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Los lugares más embrujados de Medellín

¿No les encantan las historias de brujas y fantasmas? En días como el 31 de octubre,
un gran porcentaje de lugares del mundo celebra la tradición de la “víspera de todos
los santos”, proveniente de la festividad cristiana “Samhein” de origen
celta. Estos creían que la noche de final de octubre y principio de noviembre,
propiciaba a que la línea que dividía a vivos y muertos se estrechara lo
suficiente como para que los difuntos pudieran rondar el mundo de los
vivos. Por esta razón, los vivos se ponían máscaras o disfraces que pudieran
‘despistar’ o ahuyentar a aquellos espíritus malignos que quisieran hacer de las suyas.

Durante este día, a parte de la tradición de ‘pedida de dulces’ puerta por puerta, los
disfraces y las calabazas, es muy común las historias de terror de espíritus, brujas y
maldiciones como un método de celebrar la oscura connotación que tiene la
festividad.

Por tal motivo, hemos querido dedicar un top 5 a los lugares que se han convertido en
todo un acontecimiento de terror en tierras antioqueñas y que el tiempo y la
narración oral de la comunidad los ha llegado a inmortalizar. Aquí nuestra selección

5. CASA MONTECASINO
Ubicada en el sector El Poblado de Medellín, fue adquirida hace más de tres décadas
por el fundador de las autodefensas de Córdoba y Urabá: Fidel Castaño Gil. Así
mismo, fue el escenario donde se hicieron torturas y diversos planes de
masacres y crímenes selectivos propiciados por Pablo Escobar y los Castaño Gil
en la época de la más grande violencia en el país.

No en vano conocido también como “la casa del terror”, del sitio se cuenta que el
ambiente es de una pesadez inaguantable, que varios visitantes han asegurado
escuchar pasos cuando nadie parece estar ahí y que inclusive se han avistado
personas que parecen de otra época rondando las habitaciones.

4. PALACIO DE LA CULTURA

Su edificación albergaba cerca de 315 habitaciones para diferentes despachos


cuando fue construida como una sede del gobierno departamental en 1920. Así
mismo, era el lugar con un salón enorme para asambleas departamentales, una
imprenta, un archivo, un museo y hasta el recinto del Gobernador.
Ahora con el nombre de Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, su arquitectura
gótica no deja de maravillar a propios y visitantes, así como los eventos paranormales
registrados en la edificación donde, según visitantes y trabajadores, las luces se
apagan y prenden sin razón aparente, así como las puertas se cierran de golpe.
3. CEMENTERIO SAN PEDRO

Convertido ya en un museo desde hace dos décadas, en el Cementerio San Pedro


reposan los restos de celebridades y personajes importantísimos de la Medellín
de principios de mediados del siglo XIX y principios del siglo XX.
Se construyó en 1842 pero solo hasta 1999 fue declarado como Museo. Durante un
tiempo, se llevaron a cabo las denominadas “Noches de luna llena”, justamente
para generar encuentro y desmitificar todas las leyendas oscuras que se
cuentan del lugar.
Sin embargo, por el simple hecho de ser un sitio donde reposan cadáveres y el diseño
de sus monumentos en muchas de sus tumbas y mausoleos, es inevitable que se
gesten infinidad de historias alrededor de sus pasillos que van desde presencias
extrañas, lamentos fantasmales y constantes llantos frente a la tumba de seres
queridos enterrados allí.
2. PRADO CENTRO

Es muy común para la cultura paisa las casas que aún se conservan en lo que fue un
exclusivo sector de la ciudad con mansiones de arquitectura victoriana en donde
vivieron muchas de las más importantes y millonarias familias antioqueñas.

De muchas de las casas se cuentan infinidad de mitos acerca de asesinatos que


allí se produjeron, apariciones fantasmales y el constante ruido de objetos que
caen sin explicación aparente. De hecho, del famoso “Palacio Egipto” se comenta
que muchas de sus inscripciones egipcias aluden a ritos satánicos y que
efectivamente muchas sesiones de espiritismo y ritos demoníacos se realizaron
allí.
La fama del vecindario ha sido tal que durante un tiempo se llevó a cabo el
evento “Los fantasmas de Prado”, en el cual se hacía un recorrido guiado por las
casas patrimoniales del sector, al tiempo que se contaban las distintas leyendas de
cada una de ellas.
I. MANICOMIO DE ARANJUEZ

A finales del siglo XIX se creó un lugar en la ciudad para albergar a pacientes con
problemas mentales serios. Del lugar se cuenta era un inmenso terreno de
13.140 metros cuadrados, de los cuales el edificio ocupaba 5.610. Allí, 132
celdas de dos y medio metros de ancho por cinco de largo, se llegaron a tener
internados a 887 pacientes, entre los cuales figuran importantes personalidades
como el Ñato Narciso, Joaquín Costillares, don Carlos Hernández, Indalecio Calle,
Dolores ‘La Loca’ y Epifanio Mejía, el poeta autor de la letra del himno
antioqueño.
En una época en donde los avances científicos y tecnológicos aún eran muy someros
en la ciudad, estos pacientes fueron sometidos a infinidad de torturas y tratamientos
con tal de hallar su cura.

Después de que el terreno se abandonara a raíz de la apertura del nuevo Hospital


Mental de Antioquia en 1960, Comfama lo tomó para convertirlo en biblioteca y
teatro hasta la fecha, comenzando así una extensa campaña para que la comunidad
se apropiara del lugar y dejara atrás la etiqueta que por años lo acompañó.
Se dice que aún en el lugar se escuchan lamentos y cadenas que se arrastran por
varios de los rincones de la casa, así como la aparición de extraños espectros
que incluyen un sacerdote, una mujer acompañada de un niño, otro que corre y
atraviesa paredes y un supuesto fantasma que a las 4:00 de la mañana se le ve
merodear por la arbolada en frente de la entrada principal.
Los lugares más embrujados de Bogotá
Existen lugares donde testigos aseguran escuchar lamentos, ver apariciones
misteriosas y espectros sin ninguna explicación.

Basados en la historia del país, caracterizada por muertes violencias, desapariciones,


torturas, prácticas esotéricas, mezclando lo imaginario con lo popular y la historia que
hay detrás de cada uno de los sitios, Bogotá cuenta con lugares donde el miedo se
apodera de tu cuerpo, sin importar si estás solo o acompañado.

1 cementerio central

Tiene las tumbas de importantes personajes de la historia de Bogotá; “uno de ellos es


José Asunción Silva, un importante poeta del siglo XIX, quien se suicidó sin aparente
explicación en 1896, cuando tenía 31 años”, señala el portal.

Otros curiosos entran al cementerio, ubicado en la carrera 20 N° 30-80, para visitar la


tumba de Julio Garavito, el astrónomo y matemático del siglo XIX y conocido porque
fue la imagen del billete de $ 20.000, para pedir ayuda económica.
Cuentan que los personajes se aparecen en las noches. En los sepulcros se escuchan
ruidos y el viento sopla muy fuerte.

2 ‘Hotel de los suicidas’

La cascada o salto del Tequendama se ha convertido en el escenario que escoge la


gente para quitarse la vida. Tantas son las personas que mueren allí que los residentes
conocen este sitio como el ‘Lago de los muertos’, donde solo existe una testigo y es la
imagen de una virgen.

En este lugar se han visto espectros que atormentan a los lugareños. El alma que más
pena es la de una monja que, al parecer cayó, al fondo del precipicio en un accidente
de una chiva.
3 cárcel del Museo Nacional

El Museo Nacional, ubicado en la carrera 7A N° 28-66 (centro de Bogotá), fue la


antigua penitenciaría de Cundinamarca. Este edificio tiene 192 años de historia y
cuando se convirtió en cárcel (1876), fue el escenario de torturas de los presos.
4 edificio del sol

“En las entrañas de La Candelaria se halla uno de los sitios más terroríficos de
Bogotá”, asegura Cívico, porque en este edificio —en la carrera 3 con calle 12— tuvo
lugar la antigua sede del Servicio de Inteligencia Colombiano (SIC), que pasó a ser el
(DAS). En ese tiempo la información, supuestamente, se conseguía torturando hasta la
muerte a los sospechosos.

“Esta edificación neogótica fue el epicentro de las historias más macabras del
Gobierno del General Gustavo Rojas Pinilla. Allí estaban los calabozos, donde se
albergaron presos con agua hasta las rodillas, a quienes se les practicaban múltiples
torturas”, agrega el portal.

Los residentes dicen que se escuchan quejidos y lamentaciones de las almas en pena
que padecieron torturas en ese sitio.
5 el ‘averno’ del Monumento los héroes

Pocos conocen que este monumento — Autopista Norte N° 80-01— tiene adentro 6
pisos. El sitio parece un laberinto de escaleras y a medida que se sube cada piso, el
sitio se torna más sombrío. “Un lugar que está en obra porque nunca se terminó, y que
genera mucha zozobra en medio de tanto espacio inutilizado”, afirma el portal para
gozarse Bogotá.
6 el sitio de los cuerpos petrificados

Ciclopes, bebes siameses, manos cortadas y piernas momificadas, son algunas de las
muestras congeladas que ofrece el Museo del Ser Humano, ubicado en la localidad de
los Mártires. Dicen que en el subsuelo hay fosas comunes que se hicieron durante el
‘Bogotazo’. En 1973 se fundó el sitio con 90 piezas de seres humanos muertos.

En este lugar recomiendan no utilizar equipos electrónicos porque hay un extraño


magnetismo que los destruye.
7 restaurante ‘La bruja’

Está ubicado en La Candelaria, allí hubo un calabozo que se utilizó hasta la década de
los 50. El nombre del restaurante tiene varias explicaciones, pero lo que la mayoría
piensa es que se trató de una madre desesperada que perdió a su hijo en el lugar, y
murió de soledad.

Es atractivo porque, supuestamente, el alma deambula el restaurante, dicen


administradores y clientes.
8 ‘La mansión del duende’

“Al igual que La Bruja, en La Candelaria hay otro espíritu que ronda las instalaciones
del restaurante-bar “La Mansión del Duende”. Cuentan que hace 3 siglos vivió una
jovencita en ese sitio, quien fue juzgada por quedar embarazada soltera. Los
ciudadanos conservadores de ese tiempo castigaban con la pena de muerte a estas
mujeres, por lo que la madre tuvo que esconderse en su vivienda. Luego de tener a su
hijo y para huir del repudio social, decidió arrojarlo a un pozo en donde al parecer
estuvo por mucho tiempo.

Ese niño ahora se aparece en el restaurante y responde al nombre Baltazar, un ser que
muchos ven como un duende por su tamaño, pero que al parecer no es ofensivo. Por el
contrario, se le escucha jugar, deja huellas y hacer travesuras.

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