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Los tributos:

Como noción general se dice que los tributos son "las prestaciones en dinero que el Estado
exige en ejercicio de su poder de imperio en virtud de una ley y para cubrir los gastos que
le demanda el cumplimiento de sus fines

A modo de explicación se describe:

a) Prestaciones en dinero: es una característica de la economía monetaria que las


prestaciones sean en dinero, aunque no es forzoso que así suceda. Es suficiente que
la prestación se "pecuniariamente valuable" para que se constituya un tributo,
siempre que concurran los otros elementos caracterizantes y siempre que la
legislación de cada país no disponga de lo contrario.
b) Exigidas en ejercicio del poder del imperio: el elemento esencial del tributo es la
coacción, el cual se manifiesta esencialmente en la prescindencia de la voluntad del
obligado en cuanto a la creación del tributo que le sea exigible. La bilateralidad de
los negocios jurídicos es sustituida por la unilateridad en cuanto a su obligación.
c) En virtud de una Ley: no hay tributo sin ley previa que lo establezca. Como todas
las leyes que establecen obligaciones, la norma tributaria es una regla hipotética
cuyo mandato se concreta cuando ocurre la circunstancia fáctica condicionante
prevista en ella como presupuesto de la obligación. Tal condición fáctica e
hipotética se denomina "hecho imponible", es decir, toda persona debe pagar al
Estado la prestación tributaria graduada según los elementos cuantitativos que la ley
tributaria disponga y exige.
d) Para cubrir los gastos que demanda el cumplimiento de sus bienes: el objetivo del
tributo es fiscal, es decir, que su cobro tiene su razón de ser en la necesidad de
obtener ingresos para cubrir los gatos que le demanda la sastifacción de las
necesidades públicas. Además el tributo puede perseguir también fines extra
fiscales, o sea, ajenos a la obtención de ingresos.

El impuesto:

El impuesto es pues, jurídicamente, como todos los tributos una institución de


derecho público, por lo que es una obligación unilateral impuesta coactivamente
por el Estado en virtud de su poder de imperio. Ya que es un hecho institucional
que va necesariamente unido a la existencia de un sistema social fundado en la
propiedad privada o que al menos reconozca el uso privado de ciertos bienes. Tal
sistema social importa la existencia de un órgano de dirección (el Estado)
encargado de satisfacer necesidades públicas. Como ellos requiere gastos, y por
consiguientes ingresos, se lo inviste en la potestad de recabar coactivamente cuotas
de riqueza de los obligados sin proporcionarles servicios concretos divisibles
algunos a cambio como retribución.
Teniendo pues en cuenta lo antes dicho se sintetiza el concepto de la siguiente
manera: "son impuestos las prestaciones en dinero o en especies, exigidas por el
Estado en virtud del poder del imperio, a quienes se hayan en las situaciones
consideradas por la ley como los hechos imponibles"

. CARACTERÍSTICAS ESENCIALES

Una obligación de dar dinero o cosa (prestación).

Emanada del poder de imperio estatal, lo que se supone su obligatoriedad y la


compulsión para hacerse efectivo su cumplimiento.

Establecida por la ley.

Aplicable a personas individuales o colectivas.

Que se encuentren en distintas situaciones predecibles como puede ser determinada


capacidad económica, realización de ciertos actos, etc.

TASA

Es el tributo que probablemente mayores discrepancia ha causado y el que mas


dificultades presenta para su caracterización. Ello, se debe en parte, a que quienes la
han tratado han confundido elementos económicos, jurídicos y políticos pero que con el
pasar del tiempo se a logrado que a demás de estas razones se obtenga la
caracterización correcta de la tasa en donde tiene trascendencia en virtud del tan
necesario perfeccionamiento en la construcción jurídica de la tributación. De modo que
se define la tasa como " un tributo cuyo hecho generador está integrado con un
actividad del Estado divisible e inherente, hallándose esa actividad relacionada
directamente con el contribuyente". 3

CARACTERÍSTICAS ESENCIALES

Surgiendo por consiguiente ciertas características esenciales de la tasa como lo son:

El carácter tributario de la tasa, lo cual significa, según la caracterización general "una


prestación que el Estado exige en el ejercicio de su poder de imperio".

Es necesaria que únicamente puede ser creada por la ley.

La noción de tasa conceptúa que su hecho generador "se integra con una actividad que
el Estado cumple" y que está vinculada con el obligado al pago.
Se afirma que dentro de los elementos caracterizantes de la tasa se halla la circunstancia
de que "el producto de la recaudación sea exclusivamente destinado al servicio
respectivo".

El servicio de las tasa tiene que ser "divisibles".

Corresponde el examinar la actividad estatal vinculante en donde "debe ser inherente a


la soberanía estatal".

CLASIFICACIÓN DE LAS TASAS

Dada a la importancia relativa de las tasas, la misma se clasifica de la siguiente manera:

- Tasa Jurídicas:

De jurisdicción civil contenciosas (juicios civiles propiamente dichos, comerciales, rurales,


mineros, etc.)

De jurisdicción civil voluntaria (juicios sucesorios, información sumaria, habilitaciones de


edad, etc.)

De jurisdicción penal (proceso de derecho penal común y derecho penal contravencional)

- Tasas Administrativas:

Por concesión y legalización de documentos u certificados (autenticaciones,


legalizaciones, etc.)

Por controles, fiscalizaciones, inspecciones oficiales (salubridad, pesas y medidas, etc.)

Por autorizaciones, concesiones y licencias (permisos de edificación, de conducir, de


caza y pesca, etc.)

Por inscripción de los registros públicos (registro civil, del automotor, prendario, etc.) 4

DIFERENCIA DE LAS TASAS CON LOS IMPUESTOS

Teniendo en cuenta correctamente de lo que es tasa se plantean una serie de diferencia


con los impuestos, pero si bien es cierto no existe una diferencia sustancial entre el
impuesta y la tasa ya que son afines jurídicamente. Y es por esto que el criterio de
diferenciación radica en la naturaleza de la relación entre el llamado organismo público
y el usuario del servicio o la persona a quien le interesa la actividad y en ese sentido
debe analizarse si hay de por medio una relación contractual (pago fundado en la
voluntad d las partes) o una relación legal (pago por mandato de ley;
independientemente de la voluntad individual). Si la relación por consiguiente es
contractual habrá ingreso de derecho privado (Impuesto) y si es legal será tasa. Además
se puede decir que la tasa se encuentra vinculada con actividad estatal; actividad ésta
que no existe en el impuesto ya que el mismo trata de un tributo no vinculado.

EVOLUCIÓN HISTÓRICA

La Estructura Tributaria ha sido directamente influida en los distintos países por el


proceso de evolución histórica y económica.

A mediados del siglo XIX y bajo el imperio de las ideas liberales, los sistemas
tributarios de los diversos países asumen determinadas características con predominio
de los impuestos de tipo objetivo; dichos impuestos de tipo objetivo no consultan la
capacidad tributaria.

Al avanzar la industrialización y el Estado, el sistema tributario amplía su campo de


acción, y debido a esto surgen una gran variedad de razones que van variando las
características objetivas de los sistemas tributarios, así que comienza a desarrollarse el
impuesto general y progresivo a la renta de tipo subjetivo, que es de gran eficiencia y
rendimiento por lo que es considerado como un agente consultivo de la equidad, la
capacidad constructiva y es inútil el instrumento de distribución de las riqueza, de aquí
en adelante diversos países comienzan a adoptar estos impuestos de tipo subjetivo,
basándose en la imposición que tiene por mira la persona y no los objetivos gravados.

Los sistemas tributarios en general, tienen como base fundamental el impuesto


progresivo de las rentas de las personas físicas que asocia el patrimonio y la herencia
como complemento se mantienen los impuestos a los consumos en general.

En la actualidad se comienza a pensar que dicho impuesto no alienta ni ayuda al


bienestar de las inversiones, no ayuda a la mejora de la producción y es sumamente
fácil d evadirlo, debido a esto, se cree que es dañino para el funcionamiento de los
sistemas tributarios. La tendencia progresiva para los próximos años, es mantener y
afianzar el impuesto a las ventas que es la forma del muy conocido Impuesto al Valor
Agregado (IVA).

TIPOS DE SISTEMAS TRIBUTARIOS

Se distinguen dos tipos de Sistema Tributarios: El Racional y el Histórico.

El Sistema Racional es cuando el legislador es quien crea de manera libre la armonía


entre los objetivos que se persiguen y los medios empleados.

El Sistema Histórico a diferencia que el Racional dicha armonía se produce sólo de


manera espontánea de la Evolución Histórica. "No obstante la distancia que existe entre
lo ideal en materia tributaria y la realidad legislativa, siempre existe cierta armonía
entre los diversos impuestos, por muy rudimentaria que sea la hacienda de un país.
Por otra parte existe en casi todos los gobiernos la tendencia al perfeccionamiento de
los instrumentos tributarios ya que s un fenómeno constante; se llega a la conclusión
que ambos elementos "Racional e Histórico "actúan en todas las estructuras fiscales, y
es necesario dejar establecido la participación y aporte en cada Sistema. No hay una
clara distinción entre el Sistema Racional y el Histórico, sino que se observa si en
determinada estructura tributaria predomina la realidad buscada mediante la
combinación de la reclamación de impuestos o tributos, con arreglo a un plan que
permita el logro de los objetivos de la política financiera (Esto se podría considerar un
Sistema Tributario Racional), o si al contrario; se consiguen una variedad de tributos
que han ido surgiendo a raíz de las necesidades monetarias estatales, esto o se puede
considerar como Racional ya que no existe armonía entre los tributos ni con los
objetivos fiscales del Estado (Por consiguiente se podría considerar un Sistema
Tributario Histórico).

EL SISTEMA TRIBUTARIO EN VENEZUELA

Venezuela como unos de los principales países exportadores de petróleo obtenía sus
ingresos de este, por lo que no le había tomado real importancia a las tributaciones,
considerándose como uno de los países con más baja carga impositiva.

Desde hace algunos años los ingresos provenientes de los recursos petroleros se
hicieron insuficientes y cambiantes. Por lo que el Gobierno en los últimos periodos han
buscado otras formas de financiación que le sean más efectivas.

En este sentido, y desde hace algunos años, se inicio en nuestro país un esfuerzo de
modernización del estado cuyo principal objetivo consistió en procurar soluciones a la
grave crisis del sistema de las finanzas públicas.

La aplicación de la primera estrategia se inicio en el año 1989, con la propuesta de una


administración para el Impuesto del Valor Agregado, que luego fue asumiendo
paulatinamente el control de todos los tributos que conformaban el sistema impositivo
nacional para ese momento.

A mediados de 1994, se estructura un programa de reforma tributaria, dentro de un


esfuerzo de modernización de las finanzas públicas de los ingresos, que en Venezuela
se denomino "sistema de gestión y control de las finanzas públicas" (SIGECOF), el cual
fue estructurado con el apoyo del Banco Mundial, propiciando así a la actualización del
marco legal y funcional de la Hacienda Pública Nacional.
Dentro de todos estos cambios que se fueron suscitando en Venezuela en el marco legal
y funcional de la Hacienda Pública Nacional, también se considero importante dotar al
estado de un servicio de formulación de políticas impositivas y de administración
tributaria, cuya finalidad consistía en reducir drásticamente los elevados índices de
evasión fiscal y consolidar un sistema de finanzas públicas, fundamentado básicamente
en los impuestos derivados de la actividad productiva y menos dependiente del esquema
rentista petrolero. Este cambio tan relevante se logro a través de la creación del Servicio
Nacional Integrado de la Administración Tributaria (SENIAT). Conjuntamente a la
creación del SENIAT, se adopto un sistema de contribuyentes especiales para atender y
controlar a los contribuyentes de mayor relevancia fiscal, logrando de esta forma el
control de, una parte importante de la recaudación mediante el uso de una menor
cantidad de fondos, reorientando los recursos siempre escasos de nuestra administración
hacia los contribuyentes con mayor potencial fiscal.

A partir de la reciente promulgación de la nueva constitución en Diciembre de 1999, el


sistema tributario en Venezuela ocupa un lugar destacado en los presupuestos de la
nación.

A partir del 16 de Enero de 2002 para hacer frente a los problemas fiscales que tiene el
gobierno ante la caída de los precios del petróleo el Presidente de Venezuela Hugo
Chávez Frías anuncio crear el Impuesto del Debito Bancario (IDB), con el fin de
subsanar parte del déficit fiscal. El gobierno estima que las reformas de los impuestos
permitirán obtener este año recursos adicionales.

CARACTERÍSTICAS DEL SISTEMA TRIBUTARIO EN VENEZUELA

Partiendo de que toda sociedad se constituye con el objetivo de lograr un fin común, se
establecen las normas que han de regir su funcionamiento conjuntamente con los
organismos que sean necesarios para la realización de este fin colectivo. La constitución
de la República Bolivariana de Venezuela contiene los estatutos que rigen el
funcionamiento del país, y el articulo 136 establece que: "toda persona tiene el deber de
coadyuvar a los gastos públicos"

Para hacer efectiva esa contribución el estado recurre a los tributos (impuestos, tasas y
contribuciones especiales)

El articulo 316 de la constitución Bolivariana de Venezuela expresa: "el sistema


tributario procurara la justa distribución de las cargas públicas según la capacidad
económica del o la contribuyente, atendiendo al principio de progresividad, así como la
protección de la economía nacional y la elevación de la calidad de vida de la población
y se sustentara para ello en un sistema eficiente para la recaudación de tributos"
En aplicación de esta disposición constitucional, el sistema tributario establecerá la
obligación de contribuir en atención a la capacidad económica del sujeto pasivo por lo
que los tributos no pueden ser calculados sobre una base proporcional sino atendiendo
al principio de progresividad, mecanismo que debe respetarse para que el estado pueda
cumplir con la obligación de proteger la economía nacional y lograr un adecuado nivel
de vida para el pueblo.

EVASIÓN FISCAL

En el Sistema Tributario Venezolano existen suficientes mecanismos legales para


que el fisco nacional materialice los elevados impuestos previstos por el gobierno.

El estado necesita de los tributos para poder subsidiar los gastos públicos; esta
claro que los distintos gobiernos a pesar de sus esfuerzo poco han logrado en su
lucha contra la evasión fiscal, lo cual se traduce en actitudes compulsivas que se
concretan en la modificación errática y agresiva de las leyes tributarias. La actual
administración tributaria ha tenido aciertos en la guerra contra los ilícitos fiscales,
especialmente en la administración aduanera.

Es conveniente señalar que el problema de la evasión fiscal es un problema de


cultura, y es responsabilidad fundamentalmente del gobierno crear esa cultura en
los contribuyentes.

DEFINICIÓN DE EVASIÓN FISCAL

La evasión fiscal consiste en no pagar total o parcialmente el tributo, pero


violando la ley; es decir la evasión fiscal es ilícita y por ello conlleva a sanciones.

También se puede decir que la evasión fiscal es toda eliminación o disminución de


un monto tributario producido dentro del ámbito de un país por parte de quienes
están jurídicamente obligados a abonarlo y que logran tal resultado mediante
conductas fraudulentas u omisivas violatorias de disposiciones legales"

CAUSAS DE LA EVASIÓN FISCAL

Las causas de la evasión fiscal no son únicas. Las causas mas comunes de la
evasión fiscal son:

1) Carencia de una conciencia tributaria: implica que en la sociedad no se ha


desarrollado el sentido de cooperación de los individuos con el estado. Se considera
que el estado lo conformamos todos los ciudadanos y que el vivir en una sociedad
organizada, implica que todos debemos contribuir a otorgarle los fondos
necesarios para cumplir la razón de su existencia.
2) Sistema tributario poco transparente: es la manera en la que un sistema
tributario contribuye al incremento de una mayor evasión impositiva, se debe
básicamente al incumplimiento de los requisitos indispensables para la existencia
de un sistema como tal. Este principio exige que las leyes tributarias, los decretos,
reglamentos, etc., sean estructurados de tal manera que el contenido de las mismas
sea tan claro y preciso, que no permitan la existencia de ningún tipo de dudas para
los contribuyentes.

3) Administración Tributaria poco flexible: la administración tributaria es la


herramienta idónea con que cuenta la política tributaria para el logro de sus
objetivos, razón que conlleva a la exigibilidad de la condición de la maleabilidad
de la misma. Uno de los otros inconvenientes que se plantea, es que en la medida
en que el sistema tributario busca la equidad y el logro de los de una variedad de
objetivos sociales y económicos, la simplicidad de las leyes impositivas es una meta
difícil de lograr.

4) Bajo riesgo de ser detectado: el contribuyente al saber que no se le puede


controlar se siente tentado a incurrir en esa conducta de tipo fiscal, la que produce
la pérdida de la equidad horizontal y vertical. La evasión es difícil de
contrarrestar si no es con la erradicación de la misma, en un ámbito de evasión es
imposible competir sin ubicarse en un ritmo similar a ella, aparece así la evasión
como autodefensa ante la inacción del estado y la aquiescencia de la sociedad

OTRO CONCEPTO DE TRIBUTOS:

Según Sáinz de Bufanda, se entiende por tributo toda prestación patrimonial obligatoria
-habi-tualmente pecuniaria- establecida por la ley, a cargo de las perso-nas físicas y
jurídicas que se encuentren en los supuestos de hecho que la propia ley determine, y que
vaya dirigida a dar satisfacción a los fines que al Estado y a los restantes entes públicos
estén en-comendados.

También se puede decir que los tributos son ingresos públicos de Derecho público, que
consisten en prestaciones pecuniarias obligatorias, impuestas unilateralmente, exigidas
por una Administración pública como consecuencia de la realización del hecho
imponible al quela Leyvincula el deber de contribuir. Su fin primordial es el de obtener
los ingresos necesarios para el sostenimiento del gasto público, sin perjuicio de su
posible vinculación a otros fines. De las definiciones anteriores, se puede concretizar
que los tributos no son otra cosa que las prestaciones en dinero, que el Estado, en
ejercicio de su poder de imperio, exige con el objeto de obtener recursos para el
cumplimiento de sus fines.

Se pueden puntualizar algunas notas características del tributo, así se tiene, que:

– Obliga a todas las personas domiciliadas en la República Bolivarianade Venezuela.


El art. 133 constitucional establece “Toda persona tiene el deber de coadyuvar a los
gastos públicos mediante el pago de impuestos, tasas y contribuciones que establezca la
ley” Según el Código Orgánico Tributario, se consideran domiciliados en Venezuela
aquellos que estén en el país por más de 183 días, en el año calendario que está siendo
considerado para la imposición.

– El tributo grava una determinada manifestación de capacidad económica. (Art. 316


CRBV). El principio de capacidad económica actúa como verdadero principio material
de justicia en el ámbito del ordenamiento tributario. Impide que se graven hechos que
en modo alguno puedan reputarse indicativos de capacidad económica.

– El tributo constituye hoy el más típico exponente de los ingresos de Derecho Público.

– El tributo consiste generalmente en un recurso de carácter monetario (Art. 317


CRBV). Los recursos tributarios se encuentran afectados a la financiación de los gastos
públicos, lo que exige la disponibilidad por los entes públicos de masas dinerarias.

– El tributo no constituye nunca la sanción de un ilícito. Tiene unos fines propios -


obtención de ingresos o, en su caso, consecución de determinados objetivos de política
económica. Las sanciones cumplen la función de reprimir un ilícito, restableciendo la
vigencia de un ordenamiento jurídico que ha sido conculcado.

– El tributo no tiene carácter confiscatorio. (Art. 317 CRBV)

– El tributo, como instituto jurídico se articula a la usanza de un derecho de crédito y


de una correlativa obligación.

– El tributo tiene como finalidad esencial la financiación del gasto público. Puede
satisfacer otros objetivos: creación empleo, estimular el desarrollo económico de una
determinada zona geográfica, fomentar actividades, redistribuir el ingreso.

BREVE HISTORIA DE LOS TRIBUTOS EN VENEZUELA:

Para entender cualquier hecho que ocurra en Venezuela hay que comprender el papel
preponderante que tiene el petróleo en su historia, ya que todo gira alrededor del
preciado recurso, considerado por algunos como el "oro negro" y por otros como "el
excremento del diablo".
La evolución y desarrollo del sistema tributario venezolano, no escapa de ésta
influencia, y es por ello que con la finalidad de adentrarnos un poco en esta materia,
haremos un paseo por cinco etapas de la historia de Venezuela, para así comprender el
contexto legal-tributario que vivimos.

Primer Periodo

Comienza desde la época de la Colonia en 1492 hasta 1830.

La característica del sistema era la existencia de tributos fijados por la metrópolis


española.

Las instituciones que regían para entonces en materia impositiva eran la Real Hacienda
en los siglos XVII – XVIII, la Compañía Guipuzcoana en el siglo XVIII, y la
Intendencia de Ejercito, que viene a poner orden en la administración de la provincia de
Caracas, instaurada en el siglo XVIII.

Entre las medidas fiscales que impusieron durante éste período se encuentran:

El tributo real: Fue el más importante ya que era la suma que los indios y negros
libertos debían pagar a la corona.

Alcabala: muy productivo. Era el impuesto que pagaba todo comerciante y todo
negociante de bienes raíces, se pagaba también al transporte mercancías de una ciudad a
otra. Se recaudaba por conceptos de ventas de tierras 5% y reventas de bienes mueble o
inmuebles (1,4% que era cobrado a la entrada y salida de los puertos).

Almojarifazgo: Fue uno de los más productivos. Los pagaban en los puertos los
comerciantes que importaban y exportaban mercancías y se recaudaban entre el 2% y el
15%.

El Impuesto de Armada o de Avería: Era lo que se pagaba por la introducción de


mercancía de ultramar. Estaba destinado al mantenimiento de los puertos y las
fortificaciones (1% para el comercio de España y 3% para el comercio con colonias
extranjeras).

Composiciones: Se recaudaba por concepto de obtención de títulos de propiedad de la


tierra.

Novenos Reales: Producción agropecuaria se recolectaba dos novenas partes del


Diezmo.
Papel sellado: Lo que se pagaba para poder utilizar en las actividades judiciales papel
con sellos reales y su tasa variaba de acuerdo con la importancia del documento.

Derecho a la Pulpería: Lo que pagaban los dueños de estos establecimientos para la


autorización comercial (30, 40 pesos).

Estanco y Tafia: Se recaudaban impuestos por comercialización de tabaco, naipes,


aguardiente, galleras, ventas de guarapos.

Segundo Período

Comienza en 1980 con la disolución de la Gran Colombia y el inicio de Venezuela


como república independiente con la presidencia de José Antonio Páez. Para esta época
aún no se habían superado los efectos de la Guerra de Independencia sobre la
agricultura del país: devastación de numerosas haciendas y plantaciones, sobre todo en
la región centro-norte, que era la de mayor importancia agrícola; disminución de los
rebaños de ganado vacuno y caballar, debido al alto consumo que hicieron las tropas
patriotas y realistas, entre otros factores.

Hubo una tendencia acelerada a pasar del cultivo de cacao al cultivo de café, debido a la
escasa mano de obra, las regiones cacaoteras habían sido desbastadas por la guerra, era
más costoso obtener los frutos del cacao y el mercado exterior del café estaba en
expansión.

Con ella se eliminan la mayoría de los tributos coloniales y se crean otros nuevos, con
la intención de estimular la economía de los primeros años, en especial aquellos
relacionados con la exportación del café, cacao y añil.

Los ingresos del Estado, provenientes en su mayoría de los impuestos de aduana,


bajaron con la caída de las exportaciones.

Como los ingresos fiscales no satisfacían las necesidades del Tesoro, el Estado tenía
que pagarle a la burocracia civil y militar con papel moneda o con vales, y se
encontraba imposibilitado de cancelar las deudas contraídas en el exterior, calculadas en
37 millones de pesos.

Durante todo el siglo XIX se presentaron crisis económicas, las cuales trataron de
paliarse con préstamos internos y externos, con el incremento de los impuestos, la
recaudación de aduanas y exportación de productos agropecuarios, que se mantuvo
medianamente.

Dentro de ésta etapa se crearon los siguientes impuestos:


Los impuestos aduaneros

Impuestos sobre licores

Registro público

Sucesiones y Herencias

Ingresos por estampillas

Patentes de comercio

Contribuciones especiales

A finales de éste periodo, en el gobierno de Antonio Guzmán Blanco, se promulgó el


Código de Hacienda.

Tercer Período

Se extiende desde 1917 a 1943.

A pesar del conocimiento de la existencia de petróleo en Venezuela desde hacía siglos,


este recurso cobró real trascendencia con la llegada del siglo XX . Los primeros pozos
de real importancia no se perforaron sino hasta la década de 1910. El entonces
presidente Cipriano Castro aprobó un nuevo Código de Minas para la Nación el 23 de
enero de 1904, estableciendo así un principio que marcaría dramáticamente el curso de
la industria petrolera hasta su nacionalización en 1976.

A finales del siglo XIX, en 1878 el venezolano Manuel Antonio Pulido constituyó la
empresa Petrolia del Táchira y recibió del Estado los derechos exclusivos para explotar
100 hectáreas ubicadas cerca de San Cristóbal. Posteriormente, en 1905 Cipriano Castro
Promulgó la Ley de Minas, que se refería a las minas de asfalto, nafta, petróleo, betún,
ozoquerita o cera minera. Esta ley establecía un impuesto anual de 2 bolívares por
hectárea a las empresas explotadoras, más 4 bolívares de regalía por tonelada exportada.

Pero no fue sino hasta 1917, durante el régimen del General Juan Vicente Gómez, que
se extrajeran 10 mil toneladas de petróleo del pozo La Rosa (Cabimas), convirtiéndose
en la primera explotación de importancia con fines comerciales. En 1918 se promulgó
la última Ley de Minas aplicable a la industria del petróleo. Gumersindo Torres fue el
encargado de elaborar la Ley de Hidrocarburos durante 1917, promulgada en 1920 y
que sustituiría la Ley de Minas, reduciendo el tiempo de concesión a las empresas
extranjeras.

Desde el año 1917, se produjeron desajustes en la aplicación de los tributos, por la


presencia del petróleo, convirtiéndose en la primera fuente de recursos fiscales para el
Estado y la industria más importante del país, a pesar de que hasta 1943 aportó recursos
insuficientes, debido a que sólo estaba gravada por la Ley de Minas y su aporte era tan
sólo del 4,5% sobre la producción petrolera, es decir, no existía ninguna Ley que
pechara la industria petrolera.

Por el contrario, los contratos petroleros que se firmaban con las compañías petroleras
las exceptuaban del pago de impuestos creados o que se fuesen a crear por el lapso de
99 años.

A partir de 1926 la explotación petrolera constituía el reglón más importante de la


economía venezolana y el petróleo ocupaba el primer lugar entre los productos
exportados. Desde éste momento el petróleo se transforma en el principal producto de
exportación y fuente fundamental de ingresos del país.

En el año 1936, el Ministro de Hacienda Dr. Alberto Adriani, introdujo ante el congreso
tres proyectos de Leyes de Impuesto sobre la Renta, debido a que existía la necesidad
de crear un tributo directo mediante el cual se obtendrían recursos para satisfacer las
necesidades de salubridad, educación, vías de comunicación, entre otros, pero a pesar
de todos los esfuerzos por transformar el sistema fiscal, no fueron aprobados.

En 1942, estando en el gobierno Eliazar López Contreras, se presentó ante el congreso


un proyecto de la Ley de Impuesto sobre la Renta, el cual se caracterizaba por ser un
resumen de los tres proyectos anteriores, siendo sancionado ese año y entrando en
vigencia el 1º de enero de 1943, gravando la industria petrolera y demás actividades
rentísticas del país.

Esta Ley fue creada mediante el sistema mixto que se caracterizaba por presentar una
tarifa proporcional, seguido de otro de carácter global, de tarifa progresiva, que tenía
carácter complementario, y estuvo vigente hasta el 16 de diciembre de 1966.[2]

En 1943 Medina Angarita promulgó una nueva Ley de Hidrocarburos, la cual ofrecía al
país obtener mayor beneficio económico de la actividad petrolera, por medio de un
incremento fiscal a las empresas explotadoras, a cambio de 40 años más de
concesiones. Las empresas concesionarias debían pagar no sólo los impuestos de
exploración y explotación, sino el tributo contemplado en la Ley de Impuesto sobre la
Renta. Rómulo Gallegos aplicó una medida similar al reformar la Ley de Impuesto
sobre la Renta en 1948, que introdujo el beneficio del fifty fifty a la industria petrolera.

Cuarto período

Durante el periodo presidencial de Rómulo Betancourt entre 1959 y 1964 el gobierno se


enfrentó a una crisis derivada de la baja de los pecios del petróleo y de la casi
paralización de la economía, reduciendo los sueldos de los empleados públicos en un
10%, despidiendo a trabajadores de institutos y empresas del estado y devaluando la
moneda, de bolívares 3,50 a 4,50 por dólar.

En 1964 Rómulo Betancourt le entregó la Presidencia a Raúl Leoni, la situación


financiera y económica no era muy estable, por lo que el presidente recurrió a la alianza
con el Frente Nacional Democrático (FND) presidida por Arturo Uslar Pietri y Unión
Republicana Democrática (URD) de Jóvito Villalba. Para dar una amplia sustentación
política se constituyó el gobierno denominado Ancha Base.

Después de un año, Leoni tuvo que recurrir a leyes impositivas en la búsqueda de


recursos, surgiendo así la famosa Reforma Tributaria, donde el pueblo era sólo
espectador y el sector económico opositor. El Ministro de Hacienda Eddy Morales
Crespo y el Ministro de Fomento Luis Fernández Solis, encargados de la política fiscal,
en junio de 1965 negaron a la opinión pública la existencia de nuevos impuestos. No
obstante se celebraron reuniones con los sectores de la banca, la industria, el comercio y
la CTV, donde se discutió los pasos a seguir en materia impositiva para lograr un
programa que permitiera superar el déficit que alcanzaba a 300 millones de bolívares en
el proyecto de presupuesto de 1966. El 1º de enero de 1967 entró en vigencia la nueva
Ley de Impuesto sobre la Renta, bajo el sistema global.

Tres años después, Leoni le sede el gobierno a Rafael Caldera, quien le entregó un país
más o menos estable en el aspecto económico, no obstante el déficit presupuestario
persistía.

Días después la Cámara de Comercio advertía contra una nueva reforma tributaria :
"Cuando apenas tiene la anterior dos años se vuelve a plantear una nueva reforma
tributaria, pero nada se dice del otro lado de la cuestión, que es el gasto público".

En vista de la situación financiera el gobierno de Caldera recurrió a la política de los


empréstitos, por lo que el Ministro de Hacienda, Pedro Tinoco Rodil, solicitó ante el
Parlamento una nueva Ley de Crédito Público que permitió préstamos por el orden de
2.025 millones de bolívares, que en parte iban a estar destinados a solventar
compromisos adquiridos por las gobernaciones y la municipalidad de Caracas.

El 26 de Agosto del mismo año 1969, Tinoco firmó un crédito con el Chase Manhattan
Bank por 85 millones de dólares equivalentes a unos 400 millones de bolívares para la
época.

Caldera le entregó la presidencia a Carlos Andrés Pérez con el complemento de miles


de millones de dólares que el país recibió en enero de 1974, producto de los
incrementos que recibieron los precios del petróleo por la guerra de Yonki Pur, de
árabes e israelíes, en septiembre de 1973. Jamás ningún gobierno venezolano había
dispuesto de tantos ingresos.

En 1976, el Ministro de Hacienda Héctor Hurtado estaba anunciando una reforma


tributaria, la cual encontró muchos opositores, a lo que el ministro reaccionó diciendo
"todo se debe a que muy poca gente había leído los proyectos de reforma fiscal, y en lo
más mínimo, las personas naturales y únicamente de este nivel ( Bs. 200.000 ) en
adelante es que se elevarán las tarifas". Sin embargo fueron las personas naturales las
que terminaron asumiendo los aumentos de las tarifas sin estar aprobada la ley, debido a
que los aumentos de precios de los productos de primera necesidad.

El 17 de Mayo de 1978 se modifica la Ley de Impuesto sobre la Renta de 1967, que


entra en vigencia a partir del 1º de julio de 1978.

Estando Luis Herrera Campins en el gobierno, el Ministro de Hacienda Luis Ugueto


Arismendi anunció la aplicación de una nueva reforma tributaria con el objeto de
conjugar el déficit presupuestario de 8.000 millones de bolívares que se presentaría en
1980, año en el que se tenía previsto ingresos por 51 millones y 58 millones de
bolívares. No obstante, el otro propósito era de frenar el excesivo gasto de los
venezolanos.

El Ministerio de Hacienda publicó una lista de artículos que serían gravados con un
impuesto que oscilaría entre un 10 y un 15 por ciento.

La Ley de Impuesto sobre la Renta de 1978 sufre modificaciones y entra en vigencia la


nueva Ley el 1º de enero de 1982.

Jaime Lusinchi, recibe el gobierno con liberación de precios, un dólar disparado y una
deuda externa aumentada en unos 35 mil millones de dólares, la mayoría de estos
hechos ocurrieron aquel día denominado Viernes Negro, cuando el presidente del
Banco Central de Venezuela era Leopoldo Díaz Bruzual.

En este período surge Recadi, que se convirtió en un desaguadero que drenó más de 40
mil millones de dólares, popularizándose la palabra crisis. Para solventarle surge
nuevamente la panacea de la reforma fiscal, encontrando en esta oportunidad a los
conocedores y teóricos de la materia económica como Domingo Maza Zabala y Trino
Aleides Díaz, decano de la facultad de Economía de la UCV, quien manifestó que el
gobierno no podía aplicar una reforma fiscal sin racionalizar antes la economía, además
de plantear que el gobierno debía recaudar 60 mil millones de bolívares en impuestos
pendientes que habían declarado los sectores productivos y empresariales pero que no
habían cancelado.

Lusinchi creó en 1980 la Comisión de Estudios y Reforma Fiscal (CEF), que presidió
Tomás E. Carrillo Batalla, la cual elaboró un programa basado en la problemática fiscal
venezolana, y en octubre de 1984 anunció que la reforma generaría 20 mil millones de
bolívares anuales y comprendía los siguientes aspectos: eliminación gradual del
subsidio de la gasolina, simplificación de las tarifas de la Ley de Impuesto sobre la
Renta, eliminación del sistema de incentivos fiscales, simplificación del Impuesto sobre
la Renta de las personas naturales eliminando los desgravámenes y la creación del
Impuesto General a las Ventas. Éstas recomendaciones se quedaron en papel.

El 01 de julio de 1982 se promulga el COT venezolano con entrada en vigencia en 180


días, es decir el 30 d enero de 1983

Este instrumento jurídico basaba su estructura en el Modelo de Código Tributario para


América Latina, preparado en 1976 para el programa conjunto de Código Tributario
OEA/BID, el cual recopilaba la doctrina más avanzada y admitida del moderno derecho
tributario de la década de 1970. Adicionalmente fue enriquecido por la doctrina
elaborada a lo largo de varias jornadas realizadas por el Instituto Latinoamericano de
Derecho Tributario (1958-1970).

La importancia fundamental del COT es que logra dotar a Venezuela de una norma que
da carácter sustantivo para la aplicación de la legislación tributaria y dar así seguridad
jurídica a los contribuyentes y al estado.[3]

En 1986 se realizó una reforma parcial del Impuesto sobre la Renta, la cual en vez de
simplificar y hacer más eficiente el proceso de pago de impuestos, lo complicó, aun
cuando el objetivo no era hacer más simple el cobro de impuestos, sino el de elevar y
hacer más eficiente la recaudación.

Durante el primer año de la reforma los ingresos se elevaron, pero debido a las
debilidades estructurales del proyecto hicieron que la recaudación bajara en más de un
25 por ciento.

El gobierno reconociendo los desajustes estructurales y la aplicación de políticas


erradas, inicia en 1989 una estrategia para enfrentar la crisis fiscal, esta estrategia va
dirigida substancialmente al mejoramiento de la capacidad de gestión del sector
público, es decir, modernizar el sector público.

Esta reforma tributaria se incluyó, dentro de las estrategia de modernización del sector
público planteadas en el VIII plan de la nación, particularmente dentro de la
denominada Reforma Fiscal, la cual englobaba diversos aspectos como son la
privatización y reestructuración de empresas públicas, la reforma de la gestión
presupuestaria, la racionalización de los subsidios e incentivos fiscales y la reforma
tributaria propiamente dicha, compuesta por cuatro proyectos. La modernización
institucional del Ministerio de Hacienda, la modernización de la Administración
Tributaria, la reforma de la Legislación Tributaria y la descentralización fiscal.
La Reforma Tributaria tenía como objetivo principal el aumento de los ingresos
tributarios y del margen de acción de la política fiscal. Además busca atacar los
problemas del Sistema Tributario Venezolano: la dependencia del ingreso petrolero,
distorsión en las decisiones económicas, baja recaudación, estructura legal compleja,
deficiencia administrativa y la falta de equidad.

Estos problemas serían enfrentados a través de tres principios generales: el carácter


integral de la reforma que involucra la parte legal, ética y procedimientos
administrativos, ya que aprobar nuevas leyes tributarias sin atacar simultáneamente la
parte administrativa sería inútil, porque las normas jurídicas por sí solas no resuelven
nada y viceversa, el carácter gradual, que implica el proceso de cambio institucional, es
decir, el tiempo necesario para construir la viabilidad política y la compatibilidad con
las tendencias internacionales, por cuanto la modernización del sistema tributario debe
ser compatible con el proceso de apertura externa.

La modernización del sistema tributario buscaba la simplificación del sistema


impositivo para mejorar la administración y de reducir la evasión, mayor equidad,
neutralidad del sistema, aumentar y racionalizar los ingresos.

Las estrategias, principios y objetivos se quedaron estancados y olvidados y sólo en una


pequeña parte han sido aplicados, siendo tergiversados y alejados de los objetivos que
se habían planteados.

Desde 1990 se comenzó a discutir el proyecto de Impuesto al Valor Agregado (IVA), el


cual fue instrumentado durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez, fue aprobado por el
Congreso y ejecutado por de Ramón J. Velázquez. El objetivo del IVA era dotar al
Sistema Tributario Venezolano de un impuesto que cumpliera con las características
que debería reunir un tributo: neutralidad, simplicidad y eficiencia; además, de crear un
instrumento que eliminara los impuestos improductivos y simplificara otros, así como
reducir la dependencia de los ingresos petroleros.

Éste impuesto fue creado mediante Ley Habilitante otorgada al entonces Presidente
Ramón J. Velásquez, en fecha de 30 de septiembre de 1993, el cual creó mucho
malestar en la población, por lo que estuvo en vigencia hasta el 01 de enero de 1994.
Posteriormente en época electoral e iniciando el gobierno de Rafael Caldera, mediante
una promesa de carácter populista se le cambió el nombre por el de Impuesto al
Consumo Suntuario y a las Ventas al Mayor con una alícuota de 12,50% con una
adicional del 10% sobre licores, cigarrillos, joyas de oro, y el 20% sobre otros rubros
suntuarios sobre el valor del producto agregado añadido. Adicional a esto se aprobó la
Ley a los Débitos Bancarios (IDB) y modificación del Código Orgánico Tributario.

Por otra parte, el 8 de marzo de 1994 el Ministro de la OCI anunció que la recaudación
de los impuestos se haría a través de un servicio autónomo denominado "policía fiscal",
permitiendo una verdadera fiscalización de los tributos y reducir al mínimo la
posibilidad de que alguien evada los impuestos. Además indicó que la reforma
tributaria generaría ingresos por unos 3.571 millones de dólares, monto que supera el 50
por ciento del déficit. El mismo día el Ministro Sosa aseguró que los impuestos
recaudados serían limpiamente administrados y reorientados hacia los servicios de
salud, educación, seguridad social y personal, para ello estaban procediendo a
reestructurar el sistema de las finanzas públicas, para lo cual se había trabajado en la
creación del Servicio Nacional de Administración y Control Tributario, el Sistema de
Control Interno e Integrado de la Gestión Pública, el Sistema de Aduanas, el Sistema de
Tesorería Nacional, la reorganización de la Escuela Nacional de Hacienda y la creación
de Instituto de Altos Estudios de las Finanzas Públicas, la reestructuración integral del
Ministerio de Hacienda y el programa especial para el incremento de la recaudación
tributaria.

La modernización de las finanzas públicas implica la creación de nuevas fuentes


tributarias, su administración y concientización de la población con miras a sufragar el
gasto público, ya que la renta petrolera no puede mantener su preponderancia en la
generación de recursos que el país exige para un crecimiento estable.

La modernización del sistema de administración tributaria ha obligado a la creación de


un ente autónomo para la recaudación de los tributos internos el cual se ha denominado
Servicio Nacional Integrado de Administración Tributaria (SENIAT) creado a
mediados del año 1994 con la misión de contribuir activamente con la formulación de la
política fiscal-tributaria, modernizar y administrar eficaz y eficientemente el sistema de
recaudación de los tributos nacionales, proporcionar una cultura tributaria con apego a
los principios de legalidad, honestidad, equidad y respeto al contribuyente.

Quinto periodo: La Quinta República

Venezuela hasta finales de la década de los 80 parecía un país que resultaba atractivo
para aquellos inversionistas que deseaban multiplicar sus ganancias a cambio de muy
pocos impuestos. No obstante, a partir de 1993 comenzaron a vislumbrarse situaciones
en la economía venezolana como precios bajos del barril de petróleo, ingresos públicos
insuficientes, que conllevaron a realizar cambios en el ámbito económico apoyándose
en el marco tributario.

De manera tal que a partir de entonces todos los ciudadanos se encontraban en la


obligación de colaborar con las cargas públicas del Estado, recayendo la mayor
responsabilidad en las personas jurídicas. Se continuó realizando reformas con el
propósito de perfeccionar la evasión tributaria, ampliando la base imponible e
incrementando las sanciones pecuniarias, creando la pena privativa de libertad para
aquellos que cometan delitos tributarios e inclusive extendiendo la responsabilidad
solidaria a los asesores en esta materia.

La Constitución aprobada en 1999, otorga a la recaudación y exigencia de los tributos


rango constitucional, encontrándose dispuesto en el artículo 133 de la Carta Magna.
“Toda persona tiene el deber de coadyuvar a los gastos públicos mediante el pago de
impuestos, tasas y contribuciones que establezca la ley”.

Esta condición ineludible del tributo también está presente en el artículo 317 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual indica: No podrá
cobrarse impuesto, tasa, ni contribución alguna que no estén establecidos en la ley, ni
concederse exenciones y rebajas, ni otras formas de incentivos fiscales, sino en los
casos previstos por las leyes.

En los actuales momentos, de acuerdo a lo establecido en el Presupuesto de la Nación


para el 2017 los tributos van a representar el ochenta y tres por ciento (83%) de los
ingresos de la nación, producto de la recaudación tributaria, por Impuesto sobre la
Renta, Impuestos al Valor Agregado (IVA), Impuesto a las Grandes Transacciones,
Timbres Fiscales, Tasas Aeroportuarias, entre otros impuestos tienen como finalidad
complementar los ingresos públicos, cuya fuente principal era la exportación del
petróleo.

Venezuela posee una alta dependencia de lo percibido por la Renta Petrolera,


convirtiendo al Estado en un país mono-productor, descuidando los otros sectores de la
economía. Implicando un alto riesgo para el Gobierno, considerando que el valor del
petróleo el mercado tiende a no ser constante, porque se ve afectado por diversas
situaciones variables tales como, la estación del año de los países que demandan el
producto, conflictos internacionales, estado de las refinerías, entre otras circunstancias
que sensibilizan su valor y por ende afectan de forma directa a aquellos países cuyos
ingresos públicos dependen exclusivamente de su precio en el mercado.

Es así como en aras de disminuir el déficit fiscal existente por el agotamiento del
modelo rentista, el Gobierno venezolano optó a partir del año 1994 por percibir ingresos
a través de otras fuentes, como los tributos. En tal sentido fundó un organismo que le
permitiera incrementar la recaudación, mediante la creación del Servicio Nacional de
Administración Tributaria (SENIAT) que posteriormente sería llamado Servicio
Nacional de Administración Aduanera y Tributaria (1999), asimismo durante el
mencionado año 1994 en Venezuela se realizaron reformas al Código Orgánico
Tributario, a la Ley del Impuesto Sobre La Renta, aplicó el Impuesto al Consumo
Suntuario y Ventas al Mayor, además estableció el cobro del Impuesto a las sobre
Cuentas Mantenidas en Instituciones Financieras y el Impuesto a los Activos
Empresariales que fue derogado posteriormente, entre otros cambios impositivos.
Comienza entonces a formarse un proceso de cultura tributaria para el contribuyente
venezolano, que no estaba familiarizado con altas cargas impositivas y exigencias
fiscales relativas al cumplimiento de obligaciones legales ante la Administración
Tributaria.

No obstante, estas no serían las únicas reformas que afectarían al sujeto pasivo, porque
para el año 1999 el Estado efectuó otra serie de cambios en el ámbito jurídico tributario,
dirigidas en principio a la Constitución Nacional de la República Bolivariana de
Venezuela así como específicamente a los tributos considerados de mayor interés para
la época vale decir, la Ley del Impuesto al Consumo Suntuario y Ventas al Mayor la
cual adoptó nuevamente el nombre de Impuesto al Valor Agregado, por otra parte a la
Ley de Impuesto Sobre La Renta se le incorporó el principio de Renta Mundial, el
régimen de Precios de Transferencias y de Transparencia Fiscal además se estableció el
cobro del Impuesto al Débito Bancario y se modificaron disposiciones en el Código
Orgánico Tributario en el año 2001.

Resulta imposible ignorar la difícil realidad que los empresarios venezolanos deben
enfrentar para poder sobrevivir y alcanzar el éxito en una economía marcada por
factores de desequilibrio e incertidumbre los cuales se han venido acumulando durante
los últimos veinticinco años, estos han gestado un tenso clima de inestabilidad política,
aunado a una política fiscal restrictiva, regulación de precios, un prolongado control del
tipo de cambio, un gasto público que aumenta cada día más, inflación y distorsión en
los precios.[4]

Actualmente Venezuela enfrenta una de sus peores crisis económicas, políticas y


sociales de su historia contemporánea, demostrando de forma más acentuada la gran
dependencia del estado a los precios del petróleo, el abandono del aparato productivo,
el vicio de las importaciones y la desestimulación de la iniciativa privada a la inversión.

La creación y reformas de leyes tributarias actualmente, no sólo muestran el


alejamiento de los principios básicos del Derecho Tributario, creando impuestos con
carácter confiscatorio, no progresivo y que sobrepasan la capacidad contributiva del
sujeto pasivo, sino que además permiten la discrecionalidad de los órganos del estado,
violentando el debido proceso, el derecho a la defensa y la imposición de sanciones
pecuniarias, que van desde pago de multas hasta cierres de establecimientos de forma
indefinida, adicional a la privación de la libertad.

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