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CURSO
IRIDOLOGÍA

«Iridodiagnosis y esclerología»

ESCUELA SUPERIOR DE TÉCNICAS


Y ESTUDIOS AVANZADOS
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su distribución a través de Internet. Reservados
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Queda expresamente prohibida su reproducción,
copia o distribución en parte o la totalidad de la
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ETSEA
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UN POCO DE HISTORIA

La iridología nació cuando un joven húngaro Ignaz von Peczely, «tro-


pezó» por casualidad, cuando solamente tenía 10 años, en 1836, con sus
hechos básicos. Y decimos «tropezó» porque era muy niño aún para poder
darse cuenta de la importancia del descubrimiento realizado, mientras ju-
gaba en el jardín de su casa, con un enorme búho que había encontrado.

Muy contento lo por el hallazgo cogió fuertemente el ave y mientras


ésta intentaba escapar a la vehemente sujeción del muchacho, le clavó sus
espolones en la mano y von Peczely, para poder librarse de sus garras, le
rompió involuntariamente una pata.

Dió la casualidad de que el asustado muchacho estaba mirando en


aquel momento muy fijamente uno de los grandes ojos del búho, y así
observó como súbitamente aparecía una marca o mancha negra en la re-
gión baja central del iris. El iris del búho es normalmente de color amarillo
claro, pero se vuelve de tono anaranjado cuando se enfurece.

Esta área oscura que apareció a consecuencia de la fractura de la pata,


según averiguó más tarde el muchacho, correspondía a la de la fractura de
la pata.

Peczely, compadecido del búho le entablilló y vendó la pata rota y


cuidó del ave, llegando a convertirla en una animal domésticado. Tr a t ó
luego de cuidar y de amansar al búho, pero aquella mancha negra intrigaba
la mente fértil del chiquillo y la fue observando a medida que iba sanando
la fractura. Su curiosidad se despertó aún más al darse cuenta de que más
adelante la mancha negra tenía un reborde blanco y sobre la misma se
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formaba incluso una película blancuzca. Aunque él lo ignorase entonces,


ésta correspondía la formación del tejido cicatricial, no sólo en la fractura
de la pata, sino en el estroma del iris, indicando así la conexión existente
entre éste y la lesión de la pata. Más tarde observó que la mancha se había
vuelto completamente blanca, y ello se correspondía con la completa cura-
ción de la pata, llegando a tener de nuevo con el tiempo el iris completa-
mente limpio.

El incidente propició un verdadero impacto en la mente del futuro


doctor, el cual fué familiarizándose con otros signos, a medida que comen-
zaba a observar otros ojos, no solo de animales, sino ya de seres humanos,
buscando las correspondientes marcas en el iris. Pronto se convenció de
que las condiciones anormales en el cuerpo del hombre y los animales
estaban refejadas en el iris.

En 1848, von Peczely, cuando era ya estudiante, vióse mezclado en el


movimienhio revolucionario de su país y fue detenido como cabecilIa y
agitador. En la cárcel tuvo tiempo más que suficiente para reflexionar so-
bre la teoría que acariciaba su mente y muchos de sus compañeros de cár-
cel le sirvieron gustosamente de modelos para poder comprobarla, deján-
dole que observara sus ojos y estudiara sus padecimientos orgánicos.

Pronto se convenció completamente de la importancia fisiológica del


iris, y cuando logró la libertad continuó estudiando Medicina.

A fin de poder desarrollar sus teorías y afianzar sus argumentos y


descubrimientos, entró como interno en una de las salas quirúrgicas del
Hospital del Colegio de Médicos de Budapest, donde pudo estudiar infini-
dad de casos de lesiones orgánicas, y bastante también sobre la destruc-
ción quirúrgica de tejidos en todas las partes del cuerpo humano.

Observando el iris antes y después de una operación, pudo identificar


y establecer los diversos sectores del iris y relacionarlos con determinadas
partes y órganos del cuerpo. Estas observaciones le permitieron completar
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el primer gráfico ocular del iris y su correspondencia con las lesiones cor-
porales.

Comenzó entonces a diagnosticar a las personas que le rodeaban y se


prestaban voluntariamente a ello, y este estudio cada vez más amplío le
reafirmó en sus convicciones. Muy pronto se extendió por Hungría la fama
de sus acertados diagnósticos, y la gente acudía a él desde todos los ricones
del país. Pero cómo sucede en tantas ocasiones históricas, al ver sus éxitos
entraron en acción los envidiosos de turno, y un médico y dos administra-
dores de la «Ley Cristiana» le prohibieron diagnosticar pacientes, por no
ser todavía Doctor en Medicina.

El médico llegó a acusarle: «Es usted un charlatán que pretende leer


las enfermedades de la gente en los ojos». A lo que Peczely replicó, des-
pués de examinar sus ojos con su consentimiento: «Doctor, usted ha pade-
cido ciertas enfermedades (nombrándoselas) que han sido tratadas equi-
vocadamente, ¿no es cierto?» El médico, muy sorprendido, tuvo que ad-
mitir la verdad del aserto de von Peczely y no volvió a hablar más defrau-
de.

En 1880 von Peczely publicó un libro titulado: «Descubrimientos en


el reino de la Naturaleza y en el Arte de curar». En dicha obra expuso,
entre otras cosas, que el azul celeste es el color del iris normal de los arios,
(raza indo-caucásica) y que el tratamiento ortodoxo alopático de las enfer-
medades con exceso de medicamentos o drogas hace que el color del iris
se vaya oscureciendo.

Sus extensas observaciones, efectuadas durante largos años, habían


establecido las pruebas de que la amputación o destrucción quirúrgica de
tejidos estaba siempre indicada en el iris por una mancha negra, en el mo-
mento de producirse, y por la aparición posterior de un borde claro irregu-
lar que aparecía y se iba desarrollando, así como un entrelazado de rayas
blancas, a medida que pasaba el tiempo y se curaba la amputación o extir-
pación causada por la cirugía.
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También demostró que los medicamentos de uso corriente en aquella


época producían en ciertas partes del iris cambios de coloración, y que, al
parecer, cada una de las drogas, como la quinina, yodo, bromuros, etc., tan
usadas en aquel entonces, tenían una cierta afinidad hacia determinados
órganos.

Desde que dio a conocer sus descubrimientos al mundo, fueron mu-


chos los científicos y observadores concientes, tanto en Austria como en
Alemanía, Suecia y América, que dedicaron sus vidas al estudio y perfec-
cionamiento de esta maravillosa ciencia.

Entre sus seguidores más destacados en Europa está el clérigo sueco


que se hizo más tarde homeópata, Reverendo Niels Liljequist, quien hizo
de la iridología el trabajo de su vida, y quien además de perfeccionar la
obra de von Peczely, mejoró el gráfico del iris que aquel había confeccio-
nado y fue el primero que describió los signos correspondientes al envene-
namiento por drogas.

Liljequist, en los primeros años de su juventud habla padecido de una


terrible malaria y por consiguiente de los envenenamientos causados por
el uso abusivo de la quinina (quininismo agudo), debido a que había toma-
do grandes cantidades de dicha droga. Después de su iniciación en la
iridología se dio cuenta de la relación existente entre la coloración amari-
llenta de sus ojos y el envenenamiento crónico por la quinina. Esta obser-
vación le indujo al estudio de la relación de otras pigmentaciones coloreantes
con las diferentes formas de envenenamiento por drogas, tales como:
Iodurismo, mercurialismo, bromurismo, envenenamiento por el arsénico,
etc.

Otro entusiasta e importante discípulo de von Peczely fue el médico


berlinés doctor August Zoeppnitz, que editaba la revista “Die
Homeopatische Monathsblatler”, revista en la que publicó un gráfico de
von Peczely en el año 1886.
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Anteriormente, Hahnemann había también tenido la premonición de


la influencia del “tejido ocular” sobre los distintos órganos del cuerpo.
También el doctor Pelen Johannes Thiel y el Pastor Felke lograron valio-
sas aportaciones en el campo de la iridología en Alemania, y llegaron a ser
famosos como diagnosticadores y médicos por la terapia natural.

Las obras del doctor Thiel fueron traducidas del alemán al inglés, va-
rios años después, por el doctor Fred. W. Collins, de Nevark, New Jersey,
en los Estados Unidos de América, a finales de la primera guerra mundial.

Thiel está aun hoy considerado como la máxima autoridad en Iridología


del mundo y su constructiva filosofía se considera totalmente veraz en la
actualidad. Supo presentar la ciencia iridológica de una manera lógica y
comprensiva. Vivió su mensaje y practicaba aún la iridología a la edad de
90 años.

En 1903 el doctor H.W. Anderschou, de Noruega, publicó un tratado


de iridología en noruego. Más tarde se trasladó a ejercer su profesión a
inglaterra y allí tradujo al idioma inglés el primero de sus muchos escritos
sobre iridología publicados luego en Gran Bretaña.

En realidad, la primera publicación escrita en inglés sobre iridología


fue la del doctor Henry Land; era un médico alemán que emigró a Améri-
ca a principios del siglo XX y se desligó totalmente de su tierra natal cuan-
do cambió incluso su apellido por el de Lane. Su libro titulado “La diag-
nosis por el ojo”, se publicó en 1904.

La siguiente publicación notable, vertida al inglés, la hizo un inteli-


gente estudiante y discípulo del doctor Lane: el título fue “Iridodiagnosis”
y su autor, el doctor Henry Lindlahr, fue en 1917 el fundador de un impor-
tante sanatorio de medicina natural que se creo en Estados Unidos.

Otro aventajadísimo discípulo del doctor Lane y colaborador activo


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del doctor Lindlahr, fue el doctor Haskel Kritzer, también doctor en medi-
cina. Este publicó un libro de texto sobre iridodiagnosis, en Estados Uni-
dos, en el año 1921. El doctor Haskel Kritzer se dedicó a la investigación
independiente, tarea en la que le ayudaron los doctores Charles W. A lien
y John Decquer.

También en Francia y bajo el título “El Diagnóstico de las enferme-


dades por los ojos», publicó el doctor León Vannier un interesante libro
que fue también una notable guía sobre «Iridoscopia e Iridografía». Edi-
tado en 1923, señalaba ya algunas diferencias entre los gráficos de von
Peczely y sus discípulos, gráficos cuyo paralelismo demuestra que, aún
con sus escasos conocimientos, no iba von Peczely del todo desencamina-
do acerca de las localizaciones de las áreas, localizaciones que después de
los modernísimos estudios y observaciones realizados, y gracias a los mo-
dernos métodos y aparatos de investigación, han sido ligeramente modifi-
cadas ultimamente confiriendo una mayor seguridad y confianza en el diag-
nóstico.

Estos doctores publicaron también un importante libro sobre iridología,


en el que se habían insertado láminas en colo, con los estudios y resultados
efectuados para fotografiar el iris en su color natural. Apoyados, tanto él
como su obra, por numerosos practicantes y seguidores de esta ciencia, se
fundó allí mismo una sociedad iridológica sumamente importante.

También en Francia, el eminente médico homeópata francés citado,


doctor León Vannier (1888-1963), realizó profundos estudios sobre
iridología, además de notables estudios sobre isoterapia, organoterapia y
homeoterapia, estudios cuyos valores científicos fueron reconocidos en
febrero de 1964, un año después de su muerte, en el que sus admiradores y
amigos le tributaron un merecido homenaje, publicando en su honor un
número de la revista «L‘Homeopathie Francaise».

El doctor Wermuth, de Suiza, dice en su obra respecto al diagnóstico


por el iris: “Como introducción a este breve comentario respecto a traba-
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jos irídicos, quiero basarme en experiencias personales y exponer la rela-


ción existente entre el iris y sus signos, con los diferentes órganos corpo-
rales. Para ello he elegido de entre el mundo vegetal, el maíz. Cuando
éste empieza a florecer y a formar mazorcas, vemos cómo de cada una de
las mazorcas en formación sale un manojo de blancos espermatozoos.

Cortando estos espermatozoos por delante de la mazorca, transversal-


mente, se obtendrá una imagen sorprendentemente parecida al iris. Así
como en la mazorca de maíz cada grano contiene su propio espermatozoo
y necesita luz para crecer, también de forma parecida en el cuerpo huma-
no cada órgano tiene sus fibras nerviosas que se nutren exteriormente con
la energía de las porciones de luz, pues sin luz no podrían existir la mayor
parte de los seres vivos.

Si se les cortan a las mazorcas, durante su florecimiento o madura-


ción, los espermatozoos o se quitan del todo, se atrofiaran los granos y así
no salen ni crecen. En forma análoga, debe imaginarse la acción de los
nevios en el hombre; si el cuerpo humano sufre alteraciones en las cuales
naturalmente se cortan algunas fibras nerviosas, se podrán ver por
consiguientemente en el iris, y siempre en los mismos puntos correspon-
dientes, modificaciones adecuadas».

También el doctor Paul Wermuth, especialista en el «Diagnóstico por


los ojos», publicó un estudio sobre “Historia, Naturaleza y Evolución del
diagnóstico ocular.

Asimismo el americano Dr. Benedicto Lust, padre de la zumoterapia,


fue un inteligente y sutil seguidor del iridodiagnosis, y contribuyó mucho
al desevolvimiento de dicha ciencia a lo largo de su vida, publicando mu-
chos artículos y creando un «Curso especializado de iridología gnóstica»
en su Escuela de Naturopatía en Nueva York. El libro que el doctor Lust
escribió para los alumnos de «The American School of Naturopathy», fue
muy solicitado.
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Pero en realidad fue el doctor Stanley Lavidson quien extendió en


Inglaterra esta ciencia entre sus colegas, y quien escribió además un inte-
resante fascículo sobre iridología.

En Australia, fue F.C. Roberts quien, ayudado por algunos colabora-


dores, introdujo esta ciencia entre cierto número de terapeutas. No obstan-
te, el más importante avance logrado desde la segunda guerra mundial
hacia nuestros días en iridología, ha tenido lugar gracias a M.C.H. Blakmore
y sus colegas.

A estos estudios y a los efectuados también en Australia por el doctor


H.S. Grimes, debemos gran parte del influjo que ha ejercido en España la
iridología, por mediación del doctor en medicina Vicente Lino Ferrandiz,
cuya obra «Iridodiagnosis» ha alcanzado resonancia mundial, y es conoci-
da en casi todo el mundo.

En 1954, en Alemania, el profesor del Instituto de inidología de


Etlingen, profesor Deck, publicó en colaboración con el doctor Franz Vida,
una monumental obra sobre iridodiagnosis, y en 1967 el profesor Deck
escribió y publicó otra documentada obra con grabados a todo color, cons-
tituyendo un buen testimonio didáctico, y perseverando en su labor de ir
reuniendo médicos y terapeutas interesados en la iridología en su curso o
escuela anual, por medio de lecciones preliminares, medias y superiores.

En 1920 publicóse en España el primer libro sobre iridodiagnóstico


escrito por el profesor A. Vander, prestigioso especialista en esta materia y
en el campo de la Medicina Natural, quien tiene en su haber una vasta
bibliografia sobre este tema. También en idioma portugués tenemos varios
autores, destacando entre los más importantes el doctor Fausto Pereira Lage
con su «Iridiagnose» en su tesis doctoral presentada en la Facultad de
Medicina de Oporto en octubre de 1919, que le valió el titulo de doctor en
Medicina.

También en España, el doctor Eduardo Alfonso, autor de varias obras


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sobre Medicina Natural, en su libro “Cómo cura la Medicina Natural»


expone con sencillez el significado del diagnóstico pon el iris, a modo de
«señales transmitidas por el nervio ciliar corto al tercer par craneal y por
el ciliar largo del sistema nervioso simpático, que al poner al iris en co-
municación con el ganglio cervical superior del simpático y con el gan-
glio oftálmico del parasimpático, en realidad lo pone en conexión nervio-
sa con todo el organismo».

Asimismo, el doctor oftalmólogo Bidaurrázaga escribió una obra muy


interesante sobre iridología que se agotó por completo. Sus razonamientos
son tan exactos, que nadie puede dudar nada de lo que allí expone para el
médico práctico. Otra obra muy interesante es la del doctor Augusto Valente
de Almeida, médico del Hospital de Gamboa y subinspector del Servicio
Sanitario Marítimo de Rio de Janeiro. Su experiencia en el tratamiento de
las enfermedades de los ojos le valió para demostrar el significado de las
manchas o señales halladas en los mismos. Consideraba este médico que
el iris constituía un fundamental reflejo individual del estado orgánico del
paciente, de su constitución y de sus enfermedades. Toda mancha o señal
indica nos advierte de un trastorno leve o grave. También nos habla el
citado autor acerca de la influencia del clima, con demostraciones precisas
sobre el color de los ojos, la forma del contorno de la cabeza y sobre las
condiciones y características físicas, intelectuales y morales.

Otro ilustre médico, el profesor doctor Arthur de Vasconcellos Outiz,


realizó un estudio importantísimo en la descripción de las señales y
coloraciones irídicas y en el afirmaba:

«El diagnóstico por el iris de las dolencias del cuerpo, constituye una
doctrina llena de exactitudes, continuada por sabios maestros e ilustres
profesores, por su valor clínico, en la necesidad de buscar la salud de los
enfermos».

Hans Struck y Eva Flink escribieron la obra «Manual Práctico de


Irisdiagnóstico», que fue traducida al castellano. En ella se exponen 47
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ejemplos prácticos para conocer el diagnóstico por el iris. La «Introduc-


ción al estudio de la iridología Científica», por el doctor Fontier-Bernoville,
constituye un pequeño tratado de iridología, pero muy grande en profundi-
dad científica.

Finalmente, el profesor G. Jausas, de origen francés, publicó también


su obra «Traité Practique d’Inidologie Medicale», muy práctica y fácil de
entender, siendo muy recomendable para los estudiantes y médicos no prác-
ticos en el diagnóstico por el iris.

También diremos que existe el tratado “Irisdiasnogstike», del que son


autores: Dr. P.A. Jaennsch, de Essen; Dr. J. Rohen, de Mainz; Dr. E. Schreck
de Erlangen, y el Dr. B. Huerkanm, de Gottingen (Alemania). Sus des-
cripciones científicas resultan muy importantes e indispensables para ob-
tener una buena técnica en el diagnóstico por el iris. También ocupa un
lugar destacado, la magnífica y bien documentada obra del doctor Bernard
Jensen de E.E.U.U., pues constituye un testimonio en favor del iridodia
gnosis. Como doctor en quiropráctica y como naturópata, el Dr. Jansen
hace uso continuado del diagnóstico por el iris, proporcionándole conti-
nuos éxitos profesionales. Muchos pacientes han recuperado su salud, o
sus energías, en su “Rancho de la Salud”, en Escondido, California, donde
también se dan cursos de lecciones sobre Nutrición y Vida Sana.

En la actualidad en España existen muy buenos iridólogos. Aparte de


uno de los pioneros de esta ciencia en nuestro país, el doctor médico V.L.
Ferrándiz, desgraciadamente ya fallecido, contamos con el naturópata, os-
teópata y antropónomo de Zaragoza Prof D. Felipe de Torres y del Solar,
quien atesora casi sesenta años de práctica inidológica. Su gráfico de
iridología es en la actualidad el más completo de cuantos se han publicado
hasta la fecha.
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EL DIAGNÓSTICO POR EL IRIS

El iris es, como sabemos, la parte coloreada del ojo, por cuyo motivo
se le dio precisamente su nombre, en alusión al arco iris o arco coloreado
de siete colores.

Pero anatómicamente el iris es solo una membrana, derivada de otra


membrana mayor, llamada coroides, que, al entrar en la cámara anterior
del ojo, forma delante del cristalino un tabique circular, con un agujero en
su centro, y este agujero u orficio es la pupila llamada vulgarmente «niña
del ojo».

La función del iris es graduar el paso de la luz a través de la pupila,


cerrando o abriendo este orificio, análogamente a como funciona el
diafragmo de una cámara fotográfica. La cara o superficie posterior del
iris está tapizada por la retina, membrana de estructura nerviosa formada
por la expansión o reticulación de las fibras terminales del nervio óptico.

De lo dicho se infiere, para mayor claridad, que el iris es el segmento


circular anterior de la coroides, que está colocado verticalmente delante
del cristalino. El iris mide de doce a trece milímetros de diámetro y tres
décimas de milímetro de espesor, por término medio, según la constitución
del individuo.

La anatomía particular del iris es más complicada de lo que parece,


pues, no obstante su delgadez de tres décimas de milímetro por término
medio (aunque puede ser más delgada o más gruesa,), consta de cinco
capas, que de delante hacia atrás son:
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1.- La capa o superficie endotelial, en contacto con el humor acuoso.

2.- El estroma o tejido propio del iris, constituido por una trama de
tejido conjuntivo muy fino y esponjoso, que contiene las células colorea-
das o cromatóforas, las fibras musculares, y muchos filamentos nerviosos
y vasos sanguíneos y linfáticos.

3.- En lo profundo de esta capa hay una fajita anular, compuesta de


fibras musculares, a manera de esfínter, que al contraerse y dilatarse, con-
trae y dilata la pupila. Cuanto más intensa es la luz, más se contrae ésta.

4.- La membrana basal, así llamada por estar formada por un tejido
conjuntivo muy recio, y que constituye el armazón donde se asienta el
estroma.

5.- La capa de pigmento posterior, que se encuentra formada por dos


hileras de células epiteliales, de color púrpura oscuro, que contactan con
las de la capa posterior de la membrana basal.

DENSIDAD DEL IRIS

La densidad del estroma es la medida de lo que solemos llamar


vItalidad, tono, poder de resistencia, fuerza constitucional o capacidad de
recuperación. Y la densidad está por encima del color en un orden de im-
portancia.

Por medio de la densidad es posible determinar la prognosis de una


constitución, así como los “senderos” interiores de la enfermedad. Las va-
riaciones de densidad determinan la extensión de la misma enfermedad.
Se considera densidad normal cuando las estructuras que forman el estroma
y la extensión del endotelio del iris están desarrolladas normalmente y
dipuestas ordenadamente para que descansen en capas suaves e iguales,
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como las fibras de un tejido perfectamente urdido.

Cuando la capa de células endoteliales que cubren el estroma está


intacta, el iris es entonces de densidad normal y su superficie presenta una
claridad cristalina, con la apariencia brillante del topacio o del nácar.

Un iris de esta calidad es regla general en los animales que viven en


libertad, pero es muy raro encontrarlo entre los seres humanos. El endotelio
de la superficie es muy frágil, apareciendo solamente en ejemplares nue-
vos o en individuos jóvenes y con mayor dificultad en el iris humano que
en el iris animal.

Estos ojos suelen verse en gatos, pero nunca en los perros, debido a
que el gato se ajusto con tesón a su modo natural de vida, mientras que el
perro se adapta rápidamente a los hábitos no naturales de su amo, y por
tanto es más propenso a la enfermedad que cualquier otro animal, a excep-
ción del hombre.

Pudiera decirse que la densidad o textura del iris es perfecta si el


endotelio de la superficie está intacto, caso raro, y las fibras del estroma
subyacente no pueden verse, pues el patrón o medida de densidad o textu-
ra se determina por el grado de perfección o imperfección del estroma y
del endotelio de la superficie. La densidad implica uniformidad o finura
de textura de las fibras radiales.

Cuanto más desigual, suelto, irregular y abierto sea el trazo de las


fibras radiales del iris, más pobre será su densidad o textura. He aquí por-
que el grado de densidad indica el nivel de vitalidad y tono general, pero al
juzgarla no hemos de tener en cuenta cualquier defecto de color, ni los
puntos, círculos o decoloraciones.

El color indica rasgos hereditarios y en parte el grado de pureza o


impureza de la sangre y tejidos; puede distinguirse de la densidad debido a
que se relaciona con una superposición de las capas del tejido del estroma
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que, en realidad, en muchos casos son depósitos de sustancias no naturales


en los tejidos corporales del iris, retenidos en sus áreas, y relacionados con
las partes afectadas del cuerpo. Algunos autores las denominan sustancias
extrañas, y corresponden a las toxinas.

DENSIDAD DEFECTUOSA

Según el profesor Thiel, la densidad defectuosa se determina con un


estudio comparativo entre el ojo sano y el ojo enfermo. El círculo existente
alrededor de la pupila (área del estómago) muestra, en la mayoría de ojos,
unos hilos equidistantes suaves, que van en una misma dirección, o sea,
desde el ángulo recto del ojo hacia el margen de la pupila, como los radios
de una circunferencia. En las personas de estómago sano, estas fibras estan
equidistantes una de otra, como los radios de una pequeña rueda que rodea
la pupila o los radios de una bicicleta. Cuánto mas sano está el organismo,
más recto es el curso de estas radiaciones.

Así, la distancia entre radios aumenta a medida que se extienden ha-


cia la periferia, y estas distancias o espacios entre los radios se llenan a
veces con otras ramas. Cuanto más densa sea esta formación de fibras,
mayor y más resistente será el tejido muscular del cuerpo, y más firme será
la piel y las mucosas internas y externas.

Si las fibras están muy sueltas, separadas e irregulares ello denota una
estructura más floja de lodos los órganos del cuerpo, y como consecuencia
de ello, mayor será la flacidez de la piel y la relajación muscular; los poros
de la piel estan trastornados, en invierno escalofríos continuos y en verano
sudor constante, con sensación intensa de cansancio, propensión al reblan-
decimiento de los huesos, con raquitismo en los niños; existe embotamien-
to total glandular, así como de todos los órganos, con pronunciada propen-
sión a la dilatación de todos ellos: dilatación cadíaca, dilatación gástrica,
dilatación hepática, así como renal y cerebral.
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Según la posición de estos signos, ello nos demostrará que órgano en


particular sufre dolores o molestias, debido a esta pérdida de vitalidad.
Estas formaciones resultan a través de una unión o separación de las fibras
de las capas superiores que, cuando se unen, forman fibras más gruesas,
que se elevan por encima del tejido circundante y están iluminadas más
brillantemente por una luz de origen externo y por lo tanto aparecen más
brillantes.

Cuando las fibras de las capas superiores están separadas, se pone al


descubierto la capa subyacente, que entonces aparece más pobremente ilu-
minada y algo sombreada, como por una luz de origen externo. Cuando las
fibras de la segunda capa se separan, dan como resultado un mayor daño y
lesiones más profundas, oscureciendo el sombreado y dejando al descu-
bierto la tercera capa.

En la densidad, cada irregularidad significa un desorden corporal en


la zona correspondiente. Por tanto, cuanto más jaspeado o revuelto está el
iris, menor será la vitalidad. Si tenemos en cuenta que los pigmentos de
color anormal representan en el iris impedimentos de materia morbosas o
extrañas en el organismo, ya que la densidad denota el grado de integridad
y tono de los tejidos, el color y la densidad combinados, indican el grado
de:

1.- Histaminas y resistencia física.


2.- Resistencia vital a la enfermedad.
3.- Poder recuperador y respuesta al tratamiento.
4.- Esperanza de vida, tanto en formas naturales como no naturales
de vida.

Otro análisis posible es el de que el color del iris indica los grados de
pureza de los fluidos y tejidos del organismo, mientras que la densidad
denota la fuerza y tono de los tejidos. Por la calidad que su constitución
indica puede calcularse la esperanza de vida de una persona. Aunque, a
veces, las personas de constitución frágil, cuidan más su salud y sobrevi-
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ven a las de más vigorosa constitución.

Útil será recordar ahora las palabras del doctor Lindlahr, respecto de
los defectos y significados de la densidad:

«En un iris de densidad defectuosa, las fibras musculares y los ner-


vios en la capa de la superficie y en el estroma, estan desigualmente desa-
rrollados y mal dispuestos, algunos abultados, otros hundidos o casi bo-
rrados, torcidos, arrollados y entremezclados
Hay áreas cuyas fibras están apelotonadas en manojos; en otras áreas
estan totalmente desplazadas, de modo que las capas subyacentes, más
oscuras, quedan al descubierto, dándoles la apariencia de sombreados
oscuros y manchas negras
En determinados casos, el desplazamiento es tan profundo que los
orificios dejan al descubierto la capa oscura de pigmento. “Esto ocurre
frecuentemente después de heridas graves y fracturas que traen consigo
la pérdida de los tejidos. Un orificio así, en el iris, fue la mancha oscura
que apareció en el ojo del buho, lo que llevó al muchacho Peczely al des-
cubrimiento de la ciencia iridológica.
Así pues, debemos recordar siempre que el iris de defectuosa densi-
dad presenta el color, el grano y la contextura de apariencia desigual y
moteada. Como sea que todo signo, marca o decoloración en el iris, indi-
ca algún estado anormal del cuerpo, queda claro el porqué la densidad
defectuosa indica una vitalidad disminuída y una resistencia debilitada.
Un iris denso y fino indica densidad y firmeza de tejidos en el cuerpo,
y viceversa. En otras palabras, el grado de densidad indica y corresponde
al grado de vitalidad y al tono general del organismo. Como sea que la
densidad indica solamente en la trama del iris, la costra del borde, de las
señales de medicamentos, rosario linfático y manchas de picazón, no se
toman en consideración al determinar el grado de densidad».

Ante tales hechos, debemos recordar que cuando la densidad es de-


fectuosa o anormal, las largas fibras radiales del estroma, en vez de yacer
de manera ordenada y uniforme, están desarrolladas en forma irregular y
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mal dispuestas, ya que algunas aparecen abultadas, otras hundidas, y otras


retorcidas, dobladas, dentadas y a veces son casi inexistentes. En otras
áreas están las fibras amontonadas, apelotonadas, juntas o desplazadas,
extendidas de manera que el estroma, más oscuro, subyacente a las capas,
las hace más visibles, dando la impresión de sombreados más oscuros,
rayas o criptas.

Si la lesión, herida, fractura o hemorragia es grave, hallaremos varias


capas desplazadas o bien una cavidad u orificio que deja a la vista la capa
de pigmento oscuro. Según sea la mayor o menor debilidad del tejido afec-
tado se harán más o menos patentes estas irregularidades.
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IRIS DERECHO

Figura 1
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IRIS IZQUIERDO

Figura 2
22

LOS CÍRCULOS CONCÉNTRICOS O ZONAS IRÍDICAS. RELIE-


VES: SUSIGNIFICADO NORMAL O PATOLÓGICO

Los iridólogos han dividido el iris en círculos o zonas que circundan


la pupila en forma concéntrica.

Zona 1.- Circunda la pupila; esta zona a veces es difusamente visible


y otras no. Sin embargo, en algunos casos es tan visible que se ve la forma
de una línea roja que puede interpretarse como señal de trastornos
parasimpáticos, de inestables estados emocionales, etc.
En estos enfermos la neurastenia se encuentra muy señalada. La línea
roja está a veces tan bien delimitada que parece dibujada con un rotulador.

Zona 2.- Esta zona puede tomar una coloración tan semejante al resto
del iris en los ojos azules, que a veces resulta de difícil visión, pero en los
ojos castaños o negros y aún en los oscuros, el color será de un tono rojizo
castaño más o menos claro, según sean los trastornos orgánicos correspon-
dientes a este centro. Esta zona central abarca la zona correspondiente al
estómago, que con la zona tercera o intestinal viene a denominarse «zona
digestiva», formando configuraciones especiales y muy caprichosas,
festoneadas, redondeadas, salientes, hacia la parte superior, como si qui-
siera alcanzar la zona cerebral, cosa que a veces logra, causando trastor-
nos cefálicos más o menos intensos, que aparecen cuando esta zona inva-
sora está activada por fermentaciones gastrointestinales de contenido tóxi-
co, putrefacciones debidas a alteración de los alimentos ingeridos en ma-
las condiciones, o por su composición tóxica, no tolerados por el estóma-
go.

Zona 3. - Esta zona está constituida por la masa intestinal. Las zonas
tienen la facultad de poder extenderse e infiltrarse en otra zona contigua,
produciendo trastornos más o menos asociados en la zona invadida.
23

Zona 4. - La función de esta zona es la de regularizar la circulación


central y armonizar el gran sistema nervioso con los demás órganos.

Zona 5. - Esta es la zona más ancha, y por tanto la mayor de todas. En


ella está la representación de casi todos los órganos en concordancia con
los otros centros del iris: corazón, hígado, bazo, páncreas, riñones, nalgas,
piernas, cerebro, cuello, pulmones, bronquios, pecho, etc.

Zona 6.- Esta zona corresponde al sistema circulatorio superficial y


linfático, con relación a la zona cuarta (circulatorio central y nervioso au-
tónomo, o gran simpático).

Zona 7.- Es muy reducida y la más pequeña en anchura después de la


primera zona, en relación con la simpática, que está junto a la pupila. Esta
zona constituye el verdadero complejo del sistema circulatorio periférico
y capilar, conjuntamente con la sexta zona, pues sobradamente sabemos
que, a modo de una levísima red, los vasos sanguíneos capilares cubren
nuestra piel para su perfecta nutrición y desarrollo celular.

También existe, extendida sobre la periferia de la piel, una tupida red


de fibras nerviosas fundamentalmente activadoras del sistema celular. Cuan-
do esta zona irídica se oscurece y se torna menos visible, indica trastornos
de la piel por acumulación de toxinas que no pudieron eliminar los poros,
la orina ni la evacuación intestinal. Estas acumulaciones pueden adquirir
un grosor extraordinario, evitando la transpiración y la respiración de la
piel, lo que da lugar a diversas enfermedades dermatológicas: eczemas,
granos, supuraciones y alergias; pero la causa suele ser común, ya que la
piel «cerrada» puede causar diversos trastornos del corazón, bronquios,
riñones, etc., y hasta llegar a provocar la muerte.

En lo que respecta a la zona séptima, o zona cutánea, diremos que


constituye una parte principal para el iridodiagnóstico, no sólo por la den-
sidad coloreada, sino también porque algunas veces se presenta oscureci-
24

da, otras punteada, otras blanca o como oscurecida y otros como de color
blanco de nieve.

En todos los casos que encontremos esa forma nubosa, ya en la parte


superior del iris o a un lado u otro, en su totalidad, o solamente en una
parte, demostrará la existencia de vejez orgánica general, ya de una o de
otra parte del organismo.

Cuando se ven estos signos en individuos jóvenes, como también un


cerco blanco en la parte superior o limite del iris, queda claramente de-
mostrada la condición paupérrima de su vitalidad, pudiendo considerarse
al individuo como un «joven envejecido».

En cuanto a los individuos ancianos, este cerco, llamado por algunos


«cerco de costra»; siempre se presenta en las dos formas y aspectos si-
guientes:

1.- CERCO COSTROSO. - Tiene el aspecto de la costra que deja la


leche quemada alrededor del pote o cazuela al quemarse, blanco intenso o
algo amarillento. Si la costra aparece solamente en una región o tan sólo
hay una parte afectada, ésta es la enferma; y si el cerco es total, el organis-
mo está en decadencia o pérdida de vitalidad, como lo demuestra también
el cerco blanco total o parcial, especialmente en la parte superior del iris.

2.- De todos modos, si observamos todas las zonas, veremos la armo-


nía existente entre todos los centros si los ojos están sanos, pero cuando
uno de los centros está totalmente afectado, es porque, como es sabido, no
hay efecto sin causa; o sea, que la parte afectada es consecuencia del todo
en la enfermedad, aparte de los traumas que puedan afectanle.
25

RELIEVES DEL IRIS EN LAS CONSTITUCIONES


IRIDOORGÁNICAS

El examen de los relieves que se manifiestan en la superficie del iris,


tiene muchísima importancia en el estudio de las enfermedades al efectuar
el diagnóstico irídico, porque cada relieve, según sea más o menos pro-
nunciado, nos dará la pauta precisa de la gravedad, ya de la enfermedad,
ya de la lesión orgánica, afección, etc., señalada en dicha zona o en el
preciso lugar que se observe.

Estos relieves o constituciones han sido clasificados en grupos, en


concreto siete:

PRIMER GRUPO. - Se considera como iris normal el que goza de


vitalidad y absoluto equilibrio. Este grupo tan perfecto ya no existe en la
actualidad. Recibe el nombre de iris ideal o iris equilibrado.

SEGUNDO GRUPO. - Posee buena resistencia vital contra las en-


fermedades que el organismo elimina fácilmente. Cualquier enfermedad
contraída es fácilmente vencida, sin dejar huellas ni secuelas en el orga-
nismo, ni en el iris. Buen terreno contra el ataque microbiano.

TERCER GRUPO. - En sus relieves secundarios se notan algunas


alteraciones que determinan la propensión o la existencia de enfermeda-
des internas o externas, facilitando su eliminación en las externas, pudién-
dose manifestar en forma de eczemas, verrugas, nevus, con propensiones
cancerosas, etc.
Cuando los eczemas u otras enfermedades del organismo se tratan
con medios sofocantes, sin suprimir las causas productoras, entonces es
cuando aparecen otras enfermedades más graves, como suele ser el cán-
cer, por encontrar el ambiente apropiado o el terreno abonado para su de-
sarrollo.
26

CUARTO GRUPO.- Las enfermedades más importantes, además


de las del grupo tercero, son las de las secreciones internas, metabolismo,
infecciones microbianas, trastornos más o menos intensos del sistema ner-
vioso, del sistema vegetativo o bien la presencia de enfermedades cróni-
cas.
Estas enfermedades, mal cuidadas o deficientemente tratadas, ade-
más de las que hemos mencionado en el grupo tercero, suelen manifestar-
se fácilmente en cualquier oportunidad por banales infecciones, por alte-
raciones climatológicas, trastornos emotivos, indigestiones, etc., parecien-
do y resaltando por tal motivo, en el área irídica, los consiguientes relieves
reveladores de antiguas enfermedades, falsamente eliminadas.

QUINTO GRUPO. - En este grupo comienzan a notarse los sínto-


mas de reducción de vitalidad; se nota particularmente el fallo a la resis-
tencia en defensa de la integridad orgánica. Es en este grupo en el que se
manifiestan en mayor proporción el cáncer, la tuberculosis, frecuentes ca-
tarros, ataques de asma, reumatismo deformante, artritismo, fatiga y can-
sancio ante cualquier ejercicio o en el trabajo habitual, o sea el génesis del
envejecimiento prematuro.

SEXTO GRUPO. - En estos iris se acentuan los síntomas de las en-


fermedades especiales de los otros cinco grupos, sobre todo en lo que hace
referencia a los síntomas simpático-tónicos, y se revelan los trastornos de
origen sifilítico, no bien curados o sufridos anteriormente.
En algunos casos aparecen o reaparecen la hipertensión arterial; insu-
ficiencias hepáticas, colecistitis, artritismo deformante, gota, lumbago, neu-
ralgias más o menos agudas, ciáticas, etc.
A pesar de todo lo expuesto, estos pacientes suelen poseer una natura-
leza bastante resistente para sufrir y recuperarse de tantos trastornos, aun-
que con el tiempo se tornan más negativos a todo tratamiento.

SÉPTIMO GRUPO.- Las enfermedades de este grupo, aun no sien-


do graves ni demasiado molestas, acaban teniendo más agresividad, debi-
do a que el organismo del paciente se encuentra indefenso ante ellas.
27

Por este motivo se acumularán las toxinas que provocan estas enfer-
medades, y se irán haciendo crónicas e incurables en su mayoría.
Este estado de depauperación crea un campo abonado, en el que se
cebarán las enfermedades más graves e incluso más incurables, como son
el tabes dorsal, y las consiguientes parálisis cerebrales. En estos casos, el
tratamiento es sumamente difícil, y en su mayoría, la regresión de la enfer-
medad es casi imposible, y más imposible aún el lograr la total curación.
En ralidad es el cese de toda terapeútica química lo que puede lograr en
algún caso una reacción favorable, aunque esta reacción durará poco, ya
que retrocederá más tarde sin esperanza de curación, sea cual sea el trata-
miento curativo que se emplee.
28

PRESENTE Y FUTURO DE LA IRIDOLOGÍA

A estas alturas, seguramente se preguntara el porqué de este retraso


actual en nuestro país en cuanto a la investigación, estudio, enseñanza y
práctica de una ciencia tan preciosa como es la iridología.

Alemania es el país que va en cabeza de los países más desarrollados


científicamente, no solo en Europa, sino del mundo entero, con más de
cinco mil iridólogos practicantes, con una enseñanza de la iridología en
diversas ciudades del país, donde existen clínicas experimentales, en las
que el control clínico se realiza sistemáticamente por iridología, y en las
que los estudiantes pueden seguir la evolución de las afecciones en curso y
perfeccionarse con ellas en esta práctica.

También en Estados Unidos, Gran Bretaña, India y Australia han abier-


to desde hace tiempo sus puertas a esta ciencia, cuya enseñanza y práctica
se está propagando rápidamente. No se comprende como en España las
facultades de Medicina, al igual que ocurre con la Acupuntura y la Ho-
meopatía, no quieren ni saben que existe una ciencia que se llama Iridología,
gracias a la cual no solo es fácil comprender lo que pasa en el interior del
cuerpo humano, sino lo que ha pasado y lo que está propenso a pasar en él.
En efecto, hemos de contemplar a la Iridología como el arte de leer en los
ojos del paciente, el estado fisiológico general del enfermo.

Es posible que muchos confundan esto con algo así como brujería, o
que afirmen que no puede tener una exactitud y rigor científicos, pero es
perfectamente posible argumentar que si no es tan exacto como pueda serlo
un análisis clínico, tiene las ventajas siguientes:
29

1.- El obtener una gran ascendencia sobre el paciente y el ganar rápi-


damente su confianza.

2.- La rapidez del diagnóstico.

3.- La posibilidad de diagnósticar dolencias precozmente, que no pue-


den ser diagnosticadas con el más completo y riguroso de los análisis clíni-
cos.

4.- La posibilidad de observar la mejora del paciente.

5.- La posibilidad de observar los efectos intoxicantes.

6.- La regeneración del paciente y el poder darlo de alta.

Pero no debe contemplarse la Iridologia como un método de diagnós-


tico que pueda eclipsar a todos los demás, sino un poderoso, práctico, efi-
caz, seguro, y sobre todo sorprendente para el paciente, método de diag-
nóstico, balance de salud o valoración del estado de salud o enfermedad de
la persona, que puede servir perfectamente para orientar al profesional en
cuanto a la forma de actuar o hacia donde orientar su investigación con
fines de poder hacer el más completo y seguro diagnóstico y tratamiento
natural posible. Ningún iridólogo consciente podrá pretender sin embargo
reemplazar con esta sóla técnica los exámenes clínicos, análisis biológi-
cos, etc., sino sólo orientarlos o confirmarlos. La Iridología, pues, es un
método precioso de diagnóstico orgánico, que viene a insertarse en el cua-
dro de los otros métodos de diagnóstico, para completarlos y controlarlos,
y hacerse controlar a sí mismo, para aumentar la precisión del diagnóstico
médico, del médico que la sabe utilizar, o que trabaje en colaboración con
un experto iridólogo.

En definitiva, es cierto que el diagnóstico de la enfermedad debe ser


una exclusiva del médico y estar reservado a éste, pero el iridólogo,
30

higienista o naturópata puede resultar un buen auxiliar del médico en este


campo y de hecho en otros países lo es, no solo en el área del diagnóstico,
sino de la educación y de la prevención por las enseñanzas e informacio-
nes que puede aportar a los que precisan de sus servicios, para mejorar la
salud, que es lo que todos debemos pretender.

La Iridología realiza pues, en realidad, una orientación o balance com-


pleto del estado orgánico del sujeto, esforzándose sobre todo en descubrir
las causas más profundas de los problemas y las deficiencias que se inscri-
ben en el ojo, mucho antes, incluso, de que puedan ser detectadas por
ningún otro síntoma, ni a veces por ningún análisis clínico.

En efecto, el exámen del iris nos permite realizar un panorama com-


pleto del potencial vital, de la herencia, del temperamento, de las deficien-
cias, de los desequilibrios y de las carencias del individuo, y después de
dicho examen, el profesional puede convertirse en un educador de salud
que ilustre a su paciente, dándole el reflejo exacto de su Capital-Salud,
advirtiéndole de los errores cometidos y de las deficiencias y errores de su
vida anterior que le han conducido a su estado actual, y ayudándole a co-
rregirlos.

El Naturópata-iridólogo enseña, cosa que normalmente el médico no


tiene tiempo de hacer, y el enfermo se reforma con dichas enseñanzas, y es
según la medida en que esta reforma sea honestamente aplicada, como se
logrará un resultado mejor. No hace falta decir que el Naturópata-iridólo
go, no siendo médico, no tiene legalmente capacidad para hacer un diag-
nóstico médico, ni a prescribir ningún medicamento, sino tan sólo a orien-
tar un cambio de vida o de alimentación del paciente, de acuerdo con las
orientaciones que observa en el iris. Por tanto, un naturópata puede practi-
car la iridología sin que sea acusado de ejercer ilegalmente la Medicina,
ya que no es un «sanador ilegal» sino un «educador sanitario», valioso
auxiliar del cuerpo médico que ayuda a evitar la deshumanización de la
propia práctica médica.
31

Para terminar diremos que la Iridología no es una ciencia exacta, ya lo


sabemos, pero no por ello debe ser despreciada, pues en realidad tampoco
lo es la medicina, ya que de serlo nadie moriría antes de los 100 años
cuando casi nadie llega a a dicha edad

Evidentemente, cuantos más sean los medios de que se disponga para


evitar el error de diagnóstico, cosa que por desgracia hoy en día ocurre
muchas veces, mejor para el profesional y sobre todo mejor para el pacien-
te. Pues más que la demostración científica del porqué de dicho medio de
diagnóstico, siempre que funcione, y este funciona perfectamente, radica
en beneficio o mejor servicio que se puede prestar con él al paciente.

En cuanto al futuro de la Iridología, ¿qué decir que no pueda presentirse


con lo hasta aquí visto? El día que la clase médica jóven se percate de la
eficacia y conveniencia práctica de este método, sin prejuicios como los
que han tenido las generaciones anteriores, y que se está demostrando tam-
bién con la Acupuntura, que ha causado una revolución dentro de la Medi-
cina Moderna, estamos seguros de que la Iridología está llamada a causarla
también dentro de los futuros métodos de diagnóstico.
32

ESCLEROLOGÍA

El examen de la esclerología, y la interpretación de las líneas o vasos


sanguíneos que aparecen en el blanco del ojo, es un arte antiguo que ha ido
pasando verbalmente de unos naturópatas a otros. Aunque se ha dicho
mucho acerca de la falta de base científica de este arte, es constatable con
el veterinario local que el blanco del ojo de sus «pacientes» le dice mucho
acerca de su estado de salud actual, presente, como mudo suplicante que
es. Se ha hablado mucho de la acupuntura y de su falta de base científica,
pero el individuo que observa una intervención quirúrgica importante, rea-
lizada sin la ayuda de la anestesia, a menudo empieza a creer en ella sin
necesidad de atender la crítica de la ciencia. Lo mismo ocurre con la
esclerología.

Pero como deseamos conocer las razones por las que esto es así, se ha
intentado encontrar una correlación entre la esclerótica y las indicaciones
acerca de las dolencias que presentaba. Finalmente, es posible afirmar que
los tejidos de la esclerótica son continuos con la duramadre del cerebro,
vía la cubierta fibrosa del nervio óptico. Esto justificaría la relación exis-
tente para dar las adecuadas razones fisiológicas y anatómicas.

PRUEBAS DE LA VIDA REAL

Un conocido iridólogo, también practicante de la esclerología, comen-


taba la siguiente anécdota:

«Un amigo personal que trabaja en una industria de mantenimiento,


me pidió que le analizara la esclerótica de sus ojos. Quedó muy contento
33

por la seguridad que le transmití sobre su bienestar físico. Al comentarle


esta circunstancia a un amigo suyo, abogado, fue desafiado por éste. Su
amigo le dijo que acababa de someterse a un examen completo que le
había costado mucho dinero, y que lo había necesitado para un problema
que parecía muy difícil de diagnosticar. Sin embargo, incluso después del
chequeo, los médicos fueron incapaces de diagnosticar la causa de su
malestar. El caso es que me ofreció observar su esclerótica, para ver de
detectar las mismas disfunciones que en dicho chequeo completo le ha-
bían encontrado.

Me tomó unos dos minutos examinar su esclerótica de ambos ojos, y


le dije que parecía tener un mal funcionamiento de los riñones y un pro-
blema de intestino caido. Pero que el problema más serio de todos parecía
ser el de los riñones. Él se quedó mudo de asombro, pues el chequeo había
indicado que padecía de una enfermedad renal bastante rara, y que tenía
diverticulosis de intestino. En este momento yo le aclaré que la esclerología
no es una ciencia exacta, pero sí un método rápido para determinar si
existe algún problema potencial en nuestro cuerpo. Y para ello no es pre-
ciso que sea un transtorno grave, sino que basta con que sea una disfunción
en una zona o glándula determinada».

LA ESCLEROLOGÍA NO ES IRIDOLOGÍA

Bajo ninguna circunstancia debe confundirse esclerología con


iridología, el arte de interpretar los cambios dentro del iris, o sea, de la
porción coloreada del ojo. Esta práctica precisa de un estudio muy profun-
do para poder lograr una exacta evaluación y diagnóstico. La esclerología
es, comparativamente, mucho más simple y superficial en su aplicación.
El médico o naturópata puede usarla como guía para poder realizar unos
procedimientos de examen y diagnóstico más completos, eliminando aque-
llos que no precisen ser llevados a cabo, por disponer de suficiente infor-
mación.

Ha sido el Dr. Clarence Patrick Hathaway, Sundance, un médico me-


34

dio apache, iridólogo, quien proporcionó los mapas de la esclerótica que


se citan en este escrito. El Dr. Detton empleó ocho años de trabajo con el
Dr. Patrick, que estaba considerado como un «sanador milagroso», tanto
por los indios como por los blancos. Sus hierbas medicinales y sus alimen-
tos crudos, así como sus aparatos de diagnóstico, fueron abandonados por
la linterna manual que le ayudaba a examinar la esclerótica del ojo.

Al examinar la esclerótica, recuerde que la que está a su derecha es la


esclerótica izquierda y viceversa. Las líneas de la esclerótica derecha son
indicativos de las condiciones del mismo lado del cuerpo: mano, pie y
cabeza, con excepción del área del cerebro. Existe un cruzamiento de las
áreas de la cabeza por encima de la arista supra-orbital, mostrando la es-
clerótica derecha los problemas del lado izquierdo del cerebro, y la escle-
rótica izquierda los del lado derecho del cerebro.

TÉCNICA

Para poder leer o examinar la esclerótica, conviene usar el iris como


guía, como si fuera la esfera de un reloj, y hacer el examen siguiendo las
direcciones de las agujas del mismo, indicando las horas como punto de
referencia. Pronto aprenderá a visualizar los mapas que aquí le presenta-
mos, y si examina siempre el mismo modelo, la visualización e interpreta-
ción le será aún más fácil. No obstante, el uso de una linterna y de una
lente de aumento o lupa, harán que su examen sea más minucioso. Existen
instrumentos combinados para tal fin, que no resultan excesivamente ca-
ros.
35

ESCLERÓTICA DEL OJO DERECHO


- Mirando hacia arriba:

A - HÍGADO, VESÍCULA
B - OVARIO O TESTÍCULOS
C - PÁNCREAS
D - ÚTERO
E - COLON ASCENDENTE
F - NERVIO CIÁTICO
G - PRÓSTATA O VAGINA
H - RIÑONES O SUPRARRENALES
I - INTESTINO DELGADO
J - COLON TRANSVERSO

Empezar por estirar hacia abajo el párpado inferior derecho, haciendo


que el individuo mire hacia arriba. Examinar las áreas listadas de la parte
inferior, si existen líneas rojas (venillas) presentes, ello es indicativo de
una condición de estrés en el área correspondiente. Recuerde que es como
si mirara la esfera de un reloj con sólo la saeta horaria.
36

4:30-> Problemas de nervio elástico en la pierna derecha.


5.00-> Próstata o vagina, generalmente suele indicar endurecimiento.
6:00-> Riñón derecho o involución de las suprarrenales.
6:30-> Problemas de Páncreas.
7:00-> Ovarios o testículos.
7:30-> Hígado o congestión de la vesícula biliar.

Por lo general, las de arriba son las líneas más próximas al iris del ojo.
Luego aparecen, a menudo, otras líneas que están en la porción inferior de
la esclerótica y que generalmente no discurren próximas al iris, y están en
las posiciones horarias que a continuación se indican.

5:30-> INTESTINO DELGADO:


Puede indicar intolerancia a la leche, desigual absorción de nutrientes
a causa de un bloqueo de las vellosidades intestinales, peristaltismo acele-
rado, etc...

6:00-> COLON TRANSVERSO,

6.30-> COLON ASCENDENTE:


Estas dos indicaciones del colon son amenudo señal de estreñimiento,
diverticulosis o bien de un intestino atónico o congestionado.

Mirando hacia abajo:


37

Indicando al paciente que mire hacia abajo, en dirección a su pie dere-


cho, observamos las rayas rojas y su posición con respecto a las agujas del
reloj:
A - CONTUSIÓN O LESIÓN DEL CEREBRO
B - SINUSITIS
C - TRASTORNOS NERVIOSOS
D - ÁREA DEL MASTOIDES DEL OÍDO
E - OJO
F - NARIZ

10:00 -> OREJA DERECHA O MASTOIDES:


Puede ser una herida, una infección e incluso una indicación de sor-
dera.

11:00 a 11:30 -> SINUSITIS:


Cuantas más líneas, más grave será el problema de senos que padece.
Estas líneas estarán hacia la mitad de la esclerótica.

12:00 -> TRASTORNOS NERVIOSOS:


Las líneas estarán próximas al iris. Un excelente indicador del estrés
de la tensión nerviosa. Estas líneas estarán más o menos congestionadas y
serán más o menos numerosas según la gravedad del caso.

1:00 -> OJO DERECHO:


Puede indicar alguna amenaza o existencia de glaucoma, catarata, u
otros problemas oculares.

2:00 -> NARIZ:


A menudo se observa en conjunción con la sinusitis crónica o el esta-
do de rinitis, pero puede indicar una lesión antigua o nueva.
38

Mirando hacia la izquierda:

ESCLERÓTICA DERECHA

Manteniendo el ojo bien abierto, enseñe al paciente a mirar hacia su


otro ojo; es importante que no se mire la nariz.

A - CUELLO U OÍDO
B - CONGESTIÓN PULMONAR
C - BURSITIS O DOLENCIA EN HOMBRO DERECHO

10:30 -> CUELLO U OÍDO DERECHO:


Esto puede indicar lesión, pérdida de audición o infección.

9:30 a 10: 00 -> CONGESTIÓN PULMONAR:


Cuantas más líneas aparezcan en esta área, más denotará la intensidad
de la congestión.

7:30 -> CONGESTIÓN DEL TÓRAX: Esto generalmente indica


un edema grave en un área generalizada, y debe ser tratado lo antes posi-
ble.

9:00 -> BURSITIS O LESIÓN DEL HOMBRO DERECHO.


39

Mirando hacia la derecha:

A - AMÍGDALAS, GARGANTA
B - TIROIDES
C - TRÁQUEA
D - ESÓFAGO
E - ESPALDA SUPERIOR
F - ESPALDA MEDIA
G - ESPALDA BAJA

Mantener al individuo con los ojos muy abiertos y mirando hacia su


derecha para esta parte del examen. Localizar las líneas por las siguientes
indicaciones horarias:

1:00 - > AMÍGDALAS, GARGANTA:


Esto significa, bien una infección aguda o crónica, que puede ser
amigdalitis, o bien dolor de garanta. Si no existen tales dolencias presen-
tes, es posible que exista una infección que no se evidencia fácilmente por
sí misma.

2:00 -> TIROIDES:


La mayoría de las veces esto será un indicativo de un pobre funcionam
lento del tiroides.
40

2:30 -> TRÁQUEA:


Esta línea no se ve con frecuencia, pero debe ser atendida cuando sea
evidente.

3:00 -> ESÓFAGO:


Esto puede ser señal de una indicación debida a una ligera regurgitación
de los alimentos, parcialmente digeridos, en el interior del esófago. Com-
probar la digestión.

4:00 -> ESPALDA SUPERIOR,


4:30 -> ESPALDA MEDIA,
5:00 -> ESPALDA INFERIOR:
Estas tres áreas de la espalda son sólo indicativas del área donde pue-
de existir el problema, y no son especfficamente diagnósticos.
41

ESCLERÓTICA DEL OJO IZQUIERDO


Mirando hacia arriba:

A - PRÓSTATA O ÚTERO
B - HEMORROIDES
C - SUPRARRENALES
D - RIÑONES
E - INTESTINO DELGADO
F - COLON
G - COLON DESCENDENTE
H - BAZO
I - ESTÓMAGO

Empezar empujando suavemente hacia abajo el párpado inferior del


ojo izquierdo, instruyendo al paciente para que mire directamente hacia
abajo. Examinar las áreas indicadas a continuación; si está presente algu-
na línea, ello es indicativo de unas condiciones de estrés

8:00 -> PRÓSTATA O ÚTERO:


42

Generalmente indica un endurecimiento de la válvula prostática o un


útero fibromatoso, pero también puede indicar una intervención quirúrgi-
ca de estos órganos.

7.45 -> HEMORROIDES:


Estos pueden generalmente ser diferenciados por la muy típica línea
ondulada que produce. Cuanto más gruesa sea la línea, más grave será el
problema.

7:15 -> ADRENAL IZQUIERDA:


Más próxima al iris. Generalmente indica una hípofunción. Compro-
bar alergias, artritis, hipoglucemia, fatiga y jaquecas.

7:00 -> RIÑÓN IZQUIERDO:


Más alejado del iris. Puede estar funcionando mal a consecuencia de
estar infectado o sobrecargado.

6:30 -> INTESTINO DELGADO:


Esto puede indicar intolerancia para con la leche, mala absorción de
nutrientes a causa de una obstrucción de las vellosidades intestinales, de
un peristaltismo rápido, etc.

6:15 -> ESTÓMAGO:


Cerca del iris, a menudo indica una mala digestión, carencia de enzimas
digestivos, posibles predisposición a úlceras, bajo contenido en ácido clor-
hídrico, etc.

6:00 -> COLON:


Puede indicar estreñimiento, colitis, diverticulosis, o una condición
átona del intestino congestionado.

5:00 -> COLON DESCENDENTE Y RECTO.

4:30 -> BAZO:


43

Un bazo perezoso y átono puede crear auténticos problemas en la ca-


lidad de la sangre.

Mirando hacia abajo:

A - CATARATAS, GLAUCOMA
B - EPILEPSIA
C - SENOS
D - CONTUSION DEL CEREBRO
E - TUMOR DEL CEREBRO
E - PROBLEMAS DEL OÍDO
G - MAL FUNCIONAMJENTO DEL CEREBRO

Empuje suavemente el párpado superior y enróllelo hacia arriba, mien-


tras se le pide al sujeto que mire hacia su pie izquierdo.

11:00 -> PROBLEMAS OCULARES:


A menudo indica cataratas o glaucoma.

11:30 -> EPILEPSIA:


Una línea muy poco usual y fácil de reconocer.

12:30 -> PROBLEMAS DE SENOS:


Cuantas más líneas, más congestión presente.
44

1:00 -> CONTUSIÓN EN EL CEREBRO:


Esta línea o líneas estarán muy cerca del borde de la esclerótica e
indicarán un serio golpe en la cabeza, al mismo tiempo.

2:00 -> TUMOR CEREBRAL:


A menudo sospechamos de una actividad tumoral cuando observamos
aquí una línea en forma de Y.

2:30 -> OÍDO IZQUIERDO Y MASTOIDES:


Puede indicar una pérdida de la audición, una infección óptica o una
lesión en el oído.

11:45 a 1:00 -> MAL FUNCIONAMIENTO DEL CEREBRO:


Puede indicar también un estrés nervioso grave y/o tensión nerviosa.

Mirando hacia la derecha:

A - OÍDOS
B - CUELLO
C - CONGESTIÓN PULMONAR
D - BURSITIS
E - HISTORIAL DE FIEBRES REUMÁTICAS
F - BAZO
G - CORAZÓN
45

Manteniendo el ojo bien abierto, instruir al individuo para que mire en


dirección al otro ojo. Es importante que no se mire a la nariz.

6:00 -> BAZO:


Una obstrucción atónica del bazo puede crear serios problemas en
cuanto a la calidad de la sangre.

5:00 -> HISTORIAL DE FIEBRES REUMÁTICAS:


Estos individuos pueden incluso no estar apercibidos de que han pa-
decido una fiebre reumática.
Observe al corazón para un posible perjuicio en el mismo, a causa de
ello.

4:30 -> OÍDO IZQUIERDO Y MASTOIDES:


Puede indicar pérdida de audición, infección ótica o lesión en el oído.

4:00> CORAZÓN:
Puede indicar debilidad cardíaca, problemas previos, o amenaza de
problemas. Cuando más finas son las líneas, mucho más graves serán tales
problemas.

4.00 -> BURSITIS O LESION EN EL HOMBRO IZQUIERDO:


Puede ser aguda o crónica.

3:00 -> CONGESTION PULMONAR:


Cuantas más líneas y más gruesas, más seria será la congestión pul-
monar.

2:30 -> ÁREA DEL CUELLO


46

Mirando hacia la izquierda:

A - TIROIDES
B - ESPALDA SUPERIOR
C - ESPALDA INFERIOR
D - NERVIO CIÁTICO

9:45 -> TIROIDES:


La mayoría de las veces, esto sería indicativo de un mal funciona-
miento del tiroides.

9:00 -> ESPALDA SUPERIOR,

8:00 -> ESPALDA INFERIOR:


Aparecen líneas entre estas dos áreas, que pueden indicar problemas
en la parte media de la espalda. De nuevo aprovechamos para decir que
éstos no son signos diagnósticos específicos, sino signos de área.

7:00 -> PROBLEMAS DEL NERVIO CIÁTICO EN PIERNA IZ-


QUIERDA
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ANÁLISIS QUÍMICOS

El único método científico oficialmente admitido para poder estable-


cer un diagnóstico preciso y correcto, es el practicar una completa explo-
ración del enfermo con un método perfecto, pues solo así se podrán cubrir
las cuatro etapas fundamentales de todo diagnóstico que son:

1.- ETAPA FUNCIONAL:


En la que se indaga ante todo el transtorno funcional.

2.- LA ETAPA ANATÓMICA:


Durante la que se localiza el órgano enfermo.

3.- LA ETAPA PATOGENÉTICA:


En la que deduciremos el mecanismo productor del transtorno.

4.- ETAPA ETIOLÓGICA:


A través de la que procuraremos descubrir la causa específica.

Para ello, el naturópata puede disponer de otros tres grandes métodos


de exploración: el inferrogatorio, la exploración objetiva (palpación,
ausultación, etc.) y las exploraciones complementarias. A los dos prime-
ros se les suele considerar como fases del método clínico, pero el último
consiste no solo en la exploración iridológica, esclerológica y
reflexoterápica, sino en una serie de análisis físico-químicos aplicados,
bien directamente al enfermo, bien a sus humores o secreciones, y estos
son los denominados métodos de laboratorio o análisis clínicos.

No existe ningún enfermo, en el que una completa exploración no


requiera el disponer de datos de laboratorio, aunque sólo sea el hecho de
praticarle como mínimo un examen de orina, observando la cantidad, co-
lor y contenidos de albúmina y glucosa. Y este examen suele y debe for-
mar parte de la exploración naturopática básica del paciente. Cuando la
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enfermedad requiere una mayor atención, entonces se le suele practicar un


análisis de sangre por parte médica.

Son tantísimas las enfermedades en las que los exámenes de laborato-


rio son decisivos para el diagnóstico de la enfermedad, que debe conocer-
se no sólo su interpretación correcta, sino la forma de pedirlas a los labora-
torios de análisis que hoy en día son muchos y muy competentes, pues
están muy bien utillados. También es muy corriente que el paciente acuda
a la visita naturopática con los análisis practicados, y el naturópata debe
estar capacitado para poder dar una interpretación correcta a los resulta-
dos, en aras de un mayor rigor científico en su diagnóstico.

No obstante, como todos los signos de exploración, los datos de labo-


ratorio tienen su jerarquía y es preciso situarlos en el plano que les corres-
ponde al hacer el razonamiento del diagnóstico, concediéndoles sólo la
importancia y credibilidad que merecen y explicándoles al paciente, si es
preciso, que no porque los análisis practicados salgan bien ello implica
que él esté en perfecto estado, sino tan sólo que los datos determinados, y
solo aquellos, salen correctos o incorrectos, y no deben añadirse como
sumandos a los datos de la exploración clínica, sino hacer como una sínte-
sis, basándose en el sentido clínico y obtener así un diagnóstico lo más
aproximado posible, con la ayuda al mismo tiempo de los métodos de diag-
nóstico citados anteriormente.

Es pues inexcusable que el naturópata disponga de unos conocimien-


tos mínimos suficientes, para poder interpretar los análisis clínicos que le
lleguen a sus manos.

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