Está en la página 1de 70

2

3
“Desde Arica, Chile, y nuestra cultura regional,
hacia el planeta Tierra y nuestra cultura universal”.

® “El hombre sin cabeza y otras leyendas de Arica Urbana”,


Patricia Mardones
Quinta Edición. Año 2023.
Registro Propiedad Intelectual A-293819
ISBN Nº 978-393-988-0
Ediciones Rapsodas Fundacionales
Diseño: Patricia Mardones
Fono: 923846854
Correo Electrónico:binahdir@gmail.com
Impreso en Krom
Avda. Lastarria 1551 – Tel.: 58 2 225676
Arica - Chile

Publicación financiada con Proyecto Cultural


de Fondos de Concurso Cultural 2023
el Gobierno Regional de Arica y Parinacota

4
ÍNDICE

LEYENDA PÁGINA

Parábolas de Buen Vivir 7

La Carroza del Diablo 13

La Animita de Chacabuco 19

La Campana de Oro 25

El Nacimiento de una Isla 33

Apariciones en el Morro 41

El Hombre sin Cabeza 49

De Apariciones 53

5
6
PARÁBOLAS DE BUEN VIVIR

El lenguaje es un sistema de signos


que representa mucho más de lo
inmediato. Contiene en esencia, una
organización de ideas basadas en
creencias universales producto de
estructuras mentales humanas. Por eso,
no es extraño encontrar en diversas
latitudes y tiempos, las mismas historias
que se transmiten oralmente. ¿Cuál es la

7
finalidad de dichas historias llamadas
leyendas? Más que manifestaciones del

folclor, son maneras sutiles de educar a


una comunidad; de prevenirla ante
inminentes peligros, de graficar
concretamente conductas que para el bien
común son negativas. Por eso, siempre se
fundamentan en la bipolaridad BIEN / MAL,
afianzando definitivamente los
comportamientos deseables de una
comunidad.

Por otro lado, las leyendas se


sostienen como historias, en un tiempo

8
casi indefinido que las hace prevalecer y
ser portadoras de parte de la intrahistoria y
de la memoria colectiva de una población,
constituyendo parte fundamental de su
identidad.

“Leyendas de Arica Urbana” exhibe


una galería de creencias y parábolas de
buen vivir que los más ancianos han
preservado y transmiten a su
descendencia a través de la oralidad.
Sabemos que al escribirlas en versiones
particulares, pueden perder parte de su
esencia contenida en esos otros aspectos
del lenguaje como la entonación, la

9
gestualidad y las inflexiones necesarias
que dan significados más nítidos y
secretos. Por eso, en un esfuerzo por
reproducir lo más fielmente estas
connotaciones, hemos grabado voces del
pasado, de los propios traductores del ayer
vivo de esta comarca

mágica y encantada que fue llamada


pascana (“lugar en que descansan los
arrieros y caminantes al final de la
jornada”) por los conquistadores como
“lugar de descanso en los viajes”.

10
Actualmente, Arica, “la Ciudad de la
Eterna Primavera” aunque valorada por
muchos, es desconocida para algunos de
sus propios hijos que sin la sensibilidad
histórica de identidad clara y nítida,
asumen la globalización sin las señales

claras de un verdadero norte para el


desarrollo de una cultura que se funda en
las raíces de la magia y lo maravilloso.

Dedico este trabajo a las nuevas


generaciones y visitantes para que
conozcan, valoren y perpetúen parte de las
ideas e historias extraordinarias que

11
explican parte de la idiosincrasia de esta
ciudad de sol, paisajes extensos y
personas diversas y cálidas, reconociendo
la importancia que tuvieron mis amigos
inolvidables y Q.E.P.D. Saturnino
Carrasco Huanca, Gilberto Serrano
Candia, Olga Maturana Sáez y Lutgardo
Álvarez Miranda, con sus narraciones con
sabor a café.

Patricia Mardones

12
LA CARROZA DEL DIABLO

Este hecho misterioso y espeluznante


provocaba el desconcierto de quienes lo
presenciaban.

Desde las primeras décadas del siglo


diecinueve y hasta mediados del veinte,
impactó a la ciudadanía ariqueña. Los
antiguos vecinos evitaban transitar por el
sector de Calle San Martín después de
medianoche.

13
Cuenta la leyenda que ciertas noches,
cuando las calles estaban desiertas, se
escuchaba el trote y el relincho de caballos
bajando por San Martín desde el sector del
hospital hacia Santa María. Segundos más
tarde, aparecía una carroza negra que
nadie había visto de día. Se detenía por
unos instantes en la fatídica esquina y,
después de un pesado silencio, reanudaba
su marcha a toda velocidad hacia el sector
de uno de los antiguos cementerios de
Arica, ubicado en el sector de La Pampa,
(terreno baldío en la época y que se
encontraba al norte de la vía férrea que

14
pasaba por la actual avenida Chacabuco),
en donde desaparecía.

Algunos noctámbulos ariqueños


juran haber visto la sombra del Diablo
guiándola. Se cuenta que don Felipe
Méndez enmudeció ante tal espectáculo.

Al día siguiente, los vecinos se


enteraban de la muerte de uno de sus
habitantes. Se atribuía el deceso al poder
del demonio que se habría llevado un alma
más al infierno.

15
Muy asustados los habitantes del
sector, en los años treinta del siglo veinte,
pidieron que se construyera una pequeña
capilla, en donde actualmente se
encuentra la Prefectura de Carabineros.

Dicen que el paso de la carroza cesó


desde ese tiempo, pero algunos afirman
que después de ser trasladada la Iglesia de
Las Peñas a calle Baquedano esquina
Chacabuco, se ha vuelto a sentir cascos
de caballos, relinchos semejantes a
carcajadas demoníacas y un extraño
viento en las noches, pasando por la calle
Salvo y perdiéndose en el Sector de

16
Pueblo Hundido, lugar que algunas veces
ha sido un punto crítico por presentar
problemas de vida nocturna, con asaltos y
riñas.

17
18
LA ANIMITA DE CHACABUCO

La fecha en la que se instaló esta


hornacina es imprecisa. La memoria
colectiva se aproxima a setenta años atrás
y se cree que fue puesta en recuerdo de
un hombre que murió trágicamente.

Dicen que el militar Alfonso Gómez, de


treinta y seis años, un día de franco se
presentó a un garito clandestino de la
época, ubicado en Patricio Lynch. Allí se

19
conversaba, bebía alcohol, se bailaba y
jugaba hasta el amanecer.

Esa noche, el Cabo Gómez,


paradojalmente, fue marcado por la buena
y por la mala suerte a la vez. Ganó en el
azar una gran cantidad de dinero. Invitó a
todos los parroquianos a celebrar, y ya a
la madrugada, muy ebrio, se retiró a su
hogar.

Antes de llegar a Chacabuco, se dio


cuenta que unos hombres lo seguían.
Trató de escapar, pero sus perseguidores
le dieron alcance y en la esquina de

20
Chacabuco con Patricio Lynch lo
asesinaron a cuchillo. Para borrar toda
evidencia, los asesinos se apoderaron del
dinero y arrastraron el cuerpo de Gómez
hasta la línea del tren que, por esos años,
pasaba por esa calle desde el Morro. Este
tren pasaba todos los días a las seis de la
mañana. El cuerpo fue destrozado bajo la
máquina.

El parte policial de la época indicó que


Gómez murió arrollado por el tren, que se
encontraba ebrio y no alcanzó a cruzar.
Este antecedente oficial no apagó las
dudas de los vecinos que dicen que

21
Gómez fue ultimado por un zapatero y su
hermano.

Por esta razón, los antiguos ariqueños


levantaron una urna en Calle Chacabuco
y, aunque muchas veces ha sido cambiada
de lugar, e incluso sacada por orden de
una autoridad edilicia, esta casita se
encuentra los lunes y viernes, noches de
las ánimas, siempre llena de velas
encendidas con personas que le piden
milagros.

La gente que cuida la hornacina dice


que es la animita más milagrosa que existe

22
en Arica y que incluso, es conocida en
otras ciudades del norte de Chile y del Sur
del Perú, desde donde vienen creyentes a
solicitarle favores. Se cita el caso de un
acaudalado comerciante de la ciudad que,
gracias a su perseverancia y fe irrestricta,
fue capaz de reconstruir e instalar la
hornacina cada vez que fue sacada. Dicen
que, desde 1963, todos los lunes y viernes
sin faltar a ninguno, deja trece velas
amarillas encendidas y permanece
sentado el parque adyacente hasta que
éstas se consumen. Él mismo ha
confesado a sus amigos que la fortuna que
posee se la debe al Cabo Gómez, a quien

23
prometió que hasta después de su muerte
y hasta la tercera generación cumplirá, a
través de su descendencia con la tarea de
iluminar la urna.

Oficialmente, el Cabo Alfonso Gómez


aparece enterrado en el Cementerio
General, en el Nicho N° 15 del Mausoleo
del Regimiento Rancagua y su lápida
consigna: “Alfonso Gómez. Quien murió
trágicamente a la edad de 36 años”.

24
LA CAMPANA DE ORO

Dice don Saturnino Carrasco, entre


tragos de café y silencios al compás de sus
dedos en la mesa del Café Mil Sabores,
que son muchas las versiones de esta
leyenda, pero todas se refieren al mismo
objeto: la enorme campana que, ideada
por Martín de Arébalo en 1729, fue
mandada a hacer y donada por el devoto
feligrés don Pedro Belarde. Con letras

25
pequeñas, en su inscripción dice:
"Nuestra Señora de la Concepción. Ora
pro nobis."

Esta campana es famosa por los


extraños acontecimientos que causaba y
por el curso de los hechos que la rodearon.

Su larga desaparición primero, y la


función desempeñada luego, originaron
rumores de mala señal. Los que
escuchaban sus tañidos nada bueno
esperaban y, cuando estuvo desaparecida,
algunos la sentían igual, como anuncio de
temblores.

26
El Templo de La Matriz, apostado en
Baquedano con Yungay, añade nuestro
gran amigo Lutgardo Álvarez, fue destruido
por el catastrófico terremoto y maremoto
de 1868. Por su gran peso, la campana se
hundió en los escombros quedando
sepultada hasta 1920. Arica, en ese
entonces se componía de cinco manzanas
construidas y cerca de mil habitantes.

Después de su primera desaparición


en 1868, muchos la escuchaban sonar
muy fuerte, anunciando otro desastre
telúrico. Durante cincuenta y dos años, sus

27
tañidos fueron símbolo de emergencia
para los ariqueños. Pero en 1920, fue
encontrada bajo tierra, a raíz de unas
excavaciones urbanísticas, en la esquina
suroeste de Baquedano con Yungay.

Cuentan, agrega don Saturnino


Carrasco, que un ambicioso comerciante ‚
se apoderó de ella y la negoció con una
firma inglesa. Y así, fue conducida hasta el
muelle para ser llevada a Liverpool,
Inglaterra.

En esos días, un fuerte sismo se


registró mientras estaba en el lugar de

28
embarque, y un guardián sospechó al ver
tan grande cargamento. Al investigar, el
Cuerpo de Policía descubrió el oscuro
negocio. Las autoridades de la ‚época
ordenaron un examen de muestras
metálicas que se hicieron en Alemania. El
resultado evidenció cuarenta y tres por
ciento de oro, treinta y cuatro por ciento de
plata y veintitrés por ciento de cobre.
Pesaba una tonelada y media. Medía
noventa y ocho centímetros de altura, por
tres metros setenta y cuatro metros de
circunferencia. ¡Imagínese la media
joyita!, dice don Saturnino.

29
Como evidencia del cuasi delito, la
campana quedó confiscada en el Cuartel
de la Primera Comisaría de Carabineros,
ubicada por esos días en Calle Baquedano
al llegar a Sotomayor, donde ahora hay un
estacionamiento público.
Así fue que durante muchos años se
la usó para dar aviso de los incendios de la
ciudad, por lo que los vecinos otra vez,
temían escucharla.

Algunos dicen que después de unos


años fue trasladada a Santiago y otros, que
estuvo guardada en un Banco. No sé,
continúa don Saturnino. No siempre se

30
informa a la población de lo
verdaderamente importante que ocurre en
Arica.

En 1995, aclara Lutgardo, fue


rescatada por la Iglesia y, actualmente, se
encuentra en la Catedral de San Marcos,
sólo como ornamento. Sin embargo,
algunos afirman que no es la misma,
aunque preferirían que lo fuera para no
escuchar nunca más sus tañidos que,
según se cree, anuncian desgracias
causadas por la naturaleza en la zona.

31
Don Saturnino hace silencio. Me mira
como pidiéndome una explicación. “Y
usted, dice, ¿cree que la campana que
trajeron a la Catedral de San Marcos es la
misma campana de la que estamos
hablando? Yo creo que no, repone
poniéndose de pie y dándonos la vuelta
como despedida. “La otra la deben tener
bien guardadita o ya la fundieron para
sacarle el oro…si no, no estaríamos tan
tranquilos conversando…Mejor que nunca
más aparezca la verdadera campana. ¿No
creen?

32
EL NACIMIENTO DE UNA ISLA

Me contaba mi abuelo Justo, dice don


Gilberto Serrano, alcanzándome una taza
de té con cedrón, que le contaron que los
aborígenes que habitaron los territorios de
Arica precolombina descendieron de uno
de los hijos del sol. “Dicen que era un joven
apuesto, admirado y amado por su

33
bondad, por su inteligencia y valentía. Era
la autoridad de estos territorios.”

Se lo recuerda por su poderosa


mirada, capaz de ser comparada por su
brillo, con el sol. Cuidaba de su gente con
sabias leyes y vivían en paz. Era un líder
de verdad, no como los de ahora, comenta
don Gilberto.

Un día, sigue narrando, el pueblo fue


invadido por hombres de otras tierras.
Destruyeron todo y apresaron al joven
gobernante. Hubo mucha tristeza cuando
cayó prisionero en manos enemigas.

34
Pasaron innumerables soles hasta
que una mañana, cerca de la orilla de la
playa, encontraron su cuerpo sin vida.
Había sido mutilado. Lejos, mar adentro,
se divisaba su cabeza flotando. Al tratar
de rescatar sus restos, una gran ola los
arrebató, llevándoselos para siempre a los
abismos marinos. Su pueblo lo lloró
durante largas jornadas y hasta las
ceremonias que se realizaban en el sector
costero de Arica como el de las Ñustas del
Sol que venían del norte, no se hicieron
más. Tampoco se pescó o cazó en la
región.

35
Una mañana muy soleada, del lugar
en donde se había visto flotar la cabeza del
soberano, comenzó a surgir un montículo,
que día a día, aumentaba de tamaño.
Nadie sabe cuánto tiempo fue necesario
para que se descubriera que era el
nacimiento de una nueva isla.

Y así, según la leyenda, dice don


Gilberto pensativo, nació la Isla El Alacrán
de Arica que, según cuentan, guarda
como tesoro, el corazón del monarca más
bueno y noble de su historia.

36
Algunos dicen que después que ha
habido marejadas y se puede ver las
noctilucas, es posible escuchar en la isla,
los latidos del corazón del joven.

En honor a su gobernante, el pueblo


guardó celosamente su nombre y sólo los
elegidos podían repetirlo. Por eso, la isla
no tuvo nombre por muchos siglos, hasta
que alguien, por su forma, la bautizó con el
nombre que actualmente se le conoce.
Dicen que algunos antiguos escribieron su
nombre en alguna parte de las rocas de la
costa, pero que nadie podrá leerlo porque
es invisible.

37
Mientras fue isla, El Alacrán fue
refugio de piratas, fuerte militar y dominio
natural de chungungos... ¿Conoce los
chungungos? Cuando era niño,
nadábamos hasta los requeríos de la isla
sólo para verlos, dice don Gilberto.
Después desaparecieron, termina.

Pero, volviendo a la isla, dice, su


encanto no disminuyó con la modernidad
que la transformó en península. Muchos
creen que guarda preciados secretos de la
maravillosa historia de Arica y es un
espacio natural mágico para la inspiración

38
artística. Creo que ahora la tienen
convertida en zona de paseo. No quisiera
verla ahora. Prefiero recordarla como
cuando era niño y mi abuelo Justo me
contaba cómo era en realidad, dice don
Gilberto y mira el horizonte en largo
silencio.

39
40
APARICIONES EN EL MORRO

La mayor atracción para turistas y


visitantes que llegan a la Ciudad de la
Eterna Primavera es el Morro, tanto en su
sector alto, como en toda su extensión, por
el valor histórico que representa.

Sin embargo, los habitantes de la


ciudad evitan frecuentarlo, especialmente

41
en horas de la noche. La causa, dice
nuestra amiga doña Olga Maturana,
bajando el tono, es la mala experiencia
que han tenido muchos, especialmente los
más osados que, sin darse cuenta de la
hora ni de la soledad, inician una especie
de trance y se alejan de los lugares de
seguridad, perdiendo mágicamente el
sentido de orientación espacial y temporal.

Los antiguos de Arica y Tacna, dice


doña Olga, cuentan que primero comienza
un frío intenso, después los inunda una
extraña tristeza y finalmente, una niebla

42
comienza a cubrirlo todo. ¿Se imagina? Me
pregunta.

Luego de sentirse aislados y perdidos


en los arenales, prosigue, la oscuridad los
invade y unos ruidos de cañones y voces
de soldados en batalla comienzan a
escucharse cada vez más nítidamente. Se
acerca tanto el sonido que pronto se hace
ensordecedor. Es tal la magnitud del
fenómeno que muchos de los que han
tenido la experiencia aseguran comenzar
a ver entre la niebla, el humo y el fuego de
cañones, y soldados chilenos y peruanos
que corren, gritan, increpan y otros, rezan,

43
exhortan o maldicen. Cada vez se hace
más extremado el fragor de la batalla, y los
lamentos lo cubren todo.

Doña Olga guarda silencio. Toma su


taza ya fría y bebe té. Luego prosigue
susurrando: Y tal como todo empezara,
lentamente y sin mayor consciencia del
tiempo transcurrido, los sonidos, las
sombras y el humo empiezan a despejarse
hasta quedar todo en absoluto silencio. El
frío y la niebla no se disipan y, cuando la
víctima cree que ya toda esta escalofriante
experiencia ha terminado, comienza lo
peor. Doña Olga me observa.

44
Lo peor, como le digo, oiga, se inicia
con una explosión resonante. Y, desde la
nada, aparece junto al aterrado visitante,
un muchacho moreno, sonriente, vestido
de soldado. Trae las ropas quemadas y el
pecho abierto desde donde brota sangre y
hollín. Se acerca lentamente al incauto e
invitándolo a seguir sus pasos, da media
vuelta y le hace una señal para que lo siga,
desapareciendo tras la niebla.

Hasta ahora, nadie ha intentado ni ha


querido saber hacia dónde se dirige. La

45
mayoría de las veces, el visitante queda
estupefacto por el terror y entra en shock.

Se cree que muchos de los suicidas


del Morro han buscado el abismo por
caminar sin rumbo o por dar término a tan
sobrecogedora experiencia.
Dicen que el aparecido corresponde al
soldado peruano Alfredo Maldonado de tan
sólo catorce años, quien pertenecía a la
dotación del Fuerte Este. A él se le hace
responsable de la explosión del último
polvorín peruano cuando las tropas
chilenas tomaron el peñón y el soldado

46
chileno Humberto Silva Arriagada puso allí
la bandera chilena.

Cuentan que el adolescente héroe


Alfredo Maldonado, dio su vida por honor
y tal parece que aún cumple su cometido
ininterrumpidamente.

Ni los caminos, luminarias o


hermosos paseos que la modernidad ha
traído al histórico macizo, han borrado
escenas dolorosas que los jóvenes
combatientes del Asalto y Toma del Morro
de Arica, tanto chilenos como peruanos,

47
vivieron un siete de junio confundido en la
espesa nebulosa del tiempo.

Mala la guerra, ¿No? Me interroga


doña Olga, mientras con sus manos
temblorosas limpia sus ojos
repentinamente húmedos. Muy mala, doña
Olga, declaro, y sin darme cuenta, se me
cierra la garganta.

48
EL HOMBRE SIN CABEZA

Dicen que esta leyenda se origina en


Arica del siglo antepasado. Para precisar,
en Colón con Yungay, donde ahora está el
Edificio de los Empleados Particulares,
había un conventillo. Allí vivía lo peor de la
población: ladrones, asesinos, gente de los
bajos fondos. En ese lugar planeaban sus
fechorías y se emborrachaban. Todas las

49
noches había peleas y se dice que varias
muertes ocurrieron. Era tan malo el
ambiente del lugar que ni la policía de la
época se atrevía a controlarlo.

Cuentan que el conventillo era uno de


los dominios del Diablo y que por eso
ocurrían ahí tantos delitos sin resolver.

En una de las tantas reyertas,


asesinaron a un hombre y lo degollaron.
Nunca se supo quién fue el asesino, ni
quién el muerto. Lo único que se sabe es
que lo enterraron en el patio del
conventillo, y como el difunto que no tuvo

50
justicia ni un entierro cristiano, aún hoy en
día sale por las noches a penar,
apareciéndose en medio del patio del
conventillo, actualmente, los jardines del
edificio.

Lo más espeluznante es que el


aparecido camina hasta que alguien lo
vea y se espante porque anda sin cabeza.

Son muchas las personas que han


visto este horripilante personaje y por eso
evitan transitar de noche por el lugar. Dicen
que cuando alguien lo ve, enloquece sin
remedio.

51
Hay un amigo que vive en Yungay
al llegar a Baquedano, que cuenta que su
padre enloqueció después de verlo. -Y tú,
¿qué harías si se te apareciera alguna vez
ya que siempre te gusta andar mirando
todo y tomando fotos a cualquier hora?-
me pregunta Lutgardo Álvarez. Sólo sonrío
y no le contesto, pero en verdad, no me
gustaría ver al hombre sin cabeza.

52
Catucrónica Cinco:
DE APARICIONES1

“Todas las leyendas tienen muchas


versiones. Sobre ésta, en particular, yo,
Polifemo, Gato Escritor, tengo la mía. Y
aunque me costó un poco convencer a la
Patricia para que incluyera mi trabajo, con
un poco de runruneo la convencí. Estoy
seguro que es la versión que más les
gustará a todos, como todas mis
Catucrónicas para Menores de Edad y
Mayores con Criterio Formado.”
POLIFEMO

1
De: Mardones, Patricia: “Catucrónicas Aventuras de Polifemo. Sólo para Menores
de Edad y Mayores con Criterio Formado”. Pp. 58, Binah Ediciones, Arica, Chile, 2010.
53
Estoy agotado. Parece que caminé
demasiado y el can perseguidor básico que
me siguió diez cuadras, logró sacarme de
mis casillas.
Me escondí detrás de un bote de
basura de esos que puso el alcalde para
evitar suciedad y lo asalté. No sé por qué
habrá gritado tanto; sólo lo asusté
levantando mis pelos largos y le puse los
ojos de loco para que me tuviera respeto.
Pero valió la pena el paseo porque
descubrí que la Sara puede tener razón en
sus historias. Vi al hombre sin cabeza.

54
Ayer estuvo hablando del Conventillo
del Diablo. Era un lugar de Arica del siglo
18 en que vivía toda clase de gente de
mala calaña: ladrones, damas muy mal
habladas y de risas estridentes,
contrabandistas y asesinos. En una de las
acostumbradas peleas, a uno se le pasó la
mano y le cortó la cabeza a otro. No
recuerdo bien, pero creo que después
hubo un incendio y se quemó todo. La Sara
dijo que por muchos años, ningún ariqueño
se acercaba al lugar porque se escuchaba
gritos escalofriantes y risas diabólicas. Con
los años, el gobierno hizo un edificio de
departamentos (siempre le echan la culpa

55
de todo al tal gobierno. Tengo muchas
ganas de conocerlo. Me tinca que debe
ser un tipo poderoso porque puede hacer
muchas cosas. Cuando pueda, voy a
averiguar dónde vive. El tal gobierno debe
tener una mansión espectacular y que ahí
se debe comer puros asados.)
Como decía, el gobierno ordenó la
construcción y mientras duró, ocurrieron
varios accidentes. Como el del albañil que
cayó de un andamio y el del constructor
que se quedó tres días encerrado en un
sótano y cuando lo encontraron tenía el
pelo blanco. Cuando inauguraron el lugar,
una señora salió gritando y dijo que había

56
visto a un hombre sin cabeza que la estaba
mirando. Yo no entiendo cómo pudo ser
eso. Imagino que la señora pudo haber
sido muy hermosa o muy fea, o que tenía
poderes extrasensoriales como una amiga
de la Sara que anda con un sombrero con
pelos falsos y se jacta de adivinar el futuro.
A mí, eso no me parece tan especial. Yo y
cualquiera de mis amigos, puede adivinar
qué va a pasar. Por ejemplo: si un hombre
anda como a las cuatro de la madrugada
rondando la barda y mirando hacia
adentro, no es que quiera ir a tomar agua
a la cocina.

57
Volviendo al tema, dicen que la gente
se fue y nadie quiso habitar los
departamentos, hasta que, poco a poco los
fueron arrendando a la gente que venía a
Arica por el Puerto Libre. (¿Por qué se
llamaría puerto libre? ¿Se fijan que
algunos nombres de lugares son bien
extraños? Pueblo Hundido, Chile Chico,
Barrio Bajo, Barrio Alto, Villa Mosquitos, el
Infiernillo, etcétera. A mí me gustan los
nombres de cosas interesantes como
Fuerte Ciudadela, Héroes del Morro, Playa
Chinchorro, Sector Quiane, Avenida 21 de
Mayo).

58
Entonces, los vecinos comenzaron a
correr la bola que en las noches de luna
llena salía el hombre sin cabeza y se
paseaba por el edificio, por la plaza y por
las calles contiguas. Por eso, en esas
noches, la gente no salía ni a cañón. Pero
yo creo que eso era antes, porque ahora,
los jóvenes andan toda la noche en la calle
y no les importa si hay descabezados o
diablos, fantasmas o aparecidos. Todo lo
contrario, algunos se creen vampiros y sólo
salen de noche, se visten de negro, se
pintan la cara blanca, los labios negros,
hablan poco y miran en forma extraña. La
Beatriz tenía una amiga de negro y la Sara

59
le dijo: “¡Mira, Beatriz: no quiero que te
juntes con gente rara, así es que córtala
con esa gótica!” La Beatriz dio un portazo
y se fue a hablar por teléfono con su amiga.
Yo espié disimuladamente. Al rato, llegó la
extraña de negro, se pusieron a cuchichear
con la porfiada, yo me subí a la barda y le
lancé un pipí que tenía guardado y nunca
más se supo de la aprendiz de bruja. La
Sara no supo lo que pasó porque la Beatriz
no pudo contárselo, así es que no me
acusó, aunque anduvo harto tiempo
enojada conmigo haciéndome gestos
raros, morisquetas y ajeándome como
pantera.

60
Volviendo al punto del hombre sin
cabeza: esa vez me arranqué de la casa.
Primero, porque estaba aburrido, segundo,
porque tenía ganas de andar y tercero,
porque era noche de luna llena.
Me senté en la plaza. Ya eran las
cuatro de la madrugada y estaba llena de
muchachos que conversaban y tomaban
cerveza. (Yo creo que el gobierno tiene la
culpa por no apagar las luces en la noche).
De repente, cuando ya me iba a volver a
dormir de pura lata, apareció el hombre sin
cabeza.
Era un cristiano bastante alto, vestido
de negro y con sangre por todos lados. Se

61
paró al lado de un grupo de conversadores
y nadie le dio bola. Después se fue a otro
grupo y uno le dijo: “¿Qué onda, loco?” El
pobre hombre desapareció de pura
vergüenza. Pero que conste: yo lo vi.
El gato Ambarino Cibernético no me
creyó mucho la historia. Cuando estaba
narrándosela, empezó a rascarse la guata
y me miraba con esos ojitos de punto y esa
sonrisa burlesca que tiene. Después se
acurrucó y se puso a roncar. Como me
carga que me ignoren, le hice lo mismo y
me dormí. Desperté con los gritos de la
Sara que me retaba porque estaba seco
sobre el monitor plano Centrino como dice

62
ella, pestañeando y frunciendo la boca
cuando le preguntan por el computador
regalón que tiene. Tiene varios. No sé para
qué tanto. Y encima, ahora nada con uno
chico que no suelta para nada. Parece que
es obsesiva de los computadores.
Cualquier día, si me molestan mucho, algo
le va a pasar al Centrino plano con sosguar
y todos los cables.

POLIFEMO

63
64
65
IMPRENTA

Lastarria N° 1551
Arica - Chile

66
67
68
Patricia Mardones

Santiago, 1951. Magister en


Educación, Gestión de Calidad,
Profesora de Estado en Castellano,
Administradora Educacional.
Especialista en Educación Terciaria,
Policial y Andragogía; PNL e
Investigación Social.

Vasta experiencia en Educación


Terciaria Técnica y Superior,
Investigación, Proyección Cultural y
Asesoría de Desarrollo Integral.

Ganadora de Premios Literarios


a nivel Nacional y Regional.

Con publicaciones en cuento,


poesía y ensayos en Chile, Bolivia,
Uruguay, Brasil, España y Marruecos.

Distinguida por su gestión


educativa y cultural: Instituto Chileno
Francés de Cultura, Ilustre
Municipalidad de Arica, Colegio de
Profesores, Colegio San Marcos,
Obispado de Arica, Ministerio de
Educación EPJA, CORE Arica y
Parinacota (Grandes Mujeres de la
Historia de Arica).

Cofundadora de Talleres
69
Literarios Altamarea y Rapsodas
Fundacionales.
70

También podría gustarte