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Eres polvo, nada más.

La Soberbia: La Marca De Lucifer. números 15:30-31

INTRODUCCIÓN: El primer pecado fue la soberbia. Este pecado Dios lo castiga de forma más dura.
O sea, de forma especial.
Algunas veces se traduce (en castellano) como: ALTIVEZ, PRESUMIR, ORGULLO,
ENSOBERBECERSE, ARROGANCIA, JACTARSE, VANIDAD, VANAGLORIA
Definiciones bíblicas
Sadon: Arrogancia, presuntuoso, levantarse para engrandecerse uno mismo, sin tomar en cuenta
a Dios, ni a los hombres.
Griego: Hiperifania: hiper: superior, encima, sobresaliente. ifania: petulancia, presunción
arrogancia. Estar sobre los demás con arrogancia, sin tomar en cuenta a Dios. El mismo hombre
se considera como Dios, porque vive solo para él. Es como Dios.
Fisiosis Hinchado: inflado, muy importante por sobre los demás. Es una hinchazón del yo.
Hibris: insolencia, conducirse como que si Dios no existiera.
La esencia de la soberbia es olvidarnos que nos somos criaturas y no creadores.
Se nos olvida que somos polvo, y que de un día para otro podemos morir.
La palabra soberbia se origina del latín “superbus” y significa “quien está por encima” o “altanero”.
De “superbus” se derivan otras palabras como “superior” y “superar”. Este sentido etimológico no
está muy lejos del significado que le da la Biblia a esta palabra

Una actitud del corazón y una manera de pensar. En el fondo, la soberbia es tener un concepto
más alto de sí del que se debe de tener. (Romanos 12:3). Por eso está escrito en Salmos 10:4, “El
malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos.”
Todos los seres humanos tienen por naturaleza la tendencia de querer decidir por sí mismos lo que
está bien y lo que está mal, pero también quieren hacer a un lado las leyes de Dios.

• John Lenón
• Hugo Chávez
• Representante del titanic.
• Mejor humildes
1.- FUE EL PECADO DE SATANÁS
Hay dos pasajes que explican en parte la caída de Satanás, y los ángeles arrastrados con él. Ezq
28.1-19; Is 14. 1-23.

¿Significa que la soberbia es la raíz de todo pecado? Sí

En la Biblia, “soberbia” significa auto adoración, el dominio del propio ego y una suerte
de orgullo que no permite la aceptación de Dios. Los soberbios serán castigados, pues se
considera su conducta como altanería. Un soberbio se reconoce porque suele sentirse superior al
prójimo e, incluso, a Cristo.

Sí. En Isaías 14:12-14 se describen los pensamientos de Lucero (Lucifer), un ángel que era hermoso
y perfecto en sabiduría: “Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono…
y seré semejante al Altísimo.” Ese deseo de exaltarse a sí mismo – su soberbia – fue el primer
pecado. Más tarde, cuando fue arrojado a la tierra como Satanás, tentó a Eva para que hiciera
exactamente lo mismo, él le dijo que si comía del árbol del conocimiento del bien y el mal será
“como Dios, sabiendo el bien y el mal.” (Génesis 3:5).

La implicación es que, si ella llegara a ascender y ser como Dios ya no necesitaría las leyes de Dios,
y de ahí, ella misma sería capaz de decidir lo que está bien y lo que está mal. Ya no necesitaría que
Dios le dijera: “De todo árbol del huerto podrás comer…” El deseo de querer ser mi propio jefe, la
soberbia, es la raíz de todo pecado, puesto que quiero hacer mi voluntad y menospreciar la
voluntad de Dios. No es coincidencia que Lucifer solo se menciona a él cuando dice: “subiré,
levantaré, me sentaré y seré.” Esto es exactamente lo opuesto al espíritu de Cristo, el cual
descendió, y no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse. (Filipenses 2:5)
La soberbia es querer ser como Dios.

• La soberbia aísla
• No es un pecado contra la humanidad, es un pecado contra Dios
• Es el único pecado donde dice que es un ultraje a Dios.
• El soberbio tiene en poco la palabra de Dios. Porque somos ignorantes.
• Es creer que la verdad esta siempre a nuestro lado.
• Es el motor que hace crecer su estupidez
• La soberbia es autosuficiencia totalmente errada. Yo soy esto y no puedo estar equivocado.
• Es un mundo absurdo donde la única salida es la humildad.
• El temperamento no es un problema de carácter es un problema de altura.

2.- FUE LA SEMILLA QUE SEMBRÓ EN EL HOMBRE.


“Seréis como dioses, sabiendo el bien y el mal”, fue la razón que les llevó a desobedecer a Dios. A
causa de su soberbia, Satanás fue echado a la tierra y sembró esa semilla en el corazón del
hombre. Y es la razón que lleva al hombre caído a una constante lucha para alcanzar la
superioridad y el dominio sobre sus semejantes.
Esta raíz está en todos nosotros. La soberbia es querer ser como Dios. Y este mismo espíritu se
estableció también en la iglesia y donde más se encuentra en la iglesia es en el corazón de los
pastores.
3.- EL ÁRBOL DEL PECADO.
Cuando queremos hacer un gráfico que represente al hombre pecador, dibujamos un árbol con el
tronco, las ramas y el fruto. Decimos que el tronco es la REBELIÓN, y las RAMAS los diferentes
pecados. Pero yo descubro que la raíz del árbol es la SOBERBIA. De allí sale todo.
Salmo 19.13 “Preserva también a tu siervo de las soberbias; que no se enseñoreen de mí: entonces
seré íntegro, y estaré limpios de gran rebelión”
La soberbia rompe con nuestra integridad y produce en nosotros rebelión. Y la falta de integridad
y la rebelión produce el pecado.

5.- VOLVIENDO A NABUCODONOSOR. (El hombre más orgulloso que encuentro en la Biblia).
Relato: Daniel le interpreta un sueño terrible. Tan terrible que no se atreve a decirle. Al final
como introducción a la interpretación le dice: “señor mío el sueño sea para tus enemigos, y no
para los que mal te quieren”.
Al final de la interpretación, Daniel, sin que el rey se lo pida, le da un consejo. Básicamente que se
humille por si Dios tuviere misericordia con él.
Soberbia: Nabucodonosor no escuchó el consejo, ni le importó. El soberbio se vuelve una persona
a la que no se le puede enseñar. No recibe consejo. Todo lo sabe. Todo lo cuestiona. Como se cree
superior a los demás, no tiene porqué sujetarse. Es sabio en su propia opinión.
Al año de este episodio, Nabucodonosor paseando por el palacio, habló así: ¿no es ésta la gran
Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?
Soberbia: Todo el éxito se lo atribuye a sí mismo. No tiene en cuenta a Dios. Exalta su persona. El
soberbio se jacta de sus éxitos menospreciando a los demás, y no reconociendo a Dios.
Melquisedec, rey de Salem, sale al encuentro a recibir a Abram después de derrotar a sus
enemigos y al saludarlo le recuerda: …bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en
tus manos…
El apóstol Pablo nos vuelve a decir hoy: …no ensoberbeciéndose unos contra otros. Porque ¿quién
te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no
lo hubieras recibido?
“El hombre espiritual dominado por la soberbia es un ladrón, porque roba, no bienes materiales
sino la gloria de Dios”.

Jesús nos dice: “Cuando hayan hecho todo lo que os ha sido ordenado, digan: Siervos inútiles
somos, porque lo que teníamos que hacer, hicimos”.
Las disciplinas cristianas que logramos muchas veces son motivo de soberbia.
La parábola del fariseo y el publicano. (Lc 18.9-14) fue dicha por Jesús “a unos que confiaban en sí
mismos como justos, y menospreciaban a los otros. ¡SOBERBIA, y más SOBERBIA!!!
6.- VIVIR SIN DIOS. Otra manifestación de la soberbia y la altivez en la iglesia, es pretender vivir sin
Dios. Amamos a Dios, cantamos y alabamos en los encuentros, oramos, etc., pero manejamos
nuestras vidas según nuestros propios planes y conveniencia.
Santiago (Tiago) 4.13-17. Habla de aquellos que hacen planes sin tener a Dios en cuenta. Sin decir
“si Dios quiere”. Y finaliza diciendo: Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias.
Hay más de 100 versículos en las Escrituras que tratan el tema de la soberbia. En cada uno hay una
descripción de esta actitud y una advertencia o una sentencia de Dios en contra.

7.- COMO MIRA DIOS AL SOBERBIO.


Sgo 4.6 / 1P 5.5. “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.” Hermanos, amados, de
todo lo que vengo diciendo, que es una parte solamente del tema, esto último es lo más
importante.
Resistir significa literalmente, según el diccionario griego, “oponerse, ponerse en contra, hace
resistencia, mirar de lejos, desaprobar”
La soberbia no solo nos separa de Dios, mucho peor, pone a Dios en contra nuestro.
Toda obra espiritual que hagamos con soberbia no tiene la bendición de Dios sino la oposición.
Perdemos su presencia y compañía.
Por otro lado, la humildad hace habitar en nosotros la presencia de Dios,

Is 57.15, Sl 138.6, Is 66.2. Gracia es la influencia divina sobre el corazón que se refleja en la vida y
merece la aprobación, la ayuda y la fortaleza de Dios.
Hermanos si hay algo que necesitamos desesperadamente para servir a Dios y hacer su obra, es
su gracia, su aprobación y su presencia.
La soberbia genera en nosotros rebelión y desobediencia, aunque estemos en su viña trabajando
para él. A veces cuando las cosas comienzan a andar mal oramos a Dios. Pero… “No se puede
ganar con oración, lo que se pierde por desobediencia”.
8.- JESÚS NUESTRO EJEMPLO. El antídoto contra la soberbia es la humildad.
Mt.11.28 Aprenden de mí, que soy manso y humilde de corazón.
De 378 mandamientos de Jesús que aparecen en el NT solo este pide que aprendamos de él. La
humildad. Esto es porque con un corazón humilde podemos cumplir los otro 377. Todo el Sermón
del Monte es un tratado divino contra la soberbia y hacia la humildad.
Dios no nos manda a “NO SER SOBERBIOS”, sino que nos manda a ser humildes
La humildad es el antídoto contra la soberbia.
Jesús hizo el camino exactamente al revés de satanás, siendo Dios se hizo hombre y estando en la
condición de hombre se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de
cruz.
Solo vamos a lograr la victoria contra ese espíritu satánico que habita en nuestro viejo hombre, si
reconocemos que tenemos ese problema.
La humildad es la virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades,
y en obrar de acuerdo con este conocimiento de uno mismo.
Miqueas 6.8 “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente
hacer justicia, amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”.
La soberbia nos vuelve injustos, insensibles, amarnos a nosotros mismos y no a la misericordia.
Nos hace independientes, no nos deja ver la necesidad desesperante que tenemos de depender
del cuerpo, de sujetarnos a otros, de no buscar el primer lugar, de no amar ser alabado o
reconocido sino asociándonos con los humildes.
La soberbia en el cuerpo de Cristo es como un cáncer, pero en los hombres que fueron llamados a
servir al cuerpo a través de sus ministerios, es la muerte segura.
Todos decimos que queremos ser humildes, pero ninguno quiere ser humillado.
Aprendamos de Jesús, vivamos para ser como él, seamos los primeros en vivir para que el
propósito eterno se cumpla. “Puestos los ojos en Jesús el Autor y consumador de la fe”.
Tito 1.7 Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios, no
soberbio…

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