Está en la página 1de 7

El proceso de desaparición

Ontología y Metafísica
Dra. Sonja Rangel
Gpo. 9052
Sebastián Quezadas García

Nuestra sociedad esta conformada por individuos que, no solo no se conocen a si


mismos, sino que luchan desesperadamente por manifestar cada uno de sus deseos.
Sin cuestionamiento, sin inquietud por mirar mas allá, hemos creado en nosotros
mismos una violenta compulsión que nos empuja todo el tiempo a intentar conseguir
lo que queremos.

No fuimos educados para darle un rumbo genuino a nuestra vida y el sistema nos
domesticó de tal forma que, incluso teniendo el deseo de expandirnos fuera de
cualquier molde, es difícil no caer constantemente en el adormecimiento colectivo de
una cultura cada vez mas enajenada.

Desafortunadamente deseamos lo que deseamos, no por un anhelo genuino del


espíritu, sino por la dirección que, a través del sistema educativo y social, el mercado
le da a las masas. Es decir, deseamos alcanzar lo que el sistema nos enseñó que era
digno de alcanzarse. Creemos que esta actividad compulsiva de todo el tiempo ir tras
lo que deseamos significa ser libres.

A través de las posturas de Schelling y de Schopenhauer, en el siguiente ensayo me


propongo teorizar una serie de pautas a las cuales me referiré como proceso de
desaparición utilizando como guía el concepto de libertad del primero. Partiremos de
un falso concepto de libertad (creado por el sistema) que más bien se asemeja a una
esclavitud moderna. Dado que este ensayo no contempla la idea de que, por
intención, el individuo pueda transformarse en un sujeto puro de conocimiento,
intentaré concluir con la idea de que, para los “no elegidos por la naturaleza”, la
libertad puede experimentarse como un sentimiento de unidad, un propósito que
direccione nuestros pasos.

Reforzar la separación. La jaula de la individualidad.

En primer lugar creo que debemos disolver esa falsa idea de libertad que se nos ha
impuesto.

Hemos ya mencionado que vivimos una esclavitud moderna, una esclavitud que
consiste en convencernos, de distintas formas, de que somos libres.

¿En qué consiste un verdadero acto de libertad?

¿Poder hacer lo que deseas es realmente ser libre?

En los escritos sobre la filosofía de la naturaleza Schelling dice:

Originariamente, en el hombre existe un absoluto equilibrio de las fuerzas y la conciencia. Sin


embargo, le es posible anular ese equilibrio por medio de la libertad para después volver a
restablecerlo mediante la libertad.” 1

A través de la libertad podemos reunir otra vez las dos fuerzas. Reunirlas significa
hacernos conscientes de la actividad inconsciente. Es esa reunión la que ocurre
cuando el genio crea una obra de arte.

Dicha reunión significa volver a estar unido con el todo. Es reconocer que no es el
individuo el que está actuando sino la naturaleza a través de este. Reunir la actividad
consciente con la inconsciente es el mayor acto de libertad al que podemos aspirar, es
un acto que nos lleva a conocer los planes de Dios ("retroceder a Dios y penetrar en
él")2, es decir, a reconocer nuestro lugar.

Sabiendo lo que el todo quiere de nosotros, ¿por qué nos interesaría aferrarnos a lo
que nuestra voluntad individual desea?

Schopenhauer dice:

1 F. Schelling. (1996). Escritos sobre filosofía de la naturaleza. Madrid: Alianza. p. 71


2Dice Heidegger: "Si se mira al conocimiento filosófico desde el punto de vista del cotidiano conocer y
compensar, entonces vale decir de la filosofía: quien quiera conocer en ella y de acuerdo con ella, tiene
que "retroceder a Dios y penetrar en él".

“El hombre vulgar… solo puede dirigir su atención a las cosas en la medida en que tengan
alguna relación, aunque sea muy mediata, con su voluntad.” 3

Como mencionamos en la introducción, el individuo común solo esta intentando


conseguir lo que desea sin cuestionarse el por qué de ese deseo. Todo lo que no esté
relacionado con su voluntad pasa desapercibido. Más adelante, el mismo autor va a
decir:

“…en las cabezas normales, la expresión del querer es predominante, y se ve que el


conocimiento no se pone en marcha más que a instancias del querer.”4

Esta falsa sensación de libertad que el mercado refuerza constantemente haciéndonos


creer que aspirar a comprar (o a ser) lo que deseamos significa ser libre es, más bien,
nuestra jaula. La libertad va mucho mas allá de la capacidad de cumplir nuestros
deseos. La idea de libertad que promueve este sistema esconde tras de sí un profundo
condicionamiento porque lo que deseamos está pre-diseñado (o pre-seleccionado) por
el mismo sistema, por lo tanto deseamos lo que nos enseñaron a desear.

El hombre moderno se ha separado de la naturaleza y la ha convertido en un objeto


para obtener recursos, la ha puesto a su servicio. La sociedad se ha condenado a sí
misma y, sobretodo esta época, sufre notablemente los efectos de esta separación.

El acto que puede salvarla es, justamente él único acto de libertad posible, es decir,
volver a ser parte de la naturaleza y, al mismo tiempo, permitirle a esta ser parte de
nosotros.

La educación materialista nos mantiene separados del todo y nos ha convencido de


una falsa idea de la libertad, lo que más bien puede traducirse como una esclavitud
moderna.

3 A. Schopenhauer. (2005). El mundo como voluntad y representación. Madrid: Trotta. p. 242


4 Ibidem
El retorno a la naturaleza. La experiencia transpersonal.

Pienso que, para desprenderse de esta falsa idea de libertad y comenzar a


experimentar un sentimiento de unidad, se requiere tener la intención, y esta puede ser
inspirada por la idea de que formamos parte de un todo y, por ende, es posible que no
hayamos sabido reconocer nuestro lugar en él.

Si, como dice Schopenhauer, el individuo puede diluirse, entonces es posible que la
idea de “individuo” sea ilusoria. El transito hacía el sujeto puro de conocimiento podría
ser, más que un transito, el acto de liberarnos de una alucinación. Si el individuo no
existe entonces toda experiencia y todo acto es transpersonal, no existe un individuo
que experimente sino un todo que experimenta a través del individuo.

“…no es que el todo pueda surgir de las partes sino que las partes tiene que surgir del todo.”5

El proceso de desaparición, entonces, se puede poner en marcha. El artista es aquel


que ya no es alguien.

Cuando nos damos cuenta de que todo acto es transpersonal ya no suena tan extraña
la intención de desaparecer, de hecho, comienza a tener sentido la idea de que nunca
hemos estado aquí como un ser individual. Schopenhauer continuará diciendo:

“Así pues, él implica a la naturaleza en sí mismo de modo que la siente como un accidente de
su ser.”6

La única posible libertad que podemos encontrar es la del olvido de nosotros mismos
como individuo, la libertad absoluta significa tomar el lugar que nos corresponde.

Tenemos un lugar en la naturaleza porque somos necesarios, es decir, no podía haber


ocurrido de otra manera, no podríamos estar en otro sitio.

Con respecto al concepto de necesidad Schelling dice:

5 F. Schelling. Ibid. p. 121


6 A. Schopenhauer. Ibid. p. 235
“…debe ser posible en general reconocer cualquier fenómeno originario de la naturaleza como
absolutamente necesario, porque si en la naturaleza no hay absolutamente ningún azar,
entonces ningún fenómeno originario de la naturaleza puede ser casual, sobre todo porque, si
la naturaleza es un sistema, tiene que haber una conexión necesaria de todo lo que ocurre en
ella, o surge en ella con un principio cualquiera que le dé cohesión a toda ella.”7

Considero que la filosofía de Schelling es poco atractiva para la época actual porque el
camino que propone es mas intuitivo que racional. Un saber que no necesita de la
experiencia sensible. Esta filosofía, a mi parecer, es más un sentimiento que una
certeza. Esta conciencia de nosotros mismos que nada a través de lo desconocido y
del caos, se siente, de todas las maneras posibles, atraída a lo racional, a la
comprobación del conocimiento. Podría resultar desesperante la idea de un
conocimiento no sustentado por la razón sino por la intuición.

La consciencia de sí se ha vuelto un tormento para la humanidad. La responsabilidad


de tomar un camino sabiendo que existen infinitas opciones, de preguntarse si existe
un Dios, de pensar acerca de la muerte, son reflexiones que solo pueden hacerse a
través de la conciencia de sí. Pienso que cuando no mesuramos la angustia que estos
cuestionamientos pueden generar, la conciencia de sí se convierte en una carga. Se
trata de encontrar el delicado equilibrio entre ser consciente y al mismo tiempo tener la
confianza de que existe un lugar para mí en este mundo y que, si no lo he encontrado,
probablemente sea porque los paradigmas culturales me lo han impedido.

Pienso que Schelling lo explica así:

“Contra una filosofía que no hace de la especulación un medio, sino un fin, todas las armas
están permitidas. Porque efectivamente atormenta a la razón humana con quimeras a las que ni
siquiera se puede declarar la guerra por hallarse más allá de cualquier razón”8

7 F. Schelling. Ibid. p. 121


8 Ibid. p. 72
El proceso de desaparición, a mi parecer, puede asemejarse a un acto de fe porque
está fuera de lo racional. Es a lo que Schelling se refiere como intuición intelectual, ese
saber que no sabe.

Conclusión

Pienso que hasta este punto podría llegar el individuo común. No podemos elegir crear
de la misma manera que la naturaleza lo hace, no es algo que dependa sólo de
nosotros. Como lo dice Bukowski:

"A no ser que salga de tu alma como un cohete, a no ser que quedarte quieto pudiera llevarte a
la locura, al suicidio o al asesinato, no lo hagas. A no ser que el sol dentro de ti esté quemando
tus tripas, no lo hagas. Cuando sea verdaderamente el momento, y si has sido elegido,
sucederá por sí solo y seguirá sucediendo hasta que mueras o hasta que muera en ti. No hay
otro camino. Y nunca lo hubo."

Considero que el individuo común puede utilizar este sistema para cultivar un
sentimiento de unidad, lo que creo que se acerca mucho a la idea de libertad que
expresa Schelling.

Por lo tanto, creo que encontrar nuestro lugar es mas un proceso de renuncia que de
ambición, la inercia de perseguir todos nuestros deseos nos mantiene con una
sensación de separación, no nos paramos a observar que en la naturaleza ya esta
todo dado. Esta sociedad tiene que parar con el intento de ser más, de tener más, de
lograr más.

México D.F a 4 de Febrero de 2020

También podría gustarte