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IRIDÓLOGO-HOMEÓPATA
MANUAL
PARA LA
PRÁCTICA
DE LA
IRIDOLOGÍA
Existe una versión digital en formato eBook de este libro en la web de la editorial
www.mandalaediciones.com
donde puede acceder a todas las fotos e ilustraciones del libro a todo color.
Maquetación: TORRE, S. L.
Imprime:
ISBN: 978-84-8352-763-4
Depósito legal: M-39612-2012
Ojo derecho. Recargo úrico con fuerte afectación pulmonar.
PRÓLOGO ...................................................... 17
HISTORIA DE LA IRIDOLOGÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
La ciencia y el arte de la iridología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
Culturas antiguas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Iridología moderna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Escuela americana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Escuela francesa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
La iridología en España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
LA ESCLERÓTICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
¿Qué es la esclerología? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
¿Qué significan las líneas rojas en el blanco de sus ojos? . . . . . . . . . . . . 157
Exploración de la esclerología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158
Más sobre la exploración de la esclerótica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160
Coloración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160
La red vascular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
Signos generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
Signos que indican el estado del tono vascular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 162
Signos que indican una dificultad de circulación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163
Signos que indican una fragilidad de la pared . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163
Signos de sangre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164
EPÍLOGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 367
V AMOS a definir la iridología como una ciencia por medio de la cual el médico
o iridólogo precisa, por las marcas o señales en el iris del ojo, las condiciones
que reflejan los órganos corporales.
En otras palabras, es la ciencia que determina etapas agudas, subagudas, cró-
nicas y destructivas en los órganos enfermos, mediante el examen de las áreas co-
rrespondientes que existen en el iris, en el cual se puede observar los depósitos de
drogas, las debilidades inherentes y los hábitos de vida de un paciente.
La iridología revela las características inherentes de los tejidos de un órgano
muestra los cambios resultantes de los medicamentos adecuados incorrectos, que
es como el doctor o iridólogo completa una fase de exámenes hacia el paciente.
Algunos autores usan términos como iridiagnosis y otros completan la palabra
iridología, porque se considera que no es la última palabra en la calificación del
estado de un enfermo, de acuerdo a los términos generalmente aceptados.
Desde la antigüedad, métodos como la iridología, la fisonomía, el estudio de
los colores de la cara y de la orina, basados en la observación del paciente, han
sido imprescindibles para la actividad de los sanadores. Para ellos, conocer la en-
fermedad, sus causas y, sobre todo, la personalidad del enfermo fueron los princi-
pales objetivos.
Hoy en día esto ha cambiado, los avances científicos y la superespecialización,
entre otros muchos factores, nos han alejado del enfermo para centrarnos en la
enfermedad.
El futuro de la iridología es incierto, pero todos los que trabajamos en ella de-
seamos que sea muy provechosa la inclusión de técnicas fotográficas, fotos digitales
y vídeo, y sobre todo lo relacionado con la informática, han permitido que en po-
cos años puedan existir datos mucho más exhautivos que diluciden y clarifiquen
muchos de los puntos todavía oscuros relacionados con esta ciencia.
Las nuevas generaciones de iridólogos tienen un reto de cara al futuro para po-
der elevar a la iridología al lugar que realmente se merece.
L A historia de la iridología puede servir para conocer las bases de esta intere-
santísima terapia alternativa. Esta terapia aprovecha la función del ojo humano
tanto como indicador de posibles enfermedades que ya se están produciendo y
que no tienen causa aparente, como de preventor de enfermedades futuras que no
se han manifestado aún.
El ojo humano es un espejo de nuestro organismo, y las anomalías que aparecen
en él dan cuenta del estado de nuestro cuerpo y de los problemas que estamos pa-
deciendo. Existen unos cuantos patrones prácticos que justifican la teoría que sub-
yace detrás de la iridología.
Las apariciones de distintos colores en el iris del ojo pueden avisar de determi-
nadas dolencias puntuales. Por ejemplo, las manchas blancas denotan una enfer-
medad aguda, mientras que un tono gris es para enfermedades en estado sub-
agudo. El gris oscuro, por su parte, indica una enfermedad crónica, y el negro ya
representa un estado de destrucción avanzada en el paciente.
Asimismo, la aparición de fibras rotas está dando cuenta de la degeneración
de determinados tejidos del cuerpo, y cuando las fibras nerviosas del iris se dis-
torsionan informemente hacia arriba o se juntan hacia cualquier punto, están in-
dicando también un daño de los tejidos.
Las anomalías que ocurren en el ojo son variadas y diversas, y su interpretación
es infinitamente más compleja aún. Sin embargo, estas anomalías tienen una base
científica que las justifica, por ello el examen de los ojos debería estar incluido en
muchos tratamientos medicinales de control general para prevenir y diagnosticar
dolencias.
La iridología es ante todo un método de diagnóstico, que consiste en leer en el
iris (la parte de la membrana vascular del globo ocular que da al ojo su color) los
signos de ciertos trastornos o enfermedades del organismo.
Como hemos mencionado antes, la iridología consiste en el diagnóstico de en-
fermedades o trastornos a través de la lectura del iris.
IRIDOLOGÍA MODERNA
La iridología moderna nace con Ignatz Von Peczely, quien se considera el pa-
dre de la iridología. Nacido en Hungría el año 1826, cuenta la historia sobre un
ave rapaz concretamente un búho, que entró en la habitación de Peczely cuando
este aún era un chaval; el joven, al intentar atrapar al asustado animal, lo cogió de
una de sus patas y accidentalmente se la rompió; fue entonces cuando a Peczely
le pareció que en el iris del búho aparecía una señal como respuesta a la fractura.
No se sabe si esta historia es una leyenda o si sucedió en realidad, ya que mu-
chos iridólogos niegan esa posibilidad, porque no han podido hallar signos irídicos
en los animales.
Peczely tuvo el gran mérito de publicar su primera carta irídica en la revista
Homeopatische Monatsblatter el año 1886; la carta que ideó tenía una estructura
similar a las que se utilizan hoy en día.
En 1900, aproximadamente, Nils Liljequist descubre los signos de envenena-
miento siguiendo los pasos de Peczely. Liljequist era un homeópata sueco que
completó y mejoró el mapa de Peczely. Este tenía un buen campo donde observar,
ya que en los países nórdicos hay una predominancia de los iris azules y las colo-
raciones podían observarse con mayor claridad. En 1893 publicó un tratado sobre
las heterocromías del iris, titulado Om Oegendiagnosen. Peczely creyó que Lilje-
quist lo copiaba hasta que se conocieron y completaron una teoría con la otra. Nils
fue el que introdujo la iridología en Estados Unidos y también el fundador de la
escuela americana.
ESCUELA AMERICANA
Henry Lindlahr destacó como adalid de la crisis curativa y opinaba que toda
enfermedad aguda es un esfuerzo de limpieza propia y natural del organismo.
ESCUELA FRANCESA
LA IRIDOLOGÍA EN ESPAÑA
E N la iridología, aparte de ver los signos concretos como son las lagunas, las
criptas, los rayos, etc., tenemos que valorar primero el iris de forma general,
fijándonos en los grados de vitalidad pureza y debilidad del iris y el estado de la
patología.
GRADO DE VITALIDAD
Nos vendrá dado por la densidad de las fibras que forman la trama iridiana:
cuando más compactas estén las fibras, mayor es el grado de vitalidad del iris, y si
se encuentran separadas nos mostrará lo contrario.
Por ejemplo, cuando las fibras se aflojan aparecerán las lagunas y cuando estas
se contraen en exceso aparecen rayos que nos indicarán excitación e irritación
nerviosa.
GRADO DE PUREZA
Será determinado por el color de la trama que veremos más adelante cuando
estudiemos las diferentes constituciones, ya que en cada una de ellas será diferente.
GRADO DE DEBILIDAD
Nos vendrá dado por el color que presentan los signos: cuando más aguda sea
la patología, más claros se nos presentan los signos, y a medida que se vaya croni-
ficando, más se van a oscurecer.
Uno de los primeros signos generales que hemos de buscar al observar un iris
es su densidad. La densidad es la expresión del estado de textura del tejido que
forma un iris. Esencialmente, una densidad peor está constituida por fibras con-
juntivas más laxas, que suelen formar grandes lagunas, criptas, dehiscencias, des-
garramientos del tejido, etc. Si se interpreta a un nivel general todos estos signos,
sin detenernos a pensar si se encuentran en tal o cual zona del mapa iridológico,
podremos hacer una valoración del estado constitucional general del organismo.
«De este modo, mientras que el color del iris es indicativo de las tendencias he-
reditarias sobre la pureza o la impureza de los humores corporales, la densidad
representaría la medida de lo que podemos denominar tono, poder, vitalidad, re-
sistencia o poder de recuperación de la enfermedad» (Henry Lindlahr).
Un iris de contextura fina, sin irregularidades del tejido, se suele corresponder
con una constitución fuerte, con buenos sistemas de recuperación. De hecho, en
personas de avanzada edad se observa una mayor abundancia de estos iris, lo cual
expresa una constitución más fuerte y, a la larga, más años de vida en general. En
el extremo opuesto hallamos iris muy erosionados, o bien hiperlaxos, con grandes
lagunas y «agujeros». En estos casos no se puede condenar a muerte al paciente
diciéndole «usted padece de esto, de esto, de esto...», iniciando una lista intermi-
nable.
De hecho, los iris con señales abundantes son quizá los más difíciles de inter-
pretar, puesto que en muchas ocasiones se presentan en sujetos aparentemente
normales, sin grandes problemas de salud.
Hemos de tener en cuenta que al valorar la densidad estamos valorando lo
compacta que es la estructura conjuntiva del iris. Un iris muy débil no se corres-
ponde necesariamente con una constitución muy mala, ya que podría tratarse de
Clasificación
Densidad 3. Lino
Densidad 5. Red
ESTADO DE LA PATOLOGÍA
• Signos en hueco: nos indica una deficiencia y, por tanto, lo tendremos que
llenar, nutrir y estimular.
• Signos en relieve: nos indica un exceso y, por tanto, lo tendremos que dre-
nar, vaciar o depurar; es el caso, por ejemplo, de los copos o las manchas
que nos indicarán una intoxicación metabólica.
LIMITACIONES
AGENTE PATOLÓGICO
Cámara anterior: la sección del frente del interior del ojo en donde flota el hu-
mor acuoso hacia dentro y afuera proveyendo alimentación al ojo y a los tejidos
del derredor.
Humor acuoso: el fluido transparente y aguado que está al frente del ojo.
Vasos sanguíneos: tubos (arterias y venas) que llevan la sangre hacia dentro y
fuera del ojo.
Carúncula: la porción roja de la esquina del ojo, es pequeña y contiene las
glándulas sebáceas y sudoríparas modificadas.
ANATOMÍA DE LA ÓRBITA
— Foramen óptico.
— Fisura esferoide.
— Fisura esfenomaxilar.
— Foramen etmoidal anterior.
— Foramen etmoidal posterior.
— Muesca y foramen.
— Infraorbital.
— Forámenes malares.
— Conducto nasal.
SÓLIDOS Y LÍQUIDOS
— La capa esclerótica, una membrana fibrosa, densa y dura que, con la cór-
nea, forma la capa externa del ojo, preserva la forma del ojo y está bien fijada
por el ajuste de los músculos externos.
— El coroides se halla inmediatamente debajo de la capa esclerótica,
— El nervio óptico se curva en la cavidad orbital en la superficie posterior del
globo ocular, a unos 4 milímetros. Está encerrado en tres vainas: la dural,
la aracnoidal y la pial.
— El globo ocular se encuentra en la cavidad orbital. Está formado por con-
tenidos o núcleos del globo ocular. Los primeros desde atrás son:
• El humor acuoso.
• El cristalino.
• El cuerpo vítreo o cristalino.
GLOBO OCULAR
La esclerótica: Opaca, blanca y muy dura, es la más exterior y, por tanto, debe
efectuar funciones de defensa. Tiene forma de esfera, aunque en la parte delantera
y visible del ojo es más abombada y transparente, como si se tratara de un vidrio
de reloj, tomando el nombre en esta localización de la córnea.
MEDIOS TRANSPARENTES
El humor acuoso es un líquido que llena la pequeña cúpula visible del ojo entre
la córnea y el iris conocida con el nombre de cámara anterior de ojo, es incolora y
se compone principalmente de agua y albumina.
El humor vítreo llena casi todo el globo ocular y va envuelto por una mem-
brana fina y transparente llamada hialoides es un líquido transparente como el an-
terior, pero de consistencia gelatinosa y muy refrigerante, ocupa la cámara poste-
rior del globo situada entre el cristalino y la retina.
El cristalino es una lente biconvexa, más abombado por detrás, formado por
capas de células transformadas dispuestas regularmente en capas concéntricas que
— La glándula lagrimal, órgano único para cada ojo que segrega las lágrimas
y las vierte en la conjuntiva.
— Las vías lagrimales o conjunto de conductos que recogen las lágrimas de la
conjuntiva y las conducen a las fosas nasales para ser eliminadas al exterior.
En el ángulo interno del ojo, entre los párpados y el globo ocular, existe un
abultamiento rojizo llamado carúncula lagrimal.
Los párpados presentan delante de la carúncula dos ligeros abultamientos, uno
en cada párpado, en cuyo extremo se encuentran otros tantos puntos lagrimales.
Movimientos:
— El recto superior mueve el ojo hacia arriba, y el recto inferior, hacia abajo; el recto
externo, hacia fuera, y el recto interno, hacia dentro, es decir hacia la nariz.
— El oblicuo mayor hace girar al ojo derecho en el sentido de las agujas del
reloj, y el izquierdo, en el sentido contrario; el oblicuo menor lo hace girar
al contrario que el oblicuo mayor.
1. Las cejas son las que protegen del sudor que baja de la frente.
2. Las pestañas forman una red de pelos largos que impiden la entrada de
polvo en el ojo y protegen del exceso de luz.
3. Los párpados son dos repliegues cutáneos que distribuyen las lágrimas con-
servando húmeda la superficie ocular.
4. La conjuntiva es una membrana delicadísima y muy sensible, gracias a su
rica inervación.
En caso de que esta parte se irrite o inflame, por ejemplo al sufrir agresiones
externas (polvo, arenillas, rascado, etc.) se podría producir lo que se denomina
EL EXAMEN IRIDOLÓGICO
Antes de empezar a trabajar con la lupa, haremos una rápida revisión general
de la persona. Por ejemplo, una persona que lleve gafas para corregir su miopía,
puede tener una ligera dilatación pupilar.
Una cosa importante a saber es que los pioneros en iridología insistían en que la
observación de los iris a la luz natural del sol era imprescindible para un buen diag-
nóstico general. Esto muchas veces es imposible, pero tenemos la suerte de disponer
de lámparas halógenas, las cuales poseen una iluminación muy parecida a la luz solar.
Cuando ya hemos realizado el acercamiento previo, empezaremos a iluminar
el ojo, observando los reflejos pupilares (normalmente se realiza sin lupa) y fiján-
donos en las posibles alteraciones de la conjuntiva. Si nos encontramos ante una
persona que presenta una alergia conjuntival, dejaremos la exploración para otro
día, ya que nos pueden quedar ocultos muchos datos.
Con la lupa observaremos ya los signos generales en ambos iris, que nos darán
una visión constitucional general de la persona.
Nos fijaremos en signos como la toxemia, las manchas pigmentarias y los ani-
llos nerviosos.
¿Cómo procederemos?
— Reflejo pupilar.
— Color.
— Disposición de las fibras.
— Estado de las conjuntivas.
— Manchas, etc.
— Constitución.
— Subtipo.
— Calidad del iris.
MATERIAL NECESARIO
FICHA IRIDOLÓGICA
En este tema veremos las dos formas de topografía iridiana, las cuales nos ser-
virán para observar distintas partes orgánicas en el iris.
Es importante que adquiráis una lupa de 4 ó 5 aumentos con luz incorporada
para que empecéis a familiarizaros con su uso y en la observación de los diferentes
iris.
El cerebro
Existe una serie de mapas sectoriales, en los que se localizan los diferentes ór-
ganos y sistemas de nuestro organismo. Pero no debemos cometer el error de eva-
luar al paciente solo colocando los signos en el mapa y viendo qué órganos están
afectados, ya que la iridología contempla al ser humano como un todo. Por tanto,
tendremos que valorar con la misma importancia los signos generales como la co-
loración, circularidad, cómo está la BNA, etc.
Para encontrar una forma para colocar correctamente un signo en un mapa, se
observará el iris como si fuera la esfera de un reloj; colocando los signos en las horas.
Por tanto, diremos que la topografía radial divide el iris en doce porciones.
Es muy difícil localizar un punto exacto en el iris, ya que podemos decir que se
encuentra a las seis, y puede estar media hora antes o después, es por eso que nos
tomaremos los mapas con relativa flexibilidad. Tenemos que saber que si locali-
zamos un signo, por ejemplo, en la vejiga urinaria, podría tratarse de un signo ge-
nital o de la parte baja de la columna.
La colocación de los órganos en el iris es como si uno de los iris se reflejara en
un espejo, por ejemplo, en el iris derecho el bazo se encuentra a las 8, mientras
que en el izquierdo se encuentra a las 4.
La topografía radial, sigue las directrices de Ignatz Von Peczely. En esta el iris
se representa centrado en la zona del ombligo, representado por la pupila, exten-
diéndose a su alrededor las diferentes zonas orgánicas. En la zona pupilar, como
antes he comentado, se localiza el sector correspondiente al sistema digestivo, el
cual no tiene ninguna representación en la zona ciliar, excepto de órganos como
el hígado, la zona final del recto y el páncreas
Más tarde analizaremos las características de cada anillo del iris, pero antes ha-
blaremos de las zonas conocidas como mayores. Estas zonas son la zona pupilar y
la ciliar, delimitadas entre sí por la corona o BNA.
ZONA PUPILAR
APLANAMIENTOS PUPILARES
Los descentramientos de pupila son poco frecuentes y solo en muy raras ocasiones pueden
llegar a la gravedad que nos muestra la fotografía.
ZONA CILIAR
Esta zona no se puede valorar en sí, ya que está constituida por la suma de las
diferentes zonas concéntricas o anillos que ahora veremos.
SISTEMA NEUROVEGETATIVO
GLÁNDULAS DE SECRECIÓN
ZONA DE ÓRGANOS
Esta zona se tendrá que valorar dependiendo de a qué órgano estén afectando
los signos.
Circulación periférica (circulación de los pequeños vasos y capilares). Se trata
de la circulación periférica y, por lo tanto, todo lo que concierne a la piel atañe
también a esta circulación. Los depósitos toxínicos en esta zona nos indican mala
circulación periférica.
Coloración blanca: nos indica sobrecarga de ácido úrico.
Coloración oscura con varios signos de debilidad: nos indica debilidad mus-
cular y sanguínea.
Puntos oscuros en la zona: nos indica insuficiente función de los leucocitos y
glándulas linfáticas en hipofunción.
Depósitos gris-blanquecino o blanco-amarillento translúcido, que abarca
también la zona de piel: puede ser un anillo de colesterol e indica arteriosclerosis.
En esta zona solo nos guiaremos por el aumento del grosor o de la pigmenta-
ción del anillo (cerco costroso).
Iris bueno
Este iris es típico de personas muy sanas, en el que destaca el color limpio y
puro. Puede haber algunas fibras marcadas y se detectará un poco la BNA. En este
caso el árbol será el roble.
Color claro y limpio. Superficie densa, carente de signos apreciables a simple
vista, pero con finísimas rayas blanquecinas, apreciables con la lente
Iris común
En este iris vamos a observar una BNA mucho más marcada, la cual incluso se
puede romper haciendo picos, como si fuera una estrella. Aparecerán también ra-
Iris mediano
Es el iris más normal, veréis las fibras ligeramente laxas, haciéndose más evi-
dente la BNA y aparece el borde del iris más oscuro. Este signo oscuro lo llamare-
mos «cerco costroso». También observaremos algunas dilataciones en área diges-
tiva y la presencia de anillos nerviosos en la zona ciliar (los anillos nerviosos son
un signo de hiperexcitación nerviosa, que veremos posteriormente). Este iris lo
asociaremos con el nogal.
Color sucio con aumento de dibujos que dan a la superficie del iris una irre-
gularidad manifiesta. Nos indica una marcada predisposición a las enfermedades.
La mayoría de los enfermos crónicos pertenecen a este tipo de constitución.
Iris malo
El iris llamará la atención por su color sucio y turbio, observaréis signos profun-
dos con destrucción de fibras. Pueden aparecer lagunas muy profundas y marcadas,
numerosos rayos solares y gran acumulo de copos. Este iris será típico en personas
con enfermedades crónicas y degenerativas, nosotros lo asociaremos al chopo.
Se encuentran impurezas en el colorido y muchos defectos en las fibras radiales.
Las diferencias de colorido suelen manifestarse más en la parte del estómago e in-
testinos, lo que nos demuestra su componente de predisposición a la intoxicación.
Iris pésimo
Este iris presentará una densidad laxa, con numerosas dilataciones, manchas
toxínicas y criptas. Las lagunas por su profundidad se convertirán en criptas. Todos
los signos aparecerán oscuros a causa de su cronicidad. La BNA aparecerá muy
dentada y replegada, igual que el borde pupilar, este signo nos indicará problemas
degenerativos en área digestiva. Calidad asociada al aglomerado.
LA CRISIS CURATIVA
O LA LEY DE CURACIÓN DE HERING
Todas las enfermedades son curables, pero no todos los pacientes; es difícil
principiar la curación de un paciente, pero el primer paso debería ser que el doctor
se dé cuenta de que evitar una enfermedad también es una forma de curación y
que esta depende de la profilaxis que se establezca desde un principio. Hay tres
principios de curación que deben de ser especialmente recordados.
El organismo debe tener torrente circulatorio sano, porque sin esto el cuerpo
no puede tener una estructura celular sana, y como la vida de la célula depende
de la sangre, esta debe mantenerse pura y libre de toxinas.
Consiste en que la sangre debe circular con rapidez suficiente para llegar a
todos los órganos y poder proveer a todas las estructuras celulares, dando así la
oportunidad de reconstruir y reparar el cuerpo tan rápidamente como se requiera.
Proporcionar al cuerpo el descanso necesario, ya que esto alivia el cuerpo, es
natural que una persona enferma sienta deseos de acostarse, pues esto proporciona
una recuperación a su sistema.
Al utilizar las cartas sectoriales del iris se ha de afinar con mucha exactitud su
localización, las cartas elaboradas por muchos iridólogos, entre ellos el doctor Fe-
rrandiz, son a veces extremadamente precisas generalmente muy bien definidas y
localizadas en sectores minúsculos, la realidad práctica es a veces muy diferente,
ya que en la gran mayoría de las ocasiones es extremadamente difícil localizar el
punto exacto del iris del individuo, tanto si se trabaja con lupa microscopio o fo-
tografía.
Este sector es uno de los más amplios del iris junto con el de la zona cerebral, está
localizado en el cuadrante externo entre la 8 y las 10 horas en el iris derecho y entre
las 2 y las 4 horas en el iris izquierdo. La zona bronquial, situada junto a la corona
nerviosa autónoma, se superpone con el área correspondiente al corazón en el iris
izquierdo.
Los signos que afectan a la extremidad superior son algo difíciles de evaluar
debido a diferentes problemas, el primero radica en que es una zona bastante es-
trecha, lo que a menudo invita a la duda al localizar un signo; otro es que está ro-
deado por sectores tan importantes como el del hígado o el torácico, que en mu-
chas ocasiones presentan aumentos de la pigmentación que invaden los sectores
adyacentes, especialmente en el caso del hígado, en estos casos la duda se plantea
en el grado de afección que esta toxemia ejerce en la extremidad superior.
Sector abdominal
El sector abdominal abarca desde las 4 a las 8 horas en ambos iris, con la ex-
cepción de la zona de la extremidad inferior. Situada justo en las 6 horas dentro
de este sector encontramos numerosos órganos de vital importancia, por lo que
los comentamos por separado.
Sector genital
Los signos que afectan el aparato genital tienen dos localizaciones principales
situadas a las 5 y las 7 horas en ambos iris, como se observa en la carta expuesta,
el iris derecho refleja la disposición de los órganos genitales masculinos y el iz-
quierdo los femeninos, esto no quiere decir que los signos se manifiesten exclusi-
vamente en uno u otro iris.
Está en el extremo interno más nasal del sector abdominal. Un signo pigmen-
tario topoestable nos indicará un estado congestivo que puede desembocar en un
proceso eliminador como una cistitis, sin embargo, si no lo acompañan signos in-
flamatorios lo más probable es que este proceso de eliminación no se haya mani-
festado aún o que, al menos, no se padezca en el momento del examen iridológico.
Los signos inflamatorios detectan un estado de actualidad y la presencia de cistitis,
la cual se ha producido o se producirá en un plazo relativamente breve de tiempo.
La columna vertebral es quizás una de las más controvertidas, por ello el lector
observará que la carta se ha nombrado columna ósea y no vertebral, como pare-
cería más lógico, ello debe a diversas razones, en primer lugar la situación de la
médula espinal, ciñéndonos a la localización lógica de un órgano nervioso estaría
en la zona de la corona nerviosa autónoma.
Sector faríngeo
Siguiendo con el comentario del sector anterior faríngeo, se podría decir algo
similar respecto a este sector, situado justo encima. La Escuela Renovada sitúa aquí
un hipotético sector linfático, pero hay que tener en cuenta que los órganos loca-
VISUALIZACIÓN IRIDOLÓGICA
ROSARIO LINFÁTICO
• Tonalidad.
• Definición.
• Conexión con el área 4.
• Circularidad.
• Cuentas irregulares.
• Tamaño.
Dentro de las constituciones se engloban todos los iris existentes; es decir, siem-
pre se pertenece a un tipo o subtipo, y cada uno de ellos tiene una tendencia dis-
tinta a enfermar, e incluso a sanar.
En este capítulo clasificaremos los iris por constituciones, basándonos en el co-
lor. Se diferencian tres clases de constituciones:
— Constitución linfática.
— Constitución hematógena.
— Constitución mixta.
Constitución linfática
Está constituida por iris azules y grises, los cuales presentan la BNA en un color
más claro.
Linfático puro
Constitución linfática pura, con discretos pigmentos de uroseína, indicando moderado déficit
de eliminación renal. La conjuntivitis está propiciada por la tendencia linfática-alérgica.
Linfático fibrilar
Este subtipo presenta una trama parecida a los mechones de cabello, resaltando
en ella las fibras en blanco. En casos agudos, estas fibras se presentarán más claras,
indicando inflamación y congestión de la zona; en cambio, en los casos crónicos,
los flujos serán oscuros.
La tendencia patológica es hacia una reactividad del sistema linfático, que se
puede mostrar especialmente irritable en la garganta, nariz, oídos, zona bronco-
pulmonar y en las mucosas digestiva, urinaria y genital. Tienen, también, gran
tendencia a procesos alérgicos. En estos casos, la pauta terapéutica será: drenaje
linfático, restricción total de lácteos, estimulación del sistema inmunitario y ejer-
cicio físico para mantener en circulación el sistema linfático.
Hidrogenoide
Neurógena
En este subtipo, el iris aparece muy blanco. Las fibras están muy compactadas
y es por este motivo que se verán bastante rectas. La zona de la corona también se
encontrará más clara en estos iris.
Encontraremos la presencia de anillos nerviosos, que no son más que replie-
gues de las fibras, las cuales se encuentran muy compactadas entre sí. Los anillos
nerviosos serán un signo muy importante a observar, ya que indican un estado de
hiperexcitación nerviosa. En estos iris no es infrecuente observar un reborde pu-
pilar rojizo, denominado anillo de neurastenia. Este anillo nos indicará una ten-
dencia depresiva e incluso alteraciones de la personalidad.
Iris neurogénico, como se observa por el tono blanco de las fibras radiales
y de la corona nerviosa autónoma.
Orina ácida
Esta denominación resulta poco afortunada, pero es la que se utiliza con mayor
frecuencia, por lo que la vamos a mantener. Este subtipo no es exclusivo de la ti-
pología linfática, ya que también se puede presentar en la constitución mixta e in-
cluso, aunque más raramente, en hematógena.
En los iris linfáticos se parece al hidrogenoide, pero, a diferencia de este, el ro-
sario linfático no lo forman copos bien delimitados, sino nubes difusas, para ex-
tenderse como una brumacircular alrededor de la zona linfática; en los casos más
importantes llega a invadir la zona cutánea, emitiendo radios o manchas hacia la
corona o collarete.
Estas nubes suelen ser de color blanco, aunque no es rearo que tomen un tono
amarillento e incluso anaranjado, más intenso cuanto mayor sea la pigmentación
básica del iris.
La predisposición patológica de este subtipo es esencialmente de acumulacio-
nes metabólicas, sobre todo por déficit en la eliminación de ácido úrico (cálculos
renales de uratos y oxalatos, artritis úrica, etc.), y como elemento final, la artrosis
ósea en su más amplio sentido.
Este subtipo no es exclusivo de los iris linfáticos, como podréis ver más adelante.
Este tipo de iris se presta a diagnósticos muy exagerados a los ojos de personas in-
expertas, ya que suele presentar una gran cantidad de lagunas, con una densidad fi-
brilar pobre con una BNA difícil de valorar, ya que cuesta diferenciar su contorno.
Constitución hematógena
Los iris de la constitución hematógena son iris marrones, cuyo color va desde
el avellana hasta los más pigmentados. En esta constitución será más difícil la ob-
servación de los signos, a causa de su pigmentación. Las señales agudas, se verán
como desgastes del color (como si un sector del iris hubiera estado frotado con
papel de lija).
Visto como un pigmento marrón «alfombra», oscurecimiento del iris y las fibras.
Tendencia a menudo asociada con la composición de la sangre, el hígado,
gastrointestinales y trastornos glandulares.
Iris de constitución hematógena y, por lo tanto, con una tendencia a las alteraciones
glandulares y endocrinas (problema tiroideo). Obsérvese que la zona del estómago
se encuentra más clara de lo normal, indicando un estado de irritación gástrica.
Mieloide
Son iris de color miel, los cuales presentan numerosas dilataciones y flujos os-
curos, con pérdida general de pigmentación.
La predisposición patológica es hacia el sistema excretor, sistema digestivo y
respiratorio.
Aunque no se encuentra solo en iris de color marrón (uno de cada diez iris
azules también lo presentan), este subtipo se considera dependiente de la consti-
tución hematógena.
El signo más importante es la presencia de abundantes anillos nerviosos y rayos
solares, los primeros se encontrarán deformando el estroma a nivel de la zona
ciliar. Tanto los anillos como los rayos son repliegues de las fibras iridianas, cau-
sados por la gran constricción del iris. Estos signos nos indicarán una hiperexci-
tación del sistema neurovegetativo, desequilibrios nerviosos, estrés, epilepsia, pro-
blemas espásticos y problemas en el metabolismo del calcio y el magnesio.
Todo el iris parece que está en congestión o contraído. El calcio y el magnesio
son dos minerales muy importantes en el organismo, ya que de ellos depende la
transmisión nerviosa y la relajación muscular. Por este motivo, como ya he co-
mentado antes, tendremos que comprobar si hay una buena asimilación de ellos,
por la gran importancia que tienen a nivel muscular y su función relajante.
Iris tipo tetánico larvado, con gran cantidad de anillos nerviosos que se presentan.
La paciente no presentaba ninguna patología de interés, pero sí era muy nerviosa,
con tendencia espástica notable.
Tejido conjuntivo
Constitución mixta
La constitución mixta incluye todos los iris que no se han encuadrado en las tipo-
logías anteriores, ya que los mixtos son de transición entre la hematógena y la linfática.
Subtipo ferrocromatosis
Deck establece, dentro de la constitución mixta o biliar, este único subtipo ex-
clusivo (otros, como la diátesis lipémica o el de debilidad del tejido conjuntivo,
también pueden pertenecer a la constitución mixta).
En este subtipo se observan pigmentos amarillentos o parduzcos en la zona del
collarete; otros autores las han considerado señales de acidosis.
Él llegó, en 1952, a la conclusión de que los pacientes con estos iris padecían
con más frecuencia alteraciones hepáticas no dolorosas, con gran cansancio y as-
tenia, y una clara elevación de los niveles de hierro.
El iris en el niño
La observación del iris en niños es muy difícil, además todos presentan hasta
los cinco años, aproximadamente, una pigmentación clara. Hasta esa edad el iris
no adquiere su pigmentación definitiva.
La dificultad en la exploración iridiana es causada por la presencia de unos
párpados más voluptuosos, sobretodo en niños recién nacidos o con pocos meses
de edad. A parte de esta dificultad, los niños son por naturaleza inquietos.
Algunas veces presentan signos importantes como pigmentaciones, debilidades
determinadas o coloraciones aún sin presentar ningún proceso importante de en-
fermedad. En estos casos se tendrá que evaluar a la familia y ver si estas debilidades
son de tipo hereditario.
Muchos niños pueden tener una tendencia a procesos alérgicos y linfáticos. En
estos casos se observará una zona de piel más ancha y oscura, indicando una de-
ficiencia de eliminación por la piel. En otros casos podremos observar nódulos
linfáticos claros, con fibras brillantes e hipertónicas, indicando un estado de con-
gestión linfática corporal.
El iris senil
Arco senil
En este tema veremos la importancia de los signos a nivel general, ya que mar-
can el estado de evolución de la patología.
+ –
Signos sobreelevados Signos en hueco
(signos en +) (Signos en –)
+ Signos claros y blancos
(C. Linfática) – Lagunas, criptas y
aflojamientos
+ Signos más claros
que en el resto del iris – Color más oscuro,
o zonas tenderá al negro
despigmentadas
(C. Hematógena)
En este estado los signos se presentan de color claro, brillante y limpio, y se for-
man cuando el tejido del iris está hinchado, indicando un estado agudo de hiper-
tonía o hiperfunción.
Es un estado de inflamación, irritación o catarro con hipersecreción de muco-
sas y aumento de la actividad de los órganos de eliminación.
En los iris azules, estos signos aparecerán en color blanco, mientras que en
otros iris azules y en todos los demás, las señales blancas puras no aparecen nunca,
sino que adoptan una tonalidad amarillenta u ocre.
Hay otros signos claros como los hilos de plata, el pelo peinado y otros que no
se corresponden a un estado agudo. Estos signos los veremos más adelante.
Valoraremos en los signos claros el edema o hinchazón del iris, que será lo que
nos indicará su agudeza.
Estado subagudo
Estado crónico
Estado degenerativo
En esta etapa habrá signos más profundos y oscuros, ya que hay destrucción
del estroma del iris. Puede haber signos claros de reagudización permanente que
indican un último intento del organismo para eliminar el problema; en esta etapa
se verá una mezcla de signos del estado agudo y degenerativo.
En este estado se presentan señales de destrucción tisular ( lagunas, criptas),
de acumulación tóxica (manchas pigmentarias cancerígenas, toxínicas y/o toxé-
micas) y de actividad (señales agudas, aunque muchas veces de carácter sospe-
Los signos en el iris que pueden mostrar desórdenes importantes en algún ór-
gano, algún sistema o algún área corporal, son de formas y características muy di-
versas. Sobre este particular existen varios libros que pueden adquirirse en el mer-
cado, y no se trata de repetirme aquí sobre aquello, pues la materia es muy amplia.
El que me parece de mayor interés teórico-práctico es el de Bernard Jensen titulado
Ciencia y práctica de la iridología.
Sobre la interpretación de los signos irídicos no existen muchas discrepancias
entre unos autores y otros, pero sí en la interpretación de la topografía irídica respecto
a la ubicación de órganos corporales de mucha trascendencia, donde mi experiencia
personal se ha encontrado con opciones muy comprometidas de definición.
En este documento expresaré lo que son mis concreciones a este aspecto de lo
topográfico (ubicación en el iris de las distintas áreas corporales) donde deben
analizarse, ciertos órganos fundamentales.
Distribución topográfica que difiere en gran medida de lo que tradicionalmente
se viene expresando, especialmente respecto a órganos de envergadura, tales como
corazón, riñones y páncreas, entre otros.
Esta distribución en base a criterios muy personales es el fruto de mi investi-
gación sobre incoherencias observadas en lo tradicional a la hora de definir sobre
situaciones de personas en concreto, que me llevaron a la necesidad de dar mayor
racionalismo entre las áreas irídicas y la anatomía visceral y corporal en general,
lo cual me ha posibilitado afinar bastante en el análisis orgánico de las personas
que son objeto de mi observación.
Tanto ha significado el uso e investigación del iris en mi desarrollo sobre el co-
nocimiento del órgano humano, que valoro enormemente la aportación que hace
la iridología en el terreno de la medicina en el que aporta modos muy válidos para
afrontar el conocimiento de las alteraciones fundamentales de las que depende el
estado de salud o enfermedad de una persona.
Pero también reconozco la dificultad que hay para adentrarse en ella con los
elementos usuales —lupas con luz y lámparas de hendidura—, pues un área tan
pequeña como es el iris ofrece una información muy densa para ser observada en
poco tiempo y retenerla lo suficiente como para que nada importante se escape.
A pesar de contar con un sistema fotográfico para el iris de bastante calidad de
imagen, los iris castaños requieren de unas condiciones de iluminación y enfoque
Exploración
Esta zona divide al iris en la zona pupilar y la ciliar, y suele estar sobreelevada. Es
sensible a las alteraciones del flujo nervioso vegetativo y nos da una idea aproximada
del estado de equilibrio de este sistema, siendo de gran importancia su observación.
En la zona de la corona se localiza la frontera entre actividad nerviosa simpática
(expresada por las fibras radiales del músculo dilatador, situado en la zona más
profunda de la zona ciliar) y la actividad parasimpática (localizada en el área pu-
pilar, concretamente en la zona de estómago, donde encontramos el músculo es-
fínter), la cual provoca la contracción pupilar.
Dilatación y contracción
Contracción de la corona
Grado de circularidad
Identificación interna
Identificación externa
Grado de descentramiento
La corona de forma natural, no está bien centrada en el iris, sino que presenta
una ligera desviación hacia la zona nasal superior, igual que la pupila.
Grado de sobreelevación
Distonías parciales
Integración de la corona
Mediante la observación de esta zona, podemos hacer una valoración del es-
tado de toxemia corporal, es por esta razón que suele estar más pigmentada que
el tejido más periférico. Es una zona estrecha, pero bastante rica en signos.
La proximidad de los signos a la corona nerviosa indicarán en cierto grado la pro-
fundidad del desequilibrio metabólico, cuando en esta zona aparecen signos de im-
portancia, indicarán una tendencia hacia las alteraciones de la función endocrina. En
esta zona se observarán pigmentaciones interesantes. En la parte inferior, entre las 5
y las 7 horas, aproximadamente, podemos hallar lagunas o criptas correspondientes
al páncreas endocrino (islotes de Langerhans) que nos pueden confirmar una diabetes
mellitus. En estos casos, muchas veces se acompañará de una coloración pardo-rojiza
bastante característica de la toxemia diabética, que veremos en capítulos posteriores.
Esta zona, como ya sabéis, está situada en penúltimo lugar y separada del borde
periférico con la esclerótica por la zona de piel y mucosas. Se denomina también
como zona linfática, ya que en ella encontramos un signo característico, el rosario
linfático. Esta zona representará la microcirculación y especialmente el estado de
la circulación linfática.
Normalmente los copos del rosario linfático van desde la coloración blanca a
la amarilla, dependiendo del tipo de iris en que se encuentren. Pero, en algunos
casos, estos copos presentan una notable pigmentación, del mismo color que la
toxemia acumulada en la parte central del iris.
En caso de que se adquieran tonalidades grisáceas o que se presenten como
descoloridas, pensaremos en la posibilidad de que se deba a la ingestión crónica
de algún medicamento o a una intoxicación externa de tipo similar.
La indicación general del rosario linfático es la congestión linfática, pero tene-
mos que recordar que en algunos casos como la tipología hidrogenoide, este signo
indicará más una tendencia patológica general.
Coloración de los copos: Normalmente, como he comentado antes, el rosario
linfático va del color blanco al amarillo, indicando que la congestión linfática es
de tipo endógeno, o sea, independiente a los hábitos alimenticios de la persona.
Es el último anillo del iris y ha sido denominado por muchos autores como
«cerco de costra». Lo denominaban así porque opinaban que aparecía tras la su-
presión de la costra láctea, y de las erupciones que se producen frecuentemente
en los niños de corta edad.
En principio, si la piel es normal y saludable, este reborde no aparece o es de
escasa importancia. Si suprimimos las erupciones cutáneas, este anillo aparecerá con
mayor facilidad. La presencia de un anillo oscuro, amplio o pigmentado, o bien una
zona de transición translúcida muy ancha, indicarán una disfunción de la piel.
Como comenté en el tema 3, los anatomistas admiten que la presencia en esta
zona de una pigmentación más oscura, es un hecho fisiológico normal, ahora bien,
el grado de oscurecimiento y su amplitud es lo que debemos valorar.
Cuando observemos esta zona, haremos incidir el haz de luz por el mismo lado
que estemos observando el anillo cutáneo, ya que puede haber alteraciones en la
correcta observación.
Estructura en colador
En esta zona encontraremos zonas más anchas o más estrechas, o zonas más
pigmentadas que otras. Todo ello nos indicará hacia los sectores donde este signo
tiene más importancia. Así, una zona cutánea amplia por la parte inferior nos in-
dicará la necesidad de derivar la circulación hacia los órganos inferiores y estimular
en la parte baja abdominal y piernas la eliminación cutánea.
LA PUPILA
COORDINACIÓN MIDRIASIS
MIOSIS
ANISOCORDIA
MIDRIASIS RELATIVA
DILATACIÓN PARADÓJICA DE LA PUPILA
EXCESO DE MOVILIDAD
DESPLAZAMIENTO D. NASOTEMPORALES
D. SUPEROINFERIORES
D. EN DIAGONAL NASAL INFERIOR
TEMPORAL Inf.
TEMPORAL O NASAL Inf.
El grado de contracción pupilar nos mostrará el estado del tono general del or-
ganismo.
Lo ideal es que tanto la velocidad como el grado de contracción sean altos al
enfocar con una luz, seguidos de una dilatación rápida al dejar de iluminar el iris.
Así, relacionaremos una contracción rápida y fuerte de la pupila con una fortaleza
muscular general.
Patologías de la coordinación
Aniscordia
Midriasis relativa
Este signo sucede cuando iluminamos la pupila y esta se dilata durante unos
treinta segundos, seguida de una contracción lenta hasta cerrarse totalmente, pero
si continuamos iluminando, la pupila vuelve a dilatarse.
Este hecho se relaciona con una debilidad suprarrenal, ya que no hay suficiente
simpatina para mantener la contracción pupilar.
Exceso de movilidad
Esto ocurre cuando al iluminar el iris, la pupila está latente. Es un estado pal-
pitante de la pupila. Este signo nos indicará irritabilidad nerviosa, sobre todo en
niños, habitualmente causada por parásitos.
Coloración rojiza
Esta coloración frecuentemente se observa en los iris de color azul e indica hi-
pertonía vegetativa; es un signo característico de la tipología neurógena y se conoce
con el nombre de anillo neurastenia.
Anillo de neurastenia
Coloración negruzca
Anillo de azúcar
ANILLOS NERVIOSOS
Son circunferencias que aparecen en el disco del iris, sencillas, dobles triples y a
veces hasta cinco, concéntricas entre si y con el anillo pupilar generalmente completas
y limitadas otras veces, como arcos de circunferencias a la zona de determinados ór-
ganos, son producidos por estados de irritación del sistema nervioso, dolores y emo-
ciones, si son completos se refieren a afecciones del sistema nervioso en general
cuando están limitados a cierta zona del iris, expresan afección del órgano correspon-
diente y la inminencia de una crisis curativa por dicho órgano cuando son blancos.
Limitados al área cerebral se presen-
tan blanquecidos en los estados de exal-
tación o hiperactividad nerviosa, proce-
sos cerebrales agudos, insomnio, crisis
mentales y negros en los estados atróficos
de los centros nerviosos encefálicos.
Si el anillo blanco corresponde a la
zona del bajo vientre y pelvis observare-
mos que se sufre de cólicos y en las mu-
jeres dismenorrea, cuando es próximo al
área gastrointestinal es signo de estreñi-
miento.
Los anillos nerviosos son un signo de tipo funcional, por lo que los síntomas
que presentan las personas que los tienen serán esencialmente de ese tipo sin lesión
orgánica, a menos que exista otro signo estructural añadido que nos haga sospe-
char alguna insuficiencia o lesión del tejido.
Su presentación más frecuente es en los cuadrantes inferior y externo de cada
iris, correspondiéndose con los sectores abdominales, hígado, genitales, riñón, re-
gión lumbar, etc., en ciertos casos, y con el respiratorio en otros.
DESPLAZAMIENTOS PUPILARES
La pupila tiene que estar centrada, aunque esté de forma natural ligeramente
desplazada hacia la parte nasal superior.
Descentramiento pupilar
Desplazamiento en diagonal
DEFORMACIONES PUPILARES
Ovalizaciones
Este signo suele afectar a los dos iris e indicará alteraciones más generales. Son
alteraciones graves, relacionadas con parálisis, insuficiencia cerebral, neurosis, es-
tados de ansiedad, alteraciones circulatorias, hemiplejías y/o congestión cardiaca.
Usando la regla básica diremos que el eje más corto está sometido a una mayor
presión, por lo tanto habrá contracción en esta zona, mientras que en el eje más largo
Aplanamientos
Aflojamientos
Este signo se observa en determinados sectores en los cuales las fibras se sepa-
ran y forman ondulaciones, donde el tejido se vuelve más laxo.
Lagunas
Tipos de lagunas
Laguna abierta.
En este caso se trata de Laguna abierta
una laguna en medusa simple con dos
ya que su «abertura» pequeñas cámaras
es amplia en su interior
Laguna en espárrago.
Debilidad orgánica
algo importante
Acúmulo de lagunas. Si es profunda puede
Más frecuente en disimular una cripta
el borde externo de la en su interior
corona Las lagunas en
panal de abeja estar an
dentro de estos
conglomerados
Ultraestructura
de lagunas
Laguna doble. Laguna en hoja
nsuficiencia orgánica
algo importante Laguna en medusa
Su pronóstico depende
de la profundidad y
extensión que ocupa
Criptas
Dentro de los signos en hueco, las criptas son las de peor pronóstico. Son signos
en forma de pequeños agujeros, de forma usualmente romboidal, alargada o de
bordes rectos, que afectan al tejido del iris hasta sus capas más profundas, obser-
vándose el color oscuro de la capa uveal o epitelio pigmentario.
Las criptas, a diferencia de las lagunas, también pueden aparecer en la zona
pupilar, indicando lesiones de la mucosa o pared gástrica o intestinal. Implicarán
procesos degenerativos crónicos o lesiones orgánicas graves.
Algunas criptas
2 Radialidad
de las criptas:
Si la cripta pierde
Criptas en el interior su radialidad (en 3)
de la corona (raras 3 el prnóstico de este
de observar) signo empeora
Rayos solares
Los rayos solares son estructuras en forma de radios de rueda de bicicleta que
excavadas en la estructura del iris se dirigen desde la zona pupilar o de la corona
hacia la periferia, con mucha frecuencia se presentan en el cuadrante superior del
iris aunque cuando son muy pocos numerosos también se suelen observar en otros
cuadrantes con menor frecuencia aun los encontramos aisladamente en un sector
no correspondiente a la cabeza.
Los rayos nos indicarán una disfunción digestiva (lugar donde nacen) que
afecta a un órgano o sector determinado, especialmente la cabeza. Son caminos a
través de los cuales se abren paso las toxinas digestivas hacia sectores orgánicos, a
los que sobrecargan. Para que nos quede una idea clara, pensaremos que son como
Como su nombre indica, los rayos solares mayores tienen una importancia pa-
tológica bastante mayor que sus homónimos menores.
Se inician en el borde pupilar o en sus inmediaciones siempre dentro de la zona
pupilar y se dirigen hacia la periferia cruzando la corona nerviosa autónoma o co-
llarete; el hecho de que crucen esta corona, rompiéndola, nos hace sospechar que
puede existir una alteración del flujo neurovegetativo normal, lo cual vendría a
empeorar el pronóstico.
Cuando los rayos solares no se inician en la zona pupilar, sino en la corona ner-
viosa autónoma, hablamos de rayos solares menores, a diferencia de los anteriores,
— Regularidad. Si los rayos siguen una trayectoria radial, tendrán mucho me-
jor pronóstico que si no son rectos y se desvían del radio.
— Profundidad. Los rayos están excavados; por ello además de considerarlos
un signo de sobrecarga toxémica, se pueden considerar signos de insufi-
ciencia.Un rayo muy profundo nos indicará, además, una lesión en el tejido
del sector afectado.
— Longitud. Lo primero a tener en cuenta es si el rayo solar rompe la corona
nerviosa y si llega hasta el borde periférico, indicando un desequilibrio muy
crónico, que ha acabado produciendo una alteración importante e incluso
una lesión del tejido.
— Número. Lógicamente, a mayor número de rayos solares, mayor impor-
tancia diagnóstica, aunque raramente sobrepasan la docena en cada iris. La
presencia de tres o cuatro rayos, sin características agravantes, se puede con-
siderar normal.
— Coloración. Pueden presentar toda la escala evolutiva de coloraciones de los
signos, desde la tonalidad clara o blanca, hasta el negro degenerativo. Nor-
malmente su coloración será oscura, ya que se trata de signos excavados.
Anillo escamoso
Siempre aparece en la periferia del iris de un color más oscuro al del iris y re-
presenta el estado de la piel y si está la sangre contaminada por algunas toxinas
debido a que la piel no transpira como debe.
Arco senil
El arco senil suele iniciar su aparición en la zona superior del iris entre los 45
y los 60 años siendo más frecuente más allá de los 60 años, su presencia antes de
los 45 años ha de hacer sospechar de una arteriosclerosis cerebral incipiente aun-
que probablemente no manifiesta por ello, es de mucha utilidad para prevenir la
evolución de esta enfermedad.
La zona de conjunción entre la córnea y la esclerótica, presenta una transición
entre la transparencia de la córnea y la opacidad blanca de la esclerótica.
Este signo nos denotará el estado de la microcirculación capilar del organismo
y se localizará en la zona superior o de la cabeza, indicando escasez de oxígeno.
Se diferencia del anillo de colesterol, ya que el anillo respeta la transparencia
en la zona de piel y en el arco senil la opacidad es progresiva desde su inicio central
hasta la esclerótica, donde ya es totalmente opaco.
El arco senil suele iniciar su aparición en la zona superior del iris, entre los 45
y 60 años, por este motivo, la presencia antes de los 45 ha de hacer sospechar en
una arteriosclerosis cerebral incipiente, aunque aún no se manifieste.
El significado de este signo depende por igual de su amplitud y la edad del indi-
viduo así, un signo que a los 60 años puede considerarse normal a los 39 años sería
claramente un problema patológico. Dado que este signo indica alteración en la mi-
crocirculación y se localiza en la zona
de la cabeza que por otra parte es la
que con más frecuencia se puede
observar, denota arterioesclorosis ce-
rebral, ciertos autores afirman que
cuando el arco senil rebalsa la zona
superior y forma un círculo completo
alrededor del iris es señal de muerte
inminente.
Los signos reflejos son generalmente de estado agudo, los cuales suelen pre-
sentar una coloración clara, incluso blanca, en los iris poco pigmentados y pueden
cambiar en períodos relativamente cortos de tiempo.
Son signos relacionados con un exceso de función del sistema neurovegetativo.
En la zona ciliar es donde aparecen exclusivamente estos signos, resaltando la es-
tructura de los pequeños vasos sanguíneos radiales que discurren por ella.
Los signos reflejos recientes suelen tener un color blanco brillante en los iris
azules y claro luminoso en los iris pigmentarios; mientras que con el tiempo pa-
sarán a una coloración más pálida y mate, que indicará una tendencia al estado
subagudo y crónico.
El pelo peinado
El hilo de plata
Radiales vascularizadas
Una radial vascularizada tiene la misma estructura que una radial normal, pero
su coloración es rojiza, dejando entrever que se trata de un vaso ciliar por el cual
circula sangre.
Este signo indicará una tendencia hemorrágica y/o alguna alteración de la san-
gre. Se observan con mayor frecuencia en la zona periférica de la zona ciliar, y ya
que se observan más raramente que las otras fibras radiales hipertónicas, les da-
remos una mayor importancia.
Radiales aberrantes
Algunas veces, puede observarse la presencia de una fibra radial que se sale de
su trayectoria habitual para terminar en un sector adyacente (fibra que se desvía).
Las radiales aberrantes pueden estar clareadas como los hilos de plata, o bien
presentar una coloración similar al resto de fibras del iris. Cuando presenten un
color claro, nos indicará un estado de irritación neurovegetativa añadido.
Toda fibra que se salga de su trayectoria habitual implica un proceso de adhe-
sión. La fibra que se sale de su rumbo, adhiriéndose a las fibras inmediatamente
superiores o inferiores a ella.
Es una señal inespecífica, ya que hay una gran variedad de procesos patológicos
que pueden mostrar adhesión. Puede indicar desde una retracción postquirúrgica
hasta un proceso cancerígeno. Para determinar la tendencia patológica nunca nos
podemos quedar con un solo signo, sino que hemos de valorar el resto de señales
presentes en el iris.
En ocasiones, las radiales aberrantes se ramifican formando las radiales en
árbol ramificado, indicando un pronóstico algo peor que en las radiales aberrantes
simples.
Cuando las radiales pierden por completo su radialidad, suelen tener un reco-
rrido transversal y zigzagueante, interpretado como un signo de peor pronóstico,
ya que indica una tendencia cancerígena.
Pero para que una transversal tenga un valor pronóstico de tendencia cancerí-
gena ha de asociarse con un signo de lesión y/u otro pigmentario, indicando la
tríada patológica propia de un proceso canceroso; aún que es difícil de observar.
Este signo se tendrá que valorar con mucha prudencia, ya que toda señal que
nos indique una tendencia tumoral, deberá interpretarse solo como tendencia, y
nunca como diagnóstico de certeza.
LA ENFERMEDAD EN EL IRIS
De este modo, mientras que el color del iris es indicativo de las tendencias
hereditarias sobre la pureza o la impureza de los humores corporales, la den-
sidad representaría la medida de lo que podemos denominar tono, poder, vi-
talidad, resistencia o poder de recuperación de la enfermedad.
HENRY LINDLAHR
Clasificación
Este tipo de iris indica lo que se denomina una «constitución fuerte», y está
asociado con niveles de energía, vigor y aguante superiores a la media. En cualquier
caso, la nota clave de las personas con este tipo de iris es la resistencia.
Densidad 1 (Seda)
Densidad 2 (Seda-lino)
Densidad 3 (Lino)
Densidad 5 (Red)
Manchas toxínicas
Estas manchas están formadas por pigmentos que parecen no estar situados
en el iris, sino por encima de él, los cuales tienen un borde netamente definido. Al
observarlos, nos pueden recordar a una nube compacta que parece estar sobre-
puesta sobre el tejido del iris. Al observarlas veréis que el tejido circundante a la
mancha parece no estar impregnado de la coloración.
Estas manchas toxínicas se consideran topolábiles, ya que su localización den-
tro del mapa irídico no tiene ninguna importancia diagnóstica, porque no se re-
lacionan con ninguna afección en ese sector determinado. Su indicación es más
bien general y dependiendo del color de la pigmentación.
En este tipo de manchas, veréis que parecen ser acumulaciones de toxinas muy
localizadas.
A diferencia de las manchas toxínicas, estas impregnan el tejido del iris, por lo
que se consideran topoestables, guardando relación diagnóstica con la zona sobre
la que aparecen.
Sus bordes no están bien delimitados, sino que parecen difuminarse paulati-
namente hasta desaparecer.
El color indicará el tipo de desequilibrio metabólico que ha propiciado su apa-
rición, igual que en las manchas toxínicas.
Manchas de uroseína
Manchas de fucsina
Manchas de rufina
Manchas de porfina
Manchas de melanina
Manchas tóxicas
Son manchas causadas por exotoxemia. Estas manchas aparecen al ingerir va-
rios fármacos o drogas, los cuales no se eliminan totalmente.
Muchas veces observaréis que las manchas tienen una coloración parecida al
fármaco y suelen aparecer en la corona nerviosa o cerca de ella.
Manchas psóricas
Pueden ser de color pardo oscuro y corresponde a las manchas reflejas de los
depósitos tóxicos producidos por drogas y medicamentos inasimilables y extraños
a la composición de nuestros tejidos y humores.
Las manchas o pigmentos que aparecen en el iris son tal vez una de los primeros
signos que saltan a la vista. De hecho cualquier persona siendo un poco observa-
dora reconoce las manchas del iris de uno mismo que, o bien, ha tenido siempre
o las ha ido adquiriendo.
Uno de los padres de la iridología, Nils Liljequist, empezó su estudio del iris in-
tentando averiguar el significado de los pigmentos anormales de sus propios iris.
Las manchas no necesariamente indican lesión orgánica, ya que no afectan a
la integridad del tejido del iris, pero son, por lo general, señales de sobrecarga me-
tabólica, originadas por un defecto en la eliminación de productos tóxicos; aunque
sí pueden tener que ver con el sector con el cual están localizadas.en este caso estan
afectado órganos de la zona inferior del cuerpo, vejiga, espalda baja, ovario, si es
mujer, o testículos, si es hombre.
Entre las manchas podemos distinguir, por un lado, aquellas que no tienen un
límite definido y que impregnan grandes áreas del iris, y por otro lado están aquellas
manchas que aparecen con un límite más definido y que son de un tamaño más
reducido. Además de esto están aquellas manchas que son el producto del uso de
medicamentos y que dejan su huella en el iris.
Algunas escuelas de iridología, como la alemana, recientemente han hecho una
clasificación de las manchas por el color de su pigmentación. Aunque no nos va-
mos a meter en muchos detalles diremos que las han clasificado de la siguiente
manera:
LA ACIDOSIS
Cuando esta zona aparezca de un color blanco amarillento, nos indicará una
hiperacidez gastrointestinal.
Copos blancos
Como ya hemos visto en diversos temas los copos blancos que forman el rosa-
rio linfático, indican procesos de mala eliminación y se relacionan con una ten-
dencia al artritismo.
Se caracteriza por la presencia de una fibra gruesa, clara y rizada como un sa-
cacorchos, que transcurre desde la corona nerviosa hasta la periferia. Este signo
indica una inflamación aguda hiperálgica y es conocida también como línea de
dolor.
DIVERTÍCULOS
Diverticulosis y diverticulitis.
• Sangrado.
• Infecciones graves.
• Desgarros en los divertículos.
• Fístulas, que son una conexión o pasaje entre tejidos u órganos en el cuerpo
que normalmente no se conectan.
• Bloqueos en el sistema digestivo.
• Una infección en la que el colon se rompe, provocando que las heces se eva-
cúen desde el colon hacia el abdomen.
— Calambres.
— Hinchazón.
— Constipación.
— Sangrado.
— Inflamación.
— Fístulas.
Si tiene sangrado, pasará sangre roja de color fuerte por el recto. El recto
es el extremo del colon que se conecta al ano. El recto y el ano son parte del
tubo digestivo, que es el pasaje por el cual van los alimentos. El sangrado
rectal usualmente no causa dolor, pero puede ser peligroso. Deberá consultar
a un médico de inmediato.
¿QUÉ ES LA ESCLEROLOGÍA?
• ¿Son las manos y los pies fríos condiciones circulatorias, una tiroides, una
vitalidad constitucional o un problema inmunológico? La respuesta se refleja
en la esclera.
• ¿Cuál es la llave para perder peso? ¿Es el metabolismo de la glucosa, las glán-
dulas endocrinas, el hígado o un patrón de alergia? Los avistamientos están
en la esclera.
• ¿La fatiga crónica se atribuye a una infección crónica, un sistema endocrino
débil (tiroides/suprarrenales), un sistema inmune agotado, una debilidad
del hígado? La esclera contiene y demuestra la información donde están las
debilidades.
EXPLORACIÓN DE LA ESCLEROLOGÍA
En este tema se verá de forma general la esclerótica para que al observar signos
importantes en ella sepamos interpretar su significado.
Tradicionalmente el diagnóstico iridológico se ha basado en la observación del
iris, pero no debemos olvidarnos de los demás signos que se pueden presentar en
el globo ocular.
El estudio de la esclerología fue iniciado por H. W. Schimmel, Josef Angerer y
Rudolf Schnabel, y otros autores posteriores como René Bourdiol lo abordan siem-
pre previniendo de la provisionalidad de los datos expuestos.
Las aportaciones estrictamente iridológicas al campo de la esclerología consis-
ten en relacionar el mapa del iris con los diferentes vasos que transcurren por la
esclerótica. A diferencia de la esclerología vascular, todas estas otras interpreta-
ciones son hipotéticas y no se basan, en principio, en estudios clínicos en relaciones
anatómicas o histológicas comprobadas, por lo que advierto al lector que los estu-
die con espíritu crítico y afán de investigación.
La esclerótica es la cápsula fibrosa más externa del globo ocular, que por su
parte anterior se vuelve transparente y da lugar a la córnea.
Pero la esclerótica no es exclusivamente blanca, sino que presenta numerosos
capilares, importantes en el diagnóstico de problemas de tipo circulatorio.
Según la mayoría de autores, la presencia de un vaso que acaba cerca de un
sector determinado del iris, o bien de un vaso en forma de V, o con un codo cerca
Coloración
La esclerótica se trata del blanco del ojo que, en ocasiones, no tiene un color
blanco puro, sino que presenta varias tonalidades.
Tenemos que tener en cuenta que en los niños de corta edad, la esclerótica mues-
tra una coloración azulada, que no tiene ningún valor patológico.
LA RED VASCULAR
Tenéis que distinguir dos procesos básicamente diferentes que nos indicarán
alteraciones en la configuración normal:
SIGNOS GENERALES
Tortuosidades
Rigidez
Espasticidad
Bucles
Varices
Se entiende por varices la presencia de grandes venas que contrastan con el ca-
libre medio de la red vascular venosa. Este signo nos indicará una insuficiencia
venosa generalizada.
Franja venosa
Como se ha comentado antes, las vénulas son tres o cuatro veces más gruesas
que las arteriolas. Las alteraciones de esta relación lo son en general cuando las
vénulas superan en más de cuatro veces el calibre arterial.
Este trastorno nos indicará fragilidad o debilidad general en la elasticidad de
la pared venosa, con tendencia a la dilatación generalizada.
Regularidad venosa
Las vénulas suelen tener una disposición en forma de árbol, de modo que si
inician en un tronco más grueso para ir dividiéndose. En alguna ocasiones nos
encontramos con que no existe una regularidad en la disminución de calibre, pre-
sentándose ramas más gruesas que el tronco.
SIGNOS DE SANGRE
Trombos y hemorragias
APROXIMACIÓN AL PACIENTE
Antes de empezar a trabajar con la lupa, haremos una rápida revisión general
de la persona. Por ejemplo, una persona que lleve gafas para corregir su miopía
puede tener una ligera dilatación pupilar.
Una cosa importante a saber es que los pioneros en iridología insistían en que la
observación de los iris a la luz natural del sol era imprescindible para un buen diag-
nóstico general. Esto muchas veces es imposible, pero tenemos la suerte de disponer
de lámparas halógenas, las cuales poseen una iluminación muy parecida a la luz solar.
Cuando ya hemos realizado el acercamiento previo, empezaremos a iluminar
el ojo, observando los reflejos pupilares (normalmente se realiza sin lupa) y fiján-
donos en las posibles alteraciones de la conjuntiva. Si nos encontramos ante a una
persona que presenta una alergia conjuntival, dejaremos la exploración para otro
día, ya que nos pueden quedar ocultos muchos datos.
Con la lupa observaremos ya los signos generales en ambos iris, que nos darán
una visión constitucional general de la persona. Nos fijaremos en signos como la
toxemia, las manchas pigmentarias y los anillos nerviosos.
CÓMO PROCEDEREMOS
• Reflejo pupilar.
• Color.
• Constitución.
• Subtipo.
• Calidad del iris.
MATERIAL NECESARIO
FICHA IRIDOLÓGICA
Iris derecho; color café normal. Las fibras individuales no son fácilmente dis-
cernibles en un iris café, pues parecen difundirse en el pigmento. Densidad 2 ½.
Desorden gastrointestinal (estreñimiento). Deficiente eliminación cutánea. His-
toria de erupciones de la piel.
Gráfica compuesta que contiene secciones del iris derecho y del iris izquierdo,
lo que nos proporciona una maravillosa oportunidad para comparar la estructura
de un iris con la del otro.
En la lámina de color n.º 3, compararemos las etapas de curación: primer grado
en la Sección 1, segundo grado en la Sección 3, y tercer grado en la Sección 4. Ad-
vierta la decoloración provocada por la represión de la enfermedad. Cuando re-
primimos los procesos eliminatorios naturales, el iris se oscurece.
Las acumulaciones de drogas irritan con los años el sistema sexual, así como
los sistemas nervioso y mental, dando origen a gran numero de estados patológicos
de los que no se puede encontrar la causa directa; con esta condición como base,
cualquier irritación local menor puede precipitar una situación grave. En mi opi-
nión, las condiciones que se reprimen con drogas terminan en el peor tipo de en-
venenamiento de la sangre.
Si las operaciones y labores quirúrgicas son efectuadas sobre tejidos cargados
de sustancias extrañas, la curación podrá retardarse. Habrá casos en que buscare-
mos una señal definida en el iris para diagnosticar cáncer. Yo considero el cáncer
como una enfermedad de la sangre más que una enfermedad local. Una acumu-
lación de materiales extraños obstaculizantes originará la causa fundamental de
esta enfermedad.
La única manera de aclarar los iris y restaurar la normalidad del cuerpo, es eli-
minando los pesados estorbos catarrales por medio de un saludable sistema de
vida. Quiero hacer notar que la mayor esperanza que se puede tener es el programa
de hábitos de vida correctos que incluye el aire limpio, agua pura, luz solar, ejerci-
cio, alimentos naturales y sanas actitudes mentales. La expulsión de aquellos es-
torbos y la normalización del cuerpo mediante la aplicación de estos principios es
la mejor prueba de que la curación naturista es el método correcto.
Sección 1. Iris izquierdo; café con algo de azul mostrándose a través. Densidad 3.
Colitis. Abscesos. Gases. Retraso mental.
A. Manchas psóricas.
B. Anillo escamoso.
C. Catarro acentuado.
D. Divertículos intestinales llenos de gases.
Sección 3. Iris izquierdo; azul. Densidad 3. Fuertes dolores por gases en la parte
media del colon descendente. Palpitación acelerada del corazón y arritmia.
Sección 1. Iris derecho; azul. Densidad 2. Alta presión arterial. Circulación de-
ficiente. Rigidez y endurecimiento de las articulaciones. Constante malestar en la
parte baja de la espalda y las piernas. Historia de tratamiento con salicilato de sodio
para el reumatismo (muchos años). Memoria muy pobre.
A. Anillo de sodio.
B. Anillos nerviosos.
C. Irritación aguda del sistema nervioso autónomo.
D. Debilidad intestinal inherente.
E. Anemia en las extremidades.
A. Constitución débil.
A. Anillo de sodio.
B. Anemia.
C. Tracto intestinal inherentemente débil.
En la Sección 1, la profunda pigmentación del iris hace difícil distinguir las lí-
neas individuales de las fibras. Advierta los anillos nerviosos. Compare la estruc-
tura de las fibras en las tres secciones que componen esta lámina de color. La es-
tructura en la Sección 1 puede ser comparada a la del roble, y representa vitalidad
y poder de recuperación, pero por los obstáculos que se observan vemos que hasta
el cuerpo más perfecto en lo que respecta a la estructura, puede estar cargado con
material toxico. La estructura en la Sección 2 puede compararse a la del pi no e
indica vitalidad y poder de recuperación comparativamente bajos.
El individuo con tejidos fuertes, pero que contengan acumulaciones toxicas,
puede ser más débil que la persona innatamente débil, pero con un cuerpo libre
de toxinas.
Sección 3. Iris izquierdo; tres cuartos azul y un cuarto café. Densidad 3. Ex-
tremidades frías. Dolores reumáticos. Aliento fétido.
Rara vez encontramos un iris que sea parte azul y parte café. Aunque estos co-
lores se muestran en esta fotografías en dos diferentes secciones, ambos pertenecen
al mismo iris. Esto tiene un valor especial para ilustrar, la facilidad con que se pue-
den distinguir las fibras en los ojos azules, y la dificultad para distinguirlas en los
iris cafés.
A. Congestión linfática.
B. Acidez y catarro intensos.
C. Acidez estomacal.
D. Anillo escamoso.
E. Fijación de calcio.
A continuación hay una pequeña tabla para que determines a qué modelo per-
tenece tu iris (hay cuatro patrones básicos) y puedas ver que tipo de personalidad
tienes. Así que no lo pienses más: mírate al espejo, observa detenidamente tus ojos,
y luego consulta esta tabla.
Iris: Está entre la personalidad joya y flor, ya que son como una mezcla de
ellas.
Iris joya
Iris margarita
Este tipo de iris posee sutiles fibras que parecen rayas o zo-
nas de color.
EL HEMISFERIO DOMINANTE
Comparar las diferencias estructurales entre los iris de los ojos izquierdo y de-
recho nos permite conocer qué hemisferio predomina en nosotros. Así, el ojo do-
minante será siempre aquel que tenga un color más oscuro y un mayor número
de rasgos joya, flor o arroyo, o bien el que posea una mayor concentración de los
colores oro o naranja en su margen superior.
Si el iris del ojo derecho es el que aglutina estas características, estaremos ante
un individuo en el que predomina el hemisferio derecho, esto es, con un gran po-
tencial de imaginación y creatividad, que prefiere dormir sobre el lado izquierdo
y que, por lo general, tiene mejores relaciones con su madre, siendo la familia ma-
terna a la que se parece físicamente.
Por el contrario, si el ojo predominante es el izquierdo, serán personas que se
apoyarán en la pierna izquierda, dormirán mejor sobre el lado derecho, su relación
será más fluida con el padre, mostrarán más parecido físico con la familia paterna
y aprenderán por instrucciones visuales.
P ODEMOS examinar el iris con la luz del día, aunque normalmente se examina
en un local cerrado (consulta) y nos vemos obligados a usar la luz artificial,
la cual es muy útil en el examen de los ojos castaños y oscuros, se observarán mejor
con la ayuda de una lente de aumento con un mínimo de aumento del 6%, que
puede proyectar un foco de luz sobre el ojo. Existe también una «máquina foto-
gráfica» que realiza unas fotografías perfectas (pero esta máquina tiene un coste
económico considerable).
Primero se debe hacer un examen general de los dos iris a simple vista y segui-
damente utilizar los medios antes mencionados.
En el estudio inicial del iris es muy conveniente que en cada persona se señalen
con colores todos los signos que aparecen en sus iris, para ello se utilizará un mapa
iridológico. De esta forma podremos realizar comparaciones en las siguientes vi-
sitas para ver su evolución.
También podemos usar alguna otra regla; por ejemplo, es recomendable reali-
zar la localización dividiendo el iris como la esfera de un reloj y en la misma po-
sición de las horas, está técnica puede servir igual para la escuela clásica como para
la escuela renovada.
PIGMENTACIÓN
COLORACIÓN EN EL IRIS
Constitución intermedia 80 %
Constitución débil 60 %
HIERRO
YODO
En el iris azul las manchas rojas brillantes de bordes difusos son la señal del
yodo durante la crisis de eliminación que se efectúa principalmente a través de fo-
rúnculos las personas notan el sabor a yodo, los puntos rojos enmarcados de
blanco se encuentran en pacientes que toman potasio yodado, el yodo fue una al-
ternativa al mercurio que tomaban los pacientes y que era empleado para tratar la
sífilis, la intoxicación por yodo la encontramos en una cuarta parte de los pacientes
examinados.
PLOMO
OPIO
Los rayos blancos que se extienden desde el margen suprior de la pupila hasta
la región refleja del cerebro en forma de estrella, son señales de intoxicación por
opio o morfina en los ojos de los drogadictos, decía Lindlhar, se observan los rayos
blancos alrededor del iris, parcialmente desde la pupila zona de corona o parcial-
mente desde el collarín zona ciliar esta droga la suministran para aliviarlos dolores
de la atxia locomotriz la droga presenta una afinidad especial por el área refleja
del estómago y de los intestinos y era uno de los causantes del estreñimiento cró-
nico en los niños de antaño.
MORFINA
La señal es algo distinta a la del opio y consiste en líneas finas sobre la superficie
del iris desde la pupila hacia arriba, especialmente en la región del cerebro.
SODIO
Lindlhar, que narra cómo tomó durante años sales con sodio para neutralizar
su hiperacidez de estómago, presentaba este anillo. El sodio se elimina más fácil-
mente del organismo que el yodo.
ÁCIDO SALICÍLICO
En toda alteración de la salud, el iris muestra dos aspectos uno general, con
impurificación mayor o menor y otro local, con inflamación de la zona del iris co-
rrespondiente al órgano o región del cuerpo más afectada, hay que agregar que ja-
más se descubre en el iris una anormalidad sin que aparezca previamente afectada
también la zona correspondiente al estómago e intestinos, confirmándose así que
no existe enfermo con buena digestión, ni persona sana con mala digestión. Los
signos iridológicos se presentan como manchas, decoloraciones, esponjamiento
del tejido iridal, disgregaciones de sus fibras, canaletas y destrucción de puntos o
zonas del iris.
El color del iris ha cambiado como resultado del estado de enfermedad crónica
en el que vive la humanidad. Los colores primitivos son el azul y el castaño claro;
como degeneración de estos vienen los colores verdes, castaños amarillentos u os-
curos, hasta llegar a los negros. Es común encontrar iris con colores combinados,
más claro hacia la periferia del disco iridal y más amarillento u oscuro alrededor
de la pupila.
Comúnmente, estos iris muestran desequilibrio en las temperaturas del cuerpo,
con inflamaciones y congestiones generalizadas al tubo digestivo y anemia de la
Acidosis: Depleción de las reservas alcalinas del organismo. Se requiere sodio, po-
tasio, calcio, magnesio.
Acné: Eccema, piel de aspecto lodoso, barrillos. Se requiere cloro, azufre, yodo,
hierro, cobre, hidrógeno, silicio.
Anemia: Desnutrición, falta de peso. Se requiere nitrógeno, calcio, fósforo, hierro,
cobre, manganeso.
Articulaciones: Rigidez. Se requiere sodio, potasio, fósforo.
Artritis: Reumatismo, gota. Se requiere sodio, yodo, magnesio, hidrógeno y azufre.
Asma: Se requiere hierro, cobre, manganesio, oxígeno, hidrógeno.
Autointoxicación: Absorción de impurezas. Se requiere cloro, potasio, sodio, yodo,
calcio, silicio.
Biliosidad: Se requiere sodio, cloro, potasio, silicio.
Bocio: Se requiere yodo, hierro, manganeso, calcio, sodio, fósforo, cloro.
Bronquitis: Resfríos, dificultades en los senos, catarros. Se requiere hierro, cobre,
manganeso, oxígeno, hidrógeno, calcio, silicio.
Caída de pelo: Se requiere azufre, silicio, flúor, calcio, fósforo, yodo.
Circulación sanguínea deficiente: Se requiere calcio, fósforo, hierro, magnesio.
Colitis: Mucosidad, hiperacidez, úlceras en los órganos digestivos, enteritis gástrica
y duodenal, gastritis. Se requiere sodio, potasio, magnesio, hierro.
Dentadura y encías: Caries, encías esponjosas y sangrantes. Se requiere calcio,
fósforo, silicio, flúor, nitrógeno.
Desórdenes de la vesícula biliar: Cálculos biliares, ictericia. Se requiere sodio,
cloro, magnesio, hidrógeno.
Diabetes: Se requiere sodio.
Endurecimiento de las arterias: Se requiere potasio, hidrógeno, magnesio.
Estreñimiento: Se requiere sodio, magnesio, cloro, hidrógeno.
Las manchas o pigmentos que aparecen en el iris son tal vez uno de los prime-
ros signos que saltan a la vista. De hecho, cualquier persona siendo un poco ob-
servadora reconoce las manchas del iris de uno mismo que, o bien, ha tenido siem-
pre o las ha ido adquiriendo.
Uno de los padres de la iridología, Nils Liljequist, empezó su estudio del iris
intentando averiguar el significado de los pigmentos anormales de sus propios iris.
Las manchas no necesariamente indican lesión orgánica, ya que no afectan a
la integridad del tejido del iris, pero son, por lo general, señales de sobrecarga me-
tabólica, originadas por un defecto en la eliminación de productos tóxicos; aunque
sí pueden tener que ver con el sector con el cual están localizadas.
Lagunas y criptas
Anillos nerviosos
Corona iridiana
Estado degenerativo
PRÁCTICAS REALES
Antecedentes: Hepatitis B dos años antes, que curó con secuelas. Gastritis y
hernia en testículos.
Comentario: Zona humoral toxémica denota una importante autointoxica-
ción. El anillo del estómago se encuentra resaltado de color claro, indicando la
gastritis del paciente.
Antecedentes: Intervenida tres años antes para extirpar mioma uterino. Atrofia
del riñón izquierdo. Escoliosis lumbar.
Comentario: Se observan pigmentos de uroseína que impregnan diversos sec-
tores de la trama del iris, y la zona humoral. Estos pigmentos podrían también ser
interpretados como signos de acidosis, sin embargo, la historia clínica nos parece
demostrar que se trata de uroseína. A las 6:30 de observa un rayo solar cruzando
la zona renal enmarcada por dos áreas toxémicas (atrofia riñón izquierdo). En la
zona de la columna, entre las 7 y las 8:30, se observan diversas fibras de irritación.
Antecedentes: Cirrosis hepática con ascitis, artrosis desde hace más de 15 años,
meteorismo y flatulencias. Extracción 12 años antes del útero por presentar mioma
uterino.
Comentario: Pigmentación amarillenta muy extendida, aparecen pigmentos ana-
ranjados de fucsina indicando alteración hepática y pancreática. En este caso, la pig-
mentación se asemeja a la acidosis debido a que no es translúcida y oculta la trama irí-
dica subyacente. No hay que descartar que se trate además de pigmentos de uroseína,
ya que en la zona renal, a las 5:30 horas, está inflamada (señal de pelo peinado).
EL TRACTO GASTROINTESTINAL
La hernia del hiato puede venir indicada por una cripta o una marca de defecto
a 15 minutos en el iris derecho y a 45 en el izquierdo, en el collarete, y en el punto
donde se unen los campos reflejos del esófago y del tracto gastrointestinal.
Tratamiento
Remedios sugeridos
• Dieta: Reduce los alimentos formadores de ácidos y derivados del trigo re-
finado.
• Hierbas: Tómalas en polvo mezcladas en la bebida para absorber los ácidos
y reparar las paredes internas del estómago: olmo resbaladizo, malvavisco y
regaliz; tés o tinturas de filipéndula y diente de león para normalizar las se-
creciones estomacales; hierba centuary para la hernia del hiato.
• Terapias: Combinación de alimentos.
Signos en el iris
Tratamiento
Remedios sugeridos
• Dieta: Identifica los posibles alérgenos, como productos lácteos, trigo y le-
vadura.
• Hierbas: Para los nervios: tés o tinturas de escutelaria, pasionaria o valeriana;
hierbas antiespasmódicas: ñame silvestre, cimicífuga racemosa, menta; para
la digestión: tónicos amargos; para la inmunidad intestinal: Pan d’Arco, cor-
teza de raiz de bérbero, cáscaras de nuez negra y ajenjo.
• Terapias: Combinación de alimentos.
Tratamiento
Signos en el iris
Arriba tenemos la imagen de un ojo azul con una heterocromía central de color
naranja.
Esta mujer sufría inflamaciones severas cada vez que comía.
La zona nutritiva oscura, de un tinte marrón/gris, también sugiere falta de ener-
gía y digestión lenta.
En combinación con un collarete fino o inexistente, esto muestra una falta de
absorción de los nutrientes, que puede producir una reducción de la inmunidad
gastrointestinal, candidiasis y fatiga crónica.
Tratamiento
Desórdenes espasmódicos
Signos en el iris
Los surcos radiales indican altos niveles de tensión gastrointestinal, y están aso-
ciados con calambres y dolores espasmódicos en el vientre.
Aquí también se ve que los grandes surcos radiales cortan el collarete, debili-
tando el suministro nervioso necesario para una buena digestión.
En la imagen superior, el collarete está contraído hacia la pupila haciendo un
efecto «de encerramiento» que implica una mala dinámica gastrointestinal y es-
pasmos.
Tratamiento
Las hierbas son ñame silvestre y cimicífuga racemosa, tomadas en tés o tinturas.
Estreñimiento
Signos en el iris
Tratamiento
Entre los tés y tinturas que alivian el estreñimiento: sena, cáscara sagrada y áloe
para el estreñimiento atonal; linaza, cáscara de psilido y olmo resbaladizo o regaliz
en polvo como laxantes; ñame silvestre y cimicífuga racemosa en casos de colon
espástico, colitis, síndrome del intestino irritable y diverticulosis; genciana, gayuba,
ajenjo y las hierbas amargas para la producción de bilis, un laxante natural.
En este tema veremos las dos formas de topografía iridiana, las cuales nos ser-
virán para observar distintas partes orgánicas en el iris.
Es importante que adquiráis una lupa de 4 ó 5 aumentos con luz incorporada
para que empieces a familiarizar con su uso y en la observación de diferentes iris.
Tamaño: Sabemos que ocupa el tercio interno del iris (división con la línea
curvada y número es un ejemplo), y por lo tanto cuando este valor se ve alterado
nos indicará un trastorno. Como antes había comentado, tenemos que observar
si la zona pupilar se encuentra contraída o dilatada (flecha negra).
Zona ciliar
Esta zona no se puede valorar en sí, ya que está constituida por la suma de las
diferentes zonas concéntricas o anillos que ahora veremos.
Sistema Neurovegetativo
Esta zona corresponde al segundo anillo y lleva la mayor cantidad de material tó-
xico, por lo que suele ser la zona más oscura en relación con el color básico del iris.
Color más oscuro: nos indicará toxemia.
Color más claro (con signos inflamatorios o líneas blancas): nos hará pensar
en úlcera gastroduodenal, hiperclorhidria o gastritis. El color claro en esta zona
indicará gran presencia de ácido clorhídrico.
Esta zona se tendrá que valorar dependiendo de a que órgano estén afectando
los signos.
En esta zona solo nos guiaremos por el aumento del grosor o de la pigmenta-
ción del anillo (borde de costra).
Sistema endocrino
Sistema nervioso
Sistema cardiovascular
Para que el cuerpo se mantenga con vida, cada una de sus células debe recibir
un aporte continuo de alimento y oxígeno. A la vez, debe recogerse el dióxido de
carbono y otros materiales producidos por estas células para eliminarlos del
cuerpo. Este proceso lo realiza continuamente el sistema circulatorio. El sistema
circulatorio principal está formado por el corazón y los vasos sanguíneos, que jun-
tos mantienen el flujo de sangre continuo por todo el cuerpo transportando oxí-
geno y nutrientes y eliminando dióxido de carbono y productos de desecho de los
tejidos periféricos. Un subsistema del sistema circulatorio, el sistema linfático, re-
coge el fluido intersticial y lo devuelve a la sangre. El corazón bombea sangre oxi-
genada desde los pulmones a todas las partes del cuerpo a través de una red de ar-
terias y ramificaciones más pequeñas denominadas arteriolas. La sangre vuelve al
corazón mediante pequeñas venas, que desembocan en venas más grandes. Las
arteriolas y las vénulas están unidas mediante vasos más pequeños aún denomi-
nados metarteriolas. Los capilares, vasos sanguíneos del grosor de una célula, se
ramifican desde las metarteriolas y luego se vuelven a unir a estas. El intercambio
de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre tiene lugar en esta red de finos ca-
pilares. Un adulto por término medio tiene unos 96.540 km de vasos sanguíneos
en su cuerpo.
Sistema linfático
Sistema respiratorio
Sistema genitourinario
La finalidad de este tema es aprender a valorar un iris de forma general, sin entrar
en detalles. La calidad del iris será la primera orientación que tendremos del paciente.
La calidad del iris nos vendrá dada por la densidad que presentan las fibras, la
coloración anormal, los cambios de color según las constituciones (que veremos
más adelante) y los signos concretos.
¿Existe un iris ideal? Los expertos en iridología han tratado de clasificar la cons-
titución orgánica en varias clases o grados, de acuerdo con la densidad y categoría
del iris. En un principio dicha clasificación es infinita, pero para facilitar la tarea,
se han distinguido seis clases de constituciones.
Iris bueno
Este iris es típico de personas muy sanas, en el que destaca el color limpio y
puro. Puede haber algunas fibras marcadas y se detectará un poco la BNA. En este
caso el árbol será el roble.
Iris común
En este iris vamos a observar una BNA mucho más marcada, la cual incluso se
puede romper haciendo picos, como si fuera una estrella. Aparecerán también ra-
yos solares y anillos nerviosos, las fibras se presentarán abiertas, con dilataciones
que pueden acabar siendo lagunas. El cerco costroso será más oscuro. Calidad
asociada al pino.
Iris mediano
Es el iris más normal, veréis las fibras ligeramente laxas, haciéndose más evi-
dente la BNA y aparece el borde del iris más oscuro. Este signo oscuro lo llamare-
Color sucio con aumento de dibujos que dan a la superficie del iris una irre-
gularidad manifiesta. Nos indica una marcada predisposición a las enfermedades.
La mayoría de los enfermos crónicos pertenecen a este tipo de constitución.
Iris malo
El iris llamará la atención por su color sucio y turbio, observaréis signos pro-
fundos con destrucción de fibras. Pueden aparecer lagunas muy profundas y mar-
cadas, numerosos rayos solares y gran cúmulo de copos. Este iris será típico en
personas con enfermedades crónicas y degenerativas, nosotros lo asociaremos al
chopo.
Uno de los primeros signos generales que hemos de buscar al observar un iris
es su densidad. La densidad es la expresión del estado de textura del tejido que
forma un iris. Esencialmente, una densidad peor está constituida por fibras con-
juntivas más laxas, que suelen formar grandes lagunas, criptas, dehiscencias, des-
garramientos del tejido, etc. Si se interpreta a un nivel general todos estos signos,
sin detenernos a pensar si se encuentran en tal o cual zona del mapa iridológico,
podremos hacer una valoración del estado constitucional general del organismo.
De este modo, mientras que el color del iris es indicativo de las tendencias
hereditarias sobre la pureza o la impureza de los humores corporales, la den-
sidad representaría la medida de lo que podemos denominar tono, poder, vi-
talidad, resistencia o poder de recuperación de la enfermedad.
HENRY LINDLAHR
Densidad 1 (Seda)
Densidad 3 (Lino)
En la iridología, aparte de ver los signos concretos como son las lagunas, las crip-
tas, los rayos, etc; tenemos que valorar primero el iris de forma general, fijándonos
en los grados de vitalidad, pureza y debilidad del iris y el estado de la patología.
Grado de vitalidad
Nos vendrá dado por la densidad de las fibras que forman la trama iridiana.
Cuando más compactas estén las fibras, mayor es el grado de vitalidad del iris y si
se encuentran separadas nos mostrará lo contrario.
Por ejemplo cuando las fibras se aflojan aparecerán las lagunas y cuando estas se
contraen en exceso aparecerán rayos, que nos indicarán excitación e irritación nerviosa.
Grado de pureza
Será determinado por el color de la trama, que veremos más adelante cuando
estudiemos las diferentes constituciones, ya que en cada una de ellas será diferente.
Grado de debilidad
Nos vendrá dado por el color que presentan los signos. Cuando más aguda sea
la patología más claros se nos presentarán los signos y a medida que se vaya cro-
nificando más se van a oscurecer.
Todas las enfermedades son curables pero no todos los pacientes. Es difícil
principiar la curación de un paciente, pero el primer paso debería ser que el doctor
se dé cuenta de que evitar una enfermedad también es una forma de curación y
que esta depende de la profilaxis que se establezca desde un principio.
Hay tres principios de curación que deben de ser especialmente recordados:
E N este tema se verá de forma general la esclerología, para que al observar sig-
nos importantes en la esclerótica, sepamos interpretar su significado.
Tradicionalmente el diagnóstico iridológico se ha basado en la observación del
iris, pero no debemos olvidarnos de los demás signos que se pueden presentar en
el globo ocular.
El estudio de la esclerología fue iniciado por H. W. Schimmel, Josef Angerer y
Rudolf Schnabel, y otros autores posteriores como René Bourdiol lo abordan siem-
pre previniendo de la provisionalidad de los datos expuestos.
Las aportaciones estrictamente iridológicas al campo de la esclerología consis-
ten en relacionar el mapa del iris con los diferentes vasos que transcurren por la
esclerótica. A diferencia de la esclerología vascular, todas estas otras interpreta-
ciones son hipotéticas y no se basan, en principio, en estudios clínicos o en rela-
ciones anatómicas o histológicas comprobadas, por lo que advierto al lector que
los estudie con espíritu crítico y afán de investigación.
La esclerótica es la cápsula fibrosa más externa del globo ocular, que por su
parte anterior se vuelve transparente y da lugar a la córnea.
Pero la esclerótica, no es exclusivamente blanca, sino que presenta numerosos
capilares, importantes en el diagnóstico de problemas de tipo circulatorio.
Según la mayoría de autores, la presencia de un vaso que acaba cerca de un
sector determinado del iris, o bien de un vaso en forma de V, o con un codo cerca
de un sector determinado, nos indicaría una afectación del sector topográfico co-
rrespondiente del iris. Así, un vaso grueso y recto indicaría un estado congestivo,
un vaso en V indicaría una tendencia espástica y un vaso en U indicaría un edema
sanguíneo provocado por un obstáculo.
Existirían una serie de signos generales, sin una localización iridológica co-
rrespondiente, somo serían los vasos en forma de coma (hipertensión) o zigza-
gueantes (insuficiencia venosa), pero que, como vemos, ya guardan una relación
mucho más estrecha con las esclerología vascular.
EXPLORACIÓN DE LA ESCLERÓTICA
Coloración
La esclerótica se trata del blanco del ojo que, en ocasiones, no tiene un color
blanco puro, sino que presenta varias tonalidades.
Tenemos que tener en cuenta que en los niños de corta edad, la esclerótica
muestra una coloración azulada, que no tiene ningún valor patológico.
En las personas ancianas o que han envejecido de forma prematura, el color
blanco pierde su intensidad y brillantez, teniendo un aspecto mate y sucio.
Hay coloraciones que nos delatan la presencia de alteraciones, como el ojo ama-
rillo o amarillento, propio en personas que sufren ictericia por exceso de bilirru-
bina. Este signo se encuentra en enfermos hepáticos graves, pudiendo adquirir
una tonalidad tan fuerte que llegue a un color ocre, marrón o incluso verdoso. Es
un signo interesante de observar, ya que nos afirmará una sospecha de problemas
hepáticos.
El color amarillento también es típico en personas que padecen un proceso
canceroso. Esta coloración amarillenta también se expresa en toda la piel de la per-
sona afectada.
En alteraciones importantes de la sangre o enfermedades cardiacas, observaréis
un enrojecimiento general de la esclerótica, debido a la presencia de hemorragias
más o menor difusas.
En personas que están intoxicadas por el abuso de medicamentos, podéis ob-
servar depósitos de coloración más o menos sucia que van desde el amarillo al
grisáceo.
La red vascular
Tenéis que distinguir dos procesos básicamente diferentes, que nos indicarán
alteraciones en la configuración normal:
Paralelismo vena-arteria
Coloración
Tortuosidades
Rigidez
Bucles
Varices
Se entiende por varices la presencia de grandes venas que contrastan con el ca-
libre medio de la red vascular venosa.
Este signo nos indicará una insuficiencia venosa generalizada.
Franja venosa
Como se ha comentado antes, las vénulas son tres o cuatro veces más gruesas
que las arteriolas. Las alteraciones de esta relación lo son en general cuando las
vénulas superan en más de cuatro veces el calibre arterial.
Este trastorno nos indicará fragilidad o debilidad general en la elasticidad de
la pared venosa, con tendencia a la dilatación generalizada.
Regularidad venosa
Las vénulas suelen tener una disposición en forma de árbol, de modo que se
inician en un tronco más grueso para ir dividiéndose. En algunas ocasiones, nos
encontramos con que no existe una regularidad en la disminución de calibre, pre-
sentándose ramas más gruesas que el tronco.
Indicará, a parte de una fragilidad de la pared, la presencia en su interior de
una agregación eritrocitaria venosa, que puede mostrar una angina de pecho o
una tromboangitis obliterante.
Aneurismas
Signos de sangre
Hemorragias
Trombos
Algunas veces, nos encontramos con una vénula, usualmente dilatada, que pre-
senta una interrupción brusca sin solución de continuidad. Normalmente, en el
extremo de esta vénula se observa una discreta dilatación producida por un mi-
crotrombo situado en la luz vascular.
Este signo nos indicará una tendencia hacia la trombosis y agregación de la
sangre.
Cada señal en el iris revela su propia historia, puede registrar una historia de
anormalidad o una de híper o hipoactividad, refleja una batalla que se está li-
brando en el organismo un estado de paz y de salud, o de acción y reacción de
equilibrio.
Los signos reflejos del iris se muestran como señales claras y brillantes.
Aflojamientos
Este signo se observa en determinados sectores, en los cuales las fibras se se-
paran y forman ondulaciones, donde el tejido se vuelve más laxo.
La disposición del signo es parecida a la citada como «pelo peinado», pero el
aflojamiento no presenta la hipertonía vegetativa (color claro).
El color del iris parece desvanecerse en las zonas de aflojamiento y aparece
como un signo algo más oscuro que el color base del iris. Los aflojamientos serán
el primer paso de debilidad, ya que en casos más importantes nos podrán conducir
hacia una laguna.
El oscurecimiento de este signo, indica tendencia a la cronificación. Si el oscu-
recimiento es pigmentario, la tendencia a la cronificación es por acumulación de
toxinas. Este signo se interpretará como una insuficiente eliminación tóxica a causa
de un órgano o zona débil.
Criptas
Dentro de los signos en hueco, las criptas son las de peor pronóstico. Son signos
en forma de pequeños agujeros, de forma usualmente romboidal, alargada o de
bordes rectos, que afectan al tejido del iris hasta sus capas más profundas, obser-
vándose el color oscuro de la capa uveal o epitelio pigmentario.
A continuación se muestran esquemas de los dos iris con las posiciones de los
órganos respectivamente para su análisis.
Líneas transversales
Rayos solares
Suelen ser redondos borrosos en diferentes colores desde blanco claro o marrón
amarillento, y determinarán mucosas en las zonas de los órganos que correspon-
dan: catarro, alergias sinusitis, exantemas.
Copos o Tofos
El área irídica vinculada al Corazón (le apuntan las líneas 2.ª y 3.ª) muestra
condición estructural de afectación, cuya causa hay que buscarla en los propios
efectos de esa circulación sobrecargada de densidad. Por ser en ella donde se ma-
nifiestan las manifestaciones irídicas que más afectan al interés del interesado,
vengo a interpretar la trascendencia que sobre los factores orgánicos cardiacos pa-
rece están teniendo la serie de signos que he comentado.
En el iris derecho de esta persona no aparece nada de estos signos que en el iz-
quierdo se muestran tan notoriamente, viniendo a decirnos que es una condición
orgánica que radica en la genética materna y que afecta solamente al lado izquierdo
corporal-visceral.
El signo irídico que aparece en el cuadrante «C», justo en la oposición de la
línea segunda amarilla, muestra una alteración ya estructurada en lo bronquial
izquierdo de la persona.
Con este iris (de ojo derecho) pretendo mostrar la condición que he observado
en personas que tienden a tener crisis epilépticas, que conllevan una falta de «su-
jeción» de la mente del individuo, por excesiva fluidez hacia otros niveles de apli-
cación de sus motivaciones internas, faltos de fijación en los desarrollos físicos que
precisa su condición orgánica.
Entre las características más significativas que vienen sirviendo para la defini-
ción de un organismo afectado por Síndrome de Down, están los «iris moteados»;
denominación esta que les viene del aspecto que presentan las manchas de Brushfield
en los iris, que no son otra cosa que el modo en que estos ponen de manifiesto den-
sidades muy acusadas de todo el sistema linfático. Son las manchas más claras
que presenta el dibujo.
Ocurre que estas manchas no tienen por qué aparecer de forma notoria hasta
que el sistema linfático no esté lo suficientemente densificado como para que el
signo irídico se presente como tal, lo que suele ocurrir a lo largo de la vida del in-
dividuo, que imposibilita el uso de este signo para el diagnóstico precoz.
Pero sí hay otros que pueden darnos pista suficiente desde mucho antes, y son
esos signos que apunto con los números 1, 2 y 3, expresivos respectivamente de
La imagen derecha muestra con las líneas blancas la separación de los cuadran-
tes y dos de sus bisectrices, para situar las afecciones en la topografía irídica. La lí-
nea magenta señala una calcificación pulmonar existente bajo la clavícula (lóbulo
superior derecho).
La imagen central es del mismo iris, con más luz y ampliada, donde podemos
ver mejor la afectación al cuerpo central pulmonar, incluso con afección a las vías
bronquiales. La línea larga blanca que se abre en el extremo inferior en un ángulo,
señala la afectación renal.
La imagen izquierda es un fragmento de la topografía del Iris derecho, donde
con líneas azules he marcado lo que serían las prolongaciones de las líneas blancas
de la imagen central. Esas líneas no corresponden pues a separaciones topográficas.
La peculiaridad de este organismo la muestra la condición gástrica, repleta de lo
que vienen a llamarse «rayos solares» (significativas de atonías) o hendiduras radiales,
expresivas de muy escasa secreción clorhídrica y que compromete plenamente la di-
El color anaranjado que muestra la zona interna del iris, nos habla de un tras-
torno digestivo que sobresale de la condición general del resto del organismo.
En el cuadrante «D» y muy cerca de la línea divisoria con el «C», la línea naranja
señala la «laguna» que muestra la condición de afectación del Duodeno, donde
existe una úlcera, diagnosticada clínicamente.
Al otro lado de esta, la horizontal divisoria de los cuadrantes «A» y «B», señala
el área de la boca de entrada del estómago (cardias) y, algo más hacia el centro de
ese lado del iris (ya fuera de lo anaranjado), afectaciones en el Esófago, diagnos-
ticado clínicamente como «hernia de hiato y pequeñas erosiones en la parte del
esófago producida por el reflujo de los ácidos del estómago».
Condición digestiva que requiere el evitar tomar alimentos salados (salvo las
comidas guisadas, que deben tener su punto oportuno de sal para que sean bien
digeridas), así como el uso de todo lo que contenga alcohol o sean sustancias pi-
cantes (aquí entran todo tipo de especias picantes, y el ajo y la cebolla en crudos,
Este iris, de persona mujer, mayor de edad, muestra una degradación impor-
tante de los factores de pigmentación celular, propios de una desvitalización de los
tejidos a nivel general del organismo, por exceso de acidificación.
Su sintomatología es la constatación de un bulto bien notable en la mama de-
recha, pero factores quísticos diversos, de considerable densidad, se aprecian en
diferentes lugares de sus iris, lo cual, unido a la condición general orgánica que
muestra esa pigmentación castaña lisa, más especialmente notable en y por lo ex-
terno de la «corona simpática» (borde del área digestiva), nos avisa de que debe
ser tratada a nivel general orgánico (condición cancerosa general) y no en lo que
la propia persona acusa de sí.
La línea roja señala la mancha quística que expresa el abultamiento de la mama, si-
tuada en pleno anillo irídico linfático, con una zona (hacia el área pupilar) de color ver-
doso claro que nos indica el estado de inflamación del área corporal correspondiente.
Una vez más, el Iris muestra con este caso la importancia de considerar al or-
ganismo en su conjunto y no en las meras manifestaciones sintomáticas.
Para entenderlo mejor, vamos a acudir a ejemplos que tenemos más cercanos:
las lesiones pigmentadas de la piel. Pecas, lunares, manchas solares, manchas se-
niles. Con nombres más técnicos, a veces hablamos de nevus. Todas estas lesiones
(excepto algunos nevus) son en principio benignas, sin mucha trascendencia. Tam-
bién conocemos la lesión maligna: el melanoma. Se trata del cáncer de piel más
famoso (aunque ni mucho menos el único), relacionado con la exposición solar.
Tanto en el caso de lesiones benignas como malignas, se tratan de lesiones en
las que un grupo de melanocitos prolifera, o se encuentra en mayor número de lo
habitual, por lo que esa zona aparece más oscura que las circundantes.
En el ojo pasa más o menos lo mismo, nos encontramos lesiones benignas y
malignas. Lo que pasa es que puede haber en diferentes localizaciones.
Muchas veces son lesiones que se tienen desde la infancia y que no crecen, por
lo que solo hay que observarlas. Pero existe la posibilidad de que la lesión pase de
ser «buena» a ser un carcinoma.
El oftalmólogo utiliza la lámpara de
hendidura para el examen ocular, y con
ella puede medir exactamente las di-
mensiones de la lesión, de cara a contro-
lar su crecimiento. También hay lámpa-
ras de hendidura con cámara fotográfica
(normalmente digital y conectada a un
ordenador), con lo que el seguimiento
es incluso más sencillo.
Hay que recordar que algunas «man-
chas» en la zona blanca del ojo ni si-
quiera son nevus, por lo que no van a
convertirse en lesiones malignas en nin-
gún caso. Lo más típico (sobre todo para
algunas razas) es el caso de la escleroma-
lacia, que consiste en que una esclera
delgada (la esclera es lo que está debajo de la conjuntiva, la cobertura externa del
ojo que le da su color blanco característico) que permite vislumbrar por transpa-
rencia la coloración del tejido que hay debajo.
FONDO DE OJO
Hay que vigilarlas, de forma parecida a los lunares de la piel, por si crecen. En
algunos casos pueden malignizarse y convertirse en melanomas, aunque esto ocu-
rre en un pequeño porcentaje de casos. Con respecto a los nevus de piel, los del
fondo de ojo presentan dos inconvenientes principales:
Por último destacar que hay otras herramientas que nos ayudan al diagnóstico,
no solo la visualización directa del fondo del ojo. Por ejemplo, una ecografía. En
la imagen de abajo vemos cómo el tumor ha crecido hacia el interior de la cavidad
del ojo:
1. Diagnóstico erróneo.
2. Dilación de un tratamiento efectivo.
3. Puerta de entrada al esoterismo y el ocultismo.
* * *
La observación del iris no solo es útil para los médicos y el diagnóstico de en-
fermedades, sino que también a través de la misma cualquier terapeuta puede ha-
cer un análisis de las diversas marcas que el iris presente y llegar a conocer cómo
se encuentra la energía vital del individuo y cada uno de sus órganos.
Debido a que nuestro cuerpo físico está interrelacionado con nuestro cuerpo
de energía, todo lo que esté afectándonos físicamente también lo hará en nuestros
centros energéticos y meridianos.
El diagnóstico del iris pretende aunar un sistema de observación tan moderno
y preciso como la iridología con otro milenario e igual de exacto como el Diag-
nóstico Oriental, para dar a conocer el estado y nivel de circulación de la energía
vital en el cuerpo y los órganos de los individuos.
La iridología es ante todo un método de diagnóstico, consiste en leer en el iris
(la parte de la membrana vascular del globo ocular que da al ojo su color) los signos
de ciertos trastornos o enfermedades del organismo.
Los diferentes signos iridianos (anomalías cromáticas, manchas, cavidades y
relieves) no son las consecuencias de ciertas enfermedades sino que las preceden,
es decir están presentes en el momento del nacimiento y persisten hasta la muerte.
Se puede asimilar estos signos iridianos a las huellas genéticas de los puntos
débiles del organismo y a predisposiciones a ciertas enfermedades.
Con la iridología se puede descubrir el órgano que tiene algún problema antes
de que la persona se enferme, pues ciertos signos iridianos se manifiestan antes
El iris está de tal manera construido que las capas una sobre la otra representan
una variedad de tonos desde el blanco puro hasta el negro. El blanco representa el es-
tado agudo de una enfermedad mientras que el negro representa el estado crónico.
Cada enfermedad en el curso de subdesenvolvimiento desde el resfriado y las
diferentes manifestaciones catarrales hasta la condición llamada asma, se les con-
sidera ser una enfermedad crónica. Son representadas por estos tonos como si-
guen: el blanco es para el agudo, el gris para el subagudo, el gris oscuro para el cró-
nico y el negro para un estado de destrucción avanzada o el último periodo de la
enfermedad del paciente.
El rostro es el espejo del alma, los ojos las ventanas a las que asomarnos para
conocer a una persona y una parte específica de los ojos, sus pupilas, nos reflejan
su respuesta emocional.
Los ojos nos hablan, pero a veces sabemos interpretar lo que nos están diciendo.
Con un entrenamiento adecuado podremos detectar hasta el más sutil de los de-
talles.
La mayoría de las veces, nos basta con mirar a los ojos de una persona para sa-
ber qué está pensando, qué emociones refleja, cuáles intenta esconder e incluso
cuál es su estado de salud.
Los ojos son la zona más expresiva del rostro y de un simple vistazo nos pro-
porcionan gran cantidad de información. Los ojos no están solos, sino acompa-
ñados por una gran cantidad de músculos que dan a la cara una expresión deter-
minada.
Hoy nos vamos a enfocar en una parte muy pequeña del ojo, pero a la vez muy
significativa: la pupila.
La puerta de la luz
La pupila es el orificio por donde pasa la luz hacia el interior de nuestros ojos,
para ser enfocada sobre la retina. Alrededor de la pupila se encuentra el iris, mús-
culo encargado de contraerse y relajarse para poder dejar pasar mayor o menor
cantidad de luz.
Equivale al diafragma de las cámaras fotográficas y funciona igual: a mayor
luz, menor abertura; y en condiciones de oscuridad, el iris deja pasar toda la luz
Diversos estudios han puesto de manifiesto que cuando las pupilas se dilatan
sin que existan variaciones de luz, son el reflejo de estados emocionales (tanto
positivos como negativos). Ante una emoción positiva, nuestras pupilas se dilatan.
Y lo hacen todavía más ante emociones negativas.
Cuando una persona o cualquier otra cosa nos excita poderosamente la aten-
ción, es como si el cerebro le dijera a nuestros ojos: «Abrid bien las pupilas que no
podemos perdernos ni un detalle de lo que estamos viendo». Los ojos entonces
responden aumentando el tamaño pupilar sensiblemente.
El ejemplo más concreto es el de la excitación sexual. Si una persona nos atrae
sexualmente, nuestras pupilas nos delatarán (y si esa persona ha leído este post,
jugará con ventaja).
También se produce el efecto contrario: si vemos a una persona con las pupilas
dilatadas, es probable que nos excite más sexualmente que si las tiene contraídas.
Es como un lenguaje universal por el que podemos transmitir nuestra excitación
en busca de una reciprocidad. Inconscientemente nuestra actitud será más positiva
hacia una persona con las pupilas dilatadas.
No en vano, en la Edad Media las cortesanas utilizaban una planta para im-
pregnarse los ojos y dilatarse las pupilas, como símbolo de belleza y producir esa
admiración/excitación. Por ese motivo, años después a esa planta se la llamó
Atropa Belladona, ya que otorgaba a las mujeres una belleza especial. El problema
que tenía era que muchas mujeres se intoxicaban por una sobredosificación. Hoy
en día, esa planta se usa en medicina para tratar varias enfermedades.
Otro efecto similar sucede en las situaciones de alerta y amenaza. Nuestro
Sistema Nervioso Simpático, nos prepara para la lucha o huida, provocando una
serie de cambios en nuestro organismo para estar al 100% en caso de necesidad.
Estos cambios incluyen: dilatación bronquial, aumento de las respiraciones y de
Estos cambios del tamaño pupilar son muy sutiles, pero con un poco de práctica
podremos aprender a reconocerlos. De hecho, algunos comerciantes chinos usaban
esta técnica con sus compradores mientras les enseñan la mercancía. Así, si eran ca-
paces de detectar la dilatación pupilar del comprador sabían que era el momento de
fijar el precio. Ya me imagino lo que pagarían algunas de las tiendas online por tener
acceso a las webmail de nuestros portátiles y poder medirnos el tamaño pupilar
mientras vemos sus productos… (doy fe de alguna patente ya inscrita).
Por eso también muchos jugadores de póker usan gafas de sol en sus partidas,
evitando así que el aumento de sus pupilas pueda destapar una buena jugada.
Los ojos son los órganos más expresivos de nuestro cuerpo, cuando nos co-
municamos utilizamos nuestros ojos y podemos adivinar el estado de ánimo de
nuestro interlocutor a través de la interpretación de sus miradas, a veces, mientras
que los labios dicen «sí…», los ojos dicen «no» y viceversa. La ciencia de la irido-
logía se basa en el análisis del color y de las delicadas estructuras del iris y no tiene
relación alguna ni con la oftalmología (rama de la medicina alopática que estudia
las disfunciones de los ojos) ni con la optometría que corrige los errores refractarios
utilizando lentes ópticas.
El iris es un mundo de diminutos detalles en sí mismo y está capacitado para
almacenar información, de modo que en iridología, el iris, simplemente, se con-
vierte en el vehículo transmisor entre el cuerpo y el iridólogo para que este último
pueda reconocer el estado de los órganos mediante las señales que estos proyectan
en él.
La iridología es considerada como una de las técnicas más efectivas para diag-
nosticar enfermedades. La razón de ello es la vinculación que tiene el iris del ojo
con los centros nerviosos del cuerpo, por lo que cualquier modificación queda re-
gistrada en la mirada.
Se tiene la idea de que los griegos ya leían el iris. Según leyendas, ya en los tiem-
pos de Hipócrates se utilizaba esta técnica para saber en qué estado se encontraban
los órganos humanos.
La historia de la iridología moderna se remonta al año 1836, cuando el húngaro
Ignaz Von Peczely, de 10 años de edad, jugaba con un animal y este se rompió una
pata. El niño observó que una raya aparecía en el iris del ave al momento del ac-
cidente. Ignaz siguió el proceso de curación y su incidencia en el iris.
Su gusto por la observación se intensificó con el tiempo y así comenzó a ver
los ojos de las personas y anotar cómo se combinaban sus estados físicos con esta
El iris es la parte coloreada del ojo humano. Tiene forma de disco y cuenta con
una apertura que puede variar de tamaño según la persona. Además, de dar color,
abre y cierra la pupila dependiendo de la cantidad de luz que incide sobre el ojo.
El iris consta de 28.000 terminaciones nerviosas, todas conectadas al cerebro.
Con la iridología no solo es posible saber si un ser humano posee salud o no,
sino que además permite conocer el estado, el tipo de mal y el grado del mismo.
Algunos males que no presentan una sintomatología clara pueden reflejarse cla-
ramente en los ojos, permitiendo un diagnóstico preciso y claro.
Los estudiosos de esta lectura utilizan lo que se conoce como Mapa Iridológico,
que no es más que una división de este disco por áreas y su vinculación con los di-
ferentes órganos y sistemas del cuerpo humano. En cada ojo humano se puede
observar, según esta división, el estado de un órgano. En el ojo derecho se puede
mirar: el cerebro, el oído, la laringe, la hipófisis, el esófago, la tiroides, los brazos,
el estómago, el hígado, la vejiga y el colón. Y en el izquierdo: los riñones, las glán-
dulas suprarrenales, el útero o la próstata, los ovarios o testículos, la piel, las mu-
cosas, sangre y el sistema linfático.
Además de esta segmentación básica, existen otras reglas de lectura que deben
aplicarse, por ejemplo, la que indica que en un mismo espacio del iris, puede ma-
nifestarse con diferentes signos, una, dos o más alteraciones del organismo. El se-
EMOCIONES Y EL IRIS
Respuestas emocionales
En las cejas
En los párpados
Se debe examinar:
— El tamaño.
— La forma.
— Los reflejos (fotomotor y de acomodación).
— Isocoria: pupilas de igual tamaño (se acepta una diferencia máxima de 0,5 mm).
— Anisocoria: cuando las pupilas son de diferente tamaño.
— Miosis: cuando las pupilas están pequeñas (contraídas).
— Midriasis: cuando las pupilas están grandes (dilatadas).
— Discoria: cuando la forma de la pupila está alterada, irregular (por ej.: des-
pués de algunas cirugías oculares).
Reflejos oculares
— Miosis de la pupila.
— Ptosis del párpado superior.
— Enoftalmo (globo ocular más hundido).
— Anhidrosis (falta de sudoración) de la mitad de la frente. Se produce por
una lesión del simpático cervical (ej.: un cáncer bronquial que invade el
plexo braquial y la inervación simpática del cuello).
Se de debe examinar:
Algunas alteraciones:
Cristalino
Es otro medio transparente, pero que, al igual que la córnea, puede presentar
opacidades (cataratas). Cumple una función muy importante en la agudeza visual
al ayudar a enfocar las imágenes en la retina.
U STED puede determinar el tipo de pensamiento que las personas están gene-
rando en la medida que usted les habla. Esto suena casi como leer la mente,
y ciertamente si usted desarrolla la habilidad de leer los movimientos oculares y
los mensajes corporales se convierte justamente en eso. Imagínese las aplicaciones
y las ventajas que esto le puede proveer como vendedor, maestro, abogado, tera-
peuta, consejero y aún en el contexto familiar.
Cuando una persona procesa pensamientos en su mente, este tiene que por obli-
gación mover su cuerpo de cierta forma para poder generar pensamientos específicos.
Tome por ejemplo el proceso de recordar información: miramos hacia arriba, hacia
los lados, nos movemos, nos tocamos la cabeza y hacemos múltiples movimientos
hasta recordar la información deseada. Este es un proceso natural y necesario para
poder tener acceso a información que hemos «archivado» en nuestra mente.
De igual forma los movimientos oculares (de los ojos) indican si una persona
está recordando o creando imágenes, recordando o creando sonidos, pensando y
haciendo sentido de las cosas (razonando) o si está concentrado en sus emociones.
Esto puede ser un valioso indicador para determinar si la persona está en el modo
visual, auditivo o quinestético.
Caso 1
Caso 3
Caso 4
Caso 5
Caso 6
No hay dos iris iguales en todo el mundo y para identificar a una persona son
más seguros que las huellas dactilares.
La popularidad de la iridología ha ido en aumento gracias a los avances tecno-
lógicos en informática y fotografía.
El iris es un órgano reflejo y actúa como una pantalla de proyección del
cuerpo, pues cada órgano y su condición son reflejados en un punto exacto del
iris, lo cual permite una lectura adecuada para establecer un control de la salud.
Esto es posible gracias a las cartografías o mapas del iris que se han confeccio-
nado desde los días de Ignatz von Peczely, estudioso del iris, quien fue uno de los
primeros en elaborar un gráfico del iris publicado en 1886.
La iridología se distingue por su capacidad de descubrir los puntos y tejidos
débiles, incluso antes de la aparición del desequilibrio o alteración del órgano.
En el diagnóstico iridológico, el tono de las fibras que componen el tejido iridal
nos da una impresión general del estado de salud.
Signos tales como manchas, depósitos, baches, huecos o decoloraciones, ra-
dialidad o aberración de las fibras del iris, pigmentaciones, etc., actúan como ver-
daderos indicadores de posibles deficiencias y enfermedades.
Por ejemplo, un iris bicolor nos plantea una posible propensión a la diabe-
tes. Un parche blanco en la parte superior del iris nos indicará un proceso de en-
vejecimiento prematuro, o incluso una tendencia a la aterosclerosis, unas fibras
EL PARADIGMA NATURISTA
Dentro del naturismo el paradigma está formado básicamente por este trián-
gulo, el cual indica gráficamente la forma adecuada de cuidar la salud, fuente de
vida y longevidad en el ser humano:
ALIMENTACIÓN SANA
Esta representación piramidal nos indica una alimentación base de cereales se-
guida de hortalizas y frutas, en ese orden de importancia. En un piso superior ob-
servamos la presencia de lácteos y proteínas, y más arriba las grasas y dulces, con
sus raciones correspondientes. Es una dieta más o menos equilibrada. El naturismo
pregona la alimentación vegetariana de tipo alcalino, es decir alimentos que pre-
serven la homeostasis corporal que tiene un pH óptimo de 7,43, es decir ligera-
mente alcalina. Estos alimentos alcalinos son las frutas, verduras y hortalizas. Los
demás alimentos, incluyendo los cereales, grasas y azúcar refinado son los ácidos.
ALGO DIFERENTE
1. Deja de fumar. Si tienes este hábito muy arraigado déjame decirte que es
un punto en contra para rejuvenecer, te aconsejo que busques ayuda pro-
fesional para dejar el cigarro, ya que es el principal causante de envejecer.
2. Haz del ejercicio un hábito. Definitivamente el ejercicio rejuvenece. De-
berás incluir cardio que acelere tu metabolismo para rejuvenecer a tu piel
y pesas para no perder músculo ni hueso. De ser necesario busca un ins-
tructor para que te asesore.
3. Duerme lo suficiente. El sueño es para que el cuerpo se repare y se llene
de energía que lo conserve sano y joven. Cuando dormimos menos no al-
canza su meta y por eso nos levantamos con células viejas. ¡Ah!, pero si
dormimos más de la cuenta, entonces perdemos músculos y se nos afloja
la piel. Las horas mas rejuvenecedoras son: dormir antes de las 10:30 pm
y despertar antes de 8:00 am.
4. El estrés contra la juventud. Científicamente está comprobado que uno
de los factores que más envejece y es causante de un sinnúmero de enfer-
medades es el exceso de estrés. Pero está en nuestras propias manos la ha-
bilidad para disminuirlo. Puedes ayudarte tomando algún suplemento
anti-estrés como los adaptogénicos. Te recomiendo hacer una lista de cosas
que te estresan y borrarlas conforme las vas superando.
5. Practica la alegría pues esta te desoxida y como resultado te rejuvenece.
La alegría es un hábito y como tal deberá ser aprendido. La mejor manera
de aprenderlo es practicándolo TODOS LOS DÍAS, aunque sea una hora
diaria para comenzar. Un ejercicio súper eficaz para cuando te levantes
muy envejecida es… reírte a carcajadas. ¡Sí!, la acción vivificante y reju-
venecedora de la risa es potentísima.
6. Cuida tu piel, pues de ella depende considerablemente que luzcas joven
o vieja. No pienses que con tan solo una crema milagrosa verás súper-re-
sultados. Hazte un buen tratamiento que incluya limpiadores, equilibran-
tes del pH, mascarillas, sueros especializados para cada edad y necesidad
de la piel, humectantes y SPF.
EL ORIGEN DE LA ENFERMEDAD
1. Respiración natural
La Naturaleza nos da el agua pura como única bebida. No solo el agua cristalina
de manantiales, arroyos y corrientes subterráneas, sino el agua biológicamente.
Las aguas minerales embotelladas no siempre son recomendables, pues con-
tienen en disolución en algunos casos sustancias inorgánicas que el cuerpo no
puede asimilar y que recargan el trabajo de los riñones.
En cambio son muy recomendables los zumos y jugos naturales de frutas y
verduras, que en la actualidad pueden obtenerse fácilmente utilizando los peque-
ños electrodomésticos existentes en el mercado.
El agua y en general los líquidos deben beberse siempre saboreándolos lenta-
mente, en pequeños sorbos y en cantidades moderadas, a la temperatura natural,
nunca excesivamente fríos o demasiado calientes.
El agua es el gran disolvente natural. Un vaso de agua en ayunas por la mañana
y otro antes de acostarse, son el perfecto depurativo, manteniendo limpios, activos
y sanos los riñones, estómago e intestinos. No se recomienda beber líquidos en las
comidas, pues diluyen los jugos digestivos y alargan las digestiones.
El agua es totalmente indispensable para el buen funcionamiento del cuerpo
humano, del que es el componente más abundante (el 70% en peso). Diariamente
se necesita reponer de un litro a un litro y medio de agua para que el cuerpo des-
arrolle naturalmente sus funciones. Todas las extralimitaciones, tanto por exceso
como por defecto, son perjudiciales. Por defecto produce calambres, debilidad,
hipotensión y finalmente la muerte.
Las aguas hervidas y las de lluvia pueden servir para un caso de apuro, pero no
son recomendables, por carecer de los indispensables elementos minerales, que al
no poseerlos, los roban del cuerpo pudiendo causar desmineralización del mismo.
Al igual como ocurre con el aire, también la piel es un importante vehículo de in-
tercambio de agua en el cuerpo. Durante los baños de sol y de aire, es especialmente
importante que la piel entre frecuentemente en contacto con el agua para que no sufra
una deshidratación y para favorecer la apertura de los poros y facilitar la transpiración
y eliminación de toxina. En épocas de calor o bien después de haber realizado ejercicios
físicos fuertes que han calentado enérgicamente el cuerpo, es recomendable y placen-
tero vestirse teniendo aún el cuerpo humedecido con el agua del baño o ducha.
3. Alimentación natural
4. Ejercicio natural
5. Descanso natural
6. Vestido natural
El ser humano tiene la piel apropiada para estar en permanente contacto con
el aire y los demás elementos naturales, disponiendo de la estructura conveniente
para obtener provecho de los mismos para la realización de las funciones vitales.
De ello se deduce que el hombre debiera vivir desnudo mientras las condiciones
ambientales se lo permitieran, y en caso negativo, con solo prendas naturales in-
dispensables para protegerse convenientemente sin aislarse de los elementos na-
turales que son fuente de salud y vida.
La piel, con sus millones de poros, tiene una doble función: eliminadora y ab-
sorbente. A través de la piel se elimina normalmente como una tercera parte de
los desechos orgánicos que se eliminan por los riñones. Cuanto más activa es la
función eliminadora de una persona a través de su piel, menos se recarga el tra-
bajo de sus riñones, ventaja muy apreciable, ya que estos son mucho más delica-
dos que aquella. Por este motivo es muy recomendable realizar cada día una
buena transpiración, mediante ejercicios físicos o bien otros medios (sauna, baños
de vapor, etc.).
La piel humana tiene también una importante función absorbente nutritiva,
recibiendo agua, oxígeno del aire, calor y luz del Sol e incluso otras energías cós-
micas aún no bien estudiadas.
7. Ambientación natural
8. Medicina natural
Existe una ley natural llamada «de la conservación del individuo y de la especie»
que actúa en diversos aspectos del individuo y de la sociedad, influyendo podero-
samente en su conducta respectiva. Dentro de esta ley, la fuerza vital tiende siempre
a conservar la integridad y normalidad funcional del individuo.
La Medicina Natural se basa en el aprovechamiento de esta fuerza vital, de
acuerdo con el pensamiento fundamental e imperecedero de Hipócrates, llamado
con razón el padre de la Medicina y que, hace más de dos mil años, estableció con
la frase: «Natura conservatrix et medicatrix».
Esto significa que, tanto en caso de trastornos crónicos como en el de crisis
agudas, se debe dejar obrar a la Naturaleza sin interferir sus designios ni paralizar
su acción con la administración de drogas tóxicas, sino encauzar y ayudar las re-
acciones defensivas del organismo, facilitando estas y los síntomas eliminatorios.
Como señala el escritor naturista Domingo G. Bellsolá, a la curación de una
enfermedad se puede llegar por el sistema alopático, terapéutica represiva o vio-
lenta, que emplean muchos médicos: intervenciones quirúrgicas, drogas, produc-
tos de la industria química farmacéutica, etc., o por la terapéutica natural, que solo
se vale de ayudar a la fuerza natural o vis medicatrix de cada individuo, con estí-
mulos o excitantes sacados de la propia Naturaleza. La resolución con el primer
sistema suele ser más espectacular que con el segundo, que no daña nunca, que es
quizá más lento, pero más seguro, ya que se dirige a cambiar y eliminar las causas
perturbadoras que dan pie al desequilibrio biológico.
En efecto, el cuerpo humano, ayudado por la Naturaleza mediante la sabia apli-
cación de los agentes naturales, tiende a recuperar su equilibrio funcional y, por
lo tanto, la salud perdida. La intervención de agentes extraños a la Naturaleza, aun
cuando puede producir la curación de determinada dolencia o eliminar determi-
nados síntomas y molestias, en realidad está introduciendo en el cuerpo humano
nuevas causas de desequilibrios que se manifestarán en plazo más o menos lejano.
Como dice el naturópata Joan Amigó Barba, el hombre es una criatura inteli-
gente y, por lo tanto, tiene una mente que cultivar.
Todo hombre que quiera tener salud perfecta y equilibrio mental y emocional
debe no solo observar el principio del ejercicio físico sino también del mental.
Cualquier miembro que no se utilice se atrofia y degenera si no se emplea correc-
tamente. La mente es una facultad que debemos cultivar si queremos que esté sana
y equilibrada. La limpieza de la sangre es vital para manejar las emociones nega-
tivas del ser humano.
Quienes solo piensan en cuidar y ejercitar el cuerpo y descuidan la mente no
pueden llegar nunca a tener un equilibrio entre ambos. Del mismo modo, quienes
solo se preocupan de cultivar su mente y descuidan el cuerpo tampoco son per-
sonas equilibradas, pues el cuerpo tiene relación e influencia directa en la mente
y la mente en el cuerpo. Solo el cuidado y el desarrollo armonioso de ambos puede
dar como resultado el hombre equilibrado, sano, feliz, bueno y perfecto.
La lectura es uno de los medios con que se puede cultivar la mente. Se dice:
«uno es lo que come» y «uno es lo que lee». Ambos asertos pueden ser verídicos
pues el hombre se va formando de lo que come, y según la calidad de los alimentos
así será su sangre, sus músculos, sus nervios e incluso sus huesos. También la mente
depende del alimento que tome diariamente, o sea de lo que se lea, estudie o medite
cada día.
Antes que existiera la televisión se leía mucho más que ahora. Invadiendo la
intimidad de los hogares, los programas de la pequeña pantalla han desterrado la
lectura, que se limita casi por completo a las publicaciones periódicas. La pésima
calidad de dichos programas repercute deteriorando el nivel cultural de las masas
y favoreciendo la bestialidad, el alcoholismo y la delincuencia, cada día en au-
mento. Desgraciadamente, ahora puede decirse: «uno es lo que ve en la tele». Los
hechos lo confirman, y por esto nuestra repulsa a la televisión actual.
El naturista ha de considerar que, para tener buena salud, es indispensable la hi-
giene tanto física como mental. Limpiemos a menudo nuestra piel y cambiémonos
frecuentemente de ropa, respiremos siempre aire puro y mantengamos nuestras casas
limpias y soleadas. Pero observemos, sobre todo, una correcta higiene mental. Lo
natural es pensar correctamente. Es la mejor higiene mental y física que uno puede
observar, la cual dará tono y vigor a todo el ser. El estudio, la comprensión y la me-
ditación sobre las perfectas leyes que rigen la Naturaleza son el mejor antídoto contra
cualquier infección o enfermedad de nuestro cuerpo, nuestra alma o nuestro espíritu.
En cambio, donde no hay pensamientos elevados y altruistas, sino codicia, odio,
fanatismo o crueldad, no puede haber buena conciencia. Y quien no tiene buena
RESUMEN
La salud es muy importante como para dejarla solo en manos de los médicos.
El organismo es una línea racional acorde con la naturaleza; tiende con su capaci-
dad de recuperación a neutralizar las alteraciones generadas por las enfermedades
que sufre la persona, debiendo tener siempre presente que todas las alternativas
para sanar son válidas.
Aflojamiento: Señal de debilidad del tejido del iris que presenta fibras deshila-
chadas.
Ángulo de Fuchs: Denominación en oftalmología de la zona de la corona nerviosa
autónoma.
Anillo cutáneo: Zona circular más periférica del iris, cuya representación somática
es la piel.
Anillo de azúcar: Disposición del reborde pupilar que puede sugerir trastorno
diabético
Anillo del colesterol: Signo circular de opacificación de la córnea, en la zona pe-
riférica del iris.
Anillo de neurastenia: Reborde pupilar rojizo indicativo de excitación neurove-
getativa.
Anillo nervioso: Signos en forma d arcos que se presentan en la mitad periférica
de la zona ciliar en el iris.
Arco senil: Opacificación de la corona que se inicia en la zona superior aumenta
con la edad.
Cámara anterior: Cámara del globo ocular situada entre el cristalino y la corona,
en la cual se sitúa el iris.
Cámara posterior: Cámara del globo ocular que contiene el humor vítreo, situada
entre la retina y el cristalino.
Capas germinales: Son el endodermo, el codermo y el mesodermo; en ellas se
desarrollan todos los tejidos del cuerpo.
Catarro: Tendencia catarral eliminatoria de la piel y las mucosas.
Cerco de costra: Denominación clásica del anillo cutáneo.
Collarete: Denominación utilizada por la escuela francesa para definir la corona
nerviosa autónoma.