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- • - EL SISTEMA
EST
El desarrollo del México contemporáneo, sus logros y pro-
blemas, sus dilemas y proyectos de superación lo han colo-
cado cada vez más en la vorágine del mundo actual. Se quie-
ra o no, México se ha vuelto a la vez sujeto y objeto de las
grandes fuerzas y tendencias de la política mundial. Sus in-
UNI
tereses y políticas interactúan en situaciones críticas y coyun-
turales, así como respecto de los actores y las fuerzas, los re-
gímenes y los bloques de todo tipo.
Estas circunstancias, que se acentuarán cada vez más en
el futuro inmediato, exigen una creciente disponibilidad de
DE NORT
publicaciones informativas e interpretativas de las grandes
tendencias, discusiones y opciones políticas. Deben ser a la
vez de calidad y precisión adecuadas, sintéticas y claras, ac-
cesibles a intelectuales, políticos y gobernantes, pero también
Pat
al gran público.
La Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de Mé-
xico está plenamente consciente de esta necesidad. Por ello
reafirma su fidelidad a los intereses y necesidades del pue-
blo, y su voluntad de contribuir a la información y el debate
de las grandes posiciones y alternativas políticas a través de
la colección Grandes Tendencias Políticas Contemporáneas.
Está compuesta de fascículos dedicados a una temática muy
diversa pero específica, de amplio tiro, dirigida al gran pú-
blico. Especialistas de alto nivel técnico, expositivo e infor-
mativo se han esforzado por contribuir a la elevación de la
cultura social y cívica, al debate y a las decisiones públicas,
sobre los problemas de la política mundial que de distintas
maneras son relevantes para el enfrentamiento de la crisis,
su superación positiva, así como para la realización exitosa
del destino nacional y latinoamericano.
E CARPIZO
ctor
UNIVERSiriAr
Coordinación de Humanidades Coordi
Primera edición, 1985
© Universidad Nacional Autónoma de México
Ciudad Universitaria, 04510 México, D.F.
Coordinación de Humanidades
ISBN 968-837-637-X
Impreso en México
GRANDES TENDENCIAS POLÍTICAS CONTEMPORÁNEAS
Consejo Editorial
_ I
Jorge Carpizo del
Federico Reyes Heroles
Diego Valadés
El comercio medieva
José Francisco Ruiz Massieu
Arnaldo Córdova bre, clavo, nuez mo
Rodolfo Stavenhagen cristalerías, tapice
José Luis Reyna mano y lo convirtió
Jacobo Casillas Europa que tiene co
fijos ahí donde mace
Coordinador de la Colección: Marcos Kaplan dejaron puestos: el
En el siglo xv, ad
que controlan el in
cio exterior. Pisa,
cia, el escenario qu
m á s conocidas, la d
en la que se tensa
isabelina. Dilema e
antagónicas de cons
El último decenio
el curso de las naci
tiene como nudo la
sociedades por veni
titucional, situada
Universidad Nacional Autónoma de México la república es jus
dinero es principio
Jorge Carpizo / José Narro Robles / ésta el dinero se c
José Manuel Covarrubias / cia. Por eso en la V
Carlos Barros Horcasitas / Eduardo Andrade Sánchez
Federico Reyes Heroles ce como el noble y
intercambio comercial, dispone de él liberalmente y es apreciado E s p a ñ a por
se juega tod
el gobierno de la república por su amistad. Al contrario del extractiva,
otro perso- y convu
naje, su antítesis, el usurero Shylock, quien lo ha convertido cieroen proge-
que provoca. L
nitor, sujeto a la tiranía del dinero: dinero que crea dinero, el interés,
cantilismo, de simp
nombre del hijo nacido del dinero. La autoridad paterna, origen trapelo de lade España,
autoridad política en toda sociedad humana, se ofrece en él el derogada,
lento trueque de
subrogada, usurpada por el dinero, al punto que no sólo es en derrotado
las movedizas fr
por la justicia republicana, sino que como padre sufre el oprobio; por mayor aban-con el ex
donado y traicionado por su hija Jessica, quien huye con un de cristiano,
economía comerci
después de robarle algo equivalente a la libra de carne que Shylock traspuso, pre-al terren
tende cobrar sin misericordia a Antonio: su diamante. que en adelante ava
Esta Venecia de mercaderes, envidiada y odiada, también por ma contemporánea
ello de
imitada, será sucesivamente desplazada en su carácter puntero. Los Amuchos
fi- mundos
nes del XV Colón tropieza con América, al otro lado del Atlántico, vo mundo alde la nuev
buscar las Indias m a r í t i m a s según su hipótesis de la existencia
dia de de lasuna Provinci
ruta común entre el Este y el Oeste. Es el descubrimiento deEspañol las llama- en el si^lo
das Indias Occidentales por los europeos. A su vez, Vasco de Gama, dres, pre- ya resignados
cedido por exploradores que han dilatado la costa africana,tructor logra dar de la grande
la vuelta al cabo de Buena Esperanza, y luego se interna ente, el queocéano a través de
índico, atraca en Calcuta y carga su pequeña nave almirante, al de siglo 120XVIII. El mis
toneladas, con exóticos productos orientales que cubren 60 sus veces los
progenitores, L
gastos de su vagamundo viaje. norteamericano, el q
La esfera de los mares ha sido abierta. Suena el preludiocia delvendería
ocaso a los E
para la zona mediterránea. La longeva y fascinada mirada quegar el orgullo inglé
duran-
te milenios contempló el Levante, al tiempo que acorta la distancia de la nueva de Inglate
éste con Europa, produce un nuevo Occidente. Es la revolución dio de de la Carlos I y el
economía medieval que sustituye el Mediterráneo por un nuevo well;marla de las rest
central, el Atlántico, disparando la codicia de los pueblos permanente
en una nue-con Fran
va carrera por la hegemonía de ultramar, especialmente de Guillermo aquellos I I I y coma
con acceso directo a él: Portugal, España, Francia y la Inglaterra antepasado de de dos W
Shakespeare. en el xx se apoderó
Portugal dejará a Venecia a la zaga, al adelantar a Lisboa dial;
en el en co-
fin, la han
mercio con Oriente, el de la retaguardia europea. España iniciará bert Walpole y Will
el
de vanguardia, el del nuevo Poniente, que decidirá el triunfo Nuevas del dine- Portugalés,
ro sobre la virtud tan prematuramente que América se hace sinónimo prohijan sucesivas
de botín, al tiempo que las extraordinarias disponibilidades de oro y por Cádi
suplantada
plata de México y Perú reducen a bagatela el otrora lujoso de comercio
San Luis y, por
con Levante. Támesis.
Portugal aporta la idea imperial del monopolio comercial, al Era cons-la manzana caí
truir una supremacía naval sobre Oriente. Retiene lucrativasviolentamente
concesio- la ec
nes, abate rivales y mantiene exclusividad sobre las vías dey comunica-no en otra direcci
ción descubiertas, que ya le disputan los holandeses. E l rey mejor lusitano
que sus compe
aparece así en competencia con los títulos del Gran Turco, ción como imperial,
"se- el de
ñor de la navegación, conquista y comercio de Etiopía, Persiape, e India".
quedaba traslad
4
restantes, únicame
tarismo de Francis Bacon, el resorte m á s poderoso de las iniciativas
de codicia imperial inglesas, actuaría de consuno con la escolta tramar épica en el conti
del puritanismo, tanto de la migratoria mística de un Bunyan, hegemonía
como mundial,
la escatológica poesía de un Milton: se alentaba así el nias a finales del
hacia la colonización mercantil del Nuevo Mundo, con la misión eco- Diversos tipos de
nómica de recobrar el francés, al holandé
La empresa imperial inglesa en América abarca desde principios española
del y francesa
XVII hasta fines del xvm, aunque no será hasta el xx cuando elhegemonías
langui- holandes
deciente y extenuado Sansón británico agonice a manos de su propia landesa apoyada ex
y especulativa progenie. Ese vástago imperial sobre el que vino mar, a y la inglesa
cer-
nirse, omnipotente, la profética y sombría figura del personaje peculiar
shakes-sello: el
periano, el usurero, dramáticamente atravesado por ese que será atlántica de Améri
lo m á s propio de la nueva cultura imperial, que ya Aristóteles Sin llamara embargo, la v
de Pues no es otro el significado del nombre inventa- monía es esencialme
do para designar, en su literalidad simbólica, el vicio compuesto rios de interventores
la
corrupción del lucro. Pues significa, a la vez, el combate de evidente
quien que mient
está enganchado por la cornamenta y la corrupción del lujo. Un ultramar
vicio sobre una
por exceso, escenificado en el inescapable combate del amor por tánicola rcifraron
i- su
queza. Mientras que si designa al vergonzoso —que si tiene algo, ciente y pujante c
lo tiene para esconder— también significa "el que se queda corto". manera, V i -si el nuev
Inglaterra —en la
cio opuesto al precedente que expresa una privación, una deficiencia.
Así, es el cerrojo del lucro vergonzoso como vicio, articulado otra—, mientras qu
entre la falta y el exceso. Su raíz, la impotencia, queda traspuestaE s p a ñ a tardíamente
y
expresada en el combate encadenado por la pasión a la riqueza. la holandesa
Vicio fue l
metafórico m á s sutil que el de la prodigalidad o la avaricia, te. Acaso porque l
retenido
a mitad de camino entre la cohibición y la desvergüenza, ya que giohinca
a las que le pr
nos universales qu
su remisa afección al dinero, sustituto de lo que le falta, precisamente
en la escondida impotencia en la que tiene su ancla. Cultura aventajaron,
entonces la pr
de las ganancias afrentosas que no vacila en arrostrar la infamia a España.
a causa Asimismo
del amor por el interés, por pequeño que éste sea. ¿O no es acaso cia en m á s de una
este
nombre el patronímico del vástago prohijado por las e n t r a ñ a s tados
del Im- Unidos (1776
grandes acontecimi
perio Británico, el de su mercantilismo colonial que, ya independien-
te, reveló su poderío mundial como un el imperio legado a segundo t
del lucro vergonzoso? novelistas y filóso
no poco contribuyó
Si se compara a l
landesas de América
II. Las dos versiones tanciadamente que
de la hegemonía imperial europea pararse de su madr
cultural y político
De los cinco imperios ultramarinos de Europa que intervienen Américas
en el del conti
la hegemonía políti
Nuevo Mundo, sólo Portugal, con posesiones en África, Asia, las islas
del Pacífico y América del Sur, no participa de manera directagos en
pueden
la ser net
formación del nuevo imperio de los Estados Unidos de América. de
De los
los imperios fr
6
personalidades que los dirigieron (los Sully, los Richelieu y Mazarinos,
porque de manera h
los Colbert, etc., proyectados en la figura dominante del Rey mucho Sol ena el los france
caso francés, o de Carlos I de España y V de Alemania y su sucesor, con la rud
cortada
Felipe I I , hijo del rey en cuyos dominios no se ponía el sol), camente
es porque con siglo y
se trata de imperios construidos sobre la hegemonía dinásticaXVII y mili-
en la Plaza de
tar de la aristocracia, necesariamente identificados con los mejores
cabezas de ventaja
hombres de su época. Justo lo contrario de lo que ocurre parataja, los ca-según la par
sos de Holanda y Gran Bretaña, especialmente ésta, en donde los re-
yes y reinas, los ministros, generales y almirantes son puestos al servi-
cio de las conveniencias de la política económica del mercantilismo,
únicamente valorados por su relativa utilidad en el orden comercial III
y financiero. Trátese de dos reyes de la llamada nueva monarquía lan- colo
casteriana, las dinastías de los Tudor o los Estuardo, la guerrera dic-
tadura cromwelliana —el unificador de Inglaterra, que tendrá su páli-
La creación de las
do reflejo en Abraham Lincoln en el xix americano— o incluso la casi
dos corre desde la
contratación militar de Guillermo I I I de la Casa de Orange, con el solo
XVII, hasta el cuart
objeto de contrarrestar la guerromanía de Luis X I V , a pesar de que
una cadena ininter
el precio por él exigido fue el de ceñirse la corona británica en una for-
teamericana: Nueva
ma republicana de gobierno. De igual suerte, es de notar el diverso
Hampshire, Massachu
tiempo de duración y el ritmo de las dos especies de hegemonía políti-
Centrales, integra
ca contrastadas, pues mientras que la de los imperios mediterráneos
nes holandesas: Nue
surge al calor de los pactos matrimoniales y las alianzas dinásticas,
garía Pennsylvania;
durando en promedio no m á s de un siglo —el xvi entero para el espa-
seguida por Maryla
ñol, y prácticamente el xvii para el francés: el "de Luis X I V " o
en el que se regodea la civilización francesa—, la holandesa El y sistema de col
particularmente la británica, antes que el paso del tiempo las mos hagademen-fundación. E
guar, acrecientan su poderío. Tal es su brío que el fin de los neralmente
pactos po- financi
líticos y los matrimonios dinásticos, herramienta clave de la individuales,
hegemo- no me
te, la nobleza y l
nía imperial aristocrática, marcan precisamente su proyecto imperial
a escala mundial. Con lo que queda claro que los grandes vencedoresgrada a la aristoc
de la Guerra de Sucesión Española de principios del siglo xvm, El último método,
antes
que nadie, fueron los comerciantes y banqueros londinenses.y el se basaba en
Finalmente, el hecho m á s sintomático del desfase histórico y tarias
políti- que permití
co entre la hegemonía aristocrática y la burguesa. Si en Españasoy toda Fran-una j e r a r q u
cia existe una correlación cierta entre el poderío imperial y de el vasallaje
apogeo frent
del carácter absolutista del Estado, para Inglaterra y Holanda privado.
el fenó- Ilustraci
meno es exactamente el inverso; sus hegemonías de ultramar, comer- men de propiedad te
ciales y financieras, antes que presuponerla, tienen como premisa land, pre-colonia fund
nal por la Compañí
via la desaparición de todo atisbo de absolutismo en la organización
de sus Estados. Calvert —Lord Balti
ideales de los padr
Dos hechos capitales permiten evidenciar este desfase histórico de lasy po-colonias de
lítico entre la hegemonía de tipo aristocrático y la burguesa.linas, Primero, la del Nort
porque Holanda y Gran Bretaña se convirtieron al republicanismo tente
m á s consejero re
al rey alegre, Car
de un siglo antes que su competidora m á s próxima, Francia. Segundo,
8
mismo rey regalara a su hermano, el entonces duque de York y homóloga
des- holandesa
pués Jacobo I I . Pennsylvania, concesión también hecha por Carlos ñía I Moscovita,
I la
a William Penn en 1681 ("líder" este de la repudiada secta delegiadas los inglesas
cuya emoción religiosa, además de hacerlos temblar, los hizoelin- mundo aglomerad
deseables por rehusar la guerra, que los volvía inservibles para prendedora
las cam- nobleza
p a ñ a s militares, pero sobre todo porque estos santos varones, delqueordenen b u r g u é s .
América fueron relativamente santos y muy hábiles comerciantes, La se
idea que motiv
negaban a pagar los impuestos decretados por el Parlamento) para ba una sal- innovación.
dar una deuda por 16 m i l libras contraída por la Corona con su padre,
mercio ultramarin
un almirante que en no poco contribuyó a la restauración de la dinas-
ahora se emprendía
tía del decapitado Carlos I . Y Georgia, tardíamente fundada en 1732,
linx, uno de los ma
dedicada a Jorge I I y cedida al general James Edward Oglethorpe, glo quien
XVII, había expr
reclutó a sus colonos de las apretadas cárceles inglesas, atestadas por
cio ya existente, c
entonces de prisioneros deudores. intercambiar mater
El primer método, el de las compañías privilegiadas por lasgleses que elconsumarían
moderno concepto b u r g u é s de propiedad privada reinó imperioso, nosa
tie- supremacía na
ne en la Compañía de Londres, fundada en 1606, su más elocuenteIndias ejem- Oriental y
plo. De las dos zonas en que Jacobo I dividió la porción inglesa mercio con Levante
conti-
nental, con Terranova en el norte y las Antillas en el sur como españoles
marco en el At
para la especulación financiera y comercial de tierra firme,esclavos la meri-en la cos
dional fue asignada a la citada compañía. En 1609 es formalmente hía reor-
del Hudson par
ganizada bajo el nada enigmático nombre de El Tesoro y Compañíadede1629 e, inclus
los Aventureros y Plantadores de la Ciudad de Londres para laprovincias Prime- m á s pro
ra Colonia en Virginia. desplazada por Ing
Es el teatro isabelino de Shakespeare el que, en su obra Este viraje tiene
dejó imperecedero testimonio de ña se apoderó del
aquello que homenajeaba el nombre fundacional de la primeracoloniales. colo-
nia mercantil inglesa en América. Después de comparar a la sucesora Así, con una trad
real con el ave fénix, se produce el siguiente diálogo entre de Cranmer,
una posición geo
arzobispo de Canterbury, de palabra encendida y p r e ñ a d a de augurios,
neo, en realidad u
y el propio Enrique V I I I : pea; con la mirada
da por el Imperio
CRANMER:. . . Porque dondequiera que brille el sol radiante dely,Cielo, ante todo, terr
brillará también su honor y la grandeza de su nombre, creando tica continental e
nue-
vas naciones.. . tiles trasatlántic
ENRIQUE V I I I : ¡Tú anuncias prodigios! su política exteri
cantilismo m á s ava
CRANMER: . . . ¡Ojalá no pudiera prever m á s ! ¡Pero ella ha de morir,
ha de morir, es la voluntad de los santos, virgen, no obstante! Al principio, la
de asentamiento co
La primera colonia ultramarina de la mercante Inglaterra quedaba plantación, propie
asi dedicada a la futura virginidad de Isabel I , la novel virgen ríandeunlaestatuto
no e
menos nueva Iglesia Anglicana. Los primitivos accionistas de pectores la com- de la emp
pañía fueron 203, de los cuales 116 eran también accionistas de la Com- español
encomienda
p a ñ í a Inglesa de las Indias Orientales, fundada dos años antes origende netamente
su f
10
el dueño o su age
se destinó a reclutar colonos, comprar mercancías y herramientas de
vicios para coste
trabajo, pagar fletes y construir un almacén de depósito. Para 1621 se
próspero, aunque
habían dispuesto 100 m i l libras en capital de riesgo, sin obtener a cam-
esclavista.
bio ninguno de los beneficios ilusamente esperados de metales precio-
sos o productos agrícolas inexistentes. En 1619 se inici
esclavitud, con l
Quedaba claro con este primer fracaso crematístico que el negocio
no era la inversión fija sino la especulativa. ¿Pero de qué? Si continentales
se elimi- ing
naba el sistema territorial al que se atribuyó la bancarrota,eselel denegocio
asen- de
precisamente,
tamiento comunitario, entonces dos bienes, uno inmueble y el otro mue- el
asiento de esclav
ble, podrían convertirse en las principales mercancías especulativas
del nuevo mercado trasatlántico. Tierras y colonos formarían unate man-
de ellos fuero
cuerna que alimentarían recíprocamente las jugosas ganancias la independencia,
finan-
cieras de corto plazo, las del dinero producido por el dinero. seguida por Maryl
El dinero
1775 colo-
que haría del interés la roca de fundación volcánica del edificio por Nueva Yo
nial mercantil y, posteriormente, de la hegemonía mundial del medio
que, tanmillón de e
a la categoría
pronto se independizó, estuvo en la categoría de naciente imperio: el es
anglosajón del Nuevo Mundo. nocidos como "red
La reorganización de la Compañía produjo una aparente magnani- De esta manera
nos, alcanzó prop
midad en la política sobre colonos y tierras. Los primeros intermedia-
rios fueron los transportistas, pues al colono migrante se colonias
le fijó pre- mercanti
cio, 50 acres de tierra. Valor que se concedía por igual tantomalthusiana:
al capitán la d
de barco como a cada uno de los miembros de la tripulación. Con la población
ello colon
la inversión especulativa había empezado en el Nuevo Mundo. Elalmas,
caso o la de Nu
más elocuente fue el de los sirvientes escriturados o mil, 20 años ante
que a través del sistema de capitación concedía, por cada uno,dos, las ya para
50 acres para el capitán, otros 50 para el intermediario o que en 1815 trepi
traficante,
y 50 m á s para el consumidor final, generalmente un agricultorespeculativa,
dueño sis
de su propia plantación. Durante el xvii en Maryland, llegan anerse con la inde
superar
a los hombres libres por seis veces, y en Virginia, aunque por cala el sin
siste-preceden
ron una magnitud
ma esclavista no alcanza esta proporción, también los escriturados son
superiores a quienes los escrituraban. W. Penn, de entre todosEl losactual
pro-sistema
viar mer-
motores de este negocio, es quien m á s fama alcanzó por sus dotes el inconveni
cadotécnicas. En 1685 pone en circulación un folleto tituladoqueda como lacera
rápidamente traducido al ale- esclavos.
mán, al holandés y al francés. Estaba destinado a los armadores Aldeeficaz
bar- mecani
cos, que tenían representantes a comisión, a quienes pagaban comoseisel dó-monopólic
lares por cada pasajero al que le vendieran la peregrina idea mobiliaria,
de cruzar la ti
métodos,
el Atlántico. En dicho panfleto Pennsylvania aparece como la tierra pro-cuyo úni
privada.en
metida en la que la sirvienta se convierte en señora, el campesino Así, por
hijodalgo y el artesano en barón. En 1749 Alemania registraba ple,143que
de concesio
plicado con
estos "polleros" dedicados a la contrata de braceros trasoceánicos, sistema d
viajaba
el aire de grandes potentados, gran cadena de oro en el pantalón y mo-a crédito
nedas que no cesaban de tintinear en los bolsillos. Había dos bilidad
tipos de de enajen
Asimismo
sirvientes, los que previamente habían concertado algún convenio con el de la
12
y prosperidad de t
ducto rey, el tabaco, en especie. Finalmente, a d e m á s del sistema por
tico o la distanci
poblados, estaba el de la concesión de grandes extensiones, pasando
lismo francés de un
por el innovador método cuáquero, otra vez de Penn, concebido
en el que se desta
para hacer frente a la previa promoción de invasiones —en las que des-
rra; o del tacitur
tacaron escoceses, alemanes e irlandeses—, mejor conocido como sis-
expansión alguna,
tema de tanteo por costumbre.
la riqueza estaba
Aquí también el éxito fue tal que en el xvm se desata la fiebre.
ciosos, Esta
el mercant
manía de especulación inmobiliaria y colonización afecta especialmente
adelantada de la E
a los m á s ricos colonos, comerciantes y terratenientes. El caso extre- m á s dest
sentantes
mo lo representaron, por un lado, Massachusetts, que en 1762deofrece la intervención
sus poblados occidentales al mejor postor, y por el otro, las colonias
ble y unitario, pu
de Connecticut y Nueva Hampshire. A diferencia de Pennsylvania o de
económica, pretende
Maryland —en 1732 Penn aumenta la renta de cada lote de 100 acres,
que la metrópoli de
de 10 libras 2 chelines a 15 libras 5 chelines, y Lord Baltimore na, la sube
antes que proh
en 1738 de 2 a 5 libras— dichas concesiones nunca fueron ocupadasya exigido partici
por sus efectivos propietarios, que las habían traspasado y del vendido a
Imperio. La ba
agiotistas y especuladores coloniales, dedicados al negocio de de la plus-
quedó traducida
valía. Entre 1700 y 1750 la superficie colonizada se triplicó. Así el pe-
tes que ofrecer lo
queño y temprano fracaso crematístico de los especuladores de prin-
español, sobre to
cipios del siglo XVII se convirtió hacia fines del xvm —además del
deficitario—, al me
comercio— en el negocio de m á s altas ganancias, por la inédita combi-
rias, aunque casi
nación especulativa de hombres y tierras. Al lado de ellas, lenta pero
pel que en la colo
firmemente, la agricultura por fin logró desarrollarse, al grado de que
versificada, con c
el propio Adam Smith llegó a afirmar que de entre las actividades pro-
superavitario).
piamente productivas de su época, la plantación de la frontera trasa-
tlántica inglesa era " . . . the most profitable employment of the Sir smal-
Josiah Child,
lest as well as of the greatest capital". dejó claro testimon
do afirmó que las c
perjudiciales del
dades productivas
IV. Economía colonial ficiente del caráct
y mercantilismo te a la economía m
No hubo dos etap
pues desde un inic
Asentadas las premisas del nuevo orden de la economía burguesa en
sector mercantil d
Norteamérica, fue imposible contener las fuerzas de expansión. N i la
tad del XVIII, el de
abundancia de los recursos del Nuevo Mundo, ni la posición costera
comercio de pieles,
de las colonias mercantiles, ni la prodigiosa fertilidad de la tierra vir-
Nueva Inglaterra q
gen, prácticamente ilimitada, o la capacidad de trabajo del sistema co-
libras— y la explot
lonial, permiten explicar la vertiginosa y creciente prosperidad de las
bles. Ésta estuvo a
economías de las colonias.
na mercante colonia
La causa determinante del progreso de las actividades productivas
estratégicos para l
a las que se refiere Adam Smith no es otra sino la política cial económica
de la pujante
mercantilista de la metrópoli. Se trata de un mercantilismo de vanguar-
bienes de capital
dia, apoyado en la noción de que promueve la riqueza
14
se colocó a la vanguardia del mundo, tanto por la importación deDecons-
igual suerte,
tructores ingleses, como por la severa legislación de inspección que hizo
giaron otros prod
de ella una industria de calidad. La primera mitad del siglo comoxvm es la
cereales, e
época dorada de la industria naviera colonial. Merrimac es colmena
de haberse aclim
naviera, Newhuryport llega a construir 72 barcos simultáneamente,
car y yel insalubr
los astilleros de Nueva Hampshire producen no menos de 200 embar-
del arroz. La prod
caciones al año. El mercado externo fue el apoyo sustantivo decerdos
su auge y gallinas
y desarrollo, al grado que en la época de independencia cercanado,de una en un inici
tercera parte de la marina mercante inglesa procedía de astillerosimitación de la p
coloniales. había dado princi
do panes y harina
Además de cordajes y lonas, la industria naviera requería manufac-
turas de hierro. El primer establecimiento siderúrgico data de o 1643
añil,eny la de c
vez que
Massachusetts, y aunque la industria "pesada" domina la industria co-fueron ex
ductos
lonial —principalmente al través de talleres de artesanos— no será has-que respon
ta 1764 cuando ésta adquiere escala moderna. A iniciativa de P.comercio
Hasen- con la m
clever se funda en esa fecha una sociedad capitalista en Gran Bretaña,
No había ninguna
que además de importar 400 mineros alemanes, instala seis grandes
tilismo inglés fre
altos hornos, siete fraguas, tres molinos aserradores y uno forzó
de harina.
el auge de
Éste se conoce primero en América que en Europa. exterior, fue por
El sistema de factorías coloniales deriva, al igual que en de la peso
madreque habrí
patria, del intento por organizar la industria casera y artesana de ma- apoya
en proceso,
nera m á s eficiente. Su promoción no estuvo exenta de un carácter
res pá-
del ancho mun
nico. Subsidios, subvenciones, primas y gratificaciones, que sólogeneral-
que haya tol
mente son rematados con medidas coactivas, tal como lo ilustra de launaeconomía col
ley para la Bahía de Massachusetts de 1665, que obligaba a los alcal-
ble, independient
des de la región a fijar uno o m á s hilanderos por cada familia, con una
meta de producción de tres libras de hilaza por hilandero cada sema-
na, y ello durante 30 semanas. Filadelfia se convierte en el centro de
la industria de géneros de punto; Germantown, Penn., en el de medias V.
hechas a mano; Berlín, Conn., en el del mercado de hojalata; en fin Lynn, ind
en el de una artesanal industria zapatera especializada en calzado fe-
menino, que en 1760, por obra de los comerciantes, será el centro za-
Hay pueblos que a
patero de la colonia. propias acciones
Ello no obstante, nueve décimas partes de la población colonial vi-
sus clases gobern
vían de la agricultura, cuyo dinamismo exportador fue siemprenes aban-
que los hacen
derado por un producto "rey". Son productos continentales la acontecimientos
patata, n
la calabaza, el melón, la sandía, el cereal triguero o trigo indio, el maíz;
las causas primer
a la vez que el tabaco, que por la contribución de la coloniadel edificada
que se nutren
con humo, según decía el rey Jacobo, permitió revertir el drenajeblo. El en caso de la
metálico de las arcas metropolitanas que las despojaba, a principios
ceso en todas sus
del XVII, de 200 m i l libras anuales en importaciones de las colonias es-
panfletistas acad
pañolas. En 1617 únicamente Virginia exporta 20 m i l libras anuales,
los que han encon
y justo antes de la independencia, y antes de que el algodón se apode- a esta
Conforme
rara de la balanza comercial exterior alcanza un millón de libras.
como una especie
16
leyes del azúcar (1764), del timbre (1765), Townshend, Grenville ay las
NortbActas dictad
(1767-1770), y muy particularmente la del té (1770), origen esta mente de al
laprincipio
célebre fiesta del té. En realidad una refriega callejera en-do a la naciente e
tre provocadores colonos racistamente disfrazados de indios rior y casa- del ancho mer
de escala
cas rojas, ocurrida el 5 de marzo de 1770, cuyo saldo fue la muerte de mundial,
cinco personas. La primera de las "matanzas" en la historia deUnlos siglo
fu-después,
turos Estados Unidos. Pero este origen del mito fundacional, se volvían en contr
carnava-
pando como bruma
lesco y prácticamente incruento del inicio de la guerra de independen-
cia, que dura seis años y medio, ante todo debe considerarse comoel frente
una este del
justificación ideológica facturada por la oligarquía comercialpitales,
y terra-la especu
tura, el comercio
teniente, y en forma alguna como la explicación política del fenómeno.
De lo contrario, tras ella quedarían ocultas las verdaderas de ajustar
causas de cuenta
la gesta independentista. o las palabras, a
derecho.
Aunque las causas determinantes del movimiento de independencia
son dos, en términos generales puede decirse que ambas representa- El otro factor e
expansivo de las e
ron un golpe central al carácter expansivo de la mercantil economía
de resultas de la
de las colonias. Vistas a distancia, formaban un movimiento envolven-
te que amenazaba con empinzar y contener, de manera catastrófica, terior del Imperi
las fuerzas expansivas del futuro colonial. En el frente costero nómica de ultrama
este,
rival,inmo-
el comercio con el exterior, y en el desierto oeste, la especulación Francia, en
biliaria y la de colonización. En efecto, hasta el año de 1750 lano. El origen de l
expansión
del noreste atlántico tuvo su pivote fundamental en el comercio ñíaexte-
de Ohio, de es
rior. Pero a partir de esa fecha, el resorte de la ingenua bonanza colonial francés e
eco-
nómica ilimitada cambió de signo al convertirse en deficitaria, El todaprimer
vez disparo
guerra europea, n
que el excedente manufacturero provocado por la revolución industrial
metropolitana invadió con sus productos los mercados coloniales. dowsUnen 1754. El T
conflicto expresa
fuego de artillería que procedía de Londres, Bristol, Hull, Liverpool,
Glasgow, Manchester, Birmingham, Sheffield y Leeds. Este fenómeno nico en Oriente y
quier finalidad pr
d u r ó todo el cuarto de siglo que precede a la guerra de independencia,
al grado de que el periodo 1750-1775 (en este último año el rey tes cesiones terr
Jorge
condiciones
I I I declaraba a las trece colonias en estado de rebelión) registra un cre- la Gu
cimiento abrumador de las exportaciones de la metrópoli a sus ron colo-a cambio de t
nias, pasando de un sexto a un tercio del total del comercio española
exterior y el Cana
del imperio. mento promulgaba
tar los derechos
La liberalidad de la política mercantilista inglesa mostraba, puntual
mano integraba a
e implacable, el peso económico de sus inteligentes razones políticas.
y los Grandes Lago
Cuando la factura se presentó, el horizonte futuro de la expansión co-
coto a las ambici
lonial, al menos hacia el este ultramarino —su comercio con el mundo
de expansión hacia
a través del—, sufrió un abrupto cercenamiento. En
y Virginia. Las co
poco tiempo vino a agregarse, al saldo negativo de la balanza comer-
y hombres resulta
cial y la de capitales, el ruinoso expediente de la deuda directa a largo
bían vacilado en
plazo " m á s allá de los límites marcados por la prudencia". Como se
sabe, la verdadera Carta Magna de la economía política inglesa tenía No era que el g
su fundamento en la Ley de Navegación de 1660, cuyo origen se remonta
compañías, pues y
18
había apoderado de los propios súbditos coloniales, quienes desplazan-
aprendida. La polít
do a los capitalistas británicos los aceptaban con carácter minoritario
negocio especulativ
para asegurarse influencia en el Parlamento de Westminster. Era el
moderno concepto b
caso no fortuito de algunos de los futuros "padres fundadores o de la
ra del fideicomiso
patria", que tenían una activa participación en ellas. Tal el de Benja-
sa de la naciente
mín Franklin, socio de la Compañía del Gran Ohio, fundada en 1769
su carácter vergonz
por Samuel Wharton —de la famosa Casa de Filadelfia, monopolista
significa El amén d
del comercio de pieles—, que intentaba adquirir de la Corona 20 millo-
el padre fundacion
nes de acres al sur del litigioso río Ohio. Una extensión que cubría hasta
que, apenas nacido
las fronteras occidentales de Pennsylvania, Maryland y Virginia. O el del
mismo Jorge Washington, hijo del caballero carlista John WashingtonLo anterior expli
—emigrado a América en 1658 y pronto desposado con una viuda que,tuciones constituc
cias que
acaso sin estar exenta de los atractivos propios de su sexo, poseía de ella d
exten-
sas propiedades en Virginia—, quien además de pasar como uno de de Gran Bretaña, se
los
grandes traficantes de tierras coloniales, tenía en sus haberes vil el
deltítulo
imperio —Fr
de la batalla de S
tristemente impuesto por los pieles rojas de "devastador de pueblos",
o el hecho de seguir, a corta distancia, al mayor esclavista delos su rebeldes
colonia, desde
John Tabb, quien contaba con 257 negros, 69 m á s que Washington.desplazando
Con el tea
financiando la luc
estas virtudes de la oligarquía terrateniente del sur, inevitablemente
tenía que ser socio de otra compañía, la de Misisipí, fundada riodo
en 1763, 1776-1784 Fra
justamente al término de la guerra, la cual se había apresurado dólares,
a soli-Holanda 2
de 1783,
citar de la merced real la concesión de una extensión m á s módica, de celebrados
2.5 millones de acres, situada a ambas márgenes del río Ohio, ay los cercaEstados Unid
de la oriental del Misisipí. el reconocimiento
la gesta. Concomit
Por ello resultaría artificioso equiparar estas dos causas das estructu-
en 1763 —aunque
rales, aquí señaladas como determinantes del movimiento de indepen-
la litigiosa repart
dencia, con aquellas de tipo circunstancial a las que la creenciasipí. popu-
Segunda, que
lar de ese pueblo ha adherido tan unánimemente las de una rebelión
lítico y diplomáti
de carácter fiscal. ¿O acaso no es evidente la elección de la inteligen-
—quien nunca contó
cia, si se le conmina a optar ante la alternativa entre una justificación
fensiva asumida po
demagógica de factura oligárquica y las causas estructurales que cer-
económicos entre s
cenaban la dinámica de las principales fuerzas expansivas de las trece
colonias, las del comercio exterior y la especulación colonial e Tercera,
inmobi- el siste
liaria, que en una maniobra envolvente de la política exterior tado
de lademe-carácter n
trópoli paralizaban el futuro tanto al este como en el oeste? de Secesión (1861-1
declaración previa
que los octubre de
mente con la expre
• VI. Naturaleza financiera ma de organización
del gobierno de los Estados Unidos tad de orden inter
celo soberano inex
dar al margen del
La gran diferencia entre la independencia de los Estados Unidos y la
Británico. La justi
de las otras colonias del continente americano es el carácter de nego- por la o
perseguía
cio especulativo que le dio origen y desenlace. La lección había la de sido
participar e
20
autónomo. Y cuarta, el carácter de solución de compromiso de la ción de un Estado
inde-
pendencia misma. Un que hasta nuestros días es el rasgo de- ses de la oligarqu
finitorio tanto de la política interior como de la exterior del mercadeo
imperio entre los
propiedad se senta
anglosajón. Único Estado cuya operahilidad puede ser correctamente
analizada como un lábil y acerado sistema político de en la que compuest
mercadeo. rratenientes que a
Por encima de ello, la diferencia m á s notable de los Estadosconstitución,
Unidos haría
cultores, artesano
respecto de los gobiernos de sus congéneres del sur es la naturaleza
fideicomisaria de sus instituciones constitucionales, ampliamenteintegraban
de- a la y
finidas en función de la piedra angular de dicha sociedad. Es bajadores
el impe- regentea
rio de la propiedad privada concebida como ¿O había sido otronamentales, compr
propietarios.
el contrato soñado por Locke, quien glorificó la revolución de 1688-1689,
la que junto con los decretos parlamentarios de 1641 y el Aparte de la circ
tre los propietar
de 1679 potenciaron políticamente la figura m á s avanzada de pro-
expreso, dos encom
piedad privada, el fideicomiso, en beneficio de la singular aristocracia
inglesa, de la que Burke ponderó en 1790 sus excelencias frente la alguerra.
es- Por un
pectáculo de la Revolución Francesa por su astucia y habilidad colonias
para con el ex
incorporar a la emergente burguesía? Acaso lo que Locke nunca Revolución
pudo Industr
en 1784;
imaginar fue la insólita transferencia de su concepción contractual alla balanza
naciente constitucionalismo de los Estados Unidos, que sometió libras
la pri-de exportac
mera institución gubernamental, el al rigor de nes. Por el otro,
la figura jurídica del o corporación espe
dos intereses inmo
ma encomienda, la
. . . a fiduciary relation with respect to property, subjecting person
by whom the property is held, to equitable duties to deal whithbar losthe debatidos
property, for the benefit of another person, wich arises as thefinalmente
result sancion
of a manifestation of an intention to créate i t . * dos con fronteras
sociedades especul
Tal es la definición de la m á s precisa que puede darse sobre jeto de presionar
la primera institución constitucional del gobierno de los Estadosdichos territorios
Uni-
greso
dos. No había sido otra la finalidad política de la independencia: Continental.
crear
lo que entonces se llamó con frescura la La iniciativa pol
la misma que Henry W. Drayton bautizó con la lacónica expre-primer presidente
sión de de la fundada a pr
Si el mal giro del curso de los negocios fue su causa, entonces los
nes promueven la
negocios debían continuar, pero ahora sobre bases nuevas, sustituyendo
(septiembre-octubr
y perfeccionando el sistema de compañías especulativas privilegiadas
r eúne el segundo C
por una sola corporación monopólica, que recibiría la justa denomina-
la formación de un
ción de "Congreso" y no la de Parlamento, ya que antes que la mandante
funda- en jefe.
republicana a trav
mayo, en 1776, se
* Una relación fiduciaria respecto de la propiedad, que somete a la persona
lio se aprueba, po
por quien la propiedad es detentada a tratar a la propiedad con deberes iguales
en su parte final
en beneficio de otra persona, que se establece como resultado de la manifesta-
ción de la intención para crearla. to be Free and Ind
22
11.7 millones de dó
los documentos políticos m á s importantes de la Ilustración, la Decla-
— mediante
ración de Independencia, que preconizaba el surgimiento del orden bur- la emis
se cotizaron por en
gués en el nuevo mundo. Cinco años m á s tarde, en 1781, se aprueban
los y no será hasta mayo de 1787, otra vez nales. En 1793, 13
ro, una
bajo la iniciativa de la legislatura de Virginia, cuando se reúna monto que a u m e
nue-
los de
va Convención en Filadelfia, recomendada por la previa Convención diez que consti
pués de estos dos
Annapolis, para discutir problemas comerciales y el fortalecimiento
de la liga, la alianza de las trece ex colonias ya convertidasc a r á cEstados.
en t e r comercial
de John Jay, nada
De mayo a septiembre se discute el proyecto de Constitución, también
virginiano. Este debate se encargó de presidirlo Washington condorunextraordinario
re-
Bretaña, que había
glamento confeccionado de antemano para facilitar los compromisos
y las transacciones. El origen del futuro sistema de mercadeo ricano
que se con la siem
mediante el cual aq
adoptaría para el funcionamiento del poder legislativo, eminentemente
clientista. quedaban al norest
comerciales de la
Además de los compromisos alcanzados en cuanto a la forma de go-
Tratado de San Lore
bierno del 16 de julio de 1787, en el mismo mes cesáreo se lograron
el Misisipí. Tercer
dos no menos importantes. El de la esclavitud, que estipulaba que cin-
fontaine, celebrado
co esclavos valdrían tres hombres libres para efectos del cálculo para
concluir la guerra
determinar el número de diputados por Estado, y el compromiso para la
del Tratado Jay de
explotación inmobiliaria y de colonización de las tierras federales situa-
tarde a R.R. Livin
das al norte del Ohio. El 13 de septiembre de 1788, los compromisos de
los grandes comerci
expansión colonial y los del político emanado de la liga, correcta-
siana. Así, al anch
mente llamado en términos financieros fu-
lonización —la base
sión de intereses corporativos, fueron inconstitucionalmente ratifica-
vino a agregarse e
dos ya que, para derogar los artículos de la confederación que sirvie-
una postura de car
ron de puente entre el Congreso y el nuevo gobierno constitucional, se
a rango de princip
requería la aprobación de los legislativos estatales. A cambio, los prag-
peculación comercia
máticos especuladores del constituyente inventaron convenciones de
Segunda Guerra Mund
ratificación para aprobar la "inconstitucional" Constitución.
tó frustradamente
Muy pronto, apenas en 1790, el político así erigido en fideico-
te adoptada bajo l
miso corporativo, consolidado para la expansión comercial y territo-
comerciar y lucrar
rial de carácter especulativo de los nuevos Estados Unidos, queiniciabaa tratados, la
su ascendente camino hacia el poderío mundial. Conviene reseñar bre- de los Esta
terior
vemente los logros m á s destacados y su naturaleza. Primero, la
la elabo-
jugosa especulac
ración de un programa económico presentado por el primer innegables resulta
Hamilton, cuyo objetivo central fue instaurar en lo inter- sólo se logró rever
no y en lo extemo el crédito financiero de la nueva corporacióncialfidei-
en el periodo
comisaria. En lo interno se adoptó la decisión de pagar, a precio
ron del nomi- ya elevado
nal, las obligaciones del Estado contraídas con los grandes y depequeños
los 108.
capitalistas coloniales: los exigían pagar primero, y por
encima de su cotización especulativa, a los que habían invertido El enproyecto
la de in
quedeu-
formación del fideicomiso mismo unos 25 millones de dólares de la se inicia hacia
da interna, de m á s de 40.4 millones. En lo extemo, con objetoacumuladas,
de en- tanto
frentar la odiada deuda con Francia y los banqueros de Holanda,la especulación
de col
24
dinámico apoyo del algodón, que en 1810 sustituye al "rey" tabaco,
da unoy de los pod
ya para 1820 se apodera de la mitad de las superavitarias exportacio-
ni con mucho basta
nes, que contribuyeron a financiar el proceso de industrialización
titución deltoda. Su
noreste de la nueva federación. Sin embargo, a pesar de que ello
mezclareali-conseguida,
zaba el sueño de la "gran república comercial expansiva", éste se ve- fundamen
principio
ría sometido al riguroso ajuste de cuentas de la Guerra Civil (1861-1865),
tablecer dicho car
que marca el tránsito de la soberanía comprometida pero inconstitui-
tuyó la soberanía
da a su constitución nacional. Es el paso de la alianza militar, comer-
Hasta el periodo
cial y de especulación inmobiliaria y de colonización a la constitución
dos Unidos existe
del político del Estado nacional. alianza federativa
incorporado ya a
un mando militar
_ VIL E l Estado , constitucional—, n
oligárquico democrático: inglés —un padre-l
representan lo que
el sistema de "trust" soberanías estatal
cia del futuro Est
Ha habido no poca dificultad para analizar y dar nombre a la constitu-
soberanía de los E
ción política de los Estados Unidos. Algunos la llamaron república
ga un co- compromiso r
mercial federativa, régimen semiaristocrático o simplemente imperio
en el que se deleg
americano. Otros oscilaron desde el apelativo de "gobierno congresio-
financieros de las
nal" (Wilson) hasta el admirativo de "república imperial" (Aron), pasan-
constitución políti
do por designaciones igualmente atrayentes pero no menos inexactas:
El Congreso origi
"sistema presidencial" (Barthélemy), "modelo americano" (Rabasa),
seía "go-
una estricta
bierno de los jueces" (Toinet) o el de "monarquía limitada inglesa
en éltras-representad
puesta a una república" (Duverger). biese antepuesto
Tal variedad de nombres, antes que dar cuenta de la naturaleza
sino de la del diner
la constitución política del Estado anglosajón expresa la dificultad
de lasque oligarquías
existe para determinar el poder soberano en él. Se trata, sin dad duda,
de la no riqueza
de una constitución política pura, sino de una mezclada; una forma de
una rigurosa igua
gobierno mixta donde pueden reconocerse métodos, funciones y trema- los que tiene
gistraturas de distintas formas constitucionales. Así, por ejemplo,
Ahora bien, la en 1
institución presidencial, magistratura a la que no pocos han querido
entre las ex colon
convertir en la esencia de la constitución por la primacía quedeladquirió
Congreso origi
a raíz de las dos guerras mundiales de este siglo, ofrece prácticamente
trodujo así como a
toda la gama. Elementos oligárquicos y democráticos en su método de
desigualdad económ
designación y elección; aristocráticos por su facultad de veto y desig- Éstas es
bernadas.
nación en las relaciones que sostiene con el Congreso y el Poder
dianteJudi-una alianza
cial; republicanos por la institución del que pesa sobre te del capitalist
ella, con capacidad para someter a juicio y destituir a su titular; mo-
La participación
nárquicos por su irresponsabilidad política y la extensa duración del
de intereses opues
cargo; y tiránicos por la enormidad y discrecionalidad de sus poderes,
Así, al elemento o
sobre todo en la política exterior del Imperio. la nueva Cámara de
A pesar de ello, enlistar la diversidad de elementos contenidos en ca- general
permitiría
26
la mayoría por la
Los cimientos de la futura constitución política del Estado estaban
puestos. El compromiso alcanzado por el naciente poder soberano dias.
fue El chivo exp
argumento principa
uno oligárquico en esencia que, por el sistema social y las costumbres,
sería administrado al través del principio democrático. Una forma tonces
de no podía ex
nes del pero si es
gobierno mixta y contraria a la que prevalece en México, su inversa:
la oligarquía democrática. tiranía, rústica y
cracia, entonces t
Oligárquica en esencia y democrática en la forma. Mezcla concebida
para la expansión de los intereses del dinero, garantizada en su sur, sin otro argu
admi-
nistración por el imperio de la libertad. La ley de la que hablaba naron ya la partida.
Antístenes, una implacable ley igualitaria para leones y liebres. ciudadanos, compu
Sin embargo, esta soberanía de compromiso depositada en el Con- cir, por cada esc
greso encerraba una fisura, un germen de contradicción. Los leones Pero la oligarqu
que celebraron el acuerdo no eran iguales, a pesar de que el cer arrpgloconcesiones a
se realizó mediante el principio de la igualdad entre ellos. Unos ventajas.
eran La de 1
rústicos y agrarios, por excepción comerciantes y generalizadamentela forma de especu
bición del modelo
esclavistas, los del sur; mientras que los otros, antes que terratenien-
tes eran comerciantes, aliados con una numerosa clase media y,territorio
ante con cin
todo, especuladores financieros que siguiendo la herencia de sus piaante-
legislatura lo
de Estado. Asimism
pasados británicos tenían su ambición puesta en la expansión territo-
rial y en el negocio de la colonización. Según expresión de J.T. esclavos
Main, hasta 180
fue el compromiso entre los los poderosos mo de diez dólares
leones del norte, y los los del sur. su capital, habil
El compromiso original de finales del xvm fue entre dos clases colonial,
de que les
oligarquía, semejantes en el género pero distintas en especie. Dicha Después
di- de la ba
ferencia expresa la contraposición de los modelos políticos de ron domi-a la vuelta d
nación entre la oligarquía agrícola y la oligarquía comercial yMaryland
finan- de Pennsy
siana y luego Misu
ciera: el de la doméstica tiranía del amo frente a la tiranía democrática.
En la estructura del Congreso puede ser recogida esta cuarteadoracitaron su admisió
vista. Se pactó un
original del compromiso oligárquico de soberanía. De los dos princi-
pios constitucionales de la oligarquía democrática, ambas clases la estu-
contienda: al n
vitud a cambio del
vieron de acuerdo con el que las identificaba en bruto, el oligárquico.
Donde difirieron fue en torno al principio democrático. Así, para la conquista
ga- del o
rantizar el primero, restringieron la noción de ciudadano a los dashom-a Napoleón, el
anexó nueve Estado
bres libres; impusieron cláusulas de propiedad en el derecho electoral
activo y pasivo: moderadas para los diputados y rígidas para los la sena-
Cámara de Diput
real del norte fue
dores; privilegiaron la magistratura oligárquica sobre la democrática;
y establecieron la igualdad numérica para la c á m a r a baja (como latres
representaba y
descendió a 35%. E
supera a dos y dos a uno en cantidad igual) y la igualdad proporcional
para la alta (como cuatro supera a dos y dos a uno, pues dos y en uno1830al sólo 12 pe
24 de la oligarquí
ser mitades son partes iguales de cuatro y dos). El principio democrá-
tico, que diferenciaba y oponía los modelos de poder, los llevó 15 contra
al 33.
enfrentamiento. Sin embargo, el d
fue la elección de
La oligarquía del sur se aferró al modelo tiránico del amo, mientras
que la oligarquía del norte hizo prevalecer el modelo del imperio to sinde el concurso
28
que nunca explicad
explícitos con el modelo de la oligarquía comercial y especulativa del
de David Easton y
norte: extender su orden sobre el sur. La guerra civil de los Estados
ficaciones teóricas
Unidos vendría a reproducir, casi nueve decenios después, la guerra
precisamente como
civil del Imperio Británico: una lucha por la hegemonía política m á s
netarismo, que pue
avanzada del capital comercial, industrial y financiero, contra el atra-
co y de divulgación
sado modelo hegemónico de la oligarquía terrateniente.
ve y relajada" seg
Huelga agregar que la desigualdad entre las clases soberanas del nor-
cias oligárquicas,
te y del sur, además de cuantitativa fue cualitativa. En población fue
las oligarquías dem
prácticamente tres a una; poseía una red ferroviaria dos veces m á s ex-
no tener, entre la
tensa; recursos bancarios tres veces mayores; tonelaje marítimo cua-
tro veces superior; cinco veces m á s inversiones industriales y, sobre
ello, la autosuficiencia que el sur no poseía, pues para subsistir depen-
día de sus exportaciones agrícolas. En la dimensión cualitativa, la des-
compensación que explica que el viento del norte se haya llevado al sur
fue sin embargo la experiencia cercana al siglo de gobierno confedera-
do, cuando el sur se deshizo improvisándola. Para 1875 la economía
sudista hahía sido reordenada, y al igual que la guerra de independen-
cia, la cuestión esclavista que abanderó el apóstol democrático de la
oligarquía norteña, Lincoln, terminó en arreglo de negocios. La escla-
vitud negra, antes que abolida o transformada, sólo.fue desplazada de
los de las legislaturas estatales, que vinieron a ser coro-
nados por las tristemente célebres medidas discriminatorias de 1875
en el Código Civil. La única diferencia entre la guerra civil de 1776 y
la de 1861 fue que mientras la primera concluyó con la independencia
de las trece colonias, la segunda sometió e impuso la hegemonía triun-
fante a la totalidad del territorio de los Estados Unidos.
Puede entonces concluirse que el Congreso es el poder soberano de
los Estados Unidos. El gobierno todo puede definirse como una forma
oligárquico-democrática. Oligárquico por cuanto sus poderes consti-
tucionales son función de la figura del corporación financiera;
y democrático por la manera en que dicha corporación, privilegiada de
la propiedad privada, es administrada:
que ha permeado todas las costumbres y el sistema social.
Posee, sí, un carácter sistémico, pero únicamente en su forma de ope-
rar y no en su naturaleza. Forma un gran sistema clientista, con su es-
quema único de partido, sus instituciones de y los grupos de
presión, sus técnicas filibusteras y su Poder Judicial vi-
talicio, su Presidencia —el director general de la corporación financiera
m á s grande del mundo— y su Pentágono. Todo ello quedaría sin em-
bargo inexplicado si no se parte de aquello que lo determina como Es-
tado, su concepción soberana de naturaleza oligárquico-democrática.
El funcionamiento de las piezas de este singular de propieta-
rios, su sistema clientista en perpetua concurrencia, de obligada solida-
ridad entre hermanos enemigos, ya ha sido exhaustivamente descrito.
30

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