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Análisis de la película Kamchatka.

Según Sara Paín a la educación se le asignan cuatro funciones, de las cuales este film
se pude relacionar con la función transformadora de la educación, ya que el niño
Harry(el hermano mayor de la familia) y el Enano (el hermano menor) no están muy
felices con su nueva circunstancia, la cual se debe al dolor de haber sido apartados de
sus amigos, de sus escuelas, de sus juguetes, de su vida cotidiana en la cuidad. Esta
función habla de la movilización emotiva que sufre un sujeto frente a diversos cambios.
También Sara Paín, en el capitulo 2 del texto “Dimensiones del proceso de
aprendizaje”, explica que el proceso de aprendizaje coincide con un momento
histórico, un organismo y/o un sujeto. Esto representa claramente en el momento en
que transcurre la historia, que fue en el año 1976,  donde Argentina caía en manos de
una dictadura militar.
A su vez, en el texto de Sara Paín, se nombras varias dimensiones: la dimensión
biológica que hace referencia a tres conocimientos, de los cuales el film se puede
relacionar con el de las formas adquiridas en función de las experiencias. Esto se debe
a el cambio que sufre la familia al ser perseguidos por los militares y así tener que
cambiar toda su vida familiar (identidad, residencia, escuelas de los niños, trabajo,
relaciones familiares y con amigos).
Además, esta la dimensión social, que se refiere a todos los comportamientos
dedicados a la transmisión de la cultura, incluso los objetivados como instituciones
que, especifica (escuela) o secundariamente (familia), imparten educación. Esto refiere
al momento que la familia del film llega a una finca lejana a la cuidad, donde poco a
poco, los niños comenzarán a apreciar las ventajas de su peculiar situación. El tiempo
libre para explorar los confines de la finca. La oportunidad de conocer gente excitante
y misteriosa, como Lucas, el adolescente a quien sus padres dan temporalmente asilo
(Lucas también está en fuga), y de quien recelarán primero para, después convertirlo
en su mejor aliado. Y la necesidad de adoptar nuevas personalidades, como los
héroes de sus historietas favoritas; Harry, que no se llama Harry, elige ese nombre en
homenaje a su ídolo, Houdini, el Rey de los escapistas.

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