Fundamentos Doctrinales Elim

REY DE JARMUT
El rey de Jarmut uno;
Josué 12:11

Rey de Jarmut = orgullo, elevación, arrogancia, jactancia,

soberbia, altivez.

El mensaje principal del libro de Josué es que tengamos fe de que

esos reyes ya fueron vencidos y están en la palma de nuestras
manos.

Josué le hizo saber al pueblo que tendrían problemas en Canaán y

que los gobernantes de ese lugar eran poderosos, tal como se lo
había dicho Dios a él, pero también les alentó diciéndoles que
Jehová ya los había vencido y entregado (Josué 1:11), ahora
traigamos eso a nuestra vida y veamos cómo estos reyes que habitan
muchas veces en nuestra alma ya han sido vencidos por la sangre de
de Cristo, tenemos que crecer en el conocimiento de Dios y de
Cristo para conocer mejor nuestra alma, y así tener la suficiente fe
para creer que esos reyes ya han sido vencidos y están bajo nuestros
pies.

Así como los reyes de la variabilidad, pasado, falsa paz y

asociación, el rey Jarmut se mueve dentro de nosotros. Cuando un
hombre camina con orgullo interno es porque únicamente puede ver
externamente, (Daniel 5:20) “mas cuando su corazón se
ensoberbeció, su espíritu se endureció en su orgullo y fue depuesto
del trono de su reino y fue despojado del trono de su gloria”; por lo
tanto cuando existe orgullo dentro de nosotros el corazón se vuelve
altivo; es por eso que la palabra nos dice que Dios ve de lejos al que
posee esta altivez dentro de sí y que no tiene comunión con estos
corazones aunque sean cristianos. El orgulloso se cree más alto y

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ve sobre el hombro a los demás, esto es a causa de la manipulación

de un rey interno en su alma.

La biblia nos muestra el caso del publicano y el fariseo, que fueron

a buscar a Jesús al templo porque ambos tenían necesidad de Él,
pero uno amaba las cosas de Dios y el otro era un pecador, ellos
sabían que Dios los podía ayudar en su problema, más el humilde
entro y doblo sus rodillas y dijo “no soy digno de ti, me arrepiento
de mi pecado” , mientras el otro entro con el pecho erguido
sintiéndose orgulloso de ser hijo de Dios y sin doblar rodillas, así
mismo hoy en día hay muchos que conocen de Dios y saben que les
puede ayudar, pero vienen ante El con actitud orgullosa. El Señor
dice que El no desecha un corazón contrito y humillado, pero ahora
la pregunta es ¿cuál de los dos hombres salió justificado? Si no
venimos con humildad y reconociendo nuestra debilidad delante de
Dios, somos orgullosos.

El orgulloso no tiene comunión con el humilde (Romanos 12:16)

“unánimes entre vosotros, no altivos, si no asociándoos con los
humildes”; “no seáis sabios en vuestra propia opinión”. Este rey de
Jarmut nos engaña diciéndonos que somos lo mejor de entre los
demás; para que exista unanimidad se necesita humildad y no
orgullo para que la gloria de Dios caiga; el día de Pentecostés es un
claro ejemplo de orgullo en los que se fueron del templo por que no
le creyeron a Dios. Sujetemos a este rey de Jarmut cuando nos
quiera sacar de la presencia de Dios, y así poder ver el poder de su
gloria caer sobre nosotros, la cual muchas veces no se derrama a
causa de los orgullos dentro de la congregación.

CAUSAS DEL ORGULLO

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1. Bienes materiales El dinero es un motivo muy grande;

recordemos al rico que se entristeció cuando Dios le dijo que
vendiera todo lo que tenia y lo repartiera entre los pobres y le
siguiera, pero este se fue con una excusa; en ese momento el rey de
Jarmut astutamente actuó en el rico y le recordó todo sus bienes
materiales que tenia y su orgullo salió a la luz en ese momento y no
acepto el consejo de Dios, por lo tanto no llego a ser su discípulo.
El amor al dinero nos quita el anhelo de seguir a Dios, hagamos
buen uso de este mientras se tiene, pero no lo amemos más que a
Dios.

La Humildad. Muchos dicen mi mayor orgullo es ser humilde por

que éstos de la nada se vuelven orgullosos; ejemplifiquemos esto de
la manera siguiente: existían 4 árboles que estaban buscando un rey
y se preguntaban entre ellos quien gobernaría a los otros, cada uno
contesto lo siguiente:

1 El olivo: “Dejare de dar mi aceite a Jehová de los Ejércitos”, no

quiero, mi aceite es necesario.

2 Higuera: “Dejare de dar mi dulzura como se la doy a Jehová”

no quiero, no puedo porque esta es necesaria.

3 Vid: “Dejare yo de dar mi gozo a Dios”, no puedo, me necesita.

4 Zarza: “Bueno si ustedes me lo piden, acójanse a mi sombra”,

pero el olivo se pregunto “bajo cual sombra si esta no la tiene” La
vid se sentía orgullosa de lo que no tenia (Jueces 9:8-15); no nos
gloriemos de lo que no poseemos sino solamente aferrémonos a la
mano de Dios, no seamos orgullosos como la zarza, por que el
orgullo nos hace perder la comunión con Dios.

Consejos Malos, había en Israel un rey muy joven llamado

Jeroboam, quien fue a pedir consejo a los ancianos, y uno de los

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consejos dados por ellos fue el que quitara los castigos muy severos
que su padre había decretado anteriormente para que el pueblo le
sirviera feliz a él, este fue un buen consejo, pero Jeroboam fue
también a buscar consejo con los amigos de su edad; (1 Reyes 12:8-
11), entonces los jóvenes que se habían criado con el rey le
respondieron diciendo: así hablaras a este pueblo que te ha dicho
estas palabras: “tu padre grabo nuestro yugo, mas tu disminúyenos
algo”, y tu les responderás diciendo: “el menor de mis dedos es
más grueso que los lomos de mi padre ahora, pues mi padre os
cargo de pesado yugo, mas yo añadiré a vuestro yugo; mi padre los
castigo con azotes mas yo los castigare con escorpiones”; el rey
tomo el consejo de los jóvenes y por esa razón el pueblo estuvo
contra él.

El orgulloso no escucha el consejo de otro mayor que él, por esa

razón es que se escuchan muchas respuestas como “viejo tú no
tienes razón, tu ya viviste tu vida, déjame a mi vivir la mía”, pero si
escuchamos a estos adultos que la mayoría de veces nos doblan la
edad vamos a llegar a ser buenos hijos y buenos padres; de ahí el
dicho que dice “El que no oye consejo, no llega a viejo”. Hoy en
día se les aconseja a los jóvenes que no fijen su mirada en jóvenes
inconversos, que no se vistan como los del mundo, sobre la manera
de usar su cabello, el no salir de noche y visitar lugares que no
convienen; pero ellos movidos por el rey de Jarmut que les dice que
sí se puede y que no pongan atención al consejo se dejan llevar y
cuando este cumple su cometido se va. Un anciano puede darnos
buenos consejos y Dios va a hacer cosas grandes en nosotros al
sujetarnos a nuestras autoridades que han sido delegadas por El.

Las causas del orgullo vienen por el amor a los bienes materiales,
por la falta de humildad en nuestro corazón y por el consejo que
proviene de los malos. Si poseemos dinero y sabiduría,
pongámoslo a los pies del Señor; también existe el orgullo religioso
que viene por el conocimiento que tenemos de la palabra, por las

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añadiduras, por el tiempo que tenemos de caminar en el evangelio,

por la sensibilidad que tenemos a la presencia de Dios; pero
debemos de recordar que todo viene por la misericordia de Dios y
no de nosotros.

Estrategias para derrotar al rey de Jarmut

1) Pelear con Jarmut sobrenaturalmente para que veamos caer el

fuego de Dios.

2) Tapar la cueva con piedras que son figura de la palabra de Dios

para que no salga Jarmut; este rey es astuto y regresa a la cueva por
un tiempo, pero de repente aparece como el más humilde y cuando
menos sentimos ataca de nuevo, así es que tenemos que dominar a
este rey de nuestra alma con la palabra de Dios.

3) Ponerlo boca abajo para inmovilizarlo con nuestros pies, por que
Cristo ya lo hizo por nosotros; esto es figura de que el orgullo debe
estar bajo nuestros pies.

4) Matarlo y colgarlo porque el Dios grande que está dentro de

nosotros no ha perdido ni una sola batalla.

“SI CRISTO CONMIGO, QUIEN CONTRA MI”