San Onofre
Este municipio está ubicado en la zona norte del
departamento de Sucre, es el tercero más grande del
departamento, tiene 56 km de playa del golfo de
Morrosquillo y está limitado al norte con Cartagena y
Arjona – Bolívar; al sur con el golfo de Morrosquillo,
Tolú, Toluviejo, Coloso y Chalan, al oriente con María la
Baja y el Carmen de Bolívar y al occidente con el mar
Caribe.
A mediados de siglo XVIII, un grupo de 26 negros
cimarrones fugados de las haciendas de Cartagena, y
liderados por el señor Toro atravesaron las aguas del
canal del dique y de la ciénaga Cotorra; poco a poco y
sin proponérselo se fue organizando un palenque, al
que llamaron Torobe. Según algunas versiones su
nombre se debe al señor toro que “toro lo ve”,
haciendo honor al hombre que hábilmente los supo
conducir hacia estas tierras; sin embargo, para otros es
el nombre tomado y traducido al español de su
significado original del bantú o dialecto chwana “Ma
ngombe to gua se mínalo, to gua se egcuchalo”
(Hernando Soleno, casta de un pueblo excomulgado).
La estructura de dicho palenque guardo una genial
similitud con las aldeas o kraal de los zulués.
Un proyecto de la Universidad Pontificia Javeriana, financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo - AECID
Transversal 4a. No. 42-00 piso 8 Bogotá D.C Colombia PBX (57-1) 3208320 ext. 4843. afroterritorios@javeriana.edu.co, www.etnoterritorios.org
Años después el teniente coronel Don Antonio de la
Torre y Miranda es enviado a explorar estas tierras y
evangelizar a todos sus habitantes. Aunque
oficialmente aparece la fundación del municipio el 12
de junio de 1774, en los archivos de Cartagena existen
documentos que indican que Don Antonio llego en
1976. La gran labor de Don Antonio de la Torre y
Miranda fue convencer y negociar con los pobladores
la reubicación del palenque para trasladarlo desde las
riveras del arroyo Torobe a la hacienda Quiliten, a
donde actualmente se encuentra, de espaldas a la
Sierra de la María, (hoy día Montes de María). Allí se
hicieron trazados arquitectónicos y conceder lo que
hoy se conoce como títulos de propiedad a 168 familias
entre las que se encontraban las veinte que habían
llegado desde Cartagena.
Según aparece en los testimonios escritos de la
colonia, se funda con 869 almas a quienes se les
enseñó a hacer pozos artesanales que duraron hasta
entrados los años cincuenta del siglo pasado; y se
desarrollaron las prácticas agrícolas y cría de especies
menores para comercializar con Cartagena a través del
puerto de Berrugas, que era más antiguo que San
Onofre.
Casi todos los historiadores locales se muestran de
acuerdo con la permanente mezcla entre etnias, de tal
suerte que sus habitantes se identifican como
triétnicos. Aún hoy en día sus habitantes guardan los
ritmos y las cadencias de sus orígenes africanos, y muy
seguramente estos les han ayudado a resistir los
embates de le violencia más reciente en su territorio.
San Onofre históricamente ha estado expuesto a
oleadas migratorias. Al inicio del siglo XX, cuando
finalizó la guerra de los 1000 días el municipio recibió
un torrente de inmigrantes, muy notorio en una
comunidad de algo más de 2600 habitantes; trayendo
múltiples profesiones y actividades económicas y
sociales; comerciantes, religiosos, técnicos,
intelectuales, artesanos, ganaderos, militares en retiro,
desertores y errantes y de origen árabe, libaneses,
italianos, alemanes, españoles, y también propios del
interior del país.
Indudablemente este hecho ha dejado una huella
importante en la cultura de los Sanonofrinos en la
medida en que para bien o para mal, muchos de estos
llegados nuevos, hicieron historia y construyeron la
suerte del municipio en múltiples campos; economía,
política, educación, religión, arte y deportes. En
muchos casos estos apellidos se empezaron a ver en
los cargos públicos por largos periodos de tiempo y en
otros casos fueron los fundadores de escuelas y
ancianatos.
La segregación del departamento de Sucre del
departamento de Bolívar en el año de 1966, en el cual
San Onofre pasó a hacer parte del recién creado
departamento de Sucre, generó una dicotomía de
ancestro y origen como lo define Hernando Soleno en
su libro sobre la historia de San Onofre. Sin embargo
este fue el menor de sus males, ya que los gamonales
de la región asumieron un gran poder en medio de una
reforma agraria que venía abriéndose paso a partir de
los movimientos campesinos de la época.
Un proyecto de la Universidad Pontificia Javeriana, financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo - AECID
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Dos hechos han determinado la historia de San Onofre
y de Sucre en los últimos cuarenta años: por un lado la
clase política – gamonal que implantó un modelo de
desarrollo ajustado a sus necesidades de ampliación de
latifundios con el propósito de fortalecer la industria
ganadera, expulsando de la zona a los pequeños
propietarios. Como respuesta a este proceso, las
comunidades se organizaron para resistirse a esta
suerte, conformando movimientos sociales fuertes en
la segunda mitad del siglo XX.
De esta manera San Onofre no estuvo alejada de las
luchas agrarias de la ANUC línea Sincelejo, así como
tampoco fue ajena a la presencia de diferentes actores
armados y a otros movimientos sociales que buscaron
un cambio en las estructuras de poder en el municipio.
En los años 70 la ANUC desarrolló un intenso trabajo
con las comunidades campesinas de la zona, y por otro
lado al finalizar esa década la presencia de guerrillas se
hizo más evidente en la zona, de tal suerte que el
movimiento campesino fue estigmatizado y visto con
recelo. La ola de secuestros, boleteos y extorsiones se
volvió un elemento de tensión entre los gamonales de
la zona y el movimiento campesino.
Paralelo a esto, también el narcotráfico estableció el
golfo de morrosquillo como un lugar de entrada y
salida de cocaína, se construyo una pista de aterrizaje
de avionetas y surgieron corregimientos que no
existían antes como Rincón del Mar; narcotraficantes
como Pablo Escobar o Gonzalo Rodríguez Gacha fueron
vistos con frecuencia en la zona y las tierras de este
municipio empezaron a ser compradas por personas
del interior a unas cifras altas respecto de los precios
acostumbrados, hasta constituir un verdadero
corredor para el narcotráfico. Hoy día no existen
tierras baldías para la adjudicación a campesinos en
San Onofre pues una buena parte de estas fue vendida
en este periodo de tiempo, sin embargo el accionar de
los paramilitares terminó de despojar las tierras a
partir de compras ilegales.
A mediados de los años 90, surgió un nuevo elemento
en el contexto; los gamonales de la zona, hartos con el
accionar de las guerrillas introdujeron las cooperativas
de seguridad CONVIVIR en la zona y para los años 98
abiertamente operaban bajo el nombre de AUC hasta
el 2004 cuando se llevó a cabo la desmovilización. En la
zona de playas y de sabanas San Onofre, se convirtió
en un corredor estratégico para el narcotráfico. La
pequeña zona que tiene en los Montes de María tuvo
presencia de guerrillas, pero además poco a poco las
AUC fueron tomando control territorial dejando a la
población civil en medio. Este fue un periodo en que
hubo varios episodios de despojo de tierras, incluso las
“incoradas”, como en el caso de la finca la Alemania.
El efecto de este largo periodo de confrontación por el
control territorial, luchas por la tierra, por las
reivindicaciones sociales, es que hasta el 30 de marzo
de 2010 según las cifras de Acción Social San Onofre
ha expulsado 25.192 personas, de las zonas rurales y
del casco urbano, y ha recibido en el casco urbano
15.304, estas cifras son muy notorias en un municipio
de aproximadamente 47.000 habitantes (proyecciones
DANE). Hasta el momento de su desmovilización los
paramilitares tenían el control territorial de más del
90% del territorio del municipio y hacían presencia en
22 de corregimientos, según un informe de PNUD.
El accionar paramilitar desarticuló el movimiento social
y organizativo que existía en este municipio,
exterminando los militantes de la Unión Patriótica,
Un proyecto de la Universidad Pontificia Javeriana, financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo - AECID
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organizaciones agrarias como la ANUC, el Movimiento
de Integración Popular (MIP) y el MARGEN, todos
pertenecientes a la coalición la Unión Cívica Popular,
alianza de fuerzas democráticas que logró movilizar
políticamente múltiples sectores en el municipio y
elegir alcaldes con gran respaldo social en el periodo
comprendido entre 1992 y 1997. Este hecho fue un
varadero reto al poder de los gamonales de la región
pues de igual manera habían logrado la elección de
Andres Wilches Balseiro como representante a la
Cámara por el departamento.
A partir de que se hicieran públicos los hechos de
violencia que sucedieron en el territorio de San Onofre,
en donde los medios de comunicación presentaron los
hechos más impactantes de la presencia de las AUC, y
lo padecido por sus habitantes, este municipio ha
venido recibiendo el apoyo y acompañamiento de
organizaciones no gubernamentales, de organismos
multilaterales y también de programas estatales; a
partir de esto se han renovado liderazgos entre los
habitantes que se han mostrado comprometidos en la
transformación de la situación del municipio y, aunque
muchos de sus habitantes reconocen la paradoja de
que la violencia también les permitió salir del olvido, le
apuestan también a la esperanza para las generaciones
que están creciendo.
Equipo de investigación Observatorio de Territorios
Étnicos.
www.etnoterritorios.org