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Terapia Ocupacional, discapacidad y género:

Reflexión
la interseccionalidad como apertura hacia
reflexiones pendientes
Occupational therapy, disability and gender:
intersectionality as an opening to pending reflections

Débora Luna Grandón Valenzuela1

Recibido: 16 de agosto 2017 – Enviado para modificación: 10 de noviembre 2017 – Aceptado: 8 de diciembre 2017
Grandón, D.L. (2017). Terapia Ocupacional, discapacidad y género: la interseccionalidad como apertura hacia
reflexiones pendientes. Revista Ocupación Humana, 17(2), 34-45.

RESUMEN
De forma tácita, la interrogante que guía el presente trabajo reflexivo es la pregunta por
las ausencias dentro de la producción del conocimiento en Terapia Ocupacional. Particu-
larmente, el cuestionamiento por la ausencia de las perspectivas de género y feministas en
la comprensión de la discapacidad conduce hacia un análisis desde la interseccionalidad,
tensionando al Modelo Social de Discapacidad como último modelo teórico, de manera que
nos permita una mayor complejidad para comprender dicho fenómeno social. El examen
que aquí se realiza busca apelar al permanente ejercicio reflexivo del gremio, considerando
que lo que seguimos transmitiendo académicamente representa hegemonías del saber que
debemos cuestionar, para así dar paso a nuevos saberes, a la emergencia de reflexiones que
surjan desde la vida cotidiana y, de esta manera, constituirnos en actores políticos con un
posicionamiento que vaya de la reflexión a la acción, y hacia la reflexión otra vez.

PALABRAS CLAVE
Terapia ocupacional, género, persona con discapacidad, formación profesional, derechos
humanos

Abstract
The interrogation that tacitly leads this reflexive work is the question about the absences in
the production of knowledge from occupational therapy. Specifically, the questioning for
the absence of gender and feminist perspectives on the comprehension of disability leads
to an analysis from intersectionality, putting a pressure on the social model of disability as
the ultimate theoretical model that allows for a larger complexity to understand the social
phenomenon of disability. The analysis herein seeks to appeal to a permanent reflexive exer-
cise of occupational therapists, considering that what we are transmitting in the academia
1
Terapeuta Ocupacional. Maestranda en Estudios de Género y Cultura, Mención Ciencias
Sociales, Universidad de Chile. Docente adjunta, Escuela de Terapia Ocupacional, Universidad
Autónoma de Chile. Docente adjunta, Escuela de Terapia Ocupacional, Universidad Andrés Bello.
Santiago de Chile. dlunagrandon@gmail.com

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represents predominant knowledge that we must question, so we can open up to knowledge,
to the emergence of critical thoughts derived from everyday life, so we can become political
actors, with a position that goes from reflection to action, and back again to reflection.

KEY WORDS
Occupational therapy, gender, disabled persons, professional training, human rights

Introducción presencia. Y efectivamente, en muchos


campos lo ha logrado. Solo a modo de
“Que mucho de lo que no existe referencia histórica, he de mencionar
en nuestra sociedad es producido la Convención Internacional de Dere-
activamente como no existente, y por chos de las Personas con Discapacidad
eso la trampa mayor para nosotros es (ONU, 2006), que al abrir su suscrip-
reducir la realidad a lo que existe” ción en 2007 fue firmada por 88 países
(De Sousa Santos, 2006, p. 23). y 44 incurrieron como signatarios en su
protocolo facultativo (Naciones Unidas,
Tendemos a pensar, quizá por la forma Enable, s.f.). Sin duda este hecho consti-
en que nos han enseñado a pensar el tuye un hito y un amparo legal para las
mundo, que solo aquello evidente, eso personas en situación de discapacidad,
que compone las historias oficiales en pese a que podamos vislumbrar discor-
los distintos saberes, compone lo ver- dancias entre las políticas y praxis de los
dadero. Sin embargo, obviamos el he- países signatarios.
cho de que aquello comprendido como
verdad –o presencia-, ha sido puesto Desde la formación académica en
en ese lugar y repetido incesablemente Terapia Ocupacional, al contrario de la
por generaciones, hasta ocupar el es- sociedad civil general, la discapacidad
tatus de verdad. Pero ¿cuál es el lugar constituye una temática abordada y dis-
de todas esas cosas que no logran po- cutida de forma permanente, por lo que
sicionarse como presencias dentro de muchas veces, desde los dispositivos de
los relatos y saberes? ¿Qué tienen que salud especialmente, se considera a las
decir todos esos saberes, que más que y los terapeutas ocupacionales como
olvidados, pareciesen estar negados? “expertos en discapacidad”. Sin embar-
¿Qué tienen que decir esas ausencias, go, las reflexiones sobre el tema suelen
que aunque invisibles, existen en su terminar con el Modelo Social, conside-
condición de inexistentes? rando este como el último y más com-
plejo punto de discusión, y por tanto, de
Pareciera ser que la discapacidad transmisión académica.
constituye una de esas ausencias histó-
ricas que a través de distintos movimien- Desde el Modelo Social se ha enten-
tos, apariciones políticas y sensibiliza- dido la discapacidad, no como un atri-
ciones busca constantemente salir del buto individual, sino como un conjun-
espacio de lo ausente para hacerse una to de condiciones que, al darse juntas,

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producen exclusión social para algu- como un fenómeno ligado a lo indivi-
nas/os sujetos al no garantizar su acce- dual y médico. Pese a la dificultad por
sibilidad física o ciudadana. Si bien el posicionar sus denuncias y demandas
modelo ha constituido un cambio para- en la palestra política, personas en si-
digmático fundamental en la academia tuación de discapacidad constituyeron
-desplazando perspectivas biomédicas el Movimiento de Vida Independiente,
en las que se consideraba la discapaci- el cual logró, por ejemplo, la desmedi-
dad como una enfermedad individual, calización y desinstitucionalización de
o rehabilitadoras, que en la misma sus condiciones de vida.
lógica buscaban normalizar a sujetos
“enfermos” para su integración a la so- Un hito importante para la consti-
ciedad-, la visión de la discapacidad tución de dicho movimiento fue el in-
como un todo homogéneo, como un greso de Ed Roberts a la Universidad
fenómeno uniforme, esconde exclusio- de California en Estados Unidos; quien
nes que necesitan ser visibilizadas para según señala Palacios (2008), pese a
poder reflexionar sobre particularida- haber sido considerado en su momen-
des que hoy precisan nuevas miradas. to como “discapacitado severo”, logró
ingresar a estudiar Ciencias Políticas
En este sentido, pensar y reflexionar desafiando el entorno no accesible del
la vivencia social de la discapacidad establecimiento universitario. Otras
desde un enfoque de género puede fa- personas en situación de discapacidad
vorecer la emergencia de problemáti- tomaron su ejemplo y comenzaron a
cas que han quedado ocultas tras el re- ocupar ese espacio que históricamente
lato unificador del Modelo Social. Sin se les había negado, generando discu-
la intención de desechar este modelo, siones políticas sobre las estructuras de
me propongo más bien enriquecerlo la universidad. En sus tiempos de es-
desde el análisis de la relación de po- tudiante, Roberts se dedicó a estudiar
der que más tempranamente introyec- el feminismo, pues consideraba que
tamos: el género. existían muchas analogías entre las si-
tuaciones vividas por las mujeres y las
de las personas que se enfrentaban a la
Sobre el Modelo Social de discapacidad, realizando un re-lectura
Discapacidad de la consigna feminista: “la anatomía
no es destino”. Así, Roberts comparó
Como ya se adelantó, el Modelo Social que tanto las mujeres como las perso-
de Discapacidad ha constituido un hito nas en situación de discapacidad bus-
a nivel paradigmático, complejizando el caban tener control sobre sus propios
entendimiento que se había dado a la cuerpos y decisiones, cuestionando, en
discapacidad. Agustina Palacios (2008) su caso, la medicalización de su vivir.
señala que este modelo surgió a fines
de los años sesenta, principalmente en Es interesante señalar que ya para
Europa y Estados Unidos. En este último los años sesenta Roberts advertía ese
país se dio paralelamente o apoyado por paralelismo entre feminismo y disca-
otras demandas, como aquellas en con- pacidad, notando una evidente rela-
tra de opresiones por raza y clase; sin ción entre ambos; sin embargo, esta
embargo, la discapacidad permaneció interseccionalidad continúa siendo es-

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casamente abordada por los estudios narios sociales en donde la divergencia
de género y por los que realiza Terapia y la diferencia humana son negadas;
Ocupacional sobre discapacidad. no todas las personas pueden acceder
a un pleno ejercicio de derechos y ocu-
Sin profundizar más en los hitos paciones, por barreras que van desde
que fueron consolidando la compren- lo arquitectónico, lo comunicacional,
sión social y política de la discapaci- lo social y lo actitudinal hasta lo legis-
dad, que dio paso al Modelo Social de lativo, por mencionar algunas.
la Discapacidad, diré que tal modelo
dejó de explicar este fenómeno como Otro interesante aporte de la Con-
un atributo de las personas, para com- vención (ONU, 2006) es que releva la
prenderlo como el resultado de barre- importancia de incluir la perspectiva
ras diversas que coartan el acceso y la de género al momento de fomentar el
participación para algunas personas. ejercicio pleno de los derechos de las
Desde este modelo se comprende que personas en situación de discapacidad,
“las personas con discapacidad son reconociendo que a partir del género
discapacitadas como consecuencia de pueden darse formas particulares de
la negación por parte de la sociedad de abuso, violencia y explotación. Sin em-
acomodar las necesidades individua- bargo, ¿hemos sido capaces de profun-
les y colectivas dentro de la actividad dizar la compleja relación que se teje
general que supone la vida económi- entre el género y la discapacidad desde
ca, social y cultural” (Palacios, 2008, nuestros saberes académicos y profe-
p.121). Así, el énfasis al abordar la sionales? ¿Hemos logrado profundizar
discapacidad pasa de lo médico indi- en esta primaria relación de poder,
vidual, y por tanto de la necesidad de que es el género, y en cómo permea
“rehabilitar”, hacia su visibilización las relaciones sociales y las ocupacio-
como una consecuencia de la opresión nes? El género, como lente analítico
ejercida por sociedades construidas de para observar la realidad, nos mostrará
formas que no consideran la diversidad situaciones que han sido históricamen-
ni la accesibilidad universal. te producidas como ausencias, desde la
construcción hegemónica y masculina
Este modelo logró posicionarse de las ciencias y saberes, y que hoy es
como paradigma contemporáneo para necesario hacer visibles.
interpretar la discapacidad, y desde él
se sustenta la Convención Internacio-
nal sobre los Derechos de las Personas Interseccionalidad entre
con Discapacidad (ONU, 2006), si- género y discapacidad
tuándola ya no como un tema atinente
a los sectores de salud, sino como un Desde que somos infantes, una de las
asunto social y de derechos humanos. cosas que más rápido se nos enseña
Esto cambia radicalmente la forma de es qué somos: niño o niña, hombre o
analizar y concebir la discapacidad: mujer, considerando que esta distin-
el terreno de lo social permite situar el ción binaria es fundamental y necesa-
debate no en sujetos individuales con ria para la construcción de identidad.
un padecimiento, sino en cómo existen Se nos viste de colores que afirmen di-
determinadas formas de construir esce- cha identidad, se nos enseñan labores,

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juegos y juguetes apropiados, se nos los cuales lo común ha sido constituirse
ensalzan habilidades o actitudes con- como un ser-de-los-otros y un ser-para-
sideradas deseables para el género que otros. Es interesante visibilizar que la es-
socialmente se nos asigna. Desde nues- trategia del cautiverio no reside fuera de
tra más primaria constitución como se- las mujeres, sino en ellas mismas, en sus
res sociales se nos enseña a representar afectos y en su conciencia, tal y como
roles y funciones propias para el género señala Lagarde (2005) al decir que:
que, en base a nuestro sexo biológico,
se nos enseña a ser. el principal carcelero de las mujeres
son sus necesidades y su conciencia,
Esta construcción social y simbólica es decir, su subjetividad formada,
de los géneros binarios hombre/mujer apoyada y reproducida por el con-
lleva en sí desigualdades que actúan junto de relaciones e instituciones
como una relación de poder. Joan Scott económicas, sociales, jurídicas, reli-
(1990) introduce a los estudios de géne- giosas, eróticas y políticas, que ha-
ro la comprensión de la categoría género cen a las mujeres cumplir un orden
como una forma primaria de relaciones social convertido en orden vital cós-
de poder, señalando que es un elemento mico. (p.165)
que constituye las relaciones sociales a
partir de las diferencias que existen en- ¿Cuál es el orden vital cósmico del
tre los sexos. Así, la categorización del que habla Lagarde? ¿Se instituye este
género con base en la diferencia sexual por igual en toda mujer? ¿Puede si-
de los cuerpos se traduce en relaciones quiera hablarse de “la” mujer como un
sociales desiguales, en donde la mujer universal? Todo el proceso de socia-
ha quedado sometida y subordinada; lización para convertir a las mujeres
mecanismo de poder en camuflaje, pues en mujeres, siguiendo a De Beauvoir
al basarse en algo “natural”, como la di- (2013) al entender que ser mujer es ha-
ferencia de los cuerpos biológicos, hace ber sido devenida como tal, es un pro-
que la desigualdad construida como re- ceso multidimensional complejo que
sultado de esta también sea concebida abarca, desde las instituciones como
como natural y, por tanto, sea naturali- la familia, la escuela y el Estado, hasta
zada e invisibilizada. las relaciones sociales más cotidianas,
en donde se reproduce constantemente
La construcción del género femeni- el lugar, rol y estereotipo que la mujer
no, entendida entonces como el polo ocupa en la cultura patriarcal, particu-
subyugado dentro de una relación de larmente como madresposas. Este pro-
poder, se ha expresado en diversas for- ceso, esta forma de ser socializadas, se
mas que no han sido ejercidas sólamen- va introyectando psíquicamente en las
te desde los hombres o las instituciones mujeres hasta formar parte de su con-
hacia las mujeres, sino que además han ciencia y de lo más íntimo de su ser. Así
sido introyectadas por las mismas mu- se sostiene el cautiverio de las mujeres,
jeres en su proceso de subjetivación, presas y oprimidas desde el mismo
complejizando el panorama. Marcela proceso de subjetivación, hecho que
Lagarde (2005) señala que existen es- explica la complejidad de la decons-
tereotipos de construcción de lo feme- trucción de los estereotipos patriarca-
nino instaurados como cautiverios, en les que ellas y las estructuras sociales

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reproducen día a día. Lagarde (2005) “contextos de dominación construidos
señala también que el hecho de que las históricamente” (Viveros, 2016, p.8).
mujeres estén cautivas radica en que Ello permite deconstruir la imagen de
han sido privadas de su autonomía, de la mujer como un universal y, por tanto,
su independencia, del propio gobierno sujeta siempre a las mismas vivencias y
sobre sí mismas, de la posibilidad de problemáticas ligadas solo al género.
escoger y de tomar decisiones sobre los Podría decirse que la interseccionali-
hechos más fundamentales de sus vidas dad es una herramienta analítica que
y del mundo. permite visibilizar la diferenciación de
lugares sociales que se crean a partir
Es indispensable considerar que el de las relaciones de poder que cruzan
género no existe de manera aislada, las estructuras sociales. Así, es funda-
siempre se da en relación, y que más mental visibilizar cómo existe un tejido
que una categoría analítica es una rela- entre las relaciones de género y otras
ción encarnada desde diversos lugares relaciones sociales, el cual crea muje-
sociales y condiciones socio-históri- res distintas.
cas que impiden que sea, en sí misma,
una estructura homogénea y universal. Para el caso del presente análisis,
Desde el feminismo se ha comprendido pensar el entrecruce entre género y
que el género coexiste con otras estruc- discapacidad permite visibilizar po-
turas que lo atraviesan, complejizan siciones y vivencias particulares. Por
y diferencian. Así, se ha concebido la una parte, las mujeres en situación
interseccionalidad en referencia a esos de discapacidad no siempre son con-
múltiples entrecruzamientos que el gé- cebidas y reconocidas como mujeres,
nero sostiene desde la vida cotidiana de hecho, su particularidad ha estado
con otras “categorías”, lo que inmedia- históricamente ausente en los mismos
tamente tensiona la noción de “la” mu- movimientos feministas, los cuales sí
jer como un universal y permite ver la han incorporado luchas diferenciales
multiplicidad de identidades fragmen- como las de las feministas indígenas o
tadas que componen la vivencia de la las feministas negras (black feminism).
feminidad. Así, “las mujeres comparten Por otra parte, las mujeres en situación
como género la misma condición gené- de discapacidad tampoco cumplen el
rica, pero difieren en cuanto a sus situa- estándar estético y funcional impuesto
ciones de vida y en los grados y niveles por los cánones de normalidad, siendo
de opresión” (Lagarde, 2005, p.79). La marginadas y discriminadas de diver-
interseccionalidad nos permite visibili- sos espacios sociales. Esto nos muestra
zar que no es lo mismo ser una mujer la existencia de, al menos, dos luchas
blanca, profesional, heterosexual, que para las mujeres en situación de dis-
vive en una metrópoli, que una mujer capacidad: una, por la inclusión social
indígena que vive en una zona rural y y ciudadana, y otra, contra las opresio-
encarna alguna discapacidad. nes propias que las relaciones de géne-
ro tienen sobre sí, en una expresión di-
Debe tenerse en cuenta que la in- ferencial. Es importante reconocer que
terseccionalidad no implica la mera no debemos asumir a priori que una
adición de variables cual operación mujer en situación de discapacidad es-
aritmética, sino que permite pensar tará oprimida solo por encarnar estas

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categorías y, por tanto, verla desde un A diferencia de las luchas femi-
enfoque victimista, sino desde uno de nistas tradicionales, las feministas en
derechos humanos que permita visibi- situación de discapacidad han recla-
lizar sus resistencias y formas políticas. mado su derecho a ejercer los roles
tradicionales que el imaginario so-
Más allá de limitarse a pensar que cial del ser-mujer conlleva, como el
las mujeres en situación de discapa- de ser madres, puesto que ellas “han
cidad viven una doble opresión (por visto vulnerados sus derechos sexua-
género y discapacidad), la interseccio- les y reproductivos a través de abor-
nalidad nos permite pensar cómo la tos y esterilizaciones forzosas, de la
clase social o la raza2 también confi- privación del acceso a una materni-
guran otras formas de encarnar sujetos dad informada o de la negación de su
sociales. Me he enfocado en el cruce sexualidad e intimidad” (Pérez de la
del género con la construcción social Merced, 2017, p.155). Mientras que
de la discapacidad para enfatizar cómo feminismos mayoritarios luchan por
el modelo que más seguimos trans- el derecho al aborto y a una materni-
mitiendo académicamente en Terapia dad libre, no impuesta, las mujeres en
Ocupacional no nos permite visibilizar, situación de discapacidad buscan el
de manera suficiente, estas identidades derecho de ejercer la maternidad. Son
fragmentadas que el lente analítico in- varias las investigaciones (Cruz, 2004;
terseccional nos revela. Serra, 2014; Pérez de la Merced, 2017)
que hacen hincapié en que las muje-
El entretejido diferencial entre es- res en situación de discapacidad expe-
tas posiciones mujer/discapacidad ha rimentan mayores “limitaciones en el
sido motivo de reflexiones más bien acceso a información, en la asistencia
recientes, que poco a poco han permi- sanitaria y, por ende, en dificultades
tido que esta histórica ausencia, tanto para decidir cuestiones relacionadas
en los feminismos como en los estu- con el cuidado de su cuerpo: su salud,
dios específicos sobre discapacidad, el ejercicio de su sexualidad y la deci-
y en la misma Terapia Ocupacional, sión de tener o no hijos” (Cruz, 2004,
emerja como presencia. En este senti- p.226), lo que evidencia la potente
do, resulta interesante señalar que han restricción social que tienen en la vida
surgido a lo largo del mundo feministas cotidiana, particularmente en lo relati-
en situación de discapacidad que tie- vo a su sexualidad.
nen puntos de reivindicación comunes
con el feminismo tradicional, como el Retomando las líneas que propone
ejercicio de la sexualidad, la materni- María Laura Serra sobre las demandas
dad y las decisiones acerca de su pro- específicas de mujeres feministas en
pio cuerpo (Serra, 2014). Sin embargo, situación de discapacidad (ejercicio
la manera de abordar estas demandas de la sexualidad, la decisión acerca de
“comunes” es radicalmente distinta. su propio cuerpo y el ejercicio de la

2
Utilizo el concepto de raza en forma crítica, reivindicativa, puesto que en ningún caso
considero que efectivamente existan razas de personas. La utilización del concepto es en sí una
estrategia para visibilizar que existe una estructura social creada para distinguir y discriminar, que ha
sido la raza.

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maternidad), luego de lo investigado y A las mujeres consideradas discapa-
en mi consideración personal, esbozo citadas se les aleja del rol de madre,
algunas de las exclusiones específicas no meramente como un acto pasivo,
que ellas viven, especialmente en lo puesto que incluso se les somete a la
que se refiere a sus derechos sexuales esterilización involuntaria y forzada;
y reproductivos. como ocurre a algunas mujeres con
síndrome de Down. Desde el imagina-
El cuerpo asexuado rio, la reproductividad de una mujer no
estándar debe limitarse, coartarse, por
El cuerpo de las mujeres en situa- lo que la maternidad, que a las mujeres
ción de discapacidad se considera es- no discapacitadas se transmite como
téticamente anormal, puesto que no un destino vital cósmico, les es negada
cumple con los elevados y exigentes a aquellas en situación de discapacidad
estándares de los estereotipos del cuer- a través de distintos tipos de barreras. A
po femenino. Los cuerpos de las mu- estas mujeres se les excluye, en primer
jeres con discapacidad se conciben lugar, de la decisión, y luego, de la po-
como lo indeseable, lo anómalo, y al sibilidad de participar en el rol de ser
no cumplir el patrón socialmente trans- madres; lo que da cuenta de que, entre
mitido –tremendamente cosificante y líneas, ser madre no es para todas las
patriarcal-, se consideran asexuados en mujeres por igual, solo para aquellas
doble vía, en tanto carentes de deseo que encarnan la normalidad femenina.
sexual, por una parte, y ausentes de en-
carnar cuerpos que resulten deseables, Desinformación sobre sexualidad
por otra. Así, mujeres que viven situa-
ciones de discapacidad son simbólica Considerando el amplio espectro
y fácticamente apartadas del escenario que puede abarcar la noción de disca-
sexual, constituyendo al ejercicio de la pacidad, muchas veces la información
sexualidad como un fuerte tabú. sobre sexualidad, relaciones sexuales
y métodos anticonceptivos no es pues-
De todos modos, no deben obviarse ta en términos que resulten accesibles
las cifras que señalan que las mujeres para todas las mujeres. Esta accesibi-
en situación de discapacidad –especial- lidad no abarca solo lo sensorial o lo
mente intelectual-, son más vulnerables cognitivo, sino incluso lo actitudinal; si
a abusos sexuales por parte de sus fami- un profesional de salud, desde su pro-
liares o, incluso, de asistentes y profe- pia construcción simbólica del mundo,
sionales de la salud. Lo anterior tensiona sus prejuicios y valores, no concibe a
que, pese a ser un cuerpo socialmente una mujer en situación de discapaci-
visto como asexuado, puede utilizarse dad como ser sexuado, probablemen-
como medio para la satisfacción sexual te omitirá orientarla en torno al tema,
de otro, que violentamente abusa de su pues considera innecesario que maneje
posición y poder (IMSERSO, Universi- esa información, asumiendo tácitamen-
dad Autónoma de Barcelona - Asociació te que no es partícipe de la vida y el
Dones No Estàndars, 2002). goce sexual.

Maternidad negada
Discusión

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La desinformación sobre la propia se- comprenderse no solo como una herra-
xualidad, la negación de la maternidad mienta analítica, sino como una episte-
y la visión de las mujeres en situación mología de resistencia que ayuda a
de discapacidad como seres asexua-
dos nos brindan ejemplos concretos …comprender el orden socio-cul-
de exclusiones que se gestan desde el tural del poder, a develar la forma
cruce entre género y discapacidad, y como el poder construye subjetivi-
que permanecen tremendamente invi- dades a través de la (re)composición
sibilizadas, aún desde el Modelo Social por sexo/género, etnicidad/raza, he-
de Discapacidad. Desde la lectura de terosexualidad/homosexualidad, o
la discapacidad como homogeneidad, capacidad/discapacidad, y a pensar
en donde se concibe que hombres y en la producción de subjetividades
mujeres tienen demandas iguales por alienadas para acentuar los procesos
la inclusión educativa, laboral o so- de interacción entre subjetividades y
cial, las especificidades derivadas de la cuerpos. (Múnevar, 2012, p.58).
construcción socio-simbólica del géne-
ro permanecerán como una ausencia. Así, la interseccionalidad visibiliza,
mediante lo que Dora Múnevar (2012)
El análisis interseccional entre dis- reconoce como marcadores de diferen-
capacidad y género permite visibilizar cia, subjetividades emergentes, subje-
exclusiones específicas a las que se en- tividades otras que encarnan vivencias
frentan un grupo de mujeres. En primer múltiples e interconectadas entre sí, las
lugar, son excluidas de la construcción cuales se expresan en la cotidianidad.
socio-simbólica del ser mujer, siendo Los cuerpos, como producto social,
consideradas como “menos mujeres” inscriben en sí lo político, encarnando
o incluso como “niñas”, lo que les im- las distintas estructuras y construccio-
pide participar de aquellos espacios nes socio-culturales que producen el
construidos como lo femenino. Es fun- poder, el privilegio y la marginación
damental señalar que, pese a que dicha (Múnevar, 2012), por lo que iluminar
construcción es en sí misma patriarcal los marcadores de diferencia, en sus
y opresiva, al excluir a las mujeres en múltiples entrecruzamientos, permite
situación de discapacidad de estos es- la emergencia de vivencias que han
pacios se les priva de la identificación quedado borradas por la supremacía
social como mujeres. En segundo lu- de las ciencias.
gar, son excluidas en términos de su
accesibilidad al mundo social, laboral Lo anterior nos lleva a re-pensar
y político, espacios que cuando logran nuestro rol en la transmisión académi-
penetrar, les son “reconocidos” bajo el ca, puesto que incluir el pensamiento
asistencialismo, la caridad y, muchas interseccional y las perspectivas femi-
veces, sujetas a diversas inequidades. nistas en nuestro ejercicio teórico, más
que una “actualización técnica”, cons-
En este sentido, la intersecciona- tituye un ejercicio político, al conside-
lidad permite develar ordenamientos rar que:
políticos y culturales que se inscriben
en la base de la manera en que orga- La academia sería entonces una de
nizamos el mundo, por lo que debe las instituciones encargadas de ges-

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tionar la opresión derivada del do- rio, en primer lugar, deshomogeneizar-
minio estructural mediante la cual se la, para poder entrever en ella particu-
valida socialmente la opresión. Esto laridades y fragmentaciones que hasta
sucedería a partir de la generación ahora han permanecido ausentes, como
de un conocimiento particular que el entrecruce género - discapacidad.
silencia y pone acentos sobre de-
terminados discursos. La academia, Esta interseccionalidad, como clave
como dominio hegemónico, contri- analítica y ejercicio epistemológico,
buiría a reproducir las estructuras de permite visibilizar y pensar desde las
poder en la intersubjetividad indivi- particularidades que se gestan como
dual y colectiva… (Cubillos, 2015, producto de dos categorías encarna-
p.128) das, o marcadores de diferencia, con-
siderando que cada uno de ellos, por sí
Las presentes reflexiones no son có- mismo, ha implicado discriminación y
modas, pues conllevan una responsabi- exclusión. Por tanto, la intersecciona-
lidad ética y política que nos mueve a lidad da cuenta de las particularidades
sacudir el polvo de aquello que hemos de subjetividades emergentes que no
producido como inexistente (De Sousa, pueden estandarizarse bajo el alero de
2006), buscando allí saberes que han la discapacidad como un totalizante.
quedado silenciados por las estructuras
hegemónicas del poder. Este artículo pretende instar hacia
un ejercicio reflexivo de los y las te-
rapeutas ocupacionales, quienes con-
Conclusiones siderándonos como actores sociales y
políticos, poseemos una responsabi-
El Modelo Social, sin duda, ha con- lidad ética de estar permanentemente
tribuido a un fuerte cambio paradig- examinando la realidad social contem-
mático, desplazando la comprensión poránea, para así ser capaces de pro-
biomédica, reduccionista e individual mover cambios estructurales que per-
de la discapacidad hacia un entendi- mitan el ejercicio libre de ocupaciones
miento de esta como interrelación de dignas, significativas y realizantes para
factores sociales que incluyen los de todos y todas.
tipo económico, cultural, actitudinal,
arquitectónicos, de acceso, políticos, Por todo lo anterior, este artículo
etc. Así, discapacidad es el resultado busca llamarnos al no-conformismo,
de condiciones sociales que impiden el a no dar nuestras reflexiones por aca-
libre y autónomo ejercicio ocupacional badas, a cuestionarnos aquello que
de algunos/as sujetos. concebimos como saber. Nos insta a
desarrollar epistemologías críticas y de
Sin embargo, desde la academia se resistencia a aquello que sostenemos
ha tendido a considerar este nivel de como conocimiento, buscando no solo
análisis como el último, deteniendo, en en lo evidente, en lo existente, sino
alguna medida, nuevas comprensiones examinando también aquellas cosas
emergentes sobre el complejo fenómeno que han sido producidas como ausen-
social de discapacidad. Se hace necesa- cias en la historia.

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Abrirnos hacia un enfoque de gé- contenidos/informacion/sen_revista/es_
nero, no solo de la discapacidad sino emakunde/adjuntos/revista.emakun-
del mismo ejercicio profesional y de de.50.pdf
las ocupaciones, nos permite acercar-
nos cada vez más a reflexiones desde IMSERSO, Universidad Autónoma de Bar-
la diferencia, a la construcción de una celona - Asociació Dones No Estàn-
multiplicidad de terapias ocupaciona- dars. (2002). Indicadores de exclusión
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Retomo esta acertada noción que mi querido profesor Alejandro Guajardo Córdoba ha
utilizado en diversos escritos de su autoría.

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Colegio Colombiano de Terapia Ocupacional 45

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