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HISTORICO
DESARROLLO
DE
LA
GUERRA
SUBMARINA
Y
A/S.
Durante
la
Primera
Guerra
Mundial.
Luis
Domínguez
Hidalgo
Alfonso
Kaiser
Mendia
Tenientes
2º
Introducción.
Este
trabajo
pretende
ilustrar
a
los
lectores
respecto
al
proceso
del
desarrollo
de
la
guerra
submarina
y
A/S
de
la
Primera
Guerra
Mundial
y
específicamente
los
avances
técnicos
y
tácticas
desarrollados
durante
este
período.
Es
importante
hacer
notar
que
este
desarrollo
en
gran
medida,
sobre
todo
en
el
ámbito
submarino,
se
efectuó
antes
del
inicio
del
conflicto
y
por
otro
lado,
en
la
guerra
A/S,
todos
estos
desarrollos
fueron
llevados
a
cabo
como
una
natural
respuesta
de
los
aliados
ante
el
inmenso
poderío
submarino
alemán.
Como
alumnos
del
6º
año
Politécnico
de
la
especialidad
de
Guerra
Submarina,
inmersos
en
el
profundo
cambio
educacional
que
lleva
a
cabo
la
Institución,
quisimos
buscar
en
la
historia
un
ejemplo
de
como
utilizando
la
tecnología
y
la
ciencia
disponibles
y
combinándola
con
hombres
preparados
moral,
mental
e
intelectualmente,
se
puede
obtener
el
éxito
no
importando
cuán
difícil
o
imposible
parezca
la
tarea
encomendada.
Es
así
como
escogimos
la
Guerra
Submarina
y
Antisubmarina
en
la
Primera
Guerra
Mundial,
que
llevó
a
los
beligerantes
a
utilizar
el
máximo
de
sus
capacidades
en
pos
de
la
victoria.
Avances
tecnológicos
previos
al
conflicto.
Submarinos.
Aunque
ya
a
mediados
de
1600
se
habían
construido
submarinos
no
fue
hasta
mediados
del
Siglo
XIX
que
el
submarino
fue
confiable.
En
1855
William
Bauer
construyó
el
primer
submarino
moderno
y
lo
vendió
al
gobierno
del
Zar
de
Rusia,
el
cual
fue
bautizado
como
Diablo
Marino.
Paralelamente
en
Chile
se
había
experimentado
con
el
cigarro
de
Flachs
en
1866
y
con
el
ingenio
de
José
Huber
en
1895.
La
reafirmación
del
submarino
como
arma
vino
en
1900
con
la
orden
de
compra
del
gobierno
de
los
EE.UU.
de
los
submarinos
tipo
Holland.
Desde
ese
momento,
se
inició
una
fiebre
de
construcción
de
submarinos
en
la
que
tomaron
parte
todas
las
grandes
marinas
del
mundo.
El
desarrollo
de
estos
submarinos
se
materializó
en
variados
aspectos,
de
los
cuales
los
más
importantes
fueron:
a.
Diseño
del
casco.
Principalmente
se
utilizaron
diseños
de
uno
o
dos
cascos.
En
general
estos
diseños
utilizaban
lastres
de
agua
en
la
parte
inferior
del
submarino
como
un
doble
fondo;
en
el
doble
casco,
por
las
bandas,
a
proa
y
a
popa
para
el
caso
de
los
monocascos.
En
cuanto
a
su
forma
se
utilizaron
las
pisciformas
y
los
tubulares,
con
forma
de
cigarro.
La
disposición
de
los
timones
e
hidroplanos
eran
ubicados
más
a
popa
de
las
hélices.
b.
Torpedos.
El
arma
del
submarino
por
excelencia
es
el
torpedo
y
recibió
su
nombre
de
Robert
Fulton.
En
un
comienzo,
eran
minas
flotantes
remolcadas
por
los
submarinos
por
medio
de
un
cable
que
interceptaban
el
rumbo
de
los
buques
y
luego
caían
violentamente
sobre
ellos
para
hacer
chocar
la
mina
contra
el
casco
del
buque.
En
1866,
Robert
Whithehead,
quien
era
superintendente
de
un
astillero
austríaco,
inventó
el
torpedo
auto-‐propulsado
que
en
su
interior
era
un
submarino
a
escala.
Este
torpedo
tenía
una
máquina
propulsora
de
4
caballos
de
fuerza,
accionada
por
aire
comprimido
y
tenía
una
carga
explosiva
de
8
kilos
de
TNT;
contaba
con
un
alcance
de
100
yardas
solamente
en
carrera
recta.
Cuando
estuvieron
listos
los
submarinos
Holland
y
perfeccionado
el
torpedo,
éste
podía
desarrollar
una
velocidad
de
16
nudos
y
portar
una
carga
explosiva
aproximadamente
de
16
kilos.
Manteniendo
el
alcance
primitivo,
la
marina
de
los
EE.UU
equipó
sus
submarinos
con
los
nuevos
torpedos.
Después
de
esta
venta
todos
los
científicos
e
ingenieros
del
mundo
trabajaron
para
hacer
al
torpedo
más
rápido
y
mortífero,
es
así
como
se
introdujo
la
llama
de
alcohol
para
calentar
el
aire
comprimido,
la
turbina
a
gas
para
reemplazar
el
aire
comprimido
y
a
su
vez
las
máquinas
recíprocas
de
novísimo
diseño
para
propulsarlo.
Todos
estos
avances
finalmente
dieron
como
resultado
la
más
letal
e
impensable
arma
de
ataque
jamás
conocida.
El
avance
de
los
torpedos
determinó
que
no
sólo
fueran
usados
en
submarinos,
sino
que
también
desde
buques
de
superficie
como
cruceros,
acorazados
y
destructores.
c.
Máquinas
propulsoras.
Inicialmente
los
submarinos
eran
propulsados
por
poder
humano,
y
posteriormente
con
vapor,
con
las
dificultades
que
ello
representaba;
alimentar
una
caldera
dentro
de
un
submarino
con
espacio
limitado
para
carbón
u
otro
combustible
no
era
una
tarea
fácil.
Si
a
esto
sumamos
el
tamaño
de
la
caldera,
el
consumo
de
CO2
y
el
calor
interno
generado,
se
hacía
prácticamente
imposible
su
utilización
operacional.
La
respuesta
para
estos
problemas
vendría
pronto,
pues
el
mundo
entraba
en
un
dinámico
período
de
invenciones
en
los
campos
de
la
mecánica
y
electricidad.
Thomas
Edison
y
Elihue
Thomson
desarrollaron
los
motores
eléctricos
con
valor
comercial.
Fauré
y
Plante
en
Francia
inventaron
la
batería
de
plomo-‐ácido.
La
combustión
interna
no
tardaría
en
aparecer
con
su
máximo
exponente:
el
motor
diesel.
Para
unir
todos
estos
descubrimientos
y
utilizarlos
en
los
submarinos
sólo
se
requería
un
ingeniero
brillante.
Fue
así
como
aparecieron
Holland
y
Labe
en
EE.UU.,
De
Lorma
en
Francia,
Nordenfeldt
en
Suecia
y
Garret
en
Inglaterra,
que
construyeron
un
gran
número
de
submarinos
para
diferentes
países
probando
distintos
sistemas
de
propulsión.
Al
principio
de
la
Primera
Guerra
Mundial
primaban
los
submarinos
propulsados
a
vapor
aunque
los
submarinos
con
acumuladores
y
con
máquinas
de
combustión
interna
aumentaban
su
número
rápidamente.
d.
Periscopio.
A
Simon
Labe
y
Sir
Hommerd
Grubb
se
les
atribuye
la
invención
del
periscopio,
en
el
año
de
1902,
el
que
estaba
constituido
por
2
prismas
dentro
de
un
tubo,
para
poder
mirar
desde
el
interior
del
submarino.
Este
rudimentario
artefacto
se
perfeccionó
rápidamente
hasta
hacerlo
un
instrumento
óptico
de
precisión
que
permitió
mejorar
la
puntería
de
los
torpedos.
Aunque
su
disponibilidad
fue
tardío,
para
la
explosiva
demanda
de
submarinos,
se
les
fueron
integrando
a
éstos
con
posterioridad,
y
los
nuevos
diseños
no
los
dejaban
de
incorporar,
puesto
que
el
periscopio
se
convirtió
en
el
complemento
ideal
para
mejorar
la
seguridad
de
la
navegación
sumergido
así
como
para
el
lanzamiento
de
los
torpedos.
Con
esta
explosión
de
desarrollos
tecnológicos
e
inventos
no
es
de
extrañar
que
los
tonelajes
de
los
submarinos,
que
eran
en
un
principio
de
100
toneladas,
saltaran
rápidamente
a
las
1.000
toneladas
y
sus
velocidades
que
bordeaban
los
4
nudos
se
duplicaran
y
triplicaran.
Todos
estos
avances
produjeron
una
adversa
reacción
ante
la
opinión
pública
y
a
los
submarinos
se
les
tildó
de
"armas
infames"
puesto
que
atacaban
sin
el
debido
aviso
a
buques
de
superficie
que
no
podían
detectar
la
presencia
del
submarino
atacante,
y
aun
más,
después
del
ataque,
éstos
no
socorrían
a
los
náufragos,
hecho
nunca
antes
visto
por
los
caballerosos
e
hidalgos
guerreros
del
mar
de
la
época.
Buques
de
Superficie.
Hasta
este
momento,
aunque
parezca
increíble,
no
se
había
avanzado
prácticamente
nada
en
la
guerra
A/S,
principalmente
por
la
nula
participación
submarina
en
la
guerra
Ruso-‐Japonesa
de
1904/1905
que
fue
el
conflicto
más
importante
que
antecedió
a
la
Primera
Guerra
Mundial.
Los
progresos
de
los
buques
de
superficie
sólo
se
limitaron
a
la
red
antitorpedos
para
buques
fondeados,
campos
minados
defensivos
y
protección
con
redes
para
la
entrada
a
los
puertos
o
canales.
Desarrollo
de
la
Guerra
Submarina
y
Antisubmarina
durante
la
Primera
Guerra
Mundial.
Al
comienzo
de
la
guerra,
los
submarinos
se
demostraron
bastante
efectivos
en
el
hundimiento
de
tráfico
mercante,
tanto
por
parte
de
los
alemanes
en
el
Atlántico
como
de
ingleses
principalmente
en
el
Mediterráneo
y
en
las
costas
de
Turquía.
En
1914,
los
alemanes
llegaron
a
hundir
en
los
meses
de
mayor
actividad
100.000
toneladas.
Estas
cifras
se
fueron
incrementando
durante
1915
y
1916,
llegando
en
algunos
meses
a
ser
de
hasta
190.000
toneladas
hundidas.
Si
se
compara
el
tonelaje
hundido
en
los
años
posteriores,
bastante
pobre,
esto
se
debió
a
que
el
18
de
febrero
de
1915
Alemania
declaró
"zona
de
guerra"
todas
las
costas
inglesas.
El
incremento
de
los
hundimientos
no
se
vio
reflejado
mayormente
hasta
mediados
de
1915,
teniendo
posteriormente
un
crecimiento
explosivo,
hasta
llegar
a
un
máximo
mensual,
en
1917,
de
885.000
toneladas.
Esto
se
debió
principalmente
a
que
en
1915
muchos
buques
que
navegaban
esa
área
con
bandera
neutral,
dejaron
de
hacerlo
debido
a
la
zona
de
guerra
establecida
por
Alemania,
por
temor
a
ser
hundidos
por
sus
propios
submarinos,
provocando
el
desabastecimiento
de
Inglaterra,
la
que
llegó
al
borde
del
colapso
económico
a
fines
de
1916.
Este
sorprendente
resultado
de
la
guerra
submarina
se
debió
principalmente
al
nuevo
diseño
de
los
submarinos
alemanes,
torpedos
con
nuevas
cargas
de
combate
y
mayor
alcance,
como
asimismo,
a
que
normalmente
se
enfrentaron
a
blancos
fáciles,
desprotegidos
y
de
poca
velocidad.
Con
esta
razón
de
hundimientos,
los
astilleros
británicos
no
daban
abasto
para
la
construcción
de
nuevos
buques
mercantes
y
sólo
después
del
hundimiento
del
Lusitania,
y
la
decisión
posterior
de
EE.UU.
de
entrar
a
la
guerra,
se
produjo
algún
alivio
a
esta
situación.
EE.UU.
aportó
toda
su
capacidad
económica,
industrial
y
militar
para
tratar
de
revertir
el
proceso
de
la
guerra.
En
el
ámbito
de
nuestro
estudio,
en
la
guerra
submarina
y
antisubmarina,
aportaron
buques
escoltas,
buques
mercantes
y
plagaron
de
submarinos
la
zona
del
conflicto.
Por
otra
parte,
los
medios
A/S
de
los
aliados
seguían
siendo
ineficaces
para
poder
proteger
el
creciente
tráfico
mercante
hacia
Inglaterra.
La
situación
se
tornó
tan
caótica
que
el
Almirantazgo
inglés
creó
el
"Departamento
de
Defensa
Submarina"
y
sólo
en
la
primavera
de
1917
se
pudo
organizar
la
guerra
antisubmarina.
De
los
estudios
realizados
y
encargados
a
ese
departamento
surgieron
nuevas
armas,
sensores
y
técnicas
para
combatir
los
submarinos
alemanes.
Indicamos
los
más
destacables.
a.
El
convoy.
Sin
duda
fue
la
medida
más
efectiva
dispuesta
por
los
aliados
contra
los
submarinos
alemanes
durante
la
Primera
Guerra
Mundial.
Aunque
hay
que
destacar
que
por
sí
sólo
no
hubiera
obtenido
ningún
efecto
si
no
se
hubiese
complementado
con
el
resto
de
las
acciones
que
se
describen
más
adelante.
En
el
Departamento
de
Guerra
Submarina
se
impuso
la
idea
de
organizar
los
buques
mercantes
en
grandes
grupos,
con
el
objeto
de
protegerlos
adecuadamente
y
concentrar
los
esfuerzos.
Esta
tarea
no
fue
fácil
debido
a
que,
por
aquel
tiempo,
diferencias
de
algunos
años
en
la
fecha
de
construcción
de
los
buques
se
reflejaban
en
características
tan
importantes
como
disparidad
en
sus
sistemas
de
propulsión,
a
vela
o
vapor,
las
que
producían
gran
variedad
en
las
velocidades
y
tonelaje.
Además
existía
un
desigual
nivel
de
preparación
y
profesionalismo
en
las
dotaciones
de
los
buques
mercantes,
por
lo
que
hubo
que
reclutar
tripulaciones
idóneas
para
tripularlos.
Aún
así,
muchos
capitanes
aceptaron
a
"regañadientes"
navegar
a
muy
corta
distancia
de
otros
buques,
sobre
todo
de
noche
y
obscurecidos.
b.
El
accionar
de
los
escoltas.
Su
acción
no
podía
ser
menos
que
feroz
al
detectar
un
submarino
en
la
cercanía
del
convoy.
Debía
actuar
sin
dudas
y
con
la
máxima
cantidad
de
armas
disponibles
sobre
el
enemigo,
y
ordenar
un
cambio
de
rumbo
para
el
resto
del
convoy.
En
este
tipo
de
ataque
tuvieron
sobresaliente
actuación
los
nuevos
buques
de
escolta
que
fueron
dotados
de
mejores
máquinas,
más
confiables
y
que
desarrollaban
mayores
velocidades.
c.
El
zigzagueo
de
los
convoyes.
Se
estableció
una
muy
buena
medida
para
dificultar
el
ser
alcanzados
por
los
torpedos:
fue
el
zigzagueo
o
cambios
de
rumbo
continuo
lo
que
hacía
que
los
torpedos,
una
vez
lanzados,
no
dieran
en
blanco
o
que
los
submarinos
tuvieran
que
desarrollar
grandes
velocidades
para
quedar
descolocados
con
un
cambio
de
rumbo.
Esto
ocasionaba
que
los
submarinos
sumergidos
tuviesen
que
aflorar
para
aumentar
su
velocidad,
favoreciendo
así
su
detección
visual.
d.
Cargas
de
profundidad.
Primitivamente
fueron
desarrolladas
con
mecanismos
de
relojería
ajustando
el
tiempo
de
explosión
al
caer
al
agua.
Estaban
cargadas
con
54
y
134
kilos
de
TNT.
Los
buques
escoltas
fueron
equipados
con
4
de
estas
bombas.
En
1918
se
decidió
aumentar
entre
30
a
40
el
número
de
cargas
por
unidad
y
suprimir
las
bombas
de
54
kilos
dejando
sólo
las
de
134
kilos
de
TNT.
También
bajo
este
mismo
concepto,
se
instalaron
algunos
cañones
lanzadores
de
cargas
con
un
alcance
de
1.000
a
2.400
metros.
Estas
consistían
en
una
granada
que
contenía
45
kilos
de
TNT.
e.
El
precursor
del
sonar.
Aunque
no
se
contó
con
un
sonar
o
ASDIC,
como
lo
conocemos
en
nuestros
días,
se
utilizaron
una
serie
de
ingenios
basados
en
la
escucha,
que
permitía
a
través
de
hidrófonos
hacer
seguimiento
de
submarinos
sumergidos.
La
utilización
de
este
método
fue
más
por
una
corazonada
que
por
una
revolución
de
la
técnica,
pero
aún
así
se
llegaron
a
entrenar
en
la
técnica
de
seguimiento
de
submarinos
por
escucha,
alrededor
de
1.000
oficiales
y
2.000
gente
de
mar,
tanto
en
EE.UU.
como
en
Inglaterra.
f.
Guerra
de
minas.
Fue
ampliamente
utilizada
por
los
países
beligerantes,
tanto
con
siembras
de
campos
defensivos
como
ofensivos.
Fueron
de
gran
utilidad
tanto
para
blancos
de
superficie
como
submarinos.
Los
submarinos
alemanes
tenían
capacidades
limitadas
para
fondeo
de
minas,
que
al
principio
de
la
guerra
no
fueron
utilizadas.
A
medida
que
se
incrementaban
las
acciones,
esta
capacidad,
que
inicialmente
causó
hilaridad
al
Almirantazgo
inglés,
fue
utilizada
sembrando
campos
minados
ofensivos
propios,
a
continuación
de
los
campos
defensivos
sembrados
por
los
ingleses.
g.
Paravanes.
Si
éste
no
fue
propiamente
un
avance
en
la
guerra
A/S,
es
de
interés
comentarlo.
Antes
del
inicio
de
la
guerra
se
experimentó
con
tenazas
para
cortar
el
orinque
de
las
minas.
Sólo
transcurrido
el
año
1917
se
hicieron
las
primeras
pruebas
a
paravanes
que
consistían
en
cuerpos
cilíndricos
metálicos
transportados
por
los
buques
y
que
mediante
un
sistema
de
timones
se
abrían
formando
un
ángulo
con
respecto
a
la
popa
del
buque.
Al
alcanzar
una
mina,
éste
comenzaba
a
deslizarse
por
el
cable
de
remolque
hasta
llegar
al
cuerpo
del
paraván,
el
cual
mediante
un
sistema
dentado
cortaba
el
orinque
de
la
mina
dejándola
flotar
hacia
la
superficie
para
luego
ser
desactivada
o
destruida.
h.
Redes.
Se
utilizaron
en
forma
ofensiva
contra
submarinos,
remolcándolas
por
medio
de
dos
buques
y
atrapando
al
submarino
como
un
pez,
pero
no
dio
los
resultados
esperados,
debido
a
lo
limitado
de
su
superficie,
su
gran
peso
y
la
poca
maniobrabilidad
y
confiabilidad
de
sus
remolcadores.
En
vista
de
los
pésimos
resultados
obtenidos,
se
siguió
utilizándolo
como
una
arma
defensiva
en
la
protección
de
puertos
y
para
la
protección
antitorpedos
de
buques
fondeados.
i.
Aviación.
Se
emplearon
principalmente
hidroaviones
lanzados
con
catapultas
desde
los
grandes
cruceros
y
acorazados.
Inicialmente
eran
sólo
de
observación,
posteriormente
se
les
dotó
de
cargas
de
profundidad.
Su
efectividad
fue
limitada,
debido
a
la
poca
confiabilidad
de
los
aviones
disponibles
de
la
época.
Tanto
al
inicio
como
al
término
de
su
misión,
los
aviones
estaban
limitados
por
las
condiciones
del
estado
del
mar.
j.
Buques
cazasubmarinos.
A
pesar
de
haber
sido
abordado
tangencialmente,
en
los
puntos
anteriores,
explicaremos
ahora
el
génesis
de
este
nuevo
tipo
de
buques
aparecido
en
el
contexto
mundial,
tan
revolucionarios
en
su
diseño
y
armamento.
Con
la
gran
amenaza
submarina
surgida
durante
la
guerra
y
la
necesidad
de
protección
al
tráfico
mercante,
se
diseñaron
buques
de
mediano
tonelaje,
muy
rápidos,
sin
blindaje
especial,
con
capacidad
de
operar
independiente
del
estado
de
mar,
provistos
de
cañones
de
entre
3
a
5
pulgadas
de
calibre,
dotados
de
cargas
de
profundidad,
hidrófonos
y
tripulaciones
entrenadas
para
el
combate
antisubmarino.
Su
amplia
participación
en
diferentes
tipos
de
escenarios
es
indicativo
de
su
gran
eficacia
para
impedir
el
ataque
de
los
submarinos.
Se
utilizaron
como
escoltas
de
convoyes
patrullando
velozmente
sus
flancos
y
acudiendo
rápidamente
en
caso
de
detección,
para
efectuar
ataques.
También
se
emplearon
para
patrullar
las
entradas
de
los
puertos
más
importantes
y
las
rutas
de
tránsito
desde
sus
puertos
bases
de
los
submarinos
alemanes.
k.
Mercantes
armados.
A
los
buques
mercantes
que
navegaban
en
convoy
o
independiente,
se
les
dotó
de
cañones
de
mediano
calibre
para
repeler
y
destruir
ocasionalmente
submarinos
que
atacaban
en
superficie.
l.
Armas
de
ingenio.
Se
desarrollaron
buques
mercantes
modificados
que
estaban
dotados
de
cañones
de
mediano
y
gran
calibre
que
no
eran
visibles
para
el
submarino
en
su
fase
de
aproximación.
A
estos
buques
se
les
denominaba
"Buques
Q"
y
eran
prácticamente
un
cazabobo
para
el
submarino,
porque
navegaban
independientemente
a
bajas
velocidades
y
esperaban
que
el
submarino
los
detectara,
iniciando
su
ataque
en
superficie
creyendo
que
era
un
buque
mercante;
rápidamente,
con
un
sistema
de
portas,
dejaban
expuesto
su
nutrido
armamento
y
batían
al
submarino
en
superficie,
antes
que
pudiera
efectuar
su
ataque.
En
el
lado
alemán
no
hubo
cambios
sustanciales
en
cuanto
a
las
armas
de
los
submarinos.
Sin
embargo,
después
de
haber
tenido
un
exitoso
comienzo,
la
efectividad
del
arma
submarina
se
vio
restringida
debido
a
todas
las
medidas
ya
expuestas
tomadas
por
los
aliados.
La
estrategia
de
la
guerra
submarina
se
limitó
a
la
construcción
de
nuevas
unidades
sin
progresos
técnicos
significativos
con
respecto
a
los
del
comienzo
de
la
guerra,
pero
con
un
punto
en
contra,
que
fue
la
creciente
dificultad
para
encontrar
tripulaciones
preparadas.
Esto
sumado
al
escaso
tiempo
disponible
para
la
instrucción
durante
el
conflicto,
llegó
a
ser
un
obstáculo
casi
insalvable
para
la
guerra
submarina
alemana.
Las
continuas
medidas
de
los
aliados
hicieron
que
los
submarinos
abandonaran
cada
vez
más
la
superficie
para
sus
ataques
y
operaran
sus
armas
al
límite
del
alcance
efectivo.
Las
nuevas
armas
de
los
aliados
afectaron
psicológicamente
a
las
tripulaciones
de
los
submarinos.
Experiencia
obtenida
de
los
beligerantes.
Con
el
éxito
obtenido
por
los
ingleses
y
sus
aliados
en
la
guerra
antisubmarina
hubo
algunos
"preclaros"
analistas
que
vaticinaron
la
muerte
del
submarino
como
arma
de
guerra.
Inglaterra
conoció
o
vivió
en
carne
propia
el
desabastecimiento
y
el
hambre
y
reforzó
a
conciencia
la
convicción
de
su
dependencia
absoluta
del
tráfico
marítimo
mercante.
Alemania
experimentó
el
auge
y
la
caída
del
arma
submarina,
pero
independiente
de
esto,
en
todos
los
círculos
navales
se
percibió
la
eficacia
del
arma
submarina
comparada
con
su
bajo
costo
de
construcción
y
operación,
lo
que
fortaleció
la
idea
de
desarrollar
más
esta
nueva
arma.
Al
terminar
la
guerra
el
Alto
Mando
de
la
marina
alemana
se
disponía
a
realizar
otra
ofensiva
submarina,
la
que,
si
se
hubiese
llevado
a
cabo,
conociendo
el
estado
de
la
economía
inglesa
en
esos
momentos,
hubiese
cambiado
el
curso
de
la
guerra.
Este
fue
el
modelo
de
los
argumentos
para
que
años
después
y
con
anterioridad
a
la
Segunda
Guerra
Mundial,
hubiese
un
nuevo
vertiginoso
desarrollo
de
la
Fuerza
de
Submarinos
alemana.
Conclusiones.
1.
El
gran
éxito
que
tuvo
Alemania
en
la
Guerra
Submarina
se
debió
a:
a)
El
gran
avance
tecnológico
del
arma
submarina
antes
del
inicio
de
la
guerra.
b)
Al
no
ser
el
submarino
un
arma
probada
en
combate
no
se
dimensionó
su
real
potencialidad,
lo
que
incidió
en
la
nula
preparación
tecnológica
y
táctica
de
la
guerra
A/S
de
sus
adversarios
al
inicio
del
conflicto.
2.
Al
verse
Inglaterra
sometida
al
intenso
bloqueo
submarino
alemán,
reaccionó
más
por
necesidad
imperiosa
de
subsistencia
que
como
en
la
forma
de
un
desarrollo
tecnológico
orgánico
sustentado
de
un
proceso
de
estudio
y
preparación,
para
contrarrestar
la
amenaza.
3.
La
respuesta
técnica
cuando
comenzó
a
ser
dirigida
por
requerimientos
tácticos
específicos,
solucionó
en
un
brevísimo
plazo
los
problemas
que
habían
sido
postergados
o
no
visualizados
por
muchos
años.
4.
El
convoy
fue
la
más
efectiva
de
todas
las
contramedidas
tácticas
A/S
que
aunque
no
destruía
a
los
submarinos
enemigos,
limitaba
al
mínimo
el
éxito
de
los
ataques
de
éstos.
Esta
medida,
fruto
de
un
análisis
profundo
de
fortaleza
y
debilidades
propias
y
del
enemigo,
sumado
al
desarrollo
de
nuevas
armas,
lo
convirtió
en
el
éxito
más
rotundo
del
"Departamento
de
Defensa
contra
Submarinos"
inglés
y
fue
decisivo
para
el
éxito
de
la
guerra
A/S.
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