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“Desde Arica, Chile, y nuestra cultura regional,
hacia el planeta Tierra y nuestra cultura universal”.
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ÍNDICE
LEYENDA PÁGINA
La Animita de Chacabuco 19
La Campana de Oro 25
Apariciones en el Morro 41
De Apariciones 53
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PARÁBOLAS DE BUEN VIVIR
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finalidad de dichas historias llamadas
leyendas? Más que manifestaciones del
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casi indefinido que las hace prevalecer y
ser portadoras de parte de la intrahistoria y
de la memoria colectiva de una población,
constituyendo parte fundamental de su
identidad.
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gestualidad y las inflexiones necesarias
que dan significados más nítidos y
secretos. Por eso, en un esfuerzo por
reproducir lo más fielmente estas
connotaciones, hemos grabado voces del
pasado, de los propios traductores del ayer
vivo de esta comarca
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Actualmente, Arica, “la Ciudad de la
Eterna Primavera” aunque valorada por
muchos, es desconocida para algunos de
sus propios hijos que sin la sensibilidad
histórica de identidad clara y nítida,
asumen la globalización sin las señales
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explican parte de la idiosincrasia de esta
ciudad de sol, paisajes extensos y
personas diversas y cálidas, reconociendo
la importancia que tuvieron mis amigos
inolvidables y Q.E.P.D. Saturnino
Carrasco Huanca, Gilberto Serrano
Candia, Olga Maturana Sáez y Lutgardo
Álvarez Miranda, con sus narraciones con
sabor a café.
Patricia Mardones
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LA CARROZA DEL DIABLO
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Cuenta la leyenda que ciertas noches,
cuando las calles estaban desiertas, se
escuchaba el trote y el relincho de caballos
bajando por San Martín desde el sector del
hospital hacia Santa María. Segundos más
tarde, aparecía una carroza negra que
nadie había visto de día. Se detenía por
unos instantes en la fatídica esquina y,
después de un pesado silencio, reanudaba
su marcha a toda velocidad hacia el sector
de uno de los antiguos cementerios de
Arica, ubicado en el sector de La Pampa,
(terreno baldío en la época y que se
encontraba al norte de la vía férrea que
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pasaba por la actual avenida Chacabuco),
en donde desaparecía.
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Muy asustados los habitantes del
sector, en los años treinta del siglo veinte,
pidieron que se construyera una pequeña
capilla, en donde actualmente se
encuentra la Prefectura de Carabineros.
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Pueblo Hundido, lugar que algunas veces
ha sido un punto crítico por presentar
problemas de vida nocturna, con asaltos y
riñas.
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LA ANIMITA DE CHACABUCO
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conversaba, bebía alcohol, se bailaba y
jugaba hasta el amanecer.
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Chacabuco con Patricio Lynch lo
asesinaron a cuchillo. Para borrar toda
evidencia, los asesinos se apoderaron del
dinero y arrastraron el cuerpo de Gómez
hasta la línea del tren que, por esos años,
pasaba por esa calle desde el Morro. Este
tren pasaba todos los días a las seis de la
mañana. El cuerpo fue destrozado bajo la
máquina.
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Gómez fue ultimado por un zapatero y su
hermano.
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en Arica y que incluso, es conocida en
otras ciudades del norte de Chile y del Sur
del Perú, desde donde vienen creyentes a
solicitarle favores. Se cita el caso de un
acaudalado comerciante de la ciudad que,
gracias a su perseverancia y fe irrestricta,
fue capaz de reconstruir e instalar la
hornacina cada vez que fue sacada. Dicen
que, desde 1963, todos los lunes y viernes
sin faltar a ninguno, deja trece velas
amarillas encendidas y permanece
sentado el parque adyacente hasta que
éstas se consumen. Él mismo ha
confesado a sus amigos que la fortuna que
posee se la debe al Cabo Gómez, a quien
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prometió que hasta después de su muerte
y hasta la tercera generación cumplirá, a
través de su descendencia con la tarea de
iluminar la urna.
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LA CAMPANA DE ORO
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pequeñas, en su inscripción dice:
"Nuestra Señora de la Concepción. Ora
pro nobis."
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El Templo de La Matriz, apostado en
Baquedano con Yungay, añade nuestro
gran amigo Lutgardo Álvarez, fue destruido
por el catastrófico terremoto y maremoto
de 1868. Por su gran peso, la campana se
hundió en los escombros quedando
sepultada hasta 1920. Arica, en ese
entonces se componía de cinco manzanas
construidas y cerca de mil habitantes.
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tañidos fueron símbolo de emergencia
para los ariqueños. Pero en 1920, fue
encontrada bajo tierra, a raíz de unas
excavaciones urbanísticas, en la esquina
suroeste de Baquedano con Yungay.
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embarque, y un guardián sospechó al ver
tan grande cargamento. Al investigar, el
Cuerpo de Policía descubrió el oscuro
negocio. Las autoridades de la ‚época
ordenaron un examen de muestras
metálicas que se hicieron en Alemania. El
resultado evidenció cuarenta y tres por
ciento de oro, treinta y cuatro por ciento de
plata y veintitrés por ciento de cobre.
Pesaba una tonelada y media. Medía
noventa y ocho centímetros de altura, por
tres metros setenta y cuatro metros de
circunferencia. ¡Imagínese la media
joyita!, dice don Saturnino.
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Como evidencia del cuasi delito, la
campana quedó confiscada en el Cuartel
de la Primera Comisaría de Carabineros,
ubicada por esos días en Calle Baquedano
al llegar a Sotomayor, donde ahora hay un
estacionamiento público.
Así fue que durante muchos años se
la usó para dar aviso de los incendios de la
ciudad, por lo que los vecinos otra vez,
temían escucharla.
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informa a la población de lo
verdaderamente importante que ocurre en
Arica.
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Don Saturnino hace silencio. Me mira
como pidiéndome una explicación. “Y
usted, dice, ¿cree que la campana que
trajeron a la Catedral de San Marcos es la
misma campana de la que estamos
hablando? Yo creo que no, repone
poniéndose de pie y dándonos la vuelta
como despedida. “La otra la deben tener
bien guardadita o ya la fundieron para
sacarle el oro…si no, no estaríamos tan
tranquilos conversando…Mejor que nunca
más aparezca la verdadera campana. ¿No
creen?
32
EL NACIMIENTO DE UNA ISLA
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bondad, por su inteligencia y valentía. Era
la autoridad de estos territorios.”
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Pasaron innumerables soles hasta
que una mañana, cerca de la orilla de la
playa, encontraron su cuerpo sin vida.
Había sido mutilado. Lejos, mar adentro,
se divisaba su cabeza flotando. Al tratar
de rescatar sus restos, una gran ola los
arrebató, llevándoselos para siempre a los
abismos marinos. Su pueblo lo lloró
durante largas jornadas y hasta las
ceremonias que se realizaban en el sector
costero de Arica como el de las Ñustas del
Sol que venían del norte, no se hicieron
más. Tampoco se pescó o cazó en la
región.
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Una mañana muy soleada, del lugar
en donde se había visto flotar la cabeza del
soberano, comenzó a surgir un montículo,
que día a día, aumentaba de tamaño.
Nadie sabe cuánto tiempo fue necesario
para que se descubriera que era el
nacimiento de una nueva isla.
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Algunos dicen que después que ha
habido marejadas y se puede ver las
noctilucas, es posible escuchar en la isla,
los latidos del corazón del joven.
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Mientras fue isla, El Alacrán fue
refugio de piratas, fuerte militar y dominio
natural de chungungos... ¿Conoce los
chungungos? Cuando era niño,
nadábamos hasta los requeríos de la isla
sólo para verlos, dice don Gilberto.
Después desaparecieron, termina.
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artística. Creo que ahora la tienen
convertida en zona de paseo. No quisiera
verla ahora. Prefiero recordarla como
cuando era niño y mi abuelo Justo me
contaba cómo era en realidad, dice don
Gilberto y mira el horizonte en largo
silencio.
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APARICIONES EN EL MORRO
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en horas de la noche. La causa, dice
nuestra amiga doña Olga Maturana,
bajando el tono, es la mala experiencia
que han tenido muchos, especialmente los
más osados que, sin darse cuenta de la
hora ni de la soledad, inician una especie
de trance y se alejan de los lugares de
seguridad, perdiendo mágicamente el
sentido de orientación espacial y temporal.
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comienza a cubrirlo todo. ¿Se imagina? Me
pregunta.
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exhortan o maldicen. Cada vez se hace
más extremado el fragor de la batalla, y los
lamentos lo cubren todo.
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Lo peor, como le digo, oiga, se inicia
con una explosión resonante. Y, desde la
nada, aparece junto al aterrado visitante,
un muchacho moreno, sonriente, vestido
de soldado. Trae las ropas quemadas y el
pecho abierto desde donde brota sangre y
hollín. Se acerca lentamente al incauto e
invitándolo a seguir sus pasos, da media
vuelta y le hace una señal para que lo siga,
desapareciendo tras la niebla.
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mayoría de las veces, el visitante queda
estupefacto por el terror y entra en shock.
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chileno Humberto Silva Arriagada puso allí
la bandera chilena.
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vivieron un siete de junio confundido en la
espesa nebulosa del tiempo.
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EL HOMBRE SIN CABEZA
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noches había peleas y se dice que varias
muertes ocurrieron. Era tan malo el
ambiente del lugar que ni la policía de la
época se atrevía a controlarlo.
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justicia ni un entierro cristiano, aún hoy en
día sale por las noches a penar,
apareciéndose en medio del patio del
conventillo, actualmente, los jardines del
edificio.
51
Hay un amigo que vive en Yungay
al llegar a Baquedano, que cuenta que su
padre enloqueció después de verlo. -Y tú,
¿qué harías si se te apareciera alguna vez
ya que siempre te gusta andar mirando
todo y tomando fotos a cualquier hora?-
me pregunta Lutgardo Álvarez. Sólo sonrío
y no le contesto, pero en verdad, no me
gustaría ver al hombre sin cabeza.
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Catucrónica Cinco:
DE APARICIONES1
1
De: Mardones, Patricia: “Catucrónicas Aventuras de Polifemo. Sólo para Menores
de Edad y Mayores con Criterio Formado”. Pp. 58, Binah Ediciones, Arica, Chile, 2010.
53
Estoy agotado. Parece que caminé
demasiado y el can perseguidor básico que
me siguió diez cuadras, logró sacarme de
mis casillas.
Me escondí detrás de un bote de
basura de esos que puso el alcalde para
evitar suciedad y lo asalté. No sé por qué
habrá gritado tanto; sólo lo asusté
levantando mis pelos largos y le puse los
ojos de loco para que me tuviera respeto.
Pero valió la pena el paseo porque
descubrí que la Sara puede tener razón en
sus historias. Vi al hombre sin cabeza.
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Ayer estuvo hablando del Conventillo
del Diablo. Era un lugar de Arica del siglo
18 en que vivía toda clase de gente de
mala calaña: ladrones, damas muy mal
habladas y de risas estridentes,
contrabandistas y asesinos. En una de las
acostumbradas peleas, a uno se le pasó la
mano y le cortó la cabeza a otro. No
recuerdo bien, pero creo que después
hubo un incendio y se quemó todo. La Sara
dijo que por muchos años, ningún ariqueño
se acercaba al lugar porque se escuchaba
gritos escalofriantes y risas diabólicas. Con
los años, el gobierno hizo un edificio de
departamentos (siempre le echan la culpa
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de todo al tal gobierno. Tengo muchas
ganas de conocerlo. Me tinca que debe
ser un tipo poderoso porque puede hacer
muchas cosas. Cuando pueda, voy a
averiguar dónde vive. El tal gobierno debe
tener una mansión espectacular y que ahí
se debe comer puros asados.)
Como decía, el gobierno ordenó la
construcción y mientras duró, ocurrieron
varios accidentes. Como el del albañil que
cayó de un andamio y el del constructor
que se quedó tres días encerrado en un
sótano y cuando lo encontraron tenía el
pelo blanco. Cuando inauguraron el lugar,
una señora salió gritando y dijo que había
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visto a un hombre sin cabeza que la estaba
mirando. Yo no entiendo cómo pudo ser
eso. Imagino que la señora pudo haber
sido muy hermosa o muy fea, o que tenía
poderes extrasensoriales como una amiga
de la Sara que anda con un sombrero con
pelos falsos y se jacta de adivinar el futuro.
A mí, eso no me parece tan especial. Yo y
cualquiera de mis amigos, puede adivinar
qué va a pasar. Por ejemplo: si un hombre
anda como a las cuatro de la madrugada
rondando la barda y mirando hacia
adentro, no es que quiera ir a tomar agua
a la cocina.
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Volviendo al tema, dicen que la gente
se fue y nadie quiso habitar los
departamentos, hasta que, poco a poco los
fueron arrendando a la gente que venía a
Arica por el Puerto Libre. (¿Por qué se
llamaría puerto libre? ¿Se fijan que
algunos nombres de lugares son bien
extraños? Pueblo Hundido, Chile Chico,
Barrio Bajo, Barrio Alto, Villa Mosquitos, el
Infiernillo, etcétera. A mí me gustan los
nombres de cosas interesantes como
Fuerte Ciudadela, Héroes del Morro, Playa
Chinchorro, Sector Quiane, Avenida 21 de
Mayo).
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Entonces, los vecinos comenzaron a
correr la bola que en las noches de luna
llena salía el hombre sin cabeza y se
paseaba por el edificio, por la plaza y por
las calles contiguas. Por eso, en esas
noches, la gente no salía ni a cañón. Pero
yo creo que eso era antes, porque ahora,
los jóvenes andan toda la noche en la calle
y no les importa si hay descabezados o
diablos, fantasmas o aparecidos. Todo lo
contrario, algunos se creen vampiros y sólo
salen de noche, se visten de negro, se
pintan la cara blanca, los labios negros,
hablan poco y miran en forma extraña. La
Beatriz tenía una amiga de negro y la Sara
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le dijo: “¡Mira, Beatriz: no quiero que te
juntes con gente rara, así es que córtala
con esa gótica!” La Beatriz dio un portazo
y se fue a hablar por teléfono con su amiga.
Yo espié disimuladamente. Al rato, llegó la
extraña de negro, se pusieron a cuchichear
con la porfiada, yo me subí a la barda y le
lancé un pipí que tenía guardado y nunca
más se supo de la aprendiz de bruja. La
Sara no supo lo que pasó porque la Beatriz
no pudo contárselo, así es que no me
acusó, aunque anduvo harto tiempo
enojada conmigo haciéndome gestos
raros, morisquetas y ajeándome como
pantera.
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Volviendo al punto del hombre sin
cabeza: esa vez me arranqué de la casa.
Primero, porque estaba aburrido, segundo,
porque tenía ganas de andar y tercero,
porque era noche de luna llena.
Me senté en la plaza. Ya eran las
cuatro de la madrugada y estaba llena de
muchachos que conversaban y tomaban
cerveza. (Yo creo que el gobierno tiene la
culpa por no apagar las luces en la noche).
De repente, cuando ya me iba a volver a
dormir de pura lata, apareció el hombre sin
cabeza.
Era un cristiano bastante alto, vestido
de negro y con sangre por todos lados. Se
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paró al lado de un grupo de conversadores
y nadie le dio bola. Después se fue a otro
grupo y uno le dijo: “¿Qué onda, loco?” El
pobre hombre desapareció de pura
vergüenza. Pero que conste: yo lo vi.
El gato Ambarino Cibernético no me
creyó mucho la historia. Cuando estaba
narrándosela, empezó a rascarse la guata
y me miraba con esos ojitos de punto y esa
sonrisa burlesca que tiene. Después se
acurrucó y se puso a roncar. Como me
carga que me ignoren, le hice lo mismo y
me dormí. Desperté con los gritos de la
Sara que me retaba porque estaba seco
sobre el monitor plano Centrino como dice
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ella, pestañeando y frunciendo la boca
cuando le preguntan por el computador
regalón que tiene. Tiene varios. No sé para
qué tanto. Y encima, ahora nada con uno
chico que no suelta para nada. Parece que
es obsesiva de los computadores.
Cualquier día, si me molestan mucho, algo
le va a pasar al Centrino plano con sosguar
y todos los cables.
POLIFEMO
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IMPRENTA
Lastarria N° 1551
Arica - Chile
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Patricia Mardones
Cofundadora de Talleres
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Literarios Altamarea y Rapsodas
Fundacionales.
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