Está en la página 1de 2

Biografía de la Madre Laura Montoya

Laura nació en Jericó Antioquia, el 26 de Mayo de 1874; Hija de Juan de la


Cruz Montoya y María Dolores Upegui, tuvo dos hermanos: Carmelina, que era
mayor y Juan de la Cruz, su hermano menor. Su padre, que era médico y
comerciante, murió asesinado cuando ella tenía dos años de edad.

Por esa y otras situaciones en su vida, se dedicó a formar jóvenes dentro de la


fe cristiana y católica en diferentes escuelas públicas del departamento
de Antioquia. Fue directora del Colegio la Inmaculada de Medellín, en donde
el escritor Alfonso Castro comenzó a publicar una novela llamada "Hija
Espiritual" en la revista "Lectura Amena", cuya intriga desacreditó notablemente
al Colegio de la Inmaculada y a su directora Laura, a tal punto que llevaron a su
cierre definitivo.

A la edad de 39 años, en 1914, Laura decidió trasladarse a Dabeiba en


compañía de 6 catequistas con la aprobación del obispo de Santa Fe de
Antioquia, monseñor Maximiliano Crespo Rivera, para trabajar con los
indígenas Emberá Chamí. Desde entonces dedicó el resto de su vida al
apostolado y las misiones.

La madre Laura consiguió atraer muchos aborígenes a las prácticas del


bautismo y así logro, por medio del Obispo Crespo y el Nuncio, que se le
aprobara en nueva Congregación; requisito que era necesario para vivir entre
las comunidades indígenas. Esta congregación lleva el nombre de Misioneras
de María Inmaculada y Santa Catalina de Sena.

Practicó la literatura, escribió más de 30 libros en los cuales narró sus


experiencias místicas con un estilo comprensible y atractivo. Su autobiografía
se titula "Historia de la Misericordia de Dios en un alma".
En 1939 el presidente Eduardo Santos la condecoró con la Cruz de Boyacá.

Luego de pasar sus últimos 9 años de vida en silla de ruedas, falleció


en Medellín el 21 de octubre de 1949, tras una larga y penosa agonía.

La congregación de misioneras contaba con 90 casas en el momento de su


muerte y estaba conformada por 467 religiosas que trabajaban en tres países.

Cuando murió la Madre Laura, las críticas por sus creencias y labores no se
hicieron esperar; sin embargo, su comunidad religiosa aún sobrevive, y sus
enseñanzas se han extendido por varios países llevando con ella una
importante labor misionera y educativa que se ha extendido hasta las regiones
selváticas de América y África.

Ella es sin lugar a dudas una de las personalidades más importantes de


Colombia y Antioquia en el campo eclesial. La congregación religiosa, por ella
fundada, mantiene vigencia y fecundidad misionera, siendo considerada por lo
demás, como una pionera de la inculturación del Evangelio, que en la
actualidad anima toda la labor misionera de la iglesia.
El 25 de Abril de 2004, el papa Juan Pablo II permite que sea
beatificada declarándola como la Sierva de Dios, convirtiéndose en la primera
mujer colombiana que es beatificada, ya que se le atribuye la intermediación en
un milagro a una mujer que padecía cáncer de útero y que después de sus
oraciones alcanzó una existencia saludable durante diez años que, atribuida a
su intercesión, abrió el camino de los altares a la madre Laura, acto clave para
su beatificación.

La Congregación fundada por ella, las Misioneras de María Inmaculada y Santa


Catalina de Siena, tradicionalmente conocidas como las Hermanas Lauritas,
tienen cerca de 940 religiosas misionando por 3 continentes en el mundo

También podría gustarte