LA IMPORTANCIA DEL LLAMADO

JUAN 15:16.

El ministerio Cristiano, no es una elección humana sino un llamado divino. Por lo tanto
la experiencia personal del llamamiento divino constituye el punto de partida para todo
líder que asido llamado. Y debe saber que el que lo llamo fue el Señor y no el pastor.

1. DIOS DA SEGURIDAD ESPECIAL AL LLAMADO

Todo líder experimenta crisis en su ministerio, El apóstol pablo experimento las más
fieras batallas imaginables durante su ministerio incluyendo el martirio y la muerte
física; aún así el afirmo que había sido llamado a ser siervo de Jesucristo, llamado a
ser apóstol Romanos 1:1. 1ª corintios 1:1. No hay indicio de que pablo tenia sombra de
duda respecto a su llamado.

2. DIOS DA UNA MISION ESPESIFICA AL LLAMADO

Cuando Dios llama da una misión a sus llamados. A si que: el llamamiento y la misión
van de la mano, son inseparables.

3. EJEMPLOS DEL LLAMADO

 Dios llamó a Noé y le dio una misión, con el fin de preservar la raza humana y los
animales, Génesis 6:9. 13: 22.
 Abraham fue llamado con una misión, Formar una nación, el pueblo especial de
Dios. Génesis 12:1-3.
 Moisés fue llamado para liberar al pueblo de la esclavitud de los egipcios, Éxodo
3:7-10.
 Dios llamo a Josué para repartir la tierra prometida a los hijos de Israel, Josué 1:1-
6. 11:23.
 Jueces fueron llamados para cumplir una misión; liberar al pueblo de Israel que los
despojaban de sus pertenecías, Jueces 2:16. 18.
 Reyes fueron llamados, para ministrar justicia y equidad a todo el pueblo, 2º libro
de Samuel 8:15.
 Dios llamo a los profetas para anunciar juicio divino y restauración, Isaías6:11-13.
 Jesucristo y constituto a sus doce y les dio una comisión: y levanto a sus siervos
para perfeccionar a los Santos para la Obra del ministerio, Efesios 4:11-12.

3. EL LLAMADO Y LA AUTORIDAD
Junto al llamado y la comisión, Dios da autoridad Espiritual. La autoridad no es carnal
sino poderosa en Dios, Mateo 16:19. MT 10:1. Mr 6:7. Lc 10:1-9. Tito 2:15.

CONCLUSION
La importancia de ser llamado, es el reflejo de la obediencia y sujeción a la voluntad
de Dios y a su palabra.