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Manejo de Contingencias
Manejo de Contingencias
Antes de exponer nuestro caso, creemos necesario ofrecer una breve explicación
de lo que es el manejo de contingencias. El manejo de contingencias es el manejo
de los premios o refuerzos positivos y de los castigos para hacer que un
determinado comportamiento se repita desaparezca.
Muchas de las conductas que hacen o dejan de hacer los niños se dan por el
hecho de que existe un manejo inadecuado de ellas. Según esto, cuando se da o
no el refuerzo o el castigo inmediatamente después de una conducta, determina si
tal conducta se repetirá o no. Lo que significa que aun cuando las causas son
importantes, los efectos lo son todavía más. Por ejemplo, rogar o suplicarles a los
hijos que hagan su tarea no resulta tan eficaz para el desarrollo de buenos hábitos
de estudio, como el hecho de alabarlos cuando estudian sin que se les pida que lo
hagan.
- El moldeamiento de la conducta
- Tiempo fuera
- Contratos de contingencia
- Economía de
Previo
Fichas
- La regla de la abuela
- Retirada de la atención
Como veremos más adelante, en este caso emplearemos la técnica del tiempo
fuera, la economía de fichas y la de la retirada de la atención. Explicaremos ahora
en qué consisten, brevemente, las formas de manejo de contingencia que no
vamos a emplear:
Previo
Una de estas conductas serían las rabietas, que podríamos definir como
comportamientos agresivos con los que algunos niños manifiestan su desacuerdo
ante determinadas situaciones, sobre todo cuando se encuentran ante adultos
significantes para ellos, como pueden ser sus padres o sus abuelos.
Pero algunos niños han aprendido que teniendo rabietas consiguen fácilmente lo
que quieren, y los padres aprenden que satisfaciendo los deseos de su hijo
consiguen calmarle, sobre todo cuando la pataleta se da en público, para evitarse
el bochorno.
Previo
Sigue protestando mediante rabietas cuando no logra cumplir sus deseos, y sus
padres se lo conceden rápidamente para no tener que enfrentarse al problema
que supondría decirle que no.
INTRODUCCIÓN AL CASO
El caso que vamos a tratar es el de unos padres que nos cuentan que su hijo, de 5
años, tiene problemas de conducta. Después de analizar la información, se
determina que en la dinámica familiar existe un inadecuado manejo conductual de
contingencias con respecto al niño y se desarrolla un proceso de intervención para
eliminar las conductas inadecuadas del niño. Utilizando estrategias de manejo
conductual de contingencias pretendemos hacer que estas conductas
desaparezcan.
María manifiesta que con su hija no existe ningún problema porque ella lleva
buenas calificaciones en la escuela y no tiene problemas de conducta en la casa.
Sin embargo, dice que desde que Óscar es pequeño llora cuando no consigue lo
que quiere, y por lo tanto, la mayoría de las veces le consienten lo que pretende.
Óscar, por tanto, es el que manda en casa, ya que siempre que se porta mal sus
padres le prestan demasiada atención. Esta situación ha llegado a tal extremo que
a estos padres les da vergüenza ir con él a lugares públicos por miedo a que en
cualquier momento pueda pillar una rabieta y montar un espectáculo.
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Objetivos generales
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Objetivos específicos
* Que los padres aprendan a detectar la conducta inadecuada, con el fin de que
identifiquen cuando ésta disminuye o aumenta, y lo que determina esto.
* Que los padres refuercen (de manera social y material) las actividades
adecuadas que realice Óscar, con el fin de que éstas aumenten.6
* Que las contingencias sean impuestas y decididas por ambos padres y que sean
respetadas por ambos padres.
PROCEDIMIENTO
Se les pidió a los padres que definieran las conductas que querían cambiar. A
continuación explicaremos dichas conductas y aquéllas por las que las esperamos
cambiar.
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REFORZADORES MATERIALES
Son aquellos estímulos que se presentan ante la respuesta del niño para hacer
más probable la aparición o desaparición de una conducta. Estos reforzadores son
materiales porque consisten en objetos tales como objetos o chucherías. Reportan
mucha gratificación y en consecuencia aportan gran cantidad de conducta
deseable, pero han de ser administrados cuidadosamente. De esa
Previo
Previo
REFORZADORES SOCIALES
Esta técnica es adecuada en este caso porque cuando Óscar tiene una de sus
pataletas, sus padres le prestan la atención y el tiempo que el niño necesite,
atienden a todas sus demandas y se dirigen con más frecuencia a él para
castigarlo.
Con este procedimiento lo que pretendemos es que Óscar aprenda que pidiendo
las cosas de forma inadecuada no va a conseguir nada.
Creemos que esta técnica puede ser efectiva porque estamos recordándole al
niño una de sus preocupaciones infantiles, el temor al abandono de sus padres.
Aunque el niño sepa que no va a ser abandonado al menos físicamente, se alarma
porque piensa que sí que puede ser abandonado emocionalmente, por lo que
modifica su conducta para no perder el apoyo emocional de sus padres.
* Otro tipo de reforzadores sociales sería la aprobación de los padres, que puede
mostrarse con una sonrisa, una caricia o expresiones de agrado respecto a las
conductas correctas realizadas por el niño. Asimismo, las conductas no
apropiadas pueden estar seguidas de expresiones de desaprobación o
descontento.
APLICACIÓN
Como primer paso para modificar la conducta de Óscar vamos a cambiar su rutina
de sueño, porque esta puede ser una de las causas principales de su mal
comportamiento y concretamente de su mal humor y de sus rabietas. Para esto en
lugar de que se duerma en el sofá junto a su padre y lo dejen dormir allí toda la
noche enseñaremos a Óscar a que se quede dormido en su cama. Óscar
relaciona irse a dormir con su padre y la televisión. Como no podemos permitir que
Óscar se lleve la televisión a la habitación, las primeras noches su padre irá con
él. De esta manera, se irá acostumbrando a quedarse dormido en su cama,
aunque sea con su padre. Los siguientes días, el padre en vez de acostarse con
él, se sentará en la cama, cada vez más lejos del
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Niño. Hasta que por fin llegue un día en el que acostará a Óscar en la cama y se
marchará.
Una vez hemos cambiado su rutina del sueño, causa probable de su mal
comportamiento, comenzaremos con un tratamiento que irá más dirigido a sus
conductas específicas, utilizando reforzador y castigos.
El objetivo final de este tipo de aplicación sería que el niño realizase las conductas
por auto refuerzo, es decir, porque él mismo lo considera correcto.
Reforzadores materiales
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etc. Así, Óscar asociará las buenas conductas con premios y comenzará a
hacerlas más a menudo.
Reforzadores sociales
Cada vez que Óscar coge una rabieta y se pone a llorar, sus padres le dicen
frases como: “¿por qué lloras?”, “¿ya estás llorando otra vez?” o “deja de llorar”
por lo cual le hacen ver que su papel dentro de la familia es el de “el llorón”. Esto
es lo que se llama profecía auto cumplida: el niño tiene asignado un rol y piensa
que así es como debe comportarse. Los padres deben hacerle ver que esto no es
así, que ese no es su papel. Uno de los métodos para que desaparezca la
profecía auto cumplida es el dejar de prestarle atención a Óscar cuando pille una
de sus pataletas.
Otro reforzador social es la “técnica del tiempo fuera”. Cuando Óscar se porte mal,
se le pide una vez amablemente que deje de comportarse así, a la segunda se vez
se le ordena con un tono un poco más autoritario, y a la tercera vez se le lleva a
una habitación donde no tenga nada con qué entretenerse y se le deja allí dentro
durante cinco minutos exactos (un minuto por cada año de vida). Aunque el niño
intente salir, no hay que dejarle salir hasta que pase ese tiempo.
Por ejemplo, si Óscar está jugando con su hermana Laura y de repente se enfada
con ella y le pega, se le lleva a esa habitación y se le deja allí el tiempo necesario.
En caso de que cuando los padres lo dejen salir, Óscar vuelva a comportarse
inadecuadamente, le deben advertir que si quiere salir de la habitación, tendrá que
estar al menos 15 minutos portándose bien.
Se utilizará sólo en ocasiones en las que las rabietas sean más fuertes y se
produzca un descontrol de la situación.
Malo y por eso te voy a castigar”. Mejor es explicarle con un tono tranquilo el
motivo de su castigo.
Esta técnica nunca será usada si con ella el niño consigue librarse de cosas que
no quiere hacer como hacer las tareas del colegio o comer algo que no le gusta.
CONCLUSIONES
Para que todas estas técnicas funcionen, es necesario que los padres y otras
figuras que puedan ser importantes para el niño, como sus abuelos o sus
profesores, se pongan de acuerda y actúen todos de la misma manera con él.
Pensamos que la aplicación de estas técnicas es importante para que el problema
no se agrave en la adolescencia. Existe la creencia de que este tipo de
comportamientos se pasará con el tiempo y se les deja a los niños que se
comporten así. Pero este pensamiento es muy arriesgado. Lo mejor es intervenir
en estos casos lo antes posible con el objetivo de hacer desaparecer estas
conductas para que no continúen existiendo en edades más avanzadas.