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Badiou Alain La Antifilosofia de Wittgenstein PDF
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La antifilosofía de Wittgenstein
S I ] C a p ita l in te le c tu a l DE AUTOR
Badiou, Alain
La antifilosofía de W ittgenstein
la ed., Buenos Aires, Capital Intelectual, 2 0 1 3
112 p., 2 1 x 1 5 cm. (De autor N° 13)
Traducido por: María del Carmen Rodríguez
ISBN 9 7 8 -9 8 7 -6 1 4 -4 0 6 -3
1. Filosofía. I. María del Carmen Rodríguez, trad. II. Título
CDD 190
[Julio de 2008]
I. LA ANTIFILOSOFÍA DE WITTGENSTEIN
No es irrazonable sostener que Wittgenstein ha sido un
héroe de nuestro tiempo. Pero a condición de examinar con
todo rigor de qué causa fue héroe, cómo la sostuvo y cómo,
a sus propios ojos, se perdió en la imposibilidad, mal encu
bierta por una suerte de insolencia especulativa, del acto
inaudito cuya promesa mantenía.
2 . Dado que B a diou tra b a ja con una versión francesa del Tractatus lo g ic o -p h ilo s o p h ic u s ,
hem os co n su lta d o tre s versiones d is p o n ib le s en espa ñ o l de esta obra para in te n ta r
hom o lo ga r la te rm in o lo g ía w ittg e n s te in ia n a , en la m e d id a de lo posib le, en a m ba s
lenguas. Las tra d u c c io n e s co n su lta d a s fueron la de E n riq u e Tierno G alván (e d ic ió n
b ilin g ü e a le m á n -e sp a ñ o l, M a d rid , R evista de O ccid e n te , 1 9 5 7 ), la de Jacobo M u ño z
e Isid oro R eguera (M a d rid , A lia n za , c o l. Filoso fía , q u in ta re im p re s ió n , 2 0 1 0 ) y la
de L u is M. Valdés V illa n u e va (España, Tecnos, c o l. Los esen cia le s de la filo s o fía ,
te rce ra e d ic ió n , 2 0 0 7 ) . Lo m ás im p o rta n te , en la tarea que nos c o m pe te, es se g u ir
el ra zo n a m ie n to de B a d io u , que se c iñ e m u cha s veces a ta l o cu al expresión de
W ittg e n s te in , de m odo ta l que hem os to m a d o, de los té rm in o s de las tre s tra d u c
cio n e s españolas, a q u e llo s que m e jo r se ada p ta b a n a la versión francesa que es la
fu e n te del autor. Pocas veces nos vim os en la o b lig a c ió n de tra d u c ir un té rm in o
del T ractatus d ire c ta m e n te de la versión fra n ce sa: ta l es el caso de “ c u a d ro ” , por
e je m p lo , que en to d a s las versiones españolas fu e tra d u c id o por "fig u ra " ( B ild en el
o rig in a l a le m á n , P ic tu re en in g lé s), su sta n tivo e m p le a d o en el d is c u rs o de B a d io u
para d a r otra idea y q ue h u b ie ra d ad o lugar a co n tra s e n tid o s . En c u a n to a las “ p ro
p o s ic io n e s ” p ro p ia m e n te d ich a s, han s id o ada p ta d a s, en su gran m ayoría, según el
c o n te xto . O tra obra de W ittg e n s te in c ita d a es O b servaciones so bre los fu n d a m e n to s
de la m a te m á tic a , y m uy pocos re to q ue s hem os te n id o que h acerle a la versión
co n s u lta d a , de Isid oro R eguera (M a d rid , A lianza, 1 9 8 7 ), para c u m p lir con n u e stra
tare a . [N . de la T.)
a despecho de esa "p arte", se sienta gravem ente afligido
por la legislación antisacerdotal del furioso de Turín?
Preguntas decisivas, si se considera que en el pasado
siglo, de modo alternativo, N ietzsche y W ittgenstein die
ron el la de una cierta forma de desprecio filosófico por
la filosofía.
\
Wittgenstein opera, en el mejor estilo antifilosófico, una
inversión de los valores clásicos atribuidos al sentido y a la
verdad. Se puede creer fácilmente, en efecto, que el sentido
es cuestión de experiencia y de convención, mientras que
la verdad, ligada al ser en tanto ser, solo se descubre más
allá de la donación mundana. Es por eso que la filosofía se
inclina por las "verdades eternas". Pero he aquí que Witt
genstein atribuye la eternidad al sentido (como cuadro pro
posicional de los estados sustanciales) y desarrolla una doc
trina estrictamente empirista y contingente de la verdad.
El sentido del mundo solo puede residir fuera de él. En el mundo todo
es como es y todo acaece como acaece; en él no hay valor alguno y, si lo
hubiera, ese valor carecería de valor.
Si hay un valor que tenga valor, debe residir fuera de todo lo que
acaece, de todo lo que es tal o cual. Porque todo lo que acaece, todo
lo que es tal o cual, es fortuito.
Lo que lo hace no fortuito no puede residir en el mundo; de lo con
trario, sería a su vez fortuito.
Debe residir fuera del mundo.
2. No hay verdad.
12
Dicho esto, ¿hay invariantes? Sí, las hay. ¿Se trata siempre
de Wittgenstein, y en qué sentido? Se trata siempre, sí,
del antifilósofo W ittgenstein. Es decir, en último análisis,
de un adversario de la pretensión matemática. De un ene
migo de Platón.
Son estas tres certezas (antiplatónicas las tres) las que escla
recen, creo, las lenguas de Wittgenstein, y lo que hay que
llamar, sin duda, su desesperación latente.
ÍNDICE
Prefacio
I. La antifilosofía de Wittgenstein