALGUNOS EJEMPLOS. 2º Crónicas 26: 5 – 16.
 El rey Uzías: Dios, lo bendijo grandemente cuando comenzó su reinado,
porque persistió en buscar a Dios, sobre todas las cosas, y Dios lo prosperó.
Dios lo doto de sabiduría y conocimiento, y le dio el poder para gobernar,
teniendo el dominio sobre sus enemigos quienes le pagaban los tributos, le
dieron presentes, regalos. Dios lo hizo famoso y poderoso sobre sus enemigos,
y rendían homenaje, porque persistió en buscar a Dios.
 La gracia de Dios fue manifestado en él.
Todo lo que el hombre alcanzado, ha sido por la gracia de Dios que se
manifiesta en la vida del ser humano, especialmente cuando buscamos Dios.
El rey Uzías alcanzo la fama, el poder y la prosperidad. El hombre con su
orgullo se atribuye a sí mismo la gloria, la fama y el poder, cuando cree que lo
puede alcanzar todo por su propia voluntad. El hombre de corazón humilde le
da gracias a Dios, por el éxito, por la bendición, por la prosperidad que
alcanzado, porque la gloria le pertenece a Dios. Deut 8: 17

 Dios castigo la rebelión del rey Uzías, cuando se hizo grande, poderoso,
prosperado, se rebeló contra Dios, su corazón se lleno de orgullo, hizo algo
que no debía de hacer, cuando el sacerdote de turno no llegaba, él quemando
el incienso y por esto Dios lo corto de su reinado, y lo castigo con lepra, y
murió siendo, leproso.
 El rey Nabucodonosor. Daniel 4: 30 – 37.
Dios castigo la rebelión de Nabucodonosor, La rebelión es un pecado que trae
juicio, castigo, La Biblia dice; que Dios resiste a los soberbios, pero da su
gracia a los humildes. Cuando el rey Nabucodonosor se engrandeció se dio la
gloria a sí mismo, entonces Dios lo humillo echándolo al campo por siete años,
a comer mote con los animales. Dios no comparte su gloría con el hombre,
entonces reconoció su rebelión y busca a Dios, se humillo y fue perdonado.

2: HAY QUE TENER UN CORAZÓN HUMILDE.


La Biblia nos enseña ha que tengamos un c
orazón humilde, un corazón que este en la voluntad de Dios, que sea aceptado por
Dios. En un corazón humilde se manifiesta la gracia, la misericordia de Dios, no
importa cual sea el rango, el ministerio, el cargo que tengamos, aprendamos a
servir con humildad a Dios. No le demos lugar al orgullo en nuestro corazón,
tirémoslo a la basura, el orgullo es una enfermedad, como la lepra, mata, destruye
tu vida.
CONCLUSIÓN: Pidamos a Dios que nos dé un corazón humilde, para servir, para
honrarle y darle la gloria a Dios.

También podría gustarte