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En las obras especializadas que tratan estos temas, existen tres denominaciones principales,
utilizadas comúnmente para referirnos al mismo sujeto, sin embargo veremos que aunque
están relacionadas, no pueden utilizarse como sinónimos.
Servidor Público:
Se refiere a la persona física que realiza una función pública, de cualquier naturaleza. Más
adelante explicaremos qué se entiende por función pública. Como vemos, servidor público
es una categoría muy amplia y general, que engloba a otras dos más específicas: funcionario
público y empleado público, las cuales veremos a continuación.
Funcionario Público:
Es un servidor público o servidor del Estado, designado por disposición de Ley, elección
popular o nombramiento de autoridad competente, para ocupar grados superiores de la
estructura orgánica y asumir funciones de representatividad, iniciativa, decisión y mando.
Este concepto se sustenta en el criterio orgánico de jerarquía y potestad pública, que da
carácter de autoridad a los funcionarios públicos y los distingue de los demás empleados y
personas que prestan sus servicios al Estado.
Empleado Público:
Es importante precisar que no toda persona que presta sus servicios al Estado es un
empleado o funcionario público, ya que existen personas que ocupan un puesto honorífico,
otras que prestan servicios técnicos o profesionales, que proveen bienes o llevan a cabo
obra pública, mediante contratos y que al no tener una relación laboral de dependencia, no
entran en la categoría de servidores públicos.
En nuestro país existen varias normas legales que regulan la relación entre el Estado y sus
empleados y funcionarios:
Según el Reglamento de la Ley de Servicio Civil (Artículo 1º.), se consideran como servidores
públicos o trabajadores del Estado los siguientes:
b) Empleado público: Es la persona individual que ocupa un puesto al servicio del Estado en
las entidades o dependencias regidas por la Ley de Servicio Civil en virtud de nombramiento
o contrato expedidos de conformidad con las disposiciones legales. Quedando obligada a
prestar sus servicios o a ejecutar una obra personalmente a cambio de un salario, bajo la
dirección continuada del representante de la dependencia, entidad o institución donde
presta sus servicios y bajo la subordinación inmediata del funcionario o su representante.
No se considerarán funcionarios o empleados públicos, los que únicamente son retribuidos
por el sistema de dietas, pues las mismas no constituyen salario, ni aquellos que son
retribuidos con honorarios por prestar servicios técnicos o profesionales conforme a la Ley
de Contrataciones del Estado. El propósito de la Ley del Servicio Civil, es regular las
relaciones entre la Administración Pública y sus servidores. Es una ley con carácter de orden
público y los derechos que consigna son garantías mínimas irrenunciables para los
Muchos autores coinciden en que el término puede resultar confuso y ambiguo, y que para
comprenderlo con claridad es necesario considerar los distintos contextos en que se utiliza.
Aquí se mencionan solamente tres definiciones de función pública, para que el estudiante
pueda formar la propia.
La primera definición enfatiza la relación de dependencia laboral, este nos dice que función
pública es: El conjunto de relaciones laborales entre el Estado y sus servidores en donde las
funciones desempeñadas son señaladas por la Constitución, una ley o un reglamento. La
segunda definición considera la función pública como el Estado en acción. Ya sea captando
recursos (impuestos) o distribuyéndolos por medio de los programas sociales, sirviendo de
árbitro en la sociedad o de gran regulador para defender el interés general. Así tenemos
que función pública es: “La actividad realizada por una persona natural actuando en nombre
del Estado o un órgano público, cuyo fin está encaminado al logro de los fines esenciales
del mismo Estado”. La tercera definición proviene de un documento internacional para el
uso de los gobiernos y los académicos de Iberoamérica denominado Carta Iberoamericana
de la Función Pública y que ha sido elaborada por el Centro Latinoamericano de
Administración Pública para el Desarrollo-CLAD- . La Carta enfatiza que además de las leyes
que rigen a la administración pública y que le dictan su accionar, también debe considerarse
como parte de la función pública la actividad continua y las políticas implícitas (no escritas).
Veamos lo que dice el CLAD:
En conclusión, la Función Pública puede verse desde diferentes ópticas. Por una parte, es el
conjunto de relaciones laborales entre el Estado y los particulares. Por otra, considerada
desde la práctica, es la actividad ejercida para cumplir la misión del Estado y desde una
tercera perspectiva, son las normas, las estructuras y los procesos institucionales que
articulan a las personas y su labor.
Investigar:
Artículo 107 de la CPRG
Los derechos de los servidores se pueden establecer de una manera muy general. Ya que
cada institución, especialmente en materia laboral, puede determinar otros derechos. Entre
los más importantes podemos mencionar los siguientes:
• Ventajas económicas;
• Recreación;
• Sindicalización, agrupación o asociación gremial; y
2. Obligaciones:
Como servidores públicos, las personas están obligadas a desempeñar sus deberes,
atribuciones, facultades y funciones con estricto apego a la Constitución Política de la
República y las leyes. Al igual que los derechos, los deberes u obligaciones de los
funcionarios públicos pueden variar, según el órgano administrativo para el que presten sus
servicios, así serán las disposiciones especiales que los normen. De forma general se pueden
mencionar los siguientes:
• Ejecutar las funciones que les han sido atribuidas según el puesto para el que fueron
electos o nombrados;
3. Prohibiciones:
• Hacer uso indebido del cargo o empleo para conseguir o procurar, servicios
especiales, nombramientos o beneficios personales a favor de familiares o terceros,
mediando o con fines de remuneración.
• Utilizar el poder que le confiere el ejercicio del cargo o empleo en las entidades del
Estado, autónomas o descentralizadas, para tomar, participar o influir en la toma de
decisiones en beneficio personal o de terceros.
• Utilizar bienes propiedad del Estado o de la institución en la que laboro, tales como
vehículos, material de oficina, papelería, viáticos, fondos públicos y otros, fuera del uso
oficial, para beneficio personal o de terceros.
• Usar el título oficial del cargo o empleo, los distintivos, la influencia, o el prestigio
de la institución para asuntos de carácter personal o de terceros.
• Utilizar recurso humano y financiero del Estado, así como el prestigio o la influencia
de la institución para el logro de objetivos personales, políticos, o de orden partidista.
• Utilizar los recursos públicos para elaborar, distribuir o enviar regalos, recuerdos,
tarjetas navideñas o de cualquier otra ocasión.
4. Responsabilidades
Penales Políticas
a. Responsabilidades jurídicas
b. Responsabilidades administrativas
penal que se genere. Los daños y perjuicios provenientes de la responsabilidad civil se harán
efectivos con arreglo al Código Civil y demás disposiciones legales vigentes sobre la materia,
salvo que la acción civil se decida dentro de la acción penal en forma conjunta.
c. Responsabilidades penales
El Código Penal Decreto 17-73 del Congreso de la República de Guatemala, norma delitos o
faltas en que los servidores públicos pueden incurrir en el ejercicio de sus funciones
públicas, que deben ser sancionados por los órganos jurisdiccionales.
Entre los delitos que se pueden imputar a los servidores públicos se encuentran: cohecho,
malversación, falsedad, infidelidad, falsificación, desacato, abandono, anticipación y
extralimitación de funciones, lesiones, capturas ilegales, abuso de autoridad,
incumplimiento de deberes, desobediencia, denegación de auxilio, peculado, fraude, etc.
Las responsabilidades políticas surgen de las decisiones que toman los funcionarios públicos
superiores, encargados de gobernar cuando van en contra de los principios constitucionales
y los intereses generales. Este tipo de responsabilidad se produce por las actividades de los
funcionarios superiores como el Presidente, Vicepresidente y Ministros de Estado.
Todo servidor público debe tener un conocimiento, aun superficial, de la Ley de Servicio
Civil en Guatemala.
Oficina Nacional de Servicio Civil –ONSEC-
El ámbito de aplicación de la Ley de Servicio Civil se extiende a los servidores públicos del
Organismo Ejecutivo y a algunas entidades descentralizadas del Estado que carecen de su
propia ley y reglamentación en materia de recursos humanos.
Para el Organismo Ejecutivo se aplica la Ley de Servicio Civil, con algunas excepciones: La
ley no opera para el personal que pertenece al servicio exento de la Presidencia de la
República y sus dependencias adscritas o no, así como Secretarías de la Presidencia. Para
los Ministerios del Estado, la Ley no cubre al de la Defensa Nacional, rigiéndose éste por la
Ley Constitutiva del Ejército de Guatemala, Decreto No. 72-90 y sus modificaciones.
Para el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Ley solamente cubre una parte de sus
empleados. El personal de embajadas y consulados atiende a las disposiciones de la Ley
Orgánica del Servicio Diplomático. El personal diplomático también se beneficia de
incrementos de salario y de bonificaciones generales cuando el gobierno los concede.
En lo que respecta al Ministerio de Cultura y Deportes, se aplican las normas del Servicio
Civil, excepto en el caso de aquellos empleados que fueron trasladado del Ministerio de
Educación a éste, y que conservaron los mismos derechos del Magisterio Nacional.
La normativa legal respecto al Servicio Civil, ha sufrido dispersión. Hoy, además de la Ley
que regula el servicio Civil en el Organismo Ejecutivo (con las numerosas excepciones ya
mencionadas) existe una Ley de Servicio Civil para el Organismo Judicial y la Ley de Servicio
Civil Municipal. Este fenómeno contribuye en gran medida a dificultar la de por sí compleja
situación de la función pública guatemalteca.
Hay que reconocer que el Servicio Civil en Guatemala se encuentra muy poco desarrollado,
carece de un verdadero sistema de carrera administrativa, se encuentra disperso y es poco
respetado por las autoridades políticas del país. Cuando se observan las comparaciones con
otros países de América Latina, incluso de la región centroamericana, nuestro servicio civil
sale mal calificado. Costa Rica va a la cabeza en la calidad del servicio civil y nosotros
compartimos con Honduras los últimos lugares de la región centroamericana, a pesar de
tener la economía más grande y moderna de toda la región.
Algunas propuestas han sido formuladas desde la sociedad civil, otras por los diputados que
comparten una visión de Estado, tanques de pensamiento e incluso algunos organismos
internacionales han intentado la modernización del Servicio Civil. Pero no han logrado
permear a la sociedad guatemalteca y tampoco han logrado que los líderes políticos con
sentido de lo que es la misión del Estado, se decidan a dar el salto de la reforma. Quizás sea
la nueva clase política inducida por el movimiento ciudadano por la transparencia y la lucha
contra la corrupción iniciado en el 2015, el que finalmente recoja e impulse la necesaria
Reforma del Servicio Civil en Guatemala.
“El 11 de mayo de cada año se conoce en Guatemala como el “Día del Servicio Civil” según
Acuerdo Gubernativo 464-84 emitido por el jefe de Estado, Óscar Mejía Víctores, como un
reconocimiento a los servidores públicos. Los trabajadores de la Administración Pública son
regulados por la Ley de Servicio Civil, Decreto 1748 del Congreso de la República, norma
que se encuentra en vigor desde el 23 de mayo de 1968.
A pesar de que la ley debía de implementarse de inmediato, se estableció que la misma, por
motivos operativos, empezara a aplicarse a partir de 1969. Luego de 49 años sin ninguna
reforma, el contexto en el cual fue concebida la normativa ha cambiado en cuanto a
renglones, condiciones, estándares de calidad, competencias laborales e incluso en
cantidad. Nueve años después de aprobada la ley, el Estado contaba con 109 mil 439
trabajadores, cifra que se mantuvo relativamente estable en las siguientes décadas, caso
excepcional en 1992 que se redujo a 103 mil 861 personas.
1. En Guatemala, por mandato constitucional, el servidor público tiene que ser capaz,
idóneo y honrado.
2. El término servidor público abarca las categorías funcionario y empleado público, pero
hay importantes diferencias entre ellas.
3. La función pública se puede considerar desde tres perspectivas: como relaciones
laborales, como actividad del Estado y como arreglos institucionales.
4. Los servidores públicos tienen DERECHOS, OBLIGACIONES, PROHIBICIONES Y
RESPONSABILIDADES.
5. La conducta del servidor público está fuertemente regulada para asegurar que sus
acciones sean legales, eficaces y éticas. Porque solo actuando así, se salvaguardan los
intereses del Estado que son los intereses generales.
6. La Ley de Servicio Civil es la norma que fundamenta legalmente el régimen de Servicio
Civil en Guatemala, pero coexiste con otras normas.
7. Guatemala se encuentra atrasada en la calidad del Servicio Civil según los índices
internacionales.
Bibliografía: