Está en la página 1de 2

Sinaloa y el preciado derecho a la vida en juego

(Caso hipotético para la clase de argumentación jurídica)

Beatriz Salgado Villarreal, una joven de Mazatlán, tiene 22 años y está encinta de 20 semanas. Si sigue
adelante con el embarazo puede morir. El lupus eritematoso discoide y la insuficiencia renal grave que padece
ponen en serio riesgo su vida, según han diagnosticado los médicos que la atienden. Y el embarazo afecta más
gravemente aún su salud. Además, según le hicieron saber los médicos el 13 de julio del presente año, el hijo
que espera tiene anencefalia —carece de parte del cerebro— y su supervivencia tras el parto es prácticamente
nula. Pero, en Mazatlán, a Beatriz se le ha denegado el aborto tras acudir ante médicos y autoridades
correspondientes. Una amenaza tangible que la Procuraduría General de Justicia del Estado ha lanzado ya
contra esta joven y cualquiera que la atienda. Beatriz, que ha solicitado apoyo –a través de los medios de
comunicación– a abogados, a la sociedad civil e incluso a organizaciones no gubernamentales, pues desconoce
los protocolos o soluciones legales a seguir en casos como éste.
Su historia ha desatado la polémica en México. De hecho, las entidades federativas han adoptado la
permisión de diferentes hipótesis de aborto, las cuales varían de entidad a entidad. Se ha generado asimismo
la polémica sobre la distinción entre legalización y despenalización del aborto; así como sobre la distinción entre
excluyentes de responsabilidad y excusas absolutorias entre algunos comentaristas en medios de
comunicación, y entre otros, en particular, porque algunos legisladores sinaloenses están planteando realizar
reformas –anticipándose a otros casos como el de Beatriz– en relación con la hipótesis del aborto eugenésico.
Pero, por encima de todo, la polémica se ha dado en sectores de la población civil que consideran la negativa
de las autoridades aberrante e ilegal.
Por otra parte, la controversia también se enmarca en el debate que se está dando en este momento en
el congreso estatal de Sinaloa a propósito de reformar la constitución local para proteger el derecho a la vida
desde el momento de la concepción, como ha ocurrido en los estados de Baja California, San Luis Potosí y
otros más (considerando que los casos de los dos estados en mención llegaron a la Suprema Corte y aunque
la mayoría de ministros estimaron que dichas disposiciones violan la libertad de la mujer, no alcanzaron los
votos suficientes para declararlas inconstitucionales: AI 11/2009 y AI 62/2009).
A voces como la de la presidenta de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, María Isabel
Roncesvalles, que ha pedido a la justicia que se le practique el aborto a Beatriz, se contraponen las duras
palabras del gobernador del estado de Sinaloa (responsable de la iniciativa de reforma para proteger la vida
desde la concepción), quien ha señalado públicamente su oposición a la petición de Beatriz y ha girado
instrucciones a las autoridades subalternas. Luego de negativas, evasivas y omisiones, finalmente el 1 de
septiembre del año en curso, tanto la Secretaría de Salud estatal como la Procuraduría General de Justicia
estatal, por vía de sus responsables (Anabel García Diego y Miguel Hernández Villanueva, respectivamente)
notificaron oficialmente a Beatriz tanto la negativa como la amenaza de persecución judicial pues, según

1
sostuvieron, la vida del producto de la concepción es un derecho constitucional y es deber de ellos protegerlo
(como consta en los oficios SSA-09830-2120 y PGJ-98793-2120 dictados, ambos, el día mencionado).
La Conferencia Episcopal de México ha manifestado que interrumpir un embarazo no está justificado en
ningún caso. Los obispos, además, han acusado a las organizaciones de mujeres y de derechos civiles de
“usar” la enfermedad de Beatriz para “presionar y manipular” a la sociedad. Por su parte, la asociación GIRE
(Grupo de Información de Reproducción Elegida) ha insistido en el carácter aberrante que las autoridades han
demostrado y recordó los casos similares en los que menores de edad que, habiendo sido violadas, se les negó
la oportunidad de abortar, como ocurrió en Chihuahua y Quintana Roo, contraviniendo la norma oficial en la
materia (NOM-046-SSA2-2005). Otros han señalado que el caso de Beatriz constituye una flagrante
discriminación hacia el producto de la concepción, pues consideran que solamente se pretende abortarlo porque
nacerá con una discapacidad y porque no corresponde a ningún ser humano tomar esa decisión sobre otro ser
humano que, aunque con capacidades especiales, podría ser una vida potencialmente viable.
Mientras, Beatriz permanece ingresada en un hospital de la capital, explican los abogados de la
Agrupación Ciudadana para la Despenalización del Aborto Terapéutico. La chica, que procede de una familia
con pocos recursos de la zona rural de Mazatlán tiene ya un hijo de dos años. Ese primer embarazo también
fue de riesgo, aunque menor, y la mantuvo en cuidados intensivos durante 38 días, explica Morena Herrera,
portavoz de esa agrupación. "La situación de Beatriz es dramática", apunta por teléfono.
El caso de Beatriz es, para los expertos de la ONU, un ejemplo de que México debería considerar la
introducción de más excepciones a la prohibición del aborto y permitir el acceso a las ya existentes. “El derecho
internacional en su estado actual no prohíbe el aborto ni lo impone tampoco; cada Estado puede elegir qué
tratamiento darle en su legislación interna”, explica Juan Méndez, relator especial de la ONU para la tortura.
“Pero el derecho internacional sí prohíbe en forma absoluta el trato cruel, inhumano y degradante, por ello los
Estados están obligados a arbitrar medios jurídicos eficaces para evitar someter a las mujeres a situaciones
que impliquen trato cruel, inhumano o degradante”, indica.

¿Cuál sería la solución jurídica al caso específico de Beatriz que usted propondría? Fundamente y
motive.

También podría gustarte